

Lic. José Eduardo Calzada Rovirosa
Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, sagarpa
Mtro. Jorge Armando Narváez Narváez
Subsecretario de Agricultura, sagarpa
Lic. Ricardo Aguilar Castillo
Subsecretario de Alimentación y Competitividad, sagarpa
Mtro. Héctor Eduardo Velasco Monroy
Subsecretario de Desarrollo Rural, sagarpa
Mtro. Marcelo López Sánchez
Oficial Mayor de la sagarpa
Dr. Luis Fernando Flores Lui
Director General del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, inifap
Lic. Patricia Ornelas Ruiz
Directora en Jefe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, siap
MVZ Enrique Sánchez Cruz
Director en Jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, senasica
Dr. Jorge Galo Medina Torres
Director General de Desarrollo de Capacidades y Extensionismo, sagarpa
La sagarpa extiende un reconocimiento especial a quienes con su visión, conocimiento, experiencia y trabajo hicieron posible la tarea de generar una Agenda Técnica para cada entidad federativa de México:
Coordinación General de la Obra
Ing. Óscar Pimentel Alvarado
Ing. Salvador Delgadillo Aldrete
Producción Ejecutiva
MVZ Enrique Sánchez Cruz
Dr. Luis Fernando Flores Lui
Colaboradores
Dr. Pedro Brajcich Gallegos
Dr. Eladio Heriberto Cornejo Oviedo
Dr. Bram Govaerts
Dr. Jesús Moncada de la Fuente
Dr. Sergio Barrales Domínguez
Lic. Patricia Ornelas Ruiz
Dr. Raúl Obando Rodríguez
Dr. Jorge Galo Medina
Map. Roxana Aguirre Elizondo
Dr. Luis Reyes Muro
Ing. Ceferino Ortiz Trejo
Ing. Saúl Vargas Mir
Montserrat González Salamanca
Maribel Morales Villafuerte
Lic. Víctor Hugo Rodríguez Díaz
César Abel Mendoza Ruíz
Blanca Estela Sánchez Galván
Soc. Pedro Díaz de la Vega García
Lic. Francisco Guillermo Medina Montaño
Agenda Técnica Agrícola de Yucatán
Segunda edición, 2015.
©Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
Av. Municipio Libre 377. Col. Santa Cruz Atoyac, Del. Benito Juárez, C.P. 03310, México, D.F.
ISBN volumen: 978-607-7668-16-9
ISBN obra completa: 978-607-7668-40-4
Impreso en México
Fotografías: SAGARPA, INIFAP, CIMMYT y UACH.
Cartografía: INEGI, SIAP.
El extensionismo es uno de los pilares del campo justo, productivo y sustentable que día a día nos esforzamos en construir desde el Gobierno de la República con la fuerza de millones de productores que tienen la noble tarea de producir los alimentos que consumen sus compatriotas.
Como lo instruye el Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, no se trata de administrar sino de transformar. El conocimiento y las mejores prácticas deben estar al alcance de todos los productores, atendiendo el contexto en que cada uno vive, las circunstancias a las cuales hace frente para obtener frutos de su labor y para mejorar su calidad de vida.
Durante generaciones enteras, nuestros hombres y mujeres del campo han resistido el clima, han mirado el cielo en espera de la líquida respuesta a sus plegarias, han explorado desafiantes caminos para hacer de su modo de vida un mejor modo de vivir. Todo ese conocimiento está hoy al alcance de la mano en esta Agenda Técnica Agrícola.
Al conocimiento empírico acumulado se suma la investigación, la metodología y la tecnología que la sagarpa ha promovido por medio de instituciones como el inifap, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, la Universidad Autónoma de Chapingo, el Centro
Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (cimmyt) y el Colegio de Posgraduados. Esto es a lo que llamamos Sinergia para la transformación del campo.
Nuestro campo también se nutre del conocimiento colectivo. Se nutre de la importancia de conocer el significado del viento y el olor de la tierra; de la importancia de conocer más para mejorar las prácticas y hacer rendir el trabajo, de la importancia de comprender, compartir y transformar…
El conocimiento sólo es útil si se usa en las tareas cotidianas. Esta Agenda Técnica Agrícola busca primordialmente ser útil para los héroes anónimos cuya responsabilidad toma dimensión tras un largo camino recorrido, cuando cada persona transforma su esfuerzo en el alimento y este en la energía con que México se mueve… …estamos aquí para Mover a México.
Lic.
José
Eduardo Calzada Rovirosa Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
Ubicación geográfica
Situado en el sureste de la República Mexicana y en la parte norte de la península homónima. Al norte tiene 21°36’, al sur 19°32’ de latitud norte; al este 87°32’, al oeste 90°25’ de longitud oeste.
Superficie
39,340 kilómetros cuadrados y una longitud de 373 kilómetros de litoral; ocupa el 20º y 11º en lo que se refiere a extensión territorial y al total del litoral entre los estados del país.
Límites
Limita al norte con el Golfo de México, al sureste con el estado de Quintana Roo y al suroeste con el estado de Campeche.
Orografía
En Yucatán no hay accidentes fisiográficos, excepto un relieve de cierta importancia que se encuentra situado al sureste del estado, denominado “Sierrita de Ticul”; es un reborde o antiguo cantil marino, que en una época limitó con la parte emergida de la península –cuya longitud total es de 25 kilómetros aproximadamente, presentando elevaciones entre 100 y 300 metros sobre el nivel del mar.
Hidrografía
Ésta es subterránea, carece de ríos y arroyos superficiales, pues la topografía y la permeabilidad del suelo impiden la formación de esta
clase de corrientes. Los mantos acuíferos subterráneos son continuos en casi toda la extensión.
La infiltración pluvial forma el subsuelo a través de un sistema cavernoso y da origen a los mantos, cuyas profundidades se estiman entre 80 y 120 metros en la parte más alta de la entidad; y entre 2 y 3 metros en la parte más baja. Abundan los cenotes (pozos kársticos) y aguadas superficiales por hundimiento de los techos de las cavernas, que dejan al descubierto las aguas subterráneas.
Clima y temperatura
El clima es uniformemente cálido y la temperatura promedio anual oscila entre 24.6° y 27.7 °C; la humedad relativa llega a 80% en la costa y 72% en el interior. El mes más frío es el de enero y el más cálido es mayo.
La precipitación pluvial oscila entre 415 y 1,290 milímetros, distribuidos mayormente entre mayo y octubre; la precipitación aumenta del noroeste al sureste.
Indicadores socioeconómicos
Población: 1,955,577 habitantes, el 1.7% del total del país.
Distribución de población: 84% urbana y 16% rural; a nivel nacional el dato es 78 y 22%, respectivamente.
Escolaridad: 8.2; 8.6 el promedio nacional.
Hablantes de lengua indígena de 5 años y más: 30 de cada 100 personas. A nivel nacional 6 de cada 100 personas hablan lengua indígena.
Sector de actividad que más aporta al pib estatal: Comercio.
Aportación al pib nacional: 1.4%.
División política
La entidad se encuentra dividida políticamente en 106 municipios.
Datos históricos
En la antigüedad, esta tierra tuvo otros nombres; es posible que el verdadero haya sido Mayab (Ma’ ya’ ab’), que en lengua maya significa “lugar de poca agua”.
El nombre de Yucatán le fue dado por los españoles, que al preguntarle a los mayas cómo se llamaba el lugar, obtenían como respuesta uh yu uthaan –que en lengua maya quiere decir “oye como hablan”– y los españoles entendieron Yucatán, por lo que desde entonces nombraron así a esta tierra.
El territorio del actual estado de Yucatán fue poblado hacia el año 300 de nuestra era por avanzadas de la cultura maya clásica; quienes fundaron ahí numerosas ciudades y las abandonaron hacia el año 900. Después en el año 987, llegaron los toltecas acompañados de los itzales y los tutulxiues. El 6 de enero de 1542 se fundó la ciudad de Mérida, por Francisco de Montejo “El Mozo”.
En 1823 se instaló el Congreso Constituyente del estado, el cual manifestó su preferencia por el sistema federal; el 23 de octubre de 1825 se proclamó la Constitución del estado. En el año de 1940, se hicieron reformas a esta Constitución, que entró en vigor el 16 de mayo de 1941; en ella se establece por primera vez el juicio de amparo en México, en su artículo 62º.
Escudo
En éste se encuentra un campo verde y sobre él un ciervo, el sol y una planta de henequén que en otro tiempo fue la fuente principal de riqueza de la región. La tierra donde se siembra el henequén es llamada Tzedel-Kankab. En el borde color oro, se encuentran, en la parte superior e inferior dos arcos mayas; a la izquierda y a la derecha dos espadañas coloniales.
Felipe Carrillo Puerto (1872-1924): Líder campesino y defensor de los indios. Desde 1910 figuraba en las filas del maderismo en Yucatán. Fue encarcelado y desterrado a Estados Unidos. Al volver colaboró con el Gral. Salvador Alvarado para implantar importantes reformas sociales. En 1922 fue electo Gobernador de Yucatán. Estableció los servicios médicos y jurídicos gratuitos. Fundó la Universidad del Sureste.
Andrés Quintana Roo (1787-1851): Abogado, político y poeta. Abrazó la causa de la Independencia y se unió a las fuerzas
de Ignacio López Rayón en Tlalpujahua. Siendo Diputado por Puebla al Congreso de Chilpancingo y en ausencia de José María Murguía, presidió la reunión del 14 de septiembre de 1813 y firmó el acta de Independencia; la Constitución de Apatzingán (22 de octubre de 1814) fue obra suya y de Carlos María de Bustamante. Consumada la Independencia, Iturbide lo llamó a colaborar como Secretario de Relaciones Interiores y Exteriores entre 1822 y 1823.
Manuel Crescencio Rejón (1799-1849): Jurista y político. Formó parte de la comisión que redactó el proyecto de Constitución Federal en 1824 y fue el creador del juicio de amparo.
Fuente: inegi, siap.
Preparación del terreno
Se pueden emplear tanto en terrenos nuevos o en los que han sido cultivados con otras hortalizas; en cualquier caso, se debe eliminar la vegetación existente y los troncos.
Se recomienda abrir pocetas de aproximadamente 15 centímetros de diámetro y 10 centímetros de profundidad y llenarlas con una mezcla de 50% de tierra y 50% de abono orgánico, como gallinaza, en terrenos que han sido utilizados anteriormente para la producción de hortalizas. Donde se ha puesto gallinaza puede sembrarse a espeque sin hacer pocetas.
Variedades
Se recomienda el híbrido Lolita y la variedad Zuchini gray, materiales muy similares en color y forma de fruto.
Siembra
Se emplea siembra directa enterrando una semilla por poceta a 1.5 centímetros de profundidad. Si se tiene problema de trozadores, se deben colocar dos semillas por poceta para evitar la resiembra.
Época de siembra
La mejor época para la siembra de calabacita es entre octubre a marzo; sin embargo, se puede cultivar también en abril y mayo teniendo cuidado de controlar la cenicilla.
Durante la época de lluvias existe el riesgo de obtener bajos rendimientos porque las precipitaciones impiden la aplicación oportuna de agroquímicos y no se tiene buen control de plagas y enfermedades.
Densidades
Se recomienda establecer el cultivo con distancias entre 1.25 y 1.5 metros entre hileras y 60 centímetros entre plantas. Con estas distancias se obtienen entre 11,000 y 13,300 plantas por hectárea.
Fertilización
En la preparación de pocetas se agregan 10 gramos de 17-17-17, cuando se siembra a espeque. El fertilizante se coloca cuando las plantas emiten la primera hoja verdadera; después, se recomienda utilizar fertilizantes solubles aplicables por el sistema de riego. Desde que el cultivo tiene la primera hoja verdadera hasta los 30 días, se sugiere aplicar soluciones nutritivas de 8 miliequivalentes (meq) de Nitratos (NO3), 2 miliequivalentes de Fosfato (H 2PO4) y 4 miliequivalentes de Potasio (K). Después de un mes desde la siembra, se cambia la solución nutritiva a 5 miliequivalentes de Nitrato (NO3), un miliequivalente de Fosfato (H 2PO4) y 6 miliequivalentes de Potasio (K). La solución nutritiva se aplica tres veces por semana durante la última hora de riego.
Control de maleza
Se puede emplear herbicidas desecantes, como Paraquat, o Diquat más Paraquat (5 mililitros por litro de agua) como parte de la preparación del terreno. Cuando el cultivo está en desarrollo, se debe deshierbar en el área cercana a las plantas y aplicar desecantes entre hileras, teniendo cuidado que el herbicida no haga contacto con el cultivo.
Plagas
Las principales plagas que afectan el cultivo son gusanos trozadores, pulgón, mosquita blanca, barrenador de la guía y del fruto y minador. Los trozadores y nemátodos pueden controlarse con la aplicación de Carbofuran (2 litros por hectárea) a través del agua de riego.
La aplicación de Confidor (0.5 metros por litro de agua, dirigido al cuello de la planta) cuando las plantas están en primera hoja verdadera protege al cultivo contra pulgones y mosquita blanca durante las primeras dos semanas. Posteriormente, se pueden aplicar insecticidas como Protek y Thiodan, estos productos también tienen efecto sobre el barrenador de la guía y fruto. Si las poblaciones del barrenador se incrementan se sugiere utilizar Metomilo, el cual debe aplicarse cuando menos tres días antes de la cosecha; de lo contrario, se puede utilizar algún piretroide, como Decis.
Las principales enfermedades de la calabaza son la cenicilla, nematodos y virosis.
Para el control de cenicilla se pueden emplear fungicidas preventivos, como Mancozeb, Cupravit mix y Folpan. Cuando se observan las primeras manchas blancas polvorientas se deben aplicar fungicidas sistemáticos, como Benlate, Amistar o Bayleton.
Para la prevención de virosis es necesario controlar a los pulgones y mosquita blanca que actúan como vectores.
Las dosis y la frecuencia de aplicaciones de insecticidas y fungicidas varían de acuerdo con el tamaño de la planta, con la infestación y con las condiciones del clima.
Nombre técnico Nombre comercial Dosis (litro de agua)
Insecticida orgánico
Protek 2.5 a 4.0 m
Endosulfan Thiodán 1.0 a 1.5 m
Metomilo
0.5 a 0.75 m
Deltametrina Decis 1 ml
Mancozeb
3 a 4 g Folpet
Oxicloruro de Cobre + Mancozeb
Benomilo
Azoxystrobin
Triadimefon Cupravit mix
Amistar
3 a 4 g
3 a 4 g 1 a 1.5 g 0.5 g 1 g
Cosecha
El ciclo de siembra al inicio de la cosecha es de, aproximadamente, 35 días, aunque varía dependiendo de la temperatura y de la variedad utilizada; por ejemplo, la variedad Lolita se adelanta 3 ó 4 días con respecto a Zuchini gray.
El periodo que la calabaza se mantiene en cosecha es de aproximadamente 4 semanas, pero está en función del manejo y del ataque de enfermedades.
Proceso tecnológico
Para cultivar chile habanero bajo una estructura de protección pasiva y directamente en suelo, se sugieren dos formas:
Casa sombra: Utilizar una altura mínima al marco de 4 metros, con orientación norte-sur; suelo nivelado y cubierta de malla antiáfidos bicolor, blanco-cristal/negro, de 40 por 25 hilos/p² en la parte superior y en la pared perimetral.
Invernadero: Altura mínima al marco de 5 metros, con techo plano de dos aguas y ventana cenital entre 1.5 y 1.8 metros de alto, orientación norte-sur; suelo nivelado y cubierta plástica blanco lechoso en la parte superior, a 50% o a 25%; en este caso se deberá adicionar una malla sombra negra retráctil con no más de 10% de sombreo. La malla perimetral deberá ser antiáfidos bicolor, blanco-cristal/negro, de 40 por 25 hilos/p².
Preparación del semillero
Se deben sembrar las semillas en charolas de 200 cavidades, rellenas con sustrato húmedo (Cosmopeat o Sunshine Nº 3), depositando una semilla por cavidad y cubriéndolas con un plástico negro. La germinación ocurre entre los 5 y 7 días después de la siembra. Una vez iniciada la germinación, las charolas se protegen con tela tricot (blanco o negro) o se ubican en un invernadero con malla antiáfidos blanca o bicolor blanconegro, de 40 por 25 hilos/p2 para prevenir la infección por virosis. Se debe regar cada 2 ó 3 días, pro -
curando completar el agua a las orillas de las charolas en los días en que no se aplica el riego.
La fertilización se inicia cuando aparecen las primeras hojas verdaderas; se debe preparar una solución de macronutrientes con 15 gramos de nitrato de Potasio, 46 gramos de fosfato monoamónico, 6 gramos de Nitrato de Magnesio y 48 gramos de nitrato de amonio y micronutrientes, aportando un gramo o un mililitro de alguna formulación comercial que contenga Fierro, Zinc, Molibdeno, Manganeso y Cobre en forma de quelatos, (preferentemente quelatados con eddha).
Diluir estos fertilizantes en 100 litros de agua y aplicar la solución con una bomba aspersora antes de cada riego. Se sugiere iniciar las fertilizaciones una semana después de la emergencia de las plántulas.
Para prevenir el ataque de mosca blanca y la infección con partículas virales a través de la alimentación del insecto, se recomienda aplicar el insecticida Imidacloprid (350 gramos de ingrediente activo por cada litro de material comercial), en dosis de 0.35 gramos de ingrediente activo por litro de agua, en dos aplicaciones: la primera a la aparición de las primeras hojas verdaderas y la segunda, uno o dos días antes del trasplante. Es importante que la aplicación llegue a la base de las plántulas, humedeciendo el sustrato para que las raíces puedan absorber el producto.
Las mejores épocas para el trasplante a campo abierto son entre septiembre y noviembre para las regiones norte-centro y oriente del estado, y entre principios y mediados de julio para la zona sur.
Los trasplantes entre septiembre y noviembre tendrán la ventaja de desarrollarse con las temperaturas más bajas que se presentan durante el año (entre septiembre y febrero); mientras que los trasplantes entre principios y mediados de julio se verán favorecidos por las lluvias que se presentan en el verano (junio a diciembre), debido al lavado de sales que provocan y que permite un mejor crecimiento, amarre y llenado de frutos en la zona sur de Yucatán.
Ajustarse a las épocas recomendadas reduce los riesgos de problemas fitosanitarios. El chile habanero puede ser trasplantado en
cualquier época del año, pero en la medida que la fecha de esta práctica se aleje de las épocas indicadas, se incrementa el riesgo del ataque de plagas y enfermedades, sobre todo de mosquita blanca y virosis.
Cuando se utilizan estructuras de protección, además de que se pueden utilizar las mismas fechas de trasplante para campo abierto, también es posible hacer modificaciones aprovechando las ventajas micro climáticas que proporcionan.
Por ejemplo, cuando se utiliza una casa sombra es posible adelantar la fecha de trasplante a la primera semana de enero, ya que la estructura permite amortiguar las altas temperaturas que se presentan entre abril y junio, permitiendo sacar un ciclo de cultivo entre enero y junio, antes que las lluvias ocasionen problemas durante el periodo de cosecha.
En el caso del invernadero, se puede utilizar esta misma estrategia con trasplantes de principios de enero incluso en la época de mayor riesgo a mediados de abril, para iniciar los cortes de fines de junio a principios de julio, época en la cual se registran tradicionalmente los más altos precios en la Península de Yucatán.
Cuando el destino de la producción es el consumo del producto en fresco se recomienda utilizar materiales genéticos criollos de fruto color naranja, ya que es un tipo de chile que es bien aceptado en el mercado local, nacional y extranjero. Para ello es recomendable el uso de las variedades Mayapán y Jaguar, generadas por inifap.
Preparación del terreno
En terrenos nuevos se sugiere realizar roza, tumba y quema. Si es un terreno en el cual la vegetación es alta pero herbácea, se recomienda chapear y quemar. En terrenos de uso continuo, sólo se debe hacer un chapeo, seguido de la aplicación del herbicida paraquat (200 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial), o la formulación Paraquat/Diquat (120/80 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial), en dosis entre 150 y 200 mililitros de producto comercial por bomba de 20 litros, o de Glufosinato de
amonio (150 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial), en dosis de 200 mililitros.
En suelos mecanizables se recomienda dar un barbecho en el mes de mayo para eliminar rizomas de zacate johnson y dos pasos de rastra al inicio de lluvias. Posteriormente, se puede trasplantar “en plano” o hacer bordos de 25 centímetros de altura, con separación de 1.5 metros, para facilitar el drenaje.
Cuando se trabaje bajo una estructura de protección, antes de su construcción, se debe realizar la roza, tumba y quema. Si es un terreno con vegetación alta pero herbácea, se recomienda sólo chapear y quemar. Posteriormente, es necesario nivelarlo con una ligera pendiente para el drenaje del agua, y después levantar bordos entre 20 y 25 centímetros de altura para que el trasplante se realice en el “lomo”, tanto en suelos pedregosos como mecanizables.
En ambos tipos de suelo se puede trasplantar “en plano”, pero el uso de bordos ayuda a mejorar el drenaje, la aireación del suelo y el desalojo de las sales del bulbo de goteo, lo cual ayuda a mejorar desarrollo y conservación de las raíces.
Trasplante
El trasplante se realiza cuando las plántulas tienen entre 15 y 20 centímetros de altura, lo cual ocurre entre 35 y 45 días después de la siembra. Las plantas se colocan en el suelo de tal manera que éste cubra únicamente el “cepellón”, sin introducir el tallo en el suelo para evitar posibles pudriciones. Se sugiere realizarlo con la ayuda de un “sembrador” de los que se usan para la siembra de maíz.
Densidad de población
En suelos pedregosos a campo abierto se recomienda utilizar densidades entre 26,600 y 33,300 plantas por hectárea. La primera se logra usando líneas sencillas de plantas separadas a 1.25 metros; la segunda, líneas dobles con separación de 0.8 metros y “calles” de 1.2 metros de ancho; en ambos casos la distancia entre plantas es de 30 centímetros sobre las líneas.
En suelos mecanizables, conviene utilizar una densidad entre 22,200 y 26,600 plantas por hectárea, usando para ello líneas sepa-
radas entre 1.5 y 1.25 metros, con plantas cada 30 centímetros. Para obtener las densidades mencionadas, se requieren alrededor de 111 (22,200 plantas por hectárea), 133 (26,600 plantas por hectárea) y 167 (33,300 plantas por hectárea) charolas de 200 cavidades.
Bajo estructuras de protección en suelo pedregoso, se recomienda usar una densidad de 22,200 plantas por hectárea, lo cual se logra separando los bordos a 1.5 metros y trasplantando a 30 centímetros entre plantas. En suelos mecanizables de las zonas oriente y sur del estado, donde el crecimiento de las plantas es mayor, se sugiere separar los bordos a 1.8 metros y mantener la distancia entre plantas a 30 centímetros, lo cual permite una densidad de 18,500 plantas por hectárea.
