Suplearteliteral 4

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Suplemento Número 4

Literatura, arte e ideas

2013 Número Extra Arte

Vanidad, sólo vanidad Avelina Lésper ÎP/2

Poesía

Poemas de Morelva Oropeza

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Ensayo

De este lado Lo Eterno Milagro Haack ÎP/3

Columnistas

Entrelibros Francisco Arévalo ÎP/5

Por la palabra Miguel Antonio Guevara ÎP/5

Crónicas de olvido Alberto Hernández ÎP/7

Café del día Roger Vilaín ÎP/7

Lecturas de papel Juan Guerrero ÎP/8

Pintura de Ramón Belisario

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Acotaciones de insomnio Catlos Yusti

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Arte

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Vanidad, sólo vanidad Muestrario de la exposición en el PS1 de Brooklyn

Avelina Lésper. Escritora, crítica de arte. Mexico City, Distrito Federal, México. Su página es: www.avelinalesper.com

[Avelina Lésper]

L

as obras contemporáneas y la mayoría de sus motivos se extraen de la cultura popular y de la sociedad de consumo. Esto se lleva a tal extremo que el museo alterno al MoMA de New York, llamado PS1, el Brooklyn Museum y la feria de arte NADA abrieron espacio a un show room que exhibe y aplica uñas postizas que, que explica Rita de Alencar Pinto, la artista-manicurista-curadora, son arte porque están inspiradas en obras de otros artistas. Bananas de Warhol, rostros con manzanas de Magritte, obras de Dali, Miro, Picasso, Lichtenstein, Pollock, Mondrian, y hasta Wolfgang Tillmans, y ya saben, el infinito con el que se puede decorar una uña de artificial longitud. Hasta la feminista Judy Chicago, en una contradicción penosa, ya está plasmada en este “nuevo soporte”. Como esto es una muestra más del arte VIP, la verdad es que el talento pictórico de la artista ma-

nicurista es muy limitado comparado con el de un salón de belleza normal, pero lo importante es que ella, siguiendo la ruta de Duchamp, ya designó a sus mediocres creaciones como arte y están validadas por el MoMA. Esto es una idea con muchas posibilidades de explotación. Por lo pronto les da un motivo a los directores de las escuelas de arte para que no expulsen del todo al dibujo y la pintura, porque como pueden ver todavía hay algunos que les sacan un poco de utilidad. Con la enorme adicción que tienen los artistas VIP al kitsch esto es una fuente de creatividad y de trabajo invaluable. Los gustos estéticos de las señoras que manifiestan su estatus social en su inutilidad manual, ahora están elevadas al rango de arte. Las uñas especiales para bodas y eventos de gran audiencia familiar, que es la más crítica, pueden ser expuestas en los museos de arte contemporáneo. Es prioritario que las escuelas de arte hagan un diplomado asociado con las escuelas y talleres en donde entrenan a los expertos en aplicar estas uñas porque la verdad, que al margen de los resultados estéticos, se requiere de cierta habilidad para hacerlo y para eso los artistas, que únicaEsta versión son de un salón profesional, no del museo, por mente saben inventarle conceptos a sus obras, eso la factura tiene otro nivel.

Muestrario de la exposición en el PS1 de Brooklyn.

no están muy cualificados. Claro que siempre queda el recurso de hacer que una experta las aplique y que el artista se adjudique el logro de la obra, como sucede hasta con el performance. Por lo pronto las versiones mexicanas ya están en el

Columnistas:

Coordinación: Carlos Yusti Coordinación Fotográfica Yuri Valecillo www. arteliteral.com

Morelva Oropeza Gragirena Francisco Arévalo Roger Vilaín Juan Guaerrero Daniela Saidman Miguel Antonio guevara Franklin Fernández José Carlos De Nóbrega

menú: uñas estilo Amorales pintadas con mascaritas de luchadores, o las estilo Orozco con pedacitos de basura pegados. Las uñas estilo Betsabeé Romero con taxis verdes y grecas de llantas. Las de Margolles son una adaptación de las

uñas del Retorno de los muertos vivientes o Walking Dead. Aquí la curadora definitivamente tiene que ser la experta en la aplicación de las uñas, para que ella le diga al artista cómo es más visible la obra y cómo resignificarla.

Es fundamental que la clienta que compre estas uñas artísticas le den un curso rápido de arte VIP para que les explique a sus amistades la obra que trae puesta y que se documente para Arkheia, el centro de archivo del MUAC. Los coleccionistas podrían comprar estas obras y sería un éxito absoluto que sus esposas y parejas traigan puestas tremendas obras de arte en las manos, como las joyas que se ponen para demostrar que son ricos y poderosos. Los salones de belleza se pueden aliar con las galerías, como ya sucede en el PS1 de Brooklyn, y tener sala de exhibición, sala de aplicación de uñas, exposiciones y conferencias con los curadores. Esta nueva versión de arte VIP es parte de lo que llaman nuevos medios y tiene la ventaja que si es interactivo de verdad, y que exige que se involucre el coleccionista, el artista y el curador, además como la obra está pegada a las manos hace que el objeto artístico salga del museo y sea parte de la sociedad. Urge que los académicos de especialidades estéticas abran un nuevo doctorado y que las tesis las publiquen con un amplio muestrario. Quién lo iba a decir, tanto esfuerzo por formar públicos que entiendan y aprecien obras realizadas con basura, tinas de aceite o ruidos, y son las uñas postizas las que democratizan de verdad al arte VIP, uniendo el kitsch de clase con la estética post moderna.

Portada: Ramón Belisario Dibujante y pintor. Realizó estudios de arte puro en la Escuela Arturo Michelena (1966-1969). Durante estos años participó en el IV, V y VI Salón Aragua (Casa de la Cultura, Maracay, 1965, 1967 y 1968) y el XXXI Salón Arturo Michelena (1973). Fue profesor de la Escuela Arturo Michelena desde 1972, subdirector en 1974 y director en 1980. Sus primeros trabajos eran marinas realizadas con tonos yuxtapuestos; posteriormente desarrolla un discurso plástico enmarcado en la nueva figuración, donde sus obras realizadas en carboncillo, lápices o tinta china, van evolucionando hacia una línea expresionista a través de grandes trazos y recursos de estampado y rayado. Fundador de la AVAP, seccional Carabobo (1979) y presidente de la misma desde 1980.


