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LaGarantíacomopuente ymotorparalainclusión financiera
El Banco Mundial define la Inclusión Financiera como el acceso que tienen las personas y las empresas a diversos productos y servicios financieros útiles y asequibles, que atienden sus necesidades de transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguro, que se prestan de manera responsable y sostenible. A la vez considera que la inclusión financiera es un elemento facilitador clave para reducir la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida
Tener acceso a una cuenta para realizar transacciones es un primer paso hacia la inclusión financiera, ya que esta sirve como vía de acceso a otros servicios financieros facilitando la vida diaria, ayudando a las familias y las empresas a planificar desde objetivos a largo plazo hasta emergencias inesperadas Siendo titular de una cuenta, es más probable que las personas utilicen otros servicios financieros, como el crédito para iniciar y/o ampliar un negocio, invertir en educación o salud, lo que puede mejorar la calidad general de sus vidas
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Las investigaciones indican que los países donde se han registrado los mayores avances hacia la inclusión financiera son los que adoptan un enfoque estratégico y elaboran estrategias nacionales reuniendo a diferentes actores como ser: los entes reguladores financieros, las empresas de telecomunicaciones, los órganos que regulan la competencia y los ministerios de educación.
El análisis y Ranking global del BIS (Bank for International Settlements) concluyen que el grado de inclusión financiera está determinado por la maximización del uso y el acceso a servicios formales, así como por la minimización de los obstáculos que generan exclusión involuntaria, por lo tanto, es esencial a la solución estructural de la problemática que se incluya información de las personas excluidas del sistema financiero. Esto permitirá revelar una panorámica integral hasta donde debe extenderse la inclusión del sistema
Las Sociedades de Garantías nacieron en Francia, como una respuesta a la necesidad de acceso a financiación de las Pymes después de la segunda guerra mundial, ya que ha mediados del siglo XX se tuvo la necesidad de reforzar o respaldar las actividades productivas en países como Japón, países que también impulsaron fuertemente este tipo de herramientas
Los sistemas y Sociedades de Garantías existen en más de 100 países alrededor del mundo y con la globalización se expandieron a nivel mundial como parte de las políticas públicas de promoción a las MIPYMES, con diversos modelos formando parte de los gobiernos, entidades financieras y empresarios, los cuales a su vez se clasifican en: Fondos de Garantías, Programas de Garantías y Sociedades de Garantías (Estudio BID 2020). Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la mayor limitación de las MIPYMES para su formalización es la falta de oportunidades en el acceso a financiamientos, asociados principalmente a la falta de garantías, además de costos operativos mayores para préstamos pequeños, sistemas financieros poco desarrollados, la percepción de alto riesgo en las MiPymes, requisitos de colaterales y asimetrías de la información.
Es por ello que para las instituciones financieras la garantía tiene un “valor” estratégico incuestionable. Asimismo, son un bien escaso, especialmente aquellas mejor calificadas ponderadas, hecho que resulta trascendente para que las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) puedan acceder al financiamiento y como consecuencia de la escasez de garantías, el acceso al crédito es más restrictivo
Por otra parte, la escasez de garantías produce imperfecciones en el financiamiento empresarial, dificultando el acceso y empeorando las condiciones de tipo de interés y plazo para las entidades. En definitiva, la garantía, que es un instrumento destinado a dar cobertura y mitigar el riesgo moral, se convierte en un criterio de selección. Esta situación produce efectos no deseados: por un lado, la MIPYME es una importante generadora de empleo y de riqueza; y por otro, las mismas reglas del sistema financiero las discriminan con respecto a otras estructuras empresariales, e incluso territoriales (Pablo Pombo 2008)
La industria de las Garantías es hoy una realidad mundialmente reconocida y en Honduras, el Sistema de Garantía ha demostrado ser un instrumento eficaz y eficiente y tiene un papel clave en el acceso al crédito en favor de las MIPYMES y Sectores Productivos.

La Sociedad Administradora de Fondos de Garantía CONFIANZA SA-FGR en sus 8 años de gestión ha generado impactos en materia de acceso al crédito logrando que los Intermediarios Financieros incorporen el instrumento financiero dentro de sus políticas crediticias, movilizando de forma histórica al cierre del año 2022 más de 15 mil millones de lempiras en créditos respaldados con la garantía, con impacto del 47% emitidas a mujeres el 41% a jóvenes y mas del 20% emitidas en los Departamentos de mayor pobreza.
Es así que la inclusión financiera y el sistema de garantías tienen una estrecha relación, la experiencia contracíclica de la pandemia fortaleció el esquema y lo preparó para respaldar segmentos tradicionalmente excluidos del crédito. Así, la colaboración entre Gobiernos, Agencias Multilaterales y Sector financiero y las instituciones responsables del esquema de garantías se vuelve crucial, diseñando estrategias de sostenibilidad, transformación digital e innovación.
Matthew Gamser CEO del Forum Finance SME,