Agenda Técnica Agrícola - Baja California Sur

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AGENDA TÉCNICA AGRÍCOLA

BAJA CALIFORNIA SUR

AGENDA TÉCNICA AGRÍCOLA

BAJA CALIFORNIA SUR

Directorio

Lic. José Eduardo Calzada Rovirosa

Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, sagarpa

Mtro. Jorge Armando Narváez Narváez

Subsecretario de Agricultura, sagarpa

Lic. Ricardo Aguilar Castillo

Subsecretario de Alimentación y Competitividad, sagarpa

Mtro. Héctor Eduardo Velasco Monroy

Subsecretario de Desarrollo Rural, sagarpa

Mtro. Marcelo López Sánchez

Oficial Mayor de la sagarpa

Dr. Luis Fernando Flores Lui

Director General del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, inifap

Lic. Patricia Ornelas Ruiz

Directora en Jefe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, siap

MVZ Enrique Sánchez Cruz

Director en Jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, senasica

Dr. Jorge Galo Medina Torres

Director General de Desarrollo de Capacidades y Extensionismo, sagarpa

Agradecimientos

La sagarpa extiende un reconocimiento especial a quienes con su visión, conocimiento, experiencia y trabajo hicieron posible la tarea de generar una Agenda Técnica para cada entidad federativa de México:

Coordinación General de la Obra

Ing. Óscar Pimentel Alvarado

Ing. Salvador Delgadillo Aldrete

Producción Ejecutiva

MVZ Enrique Sánchez Cruz

Dr. Luis Fernando Flores Lui

Colaboradores

Dr. Pedro Brajcich Gallegos

Dr. Eladio Heriberto Cornejo Oviedo

Dr. Bram Govaerts

Dr. Jesús Moncada de la Fuente

Dr. Sergio Barrales Domínguez

Lic. Patricia Ornelas Ruiz

Dr. Raúl Obando Rodríguez

Dr. Jorge Galo Medina

Map. Roxana Aguirre Elizondo

Dr. Luis Reyes Muro

Ing. Ceferino Ortiz Trejo

Ing. Saúl Vargas Mir

Montserrat González Salamanca

Maribel Morales Villafuerte

Lic. Víctor Hugo Rodríguez Díaz

César Abel Mendoza Ruíz

Blanca Estela Sánchez Galván

Soc. Pedro Díaz de la Vega García

Lic. Francisco Guillermo Medina Montaño

Agenda Técnica Agrícola de Baja California Sur

Segunda edición, 2015.

© Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación

Av. Municipio Libre 377. Col. Santa Cruz Atoyac, Del. Benito Juárez, C.P. 03310, México, D.F.

ISBN volumen: 978-607-7668-42-8

ISBN obra completa: 978-607-7668-11-4

Impreso en México

Fotografías: SAGARPA, INIFAP, CIMMYT y UACH.

Cartografía: INEGI, SIAP.

Presentación

Agendas Técnicas Agrícolas: conocimiento para mover a México

El extensionismo es uno de los pilares del campo justo, productivo y sustentable que día a día nos esforzamos en construir desde el Gobierno de la República con la fuerza de millones de productores que tienen la noble tarea de producir los alimentos que consumen sus compatriotas.

Como lo instruye el Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, no se trata de administrar sino de transformar. El conocimiento y las mejores prácticas deben estar al alcance de todos los productores, atendiendo el contexto en que cada uno vive, las circunstancias a las cuales hace frente para obtener frutos de su labor y para mejorar su calidad de vida.

Durante generaciones enteras, nuestros hombres y mujeres del campo han resistido el clima, han mirado el cielo en espera de la líquida respuesta a sus plegarias, han explorado desafiantes caminos para hacer de su modo de vida un mejor modo de vivir. Todo ese conocimiento está hoy al alcance de la mano en esta Agenda Técnica Agrícola.

Al conocimiento empírico acumulado se suma la investigación, la metodología y la tecnología que la sagarpa ha promovido por medio de instituciones como el inifap, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, la Universidad Autónoma de Chapingo, el Centro

Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (cimmyt) y el Colegio de Posgraduados. Esto es a lo que llamamos Sinergia para la transformación del campo.

Nuestro campo también se nutre del conocimiento colectivo. Se nutre de la importancia de conocer el significado del viento y el olor de la tierra; de la importancia de conocer más para mejorar las prácticas y hacer rendir el trabajo, de la importancia de comprender, compartir y transformar…

El conocimiento sólo es útil si se usa en las tareas cotidianas. Esta Agenda Técnica Agrícola busca primordialmente ser útil para los héroes anónimos cuya responsabilidad toma dimensión tras un largo camino recorrido, cuando cada persona transforma su esfuerzo en el alimento y este en la energía con que México se mueve… …estamos aquí para Mover a México.

Generalidades de Baja California Sur

Ubicación geográfica

La entidad federativa está situada en la porción meridional de la península de Baja California, entre los meridianos 109º27’24” y 115º04’52” de longitud oeste, y entre los paralelos 22º43’14” y 28º00’00” de latitud norte.

Superficie

73,677 kilómetros cuadrados (3.74% del total nacional).

Límites

Limita al norte con Baja California, al este con el mar de Cortés, y al sur y al oeste con el océano Pacífico.

Orografía

La entidad se encuentra dividida por una cordillera longitudinal, cuyas principales alturas son el Pico de San Lázaro (2,164 metros), el volcán de las Tres Vírgenes (2,054 metros) y el cono de La Giganta (1,738 metros). La cadena montañosa corre próxima al litoral del mar de Cortés, dejando una planicie estrecha hacia la costa y otra más amplia hacia el Pacífico.

Ocho décimas partes del territorio de la entidad son casi planas, pues tienen pendientes menores al 15%. En el extremo noroeste se extiende el desierto Vizcaíno. Cuenta con un litoral de 2,705 kilómetros, bañado por el Pacífico y el mar de Cortés.

Hidrografía

Las corrientes existentes conforman una serie de ríos y arroyos secos prácticamente todo el año. Las lluvias son muy escasas, sólo en el extremo sur de la península. En la zona de La Laguna ocurren precipitaciones en forma de tormentas de poca duración, cuyas aguas se evaporan rápidamente sin originar corrientes de importancia. En el Valle de Santo Domingo se han perforado pozos para riego, pero cada vez son mayores los problemas de sobreexplotación e intrusión salina, pues parte del acuífero se halla a 14 metros bajo el nivel del mar.

Clima y temperatura

Clima semicálido seco, con una temperatura media de 18 a 22 ºC. En la parte sur y en la costa del Golfo de California, el clima es cálido seco, con temperaturas mayores a 22 ºC, excepto en la Sierra de San Lázaro en la parte sur, donde el clima es cálido semiseco. En la entidad se pueden distinguir tres zonas térmicas: al noroeste, centro y en la costa del océano Pacífico. La distribución de la precipitación normal anual varía de una mínima de 43 milímetros en la estación

Las Lagunas (en el desierto del Vizcaíno), a una máxima de 630 milímetros en la estación Sierra de la Laguna (al sur de La Paz), con una precipitación normal anual promedio de 150 milímetros. En general, las precipitaciones ocurren en forma irregular, salvo la región del desierto del Vizcaíno donde éstas se presentan en invierno y en la parte sur de la entidad, donde ocurren en verano.

Indicadores socioeconómicos

Población: 637,026 habitantes, el 0.6% del total del país.

Distribución de población: 86% urbana y 14% rural; a nivel nacional el dato es de 78 y 22%, respectivamente.

Escolaridad: 9.4 años (secundaria terminada); el promedio nacional es de 8.6 años.

Hablantes de lengua indígena de 5 años y más: una de cada 100 personas. A nivel nacional 6 de cada 100 personas hablan lengua indígena.

Sector de actividad que más aporta al pib estatal: Construcción.

Aportación al pib nacional: 0.6%

División política: La entidad está formada por 2,308 localidades distribuidas en cuatro municipios, de los cuales, dos tienen de 10 mil a 50 mil habitantes; uno de 50 mil a 100 mil; y uno más de 100 mil habitantes.

Centros de población más importantes: La Paz (capital), Santa Rosalía, Cabo San Lucas (una de las zonas turísticas importantes del país), Guerrero Negro, San José del Cabo, Mulegé, Loreto, Ciudad Constitución, Comondú y Villa Insurgentes.

Datos históricos

El antiguo territorio federal –desde 1888– fue erigido como estado libre y soberano el 3 de octubre de 1974. En su jurisdicción se incluyeron seis islas del océano Pacífico y nueve del mar de Cortés.

Escudo

El escudo de armas está enmarcado por unos filos dorados al exterior y olateados al interior, que representan la riqueza del subsuelo. El espacio azul marino simboliza la justicia, la verdad y la lealtad; los peces de plata, la riqueza del mar. El interior se divide en dos partes: el fondo rojo y el oro expresan unión, riqueza, valor y atrevimiento, y la concha de plata representa la fiera batalla que debe dar todo sudcaliforniano en defensa de sus fronteras.

Personajes ilustres

Manuel Márquez de Léon (1822-1890). Participó con heroísmo en la guerra de 1847. Gobernador de Sinaloa y Durango.

Rosaura Zapata Cano (1876-1963). Maestra, creadora de los jardines de niños en el país.

Agustín Olachea Avilés (1890-1974). Participó en la Revolución Mexicana. Gobernador de Baja California Sur. Gobernador de Baja California Norte. Presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional y Secretario de la Defensa Nacional.

Fuente: inegi, siap.

PAQUETES TECNOLÓGICOS

Ajo

Preparación del terreno

El ajo se adapta a distintos tipos de suelo; los mejores rendimientos se obtienen en suelos de textura media. En terreno arcilloarenosos es mejor realizar un barbecho de 25 centímetros de profundidad y dos pasos de rastra en forma cruzada. En suelos de textura media, realizar sólo dos pasos de rastra en forma cruzada. Para suelos de textura arenosa, con un paso de rastra es suficiente. En todos los casos, nivelar para reducir problemas de encharcamientos y facilitar la siembra.

Variedades

Las variedades que han mostrado mejor adaptación y rendimiento a la zona del Valle de Santo Domingo son Criollo regional, Pata de elefante, Tocumbo, Huerteño, Pocitas, Tacáztcuaro, Tingüindín, Taiwán, Inifap-94, Chapingo-74, Texcoco, Celayense y Aguascalientes.

Época de siembra

En el Valle de Santo Domingo, el inifap ha determinado que los mejores rendimientos se logran sembrando del 15 de octubre al 15 de noviembre; siembras del 15 de septiembre al 14 de octubre y del 16 de noviembre al 15 de diciembre dan buenos rendimientos, pero con menor tamaño del bulbo.

Selección y preparación de la semilla

Si se siembra por primera vez, el productor debe utilizar semilla de calidad para asegurar que la misma esté libre de plagas y enfermedades. En caso de utilizar semilla de su propia cosecha, seleccionar bulbos grandes (6.0 gramos) o medianos (3.0 gramos) con pocos “dientes”. Es conveniente desgranar los bulbos un poco antes de la siembra (unos cinco días) y conservarlos en un lugar fresco y aireado, a fin de evitar que pierdan su poder germinativo. Si se desgrana con mucha anticipación la semilla se “vacía” al deshidratarse.

Para prevenir problemas de nemátodos, es importante tratar la semilla desgranada, sumergiéndola por un tiempo de dos minutos en una solución preparada con 5.0 centímetros cúbicos de Nemacur-400 (fenamifós) por litro de agua. Otra opción es aplicar de 40 a 60 kilogramos por hectárea de Nemacur 2% incorporado en banda, antes o al momento de la siembra.

Para prevenir el ataque de enfermedades bacterianas, la semilla debe sumergirse en una solución de agua fría con sulfato de Potasio (100 gramos por cada 100 litros de agua) durante 5 minutos. La incidencia de pudrición blanca se reduce mediante el tratamiento a la semilla con el fungicida Tebuconazole (folicur) a dosis de 500 a 750 mililitros por cada 100 litros de agua. La semilla se debe sumergir en esta solución durante 5 minutos, después debe secarse extendiéndola en un lugar seco y sombreado.

Método de siembra

Si se siembra en suelo seco, la semilla debe enterrarse aproximadamente a 5 centímetros de profundidad; si se hace en húmedo, se recomienda se realice a 8 centímetros. La siembra debe hacerse clavando el diente con la punta o yema hacia arriba. Se recomienda hacer la siembra en camas de 1.60 metros de ancho. Si la siembra se hace manualmente, es necesario marcar las camas para establecer cuatro hileras de semilla en cada una, separadas a 20 centímetros. Si la siembra se lleva a cabo en forma mecánica, se recomienda utilizar una sembradora de doble salida con platos de “cuchara” con dimensiones apropiadas para la semilla de ajo.

Densidad de siembra

La cantidad de “dientes” a utilizar por hectárea dependerá de la variedad que se utilice en la siembra. Para criollo regional y Aguascalientes, 650 kilogramos y para el resto de las variedades 1,000 kilogramos. La distancia de siembra entre cada “diente” varia de 7.0 a 10 centímetros.

Fertilización

Previo a la siembra, se sugiere realizar un análisis de suelo para determinar su fertilidad y, con base en ésta, efectuar la fertilización; en caso de no contar con el diagnóstico del suelo, se sugiere fertilizar con 250 kilogramos por hectárea de Nitrógeno, 50 kilogramos de Fósforo y 100 kilogramos de Potasio. El cultivo del ajo tiene dos periodos bien definidos, el primero se refiere al crecimiento de la planta antes de la formación del bulbo y el segundo a la formación de éste. En los últimos dos meses de desarrollo del ajo se conforma el 70 a 80% del peso y tamaño del bulbo, por lo que es importante que los nutrimentos estén disponibles a la planta en este periodo; por ello, se sugiere aplicar el fertilizante antes de la siembra, la segunda aplicación al primer cultivo y la tercera previa a la formación de bulbos. En caso de usar riego por goteo, aplicar cada 30 días, 2.0 litros por hectárea de ácido sulfúrico para lavar el sistema de riego y evitar el taponamiento de la cinta.

Riego

Gravedad: Debe hacerse en forma ligera para que la humedad llegue a la semilla por trasporo. Por lo general, se requieren de ocho a 10 riegos de auxilio para aplicar una lámina total de 70 centímetros. El último riego debe darse unos 20 días antes de la cosecha.

Goteo: El riego de germinación se sugiere realizarlo por un tiempo de 14 a 16 horas. Ocho días después de haber proporcionado el primer riego se debe hacer el siguiente, durante un tiempo de siete horas; a partir de ahí, los posteriores serán aplicados cada seis o siete días con un tiempo de cinco a siete horas, dependiendo de la etapa del cultivo, condiciones climatológicas y

tipo de suelo. Generalmente, se aplican entre 25 a 35 riegos, estimando una lámina total de 38 centímetros.

Labores de cultivo

Se recomienda realizar dos escardas con maquinaria a los 20 y 35 días después de la siembra; debe procurarse que éstas no sean muy profundas para evitar daños en las raíces de la planta.

Control de maleza

El control de maleza de hoja ancha como quelite, malva, amargosa, correhuela y cual se puede hacer con la aplicación de Linurón, 2.0 kilogramos por hectárea; Gesagard, 2.0 kilogramos por hectárea; o la mezcla de Linurón, 1.5 kilogramos más 2,4-D amina, 0.5 litros por hectárea o Linurón, 1.5 kilogramos más Gesagard, 0.5 kilogramos por hectárea. Para el control de gramíneas y otras malezas de hoja angosta, se sugiere aplicar 1.5 litros por hectárea de Poast más 2.0 litros por hectárea de aditivo Poast. Los herbicidas sugeridos son para aplicaciones postemergentes, cuando el cultivo tenga de una a dos hojas. También es conveniente realizar dos deshierbes para evitar la infestación de malezas al finalizar el ciclo del cultivo.

Control de plagas

La principal plaga que ataca el ajo en el Valle de Santo Domingo es el trips; se presenta con mayor intensidad en épocas calurosas y secas, alojándose en el cogollo de la planta. Se combate con Clorpirifos o Dimetoato a dosis de 1.5 litros por hectárea, en ambos casos. Si la aplicación se hace con tractor usar 250 litros de agua por hectárea; si es en forma aérea, 60 litros de agua son suficientes. Se recomienda el uso de un adherente-dispersante en la mezcla agua-insecticida para mejorar la eficiencia de la aplicación.

Control de enfermedades

En el estado es baja la incidencia de enfermedades que afectan al ajo. Cuando se presentan condiciones de alta humedad ambiental se puede manifestar la “mancha púrpura”; puede prevenirse con aplicaciones con Mancozeb 1.5 kilogramos por hectárea.

Cosecha, almacenamiento y clasificación

El ajo está listo para cosecharse cuando el 50% del follaje está seco y/o aparece un pequeño bulbillo en la parte media del tallo. En las variedades recomendadas esto ocurre a los 150 días.

Para efectuar la cosecha primeramente debe aflojarse el suelo mediante el paso de un arado o cuchilla; enseguida, las plantas se sacan del suelo y se colocan en forma de camellones con el propósito de cubrir los bulbos con el mismo follaje; después de tres días se procede a cortar el follaje y las raíces. Posteriormente, los bulbos deben colocarse en “jabas” o “arpillas” y éstas almacenarlas en una bodega fresca y ventilada, con el objeto de evitar sobrecalentamientos que provoquen su pudrición.

Introducción

En Baja California Sur se cultivan alrededor de 5,000 hectáreas de alfalfa, y es principalmente la variedad Cuf 101, con rendimiento anual promedio de 95.4 toneladas por hectárea de forraje verde (23.8 toneladas por hectárea de materia seca), en promedio 2.3 toneladas por hectárea de materia seca por corte. Comondú es el municipio con el primer lugar (86.4%) de área cultivada en el estado.

Preparación del terreno

Para el establecimiento del cultivo se sugiere hacer las siguientes labores: un barbecho, después uno o dos pasos de rastra, de acuerdo a la cantidad y dureza de los terrones que haya dejado el barbecho. Con el objeto de nivelar un poco el terreno, es recomendable en el último paso de rastra colocar una viga de madera o fierro en la parte posterior de ésta para emparejar el terreno.

Variedades

En el mercado se encuentran una gran variedad de materiales, que difieren en sus características de rendimiento de forraje, proporción de sus componentes botánicos (hoja y tallo) y calidad de forraje. Para productores que se enfocan a la venta de pacas se recomiendan las variedades Cuf 101, Excelente, SW 9720, Sardi-10, Alta verde y Genex 9890. Para productores que pretenden alimentar con sus praderas a ganado de alto requerimiento nutricional (ganado lechero o

Alfalfa

de carne) se recomienda utilizar variedades como 58N57, 59N49 y 59N59 que presentan una mayor proporción hoja/tallo.

Época de siembra

El periodo óptimo de siembra comprende los meses de octubre a diciembre; esto permite un mejor desarrollo del sistema radicular que soporta el crecimiento activo en la estación de mayor crecimiento de la pradera, además de favorecer una mayor estabilidad en la producción y persistencia de la pradera.

Método y densidad de siembra

La alfalfa se puede sembrar con drilla o con la máquina tipo cyclone para siembra al voleo, empleando 30 kilogramos por hectárea de semilla. Después de tirar la semilla en terreno seco, se procede a pasar una rastra de ramas para cubrirla. La semilla debe quedar entre 1.0 y 2.0 centímetros de profundidad. Al término de la siembra, sí el riego se va a hacer por gravedad, se hacen melgas de 12 a 15 metros de ancho, con longitud no mayor de 100 metros. La pendiente adecuada del terreno es de 10 centímetros en 100 metros. Cuando el terreno presenta pendientes mayores, hay que usar curvas de nivel.

Colocación de la cinta de riego

Si el agua se va a suministrar por medio de equipo de goteo, después de siembra debe procederse a instalar la cinta de riego. Debido al tiempo de permanencia de la alfalfa en el terreno, se sugiere utilizar cinta de 15 milésimas de espesor con emisores a cada 20 centímetros. La cinta se coloca a una profundidad de 20 centímetros y separación de 80 centímetros. Esta recomendación es válida para suelos con texturas medios o francos.

Fertilización

La forma más exacta para realizar una correcta fertilización es hacerlo con base en el análisis de suelos y aplicar los criterios descritos para cada elemento; en caso de no contar con éste, se sugiere iniciar la fertilización con la dosis 100-60-00; la aplicación del fertilizante se hace antes de la siembra, incorporándolo con rastra. En alfalfa

con goteo se pueden aplicar los fertilizantes a través del sistema de conducción, con el consiguiente ahorro por este concepto. Para el caso del Fósforo se sugiere aplicarlo en el riego de germinación; para Nitrógeno se sugiere aplicar 30 kilogramos cuando empiece a nacer el cultivo y fraccionar los 70 kilogramos restantes en 11 aplicaciones a lo largo del año; de esta manera se mantiene la fertilización nitrogenada anual.

A partir del segundo ciclo, se recomienda la dosis 100-00-00, fraccionado en 12 aplicaciones de 8 kilogramos, cada una en el primer riego después de cada corte.

Riego

El riego de germinación cuando se da por gravedad debe ser en forma ligera, para evitar encharcamientos, con láminas de 10 centímetros. Se sugiere dar de dos a tres riegos de auxilio también en forma ligera y de preferencia con equipo de aspersión, antes del primer corte y un riego después de cada corte. El riego posterior a cada corte se debe dar aproximadamente ocho días después de realizado éste, para permitir la cicatrización de las plantas así como el secado, enchorizado y empaque del forraje.

Cuando los riegos se aplican por el sistema de goteo, es indispensable mantener una óptima humedad desde la siembra, hasta los 15 días después de la misma; es necesario favorecer la germinación cuidando que el suelo no se endurezca por lo que se sugiere la repetición de riegos ligeros. En suelos arenosos rápidamente se pierde la humedad, por lo que hay que repetir el riego cada cuatro a siete días.

Una vez realizada la siembra y establecida la cinta de riego, se aplica el riego de germinación el cual debe hacerse de preferencia a una presión de 12 a 15 psi (libras por pulgada cuadrada), con un tiempo aproximado de 24 horas para humedecer toda la superficie. Los riegos posteriores se realizan cada cuatro días con duración de dos horas y media a cuatro horas, hasta alcanzar el primer corte a los 80 días. Después de los cortes, el primer riego e sugiere aplicarlo a los siete días; lo anterior para evitar el castigo en las plantas y favorecer el rebrote normal y uniforme.

Con el uso del sistema de riego por goteo se mantiene en forma permanente una condición húmeda en el área de mayor concentración adicular del cultivo; así mismo permite una distribución homogénea del agua en el cultivo, independientemente de la topografía del terreno.

Control de maleza

Las principales malas hierbas que se presentan en alfalfa son malva, chual, quelite, gloria de la mañana, mostacilla, grama y zacate buffel. Mediante los cortes paulatinamente se eliminan las de ciclo anual; sin embargo, las de ciclo perenne como los zacates, permanecen en la parcela llegando a infestar completamente el cultivo y provocar su abandono. Durante los últimos cinco años se ha presentado en los alfalfares la planta parásita llamada cúscuta. Esta maleza se multiplica de manera rápida y provoca la muerte del cultivo al absorber su savia. Una vez detectada, se debe combatir mediante el corte del forraje de toda el área afectada y proceder a su destrucción mediante fuego, fuera de la parcela, o bien a través de aplicaciones de paraquat sobre el “manchón” o área infestada, después del corte de la alfalfa, en dosis de un litro por hectárea del producto comercial.

Control de plagas

A manera de prevención debe evitarse la siembra en terrenos cercanos a cultivos de hortalizas.

Gusano trozador: Aplicar carbaril 80, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Triclorfón 80, de 1.0 a 2.0 kilogramo por hectárea; Triclorfón cebo 2%, 50 kilogramo por hectárea; Clorpirifos 48, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea. Iniciar las aplicaciones cuando se detecten manchones con plantas trozadas, desde la nacencia hasta el establecimiento del cultivo (planta de 15 centímetros de altura).

Pulgón verde y pulgón manchado: Aplicar Dimetoato 38, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Malatión 50, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Metidatión 40, de 0.75 a 1.0 litro por hectárea. En general, se recomienda iniciar el control químico al detectar de 20 a 25 pulgones por tallo. Revisar 50 tallos por sitio de muestreo.

En planta pequeña iniciar cuando la incidencia sea de 10 o más pulgones por tallo.

Chapulines: Aplicar Azinfós metílico 50, de 0.5 a 1.0 kilogramo por hectárea; malatión 50 de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Triczlorfón cebo 2%, 50 kilogramos por hectárea; Carbaril 80, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea. Iniciar control químico al observar un daño superior al 30% de acuerdo al desarrollo de la planta y presencia del insecto.

Chicharritas: Aplicar Paratión metílico 720, 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Azinfós metílico 50, de 0.5 a 1.0 litros por hectárea; Malatión 50, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Dimetoato 40, de 0.75 a un litro por hectárea. Iniciar control al observar de tres a cinco insectos por planta en promedio y/o aspecto moteado de las hojas por el daño. Evitar aplicaciones de insecticidas en los 15 días anteriores a cada corte. En caso de infestaciones severas en este lapso de tiempo, se sugiere adelantar el corte.

Control de enfermedades

En la región las enfermedades se presentan en pequeña escala y generalmente no causan pérdida económica; sin embargo, las más comunes y las medidas de control son las siguientes:

Pesca: El hongo se propaga por semilla y viento. Se presentan como pequeñas manchas circulares color café en haz y envés. Hojas con muchas manchas se amarillan y defolian. Se requiere control al iniciar defoliaciones del cultivo. Como control se recomienda realizar el corte cuando inicie la defoliación y recoger el forraje inmediatamente. Utilizar variedades tolerantes.

Mildiu: Las hojas del ápice del tallo toman un color verde-claro con una fina pubescencia blanquecina, enrollándose en infecciones severas. En el envés, las hojas infectadas se tornan de color violeta. Los tallos se hinchan y el follaje se vuelve clorótico. Se transmite por semilla y residuos en el suelo. Utilizar variedades tolerantes, adelantar el corte al generalizarse los síntomas en el cultivo y recoger rápidamente el forraje.

Roya o chahuixtle: Se reconoce por las pústulas color caféamarillento u obscuro en las hojas. Al madurar, las pústulas ad-

quieren apariencia polvosa. Si se observa una infección severa, adelantar el corte y recoger rápidamente el forraje. Las enfermedades indicadas se presentan con mayor frecuencia en días con temperaturas frescas, y rocíos o nublados continuos, iniciando en las partes bajas del terreno.

Cosecha

En general, se alcanza un total de diez cortes por año. La etapa recomendada para iniciar el corte en alfalfa va desde la aparición del botón floral hasta el inicio de la floración (10% de botones abiertos por tallo). En el periodo de octubre a marzo los cortes se hacen cada 40 o 45 días en tanto que de abril a septiembre es posible hacerlos en promedio cada 25 a 30 días.

El rendimiento promedio por corte es de 13.6 toneladas por hectárea de forraje verde.

Avena con ryegrass

Introducción

Para mejorar los índices productivos de la ganadería extensiva de Baja California Sur, el productor se apoya en el establecimiento de cultivos forrajeros, anuales y perennes, a efecto de mejorar la disponibilidad de forraje y aminorar el efecto del déficit en el agostadero, producto de la baja precipitación y mal manejo de la carga animal. Sin embargo, la marcada diferencia de la temperatura a lo largo del año impide la utilización eficiente de una misma especie, como alfalfa, maíz, sorgo y algunos pastos tropicales perennes. La disponibilidad de forraje genera un aumento en su costo; las pacas de alfalfa en los meses invernales presentan una alza de, al menos, un 25% respecto al costo promedio en la temporada de mayor disponibilidad. Con base en lo anterior, el inifap a través del Campo Experimental Todos Santos, ha evaluado el establecimiento de praderas anuales de invierno, con la mezcla de avena y ryegrass, como alternativa para incrementar la disponibilidad de forraje de buena calidad en invierno, y buscar así mejorar la rentabilidad de la actividad pecuaria.

Requerimientos agroecológicos

La temperatura óptima de crecimiento para estas especies se ubica entre los 14-20 °C; temperaturas por debajo de 0 y arriba de los 30 °C, pueden ocasionar disminución del crecimiento o falta de persistencia de las mismas. El rango de altitud en las que se recomienda va de los 0 a los 2,440 metros sobre el nivel medio del mar. Estos

con ryegrass

cultivos están adaptados a una gran variedad de suelos. En el estado se han obtenido buenos resultados al establecerse en suelos de textura migajón arcillo-limoso y migajón arenoso. El óptimo en cuanto a conductividad eléctrica de la solución de suelo para estas especies es < 4 dS/m; sin embargo, soportan niveles de salinidad cerca de los 10 dS/m, condición que implica un descenso del rendimiento.

Establecimiento, métodos y densidad de siembra

Se recomienda el establecimiento en el periodo del 15 al 30 de noviembre, para buen desarrollo, persistencia y alargar el periodo de utilización de la pradera (tres cortes o pastoreos). La siembra se puede realizar en surcos espaciados a 0.8 metros o en melgas, sin embargo se recomienda el primer caso, alternado un surco de avena y otro de ryegrass, debido a que esto permite una distribución más adecuada de las plantas en campo, lo que reduce el efecto de sombreado de la avena sobre el rendimiento del rye grass.

Preparación del terreno

Se requiere de un paso de arado y dos pasos cruzados de rastra, con el objeto de desmoronar terrones y dejar el suelo suelto para favorecer una mejor penetración de la raíz.

Variedades recomendadas

Avena Chihuahua y ryegrass anual Tetraploide Oregon; estas especies son las que más fácilmente se encuentran en el mercado estatal.

Riego

Para el suministro del agua se puede utilizar el riego por goteo con cinta calibre 8 mil. El primer riego debe ser prolongado para que alcance la humedad a traslapar entre cinta y cinta con la finalidad de que la semilla de ambas especies germine uniformemente. La lámina del primer riego debe de ser de 8.0 a 10 centímetros y el intervalo entre riegos de 15 a 20 días, aplicando riegos de la misma lámina inicial, acumulando al primer corte o pastoreo (65 a 74 días), una lámina de 30 a 35 centímetros. La lámina posterior a la primer utilización debe de ser de 3.0 centímetros, con intervalo de 15 días.

En condiciones de riego por gravedad se da un riego de aniego y dos de auxilio, cada uno de ellos de una lámina de 15 a 18 centímetros; para acumular una lámina de 45 a 55 centímetros a la primera utilización de la pradera. El intervalo entre riegos es de 20 a 25 días. Después de cada corte o pastoreo se debe dar un riego de 10 a 15 centímetros, para que se estimule el rebrote. Se han obtenido hasta tres cortes significativos en rendimiento de forraje.

Fertilización

La fertilización recomendada es 120-50-00 aplicando la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo a la siembra. A los 30 días del primer riego, aplicar el Nitrógeno restante. La fertilización posterior al corte o pastoreo es de 50 kilogramos de Nitrógeno por hectárea con la finalidad de estimular el rebrote.

Control de maleza

El control químico se puede hacer mediante el herbicida Simazina en forma pre-emergente y hasta 15 días después de efectuada la siembra, a razón de 2.0 kilogramos en 200 a 400 litros de agua por hectárea. La mezcla de Gesaprím más Lazo en dosis de 2.0 más 3.0 litros por hectárea de cada herbicida en suelo húmedo e inmediatamente después del riego de siembra, presenta un buen control de malezas en forma pre-emergente.

Atrazina en dosis de 1.5 kilogramos por hectárea; puede ser utilizado tanto en forma preemergente como post-emergente, con buenos resultados en buenas condiciones de humedad del suelo. También puede utilizarse en forma postemergente el 2,4-D amina en dosis de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; este último para malezas de hoja ancha que se presentan después de la emergencia de las plantas.

Control de plagas y enfermedades

En Baja California Sur, no se ha detectado la incidencia de plaga que ocasione un impacto económico significativo a las praderas establecidas. En lo que respecta a enfermedades la avena es susceptible a la roya, misma que puede ocasionar daños económicos importantes. Para disminuir la presencia de roya se pueden emplear variedades

resistentes o emplear el control químico a través de productos como diclobutrazol 3% más mancozeb 40%, presentado como suspensión concentrada a una dosis de 1.0 a 5.0 litros por hectárea con 21 días de plazo de seguridad.

Cualidades forrajeras

Excelente crecimiento en los meses invernales, periodo durante el cual las especies tradicionalmente empleadas presentan una fuerte disminución del rendimiento. El rendimiento de materia seca (MS) al utilizar la mezcla (15.9 toneladas por hectárea de MS) supera el obtenido por cada especie en monocultivo (10.5 y 7.0 toneladas por hectárea de MS, obtenidas respectivamente por avena y ryegrass), de acuerdo con evaluaciones realizadas en años anteriores en el Sitio

Experimental Valle de Santo Domingo del inifap.

Otro aspecto sobresaliente es la alta calidad del forraje obtenido por la presencia del ryegrass, además de una extensión del periodo de utilización debido a la capacidad de rebrote. Finalmente, la elevada densidad de planta por unidad de superficie, asegura un uso más eficiente del recurso suelo y agua. Se obtuvieron excelentes resultados en una parcela de validación establecida en San Juan de Los Planes, B.C.S., donde el rendimiento al primer corte (74 días después de la siembra) indicado por la etapa de embuche en avena, alcanzó valores de 60.7 ± 4.2 toneladas por hectárea de forraje verde (13.3 ± 0.9 toneladas por hectárea de MS) y un rebrote de 13.8 ± 0.69 toneladas por hectárea (2.6 ± 0.18 toneladas por hectárea de MS). Es posible obtener un tercer corte, aunque de bajo rendimiento (6.0 a 8.0 toneladas por hectárea de forraje verde).

En lo que respecta a la composición botánica del rendimiento al primer corte, se ha encontrado una conformación de 76% de avena por 24% de ryegrass, con un estimado en contenido de proteína cruda (PC) de 13.4%. Este contenido de PC cubre el requerimiento para que novillos de talla mediana (160 kilogramos de peso vivo) alcancen entre 400 a 800 gramos de ganancia diaria en peso, característica que torna a la mezcla como una buena opción forrajera para la pre-engorda de bovinos.

Utilización

La pradera puede ser utilizada para corte o pastoreo. La pradera se utilizó para la pre-engorda de bovinos Brangus y Charolais bajo el sistema de pastoreo rotacional, donde potreros de 600 metros cuadrados al primer pastoreo, han soportado por tres días una carga de 28 animales de 160 kilogramos de peso. 14 potreros de 600 metros cuadrados, considerando sus respectivos rebrotes, soportaron 75 días de utilización, llegando a obtener ganancias de 0.7-0.9 kilogramos por animal al día. Si el riego es por goteo, se recomienda la retirada de la cinta al ingreso de los animales al potrero, además de que el último riego se haya dado 8 días antes de su utilización con la finalidad de evitar un nivel alto de humedad en el suelo que favorezca su compactación.

Calabacita

Preparación del terreno

Efectuar un barbecho de 30 centímetros, dos pasos de rastra en forma cruzada para desmoronar los terrones, y finalmente una nivelación del terreno para formar una buena cama de siembra y evitar encharcamientos.

Fecha de siembra

Los mayores rendimientos se obtienen en siembras de primavera-verano cuyas fechas recomendadas comprenden del 1º de febrero al 30 de marzo y del 1º de agosto al 30 de noviembre.

Variedades

Entre las variedades mejor adaptadas en el Valle de Santo Domingo están Gray zucchini, Caserta, Chefine, Napolini, Midnight y Bulam.

Método de siembra

La calabacita se establece en surcos separados a 90 centímetros de ancho, sobre el lomo, se deposita la semilla a una profundidad de 3.0 a 4.0 centímetros. Los surcos no deben ser mayores de 100 metros de longitud para obtener un mejor manejo del agua. Cuando el riego es rodado, este debe ser ligero para que la humedad llegue por trasporo a la semilla o planta para evitar pudriciones.

Densidad de siembra

Se recomienda establecer las plantas a una distancia de 40 centímetros, para obtener una población de 28 mil plantas por hectárea. Esto se logra usando de 6.0 a 7.0 kilogramos por hectárea de semilla.

Riego

El ciclo vegetativo de la calabacita permite que, bajo riego por gravedad, concluya su ciclo con seis riegos ligeros, efectuados con intervalo de 12 a 16 días dependiendo de las condiciones climáticas, tipo de suelo y variedad de que se trate, con una lámina de 52 centímetros. Con el sistema de goteo los riegos pueden realizarse cada tercer día con una duración de cinco horas y un total de 45 riegos. Es importante mencionar que en los primeros 40 días el tiempo de riego es de tres horas, ya que la planta consume poca agua debido al escaso desarrollo que aún presenta. Con este sistema se sugiere una lámina total de 28 centímetros.

