mandan y, abajo, en la base de la pirámide, están los que son los mas importantes: la gente, los ciudadanos. Reconozco que ésta no es una idea nueva, pero sí una idea fresca para comenzar a cambiar nuestra concepción imperante de lo que es la política y lo que son los políticos. Si la política vuelve a ser considerada como lo que fue originalmente, es decir, como una actividad tendente al servicio público, y, a su vez, los políticos entienden de una vez por todas, que serlo conlleva a convertirse en servidores públicos, me parece que la lógica o nuestras actitudes hacia la política y los políticos comenzarán a cambiar. Los ciudadanos podrán empezar a exigirles que sirvan mejor de lo que lo hacen en la actualidad. El político, que haya llegado a desempeñar una función pública, y que no haga bien su trabajo o se aproveche de su posición para fines personales, terminará siendo rechazado. Juegan como deben o que se retiren de la partida, pues serán dejados de lado. Esos son los nuevos tiempos. No nos hagamos ilusiones. Lo que digo es muy diferente a lo que está ocurriendo en la actualidad en muchos países en vías de desarrollo. Al ser países pobres, la gente que dirige quiere muchas veces aprovecharse de los recursos existentes, no para servir a la gente, sino para resolver , más que sus necesidades, sus deseos personales.
LAS
CAMPAÑAS ELECTORALES
Precisamente por tener una visión tergiversada de la política y de su función es que las campañas 176
MORALES TRONCOSO -parte I-.p65
176
23/02/02, 12:22 p.m.