Interlaken y ferrocarriles

Interlaken y los ferrocarriles de la Jungfrau.

Entre los lagos y el cielo hay aquí más de 3.000 metros de altitud y muy pocos kilómetros de distancia. Y es que en el Oberland bernés los paisajes son extremos, tanto en belleza como en medidas. Algo que rápido se descubre en Interlaken donde la vista no sabe si enfocarse en los lagos o en los colosos de piedra que lo rodean.

Interlaken Tourismus sales@interlakentourism.ch www.interlaken.ch

Jungfrau Railways sales@jungfrau.ch www.jungfrau.ch

Jungfraujoch. ¡Bienvenidos al techo de Europa! El ascenso en tren a Jungfraujoch, la estación de ferrocarril más alta de Europa (3.454 m) es un viaje espectacular. Desde el Kleine Scheidegg, el tren de cremallera sube durante todo el año el empinado túnel hasta el Jungfraujoch con el mirador Sphinx.

Thun. Este lago con nombre de ciudad (o viceversa) fascina por desvelar un tesoro en cada milla de navegación. Sobre el agua, fascinan los barcos de vapor como el Blümlisalp o los veleros que acompañan la travesía. En tierra, conocer la fortaleza y callejuelas de Thun y coronar el precioso castillo de Spiez.

Grindelwald First. Adrenalina pura. Esto es lo que espera en esta especie de campo base para las emociones fuertes donde las vistas al monte Eiger y al lago Bachalpsee son el telón de fondo para aventuras como First Flieger, una tirolina que alcanza los 84 km/h o First Cliff Walk by Tissot, un sendero al borde del acantilado que es vértigo puro.

Lago de Brienz. Al este de Interlaken se extiende este lago capaz de reblandecer al más rudo. ¿Cómo? Pues con callejones idílicos como el Bruhngasse en Brienz o con los escenarios montañosos del museo al aire libre de Ballenberg. Eso sí, aquí las emociones también proliferan cuesta arriba con el Brienzer Rothorn, un ferrocarril histórico que sube hasta los 2350 metros.