Fertilización

La fórmula más recomendada para fertilizar la calabacita es 12050-00, aplicada en dos etapas: la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo a la siembra y el resto del Nitrógeno a los 40 días después de la siembra.

Labores de cultivo

Se sugieren cultivos o escardas, además un deshierbe manual. Las labores de cultivo no deben hacerse muy profundas ya que dañan las raíces de la planta. Es importante una amplia distribución de polen ya que de ahí depende la producción; para esto se recomiendan cuatro colmenas por hectárea. Si al inicio se presentan frutos deformes sin calidad comercial, debido a la falta de polinización de las flores masculinas, es necesario eliminarlos manualmente para evitar el “desgaste” de la planta y su envejecimiento y promover la formación de nuevos frutos.

Manejo fitosanitario

Los problemas más comunes y de mayor importancia son:

• Malezas perennes como gloria de la mañana, zacate Johnson y coquillo, principalmente, además de malezas anuales de hoja angosta y ancha, como el zacate rayado, pinto, cola de zorra, quelite, chual, verdolaga y malva.

• Insectos plaga como mosca minadora, mosca blanca, pulgón, gusano barrenador del fruto, grillo y diabrótica.

• Enfermedades como mosaico, cenicilla y marchitez de plántulas.

Control de maleza

• Seleccionar un terreno libre o poco infestado por malezas especialmente para el caso de especies perennes.

• Sembrar en húmedo.

• Aplicar en banda el producto Bensul DE a razón de 7.0-9.0 litros por hectárea en presiembra, incorporado de 3.0 a 5.0 centímetros de profundidad. Controla zacates anuales.

• Aplicación de Trifuralina de 1.2 a 2.0 litros por hectárea, en aspersión dirigida a la base de las plantas del cultivo y en hojas verdaderas y preemergente a la maleza.

• Realizar dos cultivos mecánicos en el fondo del surco, en la cama se pueden realizar dos pasos de “gallina” o lillistone. En caso de no utilizar control químico se requiere un promedio de tres deshierbes.

Control de plagas

• Seleccionar un terreno alejado de áreas con cultivos de plagas comunes.

• En presiembra, rastrear la maleza de 20 metros o más alrededor del cultivo, para eliminar hospederos de pulgón y mosca blanca principalmente; establecer cultivos trampa de sorgo Sudán o maíz.

• Emplear acolchado color aluminio para repeler el arribo de pulgón y mosca blanca o bien establecer el cultivo en microtúneles hasta inicio de floración.

• Para el caso de gusanos trozador y saltarín evitar sembrar en terrenos arenosos y/o donde anteriormente se han tenido

altas incidencias de estos insectos o en socas de cultivos hospederos (sorgo, maíz, trigo, garbanzo, etcétera.)

• El control de gusanos trozador y saltarín se sugiere realizarlo con Carbaril cebo 2%, 60 kilogramos por hectárea; Carbofurán 5%, de 20 a 25 kilogramos por hectárea; Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Clorpirifos 2%, de 8.0 a 10 kilogramos por hectárea. El primero, segundo y quinto productos se pueden aplicar en banda antes de la siembra, incorporándolos con rastra.

• Para el control de plagas de inicio de temporada como grillo, pulga saltona y diabróticas, se sugiere aplicar Gusatión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 kilogramos; Carbaril 80%, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.6 a 0.75 litros por hectárea; Paratión metílico 50%, de 1.0 a1.5 litros por hectárea, al observar un 10% de daño e insectos presentes.

• Para minador de la hoja aplicar etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea; Dimetoato 38%, de 0.8 a1.0 litros por hectárea o Diazinón 25%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al registrar un daño de 25% o mayor y alta presencia de adultos, a las horas de mayor actividad del adulto.

• En caso de gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%, de 1.0 a 2.5 kilogramos por hectárea; Metomilo 90%, de 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea o Lorpirifos 48%, de 1.0 a 2.0 litros por hectárea, al observar seis o más larvas menores de tercer estadío en 10 plantas y daño presente.

• El control químico del pulgón y mosca blanca se sugiere realizarlo con Endosulfán 35% de 1.5 a 2.5 litros por hectárea y Diazinón 25% de 1.5 a 2.0 litros por hectárea, al detectar las poblaciones arribantes de la plaga y/o primeras plantas de los márgenes con adultos.

• Para controlar el gusano barrenador del fruto y guía, emplear Metomilo 90 de 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea, Malatión 84% de 0.75 a 1.5 litros por hectárea, Fenvalerato 11.1% de 0.8 a 1.0 litros por hectárea, al encontrar cinco larvas en 100 hojas y/o al observar los primeros frutos dañados.

Control de enfermedades

• El cultivo no debe establecerse cercano a superficies con otros cultivos infectados con virus, especialmente si se trata de cucurbitáceas.

• El manejo apropiado de los insectos vectores de virus como pulgón y mosca blanca, además de chichetas y en ocasiones diabróticas y osca minadora, reducen el riesgo de que se presenten enfermedades virales.

• Inmediatamente después de la nacencia se pueden eliminar plantas con marcados síntomas virales, quemarlas y enterrarlas.

• Eliminar plantas silvestres hospederas (meloncillo o melón coyote) dentro del cultivo y/o alrededor, lo mismo que para mildiu.

• Para cenicilla, aplicar Clorotalonil 75% de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea, triforine 20% de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Triadimefón 25 de 0.4 a 0.5 litros por hectárea, al observar los primeros síntomas y/o condiciones de nublados, rocíos y temperaturas altas.

• Para mildiu se sugiere utilizar Anilazina 50% de 2.0 a 4.0 kilogramos por hectárea, folpet 52% de 2.5 a 3.5 kilogramo por hectárea, o Captafol 50% de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea, al aparecer primeros síntomas y/o con condiciones de alta humedad relativa. Se puede utilizar azufre.

Cosecha

Se efectúa cuando los frutos han llegado a su madurez de corte. Dependiendo de la variedad y demanda del mercado, los frutos tendrán el diámetro o longitud muy variable.

Cártamo

Preparación del terreno

Una buena preparación del terreno facilita la distribución de agua y semilla, por lo cual se debe considerar una labranza completa en terrenos descansados; un barbecho profundo romperá y volteará la capa arable, con mayor aireación del suelo e incorporación de residuos y eliminación de malas hierbas. El doble paso de rastra permite desmoronar los terrones y lograr una buena cama de siembra. En rotación con garbanzo o maíz, donde se realizó labranza completa en el último ciclo, es posible continuar con labranza mínima considerando sólo un rastreo doble. La nivelación del terreno es una labor necesaria cuando se tiene un sistema de riego de gravedad, ya que el cultivo es susceptible a las enfermedades de la raíz producidas por hongos que se desarrollan con facilidad en los estancamientos de agua. Si se cuenta con riego por aspersión y goteo, puede ahorrar esta práctica.

Variedades

Se sugieren variedades del tipo linoleico como ciano linoleica y S-719; y del tipo oleico como las variedades ciano oleica, S-518, S-334, CW-88, CW-99 y P-744. Aunque los materiales linoleicos han mostrado tolerancia a roya y los oleicos moderada resistencia a roya, todos han resultado moderadamente tolerantes a alternaria y todos susceptibles a falsa cenicilla excepto Ciano oleica, Ciano linoleica y S-33 4 que resultaron tolerantes.

Época de siembra

Se sugiere la época de siembra de diciembre a enero, por lo que debe considerar el tipo de suelo y el clima. Si lo principal es lograr el mayor rendimiento, la época de siembra recomendable es del 1º de diciembre al 15 de enero. Siembras anticipadas alargan el ciclo y se necesita un riego extra, además sufren daños con mayor intensidad por alternaria o “mancha de la hoja” y roya o chahuixtle.

Al sembrar tarde el ciclo se acorta y se puede tener una baja polinización por efecto de altas temperaturas, coincidentes con la época de floración, y los rendimientos disminuyen en alrededor de cinco por ciento por semana de retraso en la siembra. Para minimizar el daño por falsa cenicilla, es recomendable sembrar preferentemente en la época de la segunda quincena de diciembre en la parte sur de la región y suelos arcilloarenosos y la primera quincena de enero en la parte norte del Valle de Santo Domingo y/o suelos franco-arenosos.

Características agronómicas de variedades de cártamo en el Valle de Santo Domingo, B.C.S. Variedad

resistente; MR, moderadamente resistente

Método y densidad de siembra

En riego de gravedad se sugiere la siembra en húmedo, en surcos separados de 80 a 90 centímetros, facilitando labores culturales y manejo del agua. Con sistema de aspersión puede sembrarse en plano con las mismas separaciones; en riego por goteo se sugiere establecer en seco, con camas de 1.60 metros, con dos líneas separadas a 40 centímetros entre sí, lo cual equivale a dejar regantes a 1.6 metros, mojando dos hileras de plantas.

Utilizar de 16 a 25 semillas por metro lineal, equivalencia de 12 a 15 kilogramos por hectárea; si se usa mayor cantidad, se propicia el desarrollo de plantas con escasa ramificación lateral y un reducido número de capítulos. En fechas tempranas se utiliza menos semilla con poblaciones de 160 mil plantas por hectárea y se aumenta en fecha tardía con poblaciones hasta 240 mil plantas por hectárea. En suelos salinos y/o arenosos, se utiliza más semilla, para contar con mayor población y ayudar a conservar la humedad.

Fertilización

Para terrenos de textura media y sistema de riego de gravedad, generalmente se sugiere aplicar 120 kilogramos por hectárea de Nitrógeno, pero en rotación con sorgo o maíz se justifica una mayor cantidad de fertilizante. Se debe aplicar en banda al momento de la siembra. Bajo riego por goteo se recomiendan 80 a 100 kilogramos por hectárea de Nitrógeno y 20 a 40 kilogramos por hectárea de Fósforo. Usar preferentemente fertilizantes de alta solubilidad. Asimismo se sugiere aplicar el 50% del Nitrógeno junto con el Fósforo a la siembra, 25% en el primer riego de auxilio y el otro 25% restante en el segundo riego de auxilio. En condiciones de fertirriego se recomienda aplicar el Fósforo en los primeros riegos después de la nacencia en la primera etapa de desarrollo y el Nitrógeno distribuirlo en las etapas fenológicas máximo hasta la floración.

Labores de cultivo

Se recomienda realizar dos escardas o pasos de cultivadora alrededor de los 30 días y después del primer riego de auxilio, con el fin de ayudar a eliminar la maleza, aflojar la tierra, y conservar la humedad

del suelo. Se propicia mejor desarrollo y facilita el levantamiento de surcos para el riego de auxilio.

Riego

En riego por gravedad se debe aplicar el de presiembra con una lámina de 20 centímetros y un auxilio ligero de 8.0 centímetros en la etapa de inicio de ramificación, lo que sucede entre los 55 y 70 días después de la siembra. En terrenos arcillosos no se debe regar después de la etapa de ramificación, pues puede causar marchitamiento y muerte de las plantas, debido a que este tipo de suelo se agrieta cuando le falta humedad y al entrar en contacto con el agua se expande y rompe muchas raíces. Por ello, hay que regar en la etapa ya mencionada aunque la planta no muestre síntomas de sequía.

Con riego por aspersión el riego de presiembra se reduce a 16 cm y a 6.0 centímetros el de auxilio en inicio de ramificación, por lo que la lámina total del cultivo es de 22 centímetros; además se ahorra la actividad de abrir surco. Tanto en riego por gravedad como por aspersión, se deben evitar los encharcamientos; en el primer caso se sugiere utilizar surcos de 100 metros de longitud, y en el segundo se debe asperjar únicamente el tiempo necesario para proporcionar al terreno la lámina de agua adecuada.

En riego por goteo el requerimiento o demanda de agua es estimada a partir de la evapotranspiración de referencia (ETo) de un día, multiplicado por un coeficiente de cultivo (Kc) de 0.78. En general, se estima una lámina de 34 centímetros en el ciclo. La cual se puede suministrar con frecuencia de dos riegos por semana con líneas regantes a 1.6 metros y gasto de alrededor de 5.0 lhm, calibre 6 a 8 mil. El tiempo de riego está en función del tipo de suelo y nivel de humedad aprovechable.

Control de maleza

El cártamo es afectado por la competencia de maleza durante los primeros 40 días posteriores a la emergencia del cultivo; se puede reducir hasta el 65% del rendimiento, por lo que conviene realizar medidas preventivas como controlar la reproducción de semilla para evitar infestaciones en ciclos posteriores. También se puede reali-

zar control cultural con siembras en húmedo y mediante el paso de cultivadora alrededor de los 30 días después de la siembra y después del primer riego de auxilio, conviene realizar deshierbes manuales. Cuando el terreno presenta una alta infestación de maleza es necesario considerar el control químico.

Control de plagas

Chinche lygus, rápida, apestosa y chicharritas: Aplicar cualquiera de los siguientes productos; Malatión, 1000 gramos de ingrediente activo (i.a.) o un litro por hectárea Malatión 1000 E y un litro por hectárea de Lucathión 50E; Metamidofós, 600 g.i.a. o 1.0 litro por hectárea de Tamarón 600; para pulgón, aplicar Dimetoato, con 400 g.i.a. por hectárea o un litro por hectárea de Affix o Rogor L40; Omeotato 400 g.i.a. por hectárea o 400 mililitros por hectárea de Folimat 1000. La aplicación para chinche lygus y apestosa debe de efectuarse cuando se encuentren 50 o más chinches en 100 redadas de la etapa del inicio de floración a la maduración; en caso de chicharritas, la aplicación debe efectuarse al capturar 90 especímenes en 100 redadas en el mismo periodo de tiempo.

Gusano trozador: Aplicar Clorpirifós, 480 g.i.a. por hectárea, o 1.0 por hectárea de lorsban 480.

Gusano bellotero y gusano soldado: Se sugiere aplicar Thiodicarb, 375 g.i.a. por hectárea o un litro por hectárea Larvín 375; Bacillus thuringiensis var, Kurstaki, 38.6 a 53 g.i.a. por hectárea o 0.75 a 1.0 kilogramo por hectárea de Dipel. La aplicación para gusano bellotero debe realizarse al encontrar 10 ó más larvas en 100 fructificaciones inspeccionadas, desde el inicio de fructificación a inicio de madurez; para gusano soldado aplicar al detectar una defoliación del 10 al 20% y el insecto esté presente, en ambos casos, las larvas al momento de la plicación no deben rebasar el tercer estadío.

Como medida de control biológico se recomienda realizar liberaciones de la avispita trichograma con 4.0 pulgadas por hectárea, al detectar oviposturas de bellotero y evitar en todo lo posible la aplica-

ción innecesaria de insecticidas, para promover el control biológico natural que llevan a cabo diversas especies de insectos benéficos.

Herbicidas sugeridos para controlar maleza en cártamo en el

Valle de Santo Domingo, B.C.S.

Herbicida Dosis/hectárea

Trifluralina

Otilán 500 CE

980 g i.a. 2.0 l

Fluazifop-pbutil

Fusilade B/W

Fluazifop-pbutil

Fusilade B/W

Glifosato*

Faena

125 g i.a. 1.0 l

250-375 g i.a. 2.0-3.0 l

1,200-1,920 g i.a. 2.5-4.0 l

Glifosato

Faena

2,880-4,800 g i.a.

6.0-10.0 l

Época de aplicación

Presiembra Incorporado con rastra

Aplicación en postemergencia temprana

Aplicación en postemergencia temprana

Maleza

Hoja ancha y angosta; como chual, alpistillo y mostacilla

Especies gramíneas anuales y otros cultivos anuales

Especies gramíneas perennes como zacate Johnson

30 días antes de la siembra sobre el follaje de plantas con altura de 50 cm zacate Johnson

30 días antes de la siembra sobre el follaje con crecimiento vigoroso.

Correhuela perenne

*No remover el suelo o cortar la maleza por lo menos 15 días después de la aplicación para permitir que el producto se trasloque a los rizomas.

Control de enfermedades

Condiciones de clima nublado, lluvias y temperaturas del suelo de 15 a 20 °C favorecen la presencia de enfermedades; si se observan síntomas asociados a mancha foliar y falsa cenicilla, principalmente en la etapa de inicio de elongación del tallo (alrededor de los

60 días) se deben aplicar productos fungicidas como; Mancozeb (3 litros por hectárea de Dithane-fmb) y Clorotalonil (2.0 litros por hectárea de Cheyene 720). También se pueden hacer aplicaciones curativas cuando se observen síntomas de la enfermedad en el tercio inferior de la planta con productos de mayor eficacia como; Carbendazim (500 mililitros por hectárea de Derosal 500D), Trifloxistrobin (120 gramos por hectárea de Flint), y Propiconazol (500 mililitros por hectárea de Kilt 250CE), Tebuconazole (500 mililitros por hectárea de folicur 250EW) y epoxiconazol (un litro por hectárea de opus). En fechas tempranas se requieren hasta tres aplicaciones de productos fungicidas curativos para superar las 3.0 toneladas por hectárea.

Cosecha

Entre los 150 a los 180 días después de la siembra se realiza la trilla, cuando las brácteas de las cabezuelas se tornen de color café. En ésta etapa, a semilla se debe desprender fácilmente del capítulo y contener de seis a 8% de humedad.

La máquina trilladora se ajusta con la velocidad del cilindro entre 760 a 915 revoluciones por minuto, dejando el cilindro y el cóncavo con una separación de 9.5 a 16 milímetros. En ocasiones se puede dejar una sola hilera de cóncavos, graduar el aire para obtener grano limpio y reducir al máximo la velocidad del “papalote” (1.25 veces de la velocidad de traslocación), quitarlo si el cártamo está muy seco.

Jesús Navejas Jiménez

Cebolla

Preparación del terreno

La cebolla puede cultivarse en todos los tipos de suelos, desde ligeros hasta pesados; sin embargo, el mejor es el tipo medio o franco. El terreno debe prepararse de tal forma que se logre una cama de siembra lo suficientemente mullida; de esta manera se facilita la germinación de la semilla y emergencia de las plantas.

Variedades

La temperatura y la duración del día son los principales factores que determinan las variedades e híbridos de cebolla que se pueden establecer en una región determinada. En la zona del Valle de Santo Domingo, se recomiendan las variedades Géminis, Santa Cruz, Cojumatlán, Early perfection, Crystal wax white, Crystal white sweet, Grano ppr, F1early supreme ppr, Contessa, Reyna blanca, Union y Globe green.

Época de siembra

La cebolla produce bien en siembras desde el 15 de septiembre hasta el 15 de diciembre; sin embargo, el mayor rendimiento y la mejor calidad se logran con siembras del 1º al 30 de noviembre.

Método de siembra

La cebolla puede establecerse por trasplante o en forma directa. Trasplante: Se efectúa por medio del establecimiento de almácigo y puede hacerse con altas poblaciones, en surcos, en camas o

cajetes. Para establecer una hectárea se necesitan 150 a 200 metros cuadrados de almácigo utilizando de 2.0 a 2.5 kilogramos de semilla. Para lograr un buen tamaño de plántula, es conveniente sembrar de 2.0 a 3.0 gramos de semilla por metro lineal con distancias entre hileras de 13 centímetros. El trasplante debe realizarse cuando la plántula tenga de tres a cuatro hojas, esto sucede entre 60 y 70 días después de la siembra. La plántula no debe establecerse superficialmente, ya que se producen cebollas de formas achatadas; en cambio, si se trasplanta mas profundo se logran cebollas de formas más redondas. La anchura de los surcos puede variar dependiendo de la maquinaria que se disponga. Se pueden hacer surcos de 40 centímetros sembrando en el lomo con hilera sencilla o bien surcos de 70, 80, ó 90 centímetros sembrando a doble hilera; la longitud de los surcos no debe rebasar los 100 metros. En el caso de riego por goteo se pueden hacer camas de 1.60 metros con dos o cuatro hileras por cama y una cinta de riego al centro de éstas.

Siembra directa: La siembra se realiza con máquina, en seco, a chorrillo y a una profundidad de 1.5 a 2.0 centímetros. Se requieren de 3.0 a 3.5 kilogramos por hectárea de semilla, dependiendo de la distancia entre surcos y del número de hileras por surco. La semilla debe presentar cuando menos un 90% de germinación.

Densidad de siembra

En siembra de almácigo se requieren de 2.0 a 2.5 kilogramos por hectárea de semilla y directamente de 3.0 a 5.0 kilogramos por hectárea. La distancia entre plantas más conveniente es de 12 centímetros. Distancias menores elevan los costos de producción y disminuye el tamaño del bulbo, mientras que mayores, disminuyen el rendimiento.

Riego

Se sugiere regar de la siguiente manera:

• Después del riego de siembra o trasplante, aplicar el siguiente riego a los 15-20 días después.

• Después, regar cada 20 a 25 días hasta mediados de marzo; en este periodo se tiene un crecimiento lento de la planta por lo que requiere poca humedad y nutrimentos.

• Posteriormente, regar cada 12 a 15 días hasta fines de abril; en este lapso se presenta el crecimiento rápido del follaje y la planta aumenta su demanda de agua y de nutrimentos.

• Finalmente de fines de abril en adelante, regar cada 10 días ya que para esta época ocurre el crecimiento rápido y maduración del bulbo.

• El último riego se aplica cuando un 40 a 60% de las plantas han doblado el follaje. De acuerdo con lo anterior, se requieren de 10 a 12 riegos y 65 centímetros de lámina en el ciclo de desarrollo del cultivo.

• Respecto al riego por goteo, se han logrado buenos rendimientos con a aplicación de 40 riegos dados cada 3 a 5 días, con una lámina total de 30 centímetros.

Labores de cultivo

Realizar un cultivo después de cada riego para mantener el suelo ventilado y mullido. El último cultivo debe efectuarse cuando se inicie el crecimiento rápido del bulbo, procurando cubrirlo completamente con tierra, para evitar el verdeo y quemaduras por el sol.

Fertilización

Para realizar una adecuada fertilización es conveniente contar con el análisis de suelo; en caso de no contar con éste, se recomienda fertilizar con 150 a 180 kilogramos por hectárea de Nitrógeno y 80 kilogramos por hectárea de Fósforo. Es conveniente realizar la fertilización aplicando todo el Fósforo a la siembra y el Nitrógeno dividirlo en tres o cuatro aplicaciones iguales de la siguiente manera: la primera aplicación al momento de formar los surcos o en el trasplante, la segunda al inicio del crecimiento rápido del follaje, la tercera al inicio del crecimiento del bulbo, y la cuarta aplicación en el llenado del bulbo.

Control de maleza

Establecer el cultivo en una superficie que no tenga problemas de alta incidencia de maleza, especialmente en el caso de especies perennes. Además del método preventivo, es importante integrar los controles químico, mecánico y manual, si así se requiere.

Bensulide: De 4.8 a 5.6 litros por hectárea, en tratamiento en banda de 40 centímetros sobre el lomo del surco, en presiembra, incorporado a una profundidad de 3.0 a 5.0 centímetros. Controla especies de hoja angosta, quelite y verdolaga.

DCPA: De 4.0 a 4.8 kilogramos por hectárea en banda (40 centímetros), a la siembra, trasplante o posterior a la siembra. Controla malezas comunes de hoja angosta y ancha.

Oxifluorfen: De 400 a 600 mililitros por hectárea, en banda, post-emergente al cultivo de ocho a 12 días (con tres hojas verdaderas), postransplante a la siembra. Controla especies de hoja ancha y las más comunes de hoja angosta.

Fluazifop-butil: De 400 a 600 mililitros por hectárea, en banda para zacate anual, perenne de rizoma o estolón de 25 centímetros y 10 centímetros de altura, respectivamente, herbicida pre y post-emergente al cultivo.

En el caso específico de infestación de gloria de la mañana se puede utilizar Glifosato de 7.0 a 8.0 litros por hectárea en aplicación total dirigida a la maleza que se encuentre creciendo activamente.

Este mismo producto se puede utilizar antes del trasplante. Las dosis sugeridas para tratamiento en banda (40 centímetros) permiten reducir la cantidad y por consecuencia el costo de la aplicación. La maleza del fondo del surco se deberá combatir mediante cultivos mecánicos.

Control de plagas

En la región del Valle de Santo Domingo, no es muy común encontrar plagas en el cultivo de la cebolla; sin embargo, pueden presentarse las siguientes:

Minador de la hoja: Cuando el 20% de las hojas están afectadas, aplicar Diazinón 25CE un litro por hectárea, Oxidemetón metil CE50 a la dosis de 0.75 un litro por hectárea.

Trips: Cuando se tenga un promedio de 10 trips por planta, controlar con Azinfós metílico de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Malatión a un litro por hectárea.

Gusano de la cebolla: Cuando se observen los primeros daños, aplicar cualquiera de estos productos; Azinfós metílico de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Diazinón un litro por hectárea o Fenofos 20 kilogramos por hectárea, este último se aplica a la siembra.

Control de enfermedades

Mancha púrpura: Se presenta esporádicamente cuando existe rocío, lluvias abundantes y días nublados frecuentes. Se recomiendan aplicaciones preventivas o bien al inicio de los síntomas con Mancozeb 3.0 litros por hectárea, Maneb 2.0 kilogramos por hectárea, y Clorotalon il 2.0 kilogramos por hectárea.

Tizón del follaje: Enfermedad foliar favorecida por condiciones de alta humedad relativa. Aplicar Mancozeb 3.0 litros por hectárea, Captafol e Iprodiona de 1.5 kilogramos por hectárea.

Pudrición blanca: Los síntomas más típicos son un amarillamiento y marchitez en las hojas, que mata las plantas jóvenes; los bulbos se suavizan, se pudren y salen del suelo con facilidad debido a la muerte de raíces. Se ecomienda rotación de cultivos, además aplicar Iprodiona 400 gramos por 100 kilogramos de semilla más dos aplicaciones al suelo de 1.25 kilogramos por hectárea cada una.

Raíz rosa: Las raíces se tornan de color rosado, posteriormente se obscurecen y toman un color púrpura que finalmente se torna marrón o negro. El control es mediante la rotación de cultivos, uso de variedades resistentes y el tratado de raíces antes del trasplante con pcnb 3.0 gramos por litro de agua.

Pudrición basal: El hongo permanece por muchos años en el suelo. Se presenta casi al final del ciclo vegetativo de la cebolla; ataca las partes exteriores del bulbo el cual presenta coloraciones bronceadas o rosadas que finalmente pudren su base. La rotación de cultivos y la siembra en suelos libres del inóculo es la recomendación para su control.

Cosecha

La cebolla está lista para cosecharse cuando el 90% de las plantas han doblado el follaje en su base. Sin embargo, dependiendo del mercado, la cosecha puede realizarse antes aunque hay disminución del rendimiento, o después, considerando que pueden existir pudriciones por exceso de humedad. La madurez se presenta de los 180 a 230 días de ciclo vegetativo, dependiendo del manejo agronómico, condiciones climatológicas, y variedades o híbridos establecidos.

La cosecha debe efectuarse de la siguiente manera:

• Sacar las plantas con una cuchilla o picos.

• Efectuar el curado de la cebolla dejando las plantas en el campo por cinco días.

• Tapear los bulbos (tapeo: término local utilizado para describir el corte del follaje y raíz de éstos) y depositarlos en costales a tres cuartos de capacidad.

• Dejarlos en el campo por cinco días. Al realizar el tapeo, dejar un centímetro de cuello en el bulbo.

Jesús Navejas Jiménez

Chile

Preparación del terreno

Se requiere un barbecho, dos pasos de rastra en forma cruzada y una nivelación, para obtener una cama adecuada de siembra o transplante, y de esta forma un buen manejo del agua y la prevención de algunas enfermedades.

Variedades

Para el Valle de Santo Domingo se sugieren las siguientes variedades dentro de los diferentes tipos de chile:

Chile jalapeño: 007 Jalapa, 007 Mitla, Jarocho, Jalapeño m, Jalapeño ayado, Palapeño peludo, Jumbo jalapeño y Early jalapeño.

Chile ancho: Monarca y Don Matías.

Chile dulce: Perfection, Yolo wonder, California wonder 300, Tick cayenne y Cayenne long alim.

Chile güerito: Caloro, Hungarian hot wax y Santa Fe grande .

Chile serrano: Huasteco 74, Altamira, Pánuco, Tampiqueño 74, Veracruz S-69 y Río Verde .

Chile picante: Anaheim, Pasilla, Bajío, Horn hot wax, Top wats .

Época de siembra

1º diciembre al 15 de febrero: ancho y dulce.

15 de enero al 1º abril: jalapeño, serrano, güerito y picante.

Método y densidad de siembra

Siembra directa: en este caso se recomiendan de 2.0 a 3.0 kilogramos de hectárea de semilla; antes de la siembra ésta se mezcla con un kilogramo de Captán 50 más 250 gramos de Arasán 75. La siembra se realiza en surcos distanciados a 90 centímetros cuando es en hilera sencilla y 1.80 metros a doble hilera, esta última se recomienda para el sistema de riego por goteo. La semilla debe colocarse a 40 centímetros de separación y de 2.0 a 3.0 centímetros de profundidad.

Trasplante

Preparar los almácigos cerca del agua de riego, los cuales pueden ser camas en forma de surcos de 20 centímetros de alto e integrados por la mezcla uniforme de una parte de tierra, una de arena y una de estiércol descompuesto; este material puede ser desinfectado utilizando la “Solarización”, la cual es una técnica inocua que consiste en humedecer bien el área a tratar, cubrirla con plástico y lo demás lo hace el sol al calentar el espacio tratado. El proceso puede durar de uno a dos meses, dependiendo e las condiciones climáticas. Una vez transcurrido el tiempo señalado se quita el plástico y tres días después se procede a sembrar la semilla tratada con fungicidas, colocándola a una profundidad de 2.0 a 3.0 centímetros, en hileras distanciadas a 8.0 centímetros entre sí. Para cubrir una hectárea se requieren 40 metros cuadrados de almácigo sembrado con 500 gramos de semilla.

También se puede producir la planta en charolas de plástico o unicel, las cuales se llenan con material estéril compuesto de musgo y otros ingredientes previamente humedecidos con una solución de consan al 2.5%. Este compuesto se humedece lo suficiente para su descomposición por 45 días, posteriormente se fumiga con bromuro de metilo durante 72 horas y a los tres días se puede utilizar dicho material. Después de llenar la charola con el sustrato, se presiona la mezcla en cada cavidad, dejando espacio para depositar la semilla, la cual se cubre con otra parte de la mezcla o con vermiculita para facilitar la emergencia de las plántulas. Las charolas después de sembradas se riegan y se mantienen en un cobertizo con el fin de mantener la humedad y calor para acelerar la germinación de la semilla.

Las plántulas estarán listas para su trasplante cuando tengan de 5 a 20 centímetros de altura, 5 a 6 hojas verdaderas y un tallo vigoroso.

Fertilización

Se sugiere aplicar 180 kilogramos de Nitrógeno, 80 de Fósforo y 150 de Potasio por hectárea en siembras directas, distribuidos de la siguiente manera: todo el Fósforo y el Potasio además de 60 kilogramos de Nitrógeno; posteriormente, al inicio de floración se incorporan los restantes 80 kilogramos de Nitrógeno.

Cuando el cultivo se establece por el método del trasplante, se deben aplicar 160 kilogramos de Nitrógeno, 50 de Fósforo y 150 de kilogramos por hectárea. Al momento del trasplante aplicar la fórmula 50-50-150, 30 días después la dosis 50-00-00 y al inicio de floración 60-00-00 por hectárea.

Cuando esta actividad se realiza con el sistema de goteo, la fertilización se debe fraccionar de la siguiente forma: el Nitrógeno a partir de la etapa de plántula hasta el primer corte; el Fósforo desde la aparición de botones florales hasta el primer corte, y el Potasio desde la formación de frutos hasta plena producción.

Estas dosis y recomendaciones estarán sujetas al análisis de suelo previo a la siembra y a las características particulares que presenten las plántulas, así como a los resultados obtenidos del análisis foliar en el caso de que se lleve a cabo.

Riego

En riego por gravedad la humedad debe llegar a la semilla y a las plantas por trasporo, para evitar que la semilla se pudra o que se marchiten las plantas. Normalmente se dan de 10 a 12 riegos, dependiendo de las condiciones climáticas prevalecientes y del tipo de suelo. La lámina total es de 78 centímetros.

En siembra directa el primer riego de auxilio se debe realizar a los 12 días para ayudar a la plántula en nacencia; los demás se dan a intervalos regulares de 15 a 20 días; los riegos son más frecuentes cuando la planta es más grande, sobre todo en la época de verano. Los riegos en surcos son más eficientes y se reducen los problemas con enfermedades, además de que permiten un buen manejo y ahorro del agua.

Con riego por goteo el agua se aplica cada tercer día, con una duración por riego de tres a cinco horas, dependiendo del estado vegetativo de la planta, las condiciones ambientales y del tipo de suelo. La lámina total aproximada es de 42 centímetros.

Labores de cultivo

Para el control de malas hierbas se deben realizar cuatro cultivos y tres deshierbes manuales o con cultivadora, cuando la planta lo permita. Los cultivos deben efectuarse procurando no dañar las raíces de la planta para evitar que éstas se sequen o sufran daño por la entrada de hongos u otros patógenos.

Control de maleza

Sugerencias para el control químico de maleza en chile en el Valle de Santo Domingo, B.C.S.

Producto Dosis/ hectárea* Época de aplicación Maleza que controla

Trifluralín 44.5% 1.2 a 2.0 l Antes del transplante; preemergente

Bensulide 46% 12 a 14 l En presiembra o preemergencia

Oxidiazón 24% 2.0 l Antes del transplante en suelo húmedo; preemergente

DCPA 75% 10 a 12 kilogramo

Dos a 4 semanas posttransplante; preemergente

Napropamida 21.8% 4.5 a 9.5 l A la siembra o transplante; preemergente

* La dosis y el costo se reducen aplicando en banda en el lomo del surco

Control de enfermedades

Anuales de hoja ancha y angosta

Anuales de hoja angosta

Anuales más comunes de hoja ancha y angosta

Anuales de hoja ancha y angosta

Anuales de hoja ancha y angosta

Mancha bacteriana: Presencia de manchas grandes aceitosas en las hojas provocando caída de hojas y en consecuencia quemado de

frutos por el sol. Para controlar la enfermedad es conveniente evitar la rotación de tomate-chile o viceversa; en presencia de alta humedad relativa o lluvia, y altas temperaturas se sugiere realizar aplicaciones de hidróxido de cobre.

Control de plagas

Sugerencias para el control químico de insectos plaga en chile en el Valle de Santo Domingo, B.C.S.

Insecto Plaga

Gusano trozador Grillo

Diabróticas Pulga saltona

Mosca minadora

Pulgón Mosca blanca

Gusano soldado Gusano falso medidor

Barrenillo del chile

Producto y dosis por hectárea Época de aplicación

Carbaril cebo 2%, 60 kilogramo; Triclorfón cebo 2%, 50 kilogramo; Carbaril 80% + Parat. Met. 2%, 10 + 12 kilogramo.

Malatión 84%, 0.5 a 0.75 l; Metamidofós 50%, 1.0 a 1.5 l; Azinfós Metílico 50%, 1.0 a 1.4 l.

Etión 48%, 1.0 a 1.5 l;

Dimetoato 38%, 1.0 l; Diazinón 25%, 1.0 a 1.5 l.

Mevinfós 47%, 1.5 a 2.0 l;

Oxamil 24%, 2.0 a 4.0 l; Endosulfán 35%, 1.0 a 2.5 l.

Bacillus thuringiensis 3.2%, 2.0 a 2.5 kilogramo; Metamidofós 50%, 1.0 a 1.5 kilogramo; Metomil 90%, 0.4 a 0.6 kilogramo.

Oxamil 24%, 2.0 a 4.0 l; Clorpirifos 48%, 1.5 a 2.0 l;

Azinfós Metílico 50%, 1.0 a 2.0 l; Endosulfán 35%, 1.5 a 2.5 l; Malatión 84%, 1.0 a 2.0 l; Carbaril 80%, 1.5 a 2.5 kilogramo; Paratión Metílico, 1.0 a 1.5 l.

Al observar plantas dañadas en el tallo. Aplicar por la tarde y en manchones localizados.

Al observar un daño de 10% o mayor y elevada presencia de adultos.

Con un 25% de daño o mayor y elevada presencia de adultos.

Al detectar las poblaciones arribantes y/o presencia de primeros adultos en plantas.

Al observar daño de 10% o mayor con larvas menores al tercer estadío.

Al detectar el arribo del adulto al inicio de floración y posteriormente a la emergencia o presencia de adultos. En generaciones traslapadas aplicar con dos o más insectos en 100 yemas terminales.

Marchitez: Hay infección en el cuello de la planta, provocando pudrición de raíces, follaje flácido y marchitez en la planta. La enfermedad se previene plantando en camas altas así como evitando excesos de humedad y sembrar en suelos infestados.

