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culturas

N° 04 Suplemento de

artes y letras

TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

4 Repaso por la obra de uno de los grandes autores visuales, especialista en videoclip. El mundo del cine espera con ansidad su apuesta estética

CHRIS

CUNNINGHAM 3 TOMÁS SÁNCHEZ SANTIAGO El poeta lee su última ‘plaquette’ el próximo jueves en la facultad de Filología.

7 BUKOWSKI Se publica en edición bilingüe uno de los libros de poesía del escritor de los suburbios, una de las facetas menos conocidas de su obra.


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rhis Cunningham es un artista de refere ncia en el mundo de la videocreación. Con una carre ra orientada eninentemente a la realización de vídeos musicales, ha sabido superar el carácter co m e rcial de estos pro d u ctos para crear una particular visión estética. Cunningham pertenece a un grupo de artistas visuales cuyo sello ha marc ado todo el género en los años noventa. Ahora, sólo se espera su salto al cine con un proyecto tre m e ndamente ambicioso: la adaptación de Neuro -

m a n t e, una novela de William Gibson que dio origen al movimiento ‘cyberpunk’, que tiene mucho en común con su obra. Mientras, podemos contentarnos con presenciar una amplia selección de sus cre aciones en el DA2, hasta el próximo domingo. Analizamos también algunos productos televisivos más marcados por su comercialidad, las series de tel evisión españolas producidas para el horario de máxima audiencia. Aquí se observa como las características del merc ado español y el

Recortes 1

PLURALIA TV: OTRA TELEVISIÓN ES POSIBLE Un poco más atrás, en este suplemento se habla sobre televisión. No hace falta prestar demasiada atención para comprobar que hay un malestar sobre los contenidos del principal medio de información y entretenimiento de los españoles, en un país en el que los índices de lectura de prensa y de lectura en general son bajos. Se presta en ese artículo especial atención a los productos de ficción hechos especialmente para el medio, pues son las historias, las narraciones, las que siempre han conformado los imaginarios de una sociedad. Se ve como las televisiones privadas van al negocio seguro (aunque ni ellas ni nadie conocen las claves del éxito y su actitud conservadora muchas veces es contraproducente) y las públicas siguen navegando en sus contradiciones. Una noticia agradable es la iniciativa de Pluralia TV, una televisión que funciona como cooperativa, que reúne a diversos colectivos sociales y periodísticos de la Comunidad Valenciana. Su diagnóstico de la situación: «Las constantes fusiones y concentraciones mediáticas están configurando un desolador panorama comunicativo en el que empresas cada vez más grandes deciden casi en exclusiva lo que podemos ver y lo que no. Frente a ellas, ciudadanos y organizaciones sociales aparecen como irrelevantes, y quedan desprovistos de cualquier influencia sobre esa realidad televisada que va configurando día a día nuestro imaginario colectivo. Para conservar nuestra autonomía, nuestra libertad, nuestra capacidad de decisión, las cuales constituyen la esencia misma de nuestro modelo de convivencia, necesitamos urgentemente unos medios no sometidos al control de esas inmensas corporaciones. Necesitamos unos medios populares, abiertos y democráticos; unos medios de todos y no de unos pocos». Pretenden hacer una programación que demuestre que lo importante también puede ser entretenido y que la actitud inteligente para quienes luchan por algún tipo de cambio social no es denostar la televisión como medio, sino intentar mejorarla. Pueden conocer el proyecto más a fondo en pluralia.tv. Les deseamos la mejor de las suertes.

conservadurismo de las cadenas privadas –y la falta de definición de la pública– dan como re s u l t ado unas historias blandas, erosionadas para llegar a todo tipo de públicos. Y desde el fondo de las palabras habla Tomás Sánchez Santiago, un magnífico poeta que en una ent revista con el también escritor Víctor M. Díez desvela todas las claves de su obra. El próximo jueves tendremos la oportunidad de escuchar sus últimos ve rsos en la Fac u l t ad de Filología.

Antonio Marcos

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FILANDÓN, PREMIO NACIONAL AL FOMENTO DE LA LECTURA Durante más de veinte años, el ‘Diario de León’ ha mantenido la publicación del suplemento cultural ‘Filandón’, en el que colabora uno de nuestros críticos literarios, Nicolás Miñambres. El premio lo concede el Ministerio de Cultura, que ha distinguido también a la Asociación Vallecas por sus actividades en torno al libro en el barrio madrileño, y señala que ‘Filandón’ «ha desarrollado, durante los últimos veinte años, una extensa labor de apoyo al libro y a la lectura, con especial incidencia en la comunidad educativa, abierto al conjunto de la producción literaria nacional e internacional». La palabra ‘Filandón’ tiene mucho que ver con la narración, pues es el lugar donde se reunía la gente de las aldeas para contar y escuchar historias, un modo de transmisión de cultura, un periódico sin imprenta, una televisión sin más imágenes que las de la imaginación.

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DE LA ERA DEL FANZINE A LA ERA DEL BLOG El libro De espaldas al kiosko (Guía histórica de fanzines y otros papelujos de alcantarilla), de Kike Babas y Kike Turrión, publicado por ‘El Europeo’, resumió hace unos años la trayectoria de los fanzines desde los últimos sesenta hasta nuestros días. Hoy, tiene carácter de documento definitivo. El fanzine en papel como soporte para el desarrollo de información independiente está en franca decadencia, aunque hay excepciones, y algunas muy honrosas. Cuesta mucho menos dinero y tiene una difusión más amplia crear un sitio en internet. En los dos últimos años hemos asistido al auge del ‘blog’ o bitácora, elemento contenedor que tanto sirve para contar solipsistas experiencias personales, escribir de cine, de libros, publicar la propia obra, rastrear tendencias, seguir al minuto la política internacional o escribir lo que no publicarían en ninguna otra parte. Cada persona (con ordenador y conexión a internet, claro), un editor. Chomsky, Haro Tecglen y probablemente su vecino tenga uno. Sea en televisión, en papel o en ‘bits’, parece que lo importante es contar historias.

