
4 minute read
Alguna duda?
Aterrizando en Suiza
Semanalmente, sus comodísimos aeropuertos internacionales reciben más de 220 vuelos desde las principales urbes españolas operados por compañías como SWISS, Vueling, Iberia, EasyJet y Air Europa. Más sencillo, imposible.
Moverse en coche
Suiza cuenta con un impuesto anual para todos aquellos vehículos de motor que circulen por las autopistas del país. La llamada «viñeta» es una pegatina que se puede adquirir fácilmente en las fronteras y gasolineras y su coste es de 40 francos suizos. Es válida desde el 1 de diciembre del año anterior hasta el 31 de enero del año siguiente.
Documentación
Suiza forma parte del acuerdo Schengen lo que significa que solo se necesita tener en vigor el DNI español para poder salir de sus aeropuertos o cruzar la frontera. Es tan cómodo entrar o salir del país que, en ocasiones, solo una señal o una aduana silenciosa notifican el límite. Además, la tarjeta sanitaria europea también es válida.
Moneda
Suiza tiene una moneda oficial, el franco suizo (CHF), pero gran parte de los establecimientos turísticos permiten el pago en Euros y/o aceptan la mayoría de las tarjetas de crédito. Esto significa que, en muchas ocasiones, no haga falta ni siquiera cambiar de divisa. Además, la mayoría de las localidades del país cuentan con cajeros automáticos muy fáciles de utilizar.
Comer y beber
En Suiza hay restaurantes para todo tipo de presupuestos. Muchos de ellos ofrecen un menú del día a buen precio así como vinos por copas, más baratos que la botella entera. Por otro lado, los supermercados Migros y Coop cuentan con un área de restauración con unos precios imbatibles.
Clima
Suiza tiene un clima agradable con pocas oscilaciones térmicas. En verano, la temperatura se mantiene entre los 18º y los 28º C, en invierno varía entre los 2º y los 7º C mientras que en primavera y otoño se mueve entre los 8º y los 15º C. Eso sí, cuanto mayor es la altitud del destino, más bajas son las temperaturas. Por eso coviene meter en la maleta un jersey abrigado, zapatillas con buena suela, crema solar, paraguas y una chaqueta campera o anorak en los meses más fríos y lluviosos.
Idioma
Suiza es un país políglota. De hecho, pese a su tamaño, tiene cuatro lenguas oficiales cuya predominancia depende de cada cantón y región: alemán, francés, italiano y romanche. Eso sí, el inglés es un idioma que habla la mayoría de la población y más aún en las zonas turísticas.
Horarios del día a día
Suiza palpita al ritmo de la rutina centroeuropea, con restaurantes que sirven las comidas entre las 12:00 y las 13:30 y las cenas de 18:30 a 20:00. No obstante, en muchas zonas turísticas, el horario nocturno se amplía hasta las 23:00. En cuanto a los comercios, suelen abrir a las 8:00 y cerrar sobre las 19:00.
Ciudades Boutique – La Suiza más urbana.

Zentrum Paul Klee, Berna, © Stephan Schacher

Escher-Wyss
Platz, Zúrich, © André Meier

En ningún país como en Suiza se pueden encontrar tantas urbes preciosas y vibrantes en tan poco espacio. Todas ellas con su patrimonio, sus encantos contemporáneos y con una asombrosa relación con la naturaleza.
De la cumbre al teatro
La ubicación de estas urbes y su red de transportes permiten a cualquier viajero disfrutar de un día mixto de naturaleza y cultura. Es decir, que puede pasar la mañana entre cumbres, comer en un restaurante con vistas panorámicas, disfrutar por la tarde de un museo y rematar la jornada yendo a la ópera. Más completo, imposible.
Verde urbano
Aquí la naturaleza no se circunscribe al entorno. Y es que no hay ninguna ciudad en Suiza que no cuente con un río repleto de puentes o con un lago con una rivera entretenida. Todo ello se complementa con parques y arboledas bellas y exuberantes y con decenas de fuentes que, más que un punto de abastecimiento, son un monumento.
Mucho arte
Las ciudades helvéticas suman un total de ¡1111 museos! Para todo tipo de gustos. Eso sí, el arte no solo se muestra bajo techo. Tanto en la calle como en los edificios públicos hay numerosas obras de arquitectos, diseñadores y escultores famosos que se fusionan en el día a día creando un ADN 100% cultural.
Amor a (poca) distancia
Todos estos encantos se disfrutan en ciudades de tamaño «boutique» muy próximas las unas de las otras. Esta circunstancia, unida a las perfectas conexiones de trenes, permite trazar infinidad de itinerarios de estación en estación. Y es que la singularidad de cada urbe hace que tenga un carácter y unos encantos propios.