Recados Menores [Milagro Haack] Fotografía: Cathy Haack

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esta altura del día, se inicia el malestar propio de la escasez de cualquier cosa. El estómago retine la lluvia de ayer. Todo es una continuidad de un día hacia otro. La noche no existe, existe sólo dentro de un pensamiento muy profundo que llega para descansar, para calmar el olor del ciérrate ventana, del escucha el ardor en la boca de la pared ajena. Eso, mientras, esperas el turno de pie en una kilométrica, cola -ya, hasta natural como las fotos dándole la vuelta al mundo, para no poder comprar harina, hecha en este país, leche, o papel tualé de algún otro país-. Entre tanto, Alma anda de un lado a otro, buscando un medicamento para su madre. Ya no es un remedio, u otro producto alimenticio, es la totalidad de la carencia en si misma. Todo esto pasa, y uno escucha historias entre otras. Las personas se quejan, madres con sus hijos dándole de comer sentadas en una acera, mirando a lo lejos, cuando dejan pasar cinco personas para buscar la alquimia del sustento y por supuesto ellas, pierde el puesto. En realidad, muchas veces pienso, que hemos llegado tan bajo, tan profundo, más, por las pérdidas de valores. Antes, no muy lejano, existía respeto, hacia los ancianos, hacia las mujeres embarazadas. Algo de eso se veía, en los transportes colectivos, concedían el asiento, por dar un ejemplo. Muchas cosas más, se ven, sin embargo, el agotamiento, la fragilidad simpatizante hacia una ideología, se pierde entre humanos cuentos, entre hijos con balas perdidas. Entré por la imagen, recorrí la clara sombra, siempre atrás, siempre detrás, pisándonos, o pisándola. Es tan perceptible, que atraviesa los muebles y los hace crujir, llamando la atención. Todo parece tan normal, el resonar de la ventana por la medianoche. No hay un susto, no lo hay, porque nada es desconocido. Todo

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Ensayo

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De este lado Lo Eterno “Mi corazón da tumbos en medio de la niebla, no se ajusta a los polos, busca el lugar donde la tierra gira más despacio.” Eugenio Montejo

es el acompañamiento de algo extraviado. Sí, eso es cierto. La casa tiene sus mañas, ella sabe expresar una dolencia, un triunfo, una alegría a pesar del desgaste de su cuerpo, sin embargo su alma es joven, mueve las voces a través de las paredes, trae noticias y sobre todo el viento nunca ha dejado de visitarla ni un sólo día. Eso es bueno, al igual que los callejeros pájaros, cantándole, animándola a seguir aquí, adelante con su frente mojada, pero limpia de máscaras. Su mirada recorre cada segundo, cada rincón, con espacio abierto, en ese instante, cuando voltea a mirar hacia el patio, la quietud se pierde, cuando dos negros pájaros entran peleándose entre ellos, sus chillidos revelan la agresividad latente del otro lado. Eso, la hizo pensar con el corazón en la boca. Salieron por la puerta trasera, dejando manchas de sangre sobre su piso. Luego, de prender una luminaria a los santos encomendándole a los hijos. Llegó un militar, y dijo, secuestraron a la hija de su vecina, para robarle el carro. Todo quedó en silencio, la sombra, se pasea de un lado a otro, mientras, la hija lucha con Ella, quedándose de este lado de lo Eterno. Otro día, hay una quemazón viniendo del pasado. Nada es como parece. La locura pareciera que es contagiosa, por ello, es mejor alejarse a tiempo. No le puedo decir nada. Alma está tan llena de tristeza, más creo que es decepción. Ella cree que así como gira la vida, la gente da giros, crece, cambia buscando esa conciencia del pensar en el otro, o por lo menos no ser el sin sentido de la vida. Especula, como ella les decía a sus hijos que fuesen hombres de bien y no parabienes. Eso pasaba en casa con calor de hogar. No es la educación, es como decía mi abuela árbol que nace torcido jamás su tronco endereza, y otro, el que nace para maceta del corredor no pasa.

No comprendo cómo esa mujer está aún cuerda, digo cuerda, por los caminos, los mismos caminos recorridos y pareciesen distintos. Bueno distintos, por ese creer en los cambios. Si las personas, de cada caída no aprenden, no buscan el aprendizaje de la misma. Caerse por caerse a cada raro, repetir, dar giros en el mismo círculo con distintos disfraces, es, ese, parabienes. Recibir elogios, marcar sólo una capa - afuera, cuando la de adentro es vacío mortal, deseando, robar el alma, de este lado lo Eterno. Por fin en casa. Vaya que agotador, es, estar de compras. Ya no es divertido ir al supermercado. Estoy tan confundida. Estamos en la miseria, pero te das cuenta de lo qué compramos. Nada, esto no nos alcanza ni para una semana. Y después… Tranquila Alma, no te enredes con eso. Eres un ser muy creativo y podrás resolver muchas cosas. Lo que si me preocupa es que estás viendo la lluvia y no me ayudas a colocar las ollas donde caen las goteras. La lluvia se detiene en algún instante, pero amiga que se ahogue la casa, eso es un pecado. Mira el libro apártalo, aún no lo terminas de leer. Ya no pienses tanto en el malestar del estómago, eso,

es, curable. Lo que no lo es, es quedarse parada en un hilo del universo. Eso, es palpable para cuando tengas de frente el antifaz y mostrarle realmente la raíz con un punto final, así, como la misma recolectora, absorbe de sus huesos el renacimiento de cada dolo, sí, cada dolo como si perteneciera a lo que está detrás, recuerda la sombra intercambiando la piel. Sé loba sin mostrar como corres. Sé tú, con toda la sensación huérfana bajando al mismo centro del cementerio. Bien, es bueno venir, acompañarte, ver mi novela, quedarme un rato y luego regresar a casa, la segunda casa. Esa que siempre brilla a lo lejos sin esperar nada. Ella, está llena de vocablos. Parecen iguales, sin embargo, la nevera no charló hoy igual. Pensé que se estaba enfermando, por lo de la electricidad, pero no, siguió su conversa con el agua mientras yo lavaba las papas para ponerlas a sancochar y hacer un puré. Qué bueno, que la nevera se dio cuenta del gasto. Hoy en día, no es como antes, ¿recuerdas? Uno, podía llamar al electricista con confianza, ahora, no que va, vienen, y te cobran lo que no tienes por decirte, ya no sirve, compre una nueva, o te roban.