Virosis: Hay distorsión de las hojas jóvenes y frutos, puede haber caída de flores, achaparramiento de plantas. Para prevenir, hay que eliminar la maleza y las primeras plantas que muestren síntomas, y llevar a cabo control de insectos chupadores.

Cosecha

La cosecha debe iniciarse cuando los frutos han alcanzado su madurez fisiológica, o sea de 120 a 160 días después de la siembra, dependiendo del tipo de chile. Para comercialización, los frutos deben separarse por tamaño y calidad para que sean lo más uniforme posible.

Damiana

Introducción

Las regiones áridas y semiáridas de nuestro país presentan una gran cantidad de productos útiles para el hombre, entre ellos se encuentran los productos forestales no maderables que tienen además un valor comercial de suma importancia para la sociedad y de manera directa para las comunidades rurales.

Debido a la demanda de productos para usos industriales, medicinales y alimenticios que proceden de las plantas forestales, la damiana (Turnera diffusa) es una especie que se ha utilizado en el estado de Baja California Sur debido a que sus hojas contienen aceites esenciales y es utilizada para la preparación de bebidas de infusión, como saborizante e ingrediente fundamental en la elaboración de licores, en la producción de goma de mascar y perfumes.

En su mayoría, la producción de hoja de damiana se obtiene de las poblaciones silvestres que se localizan en el sur del estado, supeditadas a la ocurrencia de lluvias; como consecuencia la producción varía de un año a otro y ocasiona una gran inestabilidad en la oferta del producto (hoja seca).

El establecimiento de plantaciones comerciales con damiana en condiciones de riego, permitirá una oferta más constante de hoja, además de promover una disminución en la presión que se ejerce sobre las poblaciones silvestres, tanto por el ramoneo del ganado y la fauna silvestre, como por el aprovechamiento intensivo de la cosecha de hoja.

Producción de la planta

La multiplicación se realiza vegetativamente logrando de 55 a 75% de enraizamiento de las estacas. Las estacas se obtienen de plantas en estado de letargo (desprovistas de hojas) o cuando inicia la aparición de las yemas vegetativas después de las primeras lluvias; los tallos deben ser vigorosos y libres de problemas de plagas y enfermedades.

La producción de planta se realiza en condiciones de vivero bajo media sombra; como sustrato se utiliza tierra de monte de textura media previamente cernida. El suelo se humedece ligeramente para facilitar el llenado de los envases, que serán de un tamaño de 10 x 20 centímetros; éstos se colocan dentro de túneles de plástico para incrementar la temperatura y conservar la humedad en el medio de enraizamiento, colocando de piso una cubierta de plástico para evitar que las raíces penetren al suelo.

Después se procede a cortar estacas de unos 20 centímetros de longitud, con 0.4 a 1.0 centímetros de diámetro, en la parte superior de cada estaca se hace un corte diagonal y en la base, será horizontal debajo del nudo inferior. Posteriormente y con el fin de prevenir problemas por hongos, las estacas se sumergen en una solución de 2.0 gramos de Captán por litro de agua.

En cada envase se introducen dos estacas, a una profundidad de unos 10 centímetros, presionando el suelo a su alrededor para evitar bolsas de aire en el sustrato. Se recomienda realizar esta actividad de finales de noviembre a finales de diciembre y de marzo a mayo, según la disponibilidad del material vegetal.

En este periodo, levantar las cubiertas de plástico para eliminar excesos de humedad y favorecer la ventilación, durante periodos de 30 minutos a una hora al día; también hacer supervisiones frecuentes para detectar cualquier problema de plagas o enfermedades y como medida preventiva aplicar aspersiones de Captán cada semana. Se considera que en dos a tres meses, las estacas con brotes habrán emitido raíces y se observan en el fondo de los envases; en este periodo, paulatinamente se debe ir reduciendo el número de riegos y retirando las cubiertas de plástico. Después, las nuevas plantas se pasan al área de plantabandas para su desarrollo, posteriormente y

antes de realizar la plantación, se deben pasar a condiciones de sol directo para su lignificación y aclimatación.

Establecimiento de la plantación

Dependiendo de la producción de planta, la plantación se puede realizar de marzo a finales de agosto; de preferencia en suelos de textura ligera a media y bajo condiciones de riego.

La preparación del terreno consiste de barbecho, rastreo, nivelación y empareje; se recomienda la construcción de surcos a 1.0 metro de distancia cuando se aplica riego rodado.

La plantación se realiza en forma manual, utilizando poceras para la apertura de los hoyos y plantar a una distancia de 90 centímetros entre plantas, colocadas a un costado del surco cuando se riega por gravedad; para esto se requiere de una población de 11,100 plantas por hectárea.

Si se opta por utilizar el sistema de riego presurizado, se recomienda colocar la cintilla de riego sobre camas a 1.80 metros de separación, para dejar más espacio a los trabajos requeridos. A cada lado de la cintilla, se ubican dos líneas a una distancia de 20 centímetros entre plantas y la separación entre las plantas de cada línea de 1.0 metro, bajo un arreglo en tresbolillo y una densidad de 11,100 plantas por hectárea.

Riego en la plantación

Como regla general se sugiere aplicar un riego al momento de realizar la plantación y después de cada corte, con una lámina suficiente para llevar a capacidad de campo el perfil de suelo hasta 90 centímetros de profundidad; esta lámina dependerá de la textura del suelo.

En los primeros meses si se utiliza el riego rodado, los riegos se pueden aplicar cada 30 días y posteriormente incrementar el intervalo de 40 a 60 días para aplicar una lámina anual de 40 centímetros distribuida en los meses secos y aprovechar el agua de la temporada de lluvias de verano y de invierno.

Si se utiliza el sistema de riego presurizado (cintilla) se sugiere aplicar riegos semanales en el establecimiento y posteriormente se pueden aplicar cada dos meses hasta la época de cosecha. Otra op -

ción bajo este sistema, es aplicar riegos semanales de cinco horas hasta que se considere que la plantación se ha establecido con éxito y posteriormente aplicar dos horas de riego semanalmente; un mes antes de la cosecha se retira el riego.

Labores adicionales y cosecha

Después de haber realizado la plantación, y en caso necesario, se debe realizar la reposición de plantas muertas, esto se puede observar después de la primer semana; por este motivo, los trabajos de plantación se deben realizar con mucho cuidado y considerar cierta cantidad de planta excedente en la producción de la misma.

Como labores culturales, realizar los deshierbes para eliminar problemas de competencia, generalmente la infestación de malezas ocurre en la temporada de lluvias de verano e invernal; los restos vegetales se pueden incorporar al suelo para su descomposición.

Dependiendo de las condiciones ambientales, es probable que se presenten problemas por hongos, los cuales se pueden prevenir con aplicaciones de Captán en la base del tallo. No se han tenido problemas con otras enfermedades ni plagas de importancia económica, pero en caso de cualquier problema se sugiere el uso de productos orgánicos.

Aunque en condiciones naturales, las plantas de damiana no requieren de suelos ricos en nutrientes, con el fin de no impactar en la fertilidad del suelo, se recomienda realizar aplicaciones de composta o estiércol bien descompuesto al suelo, cuando menos una vez al año.

La cosecha de la damiana se realiza en forma manual y de preferencia con tijeras de podar, se corta la parte aérea de las plantas estimando dejar en pie un 25% de la planta con respecto a su altura; como una estrategia en el manejo de esta especie se recomienda dejar descansar la planta hasta que ésta se haya recuperado totalmente después de cada corte.

La producción promedio de hoja seca por planta es de 50 a 75 gramos por cada corte, lo cual equivale a una producción aproximada de 600 a 825 kilogramos por hectárea.

El material se debe de secar en condiciones de media sombra para después separar las hojas de las ramas; una vez secas las hojas

se empacan para su comercialización en los mercados disponibles de acuerdo con sus diferentes usos, para ello y con el fin de dar un mayor valor agregado al producto se sugiere que los productores la empaquen y etiqueten directamente. O bien se incorporen a la cadena y se fortalezcan asociados a los industriales que se dedican a la elaboración de licores, cremas y otros productos.

Áreas con potencial productivo

La damiana se reporta en California, Texas, México, Las Antillas y Sudamérica. En México se localiza en los estados de Baja California Sur, San Luis Potosí, Coahuila, Chihuahua, Sinaloa, Nayarit, Tamaulipas, Querétaro, Zacatecas y Guerrero.

En el estado de Baja California Sur se encuentra en los tipos de vegetación matorral xerófilo y bosque tropical seco; estas comunidades vegetales se distribuyen de los 0 a 800 metros sobre el nivel del mar de altitud, en clima árido a semiárido, con una temperatura media anual de 21.5 a 24 o C, precipitación media anual de 180 a 482 milímetros. La damiana puede encontrarse en laderas, planicies y mesetas, en pendientes no mayores al 5%, generalmente en suelos de textura ligera de migajón arenoso a arena migajosa, con pH ligeramente alcalino a alcalinidad alta, pobres en Nitrógeno.

Con base en los requerimientos agroecológicos de la damiana, se estimó una superficie con potencial para el establecimiento de plantaciones de 81 mil 578 hectáreas, la cual quedará supeditada a la disponibilidad de agua para el riego en cada localidad.

Requerimientos agroecológicos de la damiana

0 - 800 > 12 < 32 X Gruesa > 1 0 – 4% * Suelos sin fases físicas, químicas y sin litosoles.

Estas áreas se ubican en la parte sur del estado; sin embargo, probablemente debido a la existencia de algunas condiciones microambientales se ubican pequeñas áreas en las inmediaciones de Punta Santa, San Bruno cerca de Punta Chivato en el Distrito de Mulegé y en la zona de La Purísima, San Javier y Ley Federal de Aguas No.3 y No.4 en el Distrito de Comondú.

En la parte sur del estado, las áreas con potencial para la damiana se ubican sobre las principales zonas agrícolas en los valles de La Paz, Los Planes, en La Soledad, zona de San Pedro, Todos Santos y Los Cabos.

Rigoberto Meza Sánchez

Espárrago

Preparación del terreno

Se sugiere un barbecho de 40 a 45 centímetros de profundidad, dos pasos de rastra, dependiendo de la textura del terreno para lograr una buena cama de siembra, y una nivelación para evitar problemas de encharcamiento; finalmente, la formación de camas efectuando un subsoleo al fondo de la misma para facilitar el trasplante de las coronas. El espárrago se adapta bien a suelos de migajón (limo). No es recomendable establecer en suelos pesados y deficientes en drenaje.

Variedades

Atlas, UC-157 F1, Ida-jea, Jersey gem, Apollo, Grande y Jersey jewel. Estos materiales presentan tolerancia a la roya y Fusarium. La mayoría de las variedades toleran la salinidad de los suelos y aguas, aunque este problema disminuye la vida útil del cultivo.

Época de siembra

El espárrago puede sembrarse en dos épocas del año, en primaveraverano, considerando los meses más adecuados marzo y abril, y en otoño-invierno del 15 de agosto al 15 de octubre.

Siembra

Generalmente, el espárrago se establece a partir de coronas, las cuales se obtienen de sembrar la semilla. Esta se siembra en forma directa en almácigos en surcos de 60 a 75 centímetros de separación

con hilera sencilla o en franjas de 1.0 a 1.2 metros a hilera doble con 20 centímetros entre cada una. La semilla debe depositarse de 3.0 a 5.0 centímetros de profundidad y a 5.0 centímetros una de otra. La temperatura favorable es de 20 a 25 °C.

Densidad de población

Generalmente se necesitan de 1.5 a 1.8 kilogramos de semilla para tener suficiente corona de alto vigor para trasplantar una hectárea.

Labores de cultivo en almácigo

Las labores de cultivo deben realizarse muy superficialmente para no dañar las raíces de las plantas y sólo controlar las malas hierbas. Los riegos deben ser ligeros y frecuentes, de manera que el suelo siempre tenga suficiente humedad que favorezca un buen crecimiento. Debido a que el espárrago es un cultivo perenne y permanece en el mismo suelo durante 10 años o más, es indispensable que el agricultor se asegure de que la semilla sea de calidad certificada. Antes de la siembra, la semilla debe ser tratada con algún fungicida con el fin de prevenir la pudrición de la raíces causada por Fusarium, ya que este hongo puede venir en la propia semilla.

Trasplante

Las plantas de espárrago se desarrollan en el almácigo durante ocho a 10 meses, a partir de ahí las coronas están listas para el rasplante. Los mejores resultados se obtienen cuando las coronas se trasplantan inmediatamente después de que han sido sacadas del almácigo.

Las coronas deben ser plantadas a unos 30 centímetros de profundidad, en zanjas cuyo fondo debe ser lo suficientemente amplio para permitir una buena distribución de raíces. La distancia entre surcos depende del tipo de espárrago que se desea obtener. Si se requiere espárrago verde la mejor separación entre surcos es de 1.5 a 1.8 metros. Se necesitan de 16 a 17 mil coronas para trasplantar una hectárea a las distancias antes mencionadas; esta población de plantas se obtiene en 1,200 metros cuadrados de almácigo.

Las coronas son cubiertas con una capa de 7.0 a 9.0 centímetros de suelo para vitar que se sequen e inmediatamente dar un riego para

compactar al suelo alrededor de las raíces. Mantener al suelo húmedo durante el periodo de crecimiento.

Los cultivos o escardas únicamente deben servir para controlar las hierbas que aparezcan entre zanja y zanja, después las hierbas pueden ser controladas cubriéndolas con tierra tan pronto aparezcan, y continuar arrimando tierra hasta llenar completamente las zanjas.

Fertilización

Comúnmente el espárrago se trasplanta de los 9 meses a un año de haberse sembrado el almácigo. Durante este tiempo es importante aplicar Nitrógeno y Fósforo dependiendo de la fertilidad del suelo. Las aplicaciones se pueden realizar en tres etapas: a los 2, 5 y 8 meses a partir de la siembra. La fertilización depende del tipo de suelo, el manejo que se ha hecho en él, la duración de la explotación, y otros factores. Para producir de 3-8 toneladas por hectárea de turiones se requiere la aplicación de más de 200 kilogramos de Nitrógeno por hectárea y los turiones son los que menos Nitrógeno extraen del suelo. Antes de la plantación es importante llevar a cabo el análisis del suelo y del agua. En plantaciones jóvenes o recién establecidas bajo riego por gravedad aplicar 120 kilogramos de Nitrógeno por hectárea y 60 de Fósforo, antes del trasplante de las coronas, y agregar más Nitrógeno en función de los resultados del análisis foliar; las aplicaciones posteriores se harán en el momento del crecimiento activo y durante floración, si se requiere. Bajo riego por goteo, es posible reducir y fraccionar aún mas las aplicaciones, especialmente de Nitrógeno; igualmente, hay que ajustar la dosis de fertilización en función del análisis foliar. En plantaciones mayores de tres años y bajo riego por goteo la dosis sugerida va de 200 kilogramos por hectárea de Nitrógeno y 60 a 100 kilogramos de Fósforo por hectárea, a 100 kilogramos por hectárea de Potasio si se requiere.

Riego

En la época de mayor crecimiento el riego es indispensable; en cambio, la planta necesita menos agua durante el periodo de cosecha, al regar surcos alternos bajo riego por gravedad. Durante la cosecha no

debe faltar humedad en el suelo, ya que es esencial para el crecimiento de los turiones. Evitar los excesos de humedad ya que favorecen el ataque de Fusarium.

Después de aplicar el riego de germinación es necesario dar de 6 a 7 riegos durante todo su ciclo vegetativo anual. Con el fin de promover un menor crecimiento y secado de la planta hay que dejar de regar con anticipación cuando se trate de inducir el reposo de la planta; esta recomendación es para el sistema de riego por gravedad. Bajo riego por goteo, la inducción requiere menos tiempo debido a un menor volumen en el bulbo de humedecimiento bajo este sistema.

Control de maleza

Para el control de maleza de hoja ancha se sugiere aplicar Metribuzín 80% a dosis de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea, en preemergencia a la maleza. Para el control de hoja ancha y angosta, aplicar Paraquat 25% de 1.5 a 2.0 litros por hectárea, utilizando un protector o campana para evitar el contacto del producto con las plantas; Linurón 50%, de 1.5 a 2.5 litros por hectárea, después del transplante o aporque, cuando la maleza de hoja ancha tenga 10 centímetros de altura y la de hoja angosta 5 centímetros.

Control de plagas

Araña roja: Aplicar Disulfotón 10%, un litro por hectárea.

Trips: Malatión y Metomilo a dosis de un litro por hectárea.

Gusano soldado: Aplicar carbaril 80% de 2.5 a 3.0 kilogramos; Metomilo 90% de 0.6 a 0.7 kilogramos por hectárea, Permetrina 48% de 0.3 a 0.5 litros por hectárea, al observar tres o más larvas de tercer estadío o menores, en un metro lineal. Productos no convencionales como Spinosad, Bacilllus Thuringiensis, entre otros, para infestaciones leves o moderadas.

Pulgón: Disulfotón 10%, 10 kilogramos por hectárea; malatión 84% de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, cuando el insecto arribe al cultivo para colonizarlo. Otros productos no convencionales son Azaridactina, extractos de ajo más jabón, derivado ácido de aceites vegetales, útiles ante infestaciones son leves o moderadas.

Mosca blanca: Malatión 84% de 1.0 a 2.0 litros por hectárea, cuando el insecto inicie la colonización del cultivo.

Mosca del cogollo: Malatión 84% de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al encontrar tres adultos por cogollo, muestrear antes y después de la floración.

Control de enfermedades

Alternaria: Mancozeb 33% de 2.5 a 3.0 litros por hectárea, aplicar después del corte con condiciones de nublados continuos y/o a primeros síntomas.

Chahuixtle: Mancozeb 33% de 2.5 a 3.0 litros por hectárea; maneb 80% de 1.5 a 2.0 litros por hectárea, aplicar después del corte con alta humedad relativa y altas temperaturas y/o primeros síntomas.

Tizón del follaje: Oxicloruro de cobre 85% de 2.0 a 4.0 kilogramos por hectárea, al observar primeros síntomas.

Tizón de las ramas: Maneb 80% de 1.5 a 2.0 kilogramos por hectárea; sulfato tribásico de Cobre 92% de 3.0 a 4.0 kilogramos por hectárea, al observar los primeros síntomas.

Cosecha

Si el primer año se obtiene un buen crecimiento, en la primavera del segundo año podrá cosecharse durante un periodo no mayor a cuatro semanas. En cambio, si el crecimiento fue raquítico el primer año, no es conveniente empezar la cosecha el segundo año. Al tercer año el periodo de cosecha se puede prolongar hasta tres meses o más.

La cosecha se inicia los primeros días de noviembre en la región del Valle de Santo Domingo y ésta se hace a mano, con la ayuda de cuchillas especiales o navajas comunes. Antes de que empiece la producción se debe arrimar un poco de tierra sobre la hilera donde fueron plantadas las coronas, y regar para estimular el crecimiento.

Frijol

Preparación del terreno

La preparación del terreno para frijol comprende la realización de un barbecho el cual se justifica en suelos arcillosos muy compactados, uno o dos pasos de rastra, y el empareje para lograr un buen manejo del agua de riego.

Variedades

Las variedades sugeridas para la zona del Valle de Santo Domingo, son las siguientes: Azufrado pimono 78, Pinto americano 111, Pinto americano 114, Azufrado regional 87, Azufrado noroeste, Azufrado higuera y Flor de mayo.

Época de siembra

Las variedades pueden sembrarse del 1º al 28 de febrero. Siembras del 10 de agosto al 20 de septiembre dan buenos resultados aunque pueden aumentar los riesgos de plagas y enfermedades.

Método y densidad de siembra

La siembra se puede realizar en surcos de 70 a 80 centímetros, con una sola hilera de plantas o bien en surcos de 1.10 metros de ancho con doble hilera; cuando se utiliza el sistema de riego por goteo, la siembra en camas de 1.60 metros con dos hileras al centro, separadas a 40 centímetros da buenos resultado y se ahorra cinta de riego, ya que sólo se coloca una en medio de las dos hileras. Se sugiere sembrar

en tierra venida depositando la semilla a una profundidad de 6.0 a 8.0 centímetros en terreno plano o en surco.

Para las de tipo Canario y Azufrados, se sugiere 90 kilogramos de semilla por hectárea; para los de tipo Pinto y Azufrado regional 87, 80 kilogramos por hectárea; para Flor de mayo, de 60 a 70 kilogramos por hectárea.

Fertilización

Diversas deficiencias o toxicidades nutricionales pueden limitar el desarrollo y rendimiento del frijol. Las deficiencias de Nitrógeno y Fósforo suelen ser las más frecuentes. Otros problemas de asimilación de micronutrientes como Fierro y Zinc están asociados al pH alcalino que predomina en el suelo y en el agua. Reducir el pH entre 6.5 y 7.5 favorece el incremento de la producción.

La fertilización con 60 a 90 kilogramos por hectárea de Nitrógeno puede asegurar una cosecha aceptable dependiendo de la textura y fertilidad del suelo. El nivel más bajo se sugiere para textura media y 0.15% de Nitrógeno en el suelo; el nivel más alto para condiciones arenosas y menos de 0.15% de Nitrógeno en el suelo. Problemas de clorosis y pudrición radical pueden presentarse por un manejo inadecuado de la fertilización y el riego, por lo que se sugiere revisar las cantidades de Fósforo asimilable y contenido de humedad en el suelo. Aplicar todo el Fósforo y Potasio, si se decide incluir este último en la formulación y una tercera parte del Nitrógeno al momento de la siembra y el resto del Nitrógeno repartido en partes iguales previo al primero y segundo riego de auxilio. Se sugiere también una aplicación foliar con la fórmula 20-30-10 en la etapa de formación de vainas. Debe cuidarse que en la primera fertilización, el producto no quede en contacto con la semilla.

Riego

El número de riegos depende principalmente del tipo de suelo con que se cuenta; en suelos de textura arenosa se sugiere dar cuatro riegos, el de resiembra con una lámina de 18 a 20 centímetros y tres de auxilio con lámina de 10 centímetros cada uno, aplicados en las etapas de inicio de floración, formación de vainas y llenado de grano.

En suelos de textura arcillosa se sugiere dar únicamente tres riegos, el de presiembra con una lámina de 18 a 20 centímetros y dos de auxilio de 10 centímetros cada uno; el primero aplicado en la etapa de inicio de floración y el segundo en llenado de grano.

La calidad del agua resulta de importancia en la producción de frijol, por el daño que causan las sales a las plantas, ya que la sensibilidad de esta especie se ha manifestado en 270 ppm reduciendo en 25% el rendimiento. Se sugiere tomar en consideración este aspecto en el cálculo de la lámina de riego por aplicar.

Labores de cultivo

Realizar dos escardas o cultivos; el primero a los 15 ó 20 días después de nacida la planta y el segundo 20 días después del primero.

Control de maleza

Recomendaciones generales

• Seleccionar un terreno lo menos infestado posible por malas hierbas, sobre todo con especies perennes.

• Sembrar en húmedo o a tierra venida.

• Dos escardas o cultivos: el primero a los 15 días después de la nacencia y el segundo 20 días después del primero.

• Mantener el cultivo libre de malezas, sobre todo los primeros 30 días.

• Establecer el cultivo alejado de otros de hoja angosta para evitar años al momento de aplicar herbicidas.

• Aplicar el herbicida en banda para reducir dosis y costo.

• Utilizar semilla certificada, libre de semillas de otra especie. Control químico

• Control químico de maleza de hoja ancha:

• Trifluralina: aplicar de 576 a 1,152 g.i.a. por hectárea (1.2 a 2.4 litros por hectárea de Treflán); la dosis va de acuerdo a la textura del terreno; se aplica en preemergencia al cultivo y malas hierbas.

• Bentazón: Aplicar 960 g.i.a. por hectárea (2.0 litros por hectárea de Basagrán 480); se aplica en postemergencia con maleza de dos a cuatro hojas verdaderas o de 5.0 a

7.0 centímetros de altura; no se recomienda mezclar con insecticidas, adherentes ni aceites; algunas variedades de frijol pueden mostrar sensibilidad temporal.

• Alaclor: Aplicar de 1,920 a 2,400 g.i.a. por hectárea en suelos de textura ligera; de 2,400 a 2,880 g.i.a. por hectárea en suelos edianos y de 2,880 a 3,840 g.i.a. por hectárea en suelos pesados. Las dosis del producto comercial (lazo) de 4.0 a 5.0; de 5.0 a 6.0 y de 6.0 a 8.0 litros por hectárea para suelos ligeros, medios y pesados, respectivamente. Herbicida pre-emergente al ultivo y malezas.

• Fomesafen (Flex): Aplicar un litro por hectárea para el control de gloria de la mañana.

• Control químico de malezas de hoja angosta:

• Alaclor: Igual que para malezas de hoja ancha.

• Trifluralina: Igual que para malezas de hoja ancha.

• Sethoxidim: Aplicar de 276 a 552 gramos de i.a por hectárea (1.5 ó 3.0 litros por hectárea de Poast); la dosis varía con la altura de la maleza (postemergente). No se recomienda mezclar con otros productos ni aplicar otro antes de cuatro días de éste.

• Metolaclor: De 960 a 1920 g.i.a. por hectárea (1.0 a 2.0 litros por hectárea de Dual 960). Producto preemergente.

Control de plagas

Recomendaciones generales

• Sembrar en la fecha de siembra recomendada.

• No utilizar terrenos donde un ciclo anterior se han presentado altas infestaciones de insectos plaga del suelo como gusano saltarín o trozador.

• No establecer el cultivo cercano a otros cultivos hospedantes preferidos por mosquita blanca, especialmente cucurbitáceas y si están próximos a concluir su desarrollo vegetativo.

• Evitar aplicaciones innecesarias de insecticidas u otros plaguicidas, para propiciar la presencia y acción de insectos benéficos, y para no incrementar el costo del cultivo.

• Leer la etiqueta del insecticida a usar y seguir instrucciones.

Control químico

• Gusanos saltarín y trozador: Se recomienda tratar cada 100 kilogramos de semilla con 350 g.i.a. de Acefate o con 437.5 gramos de Orthene 80. Antes de aplicar el insecticida a la semilla, ésta se humedece con solución acuosa a base de pegamento blanco para madera. Las aplicaciones postemergentes aunque en ocasiones no son efectivas, se deben considerar como alternativas, se recomienda el mismo producto Acefate a razón de 562 g.i.a. por hectárea: ó 750 gramos de Orthene. La aplicación se debe efectuar al detectar las primeras plantas dañadas, en manchones, por la tarde y dirigiendo la aspersión al tallo de las mismas. También se puede utilizar el Paratión metílico con 300 a 400 g.i.a. por hectárea, proporcional a 15 ó 20 kilogramos de Paratión 2%.

• Mosquita minadora: Aplicar Diazinón, con 230 a 345 g.i.a. por hectárea, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea del producto al 25%; Etión con 500 a 750 g.i.a por hectárea igual a 1.0 a 1.5 litros por hectárea de Etión 500 o Aldicarb con 1,200 g.i.a. por hectárea (8.0 kilogramos por hectárea de Témik 15 gramos), a la siembra. Aplicar al detectar un 25% de hojas minadas con larvas y presencia de adultos.

• Chicharritas: Se pueden emplear los mismos productos que para mosca minadora o Malatión a razón de 1.0 a 2.0 kg.i.a por hectárea de 1.0 a 2.0 litros por hectárea de Malatión 500 o Dimetoato con 300 a 400 g.i.a. por hectárea; de 750 a 1,000 centímetros cúbicos de Rogor 40%. Aplicación al detectar de tres a cinco adultos o ninfas por planta en cultivo joven; en plantas grandes al observar cinco o más insectos por planta.

• Trips: Mismos productos y dosis que para chicharritas y mosca minadora, excepto Etión.

• Diabróticas: Malatión y Diazinón a dosis recomendadas para anteriores insectos o Paratión metílico con 500 g.i.a. por hectárea con un litro por hectárea de Paratión metílico al 50%. Aplicar al observar cuatro o más diabróticas por planta y/o con un daño del 15%.

• Mosquita blanca: Se recomienda alguno de los siguientes roductos: Cipermetrina con 100 g.i.a. por hectárea, igual a 500 centímetros cúbicos de Cipermetrina 200 ce; Deltametrina de 7.5 a 12.5 g.i.a. por hectárea, de 300 a 500 centímetros cúbicos de Delta plus ce 2.5; Endosulfán con 567 a 945 g.i.a. por hectárea, lo que corresponde a 1.5 a 2.5 litros por hectárea de Endofan 35%; Acefate con 562.5 a 750 g.i.a. por hectárea: de 750 a 1,000 gramos de Orthene 75, o 1.5 kilogramo por hectárea de detergente en polvo. Se recomienda monitorear la presencia del insecto y hacer aplicaciones de detergente cada vez que se detecte su arribo y al incrementarse su presencia. Reservar el uso de plaguicidas convencionales para cuando la mosquita inicia la colonización del cultivo o cuando se empiece a observar fumagina u otro tipo de daño.

Control biológico:

• Se recomienda la liberación masiva de crisopa, empleando de 5 a 10 mil huevecillos por hectárea/liberación, cuando se detecten los primeros huevecillos de mosquita blanca y/o gusano del fruto, o inmaduros y adultos de pulgones.

• Liberación masiva de Trichograma, alrededor de 50 mil avispitas por hectárea en dos ocasiones por semana al observar huevecillos recién puestos.

• Propiciar la presencia y acción de enemigos naturales de insectos plaga como minador de la hoja, trips, chicharritas, gusano de la vaina y mosquita blanca, restringiendo en todo lo posible el uso de insecticidas convencionales.

Control de enfermedades

Recomendaciones generales:

• Sembrar dentro de la fecha de siembra recomendada.

• Utilizar semilla certificada.

• Utilizar variedades tolerantes.

• Tratar la semilla con fungicida.

• Evitar riegos pesados y encharcamientos.

• Leer las etiquetas de los plaguicida y seguir las instrucciones.

Control químico

• Roya o chahuixtle: aplicar Maneb de 800 a 1,200 g.i.a. por hectárea, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea de Flonex mz 400; Zineb con 800 a 1,200 g.i.a. por hectárea con 1.5 a 2.3 litros por hectárea de Sultrón 725. Aplicar alguno de los anteriores productos al observar condiciones de alta humedad relativa, altas temperaturas y las primeras pústulas.

• Cenicilla: Mismos productos que para roya, o Benomilo 270 a 450 g.i.a. por hectárea, con 540 a 900 gramos de Benomyl 50. Aplicar al observar los primeros síntomas.

• Pudrición de la raíz: Tratar la semilla con 150 g.i.a. de Captán a la semilla necesaria para sembrar una hectárea, lo cual corresponde a 300 gramos de Captan 50, ó 90 g.i.a. de Benomilo, igual a 180 gramos de Benomyl 50.

• Enfermedades virales: No sembrar cerca de lotes de frijol ya enfermos y controlar oportunamente insectos vectores como mosca blanca y chicharritas.

Cosecha

La cosecha se debe hacer cuando la mayoría de las vainas estén maduras y antes de que la planta se seque totalmente. Las plantas se cortan con máquina y se forman “chorizos” de cuatro a seis surcos. Cuando la planta está seca, se efectúa la trilla, la cual se puede hacer con la combinada debidamente ajustada para no romper el grano y evitar que éste se quede en el terreno.

Garbanzo

Preparación del terreno

La preparación del suelo para la siembra del garbanzo dependerá de las condiciones de compactación, infestación de plagas y maleza, o del tiempo que tenga sin uso el terreno en donde se pretende establecer el cultivo; puede comprender desde una preparación completa consistente en barbecho, rastreo cruzado y empareje, hasta la siembra en terreno sin ningún movimiento de suelo (labranza cero). En la región del Valle de Santo Domingo, se recomienda realizar sólo uno o dos pasos de rastra en forma cruzada, y una nivelación para mejorar la conducción del agua, cuando el sistema de riego a utilizar sea por gravedad o alguna variante del riego por aspersión. El barbecho es recomendable sólo en terrenos muy compactados o arcillosos o cuando se tiene alta incidencia de roedores conocidos como topos, ya que con esta labor se destruyen muchas madrigueras.

El inifap evaluó cuatro niveles de labranza para garbanzo en suelo medio o franco. No se encontraron diferencias en rendimiento debidas al laboreo del suelo. Trabajos de validación realizados en la misma zona señalan que en ocasiones se puede suprimir el barbecho, logrando obtener buenos rendimientos, cuando el cultivo previo fue trigo, maíz o alguna leguminosa.

Rendimiento de grano de garbanzo con cuatro tipos de preparación del suelo en Baja California Sur

Tratamiento*

* B= Barbecho R. C.= Rastreo cruzado R. S.= Rastreo sencillo E= Empareje ** El calibre 0 representa de 48 a 50 granos en 30 gramos.

Variedades

Para lograr altos rendimientos se recomienda el uso de semilla de buena calidad y sin mezclas, de variedades mejoradas adaptadas a la región, ya que tienen la ventaja de que maduran uniformemente y con ello se pueden aplicar los riegos en etapas oportunas, su semilla es de buen tamaño, color y rugosidad, por lo cual tienen mejor aceptación en el mercado de exportación.

Las variedades de garbanzo recomendadas para la región del Valle de Santo Domingo, Baja California Sur, son las siguientes:

Blanco Sinaloa 92: Es una variedad originada por el Campo Experimental Valle de Culiacán (inifap). Es moderadamente resistente a “rabia”, de porte semi rastrero, con hoja compuesta de foliolos grandes; su grano es grande, de color crema claro, rugoso y alargado. Su comportamiento en la zona ha sido el siguiente: las primeras flores se presentan desde los 44 hasta los 55 días, la madurez desde los 97 hasta los 116 días y la altura de planta desde los 35.5 hasta los 70 centímetros.

Costa 2004: Variedad formada por el Campo Experimental Costa de Hermosillo (inifap). Su comportamiento en el Valle de Santo Domingo, Baja California Sur, ha sido el siguiente: la floración se ha presentado desde los 43 hasta los 52 días, la madurez fisiológica desde los 97 hasta los 115 días, la altura de planta de

47 a 72 centímetros. El porte de planta es erecto. Puede producir de 4 a 5% más de rendimiento que Blanco Sinaloa 92, aunque el calibre es levemente menor.

Época de siembra

En el Valle de Santo Domingo el garbanzo produce buenos rendimientos en siembras desde el primero de octubre hasta el día último de diciembre. Tanto las siembras de octubre como las de noviembre normalmente son menos afectadas por plagas pero se exponen más a heladas tempranas; sin embargo, debido a restricciones fitosanitarias para toda la zona del Valle, la fecha de siembra autorizada va del 25 de noviembre al 25 de diciembre.

Método y densidad de siembra

En surcos: En terrenos del tipo migajón-arenoso se sugiere sembrar en hilera sencilla a 70 ó 75 centímetros, y en migajón arcillo-arenoso se recomienda una separación entre surcos de 80 centímetros con hilera sencilla o 1.60 metro con hilera doble separadas a 35 ó 40 centímetros (este método se recomienda para el sistema de riego por goteo). La siembra debe efectuarse en húmedo y depositar la semilla a una profundidad de 6.0 a 8.0 centímetros; en riego por goteo la siembra puede realizarse en seco a una profundidad de 5.0 a 6.0 centímetros. La densidad de siembra sugerida es de 15 semillas por metro. La cantidad de semilla necesaria (calibre 0) para la siembra en surcos separados a 70 centímetros es de 128 a 134 kilogramos; para surcos a 75 centímetros va de 120 a 125 kilogramos, y para surcos separados a 80 centímetros, la semilla necesaria es de 112 a 117 kilogramos. Cuando se utilicen calibres mayores o menores a los recomendados, ajustar la cantidad de semilla para dejar el mismo número de granos por metro lineal. Es recomendable revisar que la semilla utilizada tenga, como mínimo, 85% de germinación.

En camas: En suelos de textura “pesada” se puede realizar la siembra en camas “meloneras” de 1.60 metros de ancho con cuatro hileras separadas a 20 ó 25 centímetros. La densidad de

siembra recomendada es de 15 plantas por metro, por lo que se demandan aproximadamente 224 a 234 kilogramos de semilla calibre cero por hectárea; sí se usan calibres mayores o menores, se deberá ajustar la cantidad de semilla a sembrar. La siembra debe hacerse en suelo húmedo colocando la semilla a una profundidad de 6.0 a 8.0 centímetros.

