La tecnología SCADA permite tratar con estaciones remotas, de manera que no sea necesario tener operadores en esos lugares. Estos se encuentran en estaciones centrales y mediante SCADA se pueden hacer ajustes en los controladores locales. Ejemplos del uso que se le puede dar a este tipo de técnicas serían: poder abrir o cerrar válvulas, monitorear el estado de las alarmas y de los interruptores de seguridad, conseguir información de las variables del proceso.
Un sistema SCADA se puede utilizar como solución para el espinoso problema que se da cuando hay una distancia muy grande, del orden de kilómetros entre puntos. La Supervisión Control y Adquisición de Datos facilita los programas necesarios para controlar todo a distancia, de manera que ofrece la posibilidad de poder controlar todos los puntos sin la necesidad de realizar una visita y evitando el alto coste que esto puede tener. Es por este motivo que contar con una buena formación en SCADA es necesario para sacarle el máximo provecho y rendimiento.