Palabras de agradecimiento pronunciadas en el acto de egresados

NEMO

PALABRAS DE AGRADECIMIENTO PRONUNCIADAS EN EL ACTO DE EGRESADOS

EDITORIAL INFINITA CURIOSIDAD

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PALABRAS DE AGRADECIMIENTO PRONUNCIADAS EN EL ACTO DE EGRESADOS

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PALABRAS DE AGRADECIMIENTO PRONUNCIADAS EN EL ACTO DE EGRESADOS

EDITORIAL INFINITA CURIOSIDAD 4

© Nemo: 2006 © Editorial Infinita Curiosidad: 2006 San Salvador, El Salvador Primera Edición: 2006 © Todos los derechos reservados Hecho el depósito que marca la ley Queda prohibida por cualquier medio la reproducción total o parcial de este documento sin la autorización escrita de los titulares de los derechos de propiedad intelectual.

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CELEBRACIÓN DEL ACTO DE EGRESADOS PROMOCIÓN DE EGRESADOS 2005 UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS PLAN DE ESTUDIOS 1993 Fecha: 16 de junio de 2006.

Hora: 5:00 p. m.

Lugar: Auditórium “Herbert Anaya Sanabria” de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador.

Padrino de la Promoción: Licenciado Saúl Ernesto Morales.

Madrina de la Promoción: Licenciada Marta Lilian Villatoro.

Ciudad Universitaria, San Salvador, El Salvador, 2006.

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PROGRAMA PARA EL ACTO DE EGRESADOS PROMOCIÓN DE EGRESADOS 2005

1. Palabras de bienvenida

5:00 p. m.

2. Entrada de los egresados

5:05 p. m.

3. Himno Nacional de El Salvador

5:20 p. m.

4. Palabras del Lic. Saúl Ernesto Morales (Padrino de Promoción)

5:25 p. m.

5. Palabras de la Lic. Marta Lilian Villatoro (Madrina de Promoción)

5:50 p. m.

6. Entrega de Diplomas de Egresados

6:10 p. m.

7. Palabras de agradecimiento de un estudiante egresado

7:00 p. m.

8. Despedida con mariachi

7:15 p. m.

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PLAN DE ESTUDIOS CURSADO DE 2001 A 2005 POR LOS PARTICIPANTES DEL ACTO DE EGRESADOS PROMOCIÓN DE EGRESADOS 2005 UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS PLAN DE ESTUDIOS 1993 Primer Año Ciclo I Curso Socioeconómico Curso de Investigación y Proyección Social Curso Jurídico-Filosófico-Político Curso de Expresión Oral y Escrita

Ciclo II Curso Socioeconómico Curso de Investigación y Proyección Social Curso Jurídico-Filosófico-Político Curso de Inglés I Segundo Año Ciclo III Ciclo IV Curso de Derecho Social Curso de Derecho Social Curso Político-Jurídico Curso Político-Jurídico Curso de Teoría General del Proceso Curso de Teoría General del Proceso Curso de Relaciones Jurídicas Civiles y Curso de Fundamentos Constitucionales Comerciales del Derecho Penal Curso de Inglés II Curso de Inglés III Tercer Año Ciclo V Ciclo VI Curso de Derecho Civil y Mercantil Curso de Derecho Civil y Mercantil Curso de Derecho Social Curso de Derecho Social Curso Administrativo Tributario Curso Administrativo Tributario Curso de Derecho Procesal Curso de Derecho Procesal Curso de Derecho Penal Curso de Derecho Penal Curso de Inglés IV Curso de Inglés V Cuarto Año Ciclo VII Ciclo VIII Curso de Derecho Civil y Mercantil Curso de Derecho Civil y Mercantil Curso de Derecho Social Curso de Derecho Social Curso de Ejecución de Penas y Medidas de Curso de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad Seguridad Curso de Contabilidad Curso de Informática Jurídica Curso de Derecho Procesal Penal Curso de Derecho Procesal Penal Curso de Derecho Procesal Curso de Derecho Procesal Quinto Año Ciclo IX Ciclo X Curso de Filosofía del Derecho y Derechos Curso de Procedimientos Constitucionales Humanos y Administrativos Curso de Informática Jurídica Curso de Tratados Internacionales de Protección a los Derechos Humanos Curso de Derecho Notarial y Registral Curso de Derecho Notarial y Registral Curso de Derecho Político-Social Curso de Técnicas de Oralidad 8