Riego

Con sistema de gravedad se debe aplicar el riego de presiembra con una lámina de 18 a 20 centímetros y dos o tres auxilios con láminas de 10 centímetros cada uno. El inicio de floración es la etapa fenológica más importante, por lo que se hace necesario la aplicación del riego de auxilio, y en el caso de un segundo riego, se deberá aplicar al empezar el llenado de cápsulas. Se deben evitar encharcamientos ya que con ello se reduce la pudrición de raíces, amarillamiento foliar, caída de las hojas, flores y cápsulas, lo cual se traduce en un mejor rendimiento. La textura del suelo debe considerarse para elegir el método de riego más adecuado. Para suelos de textura media y ligera se sugiere regar en surcos alternos; es decir, regar un surco sí y otro no. En suelos de textura pesada se recomienda realizar el riego en camas meloneras. El sistema de siembra en surcos a 1.60 metros con doble hilera se sugiere utilizarlo en suelos medios o francos, con la cinta de riego al centro de las dos hileras, superficial o levemente enterrada. En riego por gravedad, la aplicación de láminas pequeñas de riego se logra variando la longitud de surcos, la cual no debe ser mayor de 100 metros. Con el sistema de goteo se debe aplicar el primer riego (de germinación) durante el tiempo necesario para formar el bulbo de mojado que cubra las dos hileras de semilla, lo cual normalmente ocurre con 20 a 22 horas de riego; posteriormente se recomiendan de 20 a 21 riegos semanales con duración de seis a siete horas, con un gasto medio de 4.3 litros por hora por metro de cinta. La lámina total sugerida es de 35 centímetros.

Fertilización

Diversas actividades de investigación relacionadas con la fertilización en el cultivo de garbanzo, han mostrado que esta especie no

responde cuando se usan dosis mayores de 60 a 90 kilogramos por hectárea de Nitrógeno para siembras en surcos y de 150 kilogramos por hectárea para siembras en camas con cuatro hileras. En general se recomienda, previo a la siembra, realizar un análisis de suelo en el área seleccionada para sembrar, con el propósito de conocer la fertilidad del mismo. Si el productor dispone de sistema de riego por goteo, conviene suministrar el fertilizante en forma fraccionada desde la aparición de las plántulas hasta el inicio de formación de grano.

Se ha encontrado respuesta a la aplicación de 30 unidades de Fósforo por hectárea, durante las primeras cinco semanas posteriores a la aparición de las plántulas.

Considerar la aplicación de fertilizantes foliares, siempre y cuando se observen deficiencias en el cultivo; consultar a un asesor técnico.

Labores de cultivo

Las labores de cultivo tienen, el propósito de eliminar las malas hierbas y darle algún soporte a la planta, además de facilitar el arranque mecánico de las plantas al momento de la cosecha. Se sugiere dar uno cuando la planta tenga de 5.0 a 10 centímetros de altura.

Protección fitosanitaria

Control de maleza

• Maleza de hoja ancha y angosta: Trifluralina 44.5% de 1.2 a 2.5 litros por hectárea en presiembra.

Control de plagas del suelo

• Gusano saltarín y gusano trozador: Thiodicarb 25% (350 gramos) y Acefate 80% (370 gramos), aplicados a la semilla necesaria para una hectárea. Carbofurán 350-L, aplicado al suelo en banda con suficiente humedad 2.0 litros por hectárea o en forma foliar cuando se observen los primeros daños a dosis de 1.5-2.0 litros por hectárea.

Control de plagas del follaje

• Mosca minadora: Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.7 litros por hectárea, con un daño del 25% hasta etapa de llenado de grano.

• Gusano soldado y gusano falso medidor: Mismos productos y dosis que para mosca minadora, o Bacillus thuringiensis 75%, de 0.5 a 0.75 kilogramos por hectárea, con un 25% de daño.

Control de plagas del fruto

• Gusano de la cápsula: mismos productos que para gusano soldado, al observar dos o más larvas en promedio por metro lineal, a partir de la formación de cápsulas.

Control de enfermedades

Tratar la semilla con thiram, quintozeno o captan, o utilizar semilla previamente tratada para prevenir presencia de secadera de plántulas. Para rabia y roya, utilizar variedades recomendadas, y apegarse a las fechas de siembra. Contra el mildiu velloso, utilizar Mancozeb 33%, de 3.0 a 5.0 kilogramos por hectárea; Zineb 65%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea, al observar los primeros síntomas y condiciones favorables para el patógeno.

Cosecha

Al terminar su ciclo vegetativo, el garbanzo toma un color verde amarillento; los tallos y hojas empiezan a secarse y las cápsulas adquieren una coloración crema. Cuando un 50% de las cápsulas presentan este cambio, es el momento de proceder al corte, lo que en la región normalmente se realiza con una cortadora mecánica; posteriormente se forman los “chorizos” para facilitar la cosecha y eficientar el uso de la combinada o cosechadora. La trilla se realiza cuando la planta está completamente seca.

Jojoba

Introducción

La jojoba (Simmondsia chinensis) es una planta originaria del noroeste de México y suroeste de Estados Unidos; se caracteriza por ser la única especie vegetal conocida que produce una cera líquida de alta calidad en su semilla, la cual puede ser utilizada en la industria de cosméticos, de lubricantes y farmacéutica, además de otros usos industriales con potencial como biocombustible, así como alimento para humanos y forraje para el ganado doméstico y la fauna silvestre.

Se consideró una planta apta para recuperar ambiental y económicamente zonas áridas y al mismo tiempo, ayudar a minimizar la caza de la ballena cachalote, ya que su cera, era sustituto del “esparmaceti” que éstas tienen. La producción comercial de jojoba inició en la década de los 70, debido al interés generado en Estados Unidos y México.

Las primeras plantaciones se hicieron a partir de semillas silvestres, después se impulsaron programas de investigación y desarrollo de la especie para la generación de plantas clonales de alta producción. El cultivo se ha extendido en varios países del mundo, comercialmente en Argentina, Estados Unidos, Israel, Australia, Perú, Egipto, México y recientemente en Chile.

Tecnología para el establecimiento de plantaciones

En zonas áridas, el uso adecuado de los recursos suelo y agua, requiere del empleo de especies vegetales altamente eficientes en su

utilización; muchas especies silvestres de estas áreas, pueden ser alternativas viables para este propósito, tanto del punto de vista ecológico como económico.

En condiciones naturales, el establecimiento de plántulas de muchas especies perennes del desierto como la jojoba es muy bajo durante varios años, pero éste se incrementa en años favorables. En su etapa inicial, el estrés hídrico es uno de los principales factores que causan la muerte de las plántulas de jojoba y puede representar entre un 30 a 40%; por este motivo, se considera que los dos primeros años del establecimiento de una plantación son los que requieren mayor cuidado y riegos.

Producción de planta

La producción de planta de jojoba se puede realizar en condiciones de vivero con media sombra o en naves casa sombra; la siembra se puede hacer en camas semilleras o siembra directa en envases.

En el caso de la siembra en camas, es necesario su trasplante a envases de polietileno de 13 x 25 centímetros, cuando las plántulas han alcanzado la talla de unos 10 centímetros de altura. Para la siembra directa en envases, se depositan tres semillas en cada uno de ellos, para contar por lo menos con una planta hembra.

El sustrato utilizado en la siembra es suelo de textura media, se aplican de dos a tres riegos semanales hasta la emergencia de las plántulas, posteriormente de uno a dos riegos semanales; después de los tres meses del trasplante, las plántulas se exponen a condiciones de sol directo con el fin de incrementar su lignificación y evitar el estrés al momento de la plantación.

La conveniencia económica del cultivo de la jojoba se debe en gran parte al uso de cultivares de alta producción que se obtienen clonando las plantas sobresalientes en producción de semilla.

Establecimiento de la plantación

Se recomienda realizar las plantaciones en terrenos agrícolas abandonados o con problemas de salinidad y bajo condiciones de riegos mínimos o bien asociada en hileras con cultivos bajo el esquema de sistemas agroforestales, siendo el componente principal el cultivo agrícola.

La preparación del suelo consiste de barbecho, rastreo, nivelación y surcado; el distanciamiento entre surcos puede ser de 3.0 a 4.0 metros y entre plantas de 2.0 metros; se planta en seco, enseguida se aplica un riego de establecimiento y otro 15 días después del primero. Con el fin de incrementar la cantidad y calidad del fruto se sugiere en lo posible una orientación de las líneas norte-sur; asimismo, se recomienda dejar en la plantación una proporción de nueve plantas femeninas por cada planta masculina.

Riegos

En el Desierto Sonorense, la jojoba se desarrolla en áreas con una precipitación anual menor a los 10 centímetro; sin embargo, es más frecuente y con mejores crecimientos en áreas con 30.5 a 46.0 centímetros de precipitación anual.

En las condiciones de clima y suelo de las localidades de Todos Santos y La Paz, B.C.S., la jojoba requiere de una lámina de agua anual de 50 centímetros incluida la precipitación pluvial. El criterio que se puede utilizar para la aplicación de los riegos, es cuando el suelo se encuentre en el punto de marchites permanente (0% de humedad aprovechable del suelo) y se aplicarán láminas de 6.0 centímetros en cada riego a intervalos de 60 a 90 días entre cada riego. En riego por goteo se pueden aplicar riegos mensuales de 8 horas de duración. Es importante no castigar la planta cuando el fruto se encuentra en desarrollo.

La planta de jojoba crece y se desarrolla perfectamente cuando se utilizan aguas con salinidad de 5,000 partes por millón.

Labores adicionales y cosecha

Se recomienda la reposición de plantas muertas, eliminación de las plantas macho excedentes, podas de formación al tercer año de la plantación para darle forma cónica a cada planta hembra para facilitar la cosecha de frutos. Se sugiere el control de malezas para evitar la competencia, las cuales se deben incorporar al suelo. En caso de presentarse plagas y enfermedades, es conveniente detectar el agente causal para su combate. La jojoba produce a partir del tercer año; la cosecha se realiza manualmente cuando el fruto presenta un color amarillento o la cápsula

comienza a abrirse, después se seca para que suelte la semilla y ésta se almacene, comercialice o se procese para la extracción de la cera. La semilla de la jojoba no requiere de cuidados especiales después de la cosecha por lo que puede ser almacenada por largos periodos.

Áreas con potencial productivo

La jojoba se desarrolla y fructifica en los litorales de Baja California Sur, Baja California, Sonora, islas del Golfo de California y en la porción Sureste de los Estados Unidos de Norteamérica. Se localiza entre los 23º a 34º de latitud norte y los 109º a 117º de longitud oeste; a una altitud de 0 a 1,500 metros sobre el nivel del mar. Prospera en suelos arenosos y profundos, de neutros a alcalinos, con alto contenido de fósforo. Crece con precipitaciones menores a los 120 milímetros, pero los mejores sitios se encuentran entre 280 y 460 milímetros de precipitación media anual. Soporta temperaturas de hasta 50 ºC, pero su crecimiento óptimo se obtiene en temperaturas menores a los 38 ºC, el sitio para su cultivo deberá ser libre de heladas.

Con base en los requerimientos agroecológicos de la jojoba y considerando la presencia de terrenos planos con pendientes ≤ 4%, para el estado y para el Distrito de Riego 066 (valle de Santo Domingo), se estimó una superficie con potencial de 970,832 hectáreas y 45,181 hectáreas, respectivamente; dicha superficie queda supeditada a la disponibilidad de agua en cada localidad.

Requerimientos agroecológicos de la jojoba

> 10 < 38 X Media y gruesa < 13.6

* Suelos sin fases físicas, químicas y sin litosoles. C.E. Conductividad eléctrica y agua (A) en dS/m.

Rigoberto Meza Sánchez

Maíz

Preparación del terreno

Las actividades sugeridas en este apartado tienen como objetivo lograr un suelo uniforme y sin terrones, para evitar problemas en la distribución del riego y obtener así una adecuada población de plantas y buen desarrollo de las mismas.

Barbecho: Esta actividad es posible suspenderla durante un periodo de 4 a 5 años y después de este tiempo volver a realizarla.

Rastreo: En suelos arcillosos o de barrial son necesarios dos pasos de rastra y en suelos medios y arenosos, uno es suficiente.

Nivelación: Con el flote o con un tablón colocado en la parte trasera de la rastra al realizar el rastreo.

Estudios y experiencias de productores permiten sugerir el uso de la denominada “labranza de conservación” que consiste en eliminar todas las prácticas anteriores y sembrar directamente en el terreno tal y como queda después de la cosecha. Para ello se requieren implementos que faciliten la siembra sobre residuos o pajas dejadas por los cultivos anteriores. Si se aplica la tecnología de costos mínimos, en el primer año la preparación del terreno debe ser completa para facilitar la buena distribución de agua y semilla, incluye barbecho, subsuelo, rastreo doble cruzado, y nivelación; en un segundo año se debe continuar con labranza de conservación y laboreo mínimo. La labranza cero incluye la trituración de la soca o residuos del cultivo anterior, también se puede sembrar sin triturar. En terrenos que se

hayan descansado, se debe realizar un barbecho profundo con el fin de romper y voltear la capa arable, obtener buena aireación del suelo, incorporar los residuos y eliminar las malas hierbas. En la rotación con garbanzo, frijol o cártamo donde se realizó labranza completa en el último ciclo es posible continuar con labranza mínima considerando sólo un rastreo doble. La nivelación del terreno es necesaria en el sistema de riego por gravedad.

Época de siembra

En el Valle de Santo Domingo los mejores rendimientos de maíz con los híbridos y variedades hasta ahora disponibles, se obtienen con siembras en el periodo comprendido del 5 de febrero al 20 de marzo para el ciclo primavera-verano, y del 15 de agosto al 15 de septiembre para otoño-invierno.

Híbridos y variedades

El establecimiento de híbridos y variedades en condiciones ambientales adversas es uno de los factores que limitan la producción de maíz; sin embargo, los genotipos bien adaptados a la zona manejados con el paquete tecnológico recomendado, pueden lograr rendimientos hasta de 13.0 o más toneladas por hectárea. Los híbridos o variedades de maíz se clasifican con base en número de días a floración y éstos pueden ser precoces cuando requieren menos de 85 días a la floración, intermedios entre 86 a 89 días, semitardíos 90 a 95 días y tardíos de 96 días en adelante. Aquellos que se establecen en la época de otoño-invierno tienden a alargar su ciclo aproximadamente 10 días más que en la época de primavera-verano. Los genotipos sugeridos son: 3030W, 30P49, P2946W, 35G54, A- 7573, Bisonte, Garañón, Búfalo, A-puma, A-tigre, A-pantera, Niebla, Tornado, Tromba y Trueno.

Método de siembra

En riego por gravedad se siembra en húmedo, con ventajas en el tapado de humedad, depositando la semilla a una profundidad de 6.0 a 7.0 centímetros, en surcos separados a 80 centímetros para facilitar labores de cultivo y manejo del agua de riego. En riego por aspersión

puede sembrarse en plano con la misma separación. En riego por goteo se sugiere establecer en seco, con camas de 1.60 metros con dos líneas separadas a 40 centímetros entre sí, lo cual equivale a dejar regantes a 1.6 metros, mojando dos hileras de plantas. La siembra se hace en terreno plano o en camas formadas al inicio cuando se usa labranza cero.

Densidad de población

La cantidad de semilla necesaria para sembrar una hectárea es de 18 a 20 kilogramo; sin embargo, lo más importante es dejar finalmente una población de cinco a seis plantas bien distribuidas por metro; con ello se obtendrá una población de 62,500 a 75 mil plantas por hectárea. Algunos materiales soportan hasta 85 mil plantas por hectárea.

Fertilización

La dosis de fertilización por hectárea sugerida para el maíz es de hasta 200 unidades de Nitrógeno, 80 de Fósforo y 100 de Potasio; sin embargo, se ha encontrado respuesta adecuada a 180 unidades de Nitrógeno y 40 a 60 unidades de Fósforo. Esto último resulta una buena estrategia cuando se trabaja con costos mínimos. Hay que realizar la aplicación de Nitrógeno cuando el cultivo logre la segunda hoja verdadera hasta floración; el Fósforo desde la formación de la tercer hoja verdadera en la etapa de desarrollo; en caso del Potasio desde la etapa de tercer hoja verdadera hasta grano acuoso. Cuando se observen síntomas de deficiencias nutricionales, es conveniente realizar un análisis del follaje para hacer las correcciones pertinentes, ya sea vía foliar o mediante el sistema de riego por goteo. Se sugiere aplicar fertilizaciones fraccionadas de Nitrógeno, se puede aprovechar la coincidencia con el primer riego de auxilio. En condiciones de fertirriego se recomienda aplicar el Fósforo en los primeros riegos después de la nacencia en la primera etapa de desarrollo y el Nitrógeno distribuirlo en las etapas fenológicas máximo hasta floración.

Riego

La evapotranspiración del maíz varía desde los 500 a 550 milímetros. La demanda de agua diaria varía desde 2.0 milímetros al día durante etapas iniciales hasta 6.5 milímetros al día en los días de

reproducción, etapa de jiloteo, luego baja hasta 3.0 milímetros al día en los días antes de maduración completa. La zona radicular del maíz profundiza más de un metros. El suelo de textura franca a franca arcillosa retiene alrededor de 200 milímetros de agua por metro de profundidad; de esta, alrededor de 100 a 120 milímetros se pueden agotar sin afectar el rendimiento. El número de riegos en maíz oscila entre cuatro y cinco considerando as condiciones climáticas, la variedad, y las características específicas del terreno. Para lo anterior el productor debe tomar en cuenta las etapas críticas en que resulta oportuno la práctica del riego, las cuales son: desarrollo, encañe, floración y grano lechoso-masoso. La aplicación de cuatro riegos se sugiere principalmente para materiales precoces, en cuyo caso es conveniente cuidar las etapas críticas señaladas, y ajustar el intervalo de riego de la siguiente forma:

Riego Intervalo (días)

La distribución de cinco riegos es sugerida para materiales intermedios, semitardíos, y tardíos considerando hacerlos de la forma siguiente:

Riego Intervalo (días)

El sistema de producción de costos mínimos en riego por gravedad, requiere de un riego de presiembra con una lámina de 20 centímetros, y según el desarrollo de la planta se pueden aplicar de tres a cuatro riegos de auxilio. En el primer caso se recomienda cuidar las etapas de desarrollo, espigamiento, y grano lechoso-masoso y en el segundo caso con cuatro riegos de auxilio se recomienda el calendario del cuadro siguiente. Se recomienda utilizar surcos de 100 metros de longitud. En aspersión se debe asperjar sólo el tiempo necesario para proporcionar al terreno la lámina de agua adecuada. Se aplica el riego de presiembra con 16 centímetros y auxilios de 8.0 centímetros, por lo que la lámina total del cultivo en este sistema es de alrededor de 50 centímetros, además se ahorra la actividad de abrir surco.

Calendario de riego para el sistema de gravedad en maíz en el

Valle de Santo Domingo

Riego

3er aux.

a 75

Con riego por goteo y labranza mínima, se deben cuidar algunas etapas de desarrollo del cultivo como la floración, polinización, formación de grano y llenado de grano. En el riego de germinación se requieren 16 horas para formar el bulbo de humedad; se suministran alrededor de 25 riegos de auxilio, cada uno con duración aproximada de 5 a 7 horas. En general, se estima una lámina de 36 centímetros en el ciclo. Se sugiere, como frecuencia de riego, aplicar 2 por semana utilizando líneas regantes espaciadas a 1.6 metros (siembra a doble hilera) y gasto de alrededor de 5.0 lhm, usando cinta de goteo calibre 6 a 8 mil. El tiempo de riego puede variar según el tipo de suelo y nivel de humedad aprovechable que se quiera disponer.

Labores de cultivo

Se considera la realización de dos cultivos o escardas, uno antes del primer riego de auxilio y el otro después de éste. En labranza cero y riego por goteo se suprimen estas labores, por lo que se ahorra hasta 5% en los costos de producción por este concepto.

Control de maleza

Etapa de presiembra

• Elección de terreno libre o menos infestado por malezas (gloria de la mañana).

• En caso de seleccionar un terreno con presencia (leve o moderada) de gloria de la mañana se sugiere aplicar Glifosato 20 días antes de la emergencia de plántulas y realizar una aplicación de 2,4-D amina, Dicamba o Bromoxinil, en cultivo establecido (más de 50 centímetros de altura o 15 días antes de espigar) y con la maleza iniciando la etapa de floración.

• Si se abona con estiércol, éste debe estar totalmente fermentado (descompuesto).

Etapa de siembra

• Utilizar semilla certificada, libre de semillas de otras especies.

• Sembrar en húmedo o “tierra venida”.

Etapa de nacencia a cosecha

• En infestaciones tempranas de maleza de hoja ancha anual y perenne, y de hoja angosta, prevaleciendo plantas de gramíneas como grama, cola de zorra y zacate johnson, utilizar las siguientes mezclas aplicadas en banda, en combinación con un cultivo mecánico en el fondo del surco: Atrazina más 2,4-D Amina o Atrazina más Dicamba, en postemergencia, cuando el cultivo tenga entre 7 y 15 días de edad y la maleza no rebase los 8.0 centímetros de altura.

• En infestación con maleza de hoja ancha y/o angosta anual, se recomienda alguno de los siguientes productos: 2,4-D amina en cultivo de 20 centímetros de altura a 15 días antes de espigar, en aplicación dirigida a la maleza; Dicamba, en cultivo de 30 centímetros a 15 días antes de espigar, en

aplicación dirigida, en cultivo menor a 30 centímetros es selectivo; Bromoxinil con cultivo de tres hojas verdaderas a 50 centímetros de altura y maleza con hojas de ancho menor a 3.5 centímetros; Linurón, con cultivo de 30 centímetros a 15 días antes de espigar en aplicación dirigida, después de un deshierbe mecánico.

• En caso de que el cultivo se encuentre infestado con maleza y ya próximo a la cosecha, se puede utilizar un herbicida en forma de defoliante (Paraquat) para facilitar la cosecha y reducir la contaminación de la misma con malas hierbas.

Recomendaciones para el control químico de maleza en maíz

Atrazina Gesaprim 50 Fw Atrazin 1.0-1.5 kg Aplicación en pre y postemergente contra hoja ancha y angosta

Linurón Afalon 1.5- 2.0 Aplicación pre y post emergente contra hoja ancha y angosta anual

Paraquat Paraquat 200 1.5-2.0 l Aplicación post-emergente contra hoja ancha y angosta anual

2,4-D Amina 2, 4 D Amina 720 1.0-1.5 l Aplicación post-emergente contra hoja ancha anual y perenne

2,4-D Ester Esteron 47 M 1.0-1.5 l Aplicación post-emergente

Dicamba Herbamba 500- 750 Cc Aplicación post-emergente contra la hoja ancha anual y perenne

Glifosato Faena 2.0-4.0 l Pre-emergente al cultivo. Controla todo tipo de maleza

* Aplicar las dosis bajas en suelos ligeros y las dosis altas en suelos pesados.

Control de plagas

Etapa de presiembra: Seleccionar un terreno donde los ciclos próximos pasados no se hayan registrado altas infestaciones con gusano saltarín y gusano trozador. Las infestaciones altas generalmente se presentan en terrenos arenosos donde anteriormente se estableció sorgo, trigo, maíz o garbanzo.

Etapa de siembra: Para el control de gusano saltarín, trozador y cogollero, en los primeros 15 a 30 días del cultivo se sugiere tratar la semilla con insecticidas sistémicos. Los productos que se recomiendan son Carbofurán y Clorpirifos; los cuales tienen además control sobre pulga saltona, conchilla prieta, trips, diabrótica y chicharritas en los primeros días de desarrollo del cultivo. De ser posible utilizar híbridos o variedades con características de resistencia a algunas plagas como gusano.

Etapa de nacencia a cosecha: En caso de requerirse aplicaciones de insecticidas en postemergencia, utilizar de preferencia productos granulados. Para gusano cogollero se puede utilizar Triclorfón cebo o Carbofurán g, si se registra un daño de 10% en plantas menores de 20 centímetros de altura o de 20% en plantas de 20 a 40 centímetros de altura, o bien el insecticida biológico

Bacillus thuringiensis. Se deben evitar en todo lo posible las aspersiones, ya que, además de ser más costosas e ineficientes, eliminan mucha fauna benéfica.

El control de pulga saltona, trips y chicharritas sólo se requiere cuando se registran daños y poblaciones altas del insecto en plantas menores de 25 centímetros de altura. En este caso, también se recomienda preferentemente usar los insecticidas granulados ya indicados arriba.

La chinche apestosa se presenta en forma esporádica y en bajas poblaciones, pero en caso de presentarse una alta incidencia, una chinche en promedio por planta, días antes o durante la floración, se sugiere la aplicación de Malatión u Omeotato. Debido a que resulta poco redituable la aplicación de insecticidas contra gusano elotero en maíz para grano, se sugiere realizar liberaciones semanales de Trichograma en cantidades de 100 a 150 mil avispitas por hectárea. Se recomienda realizar

dos liberaciones por semana, a partir de la floración hasta la etapa en que el elote tiene grano masoso.

Control de enfermedades

En el Valle de Santo Domingo las enfermedades más comunes son el chahuixtle o roya común, el carbón común y el achaparramiento transmitido por chicharritas para lo cual la recomendación es sembrar en las fechas recomendadas, el uso de genotipos tolerantes y el control de los insectos vectores.

Cosecha

Para iniciar la cosecha se recomienda que el grano presente entre 16 y 18% de humedad. La cosecha oportuna evita mermas en rendimientos a causa de factores como:

• Invasión de maleza que dificulta la cosecha.

• Incidencia de algunas enfermedades en la mazorca.

• Ataque de roedores.

• Acame.

• Desprendimiento de mazorca.

Maíz forrajero

El cultivo de maíz se establece con distintos propósitos, entre ellos producir grano, elote y forraje. En el presente año agrícola, se estableció una superficie de 2,880 hectáreas; aun cuando sólo 3% de ésta fue establecida con el propósito de ser utilizado como forraje (picado en verde y ensilado), el resto provee rastrojo, subproducto agrícola que constituye una fuente de forraje complementario en la alimentación de distintas clases de ganado.

Datos históricos de establecimiento de maíz forrajero en Baja California Sur*

*Estadísticas de SAGARPA.

Las principales cualidades forrajeras de este cultivo son: el alto rendimiento de materia seca por unidad de superficie en un tiempo de ocupación de parcela relativamente corto, alto contenido energético, buena gustocidad y eficiencia en el uso del agua.

En maíces forrajeros, al igual que aquellos destinados a la producción de grano, hay que mantener la visión de alcanzar una buena presencia de este componente de la planta, ya que su presencia como porcentaje del peso seco define el valor energético final en el forraje cosechado; aspecto importante cuando se pretende reducir la suplementación energética de animales de alto requerimiento nutricional.

Híbridos

Algunos materiales utilizados para la producción de forraje son: 30G54, AS-1501, 30P49, 30P45, P3030W-R22, AS-1502, A-7573, 30M16 y 30F53.

Método de siembra

La metodología de siembra concuerda con la recomendada para producción de grano. Para maíces forrajeros se sugiere una densidad de 7 a 8 plantas por metro de surco en hilera sencilla (87,500 a 100,000 plantas por hectárea); para la siembra en doble hilera en cama a 1.6 metros se recomienda una distancia entre hileras de 40 centímetros y de 14 a 16 plantas por metro lineal de cama. La cantidad de semilla puede variar de 20 a 23 kilogramos por hectárea.

Cosecha

El rango de madurez adecuado para cosecharlo, tanto para utilizarlo picado en verde como para ensilarlo, se encuentra entre el estado del grano lechoso-masoso y el 50% de la línea de leche.

Tecnología de manejo

La información sobre preparación del terreno, época de siembra, fertilización, riegos, labores culturales y manejo fitosanitario en este cultivo coincide tanto para el maíz de propósito de producción de grano como el establecido con el fin de obtener forraje. Por lo anterior, se sugiere utilizar la información al respecto desarrollada en la sección maíz para producción de grano; descrita con anterioridad.

José Denis Osuna Amador

Melón

Preparación del terreno

Se sugiere el uso de barbecho en terrenos arcillosos y/o muy compactados, seguido de uno o dos pasos de rastra en forma cruzada y una nivelación. En suelos sin los problemas señalados, uno o dos pasos de rastra más una nivelación son suficientes para lograr una germinación uniforme de la semilla y un manejo adecuado del agua de riego para evitar pudriciones radiculares de la plantas.

Variedades

Para el Valle de Santo Domingo se sugieren una serie de variedades que muestran un amplio rango de adaptación y alto potencial de rendimiento; entre las más sobresalientes están Coreano, Top mark, Copa de oro, Cruiser, primo, Laredo, Aragón, Honey dew, Valley gold, Sierra gold, Easy rider, Durango, Laguna y Gusto 45.

Época de siembra

Del 15 de enero al 25 de abril: Cruiser, Primo, Laredo, Aragón, Honey dew, Valley gold, Top mark, Sierra gold, Easy rider y Durango. Del 25 abril al 15 de mayo y 15 de agosto al 15 de enero: Cruiser, Primo, Laredo y Durango.

Método de siembra

Se sugiere hacer la siembra en “camas meloneras” de 1.80 metros de ancho por 100 metros de longitud. Puede sembrarse en húmedo

depositando la semilla a 6.0 ó 7.0 centímetros de profundidad o en seco de 2.0 a 3.0 centímetros. Si la siembra se establece con el sistema de riego por gravedad, la semilla se debe depositar en la parte superior del surco, pero si es por goteo, la siembra es al centro de la cama donde se localiza la cinta regante; ésta se recomienda enterrarla a una profundidad de 20 centímetros o semienterrada a 5.0 centímetros.

Densidad

De 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea de semilla, depositando dos semillas cada 30 centímetros; después, “aclarear” a los 40 días de emergidas las plantas, dejando 33 plantas en 10 metros lineales; de esta forma se obtiene una población de 18,331 plantas por hectárea.

Riego

Los riegos por gravedad deben ser ligeros y frecuentes para evitar encharcamientos que provoquen pudrición de raíces. Normalmente se aplican 10 riegos de auxilio a intervalos de 12 a 18 días, con una lámina total de 60 centímetros, distribuidos de la siguiente manera; aniego 16 centímetros, los cuatro primeros auxilios de 6.0 centímetros y los cinco restantes de 4.0 centímetros, dependiendo de las condiciones ambientales y del tipo de suelo. En riego por goteo éstos se efectúan cada tercer día, con un tiempo de 3.0 a 5.0 horas para un total de 60 riegos y una lámina aproximada de 32 centímetros.

Fertilización

Antes de la siembra se recomienda hacer análisis del suelo para determinar cuánto Nitrógeno, Fósforo y Potasio se tiene en el suelo y complementar la dosis con fertilizante. Si no se hace el análisis del suelo se sugiere aplicar 180 kilogramos de Nitrógeno y 60 kilogramos de Fósforo por hectárea; aplicar la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo al momento de la siembra y el resto del Nitrógeno al inicio de floración; en este caso el fertilizante se coloca en el fondo del surco, un poco cargado hacia la cama. Bajo riego por goteo, es conveniente fraccionar la dosis en tres partes: a la siembra, floración y fructificación, y 20 días antes del primer corte. Si se realiza un análisis foliar en la época recomendada, se puede ajustar las dosis.

Labores de cultivo

Es conveniente efectuar dos escardas para eliminar maleza y mantener el suelo ventilado y mullido antes de iniciar la floración, y deshierbar con el fin de eliminar la maleza que aparezca entre las guías de las plantas. Antes que el tractor entre a los surcos, las guías deben levantarse hacia la camas para no dañarlas.

Polinización

Para obtener altos rendimientos, se recomienda tres colmenas de abejas melíferas por hectárea, introduciéndolas al cultivo al momento de la floración macho. La producción de un mínimo de dos melones por planta, será factor indicativo de una eficiente polinización.

Manejo de la planta

Guiado de planta: Esta práctica inicia desde la aparición de las primeras guías y consiste en orientar, manualmente, el crecimiento de las guías hacia la cama sacándolas del surco para evitar que los frutos queden sobre la humedad; se realiza después de aplicar un riego y cuantas veces sea necesario. Bajo riego por goteo con siembras en el centro de la cama, no se realiza esta práctica.

Volteado del fruto: Es una práctica que trata de eliminar áreas sin red (cuando en la parte superior ya se formó red), y es la parte donde está asentado el fruto durante su crecimiento; consiste en dar un medio giro al fruto y colocarlo en suelo seco, evitando que la mancha blanca (sin red) quede expuesta al sol.

Combate de maleza

• Seleccionar un terreno libre de maleza, especialmente en el caso de especies perennes y sembrar en húmedo.

• Aplicar en banda Bensulide de 7.0-9.0 litros por hectárea, en presiembra, incorporando de 3.0 a 5.0 centímetros de profundidad, para control de maleza de hoja angosta.

• Aplicación de Trifluralina, de 1.2-2.0 litros por hectárea, en aspersión dirigida a la base de las plantas del cultivo y entre los surcos, cuando el cultivo tenga un desarrollo de tres a cuatro hojas verdaderas y preemergente la maleza.

• En caso de no utilizar control químico, se requiere un promedio de tres deshierbes manuales.

Control de plagas

• Seleccionar un terreno alejado de áreas con cultivos de plagas comunes como alfalfa y algunas hortalizas.

• Usar el control biológico.

• El control de gusano trozador y saltarín se sugiere realizarlo con carbaril cebo 2%, 60 kilogramos por hectárea; Carbofurán 5%, de 20 a 25 kilogramos por hectárea; Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Clorpirifos 2%, de 8.0 a 10 kilogramos por hectárea. El primero, segundo y quinto productos se pueden aplicar en banda antes de la siembra, incorporándolos con rastra.

• Para el control de plagas de inicio de temporada como grillo, pulga saltona y diabróticas, se sugiere aplicar Gusatión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 kilogramos; Carbaril 80%, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.6 a 0.75 litros por hectárea; Paratión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al observar un 10% de daño e insectos presentes.

• Para minador de la hoja aplicar etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea; Dimetoato 38%, de 0.8 a un litro por hectárea o Diazinón 25%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al registrar un daño de 25% o mayor y alta presencia de adultos, a las horas de mayor actividad del adulto.

• En caso de gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%, de 1.0 a 2.5 kilogramos por hectárea; Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Metomilo 90%, de 0.4 a 0.6 kilogramo o clorpirifos 48%, de 1.0 a 2.0 litros por hectárea, al observar seis o más larvas menores de tercer estadío en 10 plantas y daño presente.

• El control químico de pulgón y mosca blanca se sugiere realizarlo con Endosulfán 35%, de 1.5 a 2.5 litros por hectárea; Mevinfós 47%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; Diazinón 25%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; Dimetoato 33%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al detectar las poblaciones arri-

bantes de la plaga y/o primeras plantas de los márgenes con adultos.

• Para control de gusano barrenador del fruto y guía, emplear Metomilo 90, de 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.75 a 1.5 litros por hectárea; Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Fenvalerato 11.1%, de 0.8 a un litro por hectárea, al encontrar cinco larvas en 100 hojas y al observar los primeros frutos dañados.

• En presiembra rastrear la maleza de 20 metros o más alrededor del cultivo, para eliminar hospederos de pulgón y mosca blanca; establecer cultivos trampa de sorgo Sudán o maíz.

Control de enfermedades

• El cultivo no debe establecerse cercano a superficies con otros cultivos infectados con virus, especialmente si se trata de cucurbitáceas.

• El manejo apropiado de los insectos vectores de virus como pulgón y mosca blanca, además de chicharritas y en ocasiones diabróticas y mosca minadora, en la forma ya indicada, reducen el riesgo de que se presenten enfermedades virales.

• Inmediatamente después de la germinación, se pueden eliminar plantas con marcados síntomas virales, quemarlas o enterrarlas.

• Para cenicilla, aplicar clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o triadimefón 25, de 0.4 a 0.5 litros por hectárea, al observar los primeros síntomas y/o condiciones de nublados, rocíos y temperaturas altas.

• Eliminar plantas silvestres hospederas como meloncillo o melón coyote dentro del cultivo y alrededor.

• Para Mildiu se sugiere utilizar anilazina 50%, de 2.0 a 4.0 kilogramos por hectárea; folpet 52%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea o Captafol 50%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea, al aparecer primeros síntomas y condiciones de alta humedad relativa. Se puede utilizar azufre.

• La mancha foliar se puede controlar adecuadamente con Anilazina 50%, de 2.0 a 4.0 kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, de 2.5 a 3.0 kilogramos por hectárea o Mancozeb 33%, de 3.0 a 5.0 litros por hectárea. Aplicar al aparecer primeros síntomas y/o condiciones de alta humedad relativa y temperatura superior a 22 ºC.

• En caso de presencia de antracnosis emplear Anilazina 50%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o azufre 52%, de 2.5 a 3.0 litros por hectárea, al observar primeros síntomas en primeras hojas y condiciones de alta humedad relativa y temperaturas altas.

• Damping off o marchitez de plántulas: emplear Carbendazim 50%, 0.5 gramos en 500 mililitros de agua al aparecer primeros síntomas, a intervalos semanales.

• En caso de marchitez de plántulas y mancha foliar, debe dejarse de establecer este cultivo por varios años.

• En caso de antracnosis, mildiu y marchitez de plántulas, se sugiere primero utilizar variedades o híbridos tolerantes.