Vaya que descaro. Fueron los apagones tan seguidos y no se la llevaron. Te imaginas tu cuerpo recibiendo energía, y al rato no. Te quedas apagada por más de cuatro horas. Vaya que te mueres en un día. Será eso lo que buscan. Bueno, igual nos apagan, nos aíslan del mundo, menos de nuestros pensamientos, mucho menos los de la casa. Entró al fin, así, como un lobo con piel de cordero. Desde luego, todo es así, tan pausado, tan lento, llenando desde lejos el abrazo de la escasez, sin cambios, tan sola, tan miseria, mientras, en realidad, es el día cayendo lento por el escote de la montaña, con sensual intento. Así de simple, se gesta el instante, cuando nos damos la vuelta, encontrándonos con el camino de la hormiga restituyendo, la prisa con su furia galopando sobre los exaltados cerebros. Cuáles, los de todos. Sólo hay calma donde se acuesta la hoja destrozada en segundos por los bachacos. Esos animales se parecen mucho, a la vida que nos han robado, en cambio, la hormiga es más meticulosa cuando lo hace, sigue la huella milenaria, hacia la médula de todas, y no me digas, para que tanto brinco estando el suelo tan parejo. Si, está parejo, y

nosotros brincamos según donde caiga el doble seis. Todo estamos igual, parados en una encrucijada, sin hacer el menor gesto de sabernos humanos. Si nos atreviésemos, a mirar hacia lo alto llenarse los pulmones de aire, aguantarlo un poco y soltarlo con un desfallecido grito. Sí, un grito al fin, que le dé ondulaciones a tanta cómoda costumbre de aceptación pensando que mañana será otro sueño, la apática costumbre de sólo comentar, escribir por las redes sociales entre los mismos y no exigir lo derechos que por ley natural nos pertenecen. Igual, habituarse, al mismo musiú con diferente cachucha informativa, siempre amenazando a millones de vecinos, pero sobre todo, la bendita costumbre a vivir con la muerte pisándonos en cada respiro. Cada día, se cae en pedazos una palabra, donde la llamada, no es para anunciar una pelea de gallos, si no, un detente porque debes estar quieto, cuando aún quedan otras historias por dar oídos, por beber estruendos, regresando, llegando, la cochina trancado el juego, tan deliberadamente, riéndose los que pueden, de todos los pasivos entes, de un trozo o del otro, saliéndome de este lado lo Eterno.


Fotografia

4 YURI VALECILLO

P

ara mí los grafiteros caminan de espacios pero actúan con rapidez inaudita, desenmascaran a la sociedad y realzan aun con su trabajo que impactan paredes mudas, vacías en blanco. Para un grafitero una pared en blanco es como una memoria en blanco y el grafitero combate el autismo de las ciudades con formas y con colores, a veces están en la modernidad de las redes sociales. Van por las calles y se reúnen en sitios insospechados, puede ser en los bancos de una iglesia o en un bar de mala muerte y no tienen rutinas para acometer la acción que viene. No esperan halagos del gobernador de turno el mismo que es capaz de destruir con la mano en la cintura un teatro de ópera y se ríe de su propia ignorancia. No espera reconocimientos o medallas de un alcalde que gasta el presupuesto de la ciudad en liposucciones para su mujer de turno, ni tampoco espera estar al lado de algún director o secretario de cultura ya que sabe que su propuesta aún efímera tiene más carga que el puesto de quien intenta premiarlo. El artista clandestino muchas veces que firma con nombres de combate esta allí donde el accionar de lo cotidiano pasa y ocurre con más fuerza, el grafitero es atrevido y sabe que su obra esta hay para confrontar “con el buen comportamiento” de un jefe que hace lo contrario de lo que dice, pero exige hacer lo que el habla y que se cumpla al pie de la letra. La pintura grafiti va mas allá de donde creemos el viandante se impacta de la belleza de algunas imágenes aunque sabe que nada es tan repugnante como lo que ocurre unos pasos más allá. Cuando converso con algún artista del aerosol y de la tinta me conmueve al darme datos periódico en mano de una sociedad ya saciada. Saciada de emocio-

Grafitis

nes de muertos en la esquina, de transformadas en lupanares y de espacios de lectura cerrados por orden de algún “burdomaestre” que no entiende todavía el valor de la lectura. Conozco grafiteros que andan con el spray en bolsas de mercado, los veo que andan en la soledad de la noche o Crew: Son un grupo quienes pintan las iniciales del crew junto con su tag, Tag: La forma mas simple del graffiti. El logo del writer con su estilo propio, muchas veces con los sufijos “oner”; “er”, “em”, “rock”. Acciones y más acciones son las que marcan el prestigio del grafitero, algunos se prestan para alguna campaña de gobierno o de una empresa privada y ese es un receso para su causa rebelde, los chicos y chicas que están en el grafiti avasallan con su toma de partido y siempre van mas allá de las declaración vacía y burda del “timonel de turno”. Son de las pocas unidades de militantes que quedan haciendo tareas de campo, son de las muy pocas que quedan estructurando el derrumbe de lo existente y son los que están hay detrás del punto y la línea, detrás del tono y el color.

