LAS ÚLTIMAS SIETE PALABRAS DE JESÚS EN LA CRUZ
SIETE PINTURAS Y MEDITACIONES
France White. SHCJ

SIETE PINTURAS Y MEDITACIONES
France White. SHCJ
siete pinturas y meditaciones
Traducido de la edición orginal en inglés por Robert Juarez Producido en
WhiteCottage Epiphanies por France White, shcj
© 2006 / 2014 por SHCJ. Todos derechos reservados.
Un inocente sentenciado a la pena de muerte simbolizado en estas pinturas por una esfera radiante de color rojo; las pinturas también incorporan el método de la ejecución – una cruz. En un espectro de compasión y agonía, la cruz… …perfora, …destiñe, …envuelve, …vibra, …domina, …y desaparece.
Se convoca el perdón como un rocío en tierra seca. Se promete un paraíso brillante. Se ofrece el consuelo a los compañeros y a la madre. Un grito de sed y la desesperación de sentirse abandonado culminan en una serena entrega.
Y luego – queda completo; la eternidad queda acogida.
Cuando decidí pintar las últimas siete Palabras, primero me puse a contemplar las Palabras tal como aparecen en los cuatro evangelios, buscando cómo sentir con Jesús. Ninguno de los evangelios contiene las siete Palabras en su totalidad; algunas de las Palabras aparecen en varios evangelios, mientras otras aparecen sólo en uno. Entonces, así después de estar en unión con las Palabras, decidí ponerlas en el orden que más sentí como fue el desarrollo de los eventos y las emociones.
Hice varios esbozos miniaturas y después de un tiempo decidí representar a Jesús con un círculo en cada pintura, y que cada Palabra llevaría también la cruz. Finalmente, haber simplificado cada pintura con un círculo, una cruz y lo que no es cruz, decidí usar color para comunicar el contenido emocional:
Un círculo rojo para Jesús – el color rojo para significar la sangre de su vida El espectro de colores para comunicar el contenido emocional.
Me hice la pregunta, ¿cuáles son las emociones y la atmósfera creadas por cada Palabra? Luego, ¿qué color comunica esa emoción? Así el color dominante de cada pintura pasa por un espectro empezando con el verde, luego amarillo y siguiendo hasta el azul.
Las meditaciones exploran el contenido emocional de Jesús en sus últimas horas. Los evangelios dicen que Jesús habló siete veces mientras moría colgado en la cruz. Cada vez que habló se identifica como una “Palabra”.
Usted tendrá la oportunidad para reflexionar sobre los tres elementos en cada “Palabra”:
La escritura, que contiene las Palabras de Jesús,
Su propia experiencia personal, con el fin de situarse cerca a Jesús y tratar de entrar en su experiencia, y
Una pintura, la cual es una interpretación visual de las Palabras de Jesús.
La Primera Palabra:
En esta pintura, traté de expresar que cuando uno realmente perdona y deja la ofensa en el pasado corta mucho, y puede cortar con dolor. Noten como la cruz corta por el círculo… El perdón es como el agua en tierra seca por eso la integración del color verde, el color de todo lo que vive, el color de la esperanza. El perdón es como lavar con agua.
La Segunda Palabra:
Vea lo que pasa en esta pintura con el círculo rojo y la cruz. Jesús le ha prometido el paraíso al criminal le ha prometido que “estarás conmigo”
Le ha brindado esa luminosidad al otro, respondiendo a su bondad.
La Tercera Palabra:
En esta pintura ¿qué pasa con el Cristo-círculo?
Las orillas son rojas –es el Cristo pero el centro es anaranjado (el cual es el color de esta Palabra). Jesús les acaba de decir a sus discípulos amados que deben de ser él para su madre.
Y la cruz es el color que se usa tradicionalmente para María, la Madre. La cruz es el dolor de la madre.
La Cuarta Palabra:
En el diseño de esta Palabra, se deseaba que la sed fuera intensa, una sed caliente y palpitante. La Quinta Palabra:
El color de esta obra es el color de la Cuaresma. Y el círculo rojo se ha convertido sólo en una orilla; está tan vacío como el sentido de ser abandonado. El abandonado / olvidado persona se siente vacío – no presente.
La Sexta Palabra:
Una vez más el círculo parece sólo como una línea roja pero lleno de brillo –el brillo y el socorro de confianza
La cruz sólo se puede ver por la paz que la rodea. Está tan silencioso como un murmullo.
La Séptima Palabra:
¿Qué le ha pasado al Cristo-círculo rojo?
¡Vea que la eternidad ha sido abrazada!
Ahora, todo es Jesús, Todo está en Jesús, Jesús está en todo.
Ahora le invito a que explore el contenido emocional de las últimas horas de Jesús.
Primero, fije la atención en su inocencia y entre en ella.
¿Se le ha acusado de algo sabiendo usted que era inocente?
¿Ha tenido usted que aceptar y vivir con el juicio falso de otros?