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Una historia detallada de los fanzines españoles. Los ‘blogs’ acabaron con la fotocopia: Elástico, La Petite


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de una sensibilidad bárb a ra, de b a rbarie sentimental y que, sin embargo, le tenían un amor salvaje a las palabras que a mí no me pasaba inadvertido.

❯ Víctor M. Díez

¿Por qué tanto de eso que usted llama «ropa menuda», en sus últimas entregas? Te hablaría de la necesidad. El panorama no es tan generoso con algunos como para dejarnos publicar dónde y cómo quisiéramos. Por otra parte, es una tendencia mía, muy en consonancia con los mismos contenidos de mi escritura: lo que pasa inadvertido, lo men o s p re c i ado por la mayoría... Lo que yo llamo «ropa menuda»: las ‘plaquettes’, las revistas, lo efímero, etc. es una seña de identidad, un desafío contra lo establecido o co n s o l i d ad o, sobre todo co n t ra eso de ‘el medio es el mensaj e’ o ‘dime dónde publicas y te diré cómo tienes que escribir’. En estas entregas imprevistas, desordenadas (El que desordena, se titula mi último poemario) he ido mostrando, de una manera más o menos ‘insinuante’, mi escritura. Me gusta que el poema recupere su independencia respecto del conjunto. Y su libro ‘nodriza’, El que des o r d e n a, ése siempre a punto de salir... ¿Qué laberintos recorre? Laberintos de circ u n s t a n c i a s editoriales, amigo. Cerró la editorial que lo iba a publicar dejándome en la calle, como un expósito, a la intemperie absoluta. Después se abrieron otras puertas, co m o las de DVD en Barcelona que, pare ce, será el refugio final del libro. También he pensado que hay un factor personal, mi prevención a estar demasiado pendiente o zoz o b rante ante la aparición de un libro. Hay que co n o cer esa momentaneidad: el libro apare ce y desaparece. Una vez hechas sus ceremonias de visibilidad, el libro d e s a p a re ce y ahí empieza su ve rdadera vida, que siempre es oculta y de raíz. Por tanto, cuánto más tarde en apare ce r, más libre me siento de esa contradicción. Y quizás por eso la alimento de forma inconsciente. En una reciente interve n c i ó n s u ya en la Universidad de León t i t u l ada ‘Tres golpes de lectura’ hablaba de la actitud de escucha, que usted apendió de niño en el comercio de su padre, como su descubrimiento de la pal a b ra y su manejo... Según cre o, la primera responsabilidad del poeta es escuchar, antes que asumir el rol de quien posee las palabras. Quizás nuestra labor sea atraer y colocar las palabras. En un segundo movimiento puede, o no, hacerse surgir un discurso. Las palabras esc u c h adas tienen carnosidad; ya sé que las vistas y leídas también. Pero donde esté la música de la palabra en un registro determinado, en una voz más que en un yac imiento de palabras como puede ser un libro, allí apare ce un valor a ñ adido de ella, un calor. Es una cercanía que yo viví, sin saber que después iba a escribir poesía, en un contacto directo con una gente

culturas❮❮ 3 ¿Hasta qué punto «cuando escribes te manchas de ti mismo»? Ese verso que es el inicio de un poema mío, titulado ‘Como una insinuación’ quería señalar la posible existencia de una hipertro f i a del ‘yo’ en mi poesía. A veces tomo conciencia de ello, a pesar de lo que he dicho antes. Quizás lo que quiero poner sobre la mesa es a l go tan tópico como la insuficiencia ex p re s i vade la poesía y otros lenguajes. La conciencia del f racaso de tu labor: caer en la cuenta de que no has mejorado tus puntos de partida expresivos. Tu poema, ese final, no ha mejorado la belleza del silencio... Para mí sería dolorosa la convicción de que mi voz se estrangulase, de que ya no pudiera escribir. Si pierd o mi relación con el mundo y no puedo añadir una palabra a la tribu, como decía Mallarmé, sería una desgracia personal. Ando en esa tesitura, aunque confieso que sigo escribiendo.

Tomás Sánchez Santiago ❯ Mauricio Peña

TOMÁS SÁNCHEZ SANTIAGO

«La poesía es actitud de escucha» Tomás Sánchez Santiago (Zamora, 1957) leerá el próximo jueves en la Facultad de Filología poemas de Lo bastante, una ‘plaquette’ que avanza contenidos de un próximo libro todavía inédito. Autor de otros cinco poemarios, reflexiona sobre su obra y el hecho de escribir.

Un sigiloso acercamiento a la cotidianeidadha sido, siempre hasta ahora, uno de los ra s gos más definitorios de su escritura. ¿Hacia dónde cree que evoluciona en los tra b ajos más recientes? A la fuerza aún hay ra s t ros de ese mundo, ya que no era un ejercicio retórico ni estético, sino una actitud mía nat u ral. Cuando el libro se fue configurando a sí mismo, como lo hacen todos los libros de poesía, me di cuenta de que había un co n cepto que se imponía a todos los demás: la ‘extrañeza’. En Lo bastante y en lo que sea que venga después, sólo una especie de ‘magma crudo’ de momento, no creo que pueda dejar de vivir en la música de la cotidianeidad, pero siento que me voy alejando hacia abstracciones que tienen que ver con el silencio o con el esce p t i c i s m o. Son modulaciones n u evas sobre un primer mundo que persiste y que arra s t ra un nuevo lenguaje. ¿Cree que hay nuevas razones para ser pesimista? Hay razones para ser pesimista desde muchos puntos de vista, pero creo que son muy parecidas a las de siempre. Cuanto más gusta la vida, menos ganas tienes de que se acabe y, por tanto, más sensación de estafa general te pers igue. Soy un enamorado de la vida, un hombre feliz, aunque quizás sea cierto que mi discurso es, más bien, desolador. No sé traducir la felicidad. «Es imposible traducir la dicha», dice un verso mío de En familia. Creo que me podría servir como una micro-poética. ¿Qué nos puede contar de sus recientes acercamientos a ar-