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Columnistas

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Estética de la lectura [Francisco Arévalo]

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a estética es la búsqueda de la belleza asociada al sublime arte, por supuesto que a tan solo pocas cuadras de la filosofía y a poquísimos pasos de la creación. En esto hay muchísima tela que cortar, sobre todo cuando la estética ya no es una licencia que apertura la calidad, mucho menos es el espacio sublime que otrora era motivo de discernimientos que se acercaban a lo eterno. La TV nos vende una estética que compran sin chistar las mayorías, no importa si posea el vacío como sostén, total estos tiempos están llenos de vacuidad y cosas que no tienen ni pie ni cabeza , es la postmodernidad. Pero a lo que me quería referir es al gusto y a la calidad en la lectura y como lo que es mágico para unos es terriblemen-

te oscuro y procaz para otros. Meter las narices en un tema no tiene que ver con la verdad, obedece a una percepción particular que posee márgenes de desaciertos considerables, de allí que autores de obras literarias tienen en sus lectores diversas interpretaciones, donde la aceptación y el rechazo son los objetivos. Tengo la suerte de tener entre mis amigos a un lector impenitente, convicto y confeso, su vida transcurre entre cierto hedonismo bien administrado; el derecho como oficio y los libros leídos con fruición, creo que en estos parajes de hormigón es difícil conseguir alguien con quien compararlo, de lo agudo que es ya me da temor hacerle llegar mis travesuras literarias. En ocasiones yo me paso de fruslero y le busco

la lengua tan sólo para ver si tiene respuestas, por lo general si las tiene, a veces rotundamente

convincente a veces termino medio como la carne, el ultimo desencuentro estético que tuvimos fue por culpa de Shakira, el insiste que ella canta y yo digo que berrea, pero ante todo somos amigos. Como todo personaje fuera de lo común genera antipatía y afectos desprendidos, cosa muy común en una

sociedad atascada como la nuestra que de tanto patinar en sus miserias da tres pasos adelante y dos hacia atrás. En estos días acordamos tomar café y visitar librerías en una de esas cosas amorfas y de pésimo gusto llamado “centro comercial” o Mall . Lo encontré en plena clase explicándole a un descendiente genuino (por los hábitos) del Márquez del Toro, de cómo debía abordar la obra de nuestro admirado Jorge Luis Borges, pues el susodicho en un acto “sublime” había comprado un tomo de su obra editado

por el Instituto Cervantes, que actualmente distribuyen en quioscos. El hombre fingía atención, mi amigo creaba el mapa para una lectura que estoy segurísimo nunca se va a dar, pues este representante del lobby y la oportunidad lo que menos está pendiente es de la complejidad existencial que representa Borges. Lo del sería en estos términos: Cómo Hacer Amigos y no morir en el intento; Oportunidades de cómo hacer negocios a partir de las relaciones humanas; El As del Mecate (manual práctico); Cómo obtener El Tarzán de Oro(manual práctico). Ojo, este señor no es un liliputiense mental, mucho menos estúpido, el sabe claramente lo que quiere en la vida, que por cierto nada tiene que ver con estética, si con mucho de ética, el no

puede digerir la brumosa delicia de Borges porque lo de el se disuelve fácilmente en las apariencias y en el billete, que se ha descubierto de 40 años para acá se consigue con facilidad a través de “Buenas Relaciones”, incluyendo jaladas interminables. Mi amigo terminó su disertación y el marquesado le dijo que el libro lo había comprado para su padre que se había descubierto con los años que era un incansable lector. No me reí al momento pero si al montarme en el carro, mi amigo en el fondo no deja de ser ingenuo, creer que hay gente que tiene remedio, sobre todo cuando su estirpe viene por los lados del Márquez Francisco Rodríguez del Toro, el As del mecate y otras menudencias que se confunden con buena educación y decencia.

La literatura es un arma de doble filo [Miguel Antonio Guevara]

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o es preciso ser un genio del detalle para comprobar que la agitada sociedad de consumo nos ha convertido en máquinas. Aunque el cuerpo humano funciona en su total dimensión como un sistema de fuerzas, no puede ser visto como tal. A lo mejor cambiemos el concepto cuando veamos una máquina de coser llorando o a un televisor deprimido porque le preocupan las estadísticas mundiales del hambre, gracias a la indiferencia de las transnacionales hiperproductoras de alimentos en el mundo; no sería malo recordar aquel concepto que nos enseñaron en el bachillerato: “una máquina es un dispositivo utilizado en ingeniería para cambiar la magnitud y dirección de aplicación de una fuerza”; usaban como ejemplo palancas y poleas, ejercito un poco la memoria y recuerdo los implementos de laboratorio que usábamos

en el liceo Enrique Ignacio Gutiérrez, en el pueblito llanero de Libertad de Barinas, donde estudié 1er año de bachillerato. Día a día repetimos las

mismas tareas, usando incuso las mismas rutas de viaje. ¿Cuántos serán los que se saltan el ritmo monótono y serial que nos ha impuesto el sistema que impera? Hasta

las conductas alimenticias: pollo y carne, pollo y carne, y una que otra ensalada. Los filósofos Gilles Deleuze y Félix Guattari, en su conocida obra El Antiedipo, Capitalismo y Esquizofrenia, a través de un creativo psicoanálisis dan al a ser humano la categoría de “máquinas deseantes”. Un pregonar, un enaltecimiento del deseo como motor que mueve nuestros cuerposmáquinas deseantes por el espacio social; en su especulación filosófica-sociológica suponen al cuerpo deseoso como una máquina vacía, un cuerpo vacío sin órganos que se desplaza para cumplir sus ambiciones. Yo no seré quien para juzgar, pero no me parece raro que el Sr. Deleuze se haya suicidado. Después de las mil y un malas interpretaciones del existencialismo y uno que otro autor refugiado en la lógica parisina y el imaginario color de cielo europeo -gris,

