Andanzas edición #2

Page 8

8

CUENTO

MARISSA UNA PASIÓN INESPERADA YAZ MARTÍNEZ

Mi nombre es Marissa. Tengo 20 años, estudio diseño gráfico en una de las mejores universidades del país. Llevo 10 meses con mi novio, Esteban, a quien conocí en una reunión de amigos en común. Creo que lo quiero, me llevo bien con él, aunque últimamente nos hemos distanciado por la universidad. Es martes por la tarde, hace frío y está nublado, tengo que tomar algunas fotografías para una tarea y no tengo idea de a dónde iré a tomarlas. Dejo que me guíen mis pasos hasta llegar a un parque, que por cierto casi siempre se encuentra solo, pues el lugar donde se ubica no está muy habitado. Está obscureciendo muy rápido. Me siento a tomar un descanso y de paso a decidir qué voy a fotografiar, de repente, veo a alguien que me es conocido. ¿Esteban? Me quedo observando... No está sólo, ¿quién es ella? Los veo agarrados de la mano, de repente se besan, se abrazan, luego caminan riendo, parecen muy felices. Los seguí hasta que se sentaron a platicar, me quedé a espiarlos tras unos arbustos. No podía captar bien lo que decían, sólo observaba sus gestos y las acciones. De repente, empiezan a discutir, él la abraza y le dice algo al oído, ella se separa y ríe, después empiezan a besarse intensamente. Las cosas suben de tono, ahora se manosean encima de la ropa; no me sorprendo, pero lo que sigue es realmente intenso: ella le toca la entrepierna y, cuando me doy cuenta, le baja la cremallera a Esteban, “qué perra”, pensé. Movida por el morbo, tomo mi cámara y empiezo a tomarles fotos. Cuando me doy cuenta, estoy mojada. Esteban le mete las manos bajo la falda, a ella sólo le queda disfrutar. Después de que él jugueteó un poco, ahora es ella quien se inclina a “comer” lo que ya está más que listo para saborear. No paran, llegan hasta las últimas consecuencias. Ella se sienta sobre él, se conectan y empiezan a moverse a un ritmo intenso; él le toca los senos, las caderas, la aprieta junto a él; ella, por su parte, le besa el cuello y, de vez en cuando, echa para atrás la cabeza y mi lente capta su cara de un placer exquisito. Al parecer se cansan de esa posición, pues se incorporan. Ella abraza un árbol que estaba atrás de ellos y Estaban la embiste una y otra vez. Al cabo de unos minutos, terminan. Yo me oculto y espero otros minutos. No puedo creer lo que acabo de presenciar. Estoy perpleja. No todos los días veo a mi novio teniendo sexo con otra que no sea yo. Me encamino a casa. Rebelo las fotos y al verlas son motivo de nueva excitación y hasta de masturbación.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.