❯❯ Una vez hechas sus ceremonias de visibilidad, el libro desaparece y ahí empieza su verdadera vida, que siempre es oculta y de raíz

tistas como Baltasar Lobo o la obra de Dely Te j e r o, artistas plásticos casi olvidados? Este trabajo tiene que ver co n el estar a la escucha del que hablábamos antes. Son gestos que uno hace con otras personas para poner de manifiesto que aun falta que sean atendidos por los organismos pertinentes. Alguien debería recuperar la obra de Lobo, en Ve rona y en París, o la de Dely Tejero, perdida en las catacumbas fa m i l i a res.Son por tanto, llamadas de atención críticas. Vuelve para leer en Salamanca, la ciudad en que estudió en su j u ventud ¿Qué sensaciones le produce este hecho? Lo he pensado, sí, pero sin almíbar. Yo estudié y viví cinco años decisivos de mi vida en Salamanca: el amor, el co m p romiso político y el acercamiento decidido a la poesía surg i e ron aquí. Quizás vuelvo a esta ciudad a entre ga r p a l a b rasque recibí una vez. Me gustaría re e n contrarme con algunos como Aníbal Núñez o Ad ares; el primero decisivo en mi primer asomar a la poesía, el segundo conmovedor como un diamante en bruto de belleza. ¿Tiene una opinión sobre la polémica del Archivo de la Guerra Civil? La dinámica generada es muy p e l i g rosa y un poco triste, a mi modo de ve r. En ese arc h i vo hay testamentos, documentos privados... Creo que eso legitima la reiv i n d i c ación de quienes los re c l aman. Lo peor es que ya no se habla de una cuestiónarc h i v í s t i c a sino de otras cosas. Cerrar las heridas de la Guerra Civil no es sólo exhumar sino re p o n e r, también, las cosas en su sitio, lo que me parece un fundamento de la condición humana. Sería bello tener un gesto de generosidad y de acercamiento, en esta ciudad, con aquellos que ahora se toman como rivales. No sé si la natura l i d ad que yo reclamaría es ya posible, por la crispación que parece haberse alimentado. Ya me hubiera gustado a mí que la sensibilidad municipal hacia ciertos archivos, se hubiera tenido hacia otros que también h ay en esta misma ciudad. Hay una asimetría que sólo me puedo explicar desde otros pre s u p u e stos, no precisamente de sensibilidad.


LIBROS

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culturas❮❮ 7 NOVEDADES

Del natural, W.G. Sebald W.G. SEBALD Del natural Anagrama, 2004 112 pp. / 13 euros

La poesía de Bukowski harles Bukowski (Andernach, 1920 - California, 1994) ha sido uno de los poetas más influyentes en lengua inglesa del último siglo. Desde los tres años vivió en Estados Unidos y su actitud re b e l d e, antisocial y solitaria le llevó a ga n a rse fama de antisistema. La literatura fue el foco que le ayudó en su intento de supervivencia ante la soledad, el dolor y la muerte. Después de que empezara a escribir poemas de forma tardía, con treinta y cinco años, publicó más de cuarenta libros entre re co p i l aciones de re l atos, poemarios y novelas. La crítica lo bautizó como el pad re del realismo sucio y aunque su obra narrativa entre re l atos y diarios es extensa, es en la poesía donde Bukowski alcanza la plenitud expresiva de su literatura, y su lenguaje violento y salvajemente sincero entra en relación con la descripción del sótano social del hombre moderno que re p resenta su obra poética. De forma bilingüe se presenta esta edición –primera en España– de Arder en el agua Ahogarse en el fuego con una traducción notable de Eduardo Iriarte que tradujo para la misma editorial Lo más importante es saber atravesar el fuego (La Poesía, señor hidalgo, 2002). Comparte nove d ad en las librerías con la edición del excelente y nihilista poemario Poemas de la última noche de la tierra (DVD poesía, 2004). Las cuat ro secciones de Arder en el agua… funcionan independientemente como libros y agrupan cronológicamente a los poemas: ‘Atrapa mi corazón en sus manos’ (1955 - 1963), ‘Crucifijo en una mano inerte’ (1963 - 1965), ‘En la calle del Te r ror y el paseo de la Agonía’ (1965 - 1968) y ‘Arder en el agua Ahogarse en el fuego’ (1972 - 1973) que da título al libro. En los poemas enco n t ramos la literat u ra de ex t remos de Bukowski que se sitúa en el margen co n ceptual del género admitiendo su conve rsión a prosa sin pérdida de sustancia en las historias que narra. Porque ese contar historias en sus poemas –auténticos re l atos minimalistas con sentido pedagógico en ocasiones– lo lleva a ser el re p resentante de la poesía épica del hombre moderno suburbial. Aparece un escritor intuitivo y reflexivo que

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CHARLES BUKOWSKI Arder en el agua Ahogarse en el fuego. Poemas escogidos (1955-1973) Traducción: Eduardo Iriarte La poesía, señor hidalgo, Barcelona, 2004 570 pp.

como toda su obra poética se puede leer como unas memorias en verso. Se trata de una lírica visual, cinematográfica por momentos y que como los cuad ros de co s t u m b resgoye scos muestran la realidad cotidiana de una ciudad o de una persona que puede ser cualquier ciudad o cualquier persona. Bukowski imprimía la consistencia literaria que requiere un poema para sostenerse sin fisuras gracias a la tensión de sus narraciones-poema y despliega en los textos la sensación de que escribir versos consiste en una ‘pequeña valentía del conocimiento’ que le llevó a demostrar que era algo más que el poeta maldito en el que la crítica fácilmente lo encorsetaba. Intento de vivir A finales de los setenta, ya consagrado como autor y patrón de los escritores bebedores (al menos en Europa, en Estados Unidos su re conocimiento llegaría más tarde), en una gira organizada por sus editores europeos –y que se puede leer en su diario S h a k e s p e a r e nunca lo hizo ( A n ag rama, 1999)– Bukow s k i escribe «hay que sobrevivir de un modo u otro, haciendo lo que sepas, la muerte llegará, pero es mejor hacerla esperar un rato con el t r u coque sea». Más tard e, en una re f l ex i ó n sobre la condición del artista diría «Unos cuantos entran en el mundo ricos pero todos se van arruinados. […] El artista sabe que no pertenece a la inmortalidad más de lo que pertenece a la vida». Su truco fue escribir ve rsos que consisten en algo más que un manual de instrucciones de la vida ya que tienden a consolidarse como un intento, quizás frac asado, de vivirla. Bukowski escribe en uno de los poemas: «pero como dijo Dios,/ cruzando las piernas,/ ya veo que he creado poetas en abundancia/ aunque no mucha/ poesía», con lenguaje ag resivo y descarnado, irónico por momentos y cínico siempre, Bukowski demostró que la poesía va más allá de las borracheras, de los tacos y del puro artificio formalista, aunque, sobretodo, más allá de los poemas. Juan Francisco Jiménez ❮