demasiado gris, es decir-, la literatura llamada “universal” de una u otra forma recibió su estocada de negatividad, y no me refiero al polo opuesto del positivo, sino del salto al vacío, de la consolidación del discurso suicida al que nos ha sometido el sistema capitalista. Incluso los títulos, no hay afirmaciones, sólo interrogantes; ¿Podremos vivir juntos? Titularía Touraine uno de sus devaneos sociológicos. Esos son los señores que definen el pensamiento occidental: una comunidad de tipejos que desprecian la vida y no ofrecen salida alguna. No es que vayamos a convertirnos en creadores de literatura banal, superficial pseudo autoayuda, tenemos suficiente con Cohelo (como dice un amigo, porque a Cohelo hay que Cohelo). Se trata más bien de cómo construimos discursos enfocados en la construcción dinámica de

la otra sociedad, sin olvidar que cada forma, cada construcción de una idea en el formato que sea que se comunique, ya sea literatura, música o alguna producción audiovisual se convierte en un rumor del inconsiente colectivo, y los rumores, como todos sabemos, son difíciles de destruir, es más, son indestructibles, solo se pueden contrarrestar con el contrarumor; si escribo para la muerte tributo para la muerte, si escribo para la vida tributo para la vida; escribir sobre la muerte podría ser más bien un ejercicio filosófico de la condición humana, más que un exhordio, más que un manifiesto de esos que invita a todos a morir. Si el autor quiere morirse tiene la libertad de comunicarlo, más no de invitar a otros a que le acompañen. La literatura, la creación de todo arte es un arma de doble filo. Así como se puede matar se puede dar vida.


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Poesia

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Poemas de Morelva Oropeza Gragirena SIN DESTINO

Dibujos de Carlos Yusti/2013 Morelva Oropeza Gragirena

Narradora, poeta venezolana (Coro, Falcón). Es licenciada en educación, mención lengua y literatura, con postgrado en literatura venezolana por la Universidad de Carabobo. (UC).

ANTIPOEMA 14 No es por alabarte ni porque te amo digamos que tantísimo, pero si yo fuera gobierno ya habría desde hace tiempo condecorado tu boca y en lugar de los 350 puteados espejismos de nuestra Constitución, sería tu boca la que estaría rigiendo los destinos de la patria, como rige los de mi pobre vida. Tu boca profunda, sol lunar, tu boca π cuadrado en la esfera impaciente de mi beso, Hoy me levanté a predicar la desvergonzada gloria de sus actos en mi cuerpo Hoy soy templo, sinagoga, mezquita, donde este placer que no se sacia predica el evangelio de tus besos.

Cada palabra que no pude decirte cada caricia que no pude darte gravita sobre mis veinticuatro planetas de soledades y delirios A veces se miran con la resignación del que sabe que fue “pérdida total” el dictamen de la vida. Otras, las percibo como si no descifraran la prematura muerte de tu piel… el cese en sus funciones de tu oído Y entonces comienzan a buscar en el híspido parto de las horas su instante perdido.

PLANA Como una hoja de papel Como un ancho muro que colecciona grises y que tiene por vecinos otros miles; como el fotograma de la hoja de un árbol que sobre un temprano mundo medieval descansa como el espejo que en penumbras guarda los sueños que nadie extraña; como el sentenciado instante en que la Nada nos restriega su porfía; como si entre el No rotundo y el Todavía ya no hubiera sangre, ni destellos, ni segundos… Así me siento yo Plana Sin voz Sin pies… Como si yo fuera la amenaza de un trazo que una mano se negó a poner en cualquier intersticio de la vida; como si yo fuera una ciudad sin mundo… Como si yo fuera la sombra que algún desesperado sacrificó por sed.

CONMEMORACIONES Día internacional de la mujer Día internacional del trabajo Día de reyes Día de Navidad Día de los enamorados, del niño, de la madre, del padre... Día del estudiante Día del árbol Día de la paz mundial Día de la batalla tal o cual Día de la independencia Día de la raza Día de la prevención del cáncer Día de la Tierra Día de los santos, de los muertos. del natalicio del padre de la Patria. de su muerte. Día de todos los días. ¡Y los que faltan! Ya se inventarán otros días para que sigamos comprando, consumiendo, conmemorando la anti vida. Así que no será extraño oír decir que hay un día de la vagina emancipada, del condón con sabor marihuana, del blackberry, de las espinillas, de mac donalds, de los maricos maltratados, de la pedofilia de los curas, el día de la verruga de Gorbachov, el día de los tatuajes en las nalgas; del mono inteligente, el día de la mierda... Y de seguir así hasta pudiera haber un día de la bazuca, de las bombas lacrimógenas, del misil, del chaleco anti balas, de la bomba atómica. ¡Qué tal,el día del chaleco anti balas! Marca Cristian Dior o Carolñina Herrera ... Un día cualquiera será el día del final del mundo, sólo que para ese instante ya no habrá nadie que pueda celebrarlo, llevarle flores, conmemorarlo, recordarlo o en su defecto limpiarse el trasero con él, si eso es lo que le provoca.


Crónicas del olvido

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Libros

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Cuatro poetas suicidas chinos

[ Alberto Hernández] 1.-

G

u Cheng, Hai Zi, Ge Mai y Luo YI-He forman el parte suicida de un libro en el que Wilfredo Carrizales ha sabido trasegar un tema bastante delicado. Por supuesto, el autor de Cuatro poetas suicidas chinos (Ediciones Cinosargo, San Marcos de Arica, 2003) aclarará que no son cuatro los poetas de ese país que hicieron de sus vidas escenario de una trama personal más parecida a una épica que multiplica nombres y destinos. No; el estudioso sinólogo venezolano habla de una cantidad importante de escritores de esa inmensa nación asiática que escogió el suicidio como una salida a sus angustias. En el prólogo de la obra el autor afirma: “La tradición del suicidio en China es única en dos sentidos. El primero: el sistema de valores de la antigua China tenía una clara definición de misión que cada persona estaba obligada a su cumplimiento como un adulto responsable (…) El autosacrificio, por lo tanto, denota un positivo gesto que afirma la santidad de la existencia humana”.

