Este proyecto empieza en 2019 por el interés de vincular la investigación académica sobre imaginarios urbanos y paisaje con objetos de uso diario. El paisaje limeño es el punto de partida del proyecto, y la piedra el elemento que une naturaleza y ciudad. El proceso artesanal nos permite observar como el material funciona en diferentes escalas, formas y técnicas de acabado. Usamos toba volcánica (localmente llamada sillar) y basalto. Ambas piedras son similares, pero de distinta densidad.