Debido a que en general la salinidad del agua es mayor en el sur del estado (> 2 mS por centímetro), es probable que en algunas localidades se pueda usar la densidad de 22,200 plantas por hectárea; ya que en estas condiciones las plantas tienden a mostrar un menor crecimiento que en las zonas con agua de baja salinidad (0.9 a 1.2 mS por centímetro).
Para obtener las densidades mencionadas se requieren alrededor de 110 y 93 charolas con 200 plántulas cada una. Conviene incrementar 5% la cantidad de charolas para reponer las fallas.
En suelos mecanizables se debe aplicar un riego pesado antes del trasplante, procurando que la humedad se distribuya en el perfil del suelo hasta una profundidad entre 25 y 35 centímetros, con un ancho aproximado de 30 centímetros. Posteriormente, se debe aplicar riegos diarios entre 1 y 1.25 litros por planta por día (entre 22.2 y 27.75 métros cúbicos por día para 22,200 plantas por hectárea y entre 26.6 y 33.25 métros cúbicos para 26,600 plantas por hectárea) en el ciclo otoño-invierno y entre 1.5 y 2.0 litros por planta por día (entre 33.3 y 44.4 por métro cúbico para 22,200 plantas por hectárea y entre 39.9 y 53.2 por métro cúbico para 26,600 plantas por hectárea) en primavera verano (antes del inicio de lluvias).
En los suelos mecanizables de la zona sur, con agua de mayor concentración salina, conviene transplantar durante la temporada de lluvias y dar riegos de auxilio con 3 ó 4 litros de agua por planta cada
dos días, cuando se trasplanta en plano (entre 66.6 y 88.8 por metro cúbico para 22,200 plantas por hectárea y entre 79.8 y 106.4 por metro cúbico, para 26,000 plantas por hectárea).
Estos criterios se pueden aplicar para el riego en casa sombra o invernadero con trasplante en suelo.
En los suelos pedregosos se debe regar diario con volúmenes que van desde 1 a 1.5 litros de agua por planta, en el ciclo otoño-invierno (entre 25.6 y 39.9 metros cúbicos para 26,600 plantas por hectárea y entre 33.3 y 66.6 metros cúbicos para 33,300 plantas por hectárea) y entre 2.5 y 3.5 litros por planta por día entre 64 y 89.6 metros cúbicos para 26,600 plantas por hectárea y entre 83.25 y 116.55 metros cúbicos para 33,300 plantas por hectárea), en el ciclo primavera-verano (antes del inicio de lluvias). Cuando se utilizan tensiómetros es conveniente mantener las lecturas entre 5 y 10 cb, a 30 centímetros y entre 10 y 15 cb, a 15 de profundidad.
Una forma más precisa de regar, se basa en los datos de evaporación diaria, para lo cual es necesario medir este parámetro con un tanque evaporímetro tipo “A”, o utilizar una cubeta de 20 litros rellena con agua y provista de una regla instalada de manera vertical en la parte central o junto al borde. En estos dispositivos se registrará la lectura de la evaporación en milímetros. Cada milímetro evaporado indica una pérdida de agua de 1 litro por metro cuadrado, lo cual servirá para estimar la evaporación total en el terreno, en litros o metros cúbicos.
Una vez determinada la cantidad de agua evaporada, se calculará el volumen que puede aportar el sistema de riego, midiendo el gasto promedio de los goteros en litros por hora (al menos 10 goteros por cada 2.5 metros cuadrados) y multiplicando por el número total de goteros para calcular el aporte del sistema por hora y calcular también el tiempo de riego mediante la fórmula
TR=V/Q,
donde TR es el tiempo de riego en horas, V es el volumen de agua a aportar en litros o metros cúbicos (evaporación) y Q es el gasto total aportado por el sistema de riego en litros o metros cúbicos por hora.
Nutrición
La fertilización se realiza a través del agua de riego, con un dispositivo para inyectar fertilizantes (tipo Vénturi, Bomba amiad, Dosatrón, Dosmatic, etcétera). Se deben aplicar concentraciones entre 350 y 500 ppm de nitratos, entre 30 y 60 ppm de fosfatos, entre 120 y 200 ppm de Potasio, 120 ppm de Calcio y 60 de Magnesio.
Se recomienda aplicar las concentraciones bajas al principio, hasta el amarre del fruto y luego utilizar las concentraciones altas; excepto en el Fósforo, en donde se deberán usar las concentraciones altas al principio y posteriormente, iniciados los cortes, se usan las concentraciones bajas.
La frecuencia de la fertilización varía de acuerdo con el desarrollo de la planta y con los datos semanales de conductividad eléctrica (ce), que se registran en la solución del suelo mediante extractores de solución nutritiva “chupatubos” y conductivímetro manual (entre 1.5 y 2.0 mmhos por centímetro); generalmente se aplican entre 1 y 3 fertilizaciones por semana.
Conviene complementar la fertilización adicionando macronutrientes mediante formulaciones comerciales mixtas que contengan fierro, Zinc, Manganeso, molibdeno y Cobre; quelatados con eddha aplicando entre 5 y 10 gramos o mililitros por metro cúbico de riego. El Boro se adicionará utilizando formulaciones comerciales a 3% a partir de la floración, aplicando entre 3 y 4 gramos por metro cúbico de riego, en cada fertilización.
Solución nutritiva general para chile habanero
Fertilizantes
Cantidades/ha, 2 ó 3 veces por semana
Desarrollo hasta inicio de floración Amarre de fruto a cosecha
Fertilizantes
Nitrato de Potasio
Cantidades/ha, 2 ó 3 veces por semana
Desarrollo hasta inicio de floración Amarre de fruto a cosecha
Sulfato de Potasio 2.9 kg 2.4 kg
Acido bórico a 3% 90 g 90 g
Nota: En Yucatán normalmente el agua cubre los requerimientos de Calcio, Magnesio y Azufre.
Es conveniente neutralizar el contenido de bicarbonatos en el agua adicionando ácido sulfúrico, nítrico y fosfórico, de acuerdo con la concentración de bicarbonatos que reporte el análisis químico del agua, procurando dejar sin neutralizar 30.5 ppm de bicarbonatos (0.5 meq por litro) para mantener la capacidad buffer del agua. Es recomendable contar con asistencia técnica para realizar esta práctica.
Una sugerencia es inyectar los fertilizantes a través del agua de riego con un dispositivo tipo vénturi, en un volumen de entre 80 y 100 litros de agua.
Poda y tutoreo
Con el objeto de favorecer la ventilación, la eliminación de áreas de reproducción de mosca blanca y mejorar el aprovechamiento de los nutrientes hacia los frutos, se recomienda podar todas las hojas viejas y los brotes hasta la primera horqueta (“cruz”) y posteriormente permitir el libre crecimiento de la planta. Se repite este procedimiento con las siguientes ramas, una vez que se cosechan los frutos. Se sugiere hacer una aplicación de antibióticos (checar apartado de enfermedades) para prevenir el ataque de bacterias después de cada poda. Para dirigir las plantas de manera vertical, se sugiere colocar postes delgados (entre 2.5 y 3 centímetros de diámetro) sobre la línea regante cada 2 ó 2.5 metros, introduciéndolos en el suelo a aproxi-
madamente 20 centímetros. Conviene que los postes midan entre 1.7 y 1.9 metros, para que sobresalgan entre 1.5 y 1.7 metros. Posteriormente, se coloca una línea de rafia entre 25 y 30 centímetros del suelo, conectando los postes y sosteniendo las plantas por los costados. Esta operación debe realizarse cada vez que las plantas rebasen verticalmente los siguientes 30 centímetros.
Es muy importante que la decisión del momento en que se inicien las labores de control de plagas se tome de acuerdo al monitoreo de éstas en la parcela. Para ello se recomienda revisar la plantación al menos un vez a la semana, seleccionando y marcando un mínimo de 100 plantas por hectárea distribuidas homogéneamente en el terreno para detectar la presencia y el incremento de las poblaciones, lo cual aportará un criterio para decidir el momento de las aplicaciones. Para el control de las principales plagas del chile se recomiendan los siguientes productos con sus respectivas dosis.
Picudo del chile: (50 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) Aplicar 0.125 gramos de ingrediente activo por litro de agua (2.5 mililitros de material comercial por litro de agua).
Mosca blanca: (350 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) En dosis de 0.35 gramos de ingrediente activo por litro de agua, (un mililitro de material comercial por litro de agua) aplicado a la base de la planta a los tres días y al mes del trasplante; Endosulfán (350 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) aplicado entre 0.7 y 1.225 gramos de ingrediente activo por litro de agua (2 a 3.5 mililitros de material comercial por litro de agua) más Amitraz (200 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) entre 0.4 y 0.7 gramos de ingrediente activo por litro de agua (entre 2 y 3.5 mililitros de material comercial por litro de agua).
Minador de la hoja: (750 gramos de ingrediente activo por kilogramo de material comercial) Aplicar entre 0.262 y 0.375 gramos de ingrediente activo por litro de agua (0.35 a 0.5 gramos de material comercial por litro de agua) o Abamectina
(18 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial), aplicar entre 0.018 y 0.027 gramos de ingrediente activo por litro de agua (1 a 1.5 mililitros de material comercial por litro de agua).
Acaro blanco y araña roja. Abamectina (18 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial), aplicar entre 0.018 y 0.027 gramos de ingrediente activo por litro de agua (1 a 1.5 mililitros de material comercial por litro de agua) o Dicofol, 480 gramos de ingrediente activo (litro de material comercial), aplicado entre 0.96 y 1.2 gramos de ingrediente activo por litro de agua (entre 2 y 2.5 mililitros de material comercial por litro de agua).
Control de enfermedades
Bacteriosis. Aplicar productos con base de hidróxido cúprico a 50% u Oxicloruro de Cobre a 50% para prevenir el ataque (3 gramos de material comercial por litro de agua), o antibióticos, como estreptomicina más oxitetraciclina (175 gramos más 80.3 gramos de ingrediente activo por kilogramo de material comercial) en dosis de 0.35 más 0.16 a 0.437 a 0.2 gramos de ingrediente activo por cada litro de agua (entre 2 y 2.5 gramos de material comercial por litro de agua).
Virosis: Producir las plántulas en semilleros cubiertos, aplicando imidacloprid (350 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial), en dosis de 0.35 gramos de ingrediente activo por litro de agua, en dos aplicaciones: la primera a la aparición de las primeras hojas verdaderas y la segunda uno o dos días antes del trasplante.
Nemátodos: Inyectar al sistema de riego Carbofurán (350 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial, 4 litros por hectárea), Oxamil (240 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) o Cadusafós (208 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial, 4 litros por hectárea), a través del agua de riego. No utilizar estos productos durante la formación de frutos y la cosecha.
Control de la maleza
Antes del trasplante, se recomienda chapear y aplicar Paraquat (200 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) en dosis de 1.5 gramos de ingrediente activo por litro de agua (7.5 mililitros de material comercial por litro de agua) o Glufosinato de amonio (150 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) en dosis de 1.5 gramos de ingrediente activo por litro de agua (10 mililitros de material comercial por litro de agua) directamente al follaje de la maleza. En caso de que el suelo esté húmedo también se puede aplicar Glifosato (350 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial) en dosis de 3.5 gramos de ingrediente activo por litro de agua (10 mililitros de material comercial por litro de agua).
Después del trasplante, se recomienda aplicar Glufosinato de amonio en dosis de 1.5 gramos de ingrediente activo por litro de agua, procurando que la solución no haga contacto con el cultivo. Esta práctica se debe realizar diario, desde el amanecer hasta que la velocidad del viento lo permita; para evitar los deshierbes manuales.
Cuando se trabaja en suelos mecanizables o en suelos con baja pedregosidad, también se puede utilizar el herbicida dcpa (750 gramos de ingrediente activo por kilogramo de material comercial), en dosis de 225 gramos de ingrediente activo por litro de agua (15 gramos de material comercial por litro de agua). En este caso, se debe aplicar al suelo desnudo, cuando las plantas de chile hayan emitido los primeros rebrotes entre 15 y 20 días después del trasplante. Este producto no tiene efecto sobre el chile, por lo que puede aplicarse sobre el cultivo. Otro herbicida para el control de maleza proveniente de semilla es Trifluralin (660 gramos de ingrediente activo por litro de material comercial), el cual se puede aplicar al suelo desnudo una semana antes o después del trasplante o después de trasplantar, cuando las plantas de chile comiencen a emitir sus rebrotes (entre dos y tres semanas). La dosis es de 4.5 gramos de ingrediente activo por litro de agua (7.5 mililitros de material comercial por litro de agua). Este herbicida aplicado bajo estas recomendaciones no tiene efecto sobre el cultivo o maleza emergida.
Para cualquier aplicación de insecticidas, fungicidas, antibióticos o herbicidas, es recomendable ajustar el pH del agua en un rango
entre 5.5 y 6.5. Esto se puede lograr utilizando ácido nítrico a 60% (100 mililitros por 200 litros de agua) o ácido sulfúrico a 98% (40 mililitros por 200 litros de agua). También se pueden utilizar productos comerciales como Acidex, 0.5 mililitros por litro, dap plus 0.75 mililitros por litro y Buffer xs 1.0 mililitros por litro de agua.
Es conveniente también utilizar adherentes como Inex, Folix o Surfare, en dosis entre 1.5 y 2.0 mililitros por litro de agua.
La cosecha depende del tipo de chile habanero y el destino de la producción. Para el consumo en fresco de chile habanero con maduración en color naranja, el primer corte se realiza cuando los frutos tienen un color verde brillante y son duros al tacto; esto ocurre entre 75 y 85 días después del trasplante, aproximadamente.
Los siguientes cortes se realizan cada semana, sin embargo, existen mercados que demandan fruto maduro, por lo que se tienen que cosechar cuando los frutos inician el cambio de verde a naranja. El chile habanero rojo, se debe cosechar cuando se tengan los frutos de color rojo brillante, por lo que debe madurar en la planta.
La calidad del fruto de chile habanero la determina su apariencia, el tamaño y el peso unitario, así como la firmeza, el color y el aroma. Su dimensión determina el peso y el precio que se obtiene en el mercado. A nivel comercial un buen rendimiento fluctúa entre 20 y 30 toneladas por hectárea.
Selección y preparación del terreno
El cultivo del frijol se puede practicar exitosamente, en suelos rojos (k’ankab) y en rojos oscuros (ya’ax-hom). Las labores que se deben de realizar para la preparación del terreno consisten en un desvare, y dos rastreos. La mejor época para realizar estas labores son bajo condiciones de temporal durante el mes de agosto, y en riego durante la segunda quincena de noviembre hasta la primera de diciembre. La preparación del terreno con suelos pedregosos consiste en un chapeo manual y esperar a que se inicien los rebrotes de la maleza para aplicar el herbicida. El control de la maleza debe realizarse aplicando 1.4 kilogramos de ingrediente activo de Glifosato por hectárea, 10 días antes de la siembra. La mejor época para realizar estas labores es durante el mes de agosto. Para obtener una mayor eficiencia en el efecto del herbicida es importante considerar el pH del agua de aplicación; se sugiere aplicar al agua un acidificante para bajar el pH de acuerdo a las recomendaciones del fabricante del herbicida y del acidificante.
Variedades
Se recomienda sembrar las variedades mejoradas de frijol negro inifap y negro tacaná. Negro inifap. Es una variedad de crecimiento indeterminado erecto, tipo de planta arbustivo y grano de color negro opaco y pequeño. La floración se manifiesta entre 43 y 45 días después
de la siembra, llega a madurez fisiológica entre 70 a 73 días y se puede cosechar a los 80 días. Presenta bajos porcentajes de incidencia de mosaico dorado y rinde un promedio de 1,300 kilogramos de grano por hectárea.
Negro tacaná. Es una variedad que se caracteriza por tener un tipo de planta arbustiva compacta, con hábito de planta indeterminado y grano de color negro opaco pequeño. Tiene una altura entre 32 y 52 centímetros; florea entre 32 y 52 días después de la siembra y madura entre 74 y 80 días después de ésta; la cosecha puede realizarse a los 87 días. En promedio rinde 1,200 kilogramos de grano por hectárea.
Fechas de siembra
La fecha de siembra del cultivo tiene un impacto determinante sobre el rendimiento del frijol. Las condiciones climáticas favorecen o limitan las funciones fisiológicas de la planta, así como la incidencia de plagas y enfermedades. Sembrar fuera de época trae como consecuencia mayores riesgos en la producción, por lo cual se requiere especial atención en este aspecto. En suelos mecanizados bajo condiciones de temporal, la mejor época para la siembra del frijol es durante la primera quincena de septiembre. Para el frijol de riego se recomienda sembrar el cultivo entre la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre.
Bajo condiciones de temporal en suelos pedregosos, la mejor época para la siembra de las variedades recomendadas de frijol es durante la segunda quincena de agosto. Es importante que la siembra se realice en este periodo de tiempo para que la cosecha se efectúe en épocas de secas, es decir a principios de noviembre, ya que las lluvias afectan la cosecha y manchan el grano que se seca en el campo.
Métodos y densidad de siembra
La separación entre surcos y plantas debe manejarse de tal manera que la circulación del aire y la penetración de luz solar reduzcan las posibilidades de desarrollo de las enfermedades fungosas, favorecidas por las condiciones ambientales predominantes durante el cultivo.
Cuando la siembra del frijol se realiza con sembradora en suelos mecanizados, se debe depositar la semilla a “chorrillo” a una distancia de 5 centímetros entre planta y 70 centímetros entre surcos. Cuando la siembra sea manual, las distancias deben ser de 20 centímetros entre matas (4 ó 5 semillas por mata) y 70 centímetros entre surcos. En suelos pedregosos, considerando la naturaleza del terreno, es necesario que la siembra se realice en forma manual, con la ayuda de hilos que sirvan de guía para una mayor eficiencia en la distribución de las plantas. La distancia entre surcos debe de ser de 70 centímetros y las distancias entre matas deben ser de 20 centímetros dejando 4 ó 5 semillas por mata o piquete.
En todos los casos las semillas deberán quedar a una profundidad de 5 centímetros. La densidad adecuada de plantas de frijol, debe ser entre 250 y 260 mil plantas por hectárea, lo cual requiere 40 kilogramos de semilla con 85% de germinación.
Es importante establecer la población adecuada de plantas, para lograrlo es necesario determinar el porcentaje de población de la semilla que se sembrará, para tirar el número de semillas necesarias por piquete. Las densidades de siembra mayores a las recomendadas tendrán problemas de competencia, acame y disminución del rendimiento.
Riegos en terrenos mecanizados
En terrenos donde se pueda regar, se deben considerar los riegos de auxilio cuando las lluvias no sean suficientes para cubrir las necesidades del cultivo, en sus diferentes etapas fenológicas. De acuerdo con las condiciones climáticas, uno o más riegos complementarios al temporal en los periodos críticos aumentan los rendimientos del frijol.
Riego de presiembra
Debe llevarse a cabo 5 días antes de la fecha de siembra recomendada con una lámina entre 10 y 12 centímetros, para humedecer una profundidad de 50 centímetros, asegurando una germinación uniforme y un buen establecimiento del cultivo.
Primer riego de auxilio: Si antes de que inicie la floración del frijol no ha llovido, se debe dar un riego con una lámina de agua de
10 centímetros entre 30 y 35 días después de la siembra. Si llovieran más de 50 milímetros, se puede retardar hasta los 45 días, ya que en esta temporada, el frijol puede resistir periodos cortos de sequía.
Segundo riego de auxilio: Debe aplicarse al final del periodo de floración o inicio de llenado de grano; debe ser con una lámina de agua entre 10 y 12 centímetros. Este riego suministra la humedad necesaria para el llenado de grano; es el más importante dado que en esta etapa, el frijol responde con grandes incrementos de rendimiento.
Riegos en terrenos mecanizados
En el desarrollo del cultivo, existen épocas en las cuales la necesidad de agua es mayor y el riego representa el éxito o fracaso de la producción. Para el cultivo del frijol en otoño-invierno se requieren 6 riegos, uno en presiembra.
Con el riego de presiembra se logra una germinación uniforme y una buena población de plantas; éste debe ser de una lámina de agua entre 15 y 20 centímetros y debe realizarse 5 días antes de la siembra, con el fin de que la tierra dé punto para el transporte del tractor para la siembra, la fertilización y la aplicación de herbicidas preemergentes.
Programa de riegos en siembras del frijol en otoño-invierno
Labores de cultivo y combate de maleza
Las labores de cultivo determinan el éxito o fracaso, ya que tienen como función la destrucción de malas hierbas; también se debe remover y airear la tierra para dar protección y sostén. El cultivo debe permanecer libre de maleza durante los primeros 40 días de la emergencia, para evitar la competencia por agua, luz y nutrimentos. En terrenos mecanizados, el control de la maleza se logra de manera mecánica y química. En el primer caso se realiza con dos pasos de escarda en los días 15 y 30 días después de la germinación. La mejor alternativa actual para el control de la maleza en frijol es el uso de agroquímicos solos o combinados con el mecánico cuando sea necesario.
Para los suelos pedregosos, el control de la maleza después de germinado el cultivo puede ser manual a través de chapeos y control químico con el uso de herbicidas postemergentes.
Herbicidas recomendados para el control preemergente de maleza en frijol en terrenos mecanizados
ancha y zacates
a
y algunas de hoja ancha
a 1.0 l Hoja ancha y angosta
Herbicidas recomendados para el control postemengente de maleza en frijol en terrenos mecanizados y pedregosos Producto Dosis/ha Maleza que controla
1.5 a 2.0 l Hoja ancha de 2 a 4 hojas desarrolladas Fomesafen 1.0 a 2.0 l Hoja ancha de 2 a 4 hojas desarrolladas Fluazifop 0.75 a 1.0 l Zacates de 2 a 4 hojas desarrollas Sethoxydim 0.75 a 1.0 l Zacates de 2 a 4 hojas desarrolladas
Fertilización
La fertilización debe realizarse con la maquinaria al momento de la siembra en terrenos mecanizados o a espeque, a los ocho días de germinado el cultivo en terrenos pedregosos. Se recomienda aplicar 36 unidades de Nitrógeno y 92 de Fósforo por hectárea. Este tratamiento se logra al aplicar 200 kilogramos de fosfato diamónico (1846-00), o también 75 kilogramos de urea más 200 kilogramos de superfosfato triple de Calcio.
La fertilización foliar es complementaria a la edáfica, y se deben de realizar dos aspersiones de Nitrógeno durante el ciclo del cultivo. Las aspersiones deben tener una concentración de Urea de 1.75% de la solución nitrogenada, formada con la disolución de 10.8 kilogramos de Urea en 600 litros de agua, más 248 mililitros de adherente extravon-40. Esta concentración equivale a 5 kilogramos por hectárea de Nitrógeno por aplicación. Las fertilización foliares deben realizarse en las épocas de prefloración (entre 35 y 40 días después la siembra) y de llenado de grano (entre 60 y 65 días después la siembra). Se recomienda hacer las aplicaciones entre las 6:00 y 8:00 horas o bien después de las 17:00 horas, de preferencia cuando no soplen los vientos.