Más adelante Carrizales destaca “El segundo sentido en el cual los chinos valoraban el suicidio puede ser única en la tradición de China: la narrativa y la historia con frecuencia emergen como un todo, con la segundo sirviendo a una distintiva función descriptiva”. Así, según expresa el autor, en el país asiático los llamados letrados y los hombres de Estado “eran uno y el mismo y los funcionarios en la posición de inmortalizar a otros y las figuras históricas estaban también bien entrenados en la imaginación literaria”. En fin, en China el suicidio no es un simple argumento para acabar con el sufrimiento. Va más allá de cualquier metáfora. Se trata de un valor. En tal sentido, quienes acudían o acuden al suicidio tenían o tienen a su cargo altas responsabilidades morales, políticas o académicas. De allí la importancia de este texto que Wilfredo Carrizales ha puesto en nuestras manos. 2.Colgarse de una viga, lanzarse a un río, a un lago, a un pozo o al mar, cortarse la garganta con

un cuchillo, incinerarse, matarse de hambre, saltar de un edificio, cortarse las venas, pegarse un tiro en la boca son algunas de las modalidades o métodos usados por los chinos quienes ya no quieren estar en este mundo. El poeta Gu Cheng, luego de usar un hacha contra su mujer, en octubre de 1993, decidió ahorcarse. A los 37 años este privilegiado ciudadano chino, hijo de un alto jerarca del Partido Comunista, se quitó la vida luego de haber pasado por muchas experiencias, entre ellas haber superado la hegemonía de la llamada revolución cultural. Su trabajo comenzó a ser valorado a partir de 1979. Leer este texto de Gu Cheng nos acerca a un verdadero poeta: “si tú andas conmigo, / entonces puedes sumar las huellas de mis pies; // si yo te sigo a ti,/ sólo puedo ver la sombra de tu espalda”. 3.El poeta Hai Zi, quien realmente se llamaba Cha Haisheng, escogió una terrible forma de morir: se acostó sobre los rieles del tren y dejó que éste lo destrozara. Había nacido

el 24 de marzo de 1964. Estudió Derecho en la Universidad de Peking y dio clases en la Universidad de Ciencias Políticas y Jurídicas de China. Se le considera como uno de los más relevantes poetas contemporáneos de China. Dejó una larga lista de poemas donde desarrolla el sentir por la pérdida de la China agrícola. Se trata de una poesía quizás un tanto conservadora, pero de mucho brillo paisajístico. “Canción del suicida” define su destino: “escondido en el agua de la tarde/ levanta brevemente la cortina/ una o dos ramas de árbol se extienden hacia acá/ cuerpo, la piedra preciosa de la superficie del agua/ enfrentada a la botella medio agrietada/ el agua dentro de la botella no puede agrietarse (…) tú disparas el rifle, solitario regresas a la tierra natal/ tú pareces una paloma/ que cae en la cesta escarlata”. 4.Ge Mai o Chu Fujun tomó la decisión de arrojarse a un río con una roca atada al cuerpo en la cercanía de la capital. Había superado los exámenes para ingre-

Gente de película

sar a la Universidad de Peking de donde egresó como experto en idioma chino y llegó a trabajar en la revista “Literatura de China”. Sin mirar a los lados, el 24 de septiembre de 1991 se lanzó a las aguas de un río próximo a Peking. Amante del agua, escogió el agua para morir. Escalaba montañas y le gustaba viajar mucho. Escribió poesía libre, sin rima, pero también trabajó el ensayo. Destaca en sus trabajos un conocimiento del idioma y una manera muy particular de usarlo, según destaca Carrizales. En “Señor de lo desconocido” lo podemos advertir: “Yo te escuché a ti en medio de la vida solitaria/ Tu gran sonido0 estremece las brillantes tejas y los cultivos/ Desde una oscura noche, como esa, como esa niebla densa/ Yo ando el viaje de vuelta, la ruta de ese destino (…) Mas él finalmente obedece el llamado del destino:/ Yo me convierto en el más joven entre el grupo de cadáveres/ Pero no puedo ser el rey del grupo de cadáveres”. 5.El último de los poetas

estudiados por Wilfredo Carrizales es Luo Yi-He, quien nació en Peking en febrero de 1961. Sus padres fueron castigados durante la malhadada revolución cultural, y fueron enviados al exilio a la China central. Se especializó en literatura china en la Universidad de Peking. Trabajó como periodista en la revista” Octubre” donde desarrolló artículos sobre poesía y novelas. Comenzó a publicar sus trabajos creativos en 1983. Participó en muchos eventos poéticos. Luego de los acontecimientos de la plaza Tian An Men pierde la vida. Se dice que se envenenó. Contaba con sólo 28 años. Un segmento de “Lodo”, dice: “Junto con el sol que brilla/ Yo regreso para ser lodo/ La tierra machaca mis dedos”. El símbolo es más que evidente.

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[Roger Vilain]

A Pedro Suárez De muchacho me daba por imaginar que la realidad era en verdad una película. Caminaba por las calles, compraba en los abastos, y a cada rato suponía que un ojo gigantesco a modo de lente cinematográfico seguía mis pasos filmándome, tomando panorámicas de la ciudad, empaquetando en celuloide la rutina que me tocaba despellejar con la navaja del absurdo o del humor. Soy un animal prehistórico en eso de las tecnologías, pero reconozco que entre una cámara y yo existen más coincidencias que razones para suponernos mutuamente excluyentes. Así como ella registra el universo desde el horizonte de su óptica particular, uno también lleva el mundo adentro,

trazado en imágenes, como si desde el estómago un trípode y una handycam se elevaran hasta los ojos capturando la vida en tecnicolor. De niño me pasaba que al entrar en un lugar, pongamos por caso un restaurante al que a veces me llevaban mis padres, de pronto a dos mesas terminaba su postre Ursula Andress. Y al rato Jackeline Bisset cruzaba el salón tomada del brazo de un señor que siempre me parecía (todos, todos me lo parecían) indigno de semejante mujer salida quién sabría de dónde. En la plaza, en la parada de utobuses, en el café que existió toda mi infancia a media cuadra de la casa: Alain Delon, Juliet Binoche, Sophia Loren, Woody Allen, Julia Roberts, Stephanie Zimbalist, a cada uno de