¿Se le ha malinterpretado sus intenciones y motivos de manera que se le ha impuesto la culpabilidad de algo cuando en realidad usted trataba de hacer algo positivo?
¿Ha tenido que aceptar y vivir con gente que haya pensado y hablado algo acerca de usted que no fuera verdad?
Si alguna vez fue usted culpado por algo aunque era inocente, en un asunto pequeño o grande, usted ya ha compartido la experiencia de Jesús, el cual siendo inocente, tomó en sí la culpa, los pecados del mundo, cuando él murió en la cruz.
Cuando llegaron al lugar llamado La Calavera, crucificaron allí a Jesús y también a los dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús dijo:
“Abba, Dios del Amor, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”
(Lucas 23, 33 – 34a)
Reflexione sobre las palabras y la pintura, y considere lo siguiente:
una ocasión en que usted perdonó a alguien un momento cuando usted fue perdonado
¿Alguna vez, ha negado usted el perdón a alguien o a algo?
¿Alguna vez, ha tratado usted llegar al perdón y no ha podido perdonar?
¿Alguna le ha ofrecido el perdón a alguien que lo haya rechazado o no haya hecho caso?
¿Cree usted acaso que algunos asuntos no son “perdonables” en su trato con los demás?
En su propia experiencia, ¿cuál es la diferencia entre “no aceptable” y “no perdonable”?
¿De qué manera son parecidos la aceptación y el perdón?
¿Cómo puede usted integrar estas preguntas a sus propias relaciones?
¿En su perspectiva de eventos locales, nacionales o internacionales?
¿En los eventos parroquiales o en la Iglesia?
¿En la “guerra contra del terrorismo”?
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: “¿No eres tú el Mesías? Pues sálvate a ti mismo y a nosotros.” Pero el otro intervino para reprenderlo, diciendo: “¿Ni siquiera temes a Dios, tú que estás en el mismo castigo? Lo nuestro es justo, pues estamos recibiendo lo que merecen nuestros actos, pero éste no ha hecho nada malo.” Y añadió: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. Jesús le dijo:
(Lucas 23, 39 – 43)
“Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.”
Reflexione sobre las palabras y la pintura, y considere lo siguiente:
¿Qué ha hecho usted para fomentar la bondad en otra persona?
¿Cómo le han fomentado otros la bondad en usted? ¿Quién le ayudó a aprender esto? ¿Cuáles fueron las circunstancias?
En alguna ocasión, ¿se ha burlado usted o se ha reído de alguien? ¿Cómo se siente usted cuando alguien se burla de otra persona?
¿Qué costumbres tiene usted en su relación con otros que diariamente lo hacen sentirse más cerca de la promesa del paraíso? ¿Hay algunas que lo hagan a usted sentirse más lejos de la promesa del paraíso?
Piense en una persona que es como una “piedra en el zapato”. ¿Cómo puede la actitud de usted prometerle el paraíso a esa persona? O ¿hacer que le parezca más lejano?
¿Cómo puede usted aprender a “prometer el paraíso” a otros en su familia, en su vecindario, en el trabajo?
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, al ver a su madre, y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, le dijo a su madre:
“Mujer, ahí tienes a tu hijo”
Después dijo al discípulo:
“Ahí tienes a tu madre.”
Y desde aquel momento, el discípulo la recibió como suya.
(Juan 19, 25 – 27)
Reflexione sobre las palabras y la pintura, y considere lo siguiente:
Si supiera que usted se estaba muriendo, ¿cómo contendería con el dolor que le causaría a su familia?
¿Cómo se acerca usted a otras personas que están sufriendo dolor o pérdida?
¿Qué le anima a usted a “hacer lugar en su hogar” – en las actitudes y en el corazón – para un pueblo o una cultura distintos al suyo? ¿Cómo podemos lograr ser “familia”?
¿Cómo se siente usted acerca de la magnitud de la guerra contra del terrorismo que la administración estadounidense lanzó como respuesta a los dolores y las pérdidas de los eventos del 11 de septiembre del 2001?
¿Cuáles son las acciones de reconciliación que espera, que sueña, y que profundamente desea usted?
¿Qué ha podido hacer usted?
Después, Jesús, sabiendo que todo se había cumplido, para que también se cumpliera la Escritura, exclamó:
“Tengo sed.”
(Juan 19, 28)
Reflexione sobre las palabras y la pintura, y considere lo siguiente:
¿Piensa usted que la sed de Jesús era sed física? ¿Sed espiritual? ¿Sed emocional?
¿Cuáles han sido sus propias sedes? ¿Sus deseos? ¿Sus anhelos?
¿Cuáles son las sedes (aspiraciones) que usted tiene para su familia? ¿para sus amistades?
¿para su vecindario?
¿Cómo trata usted a la gente sedienta?
¿con alguien que tiene sed de amistad?
¿con alguien que tiene sed de atención?
¿con alguien que tiene sed del éxito?
¿con alguien que tiene sed de venganza?