ACTO DE EGRESADOS

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PALABRAS DE AGRADECIMIENTO PRONUNCIADAS EN EL ACTO DE EGRESADOS DE LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS DE LA UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR Licenciado Saúl Ernesto Morales,1 licenciada Marta Lilian Villatoro,2 compañeros y compañeras asistentes, y demás personas que nos honran con su presencia: Es para mí un honor ser la persona designada para dirigir estas palabras ante tan augusta audiencia, por lo que estoy sumamente agradecido. Esta fecha, que esperamos que en el futuro sea de tan grata recordación para todos, simboliza no sólo un triunfo académico y personal de cada uno de los compañeros y compañeras presentes en este magno evento, sino también la transición a otra etapa de nuestras vidas, la cual implica el cambio del papel de estudiantes al rol de futuros profesionales del Derecho, siendo ésta una aspiración que hoy más que nunca se encuentra a la vuelta de la esquina, ya que lo que hace algunos años atrás anhelábamos (la obtención del título de Licenciado en Ciencias Jurídicas y la posterior autorización para el ejercicio de la abogacía) está muy cerca de convertirse en una realidad.

Ciertamente, el camino recorrido para llegar a este punto ha tenido diversos matices y momentos: algunos gratificantes y maravillosos, y otros difíciles y turbulentos; pero a pesar de todos los obstáculos presentados en estos años de estudio, estamos aquí, en este día, haciendo un alto en esta carrera de la vida para echar una mirada retrospectiva con el propósito de contemplar, cual un alpinista que llega a la cima de una montaña, todo el terreno escalado y meditar sobre el esfuerzo realizado para estar allí, con un mundo tendido a nuestros pies.

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Es por ello, que al llegar a esta meta, es bueno y justo reconocer y expresar nuestro infinito agradecimiento a todos aquellos seres que nos han tendido la mano y expresado su confianza en nosotros, cuya ayuda ha sido indispensable para llegar hasta aquí.

En primer lugar, es digno de manifestar nuestra eterna gratitud al Supremo Creador, que hizo los cielos y la tierra, y quien por su infinita misericordia nos hace disfrutar del don divino de la vida, sin la cual nada podría hacerse, y por permitirnos deleitarnos de las maravillas del universo infinito, desde el encanto de la inmensidad del espacio sideral hasta la magia encerrada en una minúscula gota de rocío, y todo ello en un fantástico mundo en el que tenemos, además del privilegio de habitar y hacer de él un hogar para la gran familia humana, el deber impostergable de preservar.

Seguidamente, es justo dar las gracias a esos seres queridos que conforman un grupo muy especial: la familia. No hay amor humano más grande sobre la faz de la tierra como el que sólo la familia proporciona desinteresadamente y sin reservas. Ella constituye la base fundamental de la sociedad, por lo que el bienestar de la misma es tarea que le compete no sólo a los miembros que la componen, sino también a la sociedad entera.

No cabe duda que en este mundo contemporáneo tan acelerado, tan frío, tan impersonal, tan insolidario y tan hostil; es bueno contar con el refugio del calor del hogar, en donde se encuentre un descanso para el alma agotada por los problemas afrontados en el continuo batallar de la existencia humana. Por estas y otras razones que sería prolijo enumerar, les damos infinitas gracias a ustedes, padres, madres, hermanos, hermanas y demás seres queridos, que incondicionalmente han depositado su confianza en nosotros. Ese apoyo no ha sido en vano. Les hemos cumplido. Hemos 2

hecho nuestro mejor esfuerzo como atletas que al correr en una pista con obstáculos, lo hacen impulsados por el objetivo de alcanzar la meta y obtener el premio. Felizmente hemos llegado a esa meta, lo cual nos convierte en ganadores; pero aún así no nos dormiremos en los laureles del triunfo, sino que seguiremos adelante en la búsqueda de más éxitos en la vida. Bien se ha dicho que una persona es el reflejo de su hogar; y si esto es así, no cabe duda entonces que nosotros somos personas triunfadoras porque provenimos de hogares triunfadores.