ellos vislumbré un día cualquiera entre la gente, el tráfico, el ir y venir de la Upata que me tocó transitar años atrás. Repito entonces que tengo mucho en común con una cámara de cine aunque jamás he visto una de cerca. Nunca estuve en un plató de filmación y fíjense, juraba que abrir los ojos, salir a la escuela, hacer los deberes, jugar con el perro o telefonear a un compañero formaba parte de un entramado mayor, integraba escenas que todo lo abarcaban, que un director -acaso Hitchcock si el asunto paraba los pelos, quizás John Ford cuando había trifulcas al estilo vaqueros de por medio- grababa con paciencia de artista en pleno oficio y ya lo saben, prohibido dedicarse a molestar. Cada quien vive su película particu-

lar y la mía era una que duraba veinticuatro horas al día. ¿Algo hilarante en las calles? “Chaplin debe andar muy cerca”, me decía. ¿Enredos truculentos mientras mordía un pan en la cantina del colegio? “Moe, Larry y Curly tienen que estar haciendo de las suyas”. Y así. Con el tiempo uno aprende que la vida no es como una pantalla por mucho que lo deseemos, lo cual va poniendo las cosas en su sitio hasta que por fin hallamos nuestro lugar en el set de los adultos. Para que no nos llamen locos, por supuesto. El otro día una estudiante disparó en voz baja: “profesor, usted es igualito al Dr. House”, y juro que la nostalgia me agarró por el pescuezo. Retrocedí una pila de años, me vi comparando al tío Max con Marcelo

Mastroianni, a la prima Lola con Catherine Deneuve. Sólo me dio por sonreír, por recordar. No he sido el único con semejantes ocurrencias, por lo visto. Luego de un buen tiempo el abanico se abrió como una rosa y el gremio de los escritores hizo acto de presencia. Borges deambuló por el mercado de mi pueblo, Cortázar, Dostoievski, Ítalo Calvino, Garmendia y Úslar Pietri fueron avistados cuando menos una vez. Ya a punto de cumplir los dieciocho y en plena Tropicana, burdel upatense al mejor estilo de “La casa verde”, creí ver a Vargas Llosa Polar en mano sobándole las piernas a una dama. Pasaron décadas, quedó atrás una montaña de lunas. Como he dicho antes, la vida no es como una película, y ahora

agrego que ni como una novela, pero aún así todavía dejo la puerta semiabierta para charlar con los fantasmas. Anteayer cené con un amigo, conversamos -por lo general éste es un deporte que me gusta practicar con regularidad-. Al terminar, ya listos para subirnos al carro y largarnos, noté a un señor de pie en un balcón del centro comercial. “Mira a Salman Rushdie”, le dije. Él sonrió desconcertado, le conté entonces el por qué de semejante comentario, mencioné alguna anécdota infantil y noté otra vez su sonrisa a medias, gesto de complicidad que únicamente la amistad ofrece sin trámites mayores. Era Salman Rushdie, claro, estoy seguro de que el tipo del balcón era el mismo Salman Rushdie.


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Lecturas de Papel

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l siglo XX fue rico en el desarrollo y conceptualización de teorías para comprender la Razón del hombre. La mayoría de ellas fueron explicadas a partir de los postulados que sobre el término Ideología habían definido Tracy (1796) y posteriormente Marx, a mediados del ‘800. Ello sirvió para interpretar inicialmente al positivismo y luego las diferentes corrientes del pensamiento político, tales como el socialismo, comunismo y anarquismo, fases que según el marxismo son necesarios transitar para derrumbar el Estado y establecer la sociedad de iguales. Pero además de ello, en otros planos del conocimiento, el siglo XX vio desarrollar sistemas de pensamiento, como el estructuralismo, así como los innumerables modos de pensar reunidos en el arte y la literatura, como el expresionismo, surrealismo, dadaismo, futurismo,

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a travesía lectora varia de un lector a otro y en ella participan el azar (al leer un determinado libro y no otro) y ese falso provecho que algunos buscan sacarle a los libros ( hacerse de una cultura, mejorar un poco ese vocabulario barriobajero, investigar para la tesina de grado y demás idioteces por el estilo). Leer por el simple placer de hacerlo es una aventura de la cual rara vez se sale ileso. El escritor ruso Vladimir Nabokov relata que en cierta universidad de provincia donde impartía un “largo cursillo” sobre novelas clásicas realizó una encuesta para definir lo que sería un buen lector. La encuesta contenía diez definiciones (por ejemplo: debe pertenecer a un club de lectura, debe identificarse con el héroe o la heroína, debe haber visto la novela en película, debe ser un autor embrionario, debe tener imaginación, etc.) y los

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El fin de los ismos Juan Guerrero (*)

entre un largo etcétera de “ismos” que establecieron principios y fundaron escuelas unos, y partidos políticos otros, para implantar o asegurar un pensamiento que pudiera explicar el mundo y sus entornos, sólo desde una óptica de visión estética o política. Quizá lo más terrible no se vivió tanto en el arte y la literatura como en la acción política para establecer sociedades donde el pensamiento único se erigía como dogma. Tal el caso de experiencias dolorosas, como en la antigua Unión Soviética que por la fuerza impulsó un modo de vida aplicando principios del marxismo que vislumbraban un tipo de sociedad de hombres libres. La práctica posterior demostró, después de 70 años, lo inhumano que significa imponer a otros modos de pensamientos contrarios a la tradición cultural de una sociedad. Por su parte, la denominada Revolución cubana, de

principios de los años ’60, fue vista inicialmente como la solución a una tiranía, la del dictador Fulgencio Baptista, que superaría dicha situación y haría de los cubanos seres libres. La realidad ha demostrado que la actual sociedad cubana es una de las más sometidas y sojuzgadas de que se tenga memoria en la cultura latinoamericana. Para muestra de ello, la bloguera Yoany Sánchez (léase su artículo “El mal patrón” en http://www. desdecuba.com/generaciony/ ) en cortas palabras resume lo que para ella y los de su generación significa vivir bajo un gobierno supuestamente socialista. Ella, por el contrario, demuestra que el actual gobierno cubano, con más de 50 años, es una burda y bufa comedia de lo más atroz de cuanta dictadura y tiranía pueda existir. Hipócrita, de doble moral, ortodoxa, acomodaticia y descaradamente vulgar frente al dinero. Ejemplo de

