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Elisabeth Ra auf
La psicóloga Elisabeth Ra auf quien trabaja como consejera y terapeuta de adolescentes y familias en Colonia, Alemania, entrega algunos consejos para que la reunión de la familia en torno a la mesa no sea solo una imagen de película sino una realidad en nuestros hogares:
¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LAS COMIDAS EN CONJUNTO?
Elisabeth Raffauf: Los miembros de la familia se reúnen y se miran a los ojos. En el mejor de los casos, hay calma y cada uno se entera de algo que le pasa al otro. Se trata de tener más que una comida. Se relaciona con el disfrute y el cariño.
No por nada se dice que el amor pasa por el estómago. También se trata de ser atendido y de pasar un tiempo compartiendo de manera distendida o incluso a veces no relajada. Se trata de ser visto. Todo eso sucede durante una comida compartida.
¿SE HA PERDIDO ESTO HOY EN DÍA?
Elisabeth Raffauf: Es lo que reportan muchas familias por diferentes motivos. Cada uno se pone a hacer algo mientras está en la mesa. Con los horarios flexibles de trabajo, uno tampoco está disponible en casa a toda hora. A veces hay que comer rápido, porque hay una cita, o los chicos se retiran con la comida a sus habitaciones.
Por eso resulta muy importante preguntarse: ¿a qué se debe esto, en realidad?, ¿qué nos impide reunirnos una vez al día y disfrutar? Junto a las razones citadas, también puede haber otros motivos completamente distintos.
¿CÓMO, POR EJEMPLO?
Elisabeth Raffauf: Cuando uno pregunta específicamente al respecto, surgen a veces razones muy interesantes. Los niños dicen "Cuando comemos juntos, siempre hay quejas: que la comida no está lo suficientemente caliente o cual es la razón por la que alguien no está comiendo esto o aquello... ¡es molesto!".
O también comentan: "¡Comer aquí en casa es como un interrogatorio! Te preguntan cómo te fue en el colegio o si ya te devolvieron el trabajo de matemáticas... no se puede comer tranquilo".
Los padres que prepararon la comida pueden sentirse frustrados porque hicieron un esfuerzo y nadie acude cuando llaman a comer. Y entonces pasan resignadamente a no cocinar nada.

¿ENTONCES, SIGUE VALIENDO LA PENA INSISTIR EN COMPARTIR UNA COMIDA EN FAMILIA?
Elisabeth Raffauf: Absolutamente. Las familias deberían reunirse como mínimo una vez al día y de manera distendida. Para tener algo en común y contar con un espacio para el intercambio. Esto es un momento de pausa para todos, incluso para aquellos que inicialmente protestan.
Los padres pueden dejarle en claro a los hijos lo importancia que tiene el que tengan un momento en común y que no se alimente cada uno por separado en su cuarto.
Entonces, cuando los niños protestan, se les puede preguntar: ¿por qué? Y, luego debería abordarse: ¿qué es lo que necesita cada uno para que puedan comer juntos?, ¿qué puede aportar cada uno para que esto ocurra y funcione bien?
¿ESTO TIENE QUE SER A DIARIO O ALCANZA CON QUE SE CONCRETE DURANTE EL FIN DE SEMANA?
Elisabeth Raffauf: Eso naturalmente depende de cómo se lo quiera organizar. Pienso que una vez al día está muy bien y uno debería intentar conseguirlo.
Pero no solamente conseguirlo, sino también dejar absolutamente en claro por qué es tan importante. Y, cuando parece que esto no va a funcionar, entonces en primer lugar hay que analizar las razones por las que esto es así y si se pueden fijar otras prioridades.
Los padres también tienen que preguntarse con sinceridad: ¿acaso comer juntos es una molestia para mí porque siempre es muy difícil o porque todo el mundo se queja?

Esto nos lleva de nuevo a las razones. La pregunta también es: si no comemos juntos, ¿cómo funciona? ¿Ya nadie cocina, y cada uno se hace su propia comida y come por su cuenta? ¿Y qué opina cada uno de los miembros de la familia sobre esto? ¿Cómo se siente con ello?

Pero, cuando ya no funciona implementar la comida diaria en común, entonces hay que ver qué se puede hacer. Tal vez esta pueda tener lugar solo algunas noches y se comparten tiempos en familia para otros momentos.
¿QUÉ LES RECOMIENDA A LOS PADRES CUANDO
LOS ADOLESCENTES DESGANADOS NO TIENEN GANAS DE UNA COMIDA EN FAMILIA?
Elisabeth Raffauf: Debemos dejar en claro que debemos comer juntos, preguntar lo que exactamente les molesta y dialogar acerca de qué puede modificarse.
Como padre o madre, es importante conocer la importancia de compartir la comida, esto conlleva un mensaje positivo para sus hijos. Con ello se demuestra que para los padres es importante comunicar a los hijos la importancia de reunirnos y así demostrarles la importancia que ellos tienen para nosotros.
Incluso cuando los jóvenes se quejan, este mensaje termina llegándoles. Conocer esto nos fortalece más como padres.
Con información de Dpa
Con Salsa De Yogurt Y Eneldo
Durante la época de verano, el calor nos invita a consumir platos ligeros y muy frescos para mitigar las altas temperaturas: carnes en frío, ensaladas de pasta o patatas, verduras, vegetales o pescados son alimentos muy populares durante la temporada veraniega.
Su gran ventaja es que estos platos pueden ser preparados con antelación, algo que nos dará más tiempo libre para disfrutar de un día de campo o de un buen chapuzón.

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