¿Qué quánta sed tiene usted para el bien? ¿Para Dios?
Desde el mediodía, toda la región se cubrió de tinieblas hasta las tres de la tarde. A esa hora Jesús grito con fuerte voz:
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
(Mateo 27, 45 – 50 y Marcos 15, 33 – 34)
Reflexione sobre las palabras y la pintura, y considere lo siguiente:
¿Cómo se sentiría usted al ser abandonado, desechado, u olvidado por Dios?
¿por otra persona u otro grupo?
¿por un ser amado?
¿Hay ocasiones en que usted se siente marginado – un extranjero, un abandonado, o olvidado?
¿Existen “marginados” – personas abandonadas, rechazadas, olvidadasentre sus amistades o en su iglesia, parroquia, o vecindario; sea por razones de raza, religión, orientación sexual, estado social, capacidad (o discapacidad), personalidad, actitudes, costumbres, finanzas, o la apariencia física?
¿Ha extendido su mano, o ha ofrecido su amistad a un marginado?
¿Cómo lo hizo?
¿Acaso hay alguna persona con la que no le gusta asociarse?
¿Cree usted que los demás piensan igual?
¿cómo lo demuestra usted?
¿qué pudiera hacer usted para que esa persona no se sintiera marginada?
“En
encomiendo mi
Hacia el mediodía las tinieblas cubrieron toda la región hasta las tres de la tarde. El sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. Entonces Jesús lanzó un grito y dijo:
“Abba, Dios del Amor, en tus manos encomiendo mi espíritu.”
(Lucas 23, 44 – 46)
tus manos espíritu.” © France White, SHCJ - 1988Reflexione sobre las palabras y la pintura, y considere lo siguiente:
Ante la realidad de la cruz y del sufrimiento en su propia vida, ¿cómo ha sido usted capaz de darlo todo a Dios y entregarse a la cruz?
Con un sentido positivo, ¿en qué momento o de qué manera deja usted de luchar en contra del sufrimiento, de la desilusión, o de la frustración?
¿Cómo puede usted decir, “esto ha pasado”, y dejarlo en las manos de Dios?
¿Cómo se abandona usted mismo a Dios – lo que ha sido, lo que será, lo que pueda ser – que sea?
¿Qué tipo de luchas con familiares o amistades, o con los compañeros del trabajo pudieran llevarle a usted a esta “Sexta Palabra”?
Recuerde una ocasión cuando usted sintió temor, enojo, o desilusión.
Usando su imaginación ¿Qué hubiera pasado si usted hubiera podido “entregar” ese espíritu de temor, enojo, o desilusión a Dios?
¿Qué pasaría si usted le entregara sus sentimientos a Dios?
Jesús probó el vinagre y dijo:
“Todo está cumplido.”
E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
(Juan 19, 30)
Reflexione sobre las palabras y la pintura, y considere lo siguiente:
¿Qué significa que se ha “cumplido”, es decir, aceptar que se ha llegado al fin?
¿Cómo sabe usted ha hecho todo lo que ha podido en una situación?
¿En qué momento puede usted permitirse decir: “Está cumplido; hice lo mejor que pude, o lo mejor que podía hacer”?
¿Cómo puede usted ayudar a sus seres queridos a aprender a soltar el control, para decir orgullosamente, “está cumplido”?
¿Cuándo puede usted decir, “no puedo, no debo, o no haré más”?
¿Cómo puede usted ser pacífico ante el fracaso aparente o algo incompleto?
¿Cómo puede usted ayudar a los demás a alcanzar la paz frente a circunstancias parecidas?
Jesús fue una Víctima de la Pena de Muerte
No puedo considerar la muerte de Jesús sin darse cuenta que en algunos lugares, el estado todavía condena a personas a la muerte de igual manera que lo hacía el estado Romano cuando Jesús fue sentenciado a la muerte.
Mientras entramos a la pasión y muerte de Jesús, es apropiado que los cristianos se pongan a examinar su posición personal ante la pena de muerte.
Una Oración para Abolir la Pena de Muerte por Hermana Helen Prejean, CSJ
Dios de la Compasión, tú dejas que la lluvia descienda sobre justos e injustos. Amplia y haz más profundos nuestros corazones para que podamos amar como tú amas, incluso a aquellos que entre nosotros han causado el mayor dolor de quitar la vida. En nuestra tierra hay un gran grito de venganza que nos hace llenar los pabellones de la muerte y matar a los asesinos en nombre de la justicia, en nombre de la paz.
Jesús, nuestro hermano, tú fuiste ejecutado por el estado pero no dejaste que el odio te venciera. Ayúdanos a acercarnos a las víctimas de la violencia así que tú amor eterno les ayude a sanarse.
El Espíritu Santo de Dios nos fortaleces en la lucha por la justicia. Ayúdanos a trabajar sin descanso por la abolición de la muerte sancionada por el Estado y por la renovación del corazón de nuestra sociedad para que cese la violencia
¡Amén! ¡Así sea! ¡Amén!