• Sembrar en las fechas recomendadas, empleando variedades sugeridas.

Cosecha

La cosecha generalmente se inicia alrededor de los 100 días después de la siembra, y los cortes deben efectuarse cada cinco días, seleccionando los frutos por tamaño y calidad. Por lo general, la maduración del melón se manifiesta por pequeñas grietas que aparecen en la base de los pedúnculos; al realizar una ligera presión sobre éstos, con el pulgar, se desprenden. Además, el fruto empieza a adquirir parcialmente el color normal de la variedad.

Naranjo

Introduccion

En el Valle de Santo Domingo se encuentran establecidas 2,200 hectáreas de naranjo; de éstas, 256 son de la variedad Washington Navel y 1,944 de Valencia tardía. El total de la superficie cultivada con naranjo está distribuida entre 214 productores. El rendimiento promedio de naranja en la zona es de 15 toneladas por hectáreas, el cual es bajo, comparado con las 50 o más toneladas por hectárea que potencialmente tiene el cultivo. Enseguida, una serie de sugerencias con las cuales se considera factible lograr rendimientos de 55 toneladas por hectárea.

Preparación del terreno

Es necesario realizar una serie de labores para favorecer el desarrollo de los árboles desde el inicio de la plantación, dentro de ellas:

Subsoleo: La finalidad es romper capas duras formadas por compactación del terreno, permite infiltrar más el agua y mejora el crecimiento de raíces; comúnmente se realiza entre los 40 y 50 centímetros de profundidad.

Barbecho: El volteo de la tierra airea y expone al sol plagas que encuentran un buen ambiente debajo del suelo; se recomienda realizarlo a un mínimo de 30 centímetros de profundidad.

Rastreo: Su propósito es mullir los terrones presentes en la capa arable del suelo.

Nivelación: Si el riego es superficial conviene realizar una nivelación pero cuando el riego es presurizado se puede obviar esta

actividad; generalmente el uso de un tablón pegado a la rastra al momento de mullir el terreno, empareja el suelo.

Época de plantación

En el Valle de Santo Domingo es factible efectuar la plantación durante el periodo de octubre a junio. Se consideran poco propicios para esta labor los meses de julio, agosto y septiembre.

Sistema de plantación

El sistema más conocido y utilizado en la zona es el cuadrado o marco real 8×8 el cual permite el establecimiento de 156 árboles por hectárea. Su mayor desventaja es que durante los primeros años de producción de la huerta no se hace un uso intensivo del terreno. Existen otros sistemas y densidades de plantación como 8×4 y 7×7 que permiten aprovechar mejor el terreno en los primeros años de producción de las huertas, pero posteriormente demandan algún manejo más específico en las podas. La tendencia es hacia el uso de los sistemas rectangulares con aumento de las densidades en la plantación. En los sistemas más amplios se utilizan densidades de 204 árboles por hectárea, con la ventaja de permitir el paso de maquinaria y equipo para aspersión, cultivo y cosecha, en direcciones cruzadas. El arreglo de 8×4 es más usual últimamente en virtud de que se aprovecha mejor el terreno desde el inicio de la huerta, con mayores volúmenes de cosecha en los primeros años. Sin embargo, en edad adulta los árboles se cierran sobre la línea por lo que el paso de maquinaria es en un solo sentido, además se requiere poda para mantener las calles abiertas al paso de maquinaria.

Variedades

Las más usuales en la región son de maduración temprana y maduración tardía para jugo, y naranja para mesa. Este aspecto se desarrolla según las características de la fruta que demanda el mercado en fresco y la industria. Los empaques prefieren fruta de color externo e interno atractivo, cáscara suave y delgada, sabor agridulce, soporte en el traslado y tamaño óptimo. Para jugo o para gajo se requiere alto contenido de jugo y sólidos solubles, además buen color, acidez y aro -

ma. Para fruta fresca se prefieren especies sin semilla y fácil de pelar. La cantidad de semilla puede variar entre frutos del mismo árbol y tiende a incrementarse con la polinización cruzada pero en general frutos entre 0 y 6 semillas se consideran sin semilla. La época en que se alcanza la madurez de la fruta debe relacionarse con la época en que el mercado demanda los más altos volúmenes, por lo que la cosecha debe ser oportuna para evitar el almacenamiento de la cosecha en el árbol, ya que esto influye significativamente en las producciones posteriores. Lo anterior por la importancia de seleccionar las variedades más convenientes a la región y las condiciones específicas del lugar donde se establece la huerta.

Características de variedades de naranja temprana

Variedad

Hamlin 190 60 a 75 0 a 6 42 octubre a enero

Pearson Brown

65 a 80 16 a 18

noviembre a diciembre

Pineapple 190 60 a 70 18 a 22 38 noviembre a enero

Queen 210 65 a 80 14 a 18 44 noviembre a enero

Salustiana

Cadenera

70 a 80 0 a 2 45 diciembre a marzo

noviembre a marzo

Características de variedades tardías de naranja

Variedad Peso de fruto (g )

Cutter

Olinda

Río Farm

Campbel

de

65 a 80 0 a 2

65 a 75 0 a 2

65 a 80 0 a 6

60 a 75 0 a 2

Época de cosecha

marzo a junio

marzo a junio

marzo a junio

marzo a julio

Variedad

Características de variedades de naranja Navel

Época de cosecha

Washington 280 80 a 93 0 a 6 42 noviembre a diciembre

Fisher

280 80 a 93 0 a 6 43 octubre a noviembre

Cara Cara 290 80 a 94 0 44 enero a abril

Thompson 300 80 a 95 0 a 4 48 abril a julio

Patrones o portainjertos

El desarrollo de los cultivares de cítricos, así como su comportamiento productivo y calidad de fruta dependen en gran medida del patrón sobre el que crecen. Con el uso de portainjertos es posible solucionar situaciones adversas de suelo y clima, producción más temprana en la vida de los árboles, uniformidad en la maduración y características de la fruta, y la posibilidad de obtener combinaciones con tolerancia o resistencia a plagas, enfermedades o nemátodos. Algunos patrones son superiores en una o más cualidades, pero inferiores en otras y ninguno es completamente mejor en todos los aspectos ni para todas las variedades. Se recomiendan los patrones Limón volkameriano, Citrange carrizo, C. troyer, Citromelo swingle y mandarina Cleopatra.

Fertilización

De manera general se sugieren las siguientes dosis de fertilización para naranjo: 150 a 200 kilogramos de Nitrógeno, 20 a 50 kilogramos de Fósforo y 150 a 300 kilogramos de Potasio, por hectárea en árboles adultos.

Para el Valle de Santo Domingo, la recomendación de Nitrógeno es de 12.5 kilogramos por hectárea en el primer año de plantación, 18.7 kilogramos para el segundo, 21.8 kilogramos para el tercero, 30.2 para el cuarto, 46.8 para el quinto y 62.4 para el sexto. A partir del séptimo año la recomendación es de 100 kilogramos por hectárea para huertas con rendimientos de hasta 20 toneladas por hectárea;

a partir de este punto se recomienda agregar 4.0 kilogramos más de Nitrógeno por cada tonelada de rendimiento hasta llegar a un máximo de 180 kilogramos por hectárea. En el caso de Fósforo se sugiere utilizar el ácido fosfórico, el cual permite además liberar algunos microelementos bloqueados por efecto del pH alto. Para el caso de Potasio, se recomienda el análisis foliar; resulta relevante señalar que el déficit de este elemento impacta en la calidad y tamaño del fruto. En el caso de micronutrimentos, se recomiendan aplicaciones foliares con productos multicompuestos. En deficiencias bien diagnosticadas, aplicar los productos con el elemento específico a corregir: Fierro, Zinc, Manganeso y Cobre, sulfatados o quelatados. Hacerlo por la mañana, sin brisa.

Riego

De acuerdo a las condiciones de clima y suelo de la región del Valle de Santo Domingo, se sugiere aplicar los riegos cuando la humedad retenida por el suelo se abate en 40 ó 50%. En la práctica esta recomendación en huertas irrigadas por gravedad se convierte en la aplicación de 8 ó 9 riegos en el año, con una lámina total de 130 centímetros; éstos pueden hacerse cada 40 días en los períodos de febrero a junio y septiembre a noviembre, y cada 25 días entre julio y agosto. En diciembre y enero se sugiere aplicar un solo riego el cual puede obviarse si se presentan “equipatas” o lluvias de invierno.

Para la aplicación de riegos con microaspersores se puede calcular la demanda diaria del árbol mediante el uso de constantes de cultivo determinadas en el sitio experimental Valle de Santo Domingo, las cuales se enuncian enseguida:

Fórmula: DA= d × d × E × Kc

donde:

DA = demanda de agua por árbol (litros por día)

d = diámetro (metros)

E = evaporación diaria (milímetros)

Kc= Coeficiente de cultivo (ver cuadro anterior)

Poda

Normalmente en naranjo las únicas podas recomendadas son aquellas hechas para corregir problemas fitosanitarios, eliminación de madera muerta, de formación del árbol y eliminación de chupones, esto último principalmente en la época de primavera.

Control de maleza

Maleza de hoja ancha: Paso de desvaradoras u otros implementos de acción similar para cortar la maleza al ras del suelo, combinado con deshierbes manuales o aplicación de productos químicos alrededor del tallo de los árboles.

Gloria de la mañana, grama y coquillo: Aplicación de Glifosato (Faena) 6 litros por hectárea cuando las malezas se encuentren creciendo activamente. Rotar la aplicación del herbicida con desvaradoras o implementos similares y deshierbes manuales alrededor de la base del tallo.

Control de plagas

Arador o negrilla: Etión, 160 a 250 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua; azufre, 50 a 150 kilogramos por hectárea con frutos pequeños si se detecta esta plaga en huertos que tuvieron daño un ciclo anterior. En octubre con daños incipientes y detección de la plaga en huertos dañados anteriormente.

Araña roja: Dicofol, 100 a 150 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua; Metamidofos, 75 a 100 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua, aplicando de abril a mayo y durante la etapa de fruto pequeño, al observar hojas con un promedio de 30 arañas.

Escama roja de California, roja de Florida y amarilla: Malatión, 250 centímetros cúbicos en 100 litros de agua; Metidatión 100 a 150 centímetros cúbicos por hectárea en los picos poblacionales de abril, junio, julio y septiembre. En el primer caso liberar el parasitoide Aphytis melinus en los picos poblacionales de abril, julio y septiembre.

Mosca blanca: Etión, 160 a 250 centímetros cúbicos en 100 litros de agua; Temik 15-G, 300 gramos por árbol, al observar incremento de la población en primavera, al observar altas infestaciones con presencia de los diferentes estadíos. El temik sólo en post cosecha. Efectuar liberaciones de trichogramma durante la primera quincena de marzo, segunda quincena de julio y primera de octubre.

Trips y chicharritas: Malatión, 150 a 250 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua; Azinfós metílico 60 a 80 gramos por cada 100 litros de agua, en floración a la etapa de caída de pétalos.

Control de enfermedades

Gomosis, fumagina, antracnosis y melanosis. Aplicar Carbendazim 50%, de 60 a 90 gramos en 100 litros de agua; oxicloruro de cobre 50%, 375 gramos en 100 litros de agua. Al observar los primeros síntomas de gomosis erradicar mecánicamente las lesiones en tallos, curar con fuego y aplicar oxicloruro de cobre o mancozeb.

Huanglongbing (HLB): La enfermedad bacteriana de los cítricos conocida como Huanglongbing “hlb”, reverdecimiento o Greening puede reducir en gran medida la producción, destruye el valor económico de la fruta, el jugo y puede matar los árboles. La enfermedad es transmisible por injerto y por vectores como el psilido asiático de los cítricos (pac) o diaphorina citri. Es originada por una bacteria (Candidatus liberibacter) que ataca las plantas, que no es peligrosa para los humanos, pero es la enfermedad más destructiva de los cítricos en el mundo. El hlb causa un moteado amarillento en las hojas, y los árboles producen frutos amargos, incomibles y deformes. La infección en árboles de cítricos los conduce a la muerte, no tiene curación. Sin embargo las medidas preventivas recomendables son las siguientes:

• El hlb se puede dispersar al injertar tejido de una planta infectada en otra, pero es más común que sea transportado de un lugar a otro por el vector. Una vez que el pac tiene la enfermedad, la portará por el resto de su vida, (de semanas a

meses), pasándola de un árbol a otro cuando se alimenta. Por lo que es importante el combate de la población plaga. El hlb recién ha sido detectado en el estado de Baja California Sur.

• Inspección y monitoreo del pac y del hlb. Es necesario inspeccionar periódicamente para detectar y conocer la presencia, y abundancia del pac en huertos comerciales, plantas de traspatio y en jardines de áreas urbanas, para decidir mediadas de manejo oportunas. Del mismo modo, es importante acudir o comunicarse a la Junta de Sanidad Vegetal más cercana para informar sobre la posible presencia (sospecha) de plantas con síntomas parecidos a los del hlb.

• Manejo cultural. Se recomienda eliminar hospederos alternos de la plaga, principalmente limonaria (Murraya paniculata) en áreas cercanas a viveros y huertos comerciales, y podar o eliminar plantas de cítricos drásticamente infestadas. También hay que eliminar periódicamente chupones de los árboles de cítricos, ya que, al estar suculentos, son propicios para la constante colonización del vector y otros insectos plaga.

• Control biológico del pac. Realizar liberaciones de crisopa (Chrysoperla carnea) en huertos comerciales de cítricos, árboles de traspatio, y en jardines de áreas urbanas, a intervalos de 10 a 14 días utilizando 10 mil huevecillos por hectárea. Después de aspersiones de insecticidas es necesario esperar unos 10 días para que las crisopas que se liberen no mueran por efecto residual del insecticida. Se recomienda utilizar entomopatógenos (Metarizium anisopliae, Beauveria bassiana y/ó Paecilomyces fumosoroseus; a la dosis sugerida por el fabricante). Cuando la humedad relativa ambiental se incremente, después de las primeras lluvias de la temporada. En la región existen abundantes y diversos enemigos naturales del pac, entre los que sobresalen crisopas, catarinitas y avispitas parasitoides como Tamarixia radiata, la cual eventualmente puede ser reproducida y utilizada en liberaciones masivas.

• Control químico del pac El pac se puede controlar con insecticidas convencionales, sin embargo, se sugiere aplicar productos sistémicos al suelo previo a la mayor incidencia de la

plaga, en los meses de agosto a diciembre, y de marzo a mayo, en los que e presentan elevadas brotaciones de las plantas. Se pueden emplear los insecticidas Thiametoxam (actara) o imidacloprid (Confidor) en dosis de 0.5 litros por hectárea. El propósito de esta recomendación es para conservar la fauna benéfica que ayuda a controlar el pac y otros insectos plaga en cítricos. En periodos anteriores y posteriores a la mayor incidencia del vector, se recomienda utilizar insecticidas biorracionales extractos botánicos (Biodie), 8.0 mililitros por litro de agua, jabones (Agrosoap Plus 10.0 mililitros por litro de agua).

Cosecha

Los frutos tardan entre 6 y 8 meses, para madurar a partir de la fructificación, cuando maduran, se corta el tallo del fruto con tijera o con un cuchillo o torciendo el tallo ligeramente. Los frutos sanos pueden almacenarse durante dos o tres semanas en ambiente controlado de 4 a 6 ºC de temperatura.

Jesús Navejas Jiménez

Orégano

Introducción

El orégano es originario de México, se conocen 20 especies y las más importantes desde el punto de vista económico son Lippia graveolens y Lippia palmeri. Debido al contenido de aceites esenciales en sus hojas, los usos son muy variados, pero sobresalen como condimento de alimentos, como hierba medicinal para diferentes afecciones y parásitos, en la industria farmacéutica, de perfumes, de licores y en la de refrescos. De la producción de México, casi un 90% se exporta a los Estados Unidos de Norteamérica y en menor grado a Italia y Japón. El orégano Lippia palmeri es la especie que se encuentra en Baja California Sur y es aprovechada por los habitantes de las zonas rurales de la parte sur del estado. Aunque su producción no es significativa en las estadísticas de producción forestal, su aprovechamiento se realiza cada año, y pasó de ser una actividad de recolección para autoconsumo, a una actividad económica debido a su comercialización en el mercado local y nacional.

La producción de hoja de orégano se obtiene de las poblaciones silvestres que se localizan en la porción sur del estado; esta producción está supeditada a la ocurrencia de lluvias, como consecuencia la producción de hoja seca varía de un año a otro y esto ocasiona una gran inestabilidad en la oferta del producto.

Las plantaciones comerciales con orégano permitirán una oferta permanente de hoja y disminuir la presión que se ejerce sobre las poblaciones silvestres, debido al aprovechamiento intensivo.

Producción de planta

En condiciones artificiales la germinación de la semilla de orégano ha sido muy baja (< 5%), por lo que su multiplicación se realiza vegetativamente y se puede obtener de 80 a 85% de enraizamiento en las estacas. Las estacas se obtienen de plantas en las poblaciones silvestres, las cuales deben estar en estado de letargo (desprovistas de hojas); las ramas deben ser vigorosas y libres de plagas y enfermedades.

La producción de planta se realiza en condiciones de vivero bajo media sombra; como sustrato se utiliza tierra de monte de textura media previamente cernida. El suelo se humedece ligeramente para facilitar el llenado de los envases, que serán de un tamaño de 10 × 25 centímetros; éstos se colocan dentro de túneles de plástico para incrementar la temperatura y conservar la humedad en el medio de enraizamiento; como piso se coloca una cubierta de plástico para evitar que las raíces penetren al suelo.

Acondicionado el medio de enraizamiento, se procede a cortar las estacas de unos 20 centímetros de longitud, con 0.4 a 1.0 centímetros de diámetro, en la parte superior de cada estaca se hace un corte diagonal y en la base será horizontal debajo del nudo inferior. Posteriormente y con el fin de prevenir problemas por hongos, las estacas se sumergen en una solución de 2.0 gramos de Captán por cada litro de agua.

Después, en cada envase se introducen dos estacas a una profundidad de unos 10 centímetros, presionando el suelo a su alrededor para evitar bolsas de aire en el sustrato. Se recomienda realizar esta actividad en noviembre y de marzo a mayo, según la disponibilidad del material vegetal.

En este periodo se sugiere levantar las cubiertas de plástico para eliminar excesos de humedad y favorecer la ventilación, durante periodos de 30 minutos a una hora al día; también se sugiere hacer supervisiones frecuentes para detectar cualquier problema de plagas o enfermedades y como medida preventiva aplicar aspersiones de Captán cada semana.

Se considera que en dos a tres meses, las estacas con brotes habrán emitido raíces y se observan en el fondo de los envases; en este

periodo, paulatinamente se debe ir reduciendo el número de riegos y retirando las cubiertas de plástico.

Después, las nuevas plantas se pasan al área de plantabandas para su desarrollo, posteriormente y antes de realizar la plantación, se deben pasar a condiciones de sol directo para su lignificación y aclimatación.

Establecimiento de la plantación

Dependiendo de la época de producción de planta de orégano, la plantación se puede realizar de marzo a agosto; de preferencia en suelos con textura ligera a media y bajo condiciones de riego, con el fin de contar con una producción de hoja más uniforme durante el año y reducir la presión que se da en las poblaciones silvestres.

La preparación del terreno consiste de barbecho, rastreo, nivelación y empareje; se recomienda la construcción de surcos a 1.0 metro de distancia cuando se aplica riego rodado.

La plantación se realiza en forma manual, utilizando poceras para la apertura de los hoyos y plantar a una distancia de 1.0 metros entre plantas, colocadas a un costado del surco cuando se riega por gravedad; para esto se requiere de una población de 10,000 plantas por hectárea.

Si se opta por utilizar el sistema de riego presurizado, se recomienda colocar la cintilla de riego sobre camas a 1.80 metros de separación, para dejar un espacio más amplio para la realización de los trabajos requeridos. A cada lado de la cintilla, se ubican dos líneas a una distancia de 20 centímetros entre plantas y la separación entre las plantas de cada línea, de 1.0 metros, bajo un arreglo en tresbolillo y una densidad de 11,100 plantas por hectárea.

Riego de la plantación

Como regla general se sugiere aplicar un riego al momento de realizar la plantación y después de cada corte con una lámina suficiente para llevar a capacidad de campo el perfil de suelo hasta 90 centímetros de profundidad; esta lámina dependerá de la textura del suelo.

En los primeros meses si se utiliza el riego rodado, los riegos se pueden aplicar cada 30 a 40 días y posteriormente incrementar el

intervalo a 60 días; para aplicar una lámina anual de 40 centímetros distribuida en los meses secos y aprovechar el agua de la temporada de lluvias de verano y de invierno.

Si se utiliza el sistema de riego presurizado (cintilla) se sugiere aplicar riegos semanales en el establecimiento y posteriormente se pueden aplicar cada dos meses hasta la época de cosecha. Otra opción bajo este sistema es aplicar riegos semanales de 5 horas hasta que se considere que la plantación se ha establecido con éxito y posteriormente aplicar 2 horas de riego semanalmente; un mes antes de la cosecha se retira el riego.

Labores adicionales y cosecha

Después de haber realizado la plantación, y en caso necesario, se debe realizar la reposición de plantas muertas, esto se puede observar después de la primer semana; por este motivo, los trabajos de plantación se deben realizar con mucho cuidado y considerar cierta cantidad de planta excedente en la producción de la misma.

Como labores culturales se sugiere realizar los deshierbes manuales para eliminar problemas de competencia, generalmente la infestación de malezas ocurre en la temporada de lluvias de verano e invernal; los restos vegetales se pueden incorporar al suelo para su descomposición.

Dependiendo de las condiciones ambientales, es probable que se presenten problemas por hongos, los cuales se pueden prevenir con aplicaciones de Captán en la base del tallo. No se ha tenido problemas con otras enfermedades ni plagas de importancia económica, pero en caso de cualquier problema se sugiere el uso de productos orgánicos.

Aunque en condiciones naturales, las plantas de orégano no requiere de suelos ricos en nutrientes, con el fin de no impactar en la fertilidad del suelo, se recomienda realizar aplicaciones de composta o estiércol bien descompuesto al suelo, cuando menos una vez al año.

La cosecha del orégano se realiza en forma manual y de preferencia con tijeras de podar, se corta la parte aérea de las plantas estimando dejar en pie un 25% de la planta con respecto a su altura; como una estrategia en el manejo de esta especie se recomienda de -

jar descansar la planta hasta que esta se haya recuperado totalmente después de cada corte.

El material se debe de secar en condiciones de media sombra para después separar las hojas de las ramas; una vez secas las hojas se empacan para su comercialización en los mercados disponibles de acuerdo a sus diferentes usos, para ello y con el fin de dar un mayor valor agregado al producto se sugiere que los productores la empaquen y etiqueten directamente, ya que se tiene información de otras zonas del país, que la mayor utilidad (87%) es para el intermediario. La producción promedio de hoja seca por planta es de 75 a 100 gramos por cada corte, que equivale a una producción aproximada de 1.0 toneladas por hectáreas de hoja limpia y seca.

Condiciones agroecológicas

En el estado, el orégano se encuentra y se aprovecha en los municipios de La Paz y Los Cabos en el matorral xerófilo; en promedio, las temperaturas medias varían de 22.1 a 24 ºC, la precipitación en estas áreas varía de 182.1 a 267.5 milímetros y el clima se clasifica como muy seco y cálido. Se le encuentra sobre laderas, mesetas y planicies en suelos con textura ligera de migajón arenoso a arena migajosa.

Rigoberto Meza Sánchez

Pasto Taiwán

Introducción

El pasto Taiwán es una gramínea tropical perenne, de hábito erecto que produce macollos y alcanza una altura de 4.0 metros. Este pasto sobresale por su rendimiento de forraje, persistencia y palatabilidad. Su establecimiento es bajo condiciones de riego.

Preparación del terreno

El establecimiento requiere la preparación del terreno. Aun cuando el pasto presenta rusticidad, el mejorar la estructura del suelo a través de su laboreo, beneficia su establecimiento y respuesta productiva. En terrenos compactos se recomienda un paso de arado y dos de rastra cruzado, con el objeto de desmoronar terrones y dejar el suelo suelto para favorecer una mejor penetración de la raíz.

Época de siembra

Se recomienda su establecimiento con la entrada de la primavera; por el incremento de la temperatura que favorece el enraizamiento de las cañas y se reduce el periodo de tiempo a la primera utilización.

Semilla

Se propaga utilizando material vegetativo (reproducción asexual), principalmente cañas maduras (más de 120 días) los cuales deben contar con un número suficiente de yemas sanas que permitan el brote y producción de nuevos individuos.

Método de siembra

La siembra puede realizarse en húmedo o en seco, aplicando para el segundo caso el riego inmediatamente después de la siembra. La siembra se puede realizar bajo las siguientes modalidades.

Siembra inclinada: Una vez preparado el terreno se selecciona, corta y limpia el material en trozos de caña, las cuales deben contener por lo menos tres a cuatro nudos, donde se encuentran las yemas de crecimiento. Se entierran los trozos de caña de manera inclinada, de tal forma que queden expuestas una o dos yemas sobre la superficie del suelo a una separación de 50 centímetros entre planta y 150 centímetros entre surcos.

Siembra horizontal: Después de rastreado el terreno, se preparan los surcos, con una separación de 150 centímetros entre sí. La plantación se realiza colocando las cañas sin hojas en forma continua en el fondo del surco, acomodándolos de tal manera que éstos queden unidos en sus ápices; éstos se cortan con un machete en trozos y se deben tapar con una cubierta ligera de tierra no mayor a 5 centímetros. Este procedimiento es el más utilizado por sus mejores resultados.

Cantidad de material requerido

El material necesario depende del método a emplear y de la calidad del mismo, se requiere aproximadamente de 1,500 a 2,000 kilogramos de cañas para el establecimiento de una hectárea.

Riego

Las necesidades de riego del cultivo dependen de las características del suelo, de la época del año y de las diferentes etapas de desarrollo del pasto, por lo que la frecuencia y la lámina a aplicar varía.

En condiciones de riego por gravedad, el riego de presiembra va de 15 a 18 centímetros con dos riegos de auxilio a intervalos de 25 a 30 días hasta alcanzar el primer corte (80 a 90 días). Entre cortes se deben aplicar dos riegos de auxilio espaciados de 25 a 30 días, hasta alcanzar el momento de utilización (60 días de crecimiento).

En condiciones de riego por goteo se aplica un riego inicial, con un tiempo aproximado de ocho horas. Los riegos posteriores se rea-

lizan cada cuatro días con duración de dos y media a cuatro horas hasta alcanzar el primer corte a los 80 a 90 días. Por lo general en la época de mayor crecimiento de la pradera (primavera-verano) se aplican dos riegos por semana con una lámina de 2.0 a 3.0 centímetros por riego.

Fertilización

Se recomienda realizar análisis previos de suelo y agua de riego para determinar el nivel requerido. Se recomienda aplicar, al establecimiento, 100 kilogramos de Nitrógeno y 60 kilogramos de Fósforo por hectárea. Para el mantenimiento aplicar 70 a 75 kilogramos por hectárea de Nitrógeno por corte. Esta operación se puede repetir por unos seis cortes, a partir del cual se repite la aplicación de la fórmula completa. En condición de riego por melgas o surcos se puede aplicar el fertilizante al voleo antes del riego o durante el mismo.

Control de maleza

En las zonas no mecanizables durante el establecimiento es necesario hacerle una o dos limpias a mano y luego una anual. En las zonas mecanizables se puede hacer el control con la cultivadora durante el establecimiento.

El control químico se puede hacer mediante el herbicida Simazina en forma preemergente y hasta 15 días después de efectuada la plantación, a razón de 2.0 kilogramos en 200 ó 400 litros de agua por hectárea. La mezcla de Gesaprím más Lazo, en dosis de 2.0 a 3.0 litros por hectárea de cada herbicida con suelo húmedo, presenta un buen control de malezas en forma preemergente.

Atrazina en dosis de 1.5 kilogramos por hectárea, puede ser utilizado tanto en forma preemergente como postemergente. Puede utilizarse en forma postemergente el Tordón a razón 3.0 litros por hectárea y 2,4-D amina en dosis de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; este último para malezas de hoja ancha que se presentan después de la emergencia de las plantas. Para maleza de hoja angosta, se puede emplear el Glifosato, aplicado en forma dirigida en dosis de un litro por hectárea; resulta importante evitar el contacto de este producto con el pasto Taiwán.

Control de plagas

No se ha detectado incidencia de plagas de importancia económica, sin embargo, la mosca pinta o salivazo, el gusano barrenador, gusano cogollero, falso medidor, trips y pulgones pudieran presentarse. Estos se pueden combatir mediante pastoreo intensivo, corte del forraje, quema o mediante control biológico y aplicación de insecticidas.

Cosecha

Se utiliza como forraje de corte en verde. Aun cuando se puede ensilar y henificar de forma artesanal, el proceso de mecanización se dificulta debido al amacollamiento y grosor de las cañas que limitan el proceso. En este pasto se ha obtenido, bajo condiciones de riego, rendimientos de 217 toneladas por hectárea al año en materia verde y 54.3 toneladas por hectárea al año de materia seca en seis cortes. El punto de madurez apropiado se hectárea definido en rebrotes de 60 días, dentro de su estación de crecimiento. Se puede utilizar a los 45 días de madurez, cuando se busque reducir la suplementación de animales de requerimiento nutricional mayor. Se recomienda utilizar los rebrotes a los 75 días cuando se busque sólo el mantenimiento de los animales.

Pastoreo directo

El pastoreo se puede realizar cada 40 a 45 días, en verano y 60 a 65 días en invierno, con una altura de planta de 1.20 a 1.50 metros. Es importante considerar que la respuesta de la planta bajo pastoreo también depende de factores como frecuencia e intensidad del pastoreo y condición climática.

Pepino

Preparación del terreno

Es conveniente tener un suelo uniforme y sin terrones para que no haya problemas en la distribución del agua, y se obtenga así un buen desarrollo de las plantas. Se sugiere un rastreo doble y dos pasos en forma cruzada con niveladora o flote. De esta forma queda una cama apropiada para la siembra.

Variedades

Las variedades que han mostrado mayor adaptación en la región son: Ashley, Poinsett 76, Medalist, Raider, Encore y Market more 76.

Época de siembra

En función de las variedades, las recomendaciones de siembra son de mediados de septiembre al 20 de abril.

Método de siembra

La siembra de pepino para producción en fresco se debe realizar en camas de 1.80 metros de ancho por 100 metros de longitud; a un costado del surco en riego por gravedad y al centro de la cama con sistema de goteo. Antes de sembrar, la semilla debe ser tratada con un kilogramo de Captan 50 más 250 gramos de Arazán 75. Si la siembra es en tierra “venida” depositar la semilla a una profundidad de 6 a 7 centímetros y si es en seco de 2.0 a 3.0 centímetros.

Densidad de siembra

La siembra puede realizarse manualmente o bien, utilizando sembradora de precisión, requiriendo de 3.0 a 4.0 kilogramos por hectárea de semilla. La distancia sugerida entre plantas es de 40 centímetros, para obtener una población de 13,888 plantas por hectárea.

Riego

Los riegos deben ser ligeros y frecuentes. Evitar encharcamientos que ocasionan enfermedades radiculares. Después del riego de presiembra se efectúa el primer auxilio a los 10 días, el resto se dan a intervalos de 12 a 16 días, dependiendo de las condiciones climáticas, tipo de suelo y variedad utilizada. Por lo general, el cultivo termina su ciclo con seis riegos de auxilio con una lámina de 52 centímetros. Si el cultivo se establece con el sistema de riego por goteo, aplicar 45 riegos ligeros, uno cada tercer día, con tiempo de duración por riego de tres a cinco horas, para una lámina total de 28 centímetros.

Fertilización

Antes de la siembra se recomienda efectuar un análisis de suelo y agua para conocer las condiciones de los mismos. En caso de que no se cuente con esto, fertilizar con 180 kilogramos de Nitrógeno y 50 kilogramos de Fósforo por hectárea, distribuidos en dos partes: la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo a la siembra y el resto del Nitrógeno antes de la floración. Si se realiza algún análisis foliar se puede ajustar la dosis de fertilización con base a los resultados de este análisis.

Labores de cultivo

Realizar dos cultivos con maquinaria y tres deshierbes manuales cuando no se apliquen herbicidas permite mantener plantas sanas y con magnífico crecimiento. Si se usa riego por goteo no se efectúan cultivos con maquinaria y sólo se realiza un arrope manual a la planta. Para mejorar la producción y calidad del fruto, se puede utilizar el sistema de espalderas o estacado en lugar del sistema de cama; sobre todo, en verano cuando la temperatura es elevada. Este sistema es muy parecido al de envarado en tomate, por lo que se utilizan también estacones, vara, hilo y alambre, en forma y distancia similares,

la única variación estriba en la separación de los surcos. Es importante que al inicio de la floración masculina, se instalen tres colmenas por hectárea para obtener una buena polinización de las flores.

Control de maleza

Seleccionar terrenos libres o poco infestados por maleza. Al momento de la siembra en húmedo, aplicar en banda Prefar de 7.0 a 9.0 litros por hectárea; Tretox de 1.5 a 2.0 litros por hectárea, en aspersión preemergente a la maleza. Con la aplicación de herbicidas no se requiere de deshierbe manual pero en caso de no utilizar control químico, se requiere un promedio de tres deshierbes manuales. También es importante realizar dos cultivos mecánicos en el fondo del surco.

Control de plagas

• Seleccionar terrenos alejados de cultivos como alfalfa, hortalizas y cucurbitáceas, principalmente. En caso de presencia de gusano trozador y saltarín, evitar sembrar.

• Respecto al pulgón y mosca blanca, eliminar hospederos, establecer barreras vegetales, trampas con banda de polietileno amarillo con pegamento, alrededor del cultivo, y trampas de tarjetas amarillas dentro del cultivo. Si es posible, emplear acolchado color aluminio para repeler el arribo del pulgón y mosca blanca o bien el uso de microtúneles hasta inicio de floración.

• Para el control de gusano, utilizar Carbaril cebo 60 kilogramos por hectárea; Furadán 5%, de 20 a 25 kilogramos por hectárea; Lorsban 2%, de 8.0 a 10 kilogramos por hectárea.

• Para el control de grillos, pulga saltona y diabróticas, utilizar Gusatión metílico 50%, 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Carbaril 80%, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.6 a 0.75 kilogramos por hectárea y Paratión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.

• Contra minador de la hoja, utilizar Etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea, Dimetoato 38%, de 0.8 a 1.0 litros por hectárea; Diazinón 25%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.

• Contra el gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea;

Tamarón 600, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Metomilo 90%, 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea; Lorsban 48%, 1.5 litros por hectárea.

• Para gusano barrenador del fruto y guía, aplicar Metomilo 90%, de 1.4 a 1.6 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.75 a 1.0 litro por hectárea; Tamarón 600, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Bellmark 11.1% de 0.8 a 1.0 litro por hectárea.

• Para el control de pulgón y mosca blanca utilizar Thiodán 35%, de 2.0 a 2.5 litros por hectárea; Phosdrín 47%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; Diazinón 25%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea, o Roxión 38%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.

Control de enfermedades

• No establecer el cultivo cerca a superficies infectadas. Debe tenerse cuidado en el control de insectos vectores.

• Al observar síntomas virales, quemar o enterrar las plantas.

• Para la cenicilla, Clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.

• Para el mildiu, utilizar Anilazina 50%, de 2.0-4.0 kilogramos por hectárea; Folpet 52%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea o Captafol 50%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea.

• Para la mancha foliar, Anilazina 50%, 2.0 a 4.0 kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, de 2.5 a 3.0 kilogramos por hectárea, o Mancozeb 33%, 3.0 a 5.0 litros por hectárea.

• En el caso de antracnosis, Anilazina 50%, 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, o azufre 52%, de 2.5 a 3.0 litros por hectárea.

Cosecha

La cosecha se inicia alrededor de los 50 días después de la siembra; esto puede ser variable dependiendo de las condiciones ambientales y de la variedad que se utilice. Los frutos deben seleccionarse por su tamaño y calidad y empacarse en cajas, de acuerdo con las exigencias del mercado. Generalmente se realizan de tres a cuatro cortes.

Praderas perennes

Introducción

En el estado se han introducido pastos mejorados generalmente cultivos de alto rendimiento, como el pasto Señal, Insurgente, Rhodes, buffel y Tanzania. Entre especies forrajeras se presentan diferencias en rendimiento y calidad de forraje, sin embargo, todas resultan de importancia; por las condiciones específicas de clima, suelo, agua de riego y su forma de utilización; aspecto que para una condición ambiental y específica de producción en un rancho, hará que sobresalga una especie sobre otra.

