27/11/2013

Page 34

34

THE NEW YORK TIMES EN EL SIE7E DE CHIAPAS

• 27112013

Cambistas temen posible pacto entre EU e Irán THOMAS ERDBRINK/ NYTNS TEHERÁN, Irán - Sentado encima de una estatua de bronce en el centro de la modesta plaza Makoucheri de Teherán, donde un grupo de cambistas ilegales de dinero se reúne cada día, un hombre calvo agitaba un grueso fajo de billetes de dólar, a medida que docenas más gritaban cifras y números. “Bienvenidos al casino de Teherán al aire libre”, dijo Behzad, animado hombre de 34 años en la muchedumbre alrededor de la estatua. “Aquí, todos pueden volverse muy ricos o perder todo. De hecho, la mayoría de la gente pierde todo aquí”. Durante la mayor parte de la década pasada, particularmente desde que las sanciones financieras de Occidente empezaron sentirse con fuerza hace dos años, el dólar ha sido rey en los alrededores del bazar de divisas de Teherán. Con la caída de ingresos gubernamentales derivados del petróleo y la inflación subiendo, la divisa nacional de Irán, el rial, se desplomó a 40,000 contra el dólar en su punto más bajo, respecto de 10,000 contra el dólar. Para la mayoría de la gente, la cuestión nunca fue si cambiaban riales por dólares sino cuán pronto. Pero, en últimas fechas, el tenor del bazar ha cambiado. Con la perspectiva de un trato provisional sobre el programa nuclear de Irán - y el relajamiento de las sanciones, que pudieran revivir la moribunda economía iraní - la suerte de la divisa iraní, que por largo tiempo ha sufrido, parece estarse volviendo optimista. Algunas personas incluso han empezado a pensar que incluso ahora pudiera tener sentido deshacerse de los dólares. Mientras caminaba por la calle Jomhuri-e-Eslami, Nayyeh, mujer iraní de 55 años de edad que, como otros entrevistados para este artículo se negó a dar su apellido, estaba ponderando tranquilamente estos problemas. “¿Se resolverá el caso nuclear?”, musitó, casi para sí misma. “Si hay un trato que se esperaría que el rial se fortaleciera. Pero, por otra parte, esto es Irán: aquí nunca ocurren cosas lógicas. Pienso que esperaré con el cambio”. Una cosa en la que pudieron coincidir todos los cambistas fue que las cosas estaban lentas en el mercado en últimas fechas, con ninguno de los dramáticos giros

que suministran oportunidades de ganancias para los cambistas más experimentados. “Si necesita alguien que trabaje para usted, soy su hombre”, bromeó un cambista, citando un precio que equivalía a 13 dólares al día. Muchos de los cambistas hablan melancólicamente de los tempestuosos días durante la presidencia de Mahmoud Ahmadineyad. En esa época, con el presidente negando el Holocausto y hablando de borrar a Israel del mapa, el rial sufrió onerosas pérdidas. A medida que el régimen de sanciones entraba en vigor plenamente, se hundió incluso más. “Esos fueron días fantásticos”, recordó un cambista, quien dijo que cambiaba dólares a los 10 minutos, logrando ganancias de ejércitos de preocupados iraníes de clase media intentando proteger sus ahorros. No todos se mostraron tan pesimistas. El negocio del cambio de dinero había enriquecido a Behzad, dijo. Vestido con un abrigo italiano de diseñador y pulidas botas de piel, sobresalía entre la mayoría de los demás cambistas, que en su mayoría habían llegado en las baratas motocicletas chinas estacionadas por toda la plaza.

“¿Piensa que estoy blofeando? Mire esto”, dijo, sosteniendo su iPhone 5 para desplegar una foto de sí mismo, vestido con tan solo shorts sobre una mesa de cristal llena de altas pilas de dólares. “Para mí, las sanciones realmente han funcionado. Yo solo cambio a partir de un millón en adelante”, dijo Behzad. “Lo que usted está viendo aquí es tan solo la punta del iceberg”. A lo largo de toda la plaza, cientos de cambistas de divisa estaban formados en las aceras. Algunos trabajaban para oficinas oficiales de cambio, otros operaban desde automóviles y callejones. Por décadas, el gobierno ha sido el mayor actor, yendo al mercado negro para vender dólares del petróleo por riales, a fin de pagar salarios y otros costos internos. “Hay días en que cierran toda el área con policía antimotines”, dijo un cambista, quien había estado en el negocio del cambio desde 1986. En octubre de 2012, cuando el rial estaba en su caída más pronunciada, los cambistas de divisas fueron detenidos, algunos de ellos encarcelados y su dinero fue decomisado. En ese momento el gobierno dijo que los cambistas habían estado manipulando el mercado.

Sin embargo, algunos de los cambistas dijeron que, de hecho, era la administración de Ahmadineyad la que estaba participando en manipulaciones del mercado, intentando impulsar un alza del dólar. “Cuando ellos sacan a las fuerzas de seguridad, significa que quieren que el dólar suba para que ellos puedan obtener más riales por sus dólares”, dijo uno de los cambistas. Un hombre estaba vendiendo viejos billetes de la era del sah depuesto, Mohammed Reza Pahlavi, atrayendo a unos cuantos clientes. “En esa época, una familia entera podía vivir por una semana con tan solo uno de esos billetes”, notó un hombre llamado Rostam, apuntando a un billete de 1,000 riales, que valdría actualmente 3 centavos, si fuera moneda de curso legal. No lo es, pero se venden como artículos de colección por 10 dólares la pieza. “Esas pláticas en Ginebra no conducirán a nada”, dijo, apuntando furiosamente al abandonado edificio de la embajada británica en frente. Fue abandonado después de que los británicos salieran de Irán en 2010, tras una protesta de vigilantes ciudadanos que treparon

los muros y destruyeron varias oficinas en el complejo. “Todos nuestros problemas se deben a ellos”, dijo, queja común y nada irrazonable aquí, dada la larga historia de interferencia británica. “Estoy seguro de que ellos siguen aquí, ocultándose en la clandestinidad y tramando en nuestra contra”. Behzad, el joven cambista de divisa, dijo que no creía en conspiraciones; de hecho, él no creía en nada más que el poder del dólar todopoderoso. “Nada se resolverá alguna vez, los dirigentes de la república islámica estarán hablando con presidentes de EU de aquí a varias décadas y siempre hará falta cambiar dinero”, dijo. Después, explicó cómo él y otros solían comprar sus dólares en Irán de ciudadanos promedio y cargarlos en maletines hasta Dubái y Turquía, parea comprar oro. “Debido a diferencias en los tipos de cambio, cada vuelta me genera aproximadamente 20,000 dólares. Amo las sanciones. Espero que nunca las levanten”. © The New York Times 2013 | 2013 New York Times News Service


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.