A FONDO
LA INVERSIÓN Y EL GASTO
Francisco Xavier Quintana Finanzas para no financieros En la macroeconomía como en las finanzas personales, se tienen que tomar decisiones en la forma en que el ingreso se va a aplicar. Es tan simple y tan complejo como definir cuanto tenemos y como lo vamos a usar. Lo primero que deberíamos tomar en cuenta es nuestro ingreso disponible, esto es básico para no descompensar nuestras finanzas y me trato de explicar.
La inversión y el gasto Una familia con un ingreso familiar disponible de, supongamos $30,000.00 mensuales no debería de destinar $20,000.00 a la renta o la hipoteca de su casa toda vez que existen también otras necesidades que hay que cubrir al interior de la familia y ustedes saben muy bien cuales, luz, agua, teléfono, comida, vestido, etc, etc. El ejercicio debemos hacerlo para cada uno de los conceptos en los que aplicamos el ingreso. Lo más sano, es que se ajuste el uso de los recursos al ingreso disponible. No sólo es lo más sano, parecería que es lo más lógico y la única manera de hacerlo, sin embargo, en muchas ocasiones el gasto acaba por superar al ingreso y tenemos que encontrar la manera de financiarlo de alguna forma. Desde mi óptica no hay más que dos sopas, o le bajamos al gasto o incrementamos el ingreso y con esto comenzamos a tratar de establecer las diferencias entre la inversión y el gasto. La primera tiene dos objetivos fundamentales, primero puede ser usada para bajar el gasto en el futuro como pudiera ser por ejemplo, en materia energética, el invertir recursos en paneles solares, comprar focos ahorradores, adquirir un refrigerador más eficiente, cambiar el automóvil por uno que utilice menos combustible. Esto de inicio pudiera desfasar el equilibrio entre los ingresos disponibles y su aplicación, sin
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embargo en el futuro nos permitirá reducir el gasto en ese rubro. Vamos a pagar menos en el recibo de luz, pagaremos menos en combustibles, etc. El segundo objetivo es incrementar al ingreso y me trato de explicar. Adquirimos moldes para hornear, empaques, utensilios de cocina, un recetario, harina, mantequilla, etc, etc, etc. Esto también representará un desequilibrio entre los ingresos y la forma de aplicarlos, pero con estos materiales vamos a hornear pays y pasteles y los venderemos entre los conocidos a un precio mayor de lo que nos costó prepararlos. Esto incrementará nuestro ingreso disponible en un futuro. Lo mismo pasa con la macroeconomía, la inversión busca bajar costos e incrementar ingresos. Cuando una administración invierte en vías de comunicación, servicios generales, seguridad lo que busca es atraer recursos para generar mayores ingresos. ¿Y cómo se logra esto? Supongamos que yo tengo que construir una planta para fabricar algún producto. Necesito entonces buscar el mejor lugar para instalarme, uno que tenga buena comunicación, en donde mis empleados puedan estar seguros, que tenga servicios, etc.
¡SE NOS VA!
Al decidirme por algún punto en particular, comenzaré la construcción, generando empleos locales de manera temporal, también, una vez en operación, todos los trabajadores tendrán un ingreso y derivado del resultado de las ventas, la planta comenzara a tener utilidades. En todo este ciclo, tanto en la fase de construcción como en la de operación aumentaremos el ingreso del lugar en donde se estableció la fábrica, ya sea a través del pago de contribuciones fiscales (ISR, IVA, Impuestos sobre nóminas) como de servicios tales como agua potable y energía generará flujos de recursos hacia el gobierno. A lo que quiero llegar es que si como gobierno, se realizan inversiones en infraestructura, se atraerán diferentes empresas, que ejercerán sus recursos en la zona y generarán en lo subsecuente un aumento en el ingreso del gobierno que a su vez podrá destinarlo a inversión en infraestructura o bien, a financiar el gasto. La verdad es que estos párrafos están expresados de forma muy simplista, la macroeconomía es un poco más compleja pero no tiene caso detenernos al análisis profundo de este tema. Lo que quiero hacer notar es que la inversión generará en un futuro, para las familias o para el País, mayores ingresos. Por la otra parte, el gasto sirve para que podamos operar, para que podamos realizar nuestras actividades cotidianas de manera adecuada. La ropa que me compro, lo que gasto en alimentos, el pasaje que pago para llegar al trabajo lo considero un gasto, no hay forma de que obtenga algún ingreso adicional por ese dinero gastado en esos conceptos. Igual pasa con la luz, el gas, el teléfono el internet, la renta, la lavandería y el agua de garrafón. A nivel gobierno estaríamos
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hablando de lo mismo pero incluyendo los sueldos y salarios de las personas que trabajan en el mismo. Como en este rubro no existe la posibilidad de que al aplicar recursos podamos ya sea, incrementar el ingreso o disminuir el gasto, es importantísimo tratar de mantenerlos en equilibrio y siempre por debajo de nuestros ingresos. En caso de que los gastos superen nuestros ingresos tendremos un déficit y este habrá que pagarlo. Dicho de otra forma, nos generará una deuda y que mejor ejemplo que las tarjetas de crédito o los créditos de nómina o de consumo. Todos hemos tenido esa amarga experiencia en algún momento de nuestras vidas en donde nomás no alcanza para hacer frente a esto. Al continuar este desorden, seguimos gastando mes con mes más de lo que ingresamos, sin que ello nos permita en el futuro generar más ingresos, a la vuelta de un año tendremos dos problemas, el primero que tiene que ver con que lo que ingresamos ya no alcanza para pagar y el segundo que invariablemente llega, ya no podremos pedir más dinero prestado y en una de esas hasta nos van a perseguir para cobrarnos. Hay que buscar la forma de cambiar nuestra visión de casa o de País por una con una aplicación de los ingresos de manera mesurada al gasto e incrementar los recursos destinados a la inversión o en caso contrario sufrir las consecuencias de un déficit abultado y ejemplos, tenemos varios. En Veracruz, durante mucho tiempo se privilegió el gasto sobre la inversión y hemos sido testigos de que el dinero mal gastado, tarde o temprano, sólo genera problemas. Y esa, desde mi humilde visión, es la diferencia entre inversión y gasto.
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