Año 3 - Nº6 - Diciembre 2006
L
as tierras argentinas siempre fueron un bocado apetecido por voraces intereses extranjeros. Un informe de la Subsecretaría de Tierras y Hábitat Social señala que “las enormes extensiones de tierra en manos de extranjeros son una de las secuelas de la década menemista. Inversores extranjeros entraron por la ventana para quedarse con tierras sin títulos de propiedad, en muchas oportunidades con meros actos posesorios, legitimados por autoridades locales.” El sur argentino es una región que atrae como un imán las apetencias territoriales de adinerados empresarios: el magnate estadounidense Douglas Tompkins posee 100 mil hectáreas en Santa Cruz; el italiano Luciano Benetton, detenta alrededor de 1,8 millones de hectáreas en la Patagonia; y Ted Turner, cerca de 50 mil hectáreas.