❯ En este poema en prosa, Sebald hace del amor y del temor a la Naturaleza su tema d e c i s i vo: una obra mae s t ra del lenguaj e, s o b re la vida de tres hombres que sintieron dolorosamente el conflicto entre Ho mbre y Naturaleza. El libro o «poema rudimentario», como lo subtituló Sebald, tiene forma de tríptico. El primer panel está d e d i c ado a Matthias Grünewald, pintor de santos, crucifixiones, eclipses y catástrofes, quien vivió los horrores de un tiempo en que se perseguía ya a los judíos y se sacaban los ojos a los vencidos en las continuas guerras. El segundo es la vida de un botánico, G. W. Steller, que se une a una malhadada expedición rusa de Vitus Behring para descubrir la ruta de Alaska. En el último re l at o, un viaje a la Pinacoteca de Munich con el único fin de contemplar el cuadro de Altdorfer, La batalla de Alejandro, sirve a Sebald para reflexionar sobre la condición humana y la Historia. Este libro muestra a un autor increíblemente m ad u ro, dueño ya de todos sus re c u rs o s ( K a f ka, Robert Walser o Bernhard son sólo una presencia lejana) y de una erudición desconcertante.

El mundo de hoy, Ryszard Kapucinski RYSZARD KAPUCINSKI El mundo de hoy Anagrama, 2004 240 pp. / 14 euros

❯ El mundo de hoy es un collage de textos de Kapuscinski, compilado por Agata Orzeszek. Junto con fragmentos de sus libros (siete sin traducción española, entre ellos un volumen de poesía), incorpora una sel e cción de ensayos, co n fe rencias y entrevistas. Está artículado en tres partes. La p r i m e ra–’Mirando hacia atrás (sin ira ) ’ – ofrece un ‘viaje sentimental’ al pasado: una infancia vivida en medio de la Segunda Guerra Mundial y la época de corresponsal (no sólo) de guerra; la segunda –‘Periodismo y literatura’– desvela los entresijos del oficio de reportero y el taller del escritor; y la tercera –‘El mundo de hoy’– constituye una profunda re f l exión antro p o l ó g i co- h i st ó r i co- s o c i o l ó g i co-filosófica en torno a las grandezas (las menos) y las miserias (las más) del mundo contemporáneo. Ry s z a rd Kapuscinski nació en Polonia en 1932. Estudió en la Universidad de Varsovia y fue corresponsal en el extranjero hasta 1981.


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Chris Cunningham: cuerpo y tecn ❯ Miguel Á. Refoyo

unningham es un visionario moderno, el dómine actual en el terreno del ‘videoclip’. El título de esta parte de la exposición y de un re conocido DVD pertenece a una canción y un videoclip inolvidable, irre p e t i b l e, que Cunningham creo para Aphex Twin. El vídeo de las niñas diabólicas con el inquietante ro stro de Richard D. James, que repite en otro vídeo espectacular como ‘Windowlicker’ también para Aphex Twin, es un producto identificat i vo de este nuevo genio audiovisual. En él podemos ver a es-

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El próximo 5 de diciembre concluye en el DA2 la exposición ‘Como to Daddy’, un panorama de la obra de uno de los genios visuales cuyo debut en el cine con ‘Neuromante’ se espera como un paso de renovación estética

tas criaturas salir de un ag u j e ro en la pared con ganas de sembrar con violencia en el barrio Thamesmead, en Wollwich, en el Lo nd res más oriental. Las criat u ras co r ren llamadas por su cre ador, un monstruo desfigurado y esq u e l é t i co que sale de un aparato de televisión y encuentra en una viejecita que pasea a su perro a la víctima perfecta. «Qu i e ro tu alma. Me comeré tu alma», le grita desde la televisión. Imponente la fact u ra técnica, acojonante esa re unión de los niños y el cre ador en su infierno particular. Nacido en Londres en 1971, Cunningham es uno de los dire ctores con más futuro dentro de

Ho l l y wood y todavía no ha re a l izado un solo largometraje. Su propensión hacia la oscuridad con la que plantea sus temas, la visualidad incómoda, gris, mortecina, llena de inters e cciones, siempre i n c l i n ada a la ex p l o ración de los cuerpos, de las formas, re co nvertidas en seres infrecuentes, figuras ex t rañas y espeluznantes monstruos. Niño prodigio del medio (a los 16 años trabajaba en el departamento de efectos especiales de los estudios Pinewood), Cunnigham es experto en dar forma y carácter a monstruos deformes, como demostró en sus re conocidos trabajos cinemat o g r á f icos de ‘Razas de No c h e’ y ‘Alien

3’, re formulando la célebre criatura de H.R. Giger. Los escenarios futuristas y postindustriales, la atmósfera angustiante y una afección por el organismo y el cuerpo humano son elementos nece s arios en una obra tan fa s c i n a n t e como perturbadora. Cunningham tiene mucho de David Fi n c h e r, ya no sólo en la equivalente forma de fotografiar sus trabajos (muy evidente en el mejor vídeo de este autor; el ‘Afrika Shox’, para Leftfield & Afrika Bambaataa), sino en su co n ce pción narrativa, en su ritmo, en la innovadora y revolucionaria forma de planificar y en una capac idad imaginativa que se une a un


