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El tapadismo fue la fórmula mágica de acceso al poder

Candidatos del cuestionado de su tiempo, con la candidatura surgida del propio grupo de los militares de la posrevolución encabezada por el general Juan Andrew Almazán. Avila Camacho unificó el país en la Segunda Guerra Mundial y recibió una influencia de los caciques políticos de la época por conducto de su hermano, Maximino, quien abiertamente pretendía sucederlo, cuando se le atravesó la muerte en el camino, y el presidente pudo definir la primera candidatura civil con el licenciado Miguel Alemán, que formó su gabinete con distinguidos profesores universitarios, particularmente de la Facultad de Derecho de la UNAM y le dio su nueva orientación al partido convirtiéndolo en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que dejó de contemplar entre sus sectores al sector militar. Todo el mundo en esa época suponía que su sucesor seria el jefe del Departamento del Distrito Federal, Fernando Casas Alemán, pero no fue así, el presidente apoyó a un viejo político honrado y discreto, como fue don Adolfo Ruiz Cortines. Este último es el más destacado artífice del tapadismo, engañó a todos con las precandidaturas del secretario de Gobernación, Angel Carvajal Bernal, del secretario de Agricultura, Gilberto Flores Muñoz, y de otro más, y sacó como un mago de su chistera la candidatura de

PRI en la historia

Adolfo el joven, López Mateos, quien por su forma franca de ser, nunca ocultó su simpatía por su secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz, aunque muchos políticos se inclinaron por el secretario de la presidencia, Donato Miranda Fonseca. Finalmente, Díaz Ordaz fue el ungido, ya manejaba desde su secretaría los hilos de la política dura contra los ferrocarrileros, los maestros y los estudiantes. Díaz Ordaz pensó equivocadamente que su alter ego era Luis Echeverría Alvarez. Nunca conoció en verdad a su secretario de Gobernación, quien dio un vuelco a la política reformista cuando llegó a presidente de la república. Díaz Ordaz se sintió traicionado por Emilio Martínez Manautou y tampoco le convenció su compañero del Senado y amigo personal el general y licenciado Alfonso Corona del Rosal. Más tarde, en la sucesión echeverrista, en un acto que me tocó presenciar, el secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade, destapó a Mario Moya Palencia, Hugo Cervantes del Río, Carlos Gálvez Betancourt, José López Portillo, Porfirio Muñoz Ledo y Augusto Gómez Villanueva; estos dos últimos, se dice, fueron vetados por la iniciativa privada y la embajada yanqui, finalmente triunfó José López Portillo, el más débil de todos políticamente, y se llegó al absurdo de

que fuera candidato único en esa elección. López Portillo impuso a Miguel de la Madrid, quien lo cautivó por su apoyo a su hijo “el orgullo de su nepotismo” y a su favorita Rosa Luz Alegría Escamilla, y dejó en el camino a Pedro Ojeda Paullada, que parecía ser el más sólido. A su vez, De la Madrid definió la candidatura de Carlos Salinas de Gortari en un ejercicio increíble, pues prácticamente hasta el último día se supo este nombre, muchos se equivocaron y pensaron que sería el procurador general de la república, Sergio García Ramírez, o el jefe del Departamento del Distrito Federal, Ramón Aguirre Velásquez. El PRI ya se había fraccionado una vez más, pues la intransigencia neoliberal del presidente y su grupo le cerraron la puerta a una fracción centro-izquierda del PRI, comandada por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez Navarrete y otros, como Rodolfo González Guevara y Gonzalo Martínez Corbalá. La corriente democrática logró una enorme simpatía popular con la figura de Cárdenas, y otra vez, las elecciones estuvieron en duda, pero Manuel Camacho Solís negoció en la Cámara de Diputados la mayoría suficiente para que la calificación —que entonces la realizaba este órgano legislativo— le diera el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.

Plutarco Elías Calles, arquitecto del sistema político priísta, impuso a Pascual Ortiz Rubio, Abelardo Rodríguez y Emilio Portes Gil.

Siempre!

31 de julio de 2011

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