Erik Antuna
Figuras de Sal Antología de microficciones
Ediciones Glasshouse
Erik Daniel Antuna García (18 de diciembre del 2002) es un escritor nacido en el estado de Querétaro. Actualmente radica en Nuevo León y es estudiante de la carrera de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Figuras de Sal
Antología de microficciones
Erik Antuna
Primera edición, 2024
© Erik Antuna
© Ediciones Glasshouse
© Perla Sánchez, ilustración.
Edición y prólogo: Tania de la Fuente
Portada: Perla Sánchez
ISBN: 978-123-45-6789-7
No se permite la reproducción, almacenamiento o transmisión total o parcial de este libro sin la autorización previa y por escrito del autor. Todos los derechos reservados.
Impreso en México
Prólogo
Con una compleja sencillez, FigurasdeSalnos invita a descubrir escenarios tan comunes, como particulares y surrealistas, que van de la mano con el toque paródico que distingue a la escritura de su autor, Erik Antuna. A través de las breves narraciones, se crean imágenes que juegan con el sentido de las cosas dichas (y no dichas), obteniendo, como resultado, múltiples interpretaciones que dejan una marca de reflexión en la mente de cualquier lector.
Pesimistas, angustiantes, y con un relativo rastro de humor negro, esta antología retrata distintos e interesantes aspectos del comportamiento humano; vivencias y emociones que nos transportan a los exuberantes pensamientos del hombre con la pluma en mano.
Tania de la Fuente
Sofocado
Antes de iniciar, Heracles analizó sus doce trabajos y descubrió que cada uno de ellos podía dividirse en tareas más simples; y éstas, a su vez, en labores aún más sencillas. Tras subdividir varias veces más, entró en completa parálisis ante la infinidad de tareas por realizar.
Pérdida
Tras varios milenios de duelo, la estatua de sal por fin aceptó que todo cuanto alguna vez amó fue destruido. Al decidir que, a partir de ahora, sólo miraría hacia adelante, volvió a ser mujer.
Culpable
Al destripar el pescado, pude recordar, tras muchos años, el rostro de mi padre.
Átomos
Segundos después de parir, la joven madre, involuntariamente, dejó de percibir la imagen del bebé, para identificar cada uno de los átomos que lo conformaban.
Muchos instantes después, cada uno de aquellos átomos deseó nunca haberse unificado.
Destierro hacia el hogar
A pesar de no haber ningún registro sobre la cuestión, las voces más sabias de Bagdad afirman que, en su lecho de muerte, el matemático reveló que tuvo un maestro de nombre impronunciable; un maestro que, tras heredarle las artes del álgebra, del conteo decimal y de las variables aritméticas, fue condenado a transformarse en sal y a desaparecer en el aire, pues ya no era bienvenido en el reino de lo tangible.
Pequeña decapitación clandestina
Cuando le quitaron su cabecilla, el organismo entero perdió la cabeza.
El fuego y la piedra
Su rostro cambió muchas veces, su voz poco a poco desapareció. Mi único recuerdo de ella es el olor a plástico quemado que siempre me llega, antes de dormir, desde que era niño.
Principio
Antes de perder la conciencia, escenas de su vida le invadieron la cabeza. Primero un hombre violento, luego un joven que sólo sentía furia, después un adolescente solitario, y, al final, un niño que lloraba, en silencio, todas las noches. Después, nada.
La lobotomía había terminado.
Vida en pareja
Para cuando el ente bajó a la Tierra, no sabía aún dentro de qué tipo de cuerpo existir. Tras hartarse, decidió que no se haría carne de un solo individuo, sino que experimentaría el mundo, al unísono, en dos cuerpos distintos; dos elementos destinados y condenados al reencuentro.
Recuerdos lejanos
Justo antes de que mi esposa muriera, apareció en su rostro un gesto que sólo había visto en sus fotografías de infancia.
Domesticación
Estaban hartos del cautiverio. Sabían que aquella entidad, obsesionada con que sus leyes se cumplieran, nunca dejaría de observarlos. Decidieron que, para escapar, le harían creer que expulsarlos habría sido enteramente su decisión. Así, la recién nacida humanidad pudo huir del Edén.
Cantar del Polvo
Para cuando el profeta terminó, luego de muchos años, su única oración, todos sus fieles ya se habían convertido en polvo.
Vicio
Un cigarro tomó un hombrecillo y le prendió fuego.
Turno Nocturno
Sé que nadie me obliga a esnifarla, pero debo rodar esta roca hasta la cima y ya estoy muy cansado. Quiero estar en casa.
Estilo Sobre Sustancia
“Es más fuerte la pluma que la espada”; pidió como epitafio el autoproclamado intelectual que nunca publicó nada.
Figuras de Sal se terminó de imprimir
el 26 de noviembre de 2024
en Casa Bonita S.A de C.V.
FigurasdeSalpresenta historias con tono oscuro y melancólico que, a su vez, provocan un estimulante entretenimiento para todo aquel que se atreva a adentrarse al mundo de la microficción.
Ediciones Glasshouse