Plagas
Chicharrita: Es un insecto que se alimenta succionando la savia del follaje de las plantas. Abunda en épocas secas y temperaturas cálidas, lo que generalmente ocurre en los últimos días de septiembre y todo noviembre y si las precipitaciones son bajas. Son insectos de 3 milímetros de longitud, de color verde con manchas blancas en la cabeza. El insecto se caracteriza por moverse rápidamente mediante saltos y por tenerla cabeza en forma de pala. Pasa por varios instares ninfales y finalmente emerge el adulto, cuya hembra oviposita insertando los huevecillos en las nervaduras tiernas.
El daño que ocasiona se conoce como quemaduras de la chicharrita, que se caracteriza por la distorsión de las nervaduras acompañadas con un arrollamiento o encarrujamiento hacia arriba y hacia adentro de los márgenes florales. Las hojas van
cambiando de color y se tornan quebradizas y la planta acaba por morir.
Doradilla: Son crisomélidos cuyo daño lo causan los adultos al alimentarse del follaje, produciendo orificios que aumentan hasta que el follaje queda completamente destruido. Las doradillas también se conocen como diabróticas y son los adultos del gusano alfilerillo. Los adultos presentan diversos colores, aunque en general son verde pálido con puntos amarillos en las alas; su tamaño es de aproximadamente un centímetro. Causan daño principalmente antes de la floración; cuando las plantas están chicas son capaces de destruirlas completamente. También atacan flores y vaina.
Mosquita blanca: Este insecto es de aproximadamente dos milímetros de largo y se asemeja a una mosca común de color blanco amarillento. Las ninfas y huevecillos siempre se encuentren en el envés de las hojas; las ninfas son casi inmóviles y los adultos son de vuelo rápido y se mueven lentos cuando caminan. El daño lo causan debido a su hábito chupador, succionan los jugos de las plantas; sin embargo, su principal daño está en el hecho de que es vector del virus del mosaico dorado del frijol.
Cocay: Es un insecto crisomélido de color azul metálico. Los daños que causa son pequeñas oquedades en el follaje, y es tan grande su número que las plantas de frijol mueren en una o dos semanas después de que se inicia la infestación. Esta plaga infesta al frijol inmediatamente después de que las plantas nacen, y entre 15 y 20 días, lo destruyen totalmente. Se sugiere que el productor esté pendiente y preparado con el insecticida para iniciar su control tan pronto como nazca la planta.
Principales plagas que atacan al cultivo del frijol y su combate químico Plaga Producto Dosis/ha Época de aplicación
En plantas jóvenes cuando se observen 2 a 3 adultos por planta
Chicharritas Motocrofos 600 Protoato 600 1.0 l 1.0 l
Mosquita blanca
Cuando se encuentren 3 ó 4 y 5 insectos en plantas jóvenes y adultos, respectivamente
Endosulfan 35% + Agral 2.5 +0.25 l A inicios de infestación en plantas jóvenes
Cocay Motocrofos 600 1.0 l
Hacer dos a tres aplicaciones a intervalos de 10 días, efectuando la primera a los 8 días después de nacida la planta de frijol
Enfermedades
Una de las limitantes para la producción vegetal es la incidencia de enfermedades, las cuales reducen el rendimiento y calidad de las plantas y productos; dichas anomalías constituyen un serio problema, sobre todo en los trópicos, donde los organismos dañinos se reproducen y se dispersan más rápido y con facilidad debido a que las condiciones ambientales les son muy favorables.
Pudrición de la raíz por rhizoctonia: Ocasiona daños en condiciones húmedas durante las dos primeras semanas de la siembra del cultivo que es la época más susceptible al ataque de este hongo; después los tallos se hacen más resistentes. El ataque reduce la emergencia de las plántulas, efecto que se acentúa cuando la siembra es profunda.
En la raíz se observan lesiones rojizas de forma irregular y hundida, el tejido de la lesión es áspero y seco. La enfermedad ataca el sistema vascular de la raíz, así como el tallo al nivel del cuello de la planta, ocasionando la muerte de la misma. El hongo se transmite por semilla, por lo que su desinfección es muy importante. Cuando las vainas se ponen en contacto con el suelo pueden ser atacadas por el hongo y presentar lesiones húmedas deprimidas, de color café y bordes irregulares bien definidos.
Rhizoctonia del follaje: Como su nombre lo indica, este hongo causa daño al follaje. Cuando la humedad es suficiente para la infección, pero no para el desarrollo de un tizón generalizado, las
manchas en las hojas son circulares e irregulares, de color café con márgenes definidos y tamaño variable. Cuando las lluvias son frecuentes o las hojas inferiores llegan a tocar el agua de riego, se genera una escaldadura parcial o total de las hojas infectadas. La parte afectada al principio es verde pálido, después cambia a café y muere.
De las hojas inferiores, la enfermedad pasa a las superiores, ataca también tallos, pecíolos y vainas. Las partes enfermas, especialmente las hojas, quedan unidas por hilos de micelio y parecen estar envueltas por telarañas.
Mosaico dorado: Esta enfermedad viral es transmitida por la mosquita blanca. Se manifiesta con puntos amarillos extendidos sobre las nervaduras y la lámina foliar, la coloración es de un amarillo intenso y llega a cubrir entre 50 y 75% de la hoja.
Para prevenir el daño de estas enfermedades es necesario aplicar las recomendaciones siguientes:
• Utilizar semillas certificada.
• Tratar la semilla con captan en dosis de 150 gramos por cada 100 kilogramos de semilla.
• Realizar una rotación de cultivos.
• Sembrar en la época recomendada.
• Sembrar en terrenos con buen drenaje.
• Controlar eficientemente la maleza.
• Controlar las plagas, ya que transmiten las enfermedades.
Cosecha
Esta etapa es muy importante para el cultivo, ya que de la oportunidad y la manera de efectuarse dependerá en gran parte la recuperación de la inversión y el monto de las utilidades. La cosecha se realiza cuando 70% de las plantas alcanzan la madurez, y se manifiesta cuando las hojas cambian de color verde a amarillo y caen al suelo. La cosecha comprende las labores de corte, secado, trilla y limpia. El corte se puede hacer en forma manual o mecanizada. El secado por lo regular se hace en el campo una vez que el frijol es arrancado, y se coloca en hileras sobre el lomo del surco hasta que pierde la humedad y está listo para la trilla.
Introducción
La zona henequenera por excelencia de Yucatán se encuentra en la parte norte y norte-centro, la cual presenta condiciones de clima y suelo que favorecen el desarrollo del cultivo. Su altitud ronda entre 4 y 12 metros sobre el nivel del mar, su temperatura media es de 26 ºC, el clima según fao es AW0 con una precipitación entre 600 y 1,200 milímetros anuales y una distribución entre mayo y octubre como el periodo de mayor incidencia de lluvias; tiene suelos tipo rendsinas con orografía rugosa caliza altamente pedregosos y que en conjunto constituyen una planicie con ligeras ondulaciones.
El henequén agave fourcroydes, es una planta perenne nativa de Yucatán, su ciclo biológico fluctúa entre 20 y 25 años; se caracteriza por estar formada por una roseta de hojas rígidas que poseen en su extremo terminar una afilada y robusta espina; sus márgenes también son espinosos, en su etapa adulta posee un tallo grueso y leñoso. Las hojas con buena producción de fibra generalmente tiene una longitud superior a un metro, con lo que llega a conformar un área radial que fácilmente alcanza los 2.5 metros y el aprovechamiento de sus hojas llega a generar un tallo de hasta 1.2 metros. Las hojas en casi toda su longitud están conformadas por un acanalamiento que le permite dirigir el agua de la lluvia a la parte central del tallo.
En Yucatán, el henequén se produce desde mediados del siglo xix y fuera de Yucatán sólo se cultiva en Tamaulipas. El aprovechamiento de esta planta se circunscribe prácticamente a la fibra, a pesar de
fuertes intentos por la generación y aprovechamiento de subproductos diversos. La fibra está contenida en la hoja en una proporción de 5% de su peso.
Una característica de los agaves es que poseen dos formas naturales asexuales de propagación: la emisión de rizomas a través del sistema radicular y la generación de hijuelos denominados bulbillos en la inflorescencia. Al ser reproducción asexual, que las plántulas generadas serán idénticas a la planta que les da origen. A partir de la floración se obtienen semilla, la cual generalmente produce plantas débiles, de lento desarrollo y generalmente mueren.
Tecnología de producción de henequén
La demanda de fibras naturales se encuentra nuevamente en auge, impulsada mayormente por países desarrollados que buscan la reducción del uso de productos contaminantes y tendencia a lo natural; esta expectativa parece representar ventajas a los países productores de fibra. Como referencia del declive que se vive con la producción, en la década de los ochentas se cultivaban 240,00 hectáreas y se producían 65,000 toneladas de fibra; desde 2010 se cultivan cerca de 12,000 hectáreas y se producen unas 5,500 toneladas.
Yucatán posee una amplia cultura agrícola y experiencia en la producción del henequén, lo que sin duda le permitirá reposicionarse, si la economía mundial de las fibras duras se fortalece.
La floración, misma que se presenta al final de su ciclo biológico, se presenta en promedio entre los 15 y 25 años de edad, cuando la planta se encuentra en explotación; mientras que cuando la planta no se somete en forma regular a la cosecha de la penca, la floración se adelanta, presentándose por lo general entre los 6 y 8 años.
La floración se presenta en un escapo o varejón, el cual se caracteriza por tener un desarrollo promedio de 7 metros, de los cuales 3 lo conforma un tallo que se origina de la parte central de la planta o cogollo; a partir de los 3 metros inicia una ramificación que a lo largo de 4 metros forma unos 23 brazos. Los diámetros basal y de inicio de ramificación del varejón son de 44 y 23 centímetros respectivamente, y la producción de bulbillos en promedio es de 3,750 por inflorescencia sana y vigorosa. Este potencial de reproducción
se presenta generalmente en condiciones de aislamiento, lejos de las plantaciones comerciales.
Requerimientos agroecológicos
Precipitación: La exigencia de humedad de esta planta es baja, sin embargo, en condiciones extremas, afectan también a la productividad de la planta las sequías cíclicas que se han venido presentando en Yucatán cada 4 y 6 años; pues éstas han impedido que los planteles generen penca hasta por espacio de dos meses. Este retraso en la producción no es recuperable y en tanto la planta adquiera la condición de seguir produciendo penca, el productor ha perdido la oportunidad de realizar un corte, resultando en la merma de sus ingresos. Salvo esta circunstancia, el cultivo sobrevive satisfactoriamente con el promedio de precipitación entre 600 y 1,200 milímetros anuales.
Suelo: Los suelos que se destinan en Yucatán corresponden a los Leptosoles (Rendzinas) de menor productividad para otras actividades, ya sean agrícolas o pecuarias; sin embargo, lo pedregoso y calizo del suelo favorece el desarrollo del cultivo para la conformación de su consistencia fibrosa, compuesta en buena parte por Calcio.
Altitud: La República Mexicana posee gran diversidad de climas, diferenciados en gran medida por la orografía. En gran parte del país prosperan los agaves y el henequén presenta buen comportamiento a una altitud promedio entre 4 y 12 metros sobre el nivel del mar en el estado de Yucatán; sin embargo también es reconocida la versatilidad del los agaves, como el henequén, para adaptarse a diversas condiciones ambientales y alturas, como en el caso de Tamaulipas, donde se cultiva en los municipios de Victoria y Jaumave, los cuales se encuentran a una altitud de un poco más de 300 metros sobre el nivel del mar.
Establecimiento de viveros o semilleros de henequén
Selección del terreno: Lo ideal, por disposición del sustrato a emplear y a fin de evitar costos de traslado del bagazo, es que el semillero se establezca en aéreas aledañas a las desfibradoras
activas, las cuales forman bagazales, o en donde existieron desfibradoras y se puede conseguir este producto. Es recomendable contar con un pozo cercano y considerar el acceso a energía eléctrica para alimentar al motor de extracción de agua.
Una desfibradora activa puede producir un poco más de 50 toneladas de bagazo al día, materia que en la actualidad no tiene una demanda especifica, por lo que puede usarse para la formación de las camas para el vivero. Con este volumen es posible cubrir una superficie de hasta 0.10 hectáreas.
Preparación del suelo: Se recomienda el uso de bagazo de henequén como sustrato para los viveros de este cultivo; la maleza que crece en el mismo debe eliminarse del área de siembra mediante chapeos. Para el establecimiento de un semillero es recomendable que el bagazo tenga un espesor de al menos 40 centímetros.
Densidad de siembra: La densidad recomendada es de 100 mil plantas por hectárea, lo cual se logra con acomodos de “camas” de 1.2 metros de ancho, con separaciones de 80 centímetros. El largo de las camas estará en función de las dimensiones del terreno, considerándose una distancia practica entre 20 y 30 metros como retornos para las labores culturales. Cada cama la integran cuatro líneas separadas de 30 centímetros y la distancia entre plantas es de 20 centímetros.
Siembra: Una vez formadas las camas, las líneas se trazan con ayuda de hilos con marcas separados por una distancia de 20 centímetros; se siembra una planta en cada marca (separación entre plantas) formando líneas, por lo que cada cama deberá llevar 4 hilos separados por 30 centímetros.
Para la siembra o trasplante, el productor puede ayudarse con una vara gruesa con punta para indicar y hacer el orificio en el bagazo donde se colocará la planta, también es posible usar un sembrador de los que se emplean para la siembra de maíz.
Con el trazo de una primera línea de siembra, es posible delimitar el complemento de las cuatro líneas por cama.
Procedencia del material vegetativo: Después varias generaciones, el medio más común de propagación del henequén lo ha
constituido las plántulas obtenidas de rizoma; sin embargo, actualmente se ha demostrado que se puede hacer uso de otras alternativas.
Se sugiere usar material homogéneo entre 10 y 15 centímetros, de tal manera que se haga una selección de la plántula para sembrar en forma homogénea las camas (un solo tamaño).
Las plántulas recomendadas para iniciar un semillero son aquellas producidas por rizomas de plantas que a su vez fueron producidas en un semillero. También se puede iniciar un semillero con vástagos provenientes de rizomas de plantas de planteles en producción, las cuales deben ser bien seleccionadas por su vigor y sanidad; al separarlas de la planta madre, se debe tener el cuidado de no dañar la “cebolla” (tronco) del pequeño vástago. Otra fuente de material vegetativo son los bulbillos o plántulas producidas en el varejón; éstos se pueden obtener a partir de plantas de henequén. También puede usarse material vegetativo proveniente de cultivo de tejidos, sin embargo, este material es un poco difícil de obtener en la región debido a sus altos costos.
Riego: Por su eficiencia, el sistema de riego recomendado es el presurizado por goteo a través de cintilla. La aplicación del riego debe darse con frecuencia de 3 días a la semana. Cada riego debe tener una duración de 4 horas. En ese periodo de tiempo, cada planta recibe en promedio 4 litros de agua. En temporada de lluvias es posible suspender el riego o sólo regar cuando éstas se espacien, debiendo considerar que el riego es elemental para que los vástagos logren el tamaño requerido para el trasplante (entre 45 y 50 centímetros), en lapso de un año.
Fertilización: Para el desarrollo del vástago es suficiente el abonado con bagazo de henequén.
Control fitosanitario: Para el control de maleza se recomienda el uso de glifosato, el cual se aplica en dosis de 3 litros por hectárea. Este control se combina con deshierbes y se usa cuando la maleza presenta una altura entre 20 y 25 centímetros. Se requieren entre 2 y 3 aplicaciones al año.
Control de plagas: Se recomienda la aplicación de carbofuran en forma preventiva contra el escarabajo rinoceronte, pues este
insecto se presenta de manera regular en semilleros y nuevas plantaciones. Su aparición se da una vez avanzado el establecimiento del temporal, cuando la humedad está acumulada en el suelo y estimula la aparición de los adultos, que son los que causan el daño; sin embargo, al proporcionarle riego al semillero, es posible acelerar su emergencia si el semillero estuviera en un segundo ciclo y en el anterior se hubiera manifestado esta plaga. Su tamaño es de 2 centímetros de ancho por 4 de largo y sus daños son proporcionales a su tamaño, en ocasiones causa galerías a través de la planta, provocando su muerte, de ahí la importancia de su control. Generalmente requiere de una sola aplicación en semillero, previa a la cosecha del vástago en el mes de mayo, la persistencia del insecticida llega a ser de 3 meses, requiriéndose de una segunda aplicación en nuevas plantaciones.
En semilleros no es común que se presenten problemas de enfermedades, ocasionalmente y de manera reciente se ha observado de manera aislada “pudrición de cogollo”, enfermedad común en plantas adultas. En este caso, se sugiere como medio de control la eliminación de las mismas.
Establecimiento de plantaciones definitivas de henequén
Selección del terreno: A pesar de que el henequén es un cultivo poco exigente, en la medida que las condiciones le favorezcan, su desarrollo puede ser mejor, y aunque se ha comprobado que los suelos calcáreos favorecen el desarrollo del cultivo, se recomienda evitar aquellos que tienen demasiados afloramientos rocosos e inundables.
Una nueva plantación debe establecerse en un suelo descansado, entre 10 y 15 años. Además, las desfibradoras deberían ubicarse en forma estratégica lo más cerca a vías de comunicación y carreteras, de modo que se facilite el transporte de vástagos, insumos, productos y la movilización de la cosecha. Preparación del terreno: La adecuada preparación del suelo antes del establecimiento del cultivo es muy importante, sobre todo para control de maleza, ya que esta labor es crucial para reducir la competencia y lograr un buen desarrollo del cultivo.
Tumba: Consiste en la eliminación de la vegetación arbórea del terreno elegido para la nueva siembra; se realiza entre septiembre y noviembre, cuando la vegetación aún conserva la humedad del temporal. Esta labor puede realizarse mediante el empleo de motosierras, aunque en su mayoría se realiza de forma manual. Cuando no se dispone de un terreno con estas características, se parte con la labor que corresponda al terreno a usar.
Roza: Se inicia con esta labor cuando el terreno a usar no cuenta con vegetación arbórea; se hace posterior a la tumba para la eliminación de vegetación arbustiva y herbácea.
Quema: Se realiza cuando la vegetación está completamente seca. Esta etapa de la preparación del terreno se realiza en la zona bajo un programa calendarizado por municipios, el cual da a conocer el gobierno del estado, y generalmente es en el mes de febrero o marzo. Las quemas están sujetas a un programa establecido, verificándose y apoyándose por instancias del gobierno del estado, a fin de reducir riesgos de afectación a otros predios o daños personales.
Mecanización: La zona norte y norte-centro de la entidad están limitadas para labores de mecanización por la alta pedregosidad del terreno; por ello el cultivo no es mecanizable, aunque algunos productores han incursionado en el empleo de maquinaria pesada como el D-6, D-8 u otros equipos de oruga para la preparación del terreno, así como en el uso de desbrozadoras manuales para el manejo de la maleza.
Preparación del vástago o plántula: Los vástagos para las nuevas plantaciones de henequén deberán provenir preferentemente de viveros o semilleros, ya que en este sistema se producen con las características de calidad deseadas (tamaño, número de hojas, grosor de tallo y vigor) en menor tiempo.
Un vástago producido en semillero, listo para el trasplante, indistintamente del origen de la plántula usada para producirlo (de plantel, semillero, bulbillo o cultivo de tejidos) presenta características muy superiores a aquellos vástagos obtenidos en planteles comerciales. En principio sabemos con mucha certeza la edad de la planta y se genera plantas muy homogéneas,
adquieren mayor vigor, en tan sólo un año adquieren un área folia promedio de 20 hojas; características que le permiten, una vez trasplantadas a campo, no detener su desarrollo sino seguir creciendo acortando el tiempo de cultivo (tiempo a corte) y reduciendo los costos de mantenimiento.
Los valores promedio de la planta cosechada del vivero, las cuales estarán listas para su trasplante al año y dos meses son:
• 50-54 centímetros de altura.
• 1.5-1.68 kilogramos de peso.
• 18-20 hojas.
• 4.2-4.7 centímetros de ancho de hoja.
• 3.5-4 centímetros de diámetro de raíz (cebolla).
Estas características obtenidas en el vivero son muy importantes, ya que, para que una planta de henequén exprese adecuadamente su potencial y se adapte rápidamente a las condiciones de establecimiento definitivo (trasplante) en las nuevas plantaciones, deberá tener una altura entre 40 y 50 centímetros y al menos 18 hojas, con un peso mínimo de 1.5 kilogramos, además de otros aspectos de vigor, como ancho de hoja y grosor de raíz.
Para conservar la calidad de planta arriba citada, al extraer los vástagos del semillero para llevarlos al terreno definitivo se le debe dar el siguiente manejo:
• Los vástagos deberán ser extraídos usando una barreta (no cortados), conservando la “cebolla” completa. Sólo serán podadas las raíces, dejándolas de aproximadamente 10 centímetros de largo.
• Seleccionar plantas homogéneas, entre 40 y 50 centímetros de altura de cogollo.
• Mantener al menos 18 hojas en promedio, las cuales deben conservarse en su totalidad.
• El trasplante debe realizarse de manera casi inmediata a su extracción.
• Se sugiere que el transporte sea a “granel” y no atados para no lastimar el área foliar.
Aunque el establecimiento de semilleros es una práctica cada vez más común, aún no está generalizada; por lo que sigue sien-
do necesaria la utilización de vástagos generados en los planteles para efecto de realizar nuevas siembras. Por lo cual, en caso de no haber otra alternativa, y de que se tengan que usar estas plantas, se recomienda el siguiente manejo de las mismas, para minimizar la reducción de su vigor:
• Extraer los vástagos de plantaciones en muy buenas condiciones de sanidad.
• Obtener el vástago de una planta madre vigorosa.
• No lastimar en exceso la “cebolla”, extraer la planta al menos con 2 centímetros de cebolla.
• No cortar las hojas a menos que estén secas.
• Extraerse próximos al trasplante y no darles “reposo”, trasplantando lo más rápido posible, ya que en este periodo las hojas verdes se secan y limitan la recuperación de la planta.
• Transportar los vástagos a granel, no amarrar.
• Si los vástagos son adquiridos, que provengan de plantaciones sanas y vigorosas, no avejentadas ni desatendidas.
• Al momento del trasplante darles un baño de caldo bórdeles en el área de la cebolla.
Este tipo de vástagos deben tener al menos un promedio entre 8 y 10 hojas, que son el mínimo requerido para una buena recuperación al trasplante, una altura mínima entre 35 y 40 centímetros con al menos 2 centímetros de cebolla.