Tampoco podemos dejar de reconocer el invaluable aporte ejercido en nuestra formación académica por parte de los miembros del personal docente de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, quienes con su diaria labor de transmisión de conocimientos han hecho del proceso educativo un culto del saber, el cual, aunque lo hemos adquirido en estos años de estudio, no termina con la conclusión de la educación formal ni con la obtención de un grado académico, pues la adquisición de conocimientos es algo que dura toda la vida, ya que uno nunca deja de aprender algo nuevo cada día. Es así, entonces, que expresamos nuestro agradecimiento a los docentes por encender en nosotros la llama del amor por la sabiduría, pues sólo el estudio constante y permanente permite que las personas se superen cada día como tales, y esto es válido más en especial en el campo del Derecho, donde el fenómeno jurídico es cambiante como la misma realidad social en la que éste se encuentra inmerso, lo cual nos compromete, en nuestro futuro papel como profesionales del Derecho, a seguir ampliando y actualizando nuestros conocimientos adquiridos, pues los mejores abogados son los que están más informados.

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Por otra parte, es un acto de justicia hacer una mención especial de reconocimiento a las mujeres de nuestra Facultad de Derecho. A ustedes, compañeras, expresamos nuestra admiración y más grande estimación por poner en alto a todas las representantes del sexo femenino y demostrando que las mujeres son tan capaces como los hombres de sobresalir en todos los campos del saber humano, y el Derecho no es la excepción. A ustedes, estimadas compañeras, dirigimos nuestro reconocimiento, deseándoles muchos éxitos personales y profesionales que se traduzcan en una próspera vida junto a sus seres queridos. Ya es hora de reconocer que la pretendida superioridad de uno de los dos sexos sobre el otro es sólo un mito. Tanto hombres como mujeres debemos aceptar que, como seres humanos que somos, debemos gozar, en plena y verdadera igualdad, de los mismos derechos y obligaciones, asumiendo también con total responsabilidad, las consecuencias de nuestras acciones. Por ello, estimadas compañeras, como futuras abogadas, ustedes tendrán una responsabilidad histórica muy grande: luchar por la reivindicación de los derechos de la mujer y no escatimar esfuerzos en el combate a la discriminación y opresión que muchas mujeres aún sufren, pues no debemos olvidar que, si bien es cierto que en nuestra civilización occidental la situación de la mujer en la última centuria, en general, ha mejorado en forma inimaginable hace algunos siglos atrás en comparación con otras culturas del mundo; en la práctica, todavía existe un trato desigual en perjuicio de las mujeres en nuestra sociedad, lo cual no debe verse con indiferencia, o peor aún, como algo “normal”, cuando en realidad no lo es; sino que debe buscarse que el reconocimiento de los derechos de las mujeres no sólo estén consagrados formalmente en nuestro ordenamiento jurídico, sino que éstos sean una realidad en la vida cotidiana de todas ellas. Sólo en plenas condiciones de libertad e igualdad, hombres y mujeres podremos construir conjuntamente un mundo mejor para vivir. Por consiguiente, externamos un fervoroso 4

saludo a las compañeras de nuestra Facultad de Derecho y a todas las mujeres que nos honran con su presencia en este evento, diciendo: ¡Bendita seas tú, mujer, musa divina y gloria perpetua de la humanidad!

Quisiera aprovechar la oportunidad para hacer un reconocimiento público de agradecimiento a todos los compañeros y compañeras que han colaborado en la organización necesaria para llevar a cabo la celebración de este acto de egresados, especialmente a Adilio Antonio Carrillo Carrillo y Claudia Liduvina Escobar Campos, quienes de manera muy responsable y diligente trabajaron en la realización de este majestuoso evento. ¡Muchas gracias a ustedes, ya que sin su valioso aporte nada de esto sería posible!

Asimismo, deseamos mandar un afectuoso saludo a todos aquellos compañeros que por diversas circunstancias no se encuentran con nosotros en calidad de egresados, lo cual no ha impedido consolidar y mantener nuestra amistad con ellos, como es el caso de José Ricardo Peñate Mejía, a quien agradecemos su presencia en este memorable evento.

No está de sobra, compañeros y compañeras, detenernos a considerar un momento en que como futuros profesionales del Derecho, tendremos sobre nuestros hombros el peso de una gran responsabilidad para con la sociedad, ya que la tarea del abogado no es como comúnmente se cree, la de un ser belicoso que busca la menor ocasión para encender la llama de la discordia o para entrometerse en una confrontación, sino que, por el contrario, es la de un pacificador que procura, más que iniciar los conflictos, resolverlos de una manera civilizada, con valentía y con las mejores soluciones que dejen, en la medida de lo posible, satisfechos a todos y que las mismas sean más acordes con la justicia; pues concebir al Derecho divorciado de la justicia sería algo tan descabellado como pretender observar un arco iris sin colores, que corran ríos sin agua o que 5