Preparación del terreno

Se requiere de un paso de arado y dos pasos cruzados de rastra, con el objeto de desmoronar terrones y dejar el suelo suelto para favorecer una adecuada cama de siembre.

Época de siembra

Se recomienda su establecimiento con la entrada de la primavera, ya que con ella se da un incremento de la temperatura que favorece la germinación de las semillas y torna más reducido el periodo de tiempo a la primera utilización.

Cantidad de semilla requerida

La cantidad de semilla requerida para el establecimiento de las praderas depende de varios factores, dentro de ellos sobresalen: la es-

pecie de pasto, la calidad de la semilla (pureza y germinación) y el sistema de siembra. Para Buffel se requieren de 6.0 a 8.0 kilogramos por hectárea de semilla, mientras que para Rhodes, Señal, Insurgente y Tanzania se requieren de 5.0 a 6.0 kilogramos por hectárea.

Método de siembra

El método de siembra es dependiente de la disponibilidad de maquinaria que se tenga en el rancho, así como de lo mecanizable del terreno. Sin embargo, la siembra de pasto puede realizarse implementando diversas opciones.

Al voleo: Consiste en esparcir sobre el terreno preparado en forma uniforme la semilla, ya sea de forma manual o con voleadoras, para posteriormente darle un paso con rastra de ramas que permita que quede cubierta por una capa de suelo lo que evita su rápida deshidratación una vez aplicado el riego; además de que la semilla escapa de la acción de plagas, como hormigas y pájaros.

Si se utiliza la siembra en melgas es necesario ajustar la cantidad de semilla que se requiere para el área de la melga.

Surcado: Este método consiste en marcar surcos o líneas separados comúnmente a 0.8 metros. La semilla puede depositarse a chorrillo continua adaptando a los surqueros mangueras que permitan en el momento del surcado la tirada de la semilla. También puede depositarse la semilla de forma manual, procurando que la semilla se deposite en el fondo del surco, para posteriormente mediante paso de rastra de rama se cubra. Este método es recomendable cuando se pretende regar por surcos.

Siembra mecanizada: Se puede tirar la semilla en campo previo a su preparación utilizando la sembradora tipo brillion, adaptando a la parte posterior una rastra de ramas que permita un enterrado más uniforme que permita mejor condiciones para el establecimiento de las plántulas de pastos. La semilla de algunas especies como buffel pueden complicarse al utilizar este tipo de sembradoras ya que las espiguillas en las que se encuentran las semillas, así como sus aristas pueden evitar un buen flujo de la misma.

Profundidad de siembra

Se recomienda la siembra de estos pastos a una profundidad de 1.0 a 3.0 centímetros, considerando la mayor profundidad para las semillas de mayor tamaño y la menor para las semillas pequeñas.

Riego

Para el suministro del agua se puede utilizar el riego por goteo con cinta calibre 8 mil. La aplicación de los riegos es uno cada tres días (dos por semana) con una lámina de 1.5 a 2.0 centímetros por riego. En condiciones de riego por gravedad se puede aplicar un riego de 12 a 15 centímetros entre cortes.

Fertilización

La fertilización recomendada al establecimiento es 50-60-00. Para fertilizaciones posteriores a cada corte se recomienda la siguiente dosis por cada tonelada de materia seca cosechada: 20 kilogramos de Nitrógeno, 6 kilogramos de P2O5 y 23 kilogramos de K 2O.

Control de maleza

El control químico se puede hacer mediante el herbicida Simazin en forma preemergente y hasta 15 días después de efectuada la plantación, a razón de 2.0 kilogramos por hectárea en 200 ó 400 litros de agua. La mezcla de Gesaprím más Lazo en dosis de 2.0 más 3.0 litros por hectárea de cada herbicida en suelo húmedo e inmediatamente después del riego de siembra, presenta un buen control de malezas en forma preemergente. También pueden utilizarse en forma postemergente Tordón a razón de 3.0 litros por hectárea y 2,4-D amina en dosis de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; este último para malezas de hoja ancha que se presentan después de la emergencia de las plantas.

Control de plagas

En el estado, no se han detectado daños por este factor, sin embargo, en otras entidades es la mosca pinta o salivazo el más dañino. Ésta se puede combatir mediante pastoreo intensivo, corte del forraje, quema o mediante control biológico y aplicación de insecticidas.

Utilización

Las praderas pueden ser utilizadas para producción de heno, ensilado y pastoreo. Es importante que antes del primer corte o pastoreo haya pasado un tiempo mayor de 80 días para que la planta haya generado un buen sistema radicular que le permita el rebrote exitoso. Se recomienda la utilización de estos pastos previo al espigamiento (28 a 35 días de rebrote).

Sandía

Preparación del terreno

La preparación del terreno se inicia con un barbecho cuando el tipo de suelo es arcillosa o se encuentra demasiado compactado. Si el suelo no presenta estas condiciones un par de pasos de rastra en forma cruzada es suficiente. La nivelación permite un manejo adecuado del agua, una germinación uniforme y evitan pudriciones de la planta.

Época de siembra

Del 15 de enero al 15 de mayo: Charleston gray, Garrisonian, Peacock, Paradise, HMX-5911, Early jubilee, Peacock improved, XPH5078 y Sangría. Del 15 de agosto al 15 de noviembre: Jubilation, Oasis, Paradise, HMX-5911, Peacock, Early jubilee, Peacock improved y Sangría .

Método de siembra

El ancho de camas para siembra es de 2.4 metros si se siembra una sola hilera y de 4.0 metros si se establecen dos. Cuando se utilice riego por gravedad, depositar la semilla a un costado del surco; previamente ésta debe mezclarse con un kilogramo de Captan más 250 gramos de Arazán 75. Si la siembra es en seco, depositar la semilla entre 3.0 y 4.0 centímetros y en húmedo de 6.0 a 7.0 centímetros de profundidad. Para la germinación de semilla sembrada en seco es necesario dar un riego ligero, a fin de que el agua llegue por trasporo y se evite con ello la pudrición de las mismas. Si el sistema de riego

es por goteo, sembrar al centro de la cama, arriba de donde se instaló la cinta de riego, recomendando ésta a una profundidad de 20 centímetros.

Variedades

Híbridos y variedades de sandía sugeridas para el Valle de Santo Domingo, B.C.S.

Híbrido o variedad Días a cosecha

Color externo Tamaño

Charleston Gray 90 Verde claro Grande alargada

Garrisonian 95 Verde claro Grande

Peacock Improved 90 Verde oscuro Mediano

XPH–5078 90 Verde oscuro Grande

Jubilation 100 Verde claro Mediano

Oasis 85 Verde Mediano redonda

Paradise 85 Rayado Grande

HMX–5911 90 Verde rayado Mediano

Early Jubilee 100 Verde rayado Muy grande

Peacock 90 Verde oscuro Mediano

Allsweet 95 Verde claro Mediano

Peacock WR - 60 105 Verde oscuro Mediano

Picnic 100 Verde oscuro Mediano redonda

Tiffany 90 Verde claro Mediano redonda

Sangría 90 Verde rayado Mediano redonda

Densidad de siembra

Sembrar de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea de semilla dependiendo de la variedad, para lograr una población de 8,300 plantas por hectárea. Sembrar dos semillas cada 0.50 metros de separación; después desahijar o aclarear el plantío a los 40 días de emergidas las plantas, dejando la más vigorosa.

Fertilización

Antes de la siembra se recomienda efectuar un análisis de suelo y agua para conocer las condiciones de los mismos. En caso de no realizar análisis de suelo se sugiere aplicar 200 kilogramos de Nitrógeno y 50 de Fósforo por hectárea, aplicando la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo a la siembra, y la otra mitad del Nitrógeno antes de la floración. La fertilización se debe hacer a una profundidad de 10 centímetros y a la misma distancia hacia un lado de la semilla o planta. En el caso de riego por goteo, la fertilización puede iniciarse cuando el cultivo esté en la etapa de plántula y concluirla antes del primer corte. Si se realiza algún análisis foliar se puede ajustar la dosis.

Riego

Cuando se trata de riego por gravedad, éstos deben ser ligeros y frecuentes, ya que los encharcamientos promueven enfermedades. La longitud máxima de las camas de siembra debe ser de 100 metros. Para hacer una mejor utilización del agua, se consideran ocho riegos que varían según las condiciones ambientales, el tipo de suelo y la variedad, con una lámina total de 64 centímetros, distribuidos de la siguiente manera: riego de siembra 16 centímetros, los tres primeros riegos de auxilio 8.0 centímetros y los cuatro siguientes de 6.0 centímetros, cada uno. Con el sistema de riego por goteo se han obtenido buenos resultados al regar cada tercer día. Para el ciclo completo se requieren 65 riegos con una lámina total de 35 centímetros.

Labores de cultivo

Un plantío libre de maleza tiene menor incidencia de plagas y aprovecha todo el fertilizante y agua. Realizar el primer cultivo 45 días después de que han emergido las plantas y el segundo 15 días después del primero, antes del inicio de formación de guías. La labor agrícola se debe hacer con precaución, procurando no lastimar raíces ni guías. Cuando las guías invaden el surco, deben levantarse hacia la parte superior de la cama, siguiendo la curva natural de su crecimiento.

Control de maleza

• Escoger un terreno libre o con poca maleza, especialmente para el caso de especies perennes. Sembrar en húmedo para destruir antes de la siembra, la maleza que emerge con el riego.

• Aplicación en banda de Bensulide 48% de 7.0-9.0 litros por hectárea, en presiembra antes del riego de aniego, incorporado de 3.0 a 5.0 centímetros de profundidad.

• Aplicación de Trifuralina 44.5% de 1.2-2.0 litros por hectárea, en aspersión dirigida a la base de las plantas del cultivo y preemergente a la maleza. La dosis puede disminuirse en aplicación en banda. Controla maleza de hoja ancha y angosta anual.

• Aplicar DCPA 75% de 7.0 a 9.0 kilogramos por hectárea en banda 4 a 5 semanas después de la siembra, preemergente a la maleza. Controla maleza de hoja angosta y ancha anual.

• Realizar dos cultivos mecánicos en el fondo del surco.

• En caso de no utilizar control químico se necesitan un promedio de tres deshierbes manuales.

Control de plagas

• Seleccionar un terreno alejado de áreas de cultivo con plagas comunes como alfalfa y algunas hortalizas, principalmente cucurbitáceas.

• Usar el control biológico

• Para reducir la presencia de gusano trozador y saltarín se recomienda no sembrar en terrenos arenosos y/o donde anteriormente se han tenido altas incidencias de estos insectos, o en socas de cultivos hospederos (sorgo, maíz, trigo, garbanzo, etcétera).

• El control químico de gusano trozador y saltarín se sugiere realizarlo con carbaril cebo 2%, 60 kilogramos por hectárea; Carbofurán 5%, de 20 a 25 kilogramos por hectárea; Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.

• Para plagas de inicio de temporada como grillo, pulga saltona y diabrótica, se sugiere aplicar Gusatión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 kilogramos; Carbaril 80%, de 1.0 a 1.5 kilogramos;

Malatión 84%, de 0.6 a 0.75 kilogramos; Paratión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.

• Para minador de la hoja aplicar Etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea; Dimetoato 38%, de 0.8 a 1.0 litro por hectárea o Diazinón 25% de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al registrar un daño de 25% o mayor y alta presencia de adultos, a las horas de mayor actividad del adulto

• En caso de gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%, de 1.0 a 2.5 kilogramos por hectárea; Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Metomil 90%, de 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea o Clorpirifos 48%, 1.2 litros por hectárea, al observar 6 o más larvas menores de tercer estadío en 10 plantas y daño presente.

• En presiembra rastrear la maleza 20 metros o más alrededor del cultivo para eliminar hospederos de pulgón y mosca blanca, principalmente. Establecer antes del cultivo barreras trampa de sorgo sudán o maíz.

• El control químico de pulgón y mosca blanca se sugiere realizarlo con Endosulfán 35%, de 1.5 a 2.5 litros por hectárea; Mevinfós 47%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; Diazinón 25%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea o Dimetoato 38%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al detectar las poblaciones arribantes de la pulga y/o primeras plantas de los márgenes con adultos.

• Para control de gusano barrenador del fruto y guía, emplear Metomilo 90, de 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.75 a1.5 litros por hectárea; Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Fenvalerato 11.1%, de 0.8 a 1.0 litro por hectárea, al encontrar cinco larvas en 100 hojas y/o al observar los primeros frutos dañados.

Control de enfermedades

• El cultivo no debe establecerse cercano a superficies con otros cultivos infectados, especialmente si se trata de cucurbitáceas.

• El manejo apropiado de los insectos vectores como pulgón y mosca blanca, además de chicharritas y en ocasiones

diabróticas y mosca minadora, en la forma ya indicada, reducen el riesgo de que se presenten enfermedades virales.

• El uso de microtúneles es la técnica más efectiva para prevenir la presencia de virus.

• Inmediatamente después de la nacencia se pueden eliminar plantas con marcados síntomas virales, quemarlas y enterrarlas.

• Para la cenicilla, aplicar clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos; Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Triadimefón 25, de 0.4 a 0.5 litros por hectárea, con síntomas y/o condiciones de nublados, rocíos y temperaturas altas.

• Eliminar plantas silvestres hospederas (meloncillo o melón coyote) dentro del cultivo y/o alrededor, lo mismo que para mildiu.

• Para mildiu, utilizar Anilazina 50%, de 2.0 a 4.0 kilogramos; folpet 52%, de 2.5 a 3.5 kilogramos o Captafol 50%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea, al aparecer primeros síntomas y/o condiciones de alta humedad relativa. Se puede utilizar azufre.

• La mancha foliar se puede controlar con Anilazina 50%, de 2.0 a 4.0 kilogramos; Clorotalonil 75%, de 2.5 a 3.0 kilogramos por hectárea o Mancozeb 33%, de 3.0 a 5.0 litros por hectárea. Aplicar al aparecer primeros síntomas y/o condiciones de alta humedad relativa y temperatura superior a 22 ºC.

• En caso de presencia de antracnosis emplear Anilazina 50%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o azufre 52%, de 2.5 a 3.0 litros por hectárea, al observar primeros síntomas en primeras hojas y/o condiciones de alta humedad relativa y temperaturas altas.

• Damping off o marchitez de plántulas: emplear Carbendazim 50%, 0.5 gramos en 500 mililitros de agua al aparecer primeros síntomas, a intervalos semanales.

• En caso de marchitez de plántulas y mancha foliar, debe dejarse de establecer este cultivo por varios años.

• En caso de antracnosis, mildiu y marchitez de plántulas, se sugiere primero que nada utilizar variedades o híbridos tolerantes.

• Sembrar dentro de las fechas recomendadas, empleando variedades sugeridas .

Cosecha

Puede realizarse cuando comiencen a desaparecer las venas que se encuentren en la parte superficial del fruto. Esto sucede de los 85 a los 100 días aproximadamente, después de la siembra; una vez iniciada la cosecha se recomienda efectuar cortes cada 5 días.

Jesús Navejas Jiménez

Sorgo

Preparación del terreno

Barbechar a 20 centímetros de profundidad y dar uno o dos pasos de rastra para mullir el suelo; después nivelar el terreno para lograr uniformidad en la germinación del cultivo y ahorro en el agua de riego.

Época de siembra

La mejor época está comprendida del 15 de febrero al 31 de marzo, correspondiendo al mes de mazo los mayores rendimientos.

Híbridos y variedades

Los materiales sugeridos para el valle de Santo Domingo son los siguientes: 85G47, 86P42, 8282, 82G10, Diamante y Ámbar.

Método y densidad de siembra

La siembra se realiza en surcos, en seco o húmedo y en el lomo del surco o en el fondo del mismo. Sea cual sea el método que se use, sembrar a una profundidad uniforme; en suelo seco depositar la semilla a 3.0 a 4.0 centímetros de profundidad y en tierra húmeda a 6.0 a 7.0 centímetros. Para variedades o híbridos tardíos, la distancia entre surcos debe ser de 70 a 75 centímetros, y para híbridos precoces y semi-precoces, de 60 a 65 centímetros. De los sorgos tardíos utilizar de 10 a 12 kilogramos por hectárea de semilla, y de los precoces y semi-precoces de 12 a 15 kilogramos por hectárea; en ambos casos, la separación entre plantas debe ser de 5.0 centímetros.

Fertilización

Aplicar de 120 a 140 kilogramos por hectárea de Nitrógeno, al momento de la siembra. En ocasiones, particularmente durante las primeras etapas de desarrollo, el cultivo de sorgo en esta región presenta un amarillamiento o clorosis en las hojas debido a una deficiencia de fierro; para corregir esta deficiencia es necesario:

• Dar uno o dos pasos con cultivadora.

• Aplicar al follaje una solución de sulfato ferroso al 2.5% la cual se prepara disolviendo 2.5 kilogramo de sulfato ferroso en 100 litros de agua; para esto se debe considerar lo siguiente: agregar un dispersante a la solución, ya que si no se adiciona las hojas reaccionarán únicamente con puntos verdes; hacer las aplicaciones antes de las ocho de la mañana para evitar quemaduras en el follaje. El sulfato ferroso debe presentar un color verde; cuando presenta un color amarillo o café, ya está oxidado y no sirve para asperjar al follaje. La solución debe preparase cuando se vaya a utilizar y nunca quedar de un día para otro. Aplicar al follaje quelatos de fierro, en dosis de 1.5 kilogramos disueltos en 100 litros de agua por hectárea.

Riego

El periodo de riego está comprendido desde la floración hasta la formación del grano, ya que ésta es la etapa crítica de la planta. Generalmente cuatro riegos aplicados a los 30, 60, 80 y 95 días después de la germinación son suficientes para lograr buenos resultados.

Labores de cultivo

Mantener el cultivo libre de maleza, sobre todo hasta que la planta alcance 40 centímetros de altura, ya sea por medios mecánicos o con herbicidas. La siembra en húmedo disminuye el problema de malas hierbas. Dar 2 pasos con cultivadora y luego abrir surcos para poder regar. Los pasos con cultivadora deben ser superficiales para no dañar el sistema radicular de la planta.

Control de plagas

La principal plaga de este cultivo en la región es la mosquita del sorgo. El ataque lo causan directamente las larvas que se alimentan del endospermo del grano, devoran todo el contenido y provocan su avanamiento completo. Entre los métodos de control sugeridos, destacan las medidas culturales, las cuales consisten en realizar las siembras del sorgo en un periodo más corto, ya que en cultivos con floraciones más uniformes, es menor el número de generaciones de mosquita. Otras medidas son sembrar dentro de la época indicada y destruir los zacates silvestres que pueden servir de hospederos cuando el sorgo aún no ha iniciado su floración o después de la cosecha de éste. El combate químico se puede realizar con los siguientes productos: Diazinón 25%, un litro por hectárea; Sevín 80%, 1.5 kilogramos por hectárea; Lorsban 480, 0.75 a un litro por hectárea. Las aplicaciones deben hacerse cuando se inicia la floración y se encuentran las mosquitas alrededor de la panoja, sobre todo en siembras tardías.

Otra plaga de importancia económica en la región es el gusano saltarín, el cual se presenta generalmente en siembras tardías de primavera y en todas las de verano. La mayor incidencia ocurre cuando el cultivo anterior fue sorgo. Como control preventivo se sugiere hacer aplicaciones de Lorsban, a razón de 1.5 litros por hectárea al suelo, al momento de tapar humedad.

Control de enfermedades

Debido a las condiciones climatológicas imperantes en el Valle de Santo Domingo, el sorgo es poco atacado por enfermedades que requieran de un control químico.

Cosecha

Para la realización de esta labor se debe utilizar de preferencia trilladora motocombinada, y cosechar cuando el grano se encuentre seco.

Jesús Navejas Jiménez

Sorgo forrajero

Preparación del terreno

Concuerda con las labores descritas para sorgo en el apartado de cultivos de grano en la presente publicación.

Variedades

Supersweet, Silo miel, Pampa verde, Selva amazónica, Sorgos nervadura café (bmr).

Época de siembra

La época de siembra determina el número de cortes factibles de realizar. Con siembras del 15 de febrero al 15 de abril se pueden realizar de uno a tres cortes, mientras que las siembras del 15 de marzo al 15 de abril, permiten tan sólo dos cortes.

Método de siembra

Se recomienda sembrar en surcos separados a 80 centímetros, depositando la semilla a chorrillo en el lomo del surco, con sembradora de botes previamente calibrada. Se puede sembrar en suelo seco y depositar la semilla a 3.0 centímetros de profundidad o en suelo húmedo a una profundidad de 5 a 7 centímetros.

Densidad de siembra

La cantidad óptima de semilla es de 15 a 18 kilogramos por hectárea, con lo cual se obtiene una buena población de plantas.

Riego

El sorgo forrajero requiere de tres riegos para lograr buenos rendimientos. Al establecimiento se aplica el riego de presiembra o “aniego”, luego un auxilio a los 35 días y el segundo auxilio a los 25 días después del primero. Enseguida de cada corte se aplica el riego de rebrote, luego dos auxilios con intervalos de 25 y 20 días.

Fertilización

Se recomienda aplicar al momento de la siembra 60 kilogramo porhectárea de Nitrógeno más 40 kilogramos de Fósforo, posteriormente aplicar 50 kilogramos de Nitrógeno al encañe y otros 50 kilogramos al espigamiento; después de cada corte aplicar 60 kilogramos por hectárea de Nitrógeno.

Recomendaciones para el control de plagas en sorgo en el

Valle de Santo Domingo

Plaga Producto y dosis/hectárea

Gusano trozador y saltarín

Diabróticas, chapulines y pulga saltona

Gusano cogollero

Carbofurán 300 s.a., 3.0 kilogramos;

Clorpirifos 2%, 9.0 kilogramos

Malatión 84% ce, 1.0 l;

Carbaril 80 ph, 1.0 a 1.5 kilogramos; Carbofurán 5% g, 40 kilogramos.

Metomil 90% ps, 0.4 a 0.6 kilogramos;

Carbaril 80% ph, 1.0 l; Bacillus thuringiensis Var.Kurstaki, 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea.

Época deaplicación

Aplicación en banda al momento de la siembra en suelos infestados.

Con un 15% de daño y cultivo menor a 15 centímetros de altura con alta presencia de insectos.

Después de los primeros 40 días del cultivo.

Pulgones

Omeotato 93% ls, 0.3 a 0.4 l;

Diazinón 25% ce, 1.0 a 1.5 l.

Al observar un 25 por ciento de plantas infestadas y presencia de fumagina.

Se recomienda no aplicar insecticidas al menos 15 días antes del corte del forraje.

Control de maleza

Se recomienda mantener al cultivo libre de malas hierbas durante los primeros 40 días del cultivo, para lo cual es conveniente dar un paso de cultivadora a los 20 días después de la siembra y a los 15 días en los rebrotes. En ambos casos las escardas serán previas al riego correspondiente.

Si la presencia de maleza es fuerte, se puede aplicar un herbicida específico para hoja ancha como el 2,4-D amina 6, en dosis de un litro por hectárea o bien 2,4-D amina 4, 1.5 litros por hectárea, cuando el cultivo tenga de 20 a 25 días de nacido.

Control de enfermedades

Este cultivo no se presenta enfermedades de importancia económica; sin embargo, como medida preventiva se recomienda el uso de semilla certificada, sembrar en la fecha indicada y utilizar los insumos y dosis señalados.

Cosecha

El sorgo forrajero se puede utilizar de diversas maneras según el interés del productor.

Ensilaje: La etapa adecuada es cuando se encuentre en grano lechoso-masoso.

Empaque: Cuando las plantas se encuentren en inicio de floración.

Pastoreo: Iniciarlo cuando las plantas alcancen un metro de altura hasta antes del espigamiento.

El sorgo produce ácido cianhídrico que puede causar intoxicación en el ganado que lo consume. Por lo anterior, se recomienda no pastorear o cortar a una altura menor de 60 centímetros. Si las plantas han sufrido sequía o heladas, existe al peligro antes señalado, por lo que se debe utilizar hasta que las plantas se recuperen después del riego o bien cuando se sequen completamente.

Tomate

Preparación del terreno

Realizar el barbecho si el terreno está muy compactado; enseguida uno o dos pasos de rastra para eliminar los terrones y finalmente nivelar para manejar eficientemente el agua de riego. Si el terreno no presenta estas características, los pasos de rastra son suficientes.

Variedades

Para la obtención de altos rendimientos y mejor calidad, se recomiendan las variedades siguientes: 3705 toro, Glista, Río Grande, Cal “J” Uc 97-b, Río Colorado supermarmandi, Royal chico VFN, Spectrum 579, Río fuerte, Colonial salamech II, Contessa el rey, Nápoli VF OMX 8586, Laredo retador e IMY-8566 .

Época de siembra

Si las condiciones de frío lo permiten, la época óptima de siembra comprende del 15 de febrero al 15 de abril y en el verano-otoño del 1º de agosto al 15 de octubre.

Método de siembra

La siembra puede hacerse en forma directa o por trasplante; en el primer caso las plantas se desarrollan más rápidamente. La separación entre plantas debe ser de 30 centímetros en el sistema de piso y 20 centímetros para el sistema de vara; la distancia entre surcos

es de 1.80 metros para ambos casos. Para disminuir el daño que el sol causa a los frutos, los surcos se deben orientar de este a oeste. La producción de plántulas en charolas requiere aproximadamente 100 gramos de semilla para una hectárea; el trasplante se lleva a cabo a los 30-35 días después de la siembra en las charolas.

Densidad de siembra

En siembra directa se utilizan 2.0 kilogramos de semilla por hectárea, depositándola a 2.0 centímetros de profundidad sobre el terreno seco y entre 5.0 y 7.0 centímetros en suelo húmedo. Para almácigos se siembran 2.0 gramos por cada 10 metros lineales, en seco o húmedo, a la misma profundidad que para el sistema directo, ocupándose 400 gramos de semilla para plantar una hectárea.

Riego

El riego de siembra debe ser lento para que la humedad llegue a la semilla por trasporo ya que de lo contrario se forma una costra dura que dificulta la nacencia. Se sugieren nueve riegos ligeros y constantes, para evitar que la planta sufra por sequía. Los surcos no deben ser mayores de 100 metros de longitud, para facilitar el manejo de agua y evitar de este modo los encharcamientos en las cabeceras, que son dañinas al tomate. Con este sistema se aplican un total de 85 centímetros de lámina. En siembras con riego por goteo se sugiere regar cada tres días, aplicando el 70% de la lámina evaporada, con una lámina total de 46 centímetros.

Fertilización

Realizar análisis de suelo para conocer la cantidad de nutrimentos en el suelo. En caso de que no se haga el análisis se sugiere aplicar 200 kilogramos de Nitrógeno, 100 kilogramos de Fósforo y 200 kilogramos de Potasio por hectárea en la forma siguiente: el Nitrógeno y el Fósforo distribuirlos desde el estado de plántula hasta el inicio del primer corte; el Potasio desde la aparición de la floración hasta el inicio del corte. Si cuenta con equipo de goteo distribuirlo a través del sistema y en forma más fraccionada. La dosis de fertilizante será mayor al utilizar híbridos, que son más productivos y más caros, y más

demandantes de nutrimentos y de insumos en general. Finalmente, la fertilización puede ser ajustada con base en los resultados de análisis foliar que se pueden realizar en el ciclo, y puede ser vía foliar y al suelo las aplicaciones de los fertilizantes.

Labores de cultivo

Las labores de cultivo se pueden realizar con maquinaria o manualmente; la primera debe ser entre la primera y segunda semana después del trasplante o después del desahije. Las siguientes labores serán con maquinaria. El raleo se efectúa cuando las plantas tienen una altura de 10 a 15 centímetros; es decir, aproximadamente a los 30 días después de nacido el cultivo, dejando una sola planta por cepa.

Estacado

En el caso del tomate de vara se sugiere poner el estacado antes de que inicie la floración. Los estacones se clavan a 4 metros de distancia, las varas se amarran verticalmente del alambre que está tendido en los extremos superiores de los estacones. El diámetro de los estacones debe ser de 4.0 centímetros por lo menos y una longitud de 2.0 a 2.5 metros, mientras que el diámetro de las varas debe ser como mínimo de 2.0 centímetros. El primer amarre se hace a 25 a 30 centímetros de altura del suelo y los siguientes, cada vez que la planta lo requiera.

Poda

En variedades de crecimiento determinado e indeterminado se requiere llevar a cabo el desbrote y eliminación de chupones que crecen debajo de la primera horqueta, formada por el tallo principal y la rama secundaria que sale debajo del primer racimo floral.

Control de malezas

En el siguiente cuadro se muestra el control químico de malezas.

Control químico de maleza en tomate en el Valle de Santo Domingo

Producto Dosis/ hectárea* Época de aplicación

Trifluralina

44.5% 1.2 a 1.4 l Aplicación incorporada seis semanas antes del transplante.

Metribuzín 70% 0.4 a 0.5 kilogramo

DCPA 75% 10 a 12 kilogramo

Aplicación antes del transplante en terreno húmedo o en postransplante 10 a 12 días después. Aplicación al cierre del cultivo. No aplicar en suelos arenosos y con exceso de sales.

Aplicación de dos a cuatro semanas después del transplante. Aplicar en húmedo

Maleza que combate

Maleza anual de hoja ancha y angosta.

Controla principalmente

maleza de hoja ancha, incluyendo malva y zacates menores de 5.0 cm de altura.

Maleza anual de hoja ancha y angosta.

* La dosis sugerida es en aplicación total, pero se puede aplicar en banda para reducir la cantidad de herbicida a emplear y el costo.

Control de plagas

Control químico de plagas del tomate en el Valle de Santo Domingo

Plaga Producto y dosis/hectárea

Diabróticas y pulga saltona

Gusano trozador, grillos y chapulines

Mosca minadora

Malatión 84%, 0.7 a 1.0 litros; Malatión 4%, 10 a 15 kilogramos; Diazinón 25%, 1.0 a 1.5 litros;

Carbaril cebo 2%, 60 kilogramos; Triclorfón cebo 2%, 50 kilogramos;

Carbaril 7.5% + Paratión Metílico 2%, 10 + 15 kilogramos.

Etión 48%, 1.0 a 1.5 litros; Abamectina 1.8, 0.75 a 1.0 litros; Diazinón 25%, 1.0 a 1.5 litros; Mevinfós 47%, 0.7 a 1.0 litros;

Época de aplicación

Con daño del 10% o mayor y alta presencia de adultos. Hasta que el cultivo alcance los 20 centímetros de altura.

Al observar plantas con daño en el tallo y presencia del insecto, hasta que el cultivo alcance de 15 a 20 centímetros de altura.

Con un 25% de daño o más y/o con un número elevado de prepupas/trampa por día, de acuerdo al desarrollo del cultivo.

Plaga Producto y dosis/hectárea Época de aplicación

Gusano del fruto

Mismos productos anteriores A partir de floración y hasta que haya frutos verdes, aplicar al encontrar 15 huevecillos en 100 hojas tomadas al azar.

Gusano soldado y gusano falso medidor

Mosca blanca y pulgón

Bacillus thuringiensis var.

Kurstaki 75%, 0.7 a 1.0 kilogramos;

Clorpirifos 48%, 1.5 a 2.0 litros;

Metomilo 90%, 0.4 a 0.6 kilogramos;

Permetrina 34%, 0.4 a 0.6 litros;

Endosulfán 35%, 1.5 a 2.5 litros;

Dicofol 25% + Dimetoato 38%, 1.5 + 1.0 litros;

Mevinfós* 47%, 0.75 a 1.0 litros;

Oxamil 24%, 2.0 a 4.0 litros;

Monocrotofós 56% + Paratión

Metílico 50%, 0.75 + 1.0 litros.

Gusano alfiler

Abamectina 1.8%, 0.75 a 1.0 litros;

Tiocyclamhidrogenoxalato 5%, 0.6 a 0.7 kilogramos;

Fenvalerato 11%, 0.4 a 0.6 litros;

Metomilo 90%, 0.4 a 0.6 litros; Permetrina 34%, 0.4 a 0.6 litros; Bacillus thuringiensis** var. Kurstaki 75%, 0.75 a 1.0 kilogramos.

* Prohibido aplicarlo en forma terrestre.

Aplicar en larvas recién emergidas, al encontrar dos o más por metro lineal. A partir de la fructificación, con una o más larvas de gusano soldado ya que frecuentemente se alimenta del fruto.

Utilizar el trampeo y más medidas sugeridas para evitar altas incidencias. Aplicar al detectar los arribos de la plaga en trampas amarillas con pegamento.

Utilizar trampas con feromonas y aplicar al registrar 10 adultos/ trampa por semana. En el caso de larvas, muestrear los surcos 1, 5 y 10 en dos márgenes del lote, inspeccionando cada 10 m una planta completa. Aplicar al obtener una o más larvas por cada tres plantas revisadas.

** Se recomienda al observarse las primeras larvas y no haya frutos mayores de 3.0 cm de diámetro.

Nota: utilizar además el control biológico.

Control de enfermedades

Sugerencias para el control químico de las enfermedades del tomate en el Valle de Santo Domingo, B.C.S.

Nombre común

Secadera de plantas (damping off)

Mancha bacteriana

Tizón temprano

Tizón tardío

Producto químico y dosis/hectárea

• Captan 50%, 2.0 a 3.0 kilogramos;

• Oxicloruro de Cobre 85% + Maneb 80%, 3.0 + 2.0 kilogramos

• Sulfato tribásico de Cobre 93%, 20 kilogramo/100 litros de agua

• Hidróxido cúprico 70%, 1.5 a 2.0 kilogramos;

• Sulfato de Cobre 50%, 2.0 a 4.0 kilogramos

• Oxicloruro de cobre 85% + Maneb 80%, 3.0 + 2.0 kilogramos;

• Mancozeb 62% + sulfato de Cobre 93%, 0.5 + 3.0 kilogramos

• Anilazina 50%, 2.0 a 2.5 kilogramos;

• Clorotalonil 75%, 2.0 a 2.5 kilogramos;

• Oxicloruro de Cobre 85% + Maneb 80%, 3.0 + 3.0 kilogramos;

• Captan 50%, 30 a 40 gramos por litro de agua*

• Anilazina 50%, 2.0 a 2.5 kilogramos;

• Oxido cuproso 50%, 2.0 a 3.0 kilogramos;

• Maneb 80%, 2.0 a 3.0 kilogramos;

• Mancozeb 33%, 3.0 a 5.0 litros;

Época de aplicación

Aplicar al observar las primeras plantas afectadas y repetir en condiciones de alta humedad y temperatura

Al observar las primeras plantas con síntomas. Repetir si hay días nublados y temperaturas entre 25 y 29ºC.

Tratamiento a la semilla

Aplicar al registrarse días lluviosos o húmedos con temperaturas de 24ºC. Repetir a intervalos de siete a 10 días si persisten las condiciones climáticas y/o con plantas enfermas. Tratamiento a semilla

Aplicación preventiva con humedad relativa alta y temperaturas bajas, entre 12 y 15ºC. Repetir si persisten las condiciones climáticas y/o si está presente la enfermedad

Nombre común

Moho de la hoja

Cenicilla

Enfermedades virales del tomate. Virus mosaico del pepino

Producto químico y dosis/hectárea

• Maneb 80%, 2.0 a 3.0 kilogramos;

• Captafol 50%, 1.0 a 1.5 kilogramos;

• Carbendazim 50%, 0.4 a 0.5 kilogramos;

• Benomilo 50%, 0.4 a 0.5 kilogramos;

• Maneb 80% + Carbendazim 50%, 2.0 + 0.4 kilogramos

• Azufre 93%, 4.0 a 6.0 kilogramos;

• Benomilo 50%, 3.0 a 5.0 kilogramos;

• Clorotalonil 75%, 2.0 a 2.5 kilogramos.

Época de aplicación

Aplicar al observar los primeros síntomas y repetir con condiciones de alta humedad relativa y temperatura de 22ºC con la enfermedad presente

Aplicar al observar las primeras lesiones y/o con condiciones de alta temperatura y baja humedad relativa

Implementar todas las medidas preventivas sugeridas para su control. Combatir eficientemente los factores que la propician

Cosecha

El grado de madurez del fruto al cosecharse está determinado por las condiciones y necesidades de comercialización. Normalmente, cuando la producción se transporta largas distancias, la cosecha se realiza cuando el fruto ha formado en su base una estrella de color crema o cuando todo el fruto se empieza a tornar de color crema. Para el consumo local la cosecha se hace cuando el fruto empieza a tomar un color rojo.

Tomatillo

Preparación del terreno

Para la siembra de tomatillo es necesario realizar un barbecho de 25 centímetros de profundidad, dos pasos de rastra y una nivelación con flote o escrepa.

Variedades

Para el Valle de Santo Domingo se sugieren tres variedades con amplio rango de adaptación y buen potencial de rendimiento: Esmeralda, Santo Tomás y Criollo.

