SOMOS Fall 2019

Page 22

Cronica de una Mujer Boricua en el Verano del 2019 Marysol Fernandez

Desde afuera no se sentía. O sí se sentía, pero lo que se sentía era la ausencia. Una ausencia persistente que penetraba mi espacio y me ahogaba con las lágrimas de un pueblo entero. Sus voces, las voces de mis vecinos, de mis compañeros, de mis hermanos y hermanas, me llamaban y yo, atascada en un pueblo que no era mío, mirando desde afuera. Se sentía la ausencia pero no se sentía todo lo demás. O sí sentía, pero no así. Pasaje comprado. Vuelo abordado. A mi isla he llegado. Puedo respirar. Con cada inhalación, emociones me ocupan, me abruman, me sostienen. El calor me recibe con un abrazo de familia y me siento a salvo. Los adoquines azules y desnivelados en mi Viejo San Juan son el suelo más seguro que caminan mis piernas. No me puedo imaginar estas mismas calles inundadas por el mar de gente que llegó y ocupó hace unos días. Que triste que no me lo puedo imaginar. Más lleno que en las calles de San Sebastián, me dicen. Que triste que no me lo puedo imaginar. Escuchamos a Bad Bunny hablar sobre la resistencia, me dicen. Que triste que no me lo puedo imaginar. Me encuentro con vecinos, amigos de mis padres, conocidos de toda la vida. Cada uno me pregunta si voy mañana y si me llevo a mi hermano. Pues claro, contesto. Muy bien, afirman, y siguen a preguntarle al próximo conocido o desconocido. Así fue que le llegó tanta gente ese 25 de julio. El pueblo se puso a hablar y a insistir. Eso es comunidad. Llegamos a las 8 de la mañana, tempranito. Tantas caras familiares. Los “usual suspects” como dicen mis padres, los que le llegan a las protestas de tres gatos, las protestas que conocíamos. Pero esta vez no éramos tres gatos. Tantas caras desconocidas. Nos mirábamos a los ojos, nos reconocíamos, nos sonreímos, y nos agradecíamos por estar ahí el uno por el otro. Por todos. Esperamos, sentados bajo el sol ardiente, para que empezara nuestro movimiento. Anticipación. Sudor. Emoción. El Boricua lo conocía todo muy bien. Finalmente, empezamos a caminar. Respiro un poco más profundo ahora, como si el cuerpo hubiera estado esperando este momento. La música, las voces, y la ciudad crearon un retumbo que se escuchaba a través de los miles de cuerpos. Pero sin embargo, yo siento un silencio interno. Es que hoy esa voz dentro de mí que siempre está pensando en lo próximo está silenciada. Ahora mismo estoy aquí y estoy aquí solamente. Estoy aquí, yo sola, con mi hermano, con mi pueblo, y con mi cartel: 20


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.