¡Abajo la contrarreforma esclavizante de Calderón! DECLARACIÓN DE LA JUNTA PROMOTORA PROVISIONAL POR UNA NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES (JPPNCT) • ¡CONSTRUYAMOS LA MÁS AMPLIA UNIDAD CONTRA LA OFENSIVA PATRONAL, EN DEFENSA DE NUESTRAS CONQUISTAS HISTÓRICAS COMO CLASE TRABAJADORA! • ¡URGENTE QUE TODOS Y TODAS NOS MOVILICEMOS PARA A DETENER LA REFORMA LABORAL NEOLIBERAL! Como había sido anunciado por los candidatos presidenciales de la derecha, (PRI, PAN y Panal), existe un amplio acuerdo con los patrones para imponer cuatro reformas legislativas que atentan contra el interés de la clase trabajadora y la Nación: la contrarreforma Laboral, la de Seguridad Social, la Energética y la de Seguridad Nacional. Detrás de este acuerdo está la decisión de imponer a Enrique Peña Nieto en la presidencia de la República. Estrenando su “prerrogativa” de impulsar iniciativas “preferentes”, el poder Ejecutivo ha enviado al Legislativo una agresiva contrarreforma laboral que pretende aniquilar las conquistas históricas de los y las trabajadoras y regresarnos a los tiempos del porfiriato. Esta iniciativa se tiene que aprobar o desechar, en un plazo no mayor a dos meses. Felipe Calderón, el PRI, el PAN, sus partidos satélites y las cúpulas empresariales, pretenden aprobar esta reforma cuanto antes, con la clara intención de evitarle a Enrique Peña Nieto, los costos políticos que se derivarían de la medida en cuestión. Como nunca antes en la historia laboral de México, la clase dominante ha desatado una agresiva ofensiva en contra del pueblo trabajador, sus objetivos son: reducir el costo de la mano de obra para obtener el máximo de beneficios y utilizarla como “ventaja” para competir en el mercado mundial y atraer la inversión de empresas trasnacionales; intensificar los ritmos de trabajo, eliminar la jornada laboral de 40 horas a la semana; reducir al mínimo las normas de seguridad y salud en el trabajo; eliminar derechos fundamentales como la contratación colectiva, la seguridad laboral, la jubilación, las pensiones, etc., a través de introducir mecanismos perversos como el “outsourcing o subcontratación”, la contratación por horas, alargar los “periodos de prueba” y facilitar y abaratar los despidos. Igualmente denunciamos los intentos de imponer estas reformas mediante argucias legaloides, como las modificaciones de diversos “criterios administrativos” establecidos por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal y que no han sido impugnados por un gobierno que se dice de izquierda. Es cierto que desde hace mucho tiempo se ha precarizado el empleo y se han avasallado los derechos laborales con la complicidad de patrones y autoridades laborales, pero de aprobarse una norma como la descrita, la violación del concepto de trabajo decente sería ya avalada jurídicamente, es decir, aspectos como la inestabilidad laboral y la precarización del trabajo pasarían, de ser violaciones a la ley a partes de un modelo laboral abiertamente legal. Es decir, se pretende legaliza lo ilegal. De tal forma, quienes viven de su trabajo asalariado y la sociedad en su conjunto, tendrían que enfrentar un escenario peor al que de por sí han tenido que soportar en décadas, sin perspectiva de un trabajo digno. Más grave resulta el que la reforma planteada estaría asestando el golpe más demoledor contra el futuro de millones de jóvenes mexicanos. Si en los hechos, éstos son ya las