Libro MicroRelatos Sol Cultural 2014

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Esta publicación recoge los textos ganadores, finalistas y seleccionados del VII Concurso de MicroRelatos organizado por Sol Cultural. Todos los relatos están basados en la santanderina calle del Sol o bien en las imágenes premiadas del XII Concurso de Fotografía que organiza la misma asociación, requisito necesario para admitir unos relatos nunca superiores a las 150 palabras de extensión. En las páginas centrales se recogen las imágenes galardonadas en dicho certamen fotográfico de 2014.


EL BIG BANG Francisco Salvador Badía Castellón ¡Uf ! ¡Qué bloqueo, mon Dieu!

[ Primer Premio ]

dijo Dios para sus adentros.

Y a continuación se voló la tapa de los sesos.

04 — MicroRelatos 2014


EN LA LUNA Reyes Lliberós Monfort Castellón

[ Segundo Premio ]

Cher ami, Al final del camino, Bajo las estrellas, La soledad tiene un Color azul Oscuro Casi Negro, El cielo gira 20 centímetros y, en La noche de Los girasoles ciegos, El viento y Los 2 lados de la cama, Alzados del suelo, tararean que el Amor es idiota y yo soy Una mujer invisible. No tengo miedo. La semana que viene (sin falta) me compraré La máquina de bailar y pensaré en Cosas que hacen que la vida valga la pena. Deseo Sólo un beso y Volver a Utopía, porque En la ciudad sin límites Un día sin fin se convierte en Un año en la luna. Bienvenido a casa. Aunque estés lejos, Mi casa es tu casa. Tuya siempre, Caótica Ana.

MicroRelatos 2014 — 05


ESPÍRITUS DE HAYA VIRGEN Elvira Martín López Santander La madera fue vestida con luces, chatarreras, sedas, abalorios y mazapán. Antes de eso la rajaron, moldearon, bañaron y barnizaron. La escupieron acrílicos, intoxicaron sus anillos y sus vetas, la maquillaron con oro y le ensartaron joyas. Al final, cubierta la cima con un manto, quisieron hacernos pensar que ahora era mucho más virgen.

06 — MicroRelatos 2014

[ Tercer Premio ]


[ Seleccionado ]

COMO UN ÁNGEL Kalton Harold Bruhl Honduras El alba la descubre con los ojos abiertos. La emoción no le ha permitido dormir. Repasa en su mente, una a una, las respuestas que tendrá que dar y contiene la respiración con una sonrisa, al imaginarse, sentada en la banca de la iglesia con su vestido nuevo. Se viste despacio, mientras susurra una oración. Tiempo después, aguarda impaciente, junto al altar de la Virgen. Ella se imagina hermosa, vestida de blanco, como un pequeño ángel a sus nueve años. El sacerdote entra y le sonríe. Él no puede ver a la niña, solo a la anciana que extravió su camino entre la bruma del tiempo. Nunca puede pedirle que se marche a casa, así que le entrega la misma vela de todos los días e inicia, nuevamente, la misa de la primera comunión.

MicroRelatos 2014 — 07


WICIDIO Soraya Geijo Uribe Valladolid Mire doctor, créame que solo fue un accidente. Verá, es que las tradicionales riñas por las lindes se han transformado en una batalla por la antena más potente y como en mi pueblo el alcalde iba rezagado, pues no me quedó más remedio que llegar hasta el límite de la comarca. La señal era cada vez más débil, así que fui siguiendo la vereda y cuando por fin conseguí entrar en mi facebook, me dio tanta alegría que, sin darme cuenta, me caí al mar. Eso fue lo que pasó. ¿Verdad qué me va a dejar salir de Cueto pronto? ¿Y es usted alérgico a algún medicamento?

08 — MicroRelatos 2014

[ Seleccionado ]


[ Seleccionado ]

LO DE TODAS LAS NOCHES Vicente Gutiérrez Escudero Santander Acaba de entrar en el portal. Antes de subir hacia su piso, se detiene, se gira y contempla desde allí lo de todas las noches: la calle interminable; el rostro de ella despidiéndose de él definitivamente; después, su cuerpo alejándose, empequeñeciéndose cada vez más hasta desaparecer en el viento de la noche. Cree oler de nuevo el perfume que ella dejó allí. Incluso cree apreciar, muy a lo lejos, de nuevo, el leve resplandor de una promesa de retorno. Ese es el rito personal al que se agarra cada noche. Hace ya varias horas que cerraron el último bar. Los operarios de la limpieza del ayuntamiento aún tardarán dos horas en pasar con sus mangueras, para limpiarlo todo. Él lo sabe. Tras unos instantes de silencio inicia, solo, el ascenso hacia su casa. Y todavía, sus vecinos, se preguntan quién deja abierta por las noches la puerta del portal.

