Elite

Page 121

―Sí, bueno. No. Lo supongo. No lo sé.―Suspire―.¿Qué eres? ¿Una especie de gánster o algo así? ―Claro.―Sus dedos se trasladaron a la parte posterior de mi cuello acariciando la piel justo debajo de mi pelo―.Vayamos con eso. Soy un gánster. ―¿Has matado a alguien? ―¿Lo has hecho tú?―Él reaccionó como ofendido de que yo pudiera incluso preguntarlo. Bien, esto me cerró la boca. Su mano se movió a mi mejilla enviando escalofríos por mi columna vertebral. ―No es justo ―dije sin aliento. ―¿El qué?―Sus ojos estaban sobre mis labios. ―Que me puedas tocar, pero yo no te pueda tocar.―Que te veas como un Dios y yo me vea como una pobre chica granjera. Suspiré y camine lejos de él. Él inclinó su cabeza hacia de lado.―¿Preferirías que no te tocara? ―¡No!―hablé con brusquedad. Luego cubrí el rostro con las manos. Él se rió y tiro de mi cuerpo hacia él para descansar mi cabeza contra su pecho.―No entiendo. ¿Qué es tan diferente? Es decir nos estamos tocando ahora, pero… ―Yo tengo el control de ello ―Él respiro e inclinó mi barbilla hacia él―.Sé que suena loco. Yo tan sólo… no me gusta cuando la gente me toca sin permiso. Desde que era un niño, después…―Él tragó―. De todos modos, no importa. Es algo que tengo. ―¿Al igual que las reglas?―dije en voz baja. ―Sí, como las reglas.―Su pulgar rozó mi labio inferior―. Eres hermosa, sabes. Me reí con torpeza y trate de retraer mi barbilla hacia abajo, pero él no me lo permitía. No sé por qué estaba dejando al tipo que puso el temor de Dios en el decano tocar mi cara, no lo sé. Pero… había algo en él. Algo que me hizo querer tocarlo, me hizo anhelar su toque, y odiaba mi respuesta ante él, sobretodo después del modo en cómo me trato al principio. ―No―susurró contra mi mejilla mientras torcía sus labios hacia mi oreja―.No te apartes de mí, por favor.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.