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¿Cuál es el futuro de los edificios de gran altura?
H
ace casi un siglo, el mundo conoció una nueva tipología arquitectónica que cambió toda la industria de la construcción. Comenzando con el Home Insurance Building en 1885, que condujo a los edificios Empire State y Chrysler en Manhattan, los rascacielos se convirtieron en un símbolo de poder y abundancia financiera. Muy pronto, se estaban construyendo en casi todas las ciudades del mundo con diseños de última generación que desafían las normas de ingeniería. Pero con todos los cambios que están ocurriendo en la práctica de la arquitectura, ¿qué depara el futuro para estos edificios muy criticados, pero en constante desarrollo? Más de la mitad de los 7800 millones de habitantes del mundo viven en ciudades y áreas urbanas y se espera que 2500 millones más se unan en los próximos 20 a 25 años. Los edificios de gran altura, en particular los residenciales, han demostrado ser beneficiosos en ciudades densamente pobladas donde es casi imposible encontrar terrenos baldíos. En áreas como SoHo, donde el nivel del suelo está muy congestionado con peatones y tráfico de vehículos regularmente, la construcción de edificios residenciales y comerciales de poca altura es inadecuada para el bienestar
físico y mental de los ocupantes; suponiendo que nos quedamos más de 7 u 8 horas al día con distracciones visuales constantes, bocinazos sin parar y tráfico y faros incontrolables, por nombrar algunos.
Para aprovechar al máximo estos hitos destacados, los arquitectos comenzaron a optar por edificios de uso mixto mediante la integración de espacios comerciales y servicios públicos dentro de los edificios residenciales para ofrecer a los residentes una experiencia con todo incluido. Las torres con terrazas al aire libre, una característica muy solicitada en los proyectos contemporáneos, ofrecen a los ocupantes un espacio de reunión elevado y privado lejos de la conmoción de la ciudad. Incluso en términos de estética visual, los arquitectos ya no limitan su diseño a torres envueltas en vidrio altamente reflectante, sino que están incorporando paisajes, patios interiores, materiales de origen local y soluciones "a prueba de viento" para balcones construidos en altos niveles durante todo el año. Independientemente de las aparentes soluciones de los rascacielos a los desafíos urbanos, muchos residentes, desarrolladores y funcionarios gubernamentales parecen tener un fuerte punto
de vista en contra de ellos. Según NYC Audubon, entre 90.000 y 230.000 aves migratorias nocturnas mueren cada año en la ciudad de Nueva York al estrellarse contra rascacielos de cristal y caer muertas sobre las aceras. Esto se debe al hecho de que el clima tormentoso y la iluminación nocturna artificial en las ciudades han confundido la visión de las aves y las han desviado hacia los edificios en lugar del aire limpio. Además, el New York Times ha anunciado que los residentes del 432 Park Avenue de Nueva York, uno de los lotes más caros del mundo, están demandando a los desarrolladores del proyecto por $125 millones en daños citando "múltiples inundaciones, ascensores defectuosos, ruido" intolerable "causado por el balanceo del edificio y una explosión eléctrica en junio, la segunda en tres años, que dejó sin electricidad a los residentes”. Los cambios con respecto al futuro de los rascacielos han comenzado a tomar forma en todo el mundo. New London