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AVIONETAS Rafael Fuentes Pardo Madrid Iba pensando en esas cosas que creemos perder durante nuestras vidas, cuando empezó a llover. Aproveché un portal abierto para refugiarme. ¿Tiene un euro? Me giré sorprendido, era un vagabundo. ¿Para? Para una cosa que creen perder algunos hombres durante su vida. ¿Cuál de ellas? pregunté ¿El trabajo con futuro, el descapotable, o los diez minutos chupando cámara en un plató? Hay algo más. ¿Cómo? Como conducir el descapotable con una sola mano después de abollarlo, o procurar pensar en avionetas antes de irse a la cama para que la envidia se transforme en algo leve e inconcreto. Parecía razonable. Le di veinte euros. También le pregunté qué habría hecho durante diez minutos en un plató de televisión. Incendiarlo; con su billete tendré gasolina suficiente. Se marchó. Con todo lo que necesitaba en uno de sus bolsillos, como solo pueden hacerlo algunas personas a lo largo de su vida.

10 — MicroRelatos 2014

[ Seleccionado ]


[ Seleccionado ]

MAL DÍA Román Ignacio Ksybala Buenos Aires, Argentina La televisión informó que mis acciones bajaban catastróficamente. Me distraje, tropecé desintegrando mi pie derecho, y en el proceso derramé café sobre la camisa. Comprendí que era tarde y salí corriendo. Un clavo que sobresalía del marco de la puerta me desgarró el pantalón. Valentina me miró desaprobando. Mi propio perro me ladró con odio. Justo cuando atravesaba mi calle favorita, la Calle del Sol, el pie lastimado me hizo chocar. El otro conductor se indignó por mi torpeza y me molió a palos. En suma, otra vez llegué tarde a la oficina. Me notificaron amablemente que estaba despedido. Abatido, con la cara a la miseria y el auto deshecho, regresé a refugiarme en el cariño de Valentina. En su lugar encontré una seca nota de adiós. En este momento me estoy gatillando contra la sien, y de alguna manera no me sorprende que el revólver no dispare.

‘Calle del Sol’

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BURBUJA INMOBILIARIA Begoña Silva Calle Vitoria ¡Oiga, abuelo, despierte! ¿No sabe que no se puede dormir en los cajeros automáticos? Discúlpeme, hace una noche muy fría. Yo le disculpo lo que quiera, pero le voy a poner 100 euros de multa. ¡Pero si no tengo dinero! Entonces 200 euros, por protestar. ¿Es que no tiene casa? Me la embargó el banco. Avalé al hijo para que se comprara la suya y… ¡Lo típico! El hijo no pudo pagarlo. ¡Le pongo otra multa por tonto! Está en el paro, trabajaba en la construcción. ¡Y no tiene otro sitio donde quedarse, imagino! Tenía una casita en el campo pero me la expropió el ayuntamiento por dos perras para hacer viviendas de lujo. ¡JA, JA JA! ¡JA JA! Con esta obra de teatro vamos a triunfar en la comilona de la junta de accionistas del banco. ¡Hoy paga el ayuntamiento!

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[ Seleccionado ]


[ Finalista ]

EL DESAHUCIO ORIGINAL Rosa Ayesa Arriola Liendo, Cantabria Sí jefe, según lo acordado, regresé al cielo después de hablar con Adán. La historia que me contó de manzanas y serpientes, aunque original, no había dios que se la creyese: podía entender que tratase de encubrir a Eva, que, la verdad sea dicha, está muy buena; pero que me tomase por imbécil, eso sí que no. Les di 48 horas para que desalojasen el Jardín del Edén antes de proceder al embargo. El problema es hoy, al llegar a ejecutar la orden celestial, me he encontrado, en las mismísimas puertas del paraíso, a la serpiente enroscada a un árbol muy extraño impidiéndome el paso, y a un grupo de chimpancés que parece ser que son de una plataforma anti-desahucios, y que dicen que Eva y Adán de ahí no se mueven. ¿Qué hacemos ahora con ellos, jefe?