esto último es la base militar que los Estados Unidos de Norteamérica mantiene en bahía de Guantánamo, territorio cubano. Alquilada por el gobierno cubano en dólares estadounidenses mientras sus mejores oradores lanzan sus dardos ideológicos desde el pensamiento único al llamado Imperio del capitalismo. Algo parecido está copiando el gobierno venezolano al utilizar como excusa al capitalismo del imperialismo europeo y norteamericano, para establecer definitivamente un gobierno de apariencia socialista con un fondo secularmente militarista, abusivo y atropellador de los derechos del ciudadano. Ejemplo de su práctica inmoral y antiética es su continua violencia verbal contra el Estado norteamericano mientras le sigue vendiendo petróleo y manteniendo relaciones comerciales, además que sus dirigentes van a vacacionar a Disneylandia.

Nabokov y el buen lector de novelas alumnos debían seleccionar cuatro que combinadas proporcionaría lo que sería un buen lector. Cuenta que la mayoría de los estudiantes se inclinaron por la armazón emocional, la acción y el aspecto socioeconómico o histórico. Nabokov concluía que un buen lector es aquel que tiene imaginación, memoria, un diccionario y cierto sentido artístico. En la adolescencia uno vive como en una especie de encrucijada vital, de zona muerta en la que hay un sin fin de personas tratando de planificar tus pasos en la vida. Seguir los preceptos de los padres (estudiar para hacerse de una carrera utilitaria como médico, abogado y tener una base para un futuro siempre borroso e incierto) o torcer ese camino prefijado y devenir en escarabajo, en ese sentido metafórico y artístico en lo que se convierte el personaje del relato la metamorfosis de ese manoseado cuento de Kafka. Un artista en cualquier familia siempre resulta un

[Carlos Yusti]

bicho extraño que es mejor que permanezca aislado en su cuarto. Ese espíritu artístico, como lo llama Nabokov, en gran medida ayuda a tener las novelas como obras de

arte, sirve para situarlas como logros creativos a los cuales sus respectivos autores dedicaron un tiempo significativo para darle un brillo especial a la frase, para perfilar los personajes hasta hacerlos más creíbles y humanos que nuestro

vecino más próximo. El espíritu artístico te ayuda a comprender donde empieza la ficción y donde termina la realidad, entender que las grandes novelas de la literatura son sólo ficción, invenciones supremas en las que se pueden conseguir tozos de inigualable belleza, grandes cuentos de hadas las llama Nabokov, quien además machacaba con insistencia a sus alumnos: “La literatura es invención. La ficción es ficción. Calificar un relato de historia verídica es un insulto al arte y a la verdad. Todo gran escritor es un gran embaucador,…” Para Nabokov el lector que intentaba disfrutar de la gran literatura requería tener cierta determinada pasión de artista combinada con la calculada paciencia del científico. Lo primero le ayudaría a imbuirse en la mente del autor, en su visión subjetiva y personal de la vida y el arte. Lo segundo

No creo que los “ismos” solucionen mayor cosa, ni en la acción política ni en la actividad estética. Ellos sólo han servido para interpretar realidades teóricas. En estos años del siglo XXI los paradigmas que sostenían el pensamiento del hombre han terminado en el basurero de la historia. Al final,

somos siempre los simples ciudadanos quienes seguimos padeciendo los impulsos e instintos de un Estado dirigido por hombres que medianamente poseen formación teórica, quienes se imponen a fuerza de palabras emotivas y dibujan paraísos que muchos anhelamos y muy pocos disfrutan.

le serviría para detenerse, demorarse en desentrañar ese universo entrelíneas que representaba cada novela. Novelas que más que leer era necesario releer: “los libros no se deben leer : se deben releer”, apuntaba con convicción. Nabokov como lector le gustaba hacerla de detective y sopesar todas las pistas, meterle lupa a todos los detalles por ejemplo si leía la metamorfosis de Kafka quería saber como era el escarabajo en que se transformó Gregorio Samsa, a cual familia de insectos pertenecía, como era su forma. Esta exploración científica por los detalles excitaban su imaginación creadora, excitación que intentaba inculcar en sus alumnos. Otro aspecto que el escritor ruso tomaba en cuenta era el escritor. Para él un autor debía enfocarse desde tres puntos de vista: como narrador, como maestro, y como encantador. Nabokov subrayaba: “Un buen escritor combina las tres facetas, pero es la de encantador la que predomina y la que le hace un gran escritor”. Los frutos sobre la lectura de las grandes novelas de la literatura no se perciben a simple vista y Nabokov como gran escritor e inigualable encantador nunca

se llamó a engaño a este respecto y siempre recalcó que las novelas no enseñan nada que se pueda aplicar a esos problemas evidentes de la vida, no ayudan en la oficina, ni en el ejército, ni en la cocina. “pero puede que les ayuden, sin han seguido mis enseñanzas, a sentir la pura satisfacción que trasmite una obra de arte inspirada, precisa y esa satisfacción a su vez va dar lugar a un sentimiento de autentico consuelo mental, el del consuelo que uno siente cuando toma conciencia, pese a todos sus errores y meteduras de pata, de que la textura interior de la vida es también materia de inspiración y precisión”. La literatura apenas puede mostrar las contradicciones de la existencia, esos borrones apresurados de la vida que en las grandes novelas tratan de transcribirse limpios, transparentes y en muchos casos como una metáfora que puede permitir a cualquiera ver la vida sin ningún énfasis de barbarie, la vida con esa música sencilla que busca darle a nuestro mínimo espacio cierta armonía a pesar del ruido producido por los traficantes de sombras y sus burocráticos cómplices.


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