ARTE

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cnología i n n e gable atrevimiento visual de un trabajo que le ha llevado a ser co n s i d e rado uno de los dire c t ores más importantes de su generación. Sus influencias pare cen c l a ras; casi todo el mundo coincide en señalar el ‘cyberpunk’ como entorno personal, los cómics y la ‘sci-fi’ como temas re c u r re ntes, la literat u ra de J.G. Ballard , William Gibson, Paul Di Filipo o Bruce Sterling como temática i m p e rante y la actitud de David Lynch o David Cro n e n b e rgson los dispositivos re fe renciales de un director que muestra sin escrúpulos el impacto provo c ad o por la tecnología en la cultura moderna y, sobre todo, en las re-

laciones humanas. Las extrañas asociaciones de Cunningham se materializan, para ello, en criaturas dibujadas por él mismo, en conjunto con las imágenes trat adas digitalmente, cuyo objetivo es un realismo extrañamente impactante. Sin embargo, Cunnigham, no parece darle importancia a su propia tra s ce n d e n c i a : «Tal vez no debería presumir de esto, pero todos saben que con los videos de música no hay demasiada inteligencia detrás. No e s t oy tratando de manife s t a r una re a l i d ad social ni tampoco intento comunicarle al público lo que siento. Estos videos son simplemente la manipulación del sonido con la imagen y la mayor parte de las decisiones son actos reflexivos», ha dicho. Sin duda alguna, el vídeo estrella de la exposición es 'All is full of love', elaborado para la islandesa Björk. Es aquí donde mejor se aprecia la preocupación por lo tecnológico y lo mecánico, todo ello observado desde una erótica humana en la que dos robots se abrazan despertando a la sensualidad. Música e imagen, anatomía y robótica, se mezclan en una combinación que indaga en un cosmos morfológico impre s i o n a n t e. Lo aséptico del espac i o, la luz y la acción a m atoria de los ‘c y b o rgs’ contrastan en un fondo humano entre dos máquinas que descubren el amor, en una sinergia perfecta de robótica, industrialización y sexo como oda a la anatomía femenina. Un tema también presente y esencial en ‘Se co n d B ad Villbel’, realizado para Au t e c h re, en el que apare ce n los robots que el británico utilizó para su trabajo en ‘Inteligencia Artificial’, d u rante una breve t e m p o rada, en el proyecto de Stanley Ku b r i c k (junto al que trabajó más de dos años sometido al mae s t ro) que terminó dirigiendo Steven Spielberg. La lucha de sexos y el amor más escabroso es el tema del único co r t o m e t raje de ficción de C u n n i gham, 'Flex', en re a l i d ad un oscuro ‘performance’ visual donde los cuerpos vuelven a ser el reclamo para inquirir en una sensualidad agre s i vay violenta, de una intensidad lograda a través de la luz y el sonido. En una pelea de violencia extrema, la pareja descubre su necesidad re c íp roca, sumidos en la co n f u s i ó n del ambiente, ensangre n t ad o s , asfixiados, exhaustos por un dolor que se mitiga por la fuerza sexual y pornográfica de dos seres q u e, en ese momento, se unen, fundiéndose el uno en el otro. Ella se arra s t ra buscando al hombre hasta lograr encontrarlo en la luz de su prólogo. Fascinante.

Fotogramas de las obras de Cunningham que se exponen en el DA2. A la izquierda, ‘All is full of love’, realizado para la cantante islandesa Björk

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elementos necesarios en un trabajo sorprendente. ‘Frozen’, para Madonna y ‘Only You’, para Portishead, vistos en una misma pantalla, dejan una sensación de exquisitez artística encomiable. Su frase: «Mucha gente piensa que mis tra b ajos son terro r í f icos. Pers o n a l m e n t e, yo los encuentro hilarantes. Terroríficos para mí son, por ejemplo, los vídeos de las Spice Girls» dio la vuelta al mundo, apreciándose en ella su vena más cínica y ‘o u t-

‘cyberpunk’ y que definió los co nceptos de un género multifuncional y difícil. El británico ha contado con un guión escrito por el propio Gibson (que ha definido en repetidas ocasiones a Cunningham como el hombre «perfecto para ese trabajo») y una banda sonora a cargo de Richard D. James, es decir, de Aphex Twin. El genio del nuevo siglo espera su turno para dejar su impronta en un cine que necesita de talentos visionarios.

❯❯ Cunningham comparte con David Fincher la forma de fotografiar, su concepción narrativa, su ritmo y su innovadora y revolucionaria manera de planificar

También hay que destac a r 'Come On My Selector', para Squarepusher, donde una niña japonesa intenta escapar de un hospital infantil en el que se realizan experimentos tecnológicos. La unión de música, imágenes enloquecidas y un ambiente frío e inquietante, vuelven a ser

sider’ en un mundo envenenado por la carencia de originalidad. Y cuando Cunningham debute en el cine, lo hará por la puerta grande. En una superproducción sin límites, en una aventura más que arriesgada, traducir a imágenes Neuromante, la novela de William Gibson que dio origen al

Del vídeo musical a la pantalla grande ❯ Las mayores innovaciones formales y narrativas en el cine de los últimos años está llegando de autores provenientes del vídeo musical. Al esperado debut de Cunningham se han adelantado otros dos autores con un sello muy personal: Michel Gondry y Spike Jonze. Gondry ha estrenado recientemente ‘Olvidate de mí’ y tiene otras tres películas previstas en los próximos dos años. Jonze, con ‘Cómo ser John Malkovich’ y ‘Adaptation’ ha retorcido los métodos narrativos. Y como vértice entre ellos, el guionista Charlie Kaufman, uno de los más solicitados del cine independiente.