Época de siembra

Los mejores rendimientos se logran en el periodo comprendido del 1º de agosto al 30 de marzo.

Método de siembra

El establecimiento de este cultivo generalmente es en forma directa, también se puede establecer mediante transplante, aunque esto eleva los costos de producción; la siembra directa es rápida y práctica utilizando sembradora de precisión, para ello se forman camas de 1.60 metros, plantando en el costado del surco y éstos no deben pasar de 100 metros de longitud. En el caso de utilizar riego por goteo la siembra se realiza al centro de las camas de 1.60 metros de ancho.

Almácigo: La siembra se hace en rayas espaciadas a 10 centímetros, colocando la semilla a chorrillo a 1.0 centímetro de pro -

fundidad. Para trasplantar una hectárea se requiere 40 metros cuadrados de almácigo, para lo cual se utilizan 500 gramos de semilla. También pueden utilizarse charolas. Durante el almácigo hay que fertilizar en 2 ocasiones con Nitrógeno: una a la siembra y la otra a los 20 días. Debe mantenerse humedad constante procurando realizar aplicaciones de agroquímicos para mantener libre de plagas y prevenir enfermedades.

Siembra directa: Para la siembra directa del tomatillo se requiere de una buena preparación del terreno, utilizando 2.0 kilogramos por hectárea de semilla, en camas de 1.60 metros de ancho y 30 a 40 centímetros entre plantas.

Época de trasplante

El trasplante debe realizarse cuando las plantas tengan entre 8.0 y 10 centímetros de altura; también, es en esta etapa cuando debe realizarse el aclareo, procurando dejar la planta de mayor vigor; esto sucede a los 30 ó 35 días después de la siembra. Es conveniente dejar una planta cada 40 centímetros, aunque también existen buenos resultados cuando se dejan dos plantas.

Riego

Cuando se realiza el riego por gravedad éste debe ser ligero, pues la humedad debe llegar a la semilla y a las plantas por trasporo para evitar pudriciones. El primer riego se aplica al momento del trasplante, cuando se obtiene la planta por almácigo, luego un riego a los 3 ó 4 días; el tercero 8 días después del segundo y del cuarto en adelante se sugiere darlos con intervalos de 8 a 15 días. En la etapa de fructificación los riegos deben realizarse con más frecuencia, dependiendo de las condiciones ambientales y de las características del suelo. El ciclo del cultivo termina con cinco o siete riegos ligeros con una lámina total de 58 centímetros.

Los riegos aplicados por goteo se realizan cada tres días, con una duración de 3 a 4 horas; conforme avanza el desarrollo de la planta, debe aumentarse el tiempo de riego a 5 horas cada tercer día, dependiendo del clima y variedad. Se aplican de 55 a 60 riegos en todo el ciclo del tomatillo, con una lámina total de 34 centímetros.

Labores de cultivo

Cuando la siembra es en forma directa es importante iniciar las escardas después del desahije. La primera es en trasplante y la segunda al inicio de floración. Se sugiere un deshierbe manual para eliminar la maleza que la cultivadora no alcanza a cortar.

Fertilización

Se recomienda llevar a cabo análisis de suelo antes de sembrar para conocer la cantidad de nutrimentos existentes en el mismo. Si no se hace análisis se sugiere fertilizar con la formula 100-40-00 dividida en dos etapas: la primera al trasplante o en siembra directa, adicionando la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo; el resto del Nitrógeno al momento de floración. Una forma de ajustar la dosis de fertilización es realizando análisis foliar al cultivo.

Control de plagas

Sugerencias para el control químico de plagas del tomatillo en el Valle de Santo Domingo

Gusano trozador

Diabróticas y pulga saltona

Carbaril cebo 2%

Triclorfón cebo 2%

Carbaril 7.5% +

Paratión Metílico 2%

60 kg

50 kg

10 + 15 kg

Mosca minadora

Malatión 84%

Malatión 4%

Diazinón 25%

Metamidofós

Etión 48%

Diazinón 25%

Mevinfós 47%*

Dimetoato 38%

0.7 a 1.0 l

10 a 15 kg

1.0 a 1.5 l 1.0 a 1.5 l

1.0 a 1.5 l 1.0 a 1.5 l 0.75 a 1.0 l 1.0 a 1.5 l

Al observar plantas con daño en el tallo y presencia del insecto, hasta que el cultivo alcance de 15 a 20 cm de altura.

Al observar daño mayor a 10% y alta presencia de de adultos, hasta que el cultivo alcance los 20 cm de altura.

Con 25% de daño o mayor o con número elevado de prepupas por trampa, de acuerdo al desarrollo del cultivo.

Mosca blanca, pulgón y chicharrita

G. soldado y falso medidor

Mevinfós 47%*

Diazinón 25%

Dimetoato 38% +

Dicofol 25%

Endosulfán 35%

Clorpirifos 48%

B. Thuringiensis

var. Kurstaki 75%

Metomil 90%

Metamidofós 50%

Gusano del fruto Barrenador del fruto

B. thuringiensis var.

Kurstaki 75%

Clorpirifos 48%

Monocrotofós 56%

Fenvalerato 11%

* Prohibida su aplicación en forma terrestre.

Control de enfermedades

0.75 a 1.0 l

1.5 a 2.0 l 1.0 + 1.5 l

1.5 a 2.5 l

1.0 a 2.0 l

0.75 a 1.0 kg

0.4 a 0.6 kg

0.75 a 1.0 kg

1.0 a 2.0 l 1.0 a 1.5 l 1.0 a 1.5 l

Época de aplicación

Al observar el arribo de de la plaga al cultivo (utilizar trampas amarillas).

Al observar huevecillos por eclosionar o larvas de primeros estadios. Aplicar con tres larvas promedio por metro lineal o más.

A partir de la floración y formación de frutos. A la eclosión de huevecillos con dos o más larvas por metro lineal en promedio.

Sugerencias para el control químico de enfermedades del tomatillo en el Valle de Santo Domingo

Enfermedad Producto Dosis/ hectárea Época de aplicación

Damping off Captan 50%

Metalaxil 58%

Sulfato tribásico de cobre*

Cenicilla

Azufre 50%

Benomilo 50%

Clorotalonil 75%

2.0 a 3.0 kg

1.5 a 2.5 20 gramos por libro de agua

2.0 a 3.0 litros

0.3 a 0.5 kg 2.5 a 3.0 kg

Preventivo: aplicar con alta humedad y temperaturas extremosas. Curativo: al ver las primeras plantas afectadas

* Para tratamiento a la semilla

Al observar los primeros síntomas y repetir si predominan condiciones de alta humedad y temperatura

Enfermedad

Tizón temprano

Captán 50%

Clorotalonil 75%

Anilazina 50%

Captán 50%

Tizón tardío Oxicloruro de cobre

85% + Maneb 80%

Mancozeb 33%

Clorotalonil 75%

2.0 a 3.0 kg

2.5 a 3.0 kilogramos

2.0 a 2.5 kg

30 a 40 gramos por litro de agua

3.0 + 2.0 kg

3.0 a 5.0 litros

2.5 a 3.0 litros

Época de aplicación

Al observar los primeros síntomas y repetir con temperaturas alrededor de 24ºC y alta humedad.

Igual que para tizón temprano. Las condiciones son temperaturas de 12 a 15ºC y alta humedad.

Cosecha

La cosecha debe iniciarse cuando los tres o cuatro primeros frutos de la mayoría de las plantas están maduros; los cortes se continúan cada 10 a 15 días. En un ciclo normal es posible hacer de 6 a 9 cortes.

José A. Cristóbal Navarro Araiza

Trigo

Preparación del terreno

Se sugiere barbechar sólo en caso de contar con terrenos arcillosos o muy duros. En terrenos de textura media, que son los predominantes en el Valle de Santo Domingo, dos pasos de rastra en forma cruzada son suficientes; la adición de un tablón a la rastra permite hacer una nivelación suficiente para la siembra; en terrenos con mayor pendiente una nivelación es de gran importancia para facilitar un buen trazo de riego. El uso de labranza de conservación o labranza mínima es recomendable para abatir costos de producción y lámina de riego.

Variedades

Se recomienda para el Valle de Santo Domingo: de trigo harinero, Tacupeto F-01, Kronstad F-04, Roelfs F- 2007, Tepahui F-09, Villa Juárez F-09, Norteña F-2007 y Onavas F-2009, y de trigo duro Átil C-00, Cevy oro C-08, Cirno C-08 y Patronato oro C-08.

Época de siembra

La fecha de siembra es un factor determinante para la obtención de buenos rendimientos. En la zona agrícola del Distrito de Desarrollo Rural Comondú 002, la época óptima para realizar la siembra del trigo es entre el 25 de noviembre y 25 de diciembre; siembras antes o después de la fecha sugerida pueden ser dañadas durante la época de floración y formación del grano por heladas o altas temperaturas,

respectivamente. En ambos casos el amacollo de las plantas puede reducirse por la presencia de temperaturas altas cuando esta etapa de desarrollo se registra; además, en siembras tardías es común el incremento de enfermedades como roya o chahuixtle y de plagas como el pulgón del follaje.

Método de siembra

Para sembrar trigo el productor dispone de diversos métodos; el tradicional o corrugado, surcos en hileras y camas con cuatro hileras. A continuación se describen estos métodos de siembra, para el establecimiento de trigo en el Valle de Santo Domingo.

Siembras en corrugado: Con el terreno preparado se procede a sembrar en seco, con la sembradora conocida como “drilla” o bien con voleadora. Después se surca con “rejas” de 70 a 80 centímetros de separación dependiendo de la maquinaria disponible, los surcos se forman a una profundidad de 15 centímetros. Surcos con dos hileras: Después de la preparación del terreno, se realiza un surcado con separación de 80 centímetros; sobre el lomo de cada surco se siembran dos hileras separadas a 20 centímetros entre sí.

Camas con cuatro hileras: Después de la preparación del terreno se surca a 70 centímetros, se deposita la semilla sobre el lomo del surco con sembradora de botes con doble salida, dejando de 13 a 15 centímetros entre hilera; posteriormente se aplica el riego para la nacencia. Al momento de realizar el cultivo se abre surco a 1.40 metros para formar la cama de cuatro hileras. En caso de sembrar en húmedo, se surca a 70 centímetros, se riega y se tapa humedad al dar “punto” la tierra. Se siembra en plano, bajo las mismas condiciones descritas para la siembra en seco. Este método de siembra permite ahorro de agua en los riegos de auxilio, disminuyendo la lámina aplicada y la destrucción de malezas en germinación. Se ha demostrado que con los sistemas en hileras se obtienen rendimientos similares e incluso superiores a los obtenidos con los métodos tradicionales. La siembra en hileras presenta las siguientes ventajas: • Ahorro de semilla.

• Aumenta la eficiencia del agua de riego.

• Disminución del problema de acame.

• Mejor manejo del control de maleza y enfermedades.

• Mejor aprovechamiento del fertilizante.

• Reducción de los costos de producción.

Cantidad de semilla para siembra

Para la siembra tradicional en corrugado se recomiendan de 100 a 120 kilogramos por hectárea de semilla, y en surcos a doble hilera de 60 a 70 kilogramos por hectárea. En siembra en camas con cuatro hileras, se sugiere utilizar de 75 a 80 kilogramos por hectárea.

Riego

Es importante atender las necesidades de agua en el cultivo ya que las deficiencias o excesos se reflejan en la reducción y en las ganancias del productor.

En suelos de textura arcillosa se sugiere la aplicación de 4 riegos; 1 de germinación y 3 de auxilio con láminas de 20, 10, 10 y 10 centímetros, respectivamente. Los riegos de auxilio se deben aplicar en las etapas de inicio de encañe, espigamiento y grano lechoso-masoso, lo cual sucede aproximadamente a los 40, 70 y 90 días después de la siembra, respectivamente.

En suelos de textura media, aplicar el aniego y tres riegos auxiliares, con lámina de 20, 12, 12 y 10 centímetros, con auxilios en las etapas de encañe, floración y grano lechoso-masoso, lo que ocurre 40, 73 y 90 días después de la siembra, respectivamente.

Para condiciones de suelo arenoso, aplicar un riego de germinación y cuatro de auxilio con láminas de 20, 12, 12, 12 y 10 centímetros, respectivamente. Los auxilios se deben proporcionar en las etapas de pleno amacollo, embuche, floración y grano lechoso-masoso del cultivo, lo cual sucede aproximadamente a los 35, 50, 70 y 90 días después de la siembra, respectivamente.

Mediante la utilización de los sistemas de siembra en surco en hileras, se logra la aplicación de menores volúmenes de agua, sin provocar reducción en el rendimiento. En el caso del sistema de surco a 80 centímetros con doble hilera es posible aplicar el segundo

riego en forma alterna, reduciendo el volumen de agua aplicada. La siembra de trigo con el sistema de riego por goteo, ha mostrado grandes ventajas sobretodo el ahorro de agua, logrando rendimientos que superan la media regional con una lámina de 34 centímetros.

La siembra puede ser en húmedo o en seco, colocando la cintilla calibre de 6 u 8 mil, al centro de la cama de 1.40 o 1.60 metros de ancho por 100 metros de largo. Luego se procede a sembrar 4 hileras separadas a 20 centímetros entre cada una. Dependiendo del tipo de suelo, condiciones de clima y etapa del cultivo, se aplican los riegos cada 7 a 10 días con 5 a 7 horas cada uno. El mantenimiento del equipo puede realizarse con ácidos para el lavado de la cintilla.

Fertilización

Previo a la siembra realizar un análisis de suelo para conocer las condiciones físicas y químicas del terreno. De no contar con el diagnóstico, aplicar de 160 a 180 kilogramos por hectárea de Nitrógeno y 25 de Fósforo, fraccionando el Nitrógeno en tres partes iguales; a la siembra, antes del primero y al segundo riego de auxilio, y todo el Fósforo a la siembra. En suelos de aluvión utilizar de 150 a 170 kilogramos por hectárea de Nitrógeno. Para siembra en hileras, se reducen cantidades debido a que la fertilización es dirigida a las plantas en forma de chorrillo utilizando fertilizadora de botes. En suelos de textura media o pesada aplicar todo el fertilizante al momento de la siembra; en suelos ligeros se debe aplicar en dos partes iguales; una al momento de la siembra y la otra al primer riego de auxilio.

Manejo fitosanitario

Los principales problemas fitosanitarios de este cultivo son las enfermedades y las malezas. El carbón parcial ha ocasionado que en esta región no se pueda producir trigo para semilla. Otra enfermedad de importancia económica es la roya o chahuixtle; en ambos casos, utilizando genotipos con características de tolerancia, es posible tener un cultivo con un comportamiento y producción adecuada. Desde el punto de vista económico, sin considerar medidas cuarentenarias, la maleza es la plaga que más merma el rendimiento y calidad, si no se controlan adecuadamente. Además de las enfermedades y malas

hierbas, insectos plaga como el pulgón y los gusanos saltarín y trozador, ocasionalmente son plagas comunes.

Control de maleza

Es conveniente seleccionar un terreno poco infestado por maleza, especialmente en el caso de especies perennes como gloria de la mañana y otras. Elegir áreas distantes de cultivos de hoja ancha y evitar en lo posible establecer estos, cercanos al trigo. Se recomienda la siembra en húmedo para eliminar, al tapar humedad, la maleza de la primera generación. Contra gloria de la mañana, zacate Johnson y coquillo, utilizar en presiembra de 600 a 1200 g.i.a. por hectárea de Glifosato o de 1.25 a 2.5 litros de Faena en 100 litros de agua en aplicación dirigida (manchones) y con maleza creciendo activamente.

Aplicar 2,4-D amina en dosis de 197 a 393 g.i.a. por hectárea, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea de Estamine, en postemergencia a la maleza, 30 a 35 días después de la emergencia del cultivo. Evitar aplicar el producto con cultivos de hoja ancha cercanos.

Aplicar Diclofop-metil (Iloxan 28) 710 a 852 g.i.a. por hectárea de 2.5 a 3.0 litros por hectárea del producto comercial; en postemergencia, con maleza de una a 4 hojas, para el control de avena, alpiste silvestre y gramíneas anuales.

Aplicación Fenoxaprop-p-etil (Puma-s) con 100 g.i.a. o 1.2 litros por hectárea del producto comercial en postemergencia, antes del amacollamiento del cultivo controla avena, alpiste silvestre, Johnson de semilla y de rizoma, zacate pega ropa y zacate pinto.

Aplicar Metsulfuron-metil más Tifensulfuron-metil (Situi XL) 30 gramos por hectárea en postemergencia al cultivo, contra malezas de hoja ancha cuando tengan de 10 a 15 centímetros de altura. Utilizar 200 litros por hectárea de agua con equipo terrestre y 60 litros de agua por hectárea en forma aérea.

Se recomienda la siembra en surcos para combinar control químico en banda con control mecánico (dos cultivos). El periodo crítico de competencia de la maleza con el cultivo es a partir de los 35 días.

Control de plagas

Gusano saltarín y trozador: Se recomienda prevenir su presencia no

sembrando en áreas donde antes se ha tenido problema; en suelos arenosos o sobre socas de otros cultivos hospederos. Para su control, aplicar Furadán TS (Interfurán) con 472 g.i.a. por 100 kilogramo de semilla, 1.5 litros de producto; con Clorpirifós (Lorsban) 480 g.i.a. por hectárea, un litro por hectárea del producto en aspersión dirigida al tallo, al observar los primeros daños.

Pulgón del follaje: Dimetoato (Rogor) de 300 a 400 g.i.a. por hectárea: de 750 a 1,000 centímetros cúbicos del producto; Malatión de 515 a 772 g.i.a. por hectárea: de 1.0 a 1.5 litros por hectárea del producto comercial; Paratión metílico con 500 g.i.a. por hectárea: un litro por hectárea del producto; Diazinón con 345 g.i.a. por hectárea: 1.5 litros por hectárea del producto; al encontrar una colonia de insectos por planta, y a partir del espigamiento al observar una colonia por hoja.

Pulgón de la espiga: Controlar con los mismos productos que para el pulgón del follaje, al registrar 10 pulgones o más por espiga.

Pulgón de la raíz: Aplicar al detectar un 15 a 20% de plantas infestadas, aplicar Dimetoato de 300 a 400 g.i.a. por hectárea; de 750 a 1,000 centímetros cúbicos del producto o Furadán, con 700 g.i.a. por hectárea: 2.0 litros por hectárea de producto.

Control de enfermedades

Carbón parcial: Popiconazol (Tilt), 125 g.i.a. por hectárea, aplicado durante la etapa de espigamiento.

Roya o chahuixtle: Uso de variedades tolerantes. El uso de fungicidas preventivos como Zineb, Mancozeb y Triadimefón aplicados cuando el cultivo no ha llegado aún al estado de grano lechoso-masoso y tiene de 5 a 10% de infección. En general se recomienda sembrar dentro de la fecha sugerida.

Cosecha

Debe iniciarse cuando el grano tenga 12% de humedad. Si no se cosecha a tiempo, el cultivo se expone a pérdidas por daños de pájaros, desgrane e impurezas por hierbas que invaden éste al final del ciclo.

Vid de mesa

Preparación del terreno

Se sugiere llevar a cabo un subsoleo profundo sobre las hileras de plantación, rastreo cruzado y nivelación en el sitio donde se vaya a establecer la vid. Deben evitarse los suelos con problemas fuertes de sales, sodio, presencia de pudrición texana y nemátodos, o bien utilizar algún portainjerto adecuado a la problemática del suelo. Para el caso de la pudrición texana se sugiere establecer antes una especie susceptible, como la alfalfa, para definir la conveniencia de plantar vid en ese sitio o seleccionar el portainjerto adecuado.

Propagación

Existen tres formas de propagar vegetativamente el material de plantación:

• Se planta sarmiento encallado previamente,

• Se planta material encallado en bolsas de polietileno y se mantienen en vivero por un año, y

• Multiplicación in vitro (no utilizado comercialmente).

Época de plantación

En la región sur del estado es posible llevar a cabo la plantación de vid de octubre a mayo, siempre y cuando no exista peligro de heladas. Debido a la presencia de altas temperaturas en los meses de julio a septiembre, así como a la posibilidad de presentarse ciclones no se recomienda establecer esta especie en ese mismo periodo en la región.

Sistema de plantación

En general, se sugiere la orientación este-oeste. El distanciamiento entre plantas es variable, lo cual puede depender de la estructura de conducción utilizada, del tipo de poda, del vigor de las variedades, del tipo de maquinaria utilizada, de la textura del suelo. En el sistema T-Californiano se utilizan distancias entre plantas de 1.5 a 1.6 metros y 3.6 a 3.8 metros entre hileras. Para suelos con alta capacidad de retención de humedad y variedades vigorosas se recomiendan distanciamientos mayores, mientras que será lo contrario para suelos ligeros y variedades de menor vigor.

Sistema de conducción

Existe una gama de sistemas de conducción los cuales se han clasificado como de baja, mediana y alta expansión del follaje. Asimismo, el costo es mayor al tener una mayor expansión; el más común es el sistema T-Californiano. Es un sistema de baja expansión cuando se utilizan 3 alambres, y de mediana expansión si se usan 6 alambres.

Entrenamiento de plantas

Con el entrenamiento de las plantas se forman los brazos permanentes de las plantas, de donde saldrán las estructuras de producción (espuelas o pitones). Uno de ellos es el de cordón bilateral, con el desarrollo de uno de los brotes, el más vigoroso, se inicia el entrenamiento de la planta, dejando uno de repuesto. El brote se conduce con un hilo hacia el alambre que será su apoyo permanente, eliminando todo lo que pueda competir con su crecimiento. Al faltar unos 15 a 20 centímetros para llegar al alambre, se dejan los brotes de las yemas del año. Se escogen un par que esté inmediatamente por debajo del alambre, se decapita el brote principal para evitar competencia y los cordones se conducen hasta cubrir el espacio que se les ha asignado de acuerdo al distanciamiento entre plantas.

Otro sistema es el de cabeza con cañas; éste se inicia con el brote mejor desarrollado y mejor ubicado, dejando uno de reserva, en caso de que se pierda el primero. El brote se conduce con un hilo o sobre el

tutor dejando seis brotes laterales los últimos hasta llegar al alambre a partir de ahí, se podará en espuelas de dos yemas, produciéndose al primer año 12 brotes que posteriormente darán 6 cañas y 6 espuelas, debiendo mantenerse así hasta que se forme la cabeza.

Variedades

De las variedades evaluadas, aunque todas han mostrado un buen desarrollo, sólo se describen las que han mostrado, preliminarmente, un mejor comportamiento en producción:

Flame seedless: Fruta roja, sin semilla, temprana, y de baya pequeña.

Autumn royal: Uva negra, sin semilla, tardía, y de baya grande

Red Globe: Variedad de uva roja, con semilla, tardía, y de baya grande.

Thompson seedless: Uva blanca, sin semilla, intermedia, y de baya grande.

Princess: Variedad de uva blanca, sin semilla, intermedia, y de baya grande.

Poda

La poda consiste en una serie de operaciones eliminando algunas partes de la planta, con el fin de regular la producción de racimos así como su calidad, y regular la producción de madera en el tiempo, para no afectar la longevidad productiva de la planta. La poda de invierno se sugiere realizarla en enero-febrero, y está en función de la fructibilidad de las yemas en un sarmiento. En el caso de las variedades como perlette y flame seedless, el patrón de fructibilidad es basal, por lo que debe podarse a 2-3 yemas libres, mientras que variedades como superior cuya fructibilidad es de media a terminal, se dejan cañas de 10-12 yemas, así como el mismo número de espuelas para reposición, para balancear la madera año con año.

Aplicación de cianamida hidrogenada

En regiones de poco frío se recomienda la aplicación de Cianamida Hidrogenada como estimulante de brotación. La recomendación general es aplicar una dosis de cinco por ciento de material comercial

(al 49 a 50%), un día después de la poda, previa hidratación interna de la madera con un fondo de humedad en el suelo.

Manejo de la planta y racimo

En la producción de uva de mesa se llevan a cabo una serie de prácticas de manejo en el follaje, en el racimo y en la maduración/coloración de las bayas. En el manejo del follaje se pueden realizar desbrotes, desgalles, deshojes, y despuntes, con el fin de reducir competencia en el crecimiento, mejorar las aplicaciones foliares, mejorar la sanidad y calidad de los racimos, entre otras. En el manejo del racimo se pueden realizar el alargamiento de raquis y hombros, aclareo de racimos y el raleo de bayas, utilizando en la mayoría de los casos ácido giberélico en diferentes concentraciones. Finalmente, en el caso de la maduración/coloración de las bayas ésta práctica se realiza aplicando Etefón a la variedad Flame seedless .

Fertilización

Regularmente se hacen aplicaciones de Nitrógeno, Fósforo, y Potasio al suelo, así como aplicaciones foliares de Hierro, y Zinc, y en ocasiones Manganeso y Magnesio. De Nitrógeno se sugiere una dosis de 120 a 160 kilogramos por hectárea fraccionado en brotación-floración, floraciónenvero, envero-cosecha, y postcosecha. En cuanto al Fósforo se recomienda aplicar 100 kilogramos por hectárea en los mismos periodos que el Nitrógeno. El Potasio se sugiere una dosis de 140 kilogramos por hectárea en los mismos periodos. Las dosis en los primeros tres años serán menores a las sugeridas.

El uso del análisis foliar es una herramienta de apoyo muy útil para determinar la condición nutrimental de las plantas; el muestreo foliar debe hacerse durante plena floración, tomando los pecíolos que se encuentren frente a los racimos. Las fuentes de fertilizantes que se pueden utilizar son la urea, el sulfato de amonio, nitrato de amonio; de los fertilizantes compuestos se sugieren el nitrato de Potasio, nitrato de Calcio, nitrofoska, sulfato de Potasio, entre otros. Además, existen una variedad de abonos orgánicos cuyo beneficio es mucho mayor para el mejoramiento de las condiciones del suelo, y por ende de las plantas de vid que ahí se desarrollan.

Riego

Se sugiere regar las plantas de vid desde antes de brotación hasta octubre-noviembre. La frecuencia de riego será menor en los meses de enero, febrero, y marzo, lo cual puede traducirse, bajo riego por goteo, a uno a dos riegos por semana en estos meses, y de dos a tres riegos por semana en el resto del año. En el periodo de ocurrencia de ciclones (fines de julio a octubre) esta frecuencia puede ser menor en caso de tener buenas precipitaciones y alta humedad relativa en el ambiente, en este mismo periodo.

Finalmente, se recomienda no regar en los meses de noviembre, diciembre y parte de enero, con el fin de que la planta entre en reposo y se defolie, y facilite así la poda de las plantas. En el caso de riego por gravedad, el criterio de aplicación de los riegos será el mismo, aunque las frecuencias serán menores por los volúmenes de agua de riego utilizados con este sistema de riego, y la lámina de riego total será también mayor comparado con los sistemas de riego presurizado.

Control de maleza

En el caso de viñedos bajo riego por goteo regularmente la mayor presencia de maleza será a lo largo de las hileras de plantas de vid, por lo que el control puede ser manual y utilizando herbicidas. El control más efectivo sería utilizando herbicidas preemergentes (Trifluralina 2.0 a 4.0 litros por hectárea; Orizalina 4.0 a 8.0 litros por hectárea) aplicándolos una o dos veces antes o al inicio de la brotación, complementado con deshierbes manuales; asimismo, el control de la maleza puede hacerse también mediante aplicaciones de herbicidas postemergentes (Glifosato 4.0 a 8.0 litros por hectárea; Fluazifop-butil 1.5 a 4.0 litros por hectárea) combinado con el control mecánico y manual. La efectividad de los herbicidas es mejor cuando la maleza se encuentra en crecimiento activo.

En el caso de tener riego por gravedad y/o después de lluvias fuertes, es común que aparezca maleza entre las hileras, la cual se puede controlar fácilmente mediante rastreos.

Control de plagas

Se sugiere utilizar el manejo integrado de plagas, esto es la utilización de todas las técnicas y enfoques disponibles para regular las poblaciones de insectos plaga. En zonas productoras de vid es común la presencia de chicharrita de la vid, gusano descarnador, y trips. En la región se ha detectado la presencia de trips, mosquita blanca, y chapulines, todos ellos en bajas poblaciones; por ello, es conveniente aprovechar el control biológico natural y no utilizar insecticidas sintéticos y agresivos, de tal manera que las plagas pueden ser controladas fácilmente utilizando medios efectivos y menos agresivos como pueden ser la utilización de insecticidas orgánicos y/o biorracionales. Algunos de ellos pueden ser a base de extractos de ajo, de neem, de Bacillus thuringiensis, uso de jabón biodegradable, uso de trampas, aplicación de insectos benéficos, entre otros.

Enfermedades

En el cultivo de la vid es común la presencia de cenicilla polvorienta y mildiu velloso. La cenicilla se controla con aplicaciones preventivas de Azufre en polvo de 10 a 12 kilogramos por hectárea o Azufre humectable 2.0 kilogramos por hectárea, cada 2 semanas desde que los brotes tengan 15 centímetros de longitud hasta cosecha. También sepueden usar el Myclobutanil 171 a 342 gramos por hectárea y el Kresoxim-metil 250 a 500 gramos por hectárea de material comercial, como preventivos y curativos. Para la prevención del mildiu velloso se recomienda utilizar fungicidas a base de Cobre y Mancozeb 2.0 a 4.0 litros por hectárea; como productos curativos se recomienda triFloxystrobin 120 a 200 gramos por hectárea y Azoxystrobin 300 a 400 gramos por hectárea. En el caso de nemátodos, la época crítica es en primavera y en postcosecha. Hay que proceder a la aplicación de fenamifós 10 a 12 litros por hectárea o Carbofurán 8.0 a 12 litros por hectárea, productos biológicos como ditera DF, 6.0 kilogramos por hectárea o QL-AGRI, 25 a 30 litros por hectárea. También se pueden utilizar portainjertos resistentes como Freedom, Saltcreek y Harmony.

Cosecha

La cosecha se lleva a cabo cuando la uva ha alcanzado el mínimo requerido de calidad como puede ser el azúcar acumulado (12 a 13°Brix), tamaño, forma y peso de racimo, tamaño de baya, color de las bayas, entre otras. Estos valores mínimos dependen de los estándares que cada mercado establece, sobre todo en el caso de la uva de exportación. Además, existen exigencias sobre inocuidad alimentaria, especialmente en el mercado exterior, que hay que cumplir para cada mercado, como es el haccp en Estados Unidos y el euregap en Europa.

Preparación del terreno

Introducción

Las semillas para germinar, tienen necesidad de encontrar un medio que reúna condiciones de humedad, temperatura y aireación que permitan el desarrollo del embrión y puedan así dar origen a las plantas. De manera general, considerando que el criterio del asistente técnico de cada zona constituye la base fundamental para orientar al agricultor sobre la reparación del terreno, las labores y ventajas que involucra esta práctica son las siguientes:

Desvare

Esta práctica se efectúa con el implemento conocido como desvaradora; consiste en desmenuzar por corte los restos del cultivo anterior, para propiciar su descomposición y evitar la invernación y multiplicación de plagas. La incorporación de residuos, es preferible realizarla cuando el terreno está ligeramente húmedo o inmediatamente después de haber cosechado o utilizado los esquilmos agrícolas.

Barbecho

Esta labor agrícola se realiza fundamentalmente con arado, el cual puede ser de rejas o discos; se hace con el objeto de roturar y voltear la capa superficial del suelo a una profundidad de 30 a 40 centímetros y con ello, incorporar los residuos de cosecha anteriores y airear el suelo. El suelo barbechado se deja airear el tiempo suficiente para que la labor de rastreo sea más efectiva.

Rastreo

Labor que se lleva a cabo con la rastra de discos y es útil para deshacer los terrones dejados por el barbecho. Dos pasos de rastra en forma cruzada permiten mullir mejor el suelo.

Nivelación

Mediante esta práctica se empareja el terreno para evitar encharcamientos que afectan a los cultivos sensibles.

Variedades

Las variedades que se citan en esta guía, son las que han mostrado un mejor comportamiento agronómico en las condiciones agroclimáticas del Valle de Santo Domingo y han sido seleccionadas con base en pruebas experimentales y en parcelas de algunos productores.

Garantía de semilla certificada

El empleo de buena semilla es esencial para alcanzar altos rendimientos, ya que constituye la base principal para una óptima población de plantas. La semilla de buena calidad le garantiza al agricultor:

• Que es de la variedad indicada en la etiqueta.

• Que tiene un alto porcentaje de germinación (mínimo 85%).

• Que tiene un alto porcentaje de pureza (mínimo 97%), es decir, que la semilla que compra el productor no contendrá más del 3% de impurezas, representadas por semilla quebrada, basura, paja, piedra, polvo, etc.

• Que no contiene semilla de hierbas nocivas ni de plantas agresoras como avena y/o alpiste, en proporción superior a 3 semillas por kilogramo.

• Que está sana y tratada con fungicidas para reducir la posibilidad de ataque y dispersión de enfermedades en el campo.

• Que está lo suficientemente seca para ser almacenada.

Densidad de siembra

La densidad de siembra equivale a la cantidad de semilla que se utilizará por hectárea. Debe entenderse que se trata siempre de semilla limpia y certificada, con un poder mínimo de germinación de 85%.

Labores agrícolas

Escardas: Mediante las escardas se eliminan las malas hierbas presentes en el cultivo, se remueve la capa superficial y se arrima tierra a las plantas. Con ello se ayuda a la aireación del suelo y se conserva mejor la humedad. Esta labor se puede realizar con azadón, rastrillo, cultivadora, etcétera. El tipo de implemento para ejecutarla está determinado por el desarrollo de la planta: en las primeras etapas del cultivo se debe utilizar la cultivadora con rejas pequeñas. Conforme aumenta la altura de la planta, hay que adecuar accesorios al tractor para que cause daño al cultivo.

Deshierbes: Manual o mecánica, tiene como finalidad limpiar de maleza el cultivo.

Herbicidas

El uso de herbicidas es eficaz para combatir las malas hierbas. Las aplicaciones pueden ser pre-emergentes o postemergentes, de acuerdo con el tipo de maleza y el producto químico que se emplee. Las aplicaciones de herbicidas están en función del cultivo establecido, el costo comparado con los deshierbes manuales, la superficie, el tipo de maleza, la disponibilidad de mano de obra para deshierbes y el tiempo disponible para el combate.

Aprovechamiento del agua de riego

Los aspectos básicos que se deben considerar: cantidad y calidad del agua, conducción del agua, método de labranza, método de riego, cultivos en explotación y manejo agrotécnico de los cultivos. La combinación debe permitir maximizar la producción de cosechas por cada metro cúbico de agua bombeada; de este modo se tiene que:

Eficiencia del uso de agua = Producción (t/hectárea) Lámina aplicada (cm)

O bien, eficiencia del uso de agua = Ganancia en $ m3 bombeados

Cantidad y calidad del agua

El agua disponible en litros por segundo y el sistema de riego a utilizar, definen la superficie que se puede dominar en riegos, para que los cultivos no sufran sequía. La calidad del agua de riego es importante debido al daño que causan las sales a las plantas, ya que algunas no toleran elevadas concentraciones salinas y disminuyen sus rendimientos cuando sobrepasan ciertos límites. La concentración de sales en el agua de riego, al pasar a formar parte de la solución del suelo, aumenta alrededor de cinco veces, si se mide en el extracto de saturación del suelo. La salinidad aceptada en el agua de riego es aproximadamente cinco veces menor que la permitida en el extracto de saturación del suelo, según la tolerancia del cultivo y el tipo de suelo. Por ejemplo, si al regar se tiene agua con 876 ppm y se desea sembrar tomate, ¿cuál es la afectación de rendimiento por sales? Se multiplica por 5 (876 × 5 = 4,380), se busca en la tabla y se ve que 4,355 ppm afectan un 25% del rendimiento.

Conducción del agua

Tolerancia de los cultivos a la salinidad del extracto de saturación del suelo* expresada en partes por millón (ppm) para diferentes porcentajes de disminución en el rendimiento (Cetods, 2010)

Cultivo

Cultivo

2,680

4,690

*Es el agua extraída de un suelo saturado.

4,355

6,700

5,360

9,380

En el transcurso de su recorrido, desde la bomba hasta el lugar donde se aplica el riego, el agua tiene pérdida por evaporación y por infiltración, de las cuales la última es la más considerable y su magnitud depende del material con que se haya construido el canal proveedor. Para las zonas áridas como el estado de Baja California Sur, lo más recomendable es conducir el agua a través de tuberías y mangueras, superficiales o enterradas.