Densidad de siembra: Los distanciamientos con los cuales se han establecido los planteles están basados en el número de plantas que se acomodan en un mecate (20 por 20 metros). En esta superficie se colocan 6 ó 7 hileras de henequén y dentro de cada hilera las plantas llevan un espaciamiento de 1 ó 1.1 metros. Cuando se usan 6 hileras, la población o densidad de siembra será cercana a las 2,700 plantas por hectárea, mientras que cuando se usan 7 hileras por mecate (2.8 metros entre hileras) se logra una densidad de 3,150 plantas por hectárea.
A pesar de que se han probado otras densidades de siembra, éstas son las que han mostrado el mejor comportamiento en desarrollo de la plantación, logrando los mejores rendimien-
tos, calidad de fibra y hoja durante el periodo completo de vida útil de la plantación; así mismo, en las plantaciones con estas densidades de siembra, se obtiene el mayor tiempo de vida productiva. Con estas densidades se logra una producción de fibra entre 500 y 850 kilogramos por hectárea, dependiendo de las condiciones en que se maneje la plantación.
Siembra: Como el cultivo es de temporal, se ha determinado que mayo es el mes ideal para realizar las nuevas siembras o plantaciones definitivas, ya que es posible que en este mes inicien las lluvias y con seguridad se cuente con ellas en junio. De esta manera se aprovecha la precipitación para que establecer adecuadamente la plantación y recuperar rápidamente las plantas después del estrés del trasplante. En caso contrario, se pierde la oportunidad de que la nueva siembra aproveche íntegramente las lluvias.
Es posible sembrar en cualquier época del año. Si se usan los vástagos recomendados, las pérdidas son reducidas; el desarrollo de la planta se retrasa drásticamente cuando se establece en otra época del año, y por supuesto durante la sequía.
Una vez preparado el terreno para proceder a la siembra, se realiza el estacado cada 2.8 ó 3.33 metros, según la densidad de siembra elegida. Después se tienden hilos como guía de la línea de siembra, éstos pueden estar previamente marcados cada 1.1 metros. Sin importar el número de líneas por mecate, la separación entre plantas es la misma. Cuando los hilos han sido marcados y empleados varias veces, se corre el riesgo de que vallan cediendo y las distancias ampliándose.
Como la zona donde se siembra henequén es muy pedregosa, no hay suficiente tierra para que la planta se fije por sí misma; entonces la planta se sujeta al suelo con piedras a los lados de ésta, o las piedras se usan para presionar las hojas bajas de la planta. Esta práctica se usa con el objeto de evitar en ambos caso que los vientos u otro factor derriben al vástago.
Riego: La respuesta de la planta al efecto del temporal en cuanto a desarrollo se manifiesta sobre todo en la emisión de hojas, generando 70% de ellas en la época de lluvias (entre julio y
noviembre) y sólo 30% en sequía. Investigación respecto a la respuesta al riego permite obtener incrementos en la emisión foliar y en ganancia de altura entre 30 y 40%, respectivamente; sin embargo, desde el punto de vista económico no es recomendable la inversión en un sistema de riego, por lo que se sugiere se siga manejando como un cultivo de temporal.
Corte de hoja o cosecha: Posterior al trasplante, deben transcurrir entre 4 y 6 años (dependiendo del manejo y vástago usado en el trasplante) para el inicio de cortes de hojas o cosecha. Para iniciar el proceso se debe considerar que la parte central de la planta o cogollo, de donde se desprenden las hojas, tenga una longitud o altura de 1.2 metros; así las hojas que se encuentren en posición horizontal respecto al tronco de la planta tendrán una longitud similar. La hoja a cortar en este momento, con esa longitud, se considera de buena calidad. Cuando en la plantación se observe ya una buena talla de las plantas, ésta se verificará y después se procederá al “marcado”; práctica que consiste en identificar las plantas que reúnen el requisito para corte o cosecha. El cortador dejará las plantas más pequeñas y que no han sido marcadas para cortes posteriores. La proporción de plantas que tengan condición para corte y el tiempo que transcurra para que toda la plantación esté en producción dependerá de la uniformidad con que se haya establecido la plantación, de la calidad del vástago usado y de la calidad del mantenimiento proporcionado al plantel.
El rango de comercialización en cuanto a longitud de la hoja es entre 70 centímetros y 1.2 metros; el precio del producto se fija en cuanto a los kilos de fibra producidos.
En un principio la hoja cosechada presenta rendimientos bajos que, de acuerdo a los estándares locales, se estima en kilogramos producidos por cada mil hojas. Los primeros cortes generan un promedio entre 18 y 20 kilogramos por millar, a una edad de producción media (3 ó 4 años después del inicio de la cosecha) el rendimiento puede ser entre 25 y 30 kilogramos y más adelante pueden alcanzarse 35 kilogramos o más de fibra por millar de hojas.
La planta requiere condiciones óptimas para su recuperación después de cada corte, ya sufre daño y heridas durante éste; para una recuperación satisfactoria se ha determinado que se deben dejar a la planta entre 25 y 30 hojas después de cada corte, cantidad similar al número de hojas que la planta produce en un año, aunque también está influenciada por las condiciones del temporal.
La hoja cortada es atada en rollos de 40 hojas cada uno, estableciéndose como medio de control el millar de hoja, el cual está representado por 25 rollos.
Una vez realizada la cosecha, la penca será entregada en la desfibradora en el menor tiempo posible, a fin de evitar la oxidación y descomposición de la parte expuesta al corte y el deterioro de la misma, lo cual repercute en la calidad de la fibra.
Cultivos intercalados: La siembra del cultivo de maíz es una actividad muy arraigada y tradicional entre los campesinos henequeneros y muchos de ellos cultivan una superficie o lote con henequén y preparan otro para maíz. Estas actividades pueden realizarse en forma conjunta durante los primeros tres o cuatro años del cultivo del henequén. La mejor opción es el intercalar al cultivo de henequén y maíz asociado con frijol ibes. La asociación implica la mezcla de las semillas y una sola siembra al azar.
Se sugieren densidades de un metro por un metro, lo cual da como resultado acomodos de tres líneas de maíz intercaladas el primer y segundo año del henequén y dos líneas en el tercer año, independientemente de la densidad de siembra del henequén.
Para lograr lo anterior se requieren 12 kilogramos de maíz y 10 de ibes. De esta práctica se puede obtener suficiente maíz e ibes para autoconsumo, y si el temporal es benigno, se pueden obtener hasta 900 kilogramos de maíz y 300 kilogramos de ibes, lo cual puede hacer la actividad rentable.
El intercalado de maíz-ib eficientiza el uso del suelo, aprovechando un terreno ya preparado y ahorrando labores al productor, que no tendrá que preparar otro terreno para la siembra
del maíz y puede generar un ingreso para el campesino durante la etapa improductiva del henequén, ya que para iniciar la cosecha de este es necesario que transcurran hasta seis años. Además, las labores de mantenimiento y cuidados del maíz benefician al henequén.
Control de la maleza: Uno de los factores que más afectan en forma negativa al cultivo del henequén, sobre todo en su desarrollo, es la competencia con las malas hierbas, razón por la cual debe implementarse un buen control desde recién establecida la plantación.
Control manual: 2 ó 3 chapeos al año con coa o machete son necesarios para controlar las malas hierbas. A mayor precipitación, mayor requerimiento de control. La etapa crítica de competencia son los primeros seis meses después del trasplante del cultivo de henequén, periodo en el que es recomendable tener limpia la plantación.
Control químico: La mezcla de Picloran más Glifosato en dosis de 2 más 3 litros por hectárea y Picloran más 2-4 D más Glifosato en dosis de 2 más 2 más 3 litros por hectárea son eficientes para el control de una amplia gama de malezas anuales de hoja ancha y gramíneas, así como de especies perennes. En tanto las aplicaciones no sean dirigidas al cultivo, no existe riesgo de fitotoxicidad por estos productos. Se recomienda que los productos se apliquen cuando la maleza tenga como máximo 40 centímetros de altura, en caso contrario deberá hacerse un chapeo para bajar la longitud de la maleza para después hacer la aplicación. El número de aplicaciones se definirá de acuerdo a las condiciones de precipitación, lo cual favorece la presencia de malas hierbas.
Control combinado: Cuando los recursos no son suficientes para la aplicación del control químico a toda la plantación, se sugiere aplicar en sólo una parte de la plantación; cuando la plantación está en condiciones para la cosecha, la calle para extracción de la producción y el espacio donde se realiza el corte requieren mayor atención de limpieza, por lo que se sugiere que el control químico se realice en este surco o calle, aplicando un
control manual en las calles alternas. La alternativa consiste en realizar un chapeo, y cuando la maleza presente una altura media de 40 centímetros, realizar la aplicación de herbicida y retrasar significativamente su desarrollo.
Prevención y control de plagas
Chicharrita: Insecto de aproximadamente un centímetro de largo por 3 milímetros de ancho y de hábito chupador. Las zonas afectadas de la planta suelen presentar huella de su presencia y las punciones causadas en época de secas no presentan mayor daño. Durante las lluvias ocasionalmente presentan oxidaciones, las cuales no afectan el interior de la penca por lo que la fibra no se ve afectada. Su población se incrementa en la época de lluvias, pero al mismo tiempo se ve controlada en forma natural por un hongo del genero Fusarium , el cual la ataca causando en el insecto una especie de momificación. No se sugiere control.
Max: Este insecto es un picudo que utiliza la planta como medio de reproducción, ya que la hembra del adulto se interna a ovipositar y las larvas se desarrollan en galerías en el interior de la planta, con la posible consecuencia de la pérdida de la planta. Esta plaga se encuentra ampliamente distribuida en la zona henequenera; se estima que en los planteles una planta de cada 150 sufre el daño de la plaga, la cual como larva permanece en ella durante un promedio de 108 días.
La presencia de la plaga se hace evidente cuando la planta pierde su simetría y se inclina hacia la parte en que se ha iniciado el daño, su posterior desarrollo y producción se ve limitado al grado de llegar a causarle la muerte. Esta plaga se encuentra presente en otras regiones productoras de agave en México.
El método de control sugerido es químico, requiriéndose ademas un atrayente que hace más eficiente el control. En el proceso se emplean conchas de hoja, que es la parte de la hoja que conserva la planta una vez cosechada, la que después del corte pasa por un proceso de fermentación que atrae al insecto. Las conchas de las hojas se remojan en una solución de Paration metílico a 50% a dosis de un centímetro cúbico por litro de
agua, y se distribuyen en número entre 12 y 15, en 5 sitios por hectárea (al centro y hacia los cuatro extremos). El método es barato y ambientalmente es la mejor opción.
La aplicación sistemática de esta recomendación reduce considerablemente la población de esta plaga.
Considerando que la fluctuación del picudo o max se incrementa en la temporada de lluvias, es en los meses entre julio y octubre cuando se recomienda que se realicen los trampeos y aplicación del control, con una aplicación mensual.
Escarabajo rinoceronte: Insecto de hábitos nocturnos. Mide 4 centímetros de largo por 2.5 de ancho; emplea al henequén como medio de alimentación; suele aparecer una vez establecida la temporada de lluvias y desaparece al término del temporal. Su mayor daño es a las plántulas de henequén en semillero y en plantaciones jóvenes.
El insecto penetra a la planta a nivel del suelo y causa galerías en ella del tamaño de su cuerpo, cuando ocasionalmente dirige su daño hacia arriba de la planta puede generar su muerte y cuando se dirige hacia abajo afecta al sistema radicular, permitiéndole a la planta sobrevivir una vez que ha regenerado sus raíces, pero con el consecuente atraso de su recuperación.
Las plantas atacadas presentan sintomatología similar a la causada por el max. Se identifica cuando la fibra se encuentra expuesta, pues el escarabajo consume la pulpa de la hoja exponiendo la fibra.
La hembra del escarabajo oviposita en el suelo y al siguiente ciclo de lluvias aparece la descendencia e inicia su ataque.
Su control se realiza químicamente con aplicaciones foliares de Furadán en dosis de 3 litros por hectárea; la persistencia del producto es de 3 meses aproximadamente. En caso de que se tenga un temporal prolongado, se requerirán de dos aplicaciones.
Palomilla del varejón: Palomilla de hábitos nocturnos que oviposita en los bulbillos ya formados y perfora el cogollo. El insecto forma una tela semejante a la de una araña, lo cual es un signo inconfundible de su presencia. Si no se controla, destruye por completo los bulbillos producidos en el varejón.
Principales plagas del henequén
Nombre común Agente causal Importancia del daño Control
Chicharrita Homalodisca hambletoni
Max Psiphophorus intertitialis
Escarabajo rinoceronte Oryctes nasicornis
Palomilla del varejón
Tetralopha
Insignificante Ninguno
Medio Atrayente más insecticida
Medio a alto Aplicaciones foliares de Furadán
Media (bulbillos)
Prevención y control de enfermedades
Una enfermedad normalmente es considerada de importancia, cuando afecta negativamente la productividad de un cultivo.
Punta seca de la hoja: Las hojas se comienzan a necrosar inmediatamente debajo de la espina apical tomando una coloración café obscuro o negro; la parte afectada se seca rápido adquiriendo una consistencia apergaminada. La enfermedad progresa de la parte apical hacia la basal pudiendo cubrir toda la hoja. Cuando la enfermedad ha necrosado el primer tercio de la hoja, se puede observar una secreción gomosa de color rojizo, motivo por el cual se le conoce como “gomosis de la hoja”. La enfermedad destruye los tejidos internos, por lo cual la hoja disminuye en calidad y longitud o perdiéndose por completo.
Secadera del varejón, causado por el hongo cercospora : Los primeros síntomas de la enfermedad se presentan con pequeños círculos o manchas ovales rojizas o café; los cuales van cambiando a un color pardo obscuro o gris con centros claros (debido a la esporulación del patógeno). La zona de avance es color pardo claro. La enfermedad comienza en el tronco del varejón y avanza rápido hacia las ramificaciones o brazos del escapo floral. Las manchas se unen formando zonas necróticas extensas que al final cubren por completo la inflorescencia, evitan la produc-
ción de bulbillos y la formación de cápsulas donde se producen las semillas.
Pudrición de cogollo: Enfermedad muy difícil de detectar, ya que comienza en la parte interna del verticilo de hojas que forman el cogollo. Normalmente se identifica cuando al soltarse las hojas nuevas del cogollo, las internas manifiestan síntomas de la enfermedad en la parte media o superior de las hojas; las lesiones se caracterizan por ser de color rojo púrpura en la zona de avance de la enfermedad, cambiando a gris y negro conforme avanza la pudrición. Cuando la enfermedad se encuentra en su etapa más avanzada, el centro del cogollo se encuentra totalmente necrosado y el tercio superior de las hojas presentan una apariencia de cortes irregulares debido a la fragmentación de las zonas necróticas; en ese momento la planta se pierde en su totalidad.
Mancha concéntrica de la hoja. En el inicio del ataque se perciben en la parte basal de la hoja pequeñas manchas ovales, éstas pueden llegar a medir entre 20 y 25 centímetros de largo por 6 ó 8 centímetros de ancho; son de color gris pardo con el centro claro y con bordes pardo claro, los cuales corresponden a la zona de avance. La enfermedad afecta los tejidos vasculares de la hoja, por lo que ésta se torna amarillenta y se dobla a la altura de la zona infectada. Si las hojas no son cortadas cuando se presentan los primeros síntomas, son destruidas en su totalidad. Los productores locales atribuyen el daño a la secreción floral que cae sobre las hojas y la llaman “quemadura de hojas por varejoneo”.
Pudrición de vástagos. La enfermedad se presenta aproximadamente 15 días después del trasplante de los vástagos. La planta se torna flácida y toma un color verde pálido. En estado avanzado las hojas se doblan y se secan; en ese momento, si el cogollo se jala ligeramente, se desprende con facilidad. La infección comienza en el sistema radicular y avanza hacia el tronco y el cogollo de la planta hasta matarla.
Manchas acorchadas o concha: La enfermedad se caracteriza por formar manchas normalmente pequeñas, que raramente
cubren grandes extensiones del área foliar; tienen entre 4 y 6 centímetros de largo por 2 ó 3 de ancho; son de color café obscuro y cuando están bien desarrolladas, la parte superior se torna obscura. Sobresalen de la superficie foliar y su consistencia es dura y acorchada; en la parte superior se forman depresiones que aparentan erupciones. El ataque es superficial, no afecta los tejidos internos y ocasiona solamente leves manchas a la fibra; sin embargo, una elevada incidencia hace que la hoja se clasifique como de segunda, debido a su apariencia “roñosa”.
Manchas antracnóticas. Se presenta como manchas pequeñas distribuidas irregularmente, circulares de color café obscuro y rojizo, no mayores de un centímetro de diámetro, pocas veces cubren grandes extensiones del área foliar. Se desarrollan de manera superficial sin afectar los tejidos internos, por lo que no afectan la calidad de la fibra ni su longitud.
Manejo y control de las enfermedades
La pudrición de vástagos se controla mediante el empleo de material vegetativo procedente de semilleros, a los cuales sólo se les poda la raíz a 2 centímetros y se trasplantan de inmediato; de no ser así, se debe procurar que el periodo de reposo no sea mayor de 10 días. También se puede sumergir la cebolla de los vástagos en caldo bórdeles para reducir las posibilidades de que se presente la enfermedad. Para vástagos procedentes de plantel, a los cuales se les poda la cebolla, se recomienda dar un baño de fungicida clorotalonil (50 gramos por 10 litros de agua) y trasplantarlos tan pronto como sea posible.
La incidencia de las enfermedades punta seca, mancha concéntrica, antracnosis y mancha acorchada, se reduce al cortar las hojas afectadas en el momento que se observan los primeros síntomas; de esta forma se pueden comercializar antes de que el daño de las enfermedades lo impidan y, paralelamente, se eliminarán los focos de infección de los patógenos causales de las mismas. El sobrecorte realizado para eliminar las hojas enfermas no afecta el desarrollo de la planta, observándose una emisión foliar y producción de fibra semejante al de plantas sin el sobrecorte.
El daño causado por la pudrición de cogollo se reduce mediante la aplicación semanal de Mancozeb más Estreptomicina en dosis de 2 más 0.5 gramos por planta, durante tres meses. Las aplicaciones se dirigen al cogollo y solamente a las plantas afectadas.
Cuando los varejones no se aprovechan para la obtención de bulbillos, éstos deberán de eliminarse; ya que al presentarse la enfermedad “secadera de varejón” se convierten en focos de infección del agente causal de la mancha concéntrica. En caso de utilizar los varejones para la obtención de bulbillos, será necesario controlar la secadera del varejón con aplicaciones de Delcene-m, en dosis de 12 gramos por planta una vez por semana durante cuatro meses.
Las enfermedades en el cultivo del henequén juegan un papel importante en la reducción de la producción. Por este motivo deben de combatirse en forma oportuna para evitar el incremento de los costos y las pérdidas en el cultivo. Se pueden manejar mediante prácticas culturales o aplicando algunos productos químicos dirigida a las plantas afectadas o de las que se pretende obtener material vegetativo.
Concepto Costo
Preparación de terreno
Tumba, guardarraya y quema 3,750
Trazado de la plantación 2,400
Valor de la planta o vástago 12,000
Maniobras de planta (fletes) 1,200
Selección, preparación y plantación 2,340
Control de maleza en líneas (chapeo) 1,125
Aplicación de herbicida en calles 560
Transporte de agua 1,200
Introducción
Las condiciones de clima y suelo del estado de Yucatán, y de la península en general, favorecen el desarrollo de varias especies hortícolas con el empleo de riego, las cuales por su demanda pueden representar una opción real de producción y comercialización no sólo en los mercados local y regional del sureste, sino también en el nacional e internacional.
Tecnología para la producción de chiles amarillos
Introducción: Los tipos de chile amarillo, como el x´cat-ik, son de importancia debido a que se emplean para condimentar diversos platillos regionales, razón por la cual su demanda es alta durante todo el año y los precios que alcanzan hacen redituable su cultivo. Debido a esto, en algunas épocas del año cuando la producción es escasa, se comercializa el chile húngaro, el cual se produce en otros estados del país y tiene características similares al x´cat-ik.
En Yucatán existen condiciones para producir chiles amarillos con gran pungencia destinados al consumo en fresco o a la elaboración de salsas picantes.
Los resultados han demostrado la factibilidad de producir estos cultivares en suelos pedregosos, con lo que se puede incrementar el número de especies cultivables en las unidades de producción de la región.
Tecnología de producción
Variedades: Para la producción de chile amarillo para condimentos se recomienda la variedad criolla x´cat-ik y la variedad mejorada hungarian yellow wax (chile húngaro). Ambas son de planta erecta con una altura superior a los 70 centímetros y con fruto a la madurez entre 60 y 70 días después de la siembra. Las dos variedades son de fruto grande, de forma alargada y cilíndrica y se cosechan en sazón cuando presentan un color amarillo brillante.
Para la elaboración de salsas picantes, se puede cultivar la variedad Santa Fe Grande , cuya planta erecta tiene altura media de 50 centímetros y la madurez del fruto se alcanza a los 65 días después de la siembra. El fruto es pequeño con forma de trompo y se cosecha preferentemente en rojo.
Preparación del terreno
Consiste en la limpieza del terreno y la eliminación de la vegetación. En suelos de uso continuo se debe realizar el chapeo de la maleza y la aplicación del herbicida Paraquat en dosis de 0.4 a 0.6 kilogramos de ingredientes activo por hectárea. Posteriormente, se debe realizar el poceteo y la preparación de las pocetas, que consisten la aplicación de abono orgánico, fertilizante y nematicida. El arreglo y distancia de las pocetas varía de acuerdo a la densidad de siembra.
Época de siembra
Para las tres variedades, la siembra en el almacigo se debe realizar entre junio y octubre; ya que las bajas temperaturas de noviembre a febrero no permiten su adecuado desarrollo y las altas temperaturas de marzo a mayo propician un fuerte ataque de plagas y enfermedades.
Preparación del almacigo
El almacigo puede hacerse en el suelo o en charolas. Cuando es en suelo, se prepara una “cama” de un metro de ancho por el largo necesario, con 10 centímetros de altura, la cual debe abonarse con gallinaza a razón de 20 kilogramos por metro cuadrado (kilogramos por metro cuadrado). La desinfección se realiza mediante la aplicación
de bromuro de metilo en dosis de 0.5 kilogramos de ingrediente activo por hectárea para 10 metros cuadrados.
Para la producción de plantas en charolas, se recomienda el empleo de charolas de poliestireno de 200 cavidades y de sustratos especiales para la germinación, tales como Germinaza plus, Growing mix, etcétera. Las charolas no deben estar en contacto directo con el suelo. Después de la emergencia de las plantas, el almacigo debe cubrirse con tela de tricot blanco para prevenir la infección de virosis transmitida por mosca blanca. Para ello se coloca una estructura en forma de microtunel cubierta con la tela, la cual no debe retirarse por ningún motivo; si esto fuera necesario, deberá ser por un tiempo corto y después realizar la aplicación de Endosulfán en dosis de 0.4 gramos de ingrediente activo por cada litro de agua.
