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EDITORIAL
from Syndiko núm. 17
Vivimos tiempos complejos, donde la crisis del sistema capitalista que nos hace perder derechos y libertades a la clase obrera mientras los de siempre se hace más ricos. Oxfam Intermón denuncia que la desigualdad se acentuó durante la recesión. El problema, según la organización, es que el empleo es igualmente desigual y precario y que las políticas redistributivas no funcionan. Una de cada seis familias cayó en la pobreza y no ha podido salir de ella. Mientras los ultramillonarios aumentaron en un 4%. “El 1% más rico tiene 24,42 de cada 100 euros de riqueza, mientras que el 50% más pobre se tiene que repartir 7 euros de cada 100”, apunta el informe. Nacer en un hogar pobre condena a la pobreza.
Tiempos donde quienes hasta ahora tenían que callar sus vergüenzas, gracias a la crisis provocada en Cataluña, como antes lo hicieron con el Terrorismo Vasco, hoy las exponen vox en grito con el megáfono de los medios de comunicación y el aplauso y complacencia de la derecha, y muchas personas trabajadoras a las que la crisis les hace perder la visión de clase.
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Tiempos donde un futbolista que reconoce haber defraudado 23 millones de euros pacta una condena para pagar 18 millones, y la gente le pide autógrafos en la puerta de los juzgados mientras un grupo de jóvenes son condenados a prisión por rehabilitar un pueblo deshabitado [Fraguas], o los jóvenes de Alsasua siguen en prisión ya más de 800 días y condenados a 13 años por un montaje político.
Necesitamos táctica y estrategia, luchar por nuestros convenios, por el empleo, pero no perder de vista el objetivo de retirada de las leyes laborales y sociales que nos han hecho tanto daño y que el gobierno se comprometió a eliminar.
Es imprescindible apoyar a la plantilla del hospital de Denia, que después de diez años de la concesión a Marina Salud “no han tenido ninguna compensación económica y sí dos modificaciones sustanciales: se les ha aumentado la jornada y les han bajado el sueldo”. También apoyamos a la plantilla de VODAFONE que sufre un ERE extintivo o FGV con una huelga que, de no cambiar mucho, llevará a la plantilla a una huelga de más de 30 días en febrero y marzo en defensa de la negociación colectiva.
Estar junto con las limpiadoras de las empresas Netalia y Limpiezas Raspeig, dos razones sociales para un mismo ladrón. Se encargan de la limpieza en instalaciones de las administraciones públicas, y les debe a sus empleadas diciembre, la extra, incluso el finiquito a las fijas discontinuas y no le quitan la concesión. Acompañar a las plantillas de los Centros de Atención a Menores de la Generalitat que están trabajando sin cobrar su nómina. Y en eso estamos en SYNDIKO, la revista de y para la clase obrera.