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POR SI ACASO Susana Revuelta Sagastizábal Santander Antes de cerrar la bolsa de la basura, te aseguras de no haber olvidado nada. Deslizas los dedos sobre el mantel de cuadros grises y blancos del comedor sin encontrar las migas de sus insultos. Los azulejos de la cocina relucen después de frotar la humillación y enjuagar sus amenazas. Tampoco quedan señales de portazos en el pasillo, ni una lágrima en tu almohada. Abatida, contemplas los añicos en que se convirtió el marco con la fotografía de tu boda, y comprendes que tenías que haber limpiado toda esa porquería mucho antes de que él te abandonara. Sales de casa arrastrando los pies por el camino de grava y depositas lentamente la bolsa dentro del contenedor. Con un suspiro que no es de alivio, porque sigue esa presión en tu pecho, regresas sobre tus pasos al zaguán. Y dejas la puerta entreabierta. Por si decide volver. Por si acaso.

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[ Seleccionado ]


[ Finalista ]

TELETIENDA Agustín Martínez Valderrama Gavá, Barcelona El kit Desahucio incluía: nota, soga, taburete… Y una botella de anís, obsequio de cortesía para las cien primeras llamadas.

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TÚ, YO Y LA CÁMARA Ana María Martín Belver Gijón Oye, Virgencita, que nos van a hacer una foto. Procura no cambiar de postura cuando dispare la cámara, que así estás muy bien y terminamos rápido. Pues dice que hemos salido muy naturales. Entre tú y yo, hasta las flores han quedado como de invernadero. Seguro que no pasamos desapercibidas.

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[ Seleccionado ]


CIEGA Mª Jesús Salvatierra Badajoz

[ Seleccionado ]

Me acurruco en el cuello del abrigo. Qué vida de mierda. Cinco años desde que comencé en la fábrica y aún en el turno de noche. Será por unos meses, prometieron. Pero a ver quién es la guapa que protesta. Yo no le he insistido al jefe, ni dije a los compañeros que nos turnáramos. Tampoco me afilié al sindicato, y eso que ayer tuve la ocasión de hablarlo con Pablo mientras esperábamos para la revisión médica. Pero me olvidé, también olvidé decirle que quiero participar en la porra de fútbol. No sé que tengo en la cabeza cuando veo a este chico. Me dijeron que soy miope, “Ni sueñes con que las luces tienen forma de estrella. Son circulares, joven”. Y yo creía que el camino estaba lleno de luceros. Maldita revisión. No pienso ponerme gafas.

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LLAVES DEL PARAISO Lourdes Aso Torralba Jaca, Huesca El psiquiatra quiere saber qué veo en la imagen, aparte de un muro publicitario abandonado. Le preocupa mi cordura. Le digo que niños jugando a la pelota, otros compitiendo por mear más alto, fisgando a través de un agujero a las jovencitas del otro lado. Veo a grafiteros estampando sus consignas de protesta. También veo el muro de Berlín por eso de la vergüenza de hipotecas, embargos y fila de Cáritas para comer . Insiste en que me esfuerce más y le digo que allí no está el muro que planté en su día, sino la montaña de arena en la que se ha convertido el proyecto especulación incluida . Antes de irme le dejo mi despedida: “Desde arriba se disfruta de las mejores vistas y la caída libre me lleva directo al paraíso. No estoy chiflado. La cabeza me funciona a la perfección. Voy a festejar la entrega de llaves”.

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[ Seleccionado ]


[ Seleccionado ]

SIN TÍTULO Begoña Silva Calle Vitoria Reparó en el cartel que había aparecido por toda la ciudad. “Hombre de 81 años con Alzheimer desaparecido desde hace diez días. Ayúdanos a encontrarlo”, debajo un teléfono, y en el centro su fotografía. Aunque apenas podía reconocerse en ella, sintió un poco de desasosiego. Confiaba en que la gente buscase a alguien con peor aspecto y con aire despistado. ¿Alzheimer? ¡De dónde se habrían sacado eso! Largarse de la residencia había sido pan comido, y su familia no le iba a echar de menos, pero lo de los carteles no se lo esperaba. Necesitaba un cambio de aspecto, dejarse barba, usar lentillas, teñirse. Tenía que pensar en ello. Se había alquilado un piso en la Calle del Sol, y allí se sentía a gusto, pensaba comenzar una nueva vida en ella. Tal vez un cambio de sexo le vendría bien.