Para el control de plagas y la prevención de enfermedades se recomienda la aplicación de captan en dosis de 2 de ingrediente activo por litro de agua, dirigida al cuello de las plantas dos veces durante su crecimiento en el almacigo, así como Endosulfán más Mancozeb dirigida al follaje cada semana, en dosis de 0.4 de ingrediente activo más 1.6 de ingrediente activo por litro de agua.
Se recomienda la aplicación diaria de riegos ligeros al almacigo con el cuidado de no inundarlo; en el caso de las plantas en charolas se debe aplicar un riego por la mañana y otro por la tarde.
Trasplante
Las plantas deben trasplantarse al terreno definitivo cuando tengan entre 15 y 20 centímetros de altura, lo cual ocurre entre 30 y 40 días después de la siembra. Se recomienda realizar el trasplante por la tarde, para que las plantas no sufran deshidratación, sobre todo cuando provienen de almácigos construidos en el suelo, cuando las plantas provengan de charolas, se puede trasplantar por la mañana ya que el cepellón les permite soportar el establecimiento en el terreno definitivo.
Densidad de población
Cualquiera de los tres cultivares deben establecerse usando un arreglo adecuado al sistema de riego disponible. Para el caso de riego por
goteo (cintilla) se recomienda una distancia entre 1.30 y 1.50 metros entre hileras y de 0.30 metros entre plantas, con lo cual se obtienen entre 25,600 y 22,220 plantas por hectárea, respectivamente.
En el caso de los sistemas de riego por manguera y por micromanguera, se recomienda emplear el sistema doble hilera con distancias de 0.80 metros entre calles angostas, 1.20 metros entre calles anchas y 0.50 metros entre plantas, para una densidad equivalente a 20,000 plantas por hectárea. En ambos casos sólo se deja una planta por poceta.
La dosis de fertilización recomendada para estos cultivos es 130100-150 más 10 toneladas de gallinaza por hectárea, aplicada en tres etapas: la primera al momento del trasplante, cuando se aplica toda la gallinaza y sólo la mitad del Nitrógeno, Fósforo y Potasio; la segunda se realiza durante la floración, cuando se aplica sólo 25% del Nitrógeno y 50% del restante de Fósforo y del Potasio; la tercera se realiza después del tercer corte y se aplica la cantidad restante de Nitrógeno. Como fuentes se recomienda emplear urea, fosfato diamónico y nitrato de Potasio.
También se puede realizar la fertigación, integrado el inyector ventury al sistema de riego. Como fuente de Nitrógeno se puede usar nitrato de amonio o urea; para Fósforo, fosfato monoamónico; y para Potasio, sulfato o nitrato de Potasio.
Las dosis y frecuencias de aplicación dependerán de las características específicas de la parcela en particular y se requiere de asistencia técnica para su correcta aplicación.
Riego
Se recomienda saturar el suelo con un riego pesado antes del trasplante. Durante los tres días posteriores a éste se deben aplicar riegos ligeros para mantener un buen nivel de humedad en el suelo. Transcurrido ese tiempo, el manejo de riego dependerá del sistema de riego empleado y de las condiciones del clima.
Se recomienda utilizar el sistema de riego por cintilla (goteo), debido a su versatilidad y alta eficiencia de aplicación, lo cual permi-
te el ahorro de mano de obra, agua y energía. Con este sistema, se deben aplicar riegos ligeros a diario o cada dos días. El gasto de agua que se debe aplicar al cultivo depende de las condiciones del suelo y del clima.
Cuando se utilice el sistema de riego por mangueras, los riegos se deben realizar cada tres días, teniendo cuidado de evitar la inundación del terreno, pues el exceso de humedad es perjudicial para el cultivo.
Mosca blanca: Es la principal plaga transmisora de virosis, su control se realiza con aplicaciones de Endosulfán en dosis de 0.5 kilogramos de ingrediente activo por hectárea, con intervalos entre cinco y siete días a partir del trasplante. También puede controlarse realizando entre 3 y 4 aplicaciones de Imidacloprid en dosis entre 0.25 y 0.35 kilogramos de ingrediente activo por hectárea; la primera, de 3 días antes del trasplante y las siguientes con intervalos de entre 4 y 6 semanas, dependiendo de la incidencia de la plaga.
Barrenillo del chile: Puede provocar fuertes pérdidas, su control debe hacerse, cuando aparezcan los primeros botones florales y se observen adultos en cualquier parte de la planta.
Se recomienda realizar aplicaciones de Carbaril en dosis de 1.25 kilogramos de ingrediente activo por hectárea con intervalos entre 7 y 10 días. En caso de presentarse poblaciones muy altas, se intercala la aplicación de Permetrina en dosis de 0.17 kilogramos de ingrediente activo por hectárea para reducirlas y proseguir con los tratamientos de Carbaril.
Mosquita minadora: Puede presentarse en altas poblaciones, y aunque generalmente no causa pérdidas significativas, se controla con la aplicación de Diazinon en dosis de 0.25 kilogramos de ingrediente activo por hectárea, cuando se observen más de tres galerías de cinco hojas.
Gusano del fruto: Se puede controlar con aplicaciones de Metomilo en dosis de 0.45 kilogramos de ingrediente activo por hectárea tan pronto como aparezcan los primeros daños y se observen las larvas en los frutos.
Prevención y control de enfermedades
Virosis: Es la principal enfermedad de estos cultivos, transmitida por mosca blanca; razón por la cual después del trasplante se debe realizar el control con los productos ya mencionados o mediante la utilización de la tela de agribon en forma de microtúnel para su protección.
Mancha de la hoja: Es causada por el hongo heald and wolf y se manifiesta cuando las hojas presentan amarillamiento y manchas oscuras con centro gris ligeramente ovaladas. Su control inicia desde los primeros síntomas, con aplicaciones de mancozeb en dosis de 1.6 kilogramos de ingrediente activo por hectárea, captan en dosis de 1.0 kilogramo de ingrediente activo, oxicloruro de Cobre 1 kilogramo de ingrediente activo, Clorotalonil 0.75 kilogramos de ingrediente activo y Benomilo en dosis de 0.5 kilogramos de ingrediente activo por hectárea.
Manchitez bacteriana: Esta enfermedad es causada por bacterias del género pseudomonas y puede causar serios daños al cultivo. Su control se realiza con la aplicación de Sulfato de Estreptomicina más clorhidrato de oxitetraciclina, en dosis de 37.5 más 3.75 de ingrediente activo por hectárea, con intervalos entre 10 y 15 días en función de la incidencia.
Nodulaciones de la raíz: Son ocasionadas por el ataque de nemátodos y sus síntomas son desarrollo raquítico, marchitez en las horas más calurosas del año, poca carga de fruto y nódulos en la raíz. El control se realiza con Fenamifos en dosis de 0.2 de ingrediente activo por poceta antes del trasplante.
Cosecha
La cosecha del x´cat-ik inicia entre 60 y 70 días después de la siembra; la de Húngaro y Santa Fe, entre 60 y 65 días después de la siembra, cuando los frutos estén brillantes y sean firmes al tacto.
Rendimiento
El rendimiento esperado con cualquiera de los 3 materiales es de 15 toneladas por hectárea.
Tecnología para la producción de acelga y betabel
Introducción: Dentro de la gama de cultivos para apoyar la diversificación agrícola regional, la hortalizas son muy importantes. Por una parte se encuentran las hortalizas “mayores” con las cuales es posible obtener grandes volúmenes de producción, aunque para ello se requiere de superficies de terreno considerables; por otra parte, están las hortalizas “menores”, llamadas así porque se producen en poca superficie y se consumen en menor escala, en comparación con las primeras.
Desde hace años, diversas especies de hortalizas menores se introducen al estado para el consumo local, no obstante que algunas de ellas pueden producirse en la zona mediante técnicas sencillas adecuadas a las condiciones de la región.
Descripción
La remolacha se clasifica en los siguientes grupos: forrajera, utilizada para alimentación de ganado; azucarera, la cual tiene raíz blanca; y comestible conocida también como betabel, la cual tiene raíz globosa “aplastada” y es de color rojo oscuro. Existe otra variante que se cultiva por sus tallos y hojas, la cual se conoce como acelga. Ambas hortalizas pertenecen a la especie beta vulgaris.
Acelga: Es de hojas grandes verdes con tallos y nervaduras verde claro, se considera una hortaliza de hojas para los trópicos. Crece durante todo el año y soporta temperaturas altas; permite hacer cortes sucesivos, por lo que se garantiza un suministro constante para autoconsumo o ventas escalonadas. Además de su propio uso, el tallo carnoso se puede emplear de manera similar al apio y las hojas se pueden emplear como las espinacas. No desarrolla raíces como órganos de almacenamiento. Las hojas son ricas en Hierro, Calcio y vitamina A.
Betabel: Es fuente de vitaminas A, B1, B12 y C. Tiene la ventaja de que se puede almacenar o consumirse en fresco recién cosechada. Las hojas son verdes, pero los tallos y nervaduras son de color rojo marrón. La forma y color de la raíz están determinadas por la variedad, se recomienda cultivar las siguientes: Crosby Egypcian, que presenta raíz globosa aplanada de color interno
rojo púrpura; Wonder, de forma globosa aplanada con “hombros” redondeados con color interno rojo oscuro con zonas rojas claras; Detroit dark red, de forma globosa de color interno rojo oscuro; y Cardenal, de forma globosa de color rojo vivo.
Tecnología de producción
Debido a que ambas hortalizas pertenecen a la misma especie, los cuidados de cultivo son similares; las diferencias están basadas en el cuidado especial que se le otorgue al cultivo, de acuerdo a la parte consumible de la planta, es decir hojas o raíces.
Acelga
Preparación del terreno: Se recomienda la preparación de “camas” de un metro de ancho. Se deben eliminar las piedras grandes y revolver la tierra con abono orgánico, el cual puede ser una mezcla de 50% bagazo y henequén y 50% de gallinaza, la cama debe tener un mínimo de ocho centímetros de altura.
Época de siembra: Prospera mejor en siembra entre diciembre y enero, aunque se puede sembrar durante la mayor parte del año.
Densidad de población: Las distancias más adecuadas son de 25 centímetros entre hileras y 20 centímetros entre plantas, con lo cual se obtienen 20 plantas por metro cuadrado. Se puede sembrar a chorrillo dentro de las hileras y aclarar a la distancia mencionada. Las plantas que se extraen durante el aclareo pueden establecerse en otras hileras.
Abono y fertilización: Si se emplea la mezcla de bagazo de henequén y gallinaza, se puede prescindir de la fertilización química, ya que este cultivo responde satisfactoriamente al abono orgánico.
Control de maleza: El control de maleza debe ser manual. Antes del inicio de la cosecha se requieren dos deshierbes: el primero se puede hacer junto con el aclareo dentro de los primeros 10 días después de la siembra; y el segundo aproximadamente a los 20 días después del primero.
Control de plagas: Las plagas más comunes son los pulgones y gusanos soldados; para su control se puede utilizar Malation, en dosis
de 0.75 de ingrediente activo por litro de agua, Dimetoato en dosis de 0.6 de ingrediente activo por litro de agua o Metomilo en dosis de 1.8 gramos de ingrediente activo por litro de agua. Se recomienda dejar pasar cuando menos siete días entre la última aplicación y la cosecha. Para el control de gusanos soldados también se puede emplear bacillus thuringiensis, en dosis de 0.128 gramos de ingrediente activo por litro de agua. Con este producto la cosecha se puede realizar el mismo día de la aplicación.
Prevención y control de enfermedades: En las hojas se pueden presentar manchas irregulares de color café, de aproximadamente un milímetro con el centro seco, ocasionadas por una bacteria del género pseudomonas.
Cuando la infestación es leve se sugiere eliminar estas hojas durante la cosecha, pero cuando es muy severa se recomienda cortar las hojas en forma similar a la cosecha y aplicar Estreptomicina más Oxitetraciclina en dosis de 0.09 más 0.009 gramos de ingrediente activo por litro de agua. El tiempo que la planta requiere para producir nuevas hojas comerciales es de aproximadamente 15 días, lo cual asegura el consumo de las hojas tratadas. Una infestación severa demerita la calidad de las hojas y el producto no puede comercializarse.
Cosecha: La cosecha inicia desde los 50 días después de la siembra, las hojas maduras se cortan y se hacen “atados” de aproximadamente 300 gramos. Se debe tener cuidado de no lastimar el cogollo y las hojas jóvenes, las cuales estarán listas para la cosecha después de 15 días a partir del corte anterior.
Rendimiento: Se puede obtener un promedio de 15 atados de 300 gramos por metro cuadrado durante dos meses de producción, la cual puede prolongarse por cinco meses o más, dependiendo del manejo que se le de al cultivo.
Betabel o remolacha
Preparación del terreno: Se recomienda la preparación de “camas” de un metro de ancho, se deben eliminar las piedras grandes y revolver la tierra con abono orgánico, el cual puede ser una mezcla de 70% de bagazo de henequén y 30% de gallinaza.
Otra opción es emplear el bagazo de henequén descompuesto como abono distribuido en el terreno de cultivo, al cual se le deben eliminar los troncos y las piedras grandes; esto es más práctico cuando la superficie a cultivar es mayor. En cualquier caso ,el suelo debe tener una profundidad mínima de 12 centímetros para garantizar la formación de las raíces.
Época de siembra: Los mejores rendimientos se obtienen al sembrar entre noviembre y febrero; sin embargo, es importante considerar que durante diciembre hay mayor demanda local de betabel por lo que se puede establecer desde finales de octubre. En siembras anteriores a octubre se corre el riesgo de que las lluvias causen pudrición en las raíces, por lo que habría mucha pérdida de plantas.
Densidades de población: Las distancias más adecuadas son entre 25 y 30 centímetros entre hileras por 12 centímetros entre plantas, con lo cual se obtienen entre 24 y 32 plantas por metro cuadrado. Se puede sembrar a chorrillo dentro de las hileras y aclarar a la distancia mencionada.
Abono y fertilización: Al igual que la acelga, la remolacha prospera bien en la mezcla de bagazo de henequén y gallinaza, por lo que se puede prescindir de fertilización química.
Control de maleza: El control de maleza debe ser manual. El primer deshierbe se puede hacer junto con el aclareo dentro de los primeros 10 días después de la siembra y el segundo aproximadamente 20 días después del primero.
Aporque: Se recomienda aporcar, si a los 45 días las raíces están muy descubiertas o no hay engrosamiento de ellas. Esta labor consiste en hacer un canal entre las hileras y colocar la tierra en las hileras de remolachas, esto además de eliminar parte de la hierba, favorece la formación de raíces.
Control de plagas: Las plagas más comunes son pulgones y piojo harinoso, las cuales se pueden controlar con Malation en dosis de 0.5 de ingrediente activo por litro de agua, o Metomilo en dosis de 1.8 gramos de ingrediente activo por litro de agua, con el cuidado de dejar pasar, cuando menos, siete días entre la última aplicación y la cosecha.
Prevención y control de enfermedades: En las hojas se pueden presentar las manchas café con centro seco que se presentan en la acelga; sin embargo, no se han observado infestaciones severas. Si se presentaran casos de fuertes infestaciones, se podría aplicar Estreptomicina más Oxitetraciclina en dosis de 0.09 más 0.009 gramos de ingrediente activo por litro de agua, teniendo la precaución de que la cosecha se realice cuando menos 15 días después de su aplicación.
Cosecha: Se realizan dos cosechas; la primera, cuando se obtiene mayor producción a los 60 días de la siembra; la segunda se realiza entre 5 y 10 días después de la primera.
Rendimiento: Se puede obtener producciones entre 3 y 5 kilogramos por metro cuadrado.
Perspectivas: Debido a la migración al estado de gente de otras regiones del país, la acelga se está comercializando en los principales supermercados, por lo que esta demanda puede ser cubierta por producto de la región. Además, debido a sus propiedades alimenticias, la acelga y la remolacha son excelentes opciones para cultivarlas para autoconsumo.
Por su parte, la remolacha o betabel se interna constantemente, por lo que su producción se puede dar en mayores volúmenes, sobre todo a finales de año, que es cuando alcanza los mejores precios locales.
Lechugas, cucurbitáceas, crucíferas y hortalizas menores
Lechugas: Se evaluaron seis materiales de tipo “romanita” y una lechuga “orejona”. Las plantas se produjeron en charolas de poliestireno y se establecieron en distancias de 1.0 por 0.4 metros con la modalidad de hilera sencilla y doble.
Las pocetas se rellenaron con bagazo viejo de henequén y tierra, añadiendo 15 gramos del fertilizante 17-17-17 y 0.2 gramos de ingrediente activo de fenamifós.
La siembra en charolas se realizó el 21 de septiembre y el 16 de noviembre, el trasplante se hizo a los 23 días después de la siembra y la cosecha inicio entre los 65 y 70 días. Las variedades de “romanita”, que por la formación y tamaño de cabezas
son prometedoras para continuar trabajando fueron Maverick, Niner y Summertime; las cabezas comerciales de estas variedades tuvieron variación en el peso entre 370 y 570 gramos, entre 340 y 640 gramos y entre 350 y 600 gramos, respectivamente. El diámetro de las cabezas fue más constante y sólo varió entre 11 y 14. La lechuga orejona no tuvo resultados prometedores en esta evaluación.
Cucurbitáceas (calabacita): Se evaluaron seis materiales de calabacitas tipo zucchini y un material de cáscara amarilla de forma alargada.
La siembra fue directa, para lo cual se prepararon pocetas y se rellenaron con bagazo viejo de henequén y tierra, añadiendo 15 gramos de 17-17-17 y 0.2 gramos de ingrediente activo de fenamifós. Se probaron distancias de 1.5 metros por 0.75 metros (8,800 plantas por hectárea) y 1.0 metros por 0.50 metros (20,000 plantas por hectárea).
Las fechas de siembra fueron octubre 20 y enero 22, la cosecha inició a los 34 días en la primera fecha y a los 39 días en la segunda fecha de siembra.
De acuerdo con el tamaño del fruto y el rendimiento obtenido, sobresalieron los materiales Lolita y Clarita, con promedios entre 31 y 26 toneladas por hectárea con la densidad de 8,800 plantas por hectárea.
Pepino: Se evaluaron tres materiales de cáscara verde. La siembra fue directa, para lo cual se prepararon pocetas y se rellenaron con bagazo viejo de henequén y tierra, añadiendo 15 gramos de 17-17-17 y 0.2 gramos de ingrediente activo de fenamifós. Se establecieron a distancias de 1.5 metros por 0.75 metros en piso y 1.5 metros por 0.75 y 1.5 por 0.37 metros en espaldera.
Las fechas de siembra fueron entre el 30 de octubre y el 8 de febrero, la cosecha inicio en promedio a los 44 días después de la siembra.
Los materiales Monarca y Early triumph dieron resultados prometedores, pues los rendimientos obtenidos fueron de 21 toneladas por hectárea en piso y de 24 toneladas por hectá-
rea en espaldera, con distanciamiento de 0.75 entre plantas; cuando se empleo un distancia de 0.37 metros entre plantas, el rendimiento se incremento a 45 toneladas por hectárea.
Crucíferas (coliflor): Se evaluaron tres materiales de coliflor con distancias de 1.0 por 0.7 con dos fechas de siembra, septiembre 30 y diciembre 7, y con trasplante el 23 de octubre y el 30 de diciembre respectivamente.
En la primera fecha de siembra se tuvieron cabezas de tamaño y color aceptable. El ciclo de siembra a la cosecha fue de 120 días para Silver peak y Snowball y de 150 días para Pathfinde el tamaño de las cabezas tuvo mucha variación. Debido al ciclo y al tamaño, sobresalió Silver peak con un peso promedio de 1.1 kilogramos y 15 centímetros de ancho. La segunda fecha de siembra no se consideró adecuada, debido a que el producto no tuvo color y por lo tanto no tiene aceptación en el mercado.
Repollo: Se evaluaron cinco materiales de repollo. Las plantas se produjeron en charola y se trasplantaron en el suelo pedregoso con distancias de 1 metro por 0.60 metros en hilera sencilla, y en camas de bagazo de henequén con distancias de 0.30 metros entre hileras y 0.70 metros entre plantas.
Las pocetas en suelo pedregoso se rellenaron con bagazo viejo de henequén y tierra, añadiendo 15 gramos de 17-17-17 y 0.2 gramos de ingrediente activo de fenamifós. En camas de bagazo no se dio fertilización inicial.
Las fechas de siembra en charola fueron septiembre 30, diciembre 7 y enero 30. Aunque fue posible establecer repollo desde septiembre hasta fines de enero; en las parcelas establecidas en diciembre se obtuvieron los mejores rendimientos. Los cinco materiales de repollo tuvieron buen comportamiento, sin embargo, los mejores materiales fueron Columbia, Fortuna y Tlixco, con rendimientos de 40 toneladas por hectárea en suelo pedregoso y entre 40 y 50 toneladas por hectárea en camas de bagazo de henequén.
La variedad Copenhaguen market tuvo mucha variación en forma y peso de cabezas y el rendimiento fue el menor de todos (27 a 30 toneladas por hectárea).
Hortalizas menores: Dentro de este rubro se evaluaron cuatro especies: apio, cebolla, perejil y zanahoria. Se observó buena adaptación en lo referente a desarrollo vegetativo, sin embargo, se requiere afinar varios detalles para concluir el aspecto productivo.
Chile, berenjena y tomate de cáscara
Preparación del terreno: Se realizó mediante el método tradicional de roza, tumba y quema de la vegetación, a fines de julio y principios de agosto. Posteriormente, se destroncó y se prepararon las pocetas, las cuales se rellenaron con una mezcla de 0.5 kilogramos de gallinaza, para los chiles, y con gallinaza más bagazo de henequén para berenjena y tomate verde, en proporción de 1:2; además se les aplicó el insecticida Carbofuran en dosis de 0.1 gramos de ingrediente activo por poceta y fertilizante químico.
Dosis y fuentes de fertilización inicial en las pocetas para el cultivo de solanáceas
*Se aplicó el 5% de N y el 100% de P y K.
**Se aplicó el 20% de N y el 33% de P y K.
***Se aplicó el 34.5% de N y el 25% de P y K.
Material genético: Durante el ciclo otoño-invierno, se evaluaron 16 materiales de chile, tres de berenjena y dos de tomate verde:
Variedad/híbrido
Chile Anaheim Sonora Anaheim
Chile Cayenne Mesilla
Híbrido
Chile amarillo Inferno, Sante Fe Grande
Berenjena
Black Beauty, Black Bell, Epic
Tomate de cáscara Rendidora, Verde Puebla
Siembra del semillero: La siembra del semillero se realizó el 17 de septiembre para el caso de los chiles, el 7 de octubre en el caso de berenjena y el 13 de octubre para tomate verde.
