Biografía- Tonya Harding

BIOGRAFÍA

LA INCREÍBLE HISTORIA DE TONYA HARDING

Llena de momentos de superación y pasión por el patinaje

Una vida dura y fría como el hielo, una vida que trata de superación, de lucha, perseverancia, pero, sobre todo, de injusticia.

Tonya Maxene Harding es una ex patinadora sobre hielo estadounidense, nació en Portland, Oregón, el 12 de noviembre de 1970 y fue criada por su madre, Lavona Golden.

Tonya fue llevada a su primera clase de patinaje artístico a los tres años y allí descubrió que, en ese mundo podría refugiarse de un hogar con demasiados problemas personales y económicos.

Harding no era una adolescente del común, le gustaba cazar, hacer carreras de aceleración y aprender mecánica automotriz ocasionalmente en compañía de su padre.

La situación económica de la familia era complicada porque Lavona debía mantenerse con un trabajo de camarera, para apoyar la carrera deportiva de su hija, cosía los trajes de patinaje de Tonya porque comprarlos era realmente costoso. Pero, estas situaciones de estrés ocasionaron que su madre respondiera con violencia contra ella, en varias ocasiones abusó de ella física y psicológicamente.

Más que disfrutar de un deporte, Tonya comenzó a trabajar para su madre desde muy chica. Las nociones aprendidas desde muy pequeños pasan a formar parte de nuestra visión del mundo. Así que, ella veía al mundo como un lugar donde la violencia y el abuso eran dadas de forma natural.

Ya entre sus 15 y sus 18 años, entre 1986 y 1989, fue escalando posiciones en los torneos nacionales de patinaje artístico hasta que ganó la competencia Skate América en 1989.

Después de ganar el Skate América, fue considerada una de las mejores deportistas del país norteamericano. Sin embargo, en ocasiones su nivel se vio afectado por sus graves problemas respiratorios, sufrió asma y constantes cuadros gripales. En 1991 recibió una condecoración por su mérito técnico.

A los 19 años se casó con Jeff Gillooly, y al mismo tiempo dejó la secundaria. El matrimonio duró 3 años. En ese tiempo, ella también sufría violencia doméstica.

A pesar de sus premios y medallas ganadas con esfuerzo y talento, había otro obstáculo el cual Tonya debía superar, el ámbito del patinaje artísitico no iba a aceptar fácilmente una figura como la de Harding. Era una joven de clase baja, que había abandonado sus estudios, y patinaba al ritmo de heavy metal, con sus trajes cosidos a mano por ella misma. No encajaba en la imagen de delicada princesa que los jurados del patinaje artístico buscan y premian. Por lo tanto, a diferencia de sus compañeras en competencia, no era patrocinada por nadie.

Esto no le impidió ser campeona de los Estados Unidos en 1991 con el primer 6.0 del evento otorgado a una única patinadora. Ese año, se convirtió en la primera mujer de su país que consiguió un triple Axel. Su carrera comenzó a declinar a partir de aquel punto cúlmine.

En el Mundial de 1991 volvió a completar el triple Axel aunque terminó segunda. En 1992 participó en las olimpiadas de invierno, donde quedó en cuarto lugar, y en el campeonato mundial, donde quedó sexta.

En enero de 1994, Harding se vio envuelta en una controversia cuando su esposo, Jeff Gillooly, planificó un ataque contra su colega olímpica estadounidense, Nancy Kerrigan.

Después de que los Juegos Olímpicos de 1994 terminaran, Harding quedando en el octavo lugar, finalmente fue declarada culpable de obstaculizar la acusación y fue suspendida de por vida por la Asociación de Patinaje Artístico de los Estados Unidos.

Confesó que a pesar de desconocer los planes de su marido para agredir a Kerrigan, si descubrió detalles durante los días posteriores al ataque que le ocultó a la policía. La ex patinadora aseguró que Gillooly amenazó con matarla.

Tras su expulsión en el patinaje, Harding intentó seguir vinculada a otros deportes, además de la lucha libre. En 2002 se convirtió en boxeadora profesional, y su carrera consistió en 3 victorias y 3 derrotas.

Tiempo después fue soldadora, pintora en una empresa metalera y empleada de ventas de hardware en Sears y reside en el estado de Washington. Además de su primer matrimonio, tuvo otros dos, Michael Smith (1995-1996) y Joseph Jens Price (m. 2010), con este último tuvo a su único hijo, Gordon Price.

Su vida ha sido objeto de numerosas películas, libros y estudios académicos. En 2018 se estrenó una película biográfica nominada al Óscar, I, Tonya; la cual ha sacado jugo del tema a través de un biopic lleno de frescura y dinamismo, descubre los aspectos más desconocidos de una joven que acabó por ser recordada como la ‘villana’ del patinaje cuando en realidad fue más bien una mártir curtida en las peores circunstancias vitales.

En una aparición en el show de Ellen De Generes en febrero de 2018, declaró que sigue patinando tres veces por semana. Hoy en día se puede decir que ha encontrado su final feliz.

La vida de Tonya Harding, definitivamente es signo de resiliencia, sufrió, perdió, y finalmente ganó, pueden verla como la villana o la víctima, pero lo que nunca se puso en duda, es su talento y pasión por el patinaje, nunca lo abandonó, y sinceramente pienso que eso la mantuvo con vida.