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EN SOLEDAD Milagros Fernández Peña Valencia ¿Lo ves? Te lo dije, viene todas las tardes desde el temporal de enero. Se queda ahí, de pie, mirando al infinito. Yo creo que perdió a alguien en el mar. Un hijo, un hermano. No, no. A mí lo que me parece es que lanzó un mensaje de amor dentro de una botella y vive esperando una respuesta. ¡Qué romántico! ¡Agáchate, que nos va a ver! Cosme exhaló una última bocanada de humo y enfiló el camino de piedra de vuelta a casa. Vio dos cabecitas intentando esconderse detrás de una roca. Con resignación murmuró: Espero que no vayan con el cuento por el pueblo. Si se entera mi mujer me mata. ¡A qué mala hora le prometí en Nochevieja que este año dejaba de fumar!

20 — MicroRelatos 2014

[ Seleccionado ]


XII CONCURSO DE FOTOGRAFÍA CALLE DEL SOL

El Concurso de MicroRelatos, cuyos textos ganadores, finalistas y seleccionados en la edición de 2014, componen esta publicación, interactúa con otro certamen organizado por Sol Cultural, el de Fotografía. A continuación, las imágenes premiadas del concurso de ese mismo año en sus categorías: “Calle del Sol”, “Tema Libre” y “El viento y el mar”.


BUENAS NOCHES

María Jesús Martín Belver [ Primer Premio Calle del Sol ]

22 — Fotografía 2014


SOL NUMBER ONE

Alberto Lacalle García [ Segundo Premio Calle del Sol ] Fotografía 2014 — 23


SINFOROSA Y LA VIRGEN DE LA ESTRELLA

Xavier Ferrer Chust [ Primer Premio Tema Libre ] 24 — Fotografía 2014


BURBUJA INMOBILIARIA

Juan Manuel Maroto Romo [ Segundo Premio Tema Libre ] Fotografía 2014 — 25


EN LA SOLEDAD

Miquel Planells Saurina [ Premio Viento y Mar ] 26 — Fotografía 2014


[ Finalista ]

HECHO ACONTECIDO EN LA CALLE DEL SOL Gabriela Trupia Buenos Aires, Argentina Según consta en la causa, Sinforosa relató haber encontrado a la llamada “virgen de la Estrella” llorando en un rincón de la iglesia de la Calle del Sol. La señora, devota vecina de la parroquia, ratifica la versión de la joven que alega ser madre de un pequeño, de tez mate, al que no deja solo bajo ningún precepto. Atenta a su discreción, Sinforosa no preguntó por su estado civil. La anciana, portavoz de la vecindad, jura que la madre le confesó que el padre, no conviviente, se llevó al niño sin su permiso valiéndose de su patria potestad. La última imagen de la madre, su hijo y Sinforosa se adjunta a la denuncia iniciada por el párroco. El cura da fe de la alta estima y respeto que los habitantes de Santander tienen con el susodicho aunque declara, decepcionado, que desconoce su paradero en la actualidad.

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SINFOROSA Samuel del Amor Macías Benidorm, Alicante Si el nivel del mar puede elevarse hasta veinte metros a finales de siglo, ¿dónde espero yo a Sinforosa? Desconozco cuál es el tiempo prudencial de espera en una cita. Yo siempre he sido paciente, bien lo sabe mi familia. Todos están ya muertos. ¡Y no fui a ninguno de sus funerales! Pero esta es mi primera cita. Si sube el océano, retrocederé conforme avance, ¡así no moriré ahogado y cuando llegue Sinforosa me podrá ver! No sería muy inteligente permanecer en el mismo sitio si se deshielan los glaciares.¡Y nada presentable ir a cenar con los pantalones mojados! ¿Cuál es el tiempo prudencial de espera en una cita? Llevo ya veintitrés años aguardando a Sinforosa, ¿será lo normal? Mi padre siempre decía que las mujeres nunca son puntuales. No tengo experiencia en estas cosas. Esta humedad está destrozando mis huesos. Espero que no tarde.