Trasplante: El trasplante se realizó el 21 de octubre para el caso de los chiles, el 2 de noviembre para el caso de berenjena y el 6 de noviembre en el caso de tomate verde. La altura al trasplante fluctúa entre 13 y 15 centímetros en los tres cultivos. y la densidad poblacional que se utilizó fue de 22,220 plantas por hectárea para chiles y tomate verde (1.5 metros entre líneas y 0.6 metros entre plantas), depositando una planta por poceta.
Riego: Se utilizó el sistema de riego por goteo, cuyas líneas se ubicaron a 1.5 metros de distancia, y las emisoras a 0.3 metros. El gasto de los emisores fue de 1.1 litros por hectárea aproximadamente, la frecuencia de riego fue diaria y el tiempo de riego por día varió entre 3 y 5 horas, dependiendo de la humedad del suelo y la etapa del cultivo.
Fertilización: Debido a la diversidad del material genético en el lote experimental y a la utilización del mismo sistema de riego para todos los cultivos, se decidió modificar las dosis recomendadas y aplicar una dosis única de 120-100-100 más 10 toneladas por hectárea de abono orgánico (gallinaza) y observar la respuesta de los cultivos con el objeto de ajustar dicha dosis, en caso necesario. La aplicación del fertilizante se realizó en dos formas: al suelo, al momento de la preparación de las pocetas y por fertirrigación, mediante el uso de un dispositivo tipo venturi.
Manejo fitosanitario: Tanto el control de plagas como de enfermedades se realizó con base en revisiones periódicas de los cultivos para detectar su presencia.
Cosecha: La cosecha se inició en la primera semana de diciembre en los cultivares de chile; en la tercera, para tomate verde; y en la cuarta, para los cultivares de berenjena. Los rendimientos comerciales obtenidos fluctuaron entre 29.8 y 41.2 toneladas por hectárea para berenjena.
Plagas registradas en las solanáceas introducidas
Plaga Nombre científico Plaguicida Dosis (i.a.)
Gallina ciega Phylophaga spp Carbofurán 0.1 g/poceta
Mosquita blanca Bemisia tabici Genn. Endosulfan
Paecilomyces fumosusroseus
0.8 a 1.2 g/l de agua 1-2 g de m.c.*/I de agua
Minador Liriomyza sp Diazinon Cyromazina 1.0 g/I de agua 0.34 g/I de agua
Picudo del chile Anthonomus eugenii Cano
Beauveria bassiana (Bals)
Metarhiziium anisopliae (Metsch) 2 ml de m.c./I de agua 2-3 g de m.c. /I de agua
Gusano del fruto (Tomate verde)
Heliothis subflexa Guerin
*m.c.= material comercial
Bacilus thuringiensis var. Kurstaki 0.096 a 128 g de i.a./I de agua.
Enfermedades registradas en las solanáceas introducidas
Enfermedad Nombre científico Plaguicida
Dosis (i.a.)
Damping off* identificados Hongos no Fosetil Al 1.6 g/I de agua
Tizón temprano
Caída de fruto pequeño
Alternaria Solari Carbendazim + Propamocarb
Mancozeb 1+1 g/I de agua 2.5-3.75 g/I de agua
Fusarium si No se encontró
* Comúnmente el ataque es ocasionado por un complejo de hongos en el que pueden estar involucrados los géneros Phytophthora, Pythium, Fusarium y Rhizoctonia, principalmente.
Tomate, chile habanero y okra
Material genético utilizado: Se establecieron 10 materiales de tomate de tres tipos distintos:
• Tipo bola: Sanibel, Sunmaster, Flora-dade, Homestead 245 y Tomato 557.
• Tipo saladet: Nema 1400, Río Grande, Yaqui y Missouri.
• Tipo cherry: Husky cherry red.
En el caso de chile habanero, se establecieron dos materiales criollos de fruto anaranjado, procedentes de Robain y Mococha, y dos de fruto rojo (Rojo criollo y Caribbean red).
De okra se establecieron dos variedades mejoradas: Clemson spineless 80 y Annie oakley II.
Siembra: Todos los materiales de chile y tomate se sembraron en almacigo; para ello se utilizaron charolas de poliestireno de 200 cavidades. Se empleó un sustrato comercial (Growing mix) y la siembra del cultivo de chile se realizó entre el 11 y 14 de septiembre, colocando una semilla por cavidad. La siembra del tomate se realizó entre el 2 y el 4 de octubre. El porcentaje de
germinación fue superior a 70% en todos los materiales. Después de la emergencia de las plantas, las charolas se protegieron en un microtúnel de tricot blanco para prevenir el ataque de mosca blanca.
En el caso de la okra, la siembra fue directa y se realizó el 16 de octubre: el porcentaje de emergencia fue de 70%. Se hizo una resiembra el 26 del mismo mes, para completar la densidad de la población, con un porcentaje de emergencia de 75%.
Preparación del terreno y densidad de población: Se realizó el chapeo de la maleza, la cual se apiló y se eliminó mediante la quema. Posteriormente se aplicó el herbicida Paraquat en dosis de 0.5 kilogramos de ingrediente activo por hectárea. Las pocetas se arreglaron con separación de 1.5 metros entre hileras y 0.3 metros entre pocetas, para una densidad equivalente a 22,220 pocetas por hectárea y la preparación de pocetas consistió en la aplicación de abono, nematicida y fertilizante químico, cuyas dosis se describen en el apartado de fertilización.
Trasplante: El trasplante de los chiles se realizó el 22 de octubre cuando las plantas alcanzaron un altura superior a 15 centímetros; los tomates tipo bola y Saladet se trasplantaron el 29 de octubre, cuando su altura media era de 18 centímetros; las plantas de cherry se trasplantaron el 3 de noviembre, cuando su altura era de 14 centímetros.
Riego: Los 3 cultivos se regaron utilizando el sistema de goteo por cintilla. Los riegos se aplicaron a diario durante un tipo que varió entre 3 y 5 horas. El sistema de riego tuvo líneas regantes separadas 1.5 metros entre sí y goteros cada 0.3 metros. Al sistema de riego se le adaptó un inyector venturi de 0.5 pulgadas de diámetro para realizar la fertigación.
Fertilización: Todos los cultivares recibieron una fertilización base al suelo, consistente en 4.0 gramos de urea, 3.7 gramos de fosfato monoamónico y 3.0 gramos de sulfato de Potasio por planta, la cual se aplicó a las pocetas antes del trasplante. Al inicio de la floración se inicio la aplicación de fertilizantes solubles a través del agua de riego (fertigación), en dosis de 1.5 kilogramos de nitrato de amonio, 1.0 kilogramo de fosfato monoamó -
nico y 1.3 kilogramos de sulfato de Potasio soluble, tres veces por semana. También se aplicó fertilizante foliar en dosis de 2.5 kilogramos por hectárea cada 2 semanas, debido a que las plantas presentaron una ligera clorosis en las hojas.
Manejo fitosanitario: El control de plagas y enfermedades se realizó mediante el muestreo de las mismas, una o dos veces por semana. Las aplicaciones se realizaron con base en el tipo de incidencia de la plaga y la severidad de la enfermedad. Los productos y dosis empleados son los recomendados por el inifap.
En el cultivo de chile se aplicó sulfato de estreptomicina más clorhidrato de oxitetraciclina en dosis de 37.50, más 3.75 gramos de ingrediente activo por hectárea para el control de bacteriosis. También se aplicó Fosetil-al en dosis de 1.2 kilogramos de ingrediente activo por hectárea, para el control de tizón del tallo.
En todos los cultivares de okra, tomate y chile, se realizaron aplicaciones foliares de Mancozeb más Endosulfán, en dosis de 1.2 más 0.5 kilogramos de ingrediente activo por hectárea. Para el control de tizón temprano y mosca blanca, respectivamente.
En los cultivos de chile y tomate debido a la presencia de mosca blanca, se realizaron dos aplicaciones de Imidacloprid, en dosis de 0.35 gramos de ingrediente activo por litro de agua; la primera se aplicó en las charolas un día antes del trasplante; y la segunda, en el terreno definitivo 10 días después del trasplante.
Para el control de barrenillo del chile, se realizaron aplicaciones de Carbaril en dosis de 1.25 kilogramos de ingrediente activo por hectárea, con intervalos entre 7 y 10 días, a partir del inicio de la aparición de los primordios florales y hasta terminar la cosecha. Para reducir las poblaciones fuertes que se presentaron, se intercalaron dos aplicaciones de permetrina en dosis de 0.17 kilogramos de ingrediente activo por hectárea y dos aplicaciones de beauveria bassiana más metarrhizium anisopliae, en dosis de 2 mililitros más 2 gramos de material comercial por litro de agua.
Cosecha: La cosecha de tomate se inició el 21 de enero,para todos los materiales de bola y Saladet. El número de cortes fue varia-
ble: siete cortes en Tomato 557; nueve en Flora-dade, Nema 1,400, Missouri y Río Grande; y 11 cortes en Sanibel, Sunmaster, Homestead y Yaqui. En el caso de tomate cherry, el primer corte fue el 14 de enero y el 12º corte el 15 de marzo de.
En el caso de chile habanero regional, la cosecha inició el 11 de enero y concluyó el 7 de abril del siguiente año, con un total de 12 cortes. Para habanero rojo, la cosecha inició el 27 de enero y concluyó el 15 de abril, también con12 cortes en total.
En el caso de la okra, en la variedad Clemson spineless , el primer corte se realizó el 11 de noviembre y el último el 22 de febrero, para un total de 26 cortes. Para el híbrido Annie oakley II, la cosecha inició el 8 de noviembre y concluyó el 22 de febrero, con un total de 28 cortes.
Rendimientos: Los rendimientos comerciales para los cultivares de tomate bola oscilaron entre 34.8 y 61.9 toneladas; en los tipos saladet, entre 38.0 y 63.0 toneladas por hectárea; y para el tomate cherry, 36.4 toneladas por hectárea.
En el chile habanero criollo regional se obtuvo un promedio de 10.5 toneladas por hectárea; para los habaneros rojos, el criollo tuvo 13.9 y el Caribbean red 12.3 toneladas por hectárea.
Para la Okra, el rendimiento comercial fue de 10.5 toneladas por hectárea, para ambos materiales.
En un país y región donde más de 50% del requerimiento de energía para sus pobladores proviene del maíz, es imprescindible realizar esfuerzos para atender las demandas y necesidades de esta cadena agroindustrial en forma amplia y versátil, contemplando desde la mejora del sistema tradicional, hasta los de producción intensivos en suelos mecanizados. En ambos sistemas se cuenta con recomendaciones para incrementar la productividad media actual y mejorar la nutrición vegetal con el uso de fertilizantes orgánicos y biológicos (biofertilizantes). Se espera que en un mediano plazo la mayoría del maíz sembrado en la Península de Yucatán sea establecido con mínimo impacto ambiental negativo y con variedades e híbridos que contengan el valioso y nutritivo carácter de alta calidad proteínica; así como un mayor potencial de rendimiento y competitividad, para lo cual el fortalecimiento de la cadena y la organización serán base para la investigación y desarrollo.
Consideraciones: El potencial alto se refiere a la producción de maíz en suelo mecanizable de tipo Luvisol con variedades e híbridos. El mediano potencial se obtiene en suelos cambisoles y luvisoles en el sistema de producción de roza-tumba-quema con variedades e híbridos potenciales. Es importante reforzar la transferencia de tecnología. En Yucatán, anualmente se siembran alrededor de 10 mil hectáreas de maíz, en su mayoría bajo condiciones de temporal. Sin embargo, el potencial de los suelos representa una alternativa para solucionar la demanda estatal de este grano.
En la actualidad se cuenta con tecnología que permite la explotación extensiva de los suelos luvisoles, conocidos regionalmente como k’ankab, ya’ax-hom y los vertisoles (ak’alché) para incrementar substancialmente la producción de maíz. Para el caso de los suelos ak’alchés, se han desarrollado prácticas de modelado que permiten su incorporación a la agricultura de temporal.
Distritos de Desarrollo Rural: Mérida, Ticul y Tizimín.
Potencial productivo: Bueno-mediano.
Ciclo de producción: Primavera-verano.
Régimen de humedad: Temporal.
Patrón de cultivo: Monocultivo.
Tipo de labranza: Mecanizado.
Preparación del terreno
Desvare, barbecho, rastreo: Cuando se vaya a sembrar en el suelo ak’alché además de las prácticas antes mencionadas, es importante realizar el trazo de camas con una profundidad entre 30 y 40 centímetros y un ancho de dos, 4 u 8 metros siguiendo la pendiente del terreno; las camas deben tener entre 2 y 4 metros de ancho, se recomiendan para los suelos negros o grises que no han sido nivelados o que no cuentan con infraestructura de drenaje. Para los suelos ak’alché-amarillos o suelos que cuentan con infraestructura de drenaje, se proponen las camas de 8 metros.
Trazo de drenes: Esta práctica es complementaria a la anterior y tiene el propósito de desalojar de una manera rápida y eficiente el agua del terreno. Los drenes parcelarios se deben construir cada 100 metros en forma perpendicular a las camas.
Época de siembra
En los suelos k’ankab y ya’ax-hom, la siembra de maíz en forma mecanizada puede realizarse desde el inicio de temporal hasta el 15 de julio.
En los suelos ak’alchés negros, grises o amarillos, la siembra se puede hacer en seco desde el 15 de mayo, pero una vez establecido el temporal y si no es posible el paso de la maquinaria, las siembras pueden continuarse en forma manual hasta el 15 de julio.
Variedades e híbridos
VS-536, V-537 C, V-556 AC, H-520, H-519 C, H551 C, H-553 C., NK 353 (nutria), NK-254 (orca), P-30F32, P-30F35, P-3041, NB7254, NB7361, DK191 y H-443A.
Forma de siembra
En suelos k’ankab y ya’ax-hom , en surcos separados a 80 centímetros. Cuando la siembra se haga con maquinaria se deja una planta cada 25 centímetros; si es a espeque, deposite tres granos cada 50 centímetros para aclarear a dos plantas por cepa.
En suelo ak’alché con modelado de suelo de bordos o camas meloneras, la distancia entre surco deberá ser de 80 centímetros.
Plantas por hectárea
50 mil plantas.
Cantidad de semilla
20 kilogramos por hectárea.
Fertilización:
Química: Para los suelos k’ankab y ya’ax-hom, se debe aplicar la fórmula 40-100-00 por hectárea. Para los suelos ak’alché, se recomienda la fórmula 80-90-00.
Asimismo se sugiere realizar una segunda aplicación de la fórmula 46-00-00 en la emergencia de la séptima hoja.
Biofertilizantes: La fertilización también se puede hacer mediante la aplicación de biofertilizantes capaces de favorecer el desarrollo y la producción de algún cultivo, pueden ser bacterias como el Azospirillum u hongos como las micorrizas, los cuales contribuyen a la captación del Nitrógeno disponible en la atmósfera y a la solubilización del Fósforo en el suelo para que sea aprovechado por la planta. Por su bajo costo tienen la ventaja de disminuir los costos de producción, ya que se manejan en dosis bajas, son económicamente accesibles y se aplican como inóculo, penetrando a la semilla, por lo que disminuyen los costos del acarreo y aplicación del producto fertilizante convencional.
Esta biofertilización se hace con Azospirillum brasilense en presentación de 380 gramos y la correspondiente de la micorriza en presentación de un kilo.
Como complemento a la dosis de biofertilizante sugerida de Azospirillum más micorriza, se pueden aplicar uno o dos bultos de fertilizante comercial 18-46-00, dependiendo de la disponibilidad económica del productor.
Control de maleza
Mecánico o químico en función del complejo de maleza.
Pre-emergentes: Atrazina 2.5% más Terbutrina 2.5%, 4 litros por hectárea.
Post-emergentes: Atrazina 50, más 2,4 D a mina 49.4%, 1.5 litros más 0.5 litros por hectárea respectivamente, Nicosulfuron 75%, 50-70 gramos por hectárea a este último, añadir un surfactante a razón de 0.600 mililitros por hectárea.
Control de plagas
Plagas del suelo: Utilizar semilla tratada.
Pulguita negra, cresas del cogollo, chicharritas, trips, gusano cogollero: Aplicar Clorpirifos-Etil a razón de 0.500-0.750 litros por hectárea. Se sugieren de 2 a 3 aplicaciones.
Prevención y control de enfermedades
Achaparramiento, sembrar variedades resistentes y en la época recomendada. Enfermedades foliares no ameritan la aplicación de agroquímicos.
Cosecha y manejo post-cosecha
Cosechar entre 115 y 130 días, dependerá del sistema de cosecha y secado a utilizar. Si es con maquinaria se sugiere que el grano tenga 25% de humedad; si es manual, cuando el grano se quiebre al morderlo. Para la conservación del grano, bajar la humedad a 14% y guardarlo en recipientes herméticos agregando entre 3 y 4 pastillas de fosfuro de Aluminio por tonelada de maíz.
Problemas
Los productores dedicados a esta actividad son cerca de 13,500 con una superficie cultivada promedio de 1.5 hectáreas. Los problemas que enfrenta esta actividad son: estacionalidad de la producción, problemas fitosanitarios, escasa o nula asistencia técnica, escaso o nulo acceso al crédito, poco conocimiento de la tecnología de producción, etcétera. Lo anterior, ha ocasionado que las huertas presenten una baja productividad y una baja rentabilidad.
Tecnología desarrollada
Los problemas tecnológicos anteriormente citados y la estacionalidad de la producción se pueden resolver por medio de la aplicación de la tecnología generada por el inifap para este cultivo, tanto en la productividad como en el manejo para producción de fruta en la época de mayor precio en el mercado nacional.
Proceso tecnológico
Las variedades de mayor rendimiento son la Hamlin o.l., Parson brown y Valencia campbell, todas con doble uso (mercado nacional en fresco y para la industria). El potencial productivo de estas variedades bajo las condiciones locales va entre 30 y 50 toneladas por hectárea.
Portainjertos
Para las condiciones de suelo pedregoso se pueden utilizar los portainjertos Volkameriana y Cleopatra; para suelo mecanizado tipo
luvisol se pueden utilizar Citrange carrizo, Citrumelo swingle y Citrange C-35, además de los anteriormente citados.
Nutrición
Para obtener los rendimientos potenciales de la combinación variedad y portainjerto, se debe proveer los nutrientes necesarios para ello. La aplicación de elementos menores debe realizarse sólo previo análisis foliar que demuestre la justificación de la aplicación de éstos.
Riego
La precipitación pluvial varía de 1,000 a 1,200 milímetros anuales en las zonas citrícolas de Yucatán. En el periodo de mayo a octubre se presenta 80% del total de la precipitación anual. La época de sequía comprende de noviembre a parte de mayo.
En estos meses, la aportación de agua mediante el riego es indispensable para el cultivo de cítricos. Los métodos de riego utilizados son el de microaspersión, gravedad, aspersión y por manguera. El consumo de agua por los cítricos depende de factores ambientales, como la temperatura, textura y estructura del suelo, topografía, el tamaño de los árboles, profundidad de raíces, portainjerto y densidades de plantación. El método utilizado para saber cuándo y cuánto regar es el uso del tensiómetro, el cual nos indica el contenido de humedad en el suelo mediante una escala graduada. Los valores usuales para los cítricos son entre 30 y 60 centibares. Se coloca un tensiómetro a
30 centímetros de profundidad para determinar el momento del riego y otro a 60 centímetros de profundidad para saber cuánto regar. Los valores en centibares para suelos ligeros son entre 30 y 40; para suelos francos, entre 40 y 50; y para suelos pesados entre 50 y 60.
Escama de nieve y roja de California: Se controlan con Basudín 25 e en dosis de 150 mililitros en 100 litros de agua; Ethión 150 mililitros más 1% de aceite.
Negrilla: Se controla con Morestán 25% ph en dosis de 25 gramos por 100 litros de agua; Agrimec 1.8% ce 25 mililitros en 100 litros de agua más aceite mineral a 1%; Acarín 200 CE, 100 mililitros en 100 litros de agua, Ethión 150 mililitros en 100 litros de agua.
Minador: 25 mililitros más 100 litros de agua más aceite a 1%.
Araña roja y araña de Texas: Se controlan con los mismos productos que la negrilla.
Pulgón café de los cítricos: Se controla con Pirimor 50 en dosis de 50 gramos en 100 litros de agua.
Mosca de la fruta: Aspersión aérea (1 litro de Malathión más 4 litros de atrayente alimenticio más 95 litros de agua).
Enfermedades
Las principales enfermedades son las siguientes:
Mancha grasienta: Se controla con oxicloruro de Cobre (Cupravit 300 gramos más aceite a 1%), 30 gramos de Benlate por 100 litros de agua.
Viroides (exocortis y caquexia): Uso de yemas libres de estas enfermedades, desinfección de herramientas de corte con hipoclorito de sodio (Cloralex).
Gomosis: Uso de portainjertos tolerantes. Injertar entre 25 y 30 centímetros de altura, evitar las heridas al tronco, evitar encharcamientos; pintado del tronco con Aliette, 60 gramos por litro de agua; Aliette al follaje 1.5 kilogramos por hectárea.
Cancro basal: 60 kilogramos de bovino alrededor del tronco, cubrimiento con plástico transparente o negro al tronco afectado.
Adelanto de la floración
En la variedad Hamlin se puede adelantar la floración y empezar la cosecha en la segunda quincena del mes de julio, iniciando los riegos a mediados de diciembre o iniciando enero, después de que los árboles muestren un estrés hídrico de 3.5 mp por 30 días. El primer riego debe ser abundante (12 horas continuas en riego por microaspersión).
Aplicación y tipo de productor
La tecnología de producción para el incremento de la producción de la naranja se puede aplicar en toda la superficie de naranja, de cualquier variedad o sistema de producción. Por el contrario, el adelanto de la floración sólo se puede llevar a cabo en las huertas de naranja en monocultivo y con variedades tempranas. En forma geográfica la tecnología de producción y el adelanto de la floración son aplicables en los tres estados de la península, ya que presentan condiciones climáticas similares para proporcionar el estrés hídrico requerido para este evento. Sin embargo, los suelos más favorables para está técnica son los suelos ligeros y permeables que rápidamente pierden la humedad después de la época de lluvias.
Impacto potencial
Con la utilización de la tecnología propuesta es de esperarse un incremento en la producción de las huertas entre 30 y 40 toneladas por hectárea a partir del segundo año de aplicación.
El uso de la tecnología propuesta en la presente ficha permitirá incrementar la rentabilidad de las huertas citrícolas con un mayor ingreso económico y bienestar para los citricultores locales.
La producción de naranja de variedades tempranas en los meses de julio a septiembre requiere de conocimiento de manejo del riego para iniciar el riego en la época que las circunstancias climatológicas lo permitan de acuerdo al nivel de estrés que presenten las plantas.
Desvare
Esta labor es necesaria para eliminar la maleza y residuos de cosecha que se generaron durante el ciclo anterior primavera-verano. Y para llevarlo a cabo se emplea una desvaradora o chapeadora.