6 ❯❯ culturas LIBROS Cuando ya no nos quedan más certezas JOSÉ LUIS PIQUERO Autopsia. Poesía 19892004 DVD, 2004. Premio Ojo Crítico 200 pp. / 12,80 euros

❯ Excelente libro de poemas el de José Luis Piquero, Autopsia, un título no demasiado afortunado, aunque se ajusta como un guante a lo que encierra dentro. Autopsia recoge los tres libros publicados por Piquero un asturiano de Mieres, de 1967. Las ruinas el primero de los títulos vio la luz en 1985 y tuvo, como viene siendo desgraciadamente habitual en esto de la poesía una mala distribución, lo que hace que muchos los veamos ahora por primera vez. El buen discípulo, en 1992, y Monstruos perfectos, en el 97, junto a una amplia selección de poemas inéditos conforman esta autopsia. Poeta que empezó a publicar muy joven, 22 años, Las ruinas, de clara vocación romántica y siguiendo los pasos de unos admirados Cavafis, Cernuda o Gil de Biedma; l i b ro que muestra el desengaño de un adolescente, que acaba de dejar de serlo y escribe desde los recuerdos no demasiado felices de esa adolescencia, en la que se sintió, eligió, ser diferente. El buen discípulo, que es el título que siguió a Las ruinas, confirma el buen hacer poético de Piquero, este romántico de vocación realista, como lo define Luis Antonio de Villena en un prólogo que encantará a los que aman no tanto la poesía como sus recovecos. Empieza el nuevo libro con una ‘Vida moral’ a modo de poética, y una continuación de Las ruinas; la segunda parte ‘Biografía’ es sin duda la más próxima a los presupuestos generales de su generación, la tan traída y llevada poesía de la experiencia; con un pro t agonista atípico, un niño raro que sufre en el colegio y fuera, que crece... historias de viajes, noches de camaradería, amores de verano, rupturas y siempre ese sentirse ajeno, esa dificultad para integrarse: «Me he pasado la vida malga stando el cariño en personas que nunca me quisieron./ Yo sólo deseba ser del grupo», así comienza uno de los poemas más largos y significativos del libro, ‘Palabras de Caín adolescente’. El joven Caín de Piquero es el c h i co malo porque no le ha ido bien en el mundo, porque se ha sentido distinto, otro. José Luis Piquero en un proceso que podría titularse de autoanálisis, de introspección, ahonda en sus temas, en sus fantasmas, cava hasta encontrar la veta de la que van surgiendo sus mejores poemas y con ‘Mo n struos perfectos’, entra en esa corriente con plenitud, relata, examina, disecciona. Los poemas que aparecen como inéditos acentúan la línea de ‘Monstruos perfectos’. Se constata la imperfección del mundo y como el ser humano participa de esa imperfección. Poesía sobre el amor, la amistad y el deseo, impiadosa e impúdica dice Villena, con un lenguaje coloquial y realista, –aunque no por ello deja de ser complejo y rico –, que tanto se agradece, desafiante, desoladora y a veces desolada; José Luis Piquero tiene lo más difícil en poesía, en literatura una voz propia, léanlo. Charo Ruano ❮

TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

Pálida imagen del juego c

omo en tantas ocasiones, la info r m ación del solapista desaprovecha el contenido de la obra. La historia narrada en La vida en el abismo es mucho más que lo que aparece sintetiz ado en la media docena de páginas de la sobrecubierta. Una vez más, aunque desaprovechada en buena medida, la fa s c i n ación que provoca el juego de alto voltaje sirve de trasfondo arg u m e ntal de la novela. Se trata de la narración personal de un personaje que, a comienzos de los años setenta, pierde una considerable cantidad de dinero, deuda que no podrá satisfacer. El Rubio, un tahúr p ro fesional, será el salvador económico de ese joven derrotado, un joven de veintiún años. So b re este cañamazo temático, las páginas de la novela presentan la relación entre ambos personajes, narrada en primera persona por el prot agonista, un joven que, deseoso de pagar la deuda al Rubio, se convertirá en su acólito y ferviente ad m i rad o r. Ocupado en tra b ajos muy humildes ( como es ‘limpiador de acequias’), el narrador seguirá fe r vo roso la estela de El Rubio, cuya vida sólo llegará a conocer en el capítulo final de la novela. Jugador compulsivo, El Rubio reta constantemente a la suerte. Con una fe ciega en sus posib i l i d ades, las partidas se suceden con emoción, p e ro sin especiales sobresaltos. En contrapartida, el narrador tendrá como único objetivo saldar la vieja deuda que el Rubio le perdonó. La relación supone vivir experiencias que casi siempre resultan de cohesión argumental demasiado artificiosa: montan una empresa fantasmal de venta de muebles, engañan a los bancos, tienen una curiosa relación con el árabe Juanito el Mo ro, protagonizan un sonoro enfrentamiento con un labrador

FERRAN TORRENT La vida en el abismo Planeta, 2004 (Finalista Premio Planeta 2004) 212 pp.

de Castellón que, insolvente, quiere pagar su deuda con abono de gallinas... Y, sobre todo, ambos se sienten unidos por el personaje femenino de Rosa, una bella y joven prostituta que mantiene una inexplicable relación con el Rubio. Pero estas experiencias nunca alcanzan la coherencia argumental que exige una obra de estas condiciones. La cima de la trayectoria de el Rubio, tendrá como escenario Madrid. Dueño de todos los garitos valencianos, cogido en una redada policial surgida de un chivatazo, Madrid sólo puede ser un anticipo de sus sueños: conocer Las Vegas. Ha llegado el final de la re l ación ente ambos pers o n ajes. El capítulo quince, penúltimo de la obra, se cierra con una observación lacónica: «Hay que pasar página», confiesa el narrador. «Treinta y un años después –continúa– el azar me devolvió a la página anterior» (p.l89).El capítulo dieciséis, que da fin a la novela, sitúa al lector en 2003, treinta años después del comienzo de la obra. El narrador, co nvertido en novelista (entre sus libros se encuentra La mirada del tahúr, obra real de Ferran To r rent) retorna al juego para pro b a rse a sí mismo. Conoce entonces a A. C., un poderoso tahúr. La relación de juego se hace humana y la charla de ambos desemboca en los recuerdos biográf i cos de el Rubio. A. C., el mejor pers o n aje de la obra, desvela al narrador la trayectoria de el Rubio. La última secuencia del capítulo dieciséis da la clave humana de su comportamiento. Pero ya es demasiado tarde. Demasiado tarde sobre todo para haber exprimido el aspecto metalitera r i o, el más original, sin duda, de la novela. Nicolás Miñambres ❮