28 — MicroRelatos 2014

[ Seleccionado ]


[ Seleccionado ]

EN LA SOLEDAD Gustavo Eduardo Green Argentina Con gran habilidad dobló su oreja derecha en cuatro partes. Acható su nariz empujándola con el dedo índice de su mano. Con paciencia ocultó dentro del ombligo sus partes pudendas. Cruzó las manos sobre el pecho y tomó el hombro izquierdo con la mano derecha y el hombro derecho con la mano izquierda. Plisó su cabeza como un pañuelo. Hundió en su mano los dedos, uno por uno, y en seis partes frunció su brazo derecho. Redujo una de las piernas en sucesivos dobleces hasta llegar al tronco. En un calculado movimiento se asió con la mano de la manija del cajón y contrajo como un fuelle su otra pierna. Sus dedos índice y pulgar jalaron de la oreja izquierda hasta ubicar su humanidad en el lugar pertinente. Finiquitada la operación, el zurdo Rodríguez pudo descansar en el cajón de la mesita de luz de un dormitorio sin cama. MicroRelatos 2014 — 29


BROOKLYN Gerardo García Saguar Puente Arce, Cantabria La mañana del sábado siete de junio de dos mil catorce Jonas F. abandonó su apartamento de Brooklyn en dirección al Starbucks de Montgomery St donde había quedado con Sara C. Echó un vistazo a su smartphone antes de ponerlo en silencio. Algunas parejas se movían deprisa cargadas de bolsas, otras se dirigían al Botanic Garden con niños de la mano. Otros simplemente corrían con los cables de los auriculares golpeándoles el pecho. Ya casi estaba llegando a la cafetería cuando la portada de un viejo libro llamó su atención. Costaba dos con noventa y nueve y era un ejemplar amarillento de Moby Dick que estaba colocado junto a otros en el escaparate de la librería Stilographic. Entró a comprarlo y mientras la cajera le preparaba su cambió reparó en que había una fotografía entre sus páginas. Era una imagen en blanco y negro. En el reverso ponía “Sinforosa y la virgen de la estrella”.

30 — MicroRelatos 2014

[ Finalista ]


[ Seleccionado ]

HORIZONTE ESPERPÉNTICO Eduardo González González Cabezón de la Sal. Cantabria Mira ha llegado otro, es el primero de hoy. Y este parece de los de mitad de la tabla para arriba, mira como viste. Ya, los de ayer eran más, más... Si, más corrientuchos, pantalonzuco vaquero, camisetuca de algodón. Di tú, que ayer todo fueron meditaciones. Ninguno se decidió. A este le veo así, así. Fíjate en su mirada anclada en el horizonte, este parece que tiene algo perdido. Ya. O perdió lo que tenía. Ja, ja, ja, ja. ¡Espera, que se acerca al borde! Uff, este. ¡Se tira, se tira, se tira! ¡aparta que nos cae encima! Cachoffff. Blup, blup, blup, blup, blup, ... blup, ...blup. Uff, va derechito al fondo. ¿Vistes el piedrón que se había amarrado? A este no le encuentran. Ya te digo. Y luego nos dirá el cormorán que ha escuchado a los humanos decir que ya no hay crisis. ¡Bah!, menudo un ave. MicroRelatos 2014 — 31


PATÍBULO María Cristina Martínez Buenos Aires, Argentina Aquella noche llegó con rastros de haber bebido mucho, en el cuerpo y en la ropa. No respondió al “Buenas noches” pronunciado por su vecino. Tampoco cerró la puerta de entrada. La casa estaba sola. El reflejo de la lámpara, semejante a un patíbulo en el cual se bamboleaba un ahorcado, dibujaba arabescos de luces y sombras sobre la pared del patio. El gringo siguió caminando hacia el fondo, mientras volvía a empinar la petaca, quizás para darse coraje. Las voces provenientes de la vivienda contigua habían callado, ni siquiera los grillos se animaban a desafiar el presagio. La brisa cálida seguía agitando suavemente la lámpara del comedor y proyectando su trágica sombra chinesca sobre la pared del patio. El ruido a vidrios rotos de la petaca que acababa de caer al suelo quebró el silencio. Dentro del cuarto, la imagen se hacía carne pendiendo de una soga. 32 — MicroRelatos 2014