Métodos de labranza

En terrenos donde se dificulta la penetración del agua de riego, si se pretende sembrar frijol, cártamo o algún otro cultivo de raíz pivotante, lo más conveniente es realizar un subsoleo de alrededor de 60 centímetros de profundidad, antes de proceder a barbechear, rastrear y nivelar para la siembra. Para cultivos de raíz superficial como trigo, sorgo, garbanzo, etcétera, basta con dar un barbecho ligero, un rastreo simple o un rastreo cruzado, dependiendo del terreno y del cultivo anterior. Para fines de almacenamiento de agua en el suelo, las labores de cultivo son muy importantes; además otras prácticas que contribuyen a retener agua en el suelo son el control de hierbas, la realización del cultivo superficial y sellado, la incorporación de materia orgánica y altas poblaciones de plantas.

Métodos de riego

Se tienen dos sistemas de riego bien definidos. El riego a presión, que comprende la aspersión y goteo, y el denominado riego de gravedad (agua rodada). En este último existen varios métodos como melgas rectangulares, faja melguera, curva a nivel y surquería. Cuando se tiene surquería existen también varias formas de riego: surcos continuos, surcos alternos y camas meloneras. Cualquiera que sea el método

que se aplique, se deben trazar surcos largos solamente para suelos arcillosos y surcos cortos en suelos arenosos. Para obtener un ahorro de agua se sugieren surcos de 100 a 150 metros de longitud, a que surcos más largos provocan una acumulación innecesaria de agua en el suelo, sobre todo del inicio a la mitad de los surcados y en la parte final de éstos cuando existe mucha pendiente.

Cultivos de explotación

Existen cultivos de poca, mediana y mucha exigencia de agua; por lo tanto, es necesario conocer la cantidad de hectáreas que puede ocupar cada cultivo y programar el agua disponible para no tener limitaciones en los periodos críticos de desarrollo.

Manejo agrotécnico de los cultivos

La aplicación de tecnologías, tales como fertilización, control de plagas y malezas, prevención de enfermedades, fechas de siembra, variedades rendidoras y otras, contribuyen a lograr los máximos rendimientos en un cultivo; por lo tanto, elevan la eficiencia en el uso del agua.

Comportamiento del agua en el suelo y en las plantas

Del agua que penetra en el suelo, éste sólo retiene, por efecto de su atracción molecular, un promedio correspondiente al 25% del volumen del suelo, en tres formas: la que absorben las partículas del suelo y que llena los espacios intermoleculares, denominada agua de imbibición, la que cubre exteriormente cada partícula del suelo en forma de una capa delgada, llamada agua de absorción; y la que es retenida en los espacios pequeños del suelo, también conocida como agua capilar. Los espacios grandes, que ocupan en promedio un 20% del volumen del suelo, no pueden retener al agua debido a que la fuerza de gravedad es superior a la atracción molecular, por consiguiente, solo conservan aire.

El agua retenida queda inmovilizada en todos sentidos, esto es, una nueva adición de agua no desaloja a la ya retenida, sino que aquella se desliza por los espacios grandes vacios y moja capas subyacentes de tierra seca. De esta nueva agua solo puede ser retenido el volumen necesario para cubrir alguna merma de la zona mojada con

anterioridad, merma que puede ser originada por evaporación o por absorción de las plantas.

El máximo volumen de agua que puede retener un suelo se llama “capacidad de campo”.

Al examinar un terreno después de un riego se puede observar que conforme transcurre el tiempo la tierra se seca paulatinamente de arriba hacia abajo, debido a la evaporación del agua. Si el agua de riego que penetra al suelo encuentra un estrato impermeable, se detiene e inunda los espacios grandes, constituyendo lo que se llama agua de saturación o agua freática. El agua freática, a diferencia de las otras formas antes mencionadas, si puede moverse hacia arriba o lateralmente, por efecto de la atracción molecular, para llenar los espacios pequeños del suelo.

Al igual que en el suelo, también en las plantas el agua se encuentra formando parte de una solución, la cual está constituida por moléculas de iones metálicos y moléculas de compuestos orgánicos elaborados por los propios vegetales; estas últimas moléculas no son disociables.

A medida que el abastecimiento de agua a las hojas se reduce por escasez del agua en el suelo, las dos células de cierre de los estomas se deshidratan; esto ocasiona una disminución gradual de la abertura de los estomas y, por consiguiente, hay una menor transpiración.

Aunque la planta reduzca al máximo la transpiración, la tierra sigue perdiendo agua por evaporación; esto causa que la proporción de agua en la solución del suelo sea cada vez inferior que la proporción de agua en la solución interna del vegetal y el liquido se vaya del interior de la planta hacia la tierra, lo que acarrea el deshidratamiento y marchitez de la planta y en ocasiones hasta su muerte.

Daños por exceso de humedad en cultivos sometidos a periodos de sequía Cuando un cultivo que ha estado expuesto a una sequía prolongada recibe una ministración abundante de agua, se origina la abscisión o desprendimiento de los frutos pequeños, y a veces de los botones florales y las flores. Algunos agricultores tienen conciencia de ello y expresan que cuando la tierra esta “encamada” y se le da un riego pesado o recibe un aguacero fuerte, la planta se “descalienta” y tira la “carga”.

Por otra parte, cuando las plantas se encuentran en situación desfavorable para su desarrollo, generan un ácido llamado abscisico, el cual motiva la formación de etileno. Este gas activa la función de la enzima celulosa, sustancia que inicia su acción separando entre si las células de la base del pedúnculo floral, para luego digerirlas. Así se determina una discontinuidad en los tejidos, conservándose sólo el tejido vascular de la madera, pero el caso es que suspende la alimentación de la parte terminal del pedúnculo. En seguida se rompen los tejidos que unen al tallo con el pedúnculo y este se cae con su botón floral, su flor o su fruto incipiente.

El principal causante de la abscisión es la gran dilución de los nutrimentos existentes en el suelo, por efecto de los riegos por inundación; este fenómeno se reduce notablemente al dar riegos por aspersión.

Fertilización

Los tratamientos de fertilizantes que se citan en esta guía se expresan generalmente con tres cifras separadas por guiones. Cada una de ellas expresa la cantidad de material técnico que debe aplicarse por hectárea para cubrir los requerimientos nutricionales del cultivo.

La primera cita se refiere al Nitrógeno, la segunda al Fósforo y la tercera al Potasio. Así, por ejemplo, el tratamiento 120-40-00, indica la aplicación de 120 kilogramos de Nitrógeno, 40 kilogramos de Fósforo y cero de Potasio, por hectárea. Las dosis de Nitrógeno, Fósforo y Potasio especificadas en la recomendación se pueden aplicar utilizando diferentes productos comerciales; las fuentes de fertilizantes que existen en el mercado se expenden con diferentes concentraciones, por lo cual la cantidad que aplique de cada uno de ellos depende de su concentración. De esta manera, 120 kilogramo de Nitrógeno se pueden obtener utilizando 146 kilogramo de amoniaco anhidro, 360 kilogramo de nitrato de amonio, 261 kilogramos de urea o 585 kilogramos de sulfato de amonio. En cuanto al Fósforo, los 40 kilogramos requeridos se pueden completar con 205 kilogramos de súperfosfato simple o con 87 kilogramos de súperfosfato triple. Si se usa otro tipo de fertilizante, consultar la tabla de equivalencias.

La forma de aplicación de un fertilizante implica su adecuada colocación, de tal manera que el cultivo lo pueda absorber efi-

cientemente y se evite el daño por “efecto salino” a la semilla o a la plántula.

Existen tres formas básicas para aplicar fertilizantes: directamente al suelo, en el agua de riego y en aspersiones sobre el follaje.

Aplicaciones de fertilizantes al suelo: Presenta muchas variantes, dependiendo del cultivo por fertilizar, de las condiciones locales de suelo y clima, del fertilizante en sí y de los recursos físicos o materiales disponibles para efectuar la aplicación.

Fertilización en banda sencilla: Consiste en depositar el fertilizante en una banda continua o a “chorrillo”. Se usa para fertilizaciones iniciales con Nitrógeno, Fósforo y Potasio, en los cultivos sembrados en hileras como el maíz, sorgo, ajonjolí, cártamo, garbanzo, soya, etc., colocándolo abajo y hacia un lado de la hilera de siembra.

Fertilización en doble banda: Bajo este sistema, el fertilizante se deposita en bandas continuas a ambos lados y abajo del nivel de la hilera de siembra; se requieren implementos adecuados y se usa para los cultivos sembrados en hileras.

Kilogramo de Nitrógeno

Equivalencia de fertilizantes y contenido de Nitrógeno (N) en materiales comerciales

Kilogramo de amoníaco anhidro (82% de N)

Kilogramo de nitrato de amonio (33.5% de N)

Kilogramo de urea (46% de N)

Kilogramo de sulfato de amonio (20.5% de N)

Kilogramo de Fósforo (P)

Fósforo en algunos materiales comerciales

Kilogramo de superfosfato de calcio simple (19.5% de P2O5)

Kilogramo de superfosfato de calcio triple (46% de P2O5)

Potasio en algunos materiales comerciales

Kilogramo de Potasio (K)

Kilogramo de sulfato de Potasio (50% de K2O)

Kilogramo de clorurode Potasio (60% de K2O)

Fertilización en banda múltiple: Se refiere a las inyecciones en presiembra de amoniaco anhidro y agua amoniacal, tal como se utiliza principalmente para los cultivos de sorgo, frijol, soya, cártamo y trigo.

Fertilización al voleo: Consiste en distribuir el fertilizante uniformemente sobre la superficie del suelo. Se usa para cultivos densos como el trigo, arroz, pastos, alfalfa, etcétera. En fertilizaciones iniciales en presiembra, el fertilizante puede incorporarse al suelo con el barbecho o el rastreo. En fertilizaciones complementarias, sobre cultivos establecidos, el agua de riego debe aplicarse inmediatamente después de fertilizar.

Fertilización en “mateado”: Se usa en áreas temporaleras y generalmente en maíz; consiste en depositar un puñado de fertilizante alrededor de cada mata.

Aplicación de fertilizantes en el agua de riego: Se utiliza para fertilizaciones iniciales o complementarias, en cultivos densos y en hileras, aplicando el fertilizante en solución en el agua de la regadera principal.

Aplicación foliar de fertilizantes: Es casi específica para la aspersión aérea de microelementos como Hierro, Zinc, Cobre, Manganeso y Boro, con el fin de corregir deficiencias o desbalances nutrimentales. También se pueden aplicar dosis bajas de elementos mayores con este sistema. Como regla general, el análisis previo del suelo es la mejor base para aplicar adecuadamente los fertilizantes N-P-K, así como los mejoradores del suelo. Para que el fertilizante sea mejor aprovechado por el cultivo, debe haber humedad suficiente en el suelo durante todo el ciclo. En general se sugiere que el fertilizante se deposite en el suelo a una profundidad aproximada de 10 a 15 centímetros, tanto para ubicarlo en la zona de distribución de las raíces del cultivo (donde será mejor aprovechado) como para tener mayor cantidad de humedad para su solubilizacion. El fertilizante debe taparse inmediatamente después de su aplicación para evitar pérdidas y en ningún caso debe quedar en la superficie del suelo.

Biofertilización: Es la utilización de fertilizantes biológicos, se inocula la semilla con micro organismos benéficos que existen naturalmente en el suelo, incrementando con esto su concentración en la rizósfera. Los tipos de biofertilizantes más conocidos son: bacterias de los géneros Azospirilumm, Rhizobium, Bradyrhizobium, Azotobacter, Anabaena, Frankiabaciluss y Pseudomonas y hongos de los géneros Glomus, Gigaspora, Acaulospora, Scutellospora y Paraglomus. Las condiciones apropiadas para que se incremente la micorrización (hongo asociado a la raíz) natural es contar con un suelo de buena aireación, suficiente humedad y cobertera, también favorece el riego por goteo y la incorporación de abonos orgánicos. La arena y los carbonatos de calcio en ausencia de planta, inhiben las rhizobacterias. Con la implementación de fertilizantes biológicos se logran incrementos en el rendimiento de cultivos en el rango del 15 al 30%.

Preparación

• Colocar bajo la sombra la cantidad de semilla necesaria para una hectárea en una lona, recipiente de plástico o en una revolvedora.

• Colocar en un recipiente el contenido del sobre con el adherente que viene con el biofertilizante y agregar de 250 a 300 mililitros de agua. Agitar para obtener una mezcla homogénea.

• Agregar el adherente a la semilla y mezclar. Si el adherente no es suficiente, o no pega bien el biofertilizante a la semilla, preparar agua con azúcar. En un vaso de agua agregar de siete a 10 cucharadas de azúcar y mezclar. Con esta mezcla el biofertilizante debe adherirse bien a las semillas.

• Agregar la cantidad de biofertilizante indicado para cada cultivo. Mezclar cuidando que las semillas queden cubiertas.

• Sembrar la semilla con el biofertilizante pegado a ella de la manera que se hace normalmente. Si la siembra es mecanizada, para que la semilla con biofertilizante fluya adecuadamente, deberá estar seca. Esto se puede lograr preparando la mezcla un día antes de la siembra y dejando secar bajo la sombra. También se puede agregar tierra seca.

Cultivos de interés para biofertilizar

Maíz, trigo, garbanzo, cártamo, frijol, cebada, avena.

Dosis a utilizar

En cultivos anuales con tamaño de semilla mediano como maíz, sorgo, frijol y soya se aplica una bolsa (un kilogramo) de Micorriza a la semilla utilizada para sembrar una hectárea. En cultivos con semilla de grano pequeño como trigo, cebada, avena la semilla se requiere hasta de 3.0 kilogramos de micorriza para mezclar con la semilla requerida para sembrar una hectárea.

Uso de agroquímicos

Los tratamientos de pesticidas que se dan en esta guía están expresados en kilogramos o litros por hectárea de material comercial. Para el uso de estos productos es necesario cuidar de que las aplicaciones no

sean defectuosas o incompletas; los tratamientos deben ser los adecuados y los productos a usar de reciente elaboración. Para mezclar fungicidas o fertilizantes con algunos insecticidas, al momento de aplicarlos es conveniente consultar a los especialistas. Las inspecciones frecuentes al cultivo permiten estimar si el daño o abundancia de la plaga o enfermedad indican la necesidad de aplicar productos químicos. Si el muestreo se indica con base en el número de metros lineales de surco, número de plantas enfermas, golpes de red, etcétera, los conteos deben efectuarse en cuatro o cinco puntos bien distribuidos en el campo. Al combate efectivo de las plagas, enfermedades o maleza, concurren diversos factores, de los cuales destacan:

Identificación del problema: El problema debe estar identificado y definido, pues si no se conoce bien a la plaga, enfermedad o mala hierba, se puede fracasar en su combate al confundirla con otras parecidas, o considerar equivocadamente su susceptibilidad a la sustancia, etcétera.

Selección del agroquímico: Una vez definido el problema que se va a atacar se escoge el insecticida, fungicida o herbicida más conveniente considerando su grado de toxicidad (para la plaga, enfermedad o maleza), su costo y su poder residual y su toxicidad para animales de sangre caliente, plantas e insectos que se deseen conservar.

Formulación y dosificación: Es necesario determinar la cantidad de parasiticida que se va a usar por hectárea, así como la forma en que se debe aplicar. En el caso de las aspersiones, debe determinarse la cantidad de agua a utilizar por hectárea, de acuerdo con el desarrollo del cultivo al momento de la aplicación y con el equipo disponible.

Compatibilidad de los agroquímicos: Si se aplican dos o más productos juntos debe de tenerse en cuenta que sean afines o compatibles; en otras palabras, cada uno de los productos usados debe conservar o aumentar su toxicidad y buenas propiedades al mezclarse con los otros (simbiosis química). Las tablas de compatibilidad indican en forma general los parasiticidad y fertilizantes que pueden mezclarse sin peligro de disminuir su propiedad, causar daño a la planta o producir efectos distintos a los deseados.

Oportunidad de aplicación: El agroquímico debe aplicarse con toda oportunidad, pues las plantas o animales parásitos se controlan más fácilmente en determinada fase de su desarrollo.

Cobertura: El agroquímico tiene que cubrir o llegar precisamente a las superficies en donde hace falta y en cantidad necesaria. Si esto no sucede, falla la aplicación. Las fallas en las aplicaciones de agroquímicos en ocasiones se atribuyen a que no se usa el producto adecuado o a que la aplicación se hace fuera de tiempo; sin embargo, muchas veces el combate o control defectuosos puede deberse, a una mala cobertura.

Cuando no se consigue controlar las plagas a pesar de usar sustancias especificas, ello puede deberse a las causas siguientes:

• Aplicaciones realizadas cuando las condiciones climáticas son desfavorables, o sea cuando hay lluvias, vientos fuertes, etc.

• Dosis inadecuadas de los agroquímicos.

• Identificación incorrecta de la plaga y, consecuentemente, utilización de productos inadecuados para su combate.

• Aplicaciones inoportunas debido al desconocimiento del estado biológico en que el insecto, maleza o patógeno es más susceptible a los productos químicos utilizados.

Medidas de control que contribuyen a reducir las infestaciones de insectos dañinos, maleza y enfermedades.

• Las siembras deben efectuarse dentro de las fechas indicadas por los trabajos de investigación agrícola.

• La plantación debe mantenerse lo más uniforme posible.

• Los residuos deben destruirse inmediatamente después de la cosecha.

• Deben protegerse, hsta donde sea posible, los insectos benéficos (parásitos y predadores).

Métodos de aplicación de agroquímicos

Aplicaciones manuales: Este tipo de aplicación debe hacerse cuando se trate de parcelas chicas o de pequeñas áreas infestadas. Ciertos productos son muy peligrosos para quien los aplica, por

lo que se debe usar mascarilla y guantes, no fumar, lavarse y cambiarse de ropa inmediatamente después de la aplicación.

Aplicación con maquinaria: Hay que regular la velocidad del tractor con la descarga del producto, de modo que la distribución sea uniforme. Las boquillas deben estar en buen estado y mantenerse a una altura y posición convenientes para cada cultivo.

Aplicaciones aéreas: Se sugiere diluir la dosis de acuerdo con el tamaño de la planta y el grado de infestación. La faja tratada no debe ser más ancha que la longitud de las alas del avión. Es indispensable que un banderero bien protegido guie al piloto, y que las franjas tratadas se sobrepongan un poco para que no queden áreas sin tratar. No es conveniente hacer este tipo de aplicaciones en días muy caluroso o secos, en las horas calientes del día, o cuando sopla el viento. Debe procurarse que el avión vuele a una altura de 1.5 a 3.0 metros sobre el follaje y a una velocidad de 72 a 96 kilómetros por hora.

La eficiencia de la cobertura o cubrimientos que un avión “fumigador” hace sobre las plantas depende principalmente del número y tamaño de las gotas liberadas, altura y velocidad del vuelo del avión, condiciones del tiempo, formulación del parasiticida, y de la distribución y colocación del equipo de descarga.

Todos los factores, excepto el referente a las condiciones del tiempo, pueden ser controlados, para obtener una cobertura uniforme y conveniente. Generalmente se pueden lograr mejores coberturas cuando se aplican mayores cantidades por unidad de área.

Precauciones generales para la aplicación de agroquímicos

Todos los insecticidas, fungicidas, herbicidas y algunos fertilizantes son venenosos para el hombre y para los animales. Síganse las instrucciones y adóptense todas las precauciones que aparecen en las etiquetas de fábrica de los recipientes. Dichos productos se deben conservar en recipientes cerrados y en lugares frescos, donde no contaminen alimentos o forrajes.

Evitar el contacto repetido o prolongado con la piel y las inhalaciones de los polvos, vapores o neblinas de insecticidas y fungicidas.

Si ha hecho aplicaciones o manipulando estos productos, cámbiese de ropa y lávese las manos y cara antes de comer o de fumar. El piloto, los operarios que preparan las mezclas, los bandereros y todas las personas que intervienen de algún modo en la realización de las aplicaciones y calificación posterior de la efectividad, deben tomar las mayores precauciones para evitar riesgos de intoxicación. Se aconseja tener a la mano agua limpia, jabón, toalla, copa para limpieza de los ojos y antídotos adecuados (como atropina para fosforados y sulfato de atropina para carbamatos). En caso de síntomas de intoxicación se requiere atención médica inmediata.

Instructivo para envió de muestras fitopatológicas

Indicaciones generales: Colectar una cantidad abundante de muestras enfermas, procurando traer plantas (o partes) que presenten daño. Evitar la deshidratación de las muestras, envolviéndolas en papel periódico humedecido y colocándolas dentro de bolsas de plástico. Cada muestra debe ir acompañada con los datos exactos de localización del predio, lote o campo, fecha de colección, nombre del colector, nombre del agricultor, nombre, dirección y teléfono a quien debe enviarse la diagnosis. Se debe anexar también la siguiente información: superficie cultivada, porcentaje afectado aproximado, practicas de cultivo que se han realizado, cultivo anterior, drenaje del terreno y cualquier otra información que suponga de utilidad en la diagnosis. Una vez obtenidas las muestras, entregarlas lo más pronto posible al laboratorio, cuidando de que durante el trayecto, no se expongan al calor excesivo, debido a su posición a los rayos directos del sol o su colocación en sitios muy calientes.

Indicaciones específicas

Las muestras de frutos suculentos (tomate, pepino, mango, etc.), deben empacarse en bolsas de papel o cajas de cartón, pero nunca en bolsas plásticas. Si se sospecha de una enfermedad en la raíz de los árboles frutales, es conveniente colectar raíces de diferentes diámetros y empacarlas en papel húmedo dentro de una bolsa plástica sin desprender el suelo adherido a ellas. En una bolsa plástica, es nece -

sario colectar el suelo alrededor de las raíces del mismo árbol. Si las muestras por algún motivo permanecen almacenadas por más de 24 horas, deben ser refrigeradas.

Jesús Navejas Jiménez

Plagas

Araña roja (Oligonychus mexicanus y Tetranychus spp): La araña roja es un ácaro de tamaño pequeño, para observarlo a simple vista es necesario hacer una revisión cuidadosa de las plantas; este ácaro ataca a varios cultivos como vid, melón, algodón, cacahuate, etcétera. Los adultos son de color rojizo y las larvas café claro; al observar las hojas infestadas a través del microscopio o con ayuda de una lupa, se pueden ver las finas telarañas que los ácaros forman para su protección. Las plantas atacadas se notan envejecidas, con telarañas en las hojas y presentan marchitez. En ataques severos las plantas pueden llegar a defoliarse.

Barrenador del fruto del melón (Diaphania hyalinata): El adulto es una palomilla que mide más de 3.0 centímetros de longitud; tiene las alas lancas, con una banda angosta café a lo largo del margen anterior y lateral de ellas. El abdomen es blanco plateado y en uno de sus extremos tiene un penacho de pelos largos obscuros. La hembra oviposita en la parte terminal de las guías. Al emerger la larva es de color verdoso, se alimenta del follaje o del fruto tierno, causando perforación.

Chinche apestosa (Nezara viridula): El adulto es color verde mate y tiene aspecto fuerte y robusto; ataca a un gran número de plantas, como maíz, sorgo, algodón, cártamo, hortalizas, etc. Es de los chupadores de mayor tamaño; su cuerpo puede medir hasta 2.0 centímetros de longitud y más de uno de ancho. En el follaje las hembras ovipositan los huevecillos en masas for-

madas ordenadamente sobre las hojas; en forma de barrilitos y miden un milímetro de altura, aproximadamente.

Chicharritas (Empoasca sp): Para el algodonero este grupo de cicadélidos no representan un problema por sí solo, sino que toman relevancia al considerarse como un elemento más del complejo de insectos chupadores. Las chicharritas miden de 3.0 a 4.0 milímetros de longitud y son de color verde limón. Estos insectos son abundantes en el cultivo del cártamo en las etapas posteriores a la formación de capítulos; al realizar los muestreos correspondientes es frecuente capturar más de 100 chicharritas en 100 redadas. Después de la formación de capítulos, el ataque de este insecto en el cártamo provoca el desarrollo de fumagina, por lo que es frecuente que el follaje tome una coloración negra antes de su madurez, lo cual afecta el rendimiento. También es abundante en frijol, donde juega un papel muy importante, debido a que es un agente transmisor de enfermedades virosas.

Chinche (ligus Lygus pratensis y Lygus lineolaris): Este insecto es de forma ovalada, mide aproximadamente 6.0 milímetros de longitud, y su color es verdoso con algunas manchas cafés en diferentes partes del cuerpo. Se caracteriza por tener una mancha blanca en la parte dorsal, la cual mide 2.0 milímetros aproximadamente, y tiene figura de “corazón”. Ataca los cultivos de algodón, cártamo, frijol, etc.

Chinche rápida (Creontiades rubrinervis): Mide alrededor de 7.0 milímetros de longitud y su cuerpo es más alargado que el de la chinche ligus; es de color verde-pajizo y tiene las patas de color rojizo. Su incidencia no es muy alta, pero tiene importancia porque forma parte del complejo de chupadores que ocurren en varios cultivos de esta región, sobre todo en el algodonero.

Conchilla prieta (Blapstinus sp): El adulto es un escarabajo de color café opaco, que mide alrededor de 7.0 milímetros de longitud. El ataque ocurre durante las primeras cuatro a seis semanas de edad de la planta, o bien después del transplante; este insecto afecta principalmente los tallos de las plantas al alimentarse causando mordeduras originando que las plantas se quiebren y mueran. La plaga es poco común en el valle de Santo Domingo.

Diabróticas (Diabrotica balteata): El insecto adulto mide alrededor de 5.0 milímetros de longitud y es de color verde, con manchas dorsales de color amarillo en D. balteata, y negras en D. variegata. En algunas regiones maiceras las larvas del género Diabrotica causan serios problemas en las raíces del cultivo al alimentarse de ellas; en cambio, en el valle de Santo Domingo, sólo el adulto llega a causar daños al cultivo de frijol cuando la planta es pequeña, ya que cuando se encuentra en etapa de fructificación las aplicaciones para el control de otras plagas eliminan las poblaciones de diabróticas.

Gallina ciega (Phyllophaga spp): Varias especies de la familia Scarabaeidae causan daños al sistema radicular de los cultivos. Los adultos son escarabajos de color café brilloso y aspecto robusto. Las hembras ovipositan en el suelo, en donde permanecen las larvas durante su vida, alimentándose de raíces de maleza y plantas cultivadas. Las larvas son blanco brillantes y tan transparentes que a través de la piel pueden observarse algunos órganos internos. Esta plaga sólo ocasionalmente llega a representar un problema en el Valle de Santo Domingo.

Grillo de campo (Gryllus sp.): De importancia mínima, ya que no se ha observado un incremento significativo en las poblaciones; el daño que causa, en forma aislada, es el corte de algunas plantas por encima del suelo y debajo de la yema terminal.

Gusano alfiler (Keiferia lycopersicella): El adulto es una pequeña palomilla que mide unos 5.0 milímetros de longitud y una expansión alar de 9.0 a 12 milímetros. Los huevecillos son ovales y de color amarillo; pueden ser depositados tanto en el haz como en el envés de las hojas y en los tallos del tomate. La larva nace entre los cuatro y los 10 días después de la ovoposición y es de color liliáceo. Durante los primeros dos estadios el gusano permanece como minador de las hojas, y en el tercero puede doblarlas o bien se introduce en los frutos por la base del pedúnculo. En ataques severos, puede penetrar por cualquier parte o alimentarse de las flores. Después de completar su desarrollo larvario, el insecto cae al suelo y ahí pupa, días después emerge el adulto para iniciar un nuevo ciclo de vida.

Gusano bellotero (Heliothis virescens): Uno de los problemas fitosanitarios más importantes del algodonero y garbanzo en la región. El adulto es una palomilla de color crema, en las alas anteriores presenta tres bandas de color verdoso en posición diagonal. La hembra deposita los huevecillos en los botones florales, flores, frutos y en las yemas terminales de las plantas. La larva pasa hasta por ocho estadios larvarios durante un periodo cercano a los 20 días; y después se introduce en el suelo para pupar, permaneciendo en esta forma durante 12 días.

Gusano cogollero (Spodoptera frugiperda): Este gusano es una plaga importante en todas las áreas maiceras del país, ataca varias especies de plantas cultivadas y malas hierbas, pero tiene preferencia por el maíz. El adulto es una palomilla café que cambia de intensidad en diferentes partes del cuerpo, las alas posteriores son blancas, con una banda fina café en las márgenes. La hembra oviposita más de 100 huevecillos en el haz o envés de las hojas, éstos son cubiertos por escamas del cuerpo del adulto. La larva pasa por seis instares y es fácil de identificar por la “Y” invertida que presenta en la cabeza.

Gusano falso medidor (Trichoplusia ni y Pseudoplusia includens). Los adultos de ambas especies tienen una apariencia similar, son de un tono negruzco, y cercana al centro de las alas anteriores tienen una mancha bien definida en forma de ocho de color plateado. En Trichoplusia ni la coloración es mate, mientras que en P. includens es brillante. Las larvas, al igual que los adultos, tienen semejanza en forma y color, ambas son verde claro, con bandas blanquecinas en posición longitudinal.

La diferencia entre las larvas de ambas especies estriba en una serie de puntos negros muy notorios que presenta P. includens en posición lateral, colocados uno sobre cada espiráculo.

Gusano minador de la bellota (Bucculatrix gossypiella Morril): El adulto es una pequeña palomilla de forma alargada color blanquecino; deposita el huevecillo sobre la superficie de la bellota.

La larva rara vez llega a medir 5.0 milímetros de longitud; el daño lo causa al introducirse a la bellota a través de galerías sinuosas que llegan hasta la fibra causando su pudrición.

Gusano peludo (Estigmene acrea): El adulto es una palomilla cuyas alas anteriores son blancas con puntos negros bien definidos. Las larvas son inconfundibles por el gran número de largas setas que presentan el todo su cuerpo, de esta característica deriva su nombre común de “gusano peludo”. Su incidencia se puede considerar baja, sin embargo, en casos aislados, como en cultivos de alfalfa, se llegan a desarrollar altas poblaciones de larvas, cuyo ataque puede abatir el rendimiento de follaje.

Gusano saltarin (Elasmopalpus lignosellus): El adulto es una palomilla de color café con manchas claras; oviposita en forma individual en las plántulas de sorgo, maíz y frijol, principalmente. La larva alcanza hasta 2.0 centímetros de longitud y cuando se molesta reacciona muy activamente. Las larvas se introducen en el tallo y lo barrenan en sentido vertical, además, en su exterior forman un túnel con partículas de suelo unidos mediante hilos de seda que la larva segrega. Cuando el gusano completa su desarrollo hace un cocón o bolsa y lo adhiere al tallo en donde permanece como pupa hasta la emergencia del adulto. El ataque del gusano saltarín se presenta en siembras de fines de primaveras y durante todo el verano. Con frecuencia el ataque se presenta tan severo que puede dejar sin plantas manchones de varias hectáreas; ocasionalmente, grandes superficies tienen que ser rastreadas y sembradas nuevamente debido a la población de plantas tan escasa que queda después del ataque del gusano saltarín.

Gusano soldado (Spodoptera exigua): Los adultos son palomillas que tienen las alas anteriores café-grisáceo y las posteriores blancas con el margen anterior café oscuro; junto a los márgenes lateral y posterior tienen una banda muy fina del mismo matiz. La hembra oviposita en masas en el envés de las hojas de algodonero, garbanzo y alfalfa, y cubre los huevecillos con una serie de hilos finos de seda de un color blanco sucio.Bajo condiciones de laboratorio se ha observado que el estado larvario dura de 14 a 16 días; cuando la larva alcanza su madurez, desciende de la planta y se entierra en el suelo a unos 5.0 a 10 centímetros de profundidad; ahí se transforma en pupa y en

cinco o seis días emerge el adulto, que después de alimentarse y aparearse empieza a reinfestar el cultivo.

Gusano trozador (Agrotis sp., Peridroma saucia): El adulto es una palomilla café negruzco y de hábitos nocturnos, que pone sus huevecillos en el suelo o entre la maleza desarrollada en suelos con humedad. Los gusanos causan el principal daño en plantas tiernas de varios cultivos (algodón, garbanzo, frijol, maíz, etcétera.). De aspecto robusto y de color café claro, con manchas oscuras en el dorso. Esta planta generalmente se presenta en focos de infestación; las larvas se alimentan sólo durante la noche, y en el día permanecen ocultas en la tierra a unos 10 centímetros de profundidad, por esta razón las aplicaciones de parasiticidas deben hacerse de preferencia por la tarde.

Minador de la hoja (Liriomyza munda): En su estado adulto es una mosca que mide cerca de 3.0 milímetros de longitud; es de color amarillento, y en la parte dorsal del abdomen presenta unas bandas oscuras, apreciables a simple vista. Oviposita dentro de la hoja y al emerger la larva empieza a alimentarse produciendo extensas galerías en las hojas. En ataques severos puede llegar a defoliar el cultivo, generalmente este insecto pupa sobre el follaje o cae al suelo. Este insecto ataca al tomate, garbanzo y frijol, entre otros.

Mosquita blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci): Las dos especies son plagas muy importantes del algodonero, frijol y de las cucurbitáceas. En el algodonero empiezan a aparecer después del primer riego de auxilio, y si no se combaten oportunamente, pueden causar problemas antes de la apertura de bellotas. Las mosquitas blancas miden menos de 2.0 milímetros de longitud, ovipositan en el envés de las hojas y sus huevecillos son pediculados, al principio de un color crema, pero después, poco antes de la eclosión, toman una coloración oscura; la ninfa es ovalada y permanece alimentándose en un solo lugar. Luego pasa a una fase de pseudopupa y posteriormente emerge el adulto. Ocasiona triple daño al cultivo; uno es el debilitamiento de la planta por la extracción de la savia, otro es la transmisión de virus (en frijol, “mosaicos”), y el tercero es

la formación de fumagina en el follaje, afectando la capacidad de fotosíntesis de las plantas afectadas.

Mosquita del sorgo (Contarinia sorghicola): Los adultos miden alrededor de 3.0 milímetros de longitud, son de cuerpo frágil y su color es anaranjado. Cabeza café, con antenas largas; tiene patas delgadas y alas transparentes que presentan un fleco de pelos finos. Ovipositan sobre las flores y granos tiernos un promedio de 50 a 100 huevecillos cada una. Las larvas viven y se alimentan dentro de la flor o del grano en formación; son frágiles y al principio muestran un tono rosado que finalmente cambia a anaranjado intenso, de tal forma que al oprimir los granos atacados, estos desprenden una tinta color naranja. Causa daños de mayor magnitud en las siembras que se realizan después del mes de marzo.

Perforador de la hoja (Bucculatrix thurberiella): El adulto es una palomilla blanca y alargada, que tiene una longitud aproximada de 6.0 milímetros. Presenta un conjunto de escamas largas en la parte posterior de la cabeza, con apariencia de capullo. Deposita los huevecillos en las hojas y, al emerger la larva empieza a alimentarse de ellas, haciendo una galería en el tejido. Esta larva se caracteriza porque al ser molestada desciende de la planta por medio de un fino hilo de seda que segrega por las partes bucales. En el tercer estadío sale de la galería y permanece en el envés de la hoja en estado de reposo de “herradura” cubierto con una telilla sedosa de color gris claro; algunos días después pasa al cuarto estadío y sale de su envoltura para continuar alimentándose del follaje. Cuando el daño es muy intenso, devora toda la hoja, a excepción de la cutícula y las nervaduras. La larva al madurar teje un capullo, que adhiere en ramas, hojas y tallo de la planta; este capullo es de color blanquecino y presenta unas costillas en posición longitudinal. Pulga negra saltona (Spanagonicus albofasciatus): Mide alrededor de 2.5 milímetros de longitud y tiene el cuerpo de forma similar al de Pseudatomoscelis, pero de color diferente, ya que esta última es verde, mientras que S. albofasciatus es negro y presenta unas manchas color blanco brillante en la parte superior del

cuerpo, por esta razón podría confundirse con la chinche pirata, pero difieren en el tamaño principalmente, ya que la chinche pirata es más pequeña que la S, albofasciatus. Esta especie proviene de otros cultivos, principalmente de cártamo, sorgo y frijol.

Pulga saltona negra (Chlamydatus associatus): Forma parte del complejo de chupadores que dañan a varios cultivos como frijol, algodonero, ajonjolí y hortalizas; por lo general se presenta en forma simultánea son Spanagonicus albofasciatus con la cual tiene semejanza en cuanto a la forma del cuerpo, pero difieren en color y magnitud. C. associatus es más negra y pequeña, pues mide alrededor de 2.0 milímetros de longitud.

Pulga saltona (Pseudatomoscelis seriatus): Tiene el cuerpo ovalado, verde claro, con puntos negros en diversas partes del cuerpo. Mide cerca de 6.0 milímetros de longitud. Para el combate químico debe tomarse en cuenta la edad de la planta; una aplicación anticipada eliminaría las poblaciones naturales de insectos benéficos.

Pulgas saltonas (Epitrix sp y Chaetocnema sp): La Epitrix sp es café y mide alrededor de 2.0 milímetros de longitud; en cambio la Chaetocnema sp es un