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LOGÍSTICA: FUTURO Y SUSTENTABILIDAD

Ingeniero químico. Especialista en planeación estratégica, eficacia operativa, economía del petróleo, regulación, tecnología, organización y gestión interfuncional. Socio de Iraltus, S.C

La actividad logística implica la gestión de todas las operaciones de carga relacionadas con el movimiento de productos, ya sea para el consumidor final o como insumos para la producción.
Cuando hablamos de transporte de carga, nos referimos al movimiento de bienes desde los contenedores marítimos de larga distancia hasta la entrega de última milla, El transporte marítimo es el modo más utilizado en las operaciones comerciales ya que permite el movimiento de grandes volúmenes de carga, por lo que se constituye como el eje logístico principal. El desplazamiento de productos desde ese punto hasta su último trayecto abarca a todas las cadenas de suministro globales y tiene un fuerte impacto en términos ambientales. Alcanzar su descarbonización es un reto bastante complejo ya que 92% de la energía que consume1 proviene de combustibles fó-
Descarbonizar el sector logístico requerirá que sus líderes replanteen las inversiones de infraestructura, colocando la tecnología y sustentabilidad como pilares fundamentales para lograr una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero siles (petróleo), su sustitución será clave para mitigar las emisiones de GEI y mejorar la calidad del aire.
La dinámica del mercado actual exige el uso de nuevas tecnologías que den soporte a los cambios acelerados que está sufriendo el sector, y tomando en cuenta la sustentabilidad en las operaciones logísticas, en este sentido la aplicación de robótica e inteligencia artificial representan una alternativa para descarbonizar las cadenas de suministro de las empresas.
Lo anterior resulta relevante ya que las cadenas de suministro representan el 80% de emisiones de GEI de una organización, con el objetivo de reducir este porcentaje la implementación de tecnologías como la automatización o la robótica pueden convertirse en aliados estratégicos para que las empresas logren sus objetivos de emisiones netas cero.2
Realizar esfuerzos
Existen ya ejemplos de estos esfuerzos. En mayo del año pasado, Walmart Estados Unidos anunció un nuevo sistema de entrega a base de drones con el fin de disminuir sus emisiones e impulsar una operación más sustentable, lo que significa además una ventaja competitiva en la entrega de la última milla.
Según información proporcionada por la misma empresa3, durante 2022 se realizaron más de 6,000 entregas a través de drones controlados a distancia y ya son siete los estados de EE. UU. que cuentan con este tipo de suministro.
Aunque la entrega con drones parece ser el futuro de la última milla, todavía existen retos para la implementación más extendida de esta nueva tecnología, como es la negociación de los términos en el espacio aéreo, así como la fuente de energía que utilizarán los drones, resolver estos cuestionamientos permitirá una adopción eficiente y generalizada.
Camino por recorrer
Por otro lado, aún queda un largo camino por recorrer para disminuir las emisiones de los vehículos más pesados y complejos como los barcos y aviones. Modificar los sistemas de transporte globales, requerirá colaboración e inversión de empresas y gobiernos, así como adaptación de la cultura y del comportamiento de la población en general.
Se han dado los primeros pasos. En 2019 el Foro Marítimo Mundial, el Foro Económico Mundial y Friends of Ocean Action formaron una alianza conocida como Getting to Zero Coalition, cuyo fin es tener buques comerciales con cero emisiones operando para el 2030 y así, alcanzar las metas de la Organización Marítima Internacional de reducir las emisiones de GEI del transporte marítimo al menos 50% para 2050.
Como sociedad, nos encontramos en un momento crítico para impulsar la tecnología e innovación a fin de promover la sustentabilidad y reducir el impacto de la logística en el medio ambiente; nos referimos a vehículos eléctricos, infraestructura de carga rápida, celdas de combustible de hidrógeno, entre otras.
Las tecnologías emergentes tienen el potencial para optimizar las cadenas de suministro haciéndolas más robustas, resilientes y resistentes ante los cambios y la dinámica del mercado, toda vez que promueven la descarbonización. Resulta crítico diseñar la ruta que defina una estrategia de implementación, que incluya regulaciones y políticas claras para ayudar al sector a tener una mejor adaptación ante los cambios que demanda la época actual.
A principios de este año se dio un paso muy importante para apoyar al sector logístico en su camino para lograr la descarbonización.
Durante el Foro Económico Mundial celebrado en Davos, Suiza, el Smart Freight Center (Organización global sin fines de lucro dedicada al transporte sustentable) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, anunciaron la publicación de una guía4 que tiene como objetivo dar visibilidad a las empresas sobre cómo pueden comprender y rastrear de mejor manera sus emisiones logísticas, lo que las ayudará en la implementación de estrategias de descarbonización, destacando la utilidad y los beneficios de la norma ISO 14083, la cual ofrece el primer método universal para la contabilidad de emisiones logísticas.
Esta situación representa un cambio de juego para el cambio climático.
Descarbonizar el sector logístico requerirá que sus líderes replanteen las inversiones de infraestructura a largo plazo, colocando la tecnología y sustentabilidad como pilares fundamentales para lograr una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos años y alcanzar la descarbonización completa de la economía en 2050, como única manera de evitar mayores efectos del cambio climático.
Las grandes navieras internacionales, tienen un rol clave para acelerar la transición energética, su imperativo estratégico deberá estar orientado a la descarbonización de sus operaciones.
Desarrollar soluciones para abordar la descarbonización en el transporte requerirá innovación y cambios importantes, los cuales permitirán que nuestros sistemas de transporte sean más resistentes, ecológicos y equitativos.