[ Seleccionado ]


[ Finalista ]

EFECTO REBOTE José Miguel García Navarro Laredo. Cantabria España, año 2006. Este es el piso. Para entrar a vivir, céntrico, y con todos los servicios sin salir del barrio. Hay mucha gente interesada. ¿Qué les parece? Hombre, no está mal. Aunque es bastante pequeño, da al norte y vistas a un patio interior. Tampoco tiene garaje ni ascensor. ¿Cuánto era el precio? 300.000 euros. Pero señores, este piso en unos años se revalorizará. Está muy bien situado. Es una buena inversión, se lo digo yo que entiendo. Además no tendrán problemas con el banco, les darán el 120% a 50 años. Es lo que hace ahora todo el mundo, háganme caso. España, año 2055. Mamá, papá, vengo a deciros que hoy han pasado el último recibo de la hipoteca. ¡Por fin! Mami, este sitio me da miedo, ¿nos vamos ya? Sí cariño, pero antes ponle estas flores a tus abuelos.

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LA MIRÉ, LA MIRÉ Y LA MIRÉ Rafael Manrique Solana Santander

[ Seleccionado ]

Hoy no sé qué haré. El lunes a las 23:16, tras dos horas de silencio en la barra, supe que si me pedía que me casara con ella, le diría que sí. Martes, miércoles y jueves he vuelto al Rvbicón. A la misma hora, al mismo sitio. Un tipo aburrido o, peor aún, un obsesivo. El día que estaba con… ¿su marido? La miré, la miré y la miré. Con discreción, no en plan psicópata. Ella no. El viernes a las 22:28 sí me miró. Un poco. Creo. ¿Tal vez sonrió? Yo canturreaba mentalmente lo de la espada y la pared. Sí, la canción de Marlango. Hoy sábado me lo tiene que pedir. Seguro. O me vuelvo loco; más loco quiero decir. ¿Y si no? No puedo considerar el convento o la Legión. Tampoco un suicidio por amor. Yo que soy tan postmoderno. Hoy no sé qué haré.

34 — MicroRelatos 2014

‘Calle del Sol’


[ Seleccionado ]

EL FIN DEL MUNDO Plácido Romero Sanjuan Jaén El camino comenzó a estrecharse. Ahora tenía que atravesar un minúsculo puente de piedra. Estaba resbaladizo. Se preguntó quién lo había construido. Antes de seguir, miró hacia atrás. La niebla ocultaba la tierra. Resopló y siguió caminando. Alguien le esperaba en el extremo. Cauteloso, se aproximó al extraño que, despreocupado, le daba la espalda. Ya casi le podía tocar. Se detuvo. Esperó. Has llegado dijo el extraño. El caminante no respondió. Incluso aquí, al fin del mundo, has venido persiguiéndome. El mar rompía contra las rocas. El mar. ¿Tanto es tu rencor? Contempló la ancha espalda. Sentía odio, sí. De repente, trató de empujarle, pero sólo consiguió trastabillarse, estuvo punto de caer al mar. Cuando se puso de pie, advirtió que allí no había nadie más, sólo él.

MicroRelatos 2014 — 35


¡SE VENDEN HILOS... Y SE REGALA CULTURA! Jesús Gutiérrez Diego Santander

[ Seleccionado ]

¡Joder! ¡Joder!, exclamé mirando al exterior desde la mercería La Infantil. Allí, en la acera de enfrente, dos nada disimulados policías de la brigada políticosocial hacían recuento de las personas que entraban en la tienda. Sr. Bonfilio, ahí fuera tenemos dos policías que no nos quitan ojo ¿Y qué? Aquí solo se venden hilos y se regala cultura Bonfilio.

comenté.

contestó el Sr.

Pues, eso le contesté que quizá tirando del hilo pretenden llegar al ovillo. Ya sabe que lo de la cultura, esta gente del Régimen, no lo llevan muy bien. Igual era bueno avisar a Ramón antes de que llegue y se tope de morros con ellos. ¿No le parece? No te preocupes, Diego, que mi hijo sabe muy bien donde comienza la calle del Sol y termina la del Carmen apostilló enigmático el Sr. Bonfilio.