Oficio para una novela de espías inner es el apellido de alguien que elige conve r t i rse en un despojo humano, un borracho que lamenta sus fracasos para no afrontarlos, grandote y de pelo bermejo, a quien el servicio secreto británico le ofrece una oportunidad para salvar su honra sirviendo a su país en una acción clave que puede darles la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Pero él acepta por motivos bien diferentes, acepta para correr al enc u e n t ro de sus fantasmas, tra b ajando así por amistad y superando con un resto de entereza su senilidad premat u ra, enfrentándose a unos fantasmas agazapados en los recuerdos de episodios que vivió durante la Guerra Civil española. A Pinner se le encarga la misión de localizar a un antiguo amigo, un republicano peleón, el último resistente, asegurándole que posee información básica sobre los planes aliados, y que de caer ésta en poder de Alemania la guerra se resolverá a favor del Eje. El amigo de Pinner, Carmona, está huyendo de las fuerzas de seguridad de la España de posguerra, al tiempo que él le persigue los talones, co nvencido de saber cómo enco n t rarlo a través de una mujer, la esposa de un compañero caído luchando contra los insurgentes. Y así, los dos primeros tercios de la novela se resuelven en unas secuencias de acciones paralelas en las que P é rez Domínguez (Sevilla, 1969) no co r re más riesgo narrativo que el hecho de que no sean tan paralelas, pues las referidas a Carmona, el perseguido, han sucedido tres, cuatro o seis días antes a las que atañen a Pinner pisando los mismos lugares, sin que el autor tenga reparos en recurrir a saltos de tiempo mayores cuando necesita retroceder años para contar un lance sin el cual sería imposible comprender por qué los personajes ha-

P

ANDRÉS PÉREZ DOMÍNGUEZ La clave Pinner Editorial Roca, 2004 238 pp. / 17 euros

cen lo que hacen. A partir del momento en que ambos confluyen en el lugar estratégico, un bar regentado por la mujer, las piezas que Pérez Domínguez ha conjurado ya están dispuestas sobre el tablero y sólo cabe manipularlas con oficio para no desvelar antes de tiempo el final del relato. La clave Pinner es una novela de espías en la que prima, por encima de los demás aspectos de la literatura, la trama. De ahí que convenga exponer el argumento y dejar que luego sea el lector el que escoja hasta qué punto resultará de su interés la obra. Que nadie confíe en topar con personajes de una atormentada profundidad psicológica como los de Dostoievsky, o unos fuegos artificiales verbales propios, por ejemplo, de Joyce. Esta novela no pretende nada semejante y, en palabras de Raymond Chandler, «la honestidad es todo un arte». La propuesta del autor, en este caso, no le co nvierte en un artista –con mayúsculas– si no en un buen co c i n e ro. El planteamiento de Pérez Domínguez pasa por no aburrir y por programar cómo será el ve stido con que unas tramas al estilo de John Le Carré se disfrace el traje típico español. De ahí las reuniones frente al vino y el jamón, los nombres al estilo Artemio, Rosa, Dolores o Lacruz, las playas de Huelva, las corridas de toros y, sobre todo, la aparición en segundo plano de El Caudillo. Y de ahí, también, que elija la España de posguerra como un tiempo re p resentativo de nuestro país. Tal vez cabría pedirle una visión menos tibia de esa España, dado que pertenece a la primera generación que podría hablar libremente sobre esta época. Ricardo Martínez Llorca ❮


8 ❯❯ culturas TELEVISIÓN

TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

Imágenes de ‘Aquí no hay quien viva’, ‘Los Serrano’, ‘Casi perfectos’ y ‘Cuéntame como pasó’

La dictadura del ‘prime-time’ ¿Por qué las series españolas de mayor éxito se parecen tanto unas a otras? De como la situación del mercado televisivo determina los contenidos de la ficción española creada para este medio. ❯ Marcos Sánchez

Una vuelta por el mercad o. Cuando alguien monta una cad ena de televisión lo hace para ganar dinero. Tele5, en el primer semestre de este año, obtuvo 111,31 millones de euros de beneficio net o, sobre todo gracias a los 52 8 millones de euros que facturó por publicidad. Aproximadamente, el setenta por ciento de esa cantidad, se paga por anuncios emitidos en el ‘prime- t i m e’, la fra n j a que va de de las nueve y media a las doce de la noche. Está claro que a la cadena le interesa tener muchísima audiencia a esa hora, o, por lo menos, más que las otras c adenas. El mínimo ‘s h a re’ o cuota de pantalla exigido es un 22%. Cualquier pro g rama con menos audiencia acaba desapareciendo t a rde o temprano. Más bien temprano. Básicamente, no hace ganar dinero y se lo hace ganar a la competencia. Ficción, ficción. Pare ce que

lleva toda la vida entre nosotros, p e ro el ‘re a l i ty’ es una fórmula bastante re c i e n t e. Sin embargo, exceptuando la época dorada de Gran Hermano, y los partidos de fútbol, la audiencia la acapara la f i cción. Las privadas apostaro n en su nacimiento por los concursos (‘Vip No c h e’, ‘El juego de la Oca’) pero se agotó la fórmula y han quedado relegados a la franja de la tarde. La telerrealidad no ha desaparecido, ni mucho menos, pero después de ‘O p e rac i ó n T r i u n fo’ ha tocado techo en audiencia y salvo el ‘Gran Hermano’ original no llega a los grandes núm e ros. Este tipo de pro g ra m a s tienen una gran ve n t aja respecto a la ficción: salen mucho más baratos. Sin embargo, las series crean una audiencia fiel que vuelve cada semana, sus estrellas ofrecen una imagen amable a la cadena y tienen fácil ex p l o t ación en reposiciones y ventas al ex t ranj e ro (la ve rsión checa de ‘Periodistas’ es todo un éxito). Pa re ce que el espectador quiere historias y personajes cercanos. Po n ga un abuelo, un niño y una criada andaluza en su vida. Por eso de ir sobre seguro, cuando una fórmula triunfa, se co nvierte en una especie de catecismo del éxito. Quizá todo empezó con ‘Verano azul’, pero cuando a Emilio Aragón, la persona más influyente de la televisión en España, se le ocurrió actualizar lo que había sido el espíritu de aq u élla y de ‘Farmacia de guard i a’ , ambas de Antonio Mercero, y produjo ‘Médico de familia’, (Bill Cosby también era médico en la