Limpia y quema
Esta práctica se realiza en el mes de abril, usando cultivadora con rejas para amontonar la paja y quemarla.
Rastreo semipesado
Realizarlo cuando el suelo tenga la primer generación de maleza de temporal con el fin de adecuar una cama de siembra.
Variedades
Las variedades que se han adoptado a las condiciones edáficas y de precipitación son Tropical 401 y Pacífico 301, su grano es de color blanco.
Principales características de las variedades de sorgo
Variedades Ciclo vegetativo Días a floración Días a madurez fisiológica
Época de siembra
Está condicionada a temporal de primavera verano; se sugiere sembrar del primero de junio al 30 de julio.
Método y densidad de siembra
Para las variedades de ciclo tardío la siembra se realiza en surcos separados a 80 centímetros y a una distancia entre plantas de 8 centímetros, la cantidad de semilla a utilizar son 15 kilogramos por hectárea. La forma de siembra puede hacerse abriendo el surco con rejas cultivadoras, tirar manualmente la semilla a chorrillo en el fondo del surco y tapar con una madera, procurando que la semilla quede a una profundidad de 3 centímetros, o bien realizar la siembra con sembradora mecánica bien calibrada. Todo lo anterior realizarlo cuando el suelo tenga una humedad adecuada.
Fertilización
Se sugiere aplicar 46 kilogramos de Nitrógeno por mitad en dos aplicaciones, una al momento de la siembra, otra en el aporque y 92 de Fósforo; todo en una aplicación al momento de la siembra. Esta necesidad se cubre con 100 kilogramos de urea y 200 de superfosfato triple. Las necesidades del fertilizante del cultivo también pueden ser cubiertas por 200 kilogramos de Fosfato Diamónico, conocido comercialmente como 18-46-00. Todo aplicarlo al momento de la siembra y además se aplican 25 kilogramos de Urea para este caso, fertilizándolos en banda y tapando con un aporque cuando la planta tenga 30 centímetros de altura y el suelo tenga humedad.
Labores de cultivo para control de maleza
Se debe eliminar la maleza durante los primeros 45 días después de la nacencia, puede ser mediante escardas mecánicas y azadón manual, o bien mediante aplicaciones preemergentes usando 3 kilogramos de Gesaprim combi por hectárea; si las aplicaciones son postemergentes, puede usarse la mezcla de 1.5 kilogramos de Gesaprim 50 y 0.5 litros de 2,4-D Amin a. La aplicación del herbicida puede hacerse con aspersora de mochila o de tractor, para lo cual se usan entre 250 y 300 litros por hectárea, y 60 litros si la aplicación es por avión.
Plagas
En las primeras fases del desarrollo se presentan los trips y chinches que atacan las plántulas a los primeros días de germinadas. Otra plaga es el gusano cogollero, que ocasiona daños en el cultivo alimentándose de las hojas tiernas de cogollo. El control de éstos se realiza aplicando Nuvacrón 60 a razón de 1 litro por hectárea; o bien Folidol m50, 1.5 litros por hectárea. El momento de aplicación es cuando se detecta 10% de plantas dañadas.
La aplicación del insecticida se lleva acabo con aspersora de mochila o de tractor, para lo cual se utilizan entre 200 y 250 litros de agua y 60 litros si se realiza con avión.
Durante la floración se presenta la mosquita del sorgo. El daño causado por las larvas que se alimentan del ovario de las flores impide la formación del grano, originando panojas vanas.
Esta plaga se encuentra principalmente en plantas hospederas como el zacate johnson y sudán, por lo que se aconseja efectuar dos aplicaciones preventivas, la primera en el momento de la floración y la segunda 4 ó 5 días después. Se recomienda utilizar los mismos insecticidas para controlar chinche y cogolleros. Las aplicaciones deben dirigirse a la panoja.
Cosecha
Se debe cosechar cuando el grano tenga un contenido de 14% de humedad, la cosecha se lleva a cabo con trilladoras mecánicas combinadas; por lo tanto es necesario cosechar en el momento oportuno para evitar pérdidas por desgrane o daños por pájaros y patos.
En forma comercial, este cultivo ha estado destinado a los suelos rojos conocidos regionalmente como k’ankab, los cuales se correlacionan con los Luvisoles ródicos y los yaax-hom, con los Luvisoles crómicos; también éstos son de textura arcillosa con profundos de relieve generalmente plano o ligeramente ondulado, con buen contenido de Nitrógeno y ligeramente pobres en Fósforo. El área de producción en Yucatán se localiza principalmente en la zona conocida como Cono Sur en los municipios de Tekax, Oxkutzcab, Akil y Tzucacab, aunque se han realizado algunas pruebas por particulares en el oriente en el municipio de Tizimín.
Barbecho: Se realiza a 30 centímetros de profundidad durante el mes de abril. Esta labor es preferible a un paso de rastra pesada.
Rastreo: Después del barbecho es conveniente dar dos pasos de rastra para uniformizar bien el terreno y eliminar los terrones. Si la maquinaria y el tiempo lo permiten, es preferible dar el segundo paso de rastra poco después de las primeras lluvias para eliminar la maleza.
Nivelación: Se realiza con el fin de evitar encharcamientos. Esta labor se puede hacer con una niveladora o bien con un pedazo de riel o madero pesado, lo que ayudará a que la semilla se deposite a una profundidad uniforme y favorecerá la emergencia de las plantas.
Variedades y época de siembra
Principales características y especificaciones de siembra bajo condiciones de temporal en el ciclo primavera-verano. inifap
Variedad * Fecha de siembra Semillas por metro líneal
15 jun-15 jul. 22
de plantas por metro líneal
15 jun-15 jul 22
15 jul-15 ago 22
* Más las autorizadas por el CCVP para la zona.
** Certificada con un mínimo de 85% de germinación. Peso de 100 semillas = Huasteca 100 (13.65 g), Huasteca 200 (15.05 g), Huasteca 300 (16.27 g), Huasteca 400 (12.69 g).
Principal límite del rendimiento
Ésta es la falta de coincidencia de la etapa reproductiva (periodo de llenado de grano) de las variedades utilizadas, con la época de mayor probabilidad de lluvias (septiembre). La sensibilidad de la soya al fotoperiodo corto en siembras “tardías” del verano ocasiona que el crecimiento de la planta, el ciclo vegetativo y el periodo de llenado de grano se reduzcan, lo cual afecta su rendimiento.
Por su comportamiento fenológico las variedades de ciclo corto tienen mayor probabilidad de que su periodo de llenado de grano termine cuando se inicie el periodo crítico en que puede presentarse la enfermedad (segunda decena de octubre y todo el mes de noviembre). Por ello, la época de siembra recomendada para escapar al daño de la roya es del 15 de junio al 20 de julio.
Se aconseja que las cuatro variedades se siembren antes del 20 de julio, ya que sembrar después de esta fecha, entre el 21 y el 31 de
julio, provocará que el periodo de llenado de grano de la soya empiece cuando se inicia el periodo crítico de condiciones óptimas para la presencia de la roya y entonces habrá que proteger este periodo de llenado de grano con aplicaciones de fungicida, cuyo número dependerá de los muestreos que se lleven a cabo para detectar la roya. Aunque algunos materiales pueden establecerse hasta el 15 de agosto, con los riesgos correspondientes.
Forma de siembra
Se sugiere sembrar en surcos entre 75 y 80 centímetros de separación y establecer densidades de plantas por hectárea. Se espera que con este método de siembra se evite un ambiente húmedo y de poca luminosidad, que favorece la presencia y desarrollo de enfermedades. La siembra está condicionada al temporal, después de esta época, resulta riesgoso sembrar, pues pueden faltar las lluvias en octubre o noviembre, que es la época de floración y formación de las vainas.
Tratamiento de semilla
Tratar la semilla con Carboxín más Thiram a una dosis de 43.5 gramos de ingrediente activo por del primero más 43.5 gramos de ingrediente activo por del segundo, lo cual se logra aplicando 250 mililitros del producto comercial Vitavax-200 por cada 100 kilogramos de semilla. También se pueden usar 400 gramos de ingrediente activo por Captán, que se obtienen al aplicar 200 gramos de Captán-50 w o 300 mililitros de Intercaptán fluable-50 por cada 100 kilogramos de semilla. Otras opciones son 88 gramos de ingrediente activo por de Thiram más 60 gramos de ingrediente activo por de clorotalonil lo que equivale a 250 gramos de Nitrasán-D por cada 100 kilogramo de semilla.
Inoculación de la semilla
Utilizar biofertilizante (Micorriza inifap) en polvo o líquido y seguir las instrucciones del fabricante (nota: Algunos fungicidas que se usan para tratar la semilla son perjudiciales a B. japonicum; el Captán y el Thiram son mucho más compatible con las bacterias que otros fungicidas. En el caso de semilla tratada con fungicida es importante
utilizar la cantidad máxima del inoculante que pueda adherirse a las semillas).
Fertilización
Para el caso de Yucatán, se sugiere la aplicación de cuatro bultos de fertilizante comercial 18-46-00 por hectárea al momento de la siembra y en banda.
Control de maleza
Dar un paso de escarda 20 días después de la emergencia y realizar un deshierbe manual si se considera necesario; dar un segundo paso de escarda entre 8 y 10 días después del primero.
Si existen problemas de zacates con una altura menor de 20 centímetros, como zacate johnson, cadillos o gramillas durante la floración y llenado de grano, se sugiere el uso de herbicidas como, Fluazifop-P-butil 375 gramos de ingrediente activo por hectárea, siguiendo las especificaciones de los envases.
Para el control de maleza de hoja ancha como quelites y verdolagas entre 5 y 7 centímetros de altura o entre 2 y 4 hojas verdaderas, puede aplicarse Bentazón a razón de 960 gramos de ingrediente activo por hectárea.
Control de plagas
El principal problema lo constituye el complejo de larvas defoliadoras. Al final del ciclo se debe tener cuidado con los insectos chupadores, principalmente chinches. Adicionalmente, para el control de larvas defoliadoras se sugiere aplicar un manejo integrado con base en el control biológico, ya que el cultivo permite el establecimiento y reproducción de muchos organismos benéficos naturales (parásitos, depredadores, hongos, virus, etcétera).
Plaga Insecticida (nombre común
Gusano terciopelo
Baculovirus anticarsia
Paratión
Metílico 720 720 20
Nombre comercial
Flash M720
Foley 50E
Paratión metílico 720
Folidol M72
Paration
metilíco 50
Flash 50
Folidol M50
producto comercial Época de control
Defloración a llenado de grano cuando se tengan de 10 a 20 larvas mayores a 1.5 cm y de 15 a 30% de defoliación.
Cuando se tenga de 5 a 10 larvas pequeñas por metro líneal
Falso medidor de la soya
Falso medidor de la col
Baculovirus anticarsia
Metomilo
900 PS
Nudrín 90
Ambush 34
Ambush 50
Pounce 500
CE
Talcord 340
Arrivo 200
CE
Ripcord 200
Sherpa 200
CE
Combat 20
Cypervel 200
0.3 kg 0.3 kg 0.3 kg 0.3 kg 0.4 l 0.3 l 0.3 l 0.4 l 0.4 l 0.4 l 0.4 l 0.4 l 0.4 l 0.020 kg
De floración a llenado de grano cuando se tengan de 10 a 20 larvas mayores a 1.5 cm. y de un 15 a 30% de defoliación
Aunque el porcentaje de control es bajo, los organismos benéficos naturales protegidos por el control biológico realizan la totalidad del control
Plaga Insecticida (nombre común
Chinche verde
Nezara viridula Linn. Paratión
Metílico Fipronil
Burrita o botijón rayado
Diabrótica
Diabrótica variegata Jacoby
Mosca blanca
Bemisia tabaci Genn.
Beauveria bassiana
Paecilomyces fumosoraseus
720 3
Nombre comercial
Flash M 720
Paratión
metílico 50
Paratión
metílico
720
Folidol M72
Folidol M50
Foley 50E
Regent
Paratión Metílico 720 Paratión metílico
720
Folidol M72
Folidol M50
Foley 50E
Flash 50
Endosulfán 750 Thiodan 35 CE
Thionex
35% CE
Endofan
35%
Bea-Sin
Pae-Sin
producto comercial
En llenado y madurez de grano cuando se tengan dos adultos por metro líneal
l
Durante todo el ciclo del cultivo, cuando se tengan poblaciones altas que ocasionen defoliaciones fuertes
Cuando se tengan tres adultos por planta
Cuando se tengan cinco ninfas por hoja. Cuidar todo el ciclo de cultivo
Control biológico
Para el control de larvas defoliadoras se sugiere aplicar un manejo integrado con base en el control biológico, ya que el cultivo permite el establecimiento y reproducción de muchos organismos benéficos naturales (parásitos, depredadores, hongos, virus, etcétera).
Prevención y control de enfermedades
Las enfermedades más comunes son “ojo de rana”, antracnosis y “tiro de munición”; la más importante es la primera. Una medida para prevenirla es sembrar en la fecha indicada y utilizar semilla sana.
Enfermedad
Damping off o secadera
Ojo de rana
Forma y época de prevención o control
Tratar la semilla como se indica en el apartado forma de sembrar
Aplicar 1,500 g.i.a. de Captán o 125 g.i.a. de Benomilo, lo que se logra asperjando 3 kg/ha de Captán 50 ó 500 g/ha de Benlate; realizar aplicaciones en plena floración del cultivo y durante el llenado de vainas
Pudrición carbonosa o secadera Utilizar semilla de buena calidad, establecer poblaciones recomendadas y tratar la semilla antes de la siembra
Mancha de la hoja y tallo
Aplicar 2000 g.i.a. de Etilen bisditio carbamato, Manganeso y Zinc, lo que equivale a asperjar 2.5 kg/ha de Manzate 200 o Dithane MC.
Cosecha
Los tallos secos y la caída completa de las hojas indican que la planta de soya ha madurado y la cosecha puede comenzar en los próximos días. Para iniciar la cosecha es muy importante tomar en cuenta la humedad de la semilla, según el destino de la producción, ya que las pérdidas durasrme va disminuyendo su contenido de humedad. Si el
grano se destina a la industria, la cosecha deberá realizarse cuando el grano tenga 15% de humedad, es muy importante no trillar con una humedad menor de 13%, pues las pérdidas por desgrane durante el corte son mayores. Para reducir al mínimo las pérdidas durante la cosecha y obtener semilla de buena calidad, es importante tomar en cuenta las siguientes indicaciones:
• Iniciar la cosecha cuando la semilla tenga el contenido de humedad requerido según el uso que se le vaya a dar.
• Revisar cuidadosamente que las cuchillas, cilindro y papalote de la trilladora estén en perfectas condiciones y debidamente ajustados.
• Moderar la velocidad de avance de la trilladora.
• El cilindro debe girar de acuerdo con el contenido de humedad de la semilla, cuando es alta, el cilindro debe girar a mayor velocidad; por el contrario, cuando el contenido de humedad del grano es bajo, el cilindro debe girar a menor velocidad.
• La barra de corte debe estar bien afilada, colocándola cerca del suelo.
• Un problema que dificulta y retrasa la cosecha de las siembras de otoño-invierno, es la maduración desuniforme de las plantas, ya que una gran cantidad de ellas permanecen con hojas y tallo verde después de que las vainas llegan a madurez. Para logar un secado uniforme de las plantas y evitar el retraso de la cosecha, se sugiere la aplicación de 200 gramos del ingrediente activo paraquat, lo que equivale a un litro por hectárea de gramoxone, cuando e 70% de las vainas cambien de color verde a amarillento. Después de realizar la aplicación hay que esperar a que la planta se seque completamente y vigilar el contenido de humedad del grano, para iniciar la trilla.
¿Qué es la agricultura de conservación?
La agricultura de conservación (ac) es un sistema de producción agrícola que se basa en tres principios: a) remoción mínima del suelo (sin labranza); b) cobertura del suelo (mantillo) con los residuos del cultivo anterior, con plantas vivas, o ambos; y c) rotación de cultivos, para evitar plagas y enfermedades, y diseminación de malezas.
¿En qué tipo de suelo se puede practicar?
Los principios de la ac son muy adaptables. Los agricultores utilizan la ac en una amplia gama de suelos, bajo diferentes condiciones ambientales y en distintas realidades del agricultor (recursos económicos, tamaño de parcela, maquinaria, mano de obra, etcétera).
El maíz sembrado sin labranza, directamente en una buena capa de residuos, es un excelente punto de partida para la agricultura de conservación.
¿Qué cultivos se pueden sembrar?
La gran mayoría de los cultivos se produce bien con ac. A nivel mundial es utilizada en amplias superficies con maíz, trigo, soya, algodón, girasol, arroz, tabaco y muchos otros cultivos. Incluso en la producción de tubérculos, como la papa, aunque durante la cosecha se remueve mucho el suelo.
¿Qué beneficios se obtienen?
Beneficios inmediatos
• Aumenta la infiltración de agua debido a que la estructura del suelo queda protegida por los residuos y al no haber labranza los poros se conservan intactos. Además los residuos bajan la velocidad del escurrimiento, dando más tiempo al agua para infiltrarse.
• Se reduce el escurrimiento de agua y la erosión del suelo al aumentar la infiltración de agua.
• Se evapora menos humedad de la superficie del suelo al quedar protegida de los rayos solares por los residuos.
• El estrés hídrico de las plantas es menos frecuente e intenso, gracias a que, al aumentar la infiltración de agua y disminuir la evaporación del suelo, aumenta la humedad.
• Se necesitan menos pasadas de tractor y mano de obra para preparar el terreno y, por consiguiente, disminuyen los costos de combustible y mano de obra.
Beneficios a mediano y largo plazo
• Una mayor cantidad de materia orgánica (mos) que mejora la estructura del suelo, aumenta la capacidad de intercambio de cationes y la disponibilidad de nutrientes, y mejora la retención de agua.
• Los rendimientos aumentan y son más estables.
• Se reducen los costos de producción.
• Aumenta la actividad biológica tanto en el suelo como el ambiente aéreo; esto contribuye a mejorar la fertilidad biológica y permite establecer un mejor control de plagas.
¿Qué tipo de problemas encontraré?
Forma de pensar
A muchos agricultores, técnicos e investigadores les resulta difícil entender que es posible sembrar sin arar, y que es igual o más productivo que la siembra convencional. Cambiar de forma de pensar respecto al manejo agrícola es uno de los desafíos más grandes que hay que enfrentar. La ac no es una receta. Por eso, es necesario que quienes deseen adoptarla averigüen, entiendan y apliquen los principios de esta tecnología en sus condiciones particulares.
Retención de residuos
La ac no da buenos resultados sin la retención de residuos en la superficie del suelo. Sin embargo, la mayoría de los pequeños productores manejan sistemas agropecuarios mixtos y utilizan los residuos para alimentar a sus animales durante la temporada de sequía, para la venta u otros usos. Para aminorar este conflicto, se puede iniciar la ac en una pequeña parte de la parcela. Una vez que el agricultor haya adquirido experiencia con el sistema y sus rendimientos hayan aumentado, entonces, podrá destinar parte de los residuos de la cosecha para alimentar a sus animales, dejar suficiente para proteger la superficie del suelo y, en el siguiente ciclo, comenzar a practicar la ac en una superficie más extensa de la parcela.
Control de malezas
En los primeros ciclos de la ac es muy importante el control de malezas. Éste se puede efectuar de manera eficaz aplicando herbicidas, en forma manual, sembrando cultivos de cobertura, o combinando estos procedimientos, con lo cual se evitará que las malezas produzcan semilla. Si se logra un buen control, las poblaciones de malezas se reducen después de los primeros dos o tres ciclos de cultivo.
Aplicación de nitrógeno
Los residuos de la cosecha y la materia orgánica del suelo (mos) son descompuestos por organismos del suelo de manera que, con el tiempo, las plantas pueden aprovechar el nitrógeno contenido en estos
materiales orgánicos. Con la labranza, la descomposición es muy rápida, tanto que los niveles de mos bajan y el suelo se degrada. Sin labranza la mineralización y la descomposición de la mos se reducen y proporcionan nitrógeno y otros nutrientes a las plantas, en forma más lenta y uniforme. Sin embargo, en suelos muy degradados y con poca mos la disponibilidad de nutrientes puede ser pobre para las plantas, por lo cual es necesario aplicar más nitrógeno (estiércol, composta o fertilizante) durante los primeros años en los que se practica la ac.
¿Qué se necesita para iniciar?
Información
Es muy importante obtener información de agricultores y técnicos con experiencia en el sistema. Los agricultores deben iniciar la ac en una superficie pequeña (aproximadamente 10% de la propiedad), para aprender primero cómo manejar la técnica.
Preparación
• Se dispone el terreno con anticipación: romper la compactación, nivelar la superficie, eliminar las malezas y los problemas de acidez.
• Conseguir el equipo adecuado para la siembra y el control de malezas.
• Producir suficiente residuo o rastrojo.
Implementación
• Es importante lograr un buen control de malezas evitando que ellas produzcan semilla.
• Comenzar con una buena rotación de cultivos para proporcionar nutrientes, producir una mayor cantidad de residuos y controlar las malezas.
• Si los suelos son muy arenosos o se han degradado, aplicar más fertilizante nitrogenado, estiércol o composta.
¿Qué es la degradación del suelo?
La erosión ocasiona una disminución de la materia orgánica y la fracción fina de partículas en el suelo, y la pérdida de la fertilidad es el resultado de la degradación del suelo. Un suelo degradado provoca la disminución progresiva de los rendimientos de los cultivos, el aumento de los costos de producción, el abandono de las tierras o al incremento de la desertificación. La labranza es la causa principal de la degradación de las tierras de cultivo, porque ocasiona una rápida desintegración de la materia orgánica y reduce la fertilidad del suelo.
¿Qué es un suelo fértil?
Un suelo fértil permite alcanzar un buen nivel de producción, que sólo es limitado por las condiciones ambientales (humedad y radiación) o un manejo agronómico inadecuado. La fertilidad es un conjunto de tres componentes: la fertilidad química, la fertilidad física
Degradación del suelo, después de una fuerte tormenta, causada por un manejo agronómico inapropiado (Foto: Moriya, 2005)
y la fertilidad biológica. Si alguno de estos componentes disminuye, esto normalmente conduce a la reducción de los rendimientos, como resultado de la reducción de la materia orgánica.
¿Qué es la fertilidad química del suelo y cómo se puede conservar y mejorar?
La fertilidad química es la capacidad del suelo de proporcionar todos los nutrientes que el cultivo necesita: si dichos nutrientes no están presentes en una forma accesible a las plantas o se encuentran a profundidades donde las raíces no llegan, no contribuirán al crecimiento del cultivo.
La disponibilidad de nutrientes es normalmente mayor cuando éstos se asocian con la materia orgánica y con la aplicación de estiércol, fertilizante, composta o cal.
¿Qué es la fertilidad física del suelo y cómo se puede conservar y mejorar?