36 — MicroRelatos 2014

‘Calle del Sol’


RITOS Y LEYENDAS. Marta Adán Santander

[ Seleccionado ]

En mi pueblo son tan amigos de los ritos religiosos como de las leyendas negras. Os contaré la de la hija de José el patatero. Era un miércoles de ceniza y ella tenía 10 años. La pobre infeliz le preguntó al cura que si la ceniza que nos ponía era del puro que se fumaba todos los domingos. La respuesta fue tal mamporro, que la criatura vio la luz y salió de la iglesia gritando que esa ceniza era del cuerpo que nos comíamos durante la misa. Llegó a casa en pleno éxtasis de misticismo caníbal y se acercó a la cuna de su hermano recién nacido. La madre llegó justo a tiempo de evitar la tragedia. De la niña no se volvió a saber nunca, pero su hermano todavía vive en el pueblo. Esta foto tan bonita la sacó él, y eso que es manco.

MicroRelatos 2014 — 37


CONTENIDO

MicroRelatos EL BIG BANG ...... EN LA LUNA ...... ESPÍRITU DE HAYA VIRGEN ...... COMO UN ÁNGEL ...... WICIDIO ...... LO DE TODAS LAS NOCHES ...... AVIONETAS ...... MAL DÍA ...... BURBUJA INMOBILIARIA ...... EL DESAHUCIO ORIGINAL ...... POR SI ACASO ...... TELETIENDA ...... TÚ, YO Y LA CÁMARA ...... CIEGA ...... LLAVES DEL PARAÍSO ...... SIN TÍTULO ...... EN LA SOLEDAD ......

04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

...... Francisco Salvador Badía ...... Reyes Lliberós Monfort ...... Elvira Martín López ...... Kalton Harold Bruhl ...... Soraya Geijo Uribe ...... Vicente Gutiérrez Escudero ...... Rafael Fuentes Pardo ...... Román Ignacio Ksybala ...... Begoña Silva Calle ...... Rosa Ayesa Arriola ...... Susana Revuelta Sagastizábal ...... Agustín Martínez Valderrama ...... Ana María Martín Belver ...... Mª Jesús Salvatierra ...... Lourdes Aso Torralba ...... Begoña Silva Calle ...... Milagros Fernández Peña


CONTENIDO

Fotografías Primer Premio Calle del Sol ...... Segundo Premio Calle del Sol ...... Primer Premio Tema Libre ...... Segundo Premio Tema Libre ...... Premio Viento y Mar ......

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...... María Jesús Martín Belver ...... Alberto Lacalle García ...... Xavier Ferrer Chust ...... Juan Manuel Maroto Romo ...... Miquel Planells Saurina

MicroRelatos HECHO ACONTECIDO EN LA CALLE DEL SOL ...... SINFOROSA ...... EN LA SOLEDAD ...... BROOKLYN ...... HORIZONTE ESPERPÉNTICO ...... PATÍBULO ...... EFECTO REBOTE ...... LA MIRÉ, LA MIRÉ Y LA MIRÉ ...... EL FIN DEL MUNDO ...... ¡SE VENDEN HILOS… Y SE REGALA CULTURA! ...... RITOS Y LEYENDAS ......

27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37

...... Gabriela Trupia ...... Samuel del Amor Macías ...... Gustavo Eduardo Green ...... Gerardo García Saguar ...... Eduardo González González ...... María Cristina Martínez ...... José Miguel García Navarro ...... Rafael Manrique Solana ...... Plácido Romero Sanjuan ...... Jesús Gutiérrez Diego ...... Marta Adán


AGRADECIMIENTOS

Sol Cultural quiere mostrar su agradecimiento a todos los que habéis presentado vuestras historias porque sin ellas no tiene sentido el concurso. A la Librería Gil por seguir a nuestro lado apoyando este concurso. A la Fundación Santander Creativa por ayudarnos a seguir. Al trabajo desinteresado del jurado, que un año más ha afrontado la tarea de leer detenidamente todos y cada uno de los 502 relatos de 385 participantes y debatir sobre cada una de las 302 fotografías presentadas. El jurado de MicroRelatos de esta VII edición fueron Alberto Iglesias, Guillermo Balbona y Marta San Miguel. El jurado de Fotografía de esta XII edición fueron Fernando Zamanillo, Paco Roales, Paulo Camblor y Gerardo Bezanilla.




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