existan vientos sin aire. No olvidemos nunca ser personas con un espíritu crítico, pues no basta con que el abogado conozca el ordenamiento jurídico vigente y se desenvuelva correctamente en la aplicación del mismo, sino que debe enjuiciarlo y trabajar infatigablemente por su transformación con miras a obtener un nuevo Derecho más fresco, renovado, acorde con la realidad social cotidiana, y sobre todo, más justo y humano, en consonancia con la concepción personalista consagrada en la Constitución de la República. Por todo ello, como futuros abogados, tendremos la obligación de actuar como soldados del Derecho en una guerra sin cuartel contra la arbitrariedad, la discriminación de cualquier tipo, la opresión de los pueblos, las violaciones a los derechos humanos, y en pocas palabras, contra toda clase de injusticias. El abogado, como predicador del culto de la justicia, debe llevar, con la ley en la mano, la palabra de consuelo y amparo a todos sus semejantes, y en especial, a sus hermanos desprotegidos, oprimidos, excluidos o marginados de la sociedad y a todos los desheredados de la tierra. Un mundo sin Derecho, obviamente sería un caos; pero un Derecho sin justicia no merece siquiera llevar el nombre de “Derecho”.

A ustedes, compañeros y compañeras, no me queda más que agradecer su amistad brindada en todos estos años de estudio. Ahora que hemos culminado una etapa importante de nuestras vidas, muchos tendremos la dicha de vernos y seguir en contacto; pero otros separaremos definitivamente nuestros caminos, llevando buenos recuerdos en nuestros corazones, los cuales mantendremos con nosotros hasta el último instante de la existencia. Recordemos esos buenos momentos y atesorémoslos en el alma; y nunca olvidemos, por muy ocupados que estemos en medio de la prisa de nuestras ocupaciones cotidianas, de detenernos un momento y considerar esas cosas aparentemente triviales; pero que en realidad son las 6

que le dan sentido a la existencia humana, tales como sostener una conversación agradable con los amigos, contemplar una puesta de sol, admirar una noche estrellada, sentir la suave caricia de una brisa de verano, contemplar las olas del mar, deleitar los oídos con el armonioso sonido de la música, disfrutar de la lectura de un buen libro, hechizarnos con la sonrisa de un ser amado, saborear una humeante taza de café, admirar un paisaje desde la cima de una montaña, escuchar una serenata a la luz de la luna, entre otras cosas. En otras palabras, recordemos que a diferencia de las plantas y los animales que sólo se dedican a subsistir, el ser humano está hecho más que para eso, ya que su aparición en este ínfimo rincón del universo ha sido con un único propósito: vivir. El resto de seres orgánicos subsisten, pero el ser humano vive. Si olvidamos está verdad a causa de nuestros periódicos problemas y ocupaciones, perderemos la gran y única oportunidad de disfrutar del milagro más grande de todos: la vida. Ella se encuentra aquí y ahora. Hagamos lo que hagamos, no nos olvidemos de vivir. La oportunidad es hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde.

Aprovechemos la vida que Dios Todopoderoso nos ha regalado, para que nuestro paso por este mundo no sea en vano, sino fructífero también para las generaciones del mañana, las cuales, sin lugar a dudas, cosecharán en buena parte lo que nosotros sembremos hoy. La decisión es nuestra. ¡Tomémosla ahora! Quisiera concluir esta intervención, citando un verso del célebre poeta romano Virgilio, haciendo a todos una exhortación “¡a vivir y conservarnos para tiempos más felices!”3 Muchas gracias.

Ciudad Universitaria, San Salvador, El Salvador, 16 de junio de 2006.

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Padrino de la Promoción de Egresados 2005.

Madrina de la Promoción de Egresados 2005.

3 Véase a Suetonio, Vidas de los Doce Césares, Estudio preliminar y traducción revisada por José Luis Romero, Colección Los Clásicos, Undécima Edición, Editorial Cumbre, S. A., México, 1978, Página 208, “Vida de Calígula”, Capítulo XLV. 2

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Este documento se terminó de imprimir el día 16 de junio de 2006 en los Talleres Gráficos del Mundo Bibliófilo, San Salvador, El Salvador. La edición consta de cien ejemplares.

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Promoción de Egresados 2005

Los mandamientos del abogado “4º.) LUCHA. – Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.”

Eduardo Couture

Impreso en los Talleres Gráficos del Mundo Bibliófilo

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