ficción) creó un sello, según parece, imborra b l e. Millones de personas siguieron una serie totalmente blanca, llena de buenos sentimientos, con personajes arquetípicos que abarcaban desde el abuelo entrañable a los niños ligeramente traviesos. A partir de ahí, los responsables de las cad enas buscan ‘eso’. Esa base es común en una larga saga de series de éxito como ‘Aladina’, ‘Ana y los s i e t e’, ‘Los Se r ra n o’, ‘Casi per-

ballo ganador, las cadenas uniformizan y ofre cen siempre el mismo tipo de discurs o. Incluso las l l a m adas series pro fesionales, desde ‘Periodistas’ a ‘Hospital Central’ y ‘El Comisario’, acaban teniendo que derivar hacia lo familiar, cosa que no vemos, por ejemplo, en ‘CSI’. No esperen crítica social, audacia formal o planteamientos arriesgados. Decía el escritor Ernesto Fra n co que los h o m b res necesitan historias pa-

❯❯ Millones de personas siguieron ‘Médico de familia’ una serie totalmente blanca, llena de buenos sentimientos, con personajes arquetípicos de todas las edades. A partir de ese momento, los responsables de las fectos’, ‘Cuentame como pasó’ ( c u ya re c re ación histórica sólo marca una diferencia de contexto) o ‘Mis adorables vecinos’. Lo que las dife rencia, que lo hay, es menor que lo que las iguala. Es la ve rsión española de lo que se ha dado en llamar ‘dramedia’, definida por Alex Pina, creador de ‘Los Serrano’ (creada en un momento difícil para la ficción, con OT de fo n d o, y buscando la plena eficacia comercial) como “comedia más emoción”. La teoría es que habiendo pers o n ajes de todas las edades y tratando de no ofender a nadie, se excluye a menos público. Así, por apostar a ca-

ra vivir, para ser. Las historias de las que se nutren mayoritariamente los españoles son algo blando, lleno de tópicos, de co nformismo y de impulsos co n s umistas. Matizado por el paso del t i e m p o, podría valer la célebre f rase con la que Juan Antonio Bardem definió al cine español en 1955: “Políticamente ineficaz, socialmente fa l s o, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raq u í t i co”. Esto, c l a ro está, no es problema de quienes las hacen –no parece ser por tanto una cuestión de falta de talento– sino que las cadenas no quieren otra cosa para ese hora-

rio. Y prácticamente sólo se prod u ce para ese horario. Aquí sería imposible algo como ‘A dos met ros bajo tierra’ o ‘Doctor en Alaska’. En Estados Unidos hay mucho más merc ado y más cadenas, por lo que estas series ‘distintas’ pueden ser rentables con un porcentaje de audiencia bajo pero bien definido. El problema es que aquí apenas se pro g raman o se hace a horas residuales, por lo que el espectador crítico de televisión siempre echará de menos su gran aspiración: la dive rsidad. Las excepciones y el lastre del ‘perro gra n d e’. Los americanos inve n t a ron la televisión. Mira ron de reojo al cine, claro, pero también al vo d evil y a la radio y de ahí surgió la ‘sitcom’ o co m edia de situación, el primer género p u ramente telev i s i voque allí ha evolucionado tanto que da series que son auténticos ‘haikus’, como ‘Se i n feld’: veintidós minutos de s i t u aciones y chistes en cualquiera de sus múltiples variantes, con p ú b l i coen dire c t o. Elijan la que más les guste. Aquí, sólo ‘7 vidas’ se ha atrevido a imitar la fórmula de pro d u cción: amplios equipos de guionistas y ro d aje lineal con p ú b l i co. Es la única que incorpora crítica social e incorrección política, y su éxito es inco n t e s t a b l e : es la serie española más longeva, con casi 180 capítulos a estas alt u ras. El problema es que dura más del doble que el formato original, lo que obliga a un sobreesfuerzo creativo a los guionistas y también a estirar artificialmente las situaciones. Cuando algo tiene éxito, la cadena quiere ocupar todo el ‘prime-time’ con eso, y si h ace falta reponer un capítulo, se repone. ‘Aquí no hay quien viva’, más caricat u resca que la anterior, dura prácticamente lo que un largometraje, algo que en sus mejores momentos disimula su carácter co ral y la ve l o c i d ad de su planteamiento. Impecablemente hechas, son las dos únicas comedias puras de la hora de máxima audiencia y podrían ser más d i vertidas aún si fueran más breves. Un poquito de por favo r. El fenómeno de ‘Aquí no hay quien v i va’ no deja de ser curioso. Antena 3 quería una serie familiar basada en el presidente de la comunidad. El denostado José Luis Moreno apostó por una comedia coral y resistió. El resultado está a la vista: más de siete millones de espectad o res semanales y la gente enamorada de un grupo de personajes extravagantes y repitiendo el latiguillo de Fernando Tejero. Tele 5 estrenará en breve una nueva serie pro t ago n i z ad a por Aída, la camarera de ‘7 vidas’, donde veremos a su hijo proyecto de delincuente, a su hermano exyonki, a su vecina prostituta con un barrio obre ro de fo n d o. Pongan velas por su éxito, porque es el único camino para que la ficción telev i s i va hecha en España p a ra el gran público sea más dive rsa, compleja y rica en matices que hasta ahora.


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