La fertilidad física es la capacidad del suelo de facilitar el flujo y almacenamiento de agua y aire en su estructura, para que las plantas puedan crecer y se arraiguen firmemente a éste. Para que el suelo sea físicamente fértil, debe tener espacio poroso abundante e interconectado. Generalmente, existe ese tipo de espacio cuando se forman agregados, que son partículas de suelo unidas por materia orgánica.
La labranza deshace los terrones, descompone la materia orgánica, pulveriza el suelo, rompe la continuidad de los poros y forma grandes capas compactas que restringen el movimiento del agua, el aire, y el crecimiento de las raíces. Un suelo pulverizado es más propenso a la compactación, al encostramiento y la erosión. Para disminuir este problema, es necesario reducir la labranza al mínimo y aumentar la cantidad de materia orgánica.
¿Cómo se puede conservar y mejorar la fertilidad biológica del suelo?
La fertilidad biológica del suelo se refiere a la cantidad y diversidad de fauna en el suelo (lombrices, escarabajos, termitas, hongos, bacterias, nemátodos, etcétera). La actividad biológica consiste en romper las capas compactas, descomponer los residuos de los cultivos
Degradación física del suelo provocada por la labranza intensiva. La superficie está comprimida y encostrada (Foto: Govaerts, 2004).
(incluidas las raíces), integrarlos al suelo, convertirlos en humus, y aumentar la cantidad y continuidad de los poros. La labranza destruye los túneles y el hábitat de estos organismos. La mejor manera de incrementar la actividad biológica en los suelos de cultivo es crear un sistema lo más parecido a uno natural, suprimiendo la labranza y dejando los residuos en la superficie del suelo.
¿Cómo detectar la degradación?
Una forma sencilla de detectar la degradación física del suelo es tomar unos terrones pequeños de aproximadamente un centímetro de diámetro de un terreno arado y otro de una tierra virgen cercana. Observe ambas muestras de suelo. La primera diferencia se nota en el color más oscuro del suelo sin arar, debido a su mayor contenido de materia orgánica; la segunda, cuando al colocar los terrones en un recipiente con agua, el terrón de suelo arado se desintegra, en tanto que el otro permanece intacto. Para hacer una tercera prueba, se afloja la tierra de un campo que haya sido arado y de una superficie sin arar, y luego se observa la diferencia en el número y la diversidad
En la foto superior un terreno en que se aplicó AC y se dejó parte del rastrojo del cultivo anterior; abajo, un terreno sin rastrojo y con labranza convencional. Terrenos en Toluca, Estado de México, después de una lluvia intensa de 30 milímetros. (Foto: Delgado, 2005).
de especies animales. Por lo general, se observan más organismos en el terreno que no ha sido arado.
¿Cómo se puede evitar la degradación del suelo?
Los tres factores más importantes que causan degradación de los suelos agrícolas son: a) la labranza (eliminación de la fertilidad física); b) la remoción de residuos (principalmente para pastoreo o quema); y c) la extracción de nutrientes (no se aplican cantidades adecuadas de estiércol, composta o fertilizante). Por tanto, la clave para evitar la degradación es reducir al mínimo la labranza, dejar en la superficie tantos residuos como sea posible y reponer los nutrientes que son absorbidos por los cultivos.
Los agricultores mexicanos, como casi todos los agricultores en el mundo, se enfrentan hoy día principalmente a tres retos:
• Los acontecimientos recientes a nivel mundial, que han ocasionado incrementos en los costos, sobre todo de combustible, fertilizantes y otros insumos para la producción de cultivos agrícolas.
• La rápida degradación de la estructura del suelo, que afecta desfavorablemente su composición química, ya que produce considerables reducciones del carbono orgánico del suelo y reduce la abundancia biológica.
• La escasez de agua, para producción tanto de riego como de temporal, es un factor limitante, ya que no permite generar ni mantener grandes volúmenes de productos que satisfagan las demandas de alimentos para consumo de los habitantes de numerosos países en desarrollo, entre ellos, México.
El maíz es el principal cultivo básico y estratégico para la alimentación en México; sin embargo, en años recientes, su costo de producción se ha elevado. Esta situación ha creado un entorno de baja competitividad para los productores de las diferentes zonas productoras de riego o de temporal en términos de costo-beneficio y, por ende, la rentabilidad del cultivo ha decrecido.
Siembra directa sin mover el suelo. Un disco cortador abre el suelo, se deposita la semilla y la llanta compactadora cierra la abertura.
Ante el panorama de inseguridad, la ac constituye una solución potencial. La ac se basa en tres principios: reducir al mínimo el movimiento del suelo; dejar el rastrojo del cultivo en la superficie del terreno para que forme una capa protectora; practicar la siembra de diferentes cultivos, uno después de otro, o sea, la rotación de cultivos.
Rastrojo
El rastrojo es una base importante de la ac, ya que si no hay residuos no puede existir este sistema. Por tanto, si usted piensa eliminar o quemar todos los residuos de su cosecha, no aplique ac, porque podría obtener resultados más negativos que si sembrara con labranza convencional. La importancia de dejar los residuos es lograr una buena cobertura y proteger al suelo del viento, así como retener la humedad, lo cual contribuirá a una buena germinación. Aunque esto no significa dejar todo el rastrojo, si los residuos son importantes para
usted porque debe alimentar a sus animales, se recomienda consultar con un técnico cuál es la cantidad adecuada para la zona.
La quema del rastrojo no es una práctica aconsejable en el uso de labranza de conservación.
El rastrojo de trigo forma una pantalla que ayuda contra las heladas.
Después o durante la cosecha, el rastrojo se distribuye de manera uniforme, para que forme un colchón que proteja el suelo.
La ac reduce los costos de producción y la mano de obra; aumenta la competitividad de los agricultores y los ingresos de éstos en los sistemas de producción de maíz; y representa una excelente opción para conservar los recursos naturales, dado que:
• Mejora la textura y la estructura del terreno.
• Favorece la infiltración del agua y la retención de la humedad.
• Retiene por más tiempo la humedad del suelo en zonas de temporal o de riego, promueve el uso eficiente del agua y genera ahorros en su consumo durante el riego.
• Mejora las propiedades químicas y biológicas del suelo.
• Aumenta el nivel de materia orgánica.
• Reduce la erosión.
• Disminuye la quema del rastrojo.
• Al reducirse el uso de maquinaria agrícola, se ahorra combustible; hay menos emisiones de contaminantes y menor compactación del suelo, que se asocia al exceso de pases de maquinaria. Los beneficios finales para los agricultores serán una agricultura sostenible y más rentable y la reducción de costos, que se traducen en mayores ingresos.
La agricultura de conservación tiene gran potencial en México. A continuación se ilustra la gran diferencia en el comportamiento de una variedad de maíz o de trigo, con la misma cantidad de fertilizante y el mismo control de herbicidas, pero bajo distintos sistemas de manejo.
3. Importancia de los residuos
Los residuos o rastrojos son las partes secas que quedan del cultivo anterior, incluidos los cultivos de cobertura, los abonos verdes u otros materiales vegetales traídos de otros sitios. Los rastrojos son un factor fundamental para la correcta aplicación de la agricultura de conservación (ac). En los sistemas agrícolas convencionales, los residuos normalmente se utilizan para alimentar a los animales, o bien se retiran del campo para otros usos, se incorporan o se queman. En muchos lugares, existen derechos de pastoreo comunales, situación que podría crear conflictos al querer proteger los residuos que quedan en la superficie del suelo de los animales que andan sueltos en busca de alimento. Sin embargo, como los agricultores que aplican la ac obtienen mayores beneficios con la retención de residuos, algunas comunidades han encontrado formas de resolver este problema.
¿Cuáles son los beneficios del rastrojo en la AC?
• Mayor infiltración de agua.
• Menor evaporación de agua.
• Mayor volumen de agua disponible para los cultivos.
• Menor erosión por agua y viento.
• Más actividad biológica.
• Mayor producción de materia orgánica y disponibilidad de nutrientes para las plantas.
• Temperaturas moderadas del suelo.
• Menos malezas.
La retención de residuos, ¿cómo aumenta la infiltración de agua?
La estructura de los suelos donde se elimina el rastrojo, o que se laborean, es generalmente débil como consecuencia de la labranza. A esto se suma la acción destructiva de las gotas de lluvia, que hace que las partículas del suelo se dispersen, se tapen los poros y se compacte la superficie, impidiendo la infiltración del agua. Por el contrario, en los sistemas de ac, con nulo movimiento de suelo, los residuos permanecen en la superficie y la protegen, con lo cual aumenta también la actividad biológica, hay una mayor cantidad de poros y, en consecuencia, mayor infiltración de agua.
¿Cómo reducen los residuos la evaporación?
Los residuos protegen el suelo no sólo del impacto de las gotas de lluvia, sino también de los rayos solares que evaporan el agua de la superficie del suelo y de la deshidratación a causa del viento. Por eso, normalmente se encuentra tierra húmeda debajo de los residuos.
¿Cómo aumentan los residuos la cantidad de agua?
Con los residuos hay menos pérdida de evaporación y aumenta la penetración del agua de lluvia en el suelo, es decir, se incrementa la infiltración; por eso hay más agua en el suelo para las plantas. Puede que una parte del agua adicional se pierda y no sea aprovechada por el cultivo, pero en la mayoría de los casos, sobre todo en zonas secas o de temporal, habrá más agua disponible para las plantas.
Los residuos, ¿cómo protegen el suelo de la erosión?
Los residuos, al aumentar la infiltración, estimulan una mayor penetración de agua en el subsuelo. Asimismo, hacen que sea más lento el escurrimiento de agua por el terreno. La combinación de estos dos factores reduce significativamente el efecto de la erosión hídrica. Los residuos también protegen el suelo del viento y cuando éste deja de ser removido por la labranza durante la aplicación de las prácticas de ac, hay una marcada disminución de la erosión eólica.
¿Cómo aumentan los residuos la actividad biológica?
En la ac, si se dejan los residuos en la superficie del suelo se genera una fuente constante de alimento y un hábitat para los organismos del suelo, que propicia además un aumento en su población. Muchos de estos organismos crean poros en el suelo o destruyen plagas que atacan los cultivos. Cuando se practica la agricultura convencional únicamente el cultivo está presente: no hay fuentes de alimento para los organismos del suelo, ni hábitat para los insectos benéficos.
¿Cómo afecta la retención de residuos a la materia orgánica del suelo y los nutrientes de las plantas?
La actividad biológica fomentada por la retención de residuos y la ausencia de labranza (prácticas de ac), permite que la materia orgánica permanezca más tiempo en el suelo en forma de humus. Los nutrientes contenidos en el humus son más accesibles a las plantas que las formas inorgánicas (fertilizantes). Sin embargo, también es posible que los residuos inmovilicen el nitrógeno y, por ello, quizá sea necesario aplicar un poco más de estiércol o fertilizante nitrogenado en los primeros años que se aplique la ac.
Los residuos, ¿tienen algún efecto sobre las malezas?
En la ac, cuando se combinan la retención de residuos y la aplicación de herbicidas, disminuyen las poblaciones de malezas, porque los residuos funcionan como una barrera que restringe la germinación y el crecimiento de las malezas.
Los residuos, ¿tienen algún efecto en la temperatura del suelo?
Los residuos en la superficie protegen el suelo de la radiación solar y, por tanto, éste no se calienta mucho durante el día. En la noche, los residuos actúan como una cobija que conserva el calor del suelo.
En algunos climas fríos, el hecho de que el suelo esté helado puede obstaculizar la germinación de la semilla, pero esto es poco probable en zonas tropicales.
Relación entre la cubierta de residuos en la superficie y el porcentaje de agua infiltrado del total de agua de riego aplicado. (Verhulst, 2008).
4. La importancia de la rotación de cultivos
¿Qué es la rotación de cultivos?
La rotación de cultivos es la siembra sucesiva de diferentes cultivos en un mismo campo, siguiendo un orden definido (por ejemplo, maíz-frijol-girasol o maíz-avena).
En contraste, el monocultivo es la siembra repetida de una misma especie en el mismo campo, año tras año.
¿Qué problemas se presentan con el monocultivo?
En los sistemas de monocultivo, al paso del tiempo se observa un incremento de plagas y enfermedades específicas del cultivo. Asimismo, la cantidad de nutrientes disminuye, porque las plantas ocupan siempre la misma zona de raíces y en la temporada siguiente las raíces no se desarrollan bien.
¿Cuáles son las ventajas de la rotación de cultivos?
• Se reduce la incidencia de plagas y enfermedades, al interrumpir sus ciclos de vida.
• Se puede mantener un control de malezas, mediante el uso de especies de cultivo asfixiantes, cultivos de cobertura, que se utilizan como abono verde o cultivos de invierno cuando las condiciones de temperatura, humedad de suelo o riego lo permiten.
• Proporciona una distribución más adecuada de nutrientes en el perfil del suelo (los cultivos de raíces más profundas extraen nutrientes a mayor profundidad).
• Ayuda a disminuir los riesgos económicos, en caso de que llegue a presentarse alguna eventualidad que afecte alguno de los cultivos.
• Permite balancear la producción de residuos: se pueden alternar cultivos que producen escasos residuos con otros que generan gran cantidad de ellos.
Datos importantes acerca de las rotaciones de cultivos
• Los efectos del monocultivo son más notorios en la agricultura de conservación (ac) que en los sistemas convencionales. Cuando se utiliza ac, las rotaciones suelen dar mejores resultados que el monocultivo, incluso si no incluyen leguminosas.
• Muchos de los beneficios de las rotaciones no se entienden. Por tanto, es necesario ensayarlos y compararlos en el campo y en los terrenos del agricultor.
• Las rotaciones no son suficientes para mantener la productividad, por lo cual es necesario reponer los nutrientes extraídos con fertilizantes o abonos.
• Las rotaciones más seguras combinan cultivos con diferentes modos de crecimiento (enraizamiento profundo versus enraiza-
miento superficial; acumulación de nutrientes versus extracción de nutrientes; acumulación de agua versus consumo de agua, etcétera).
5. Control de malezas en la agricultura de conservación
Una de las razones principales por la que los agricultores laborean el suelo es porque pueden incorporar los residuos de la cosecha anterior y eliminar las malezas.
Para el control de malezas en la agricultura de conservación (ac) deben poseerse conocimientos especializados, a fin de resolver las dificultades relacionadas con algunas malezas que son más persistentes que otras en los primeros ciclos después de hacer el cambio, de agricultura convencional a la de conservación. De otra manera, esto puede ser un motivo para que los productores rechacen la tecnología.
¿Qué opciones existen para controlar las malezas en la AC?
Cuando se realizan prácticas de labranza convencional en un ciclo normal de cultivo, uno de sus principales objetivos es que las semillas de las malezas queden enterradas y no puedan desarrollarse. Sin embargo, al siguiente año las mismas semillas son devueltas a la superficie y, si el suelo sigue laboreándose continuamente, será difícil romper el ciclo (banco de semilla). Por el contrario, en la ac se logra un buen control de malezas en unos cuantos ciclos, evitando que vuelvan a producir semilla y reduciendo drásticamente la población. Hay varias medidas que se pueden tomar para controlar las malezas:
a) Control manual.
b) Evitar que las malezas produzcan semilla.
c) Practicar rotaciones de cultivos que reprimen las malezas.
d) Dejar los residuos en la superficie para ayudar a eliminar las malezas.
e) Aplicar herbicidas.
Si se combinan estas estrategias de control, en tres años se reducirán de manera notable las poblaciones de malezas.
Controlar las malezas todo el año
La mayoría de los agricultores no controlan las malezas al final del ciclo ni durante el invierno, porque creen que no afectan los rendimientos del año. Sin embargo, pueden producir semilla y severas infestaciones en el siguiente ciclo. Así, desyerbar a final del ciclo de cultivo y en invierno resulta vital para lograr un eficaz control de malezas en la ac.
¿Son los residuos útiles para controlar las malezas?
Los residuos ahogan las malezas y reducen el número y viabilidad de éstas en el campo. A mayor cantidad de residuos, menor la cantidad de malezas que crecerán a través del mantillo.
¿Cómo ayudan la rotación de cultivos y los abonos verdes a controlar las malezas?
Algunos cultivos tienen un crecimiento más vigoroso, y por lo tanto cubren el suelo rápidamente y tienden a ahogar las malezas; esto reduce eficazmente las poblaciones, ya sea que los cultivos se siembren intercalados, solos o como parte de una rotación. Algunos cultivos que proporcionan un buen control son el frijol terciopelo (Mucuna pruriens), la judía o frijol de Egipto (Lablab purpureus) y el cáñamo de Bengala (Crotalaria juncea). Los dos primeros, si se intercalan, deben sembrarse de tres (cáñamo de Bengala) a seis semanas (frijol terciopelo) después del maíz, de manera que no compitan demasiado con éste y no reduzcan los rendimientos. Existe otro tipo de rotaciones (alfalfa, maíz, trigo, avena, triticale, girasol) con el cual es posible controlar de manera eficaz las malezas conforme avancen los ciclos de cultivo, hasta casi eliminarlas. La combinación con otros métodos de control reducirá las poblaciones de malezas y su control anual será más sencillo.
¿Cuáles son los beneficios y los problemas del control manual?
Los agricultores con pequeñas superficies pueden hacer el control manual de malezas (cortándolas con un azadón), porque es un procedimiento de poco riesgo que suele ser eficaz cuando las malezas son pequeñas (menos de 10 centímetros). La desventaja del control manual es que es muy laborioso y se invierte mucho tiempo.
¿Cuáles son los beneficios y los problemas del control químico?
El control de malezas con herbicidas es un procedimiento rápido y eficaz, pero es necesario y muy importante aplicarlo de manera correcta. La persona que aplique los químicos debe: a) saber qué tipo de malezas controla y los cultivos a los que se puede aplicar; b) conocer su grado de toxicidad y cómo manejarlos; c) saber las condiciones en las que causa mejor efecto y en cuáles no; d) tener conocimiento de los métodos y las dosis de aplicación; e) conocer los distintos tipos de equipo y cómo calibrarlos; f) conocer los diferentes tipos de boquillas; g) saber qué tipo de ropa protectora hay que usar y qué medidas o acciones deben tomarse después de que termine de aplicar el producto.
Además, para emplear los herbicidas, es necesario contar con el capital requerido al comienzo del ciclo de cultivo.
Algunos datos acerca de los herbicidas:
• Los herbicidas matan las plantas, y no hay que olvidar que los cultivos también son plantas. Por eso, es importante saber cómo controlar las malezas sin perjudicar el cultivo, a las personas y el medio ambiente; también es necesario utilizar herbicidas específicos y selectivos para el cultivo que quiere protegerse de las malezas y evitar dañar las plantas.
• Hay una gran variedad de herbicidas que tienen diferentes características, y por eso, el usuario tiene que aplicar el herbicida en la dosis y el momento correctos, siguiendo el método apropiado. Algunos herbicidas actúan en contra de todas las plantas (herbicidas no selectivos) y, por tanto, deben aplicarse antes de la emergencia. Otros actúan únicamente en algunas plantas (herbicidas selectivos) y se pueden aplicar durante el desarrollo del cultivo.
• Hay herbicidas que pueden usarse para controlar las malezas en un cultivo determinado, pero no en otros, porque los matan. Por ejemplo, es posible que uno que controla las malezas del maíz, mate la cebada.
• Algunos deben aplicarse antes de que germinen las malezas. A éstos se les denomina herbicidas preemergentes, porque inhiben el crecimiento de las malezas cuando éstas intentan salir a la super-
ficie del suelo; otros únicamente controlan las malezas que ya han germinado; a éstos se les llama herbicidas postemergentes porque actúan sobre las malezas que ya cubren la superficie del suelo y son selectivos.
Antes de usar un herbicida, asegúrese de leer y entender todas las instrucciones que vienen en la etiqueta.
El agricultor debe proponerse como meta, nunca permitir que las malezas produzcan semilla en su predio.
“La semilla de un año produce siete años de malezas.”
Viejo dicho de los agricultores.
Fuente: cimmyt.
Distritos de Desarrollo Rural
Centros de Apoyo para el Desarrollo Rural
Espita
sucila
Tizimín
Acanceh
Dzinzantum
Hunucmá
Izamal
Maxcanú
Motul
Uman
Chichimilá
Kaua
Sotuta
Muna
Oxkutzcab
Tzucacab
Tekax
001 Abalá
002 Acanceh
003 Akil
004 Baca
005 Bokobá
006 Buctzotz
007 Cacalchén
008 Calotmul
009 Cansahcab
010 Cantamayec
011 Celestún
012 Cenotillo
013 Conkal
014 Cuncunul
015 Cuzamá
016 Chacsinkín
017 Chankom
018 Chapab
019 Chemax
020 Chicxulub Pueblo
021 Chichimilá
022 Chikindzonot
023 Chocholá
024 Chumayel
025 Dzan
026 Dzemul
027 Dzidzantún
028 Dzilam de Bravo
029 Dzilam González
030 Dzitás
031 Dzoncauich
032 Espita
033 Halachó
034 Hocabá
035 Hoctún
036 Homún
037 Huhí
038 Hunucmá
039 Ixil
040 Izamal
041 Kanasín
042 Kantunil
043 Kaua
044 Kinchil
045 Kopomá
046Mama
047 Maní
048 Maxcanú
049 Mayapán
050 Mérida
051 Mocochá
052 Motul
053 Muna
054 Muxupip
055 Opichén
056 Oxkutzcab
057 Panabá
058 Peto
059 Progreso
060 Quintana Roo
061 Río Lagartos
062 Sacalum
063 Samahil
064 Sanahcat
065 San Felipe
066 Santa Elena
067 Seyé
068 Sinanché
069 Sotuta
070 Sucilá
071 Sudzal
072 Suma
073 Tahdziú
074 Tahmek
075 Teabo
076 Tecoh
077 Tekal de Venegas
078 Tekantó
079 Tekax
080 Tekit
081 Tekom
082 Telchac Pueblo
083 Telchac Puerto
084 Temax
085 Temozón
086 Tepakán
087 Tetiz
088 Teya
089 Ticul
090 Timucuy
091 Tinum
092 Tixcacalcupul
093 Tixkokob
094 Tixméhuac
095 Tixpéhual
096 Tizimín
097 Tunkás
098 Tzucacab
099 Uayma
100 Ucú
101 Umán
102 Valladolid
103 Xocchel
104 Yaxcabá
105 Yaxkukul
106 Yobaín
Población total
942 - 10,000
10,001 - 20,000
20,001 - 40,000
40,001 - 80,000
80,001 - 830,732
041 Kanasín
050 Mérida
096 Tizimín
102 Valladolid
Simbología
Capacidad
Presas
Cuerpos de agua
Pastizal
Agricultura de riego
Agricultura de temporal
Simbología
Carretera cuota
Carretera libre
Vías férreas
Rango precipitación media anual
300 a 600 mm
600 a 1000 mm
1000 a 1200 mm
1200 a 1500 mm
Distribución de climas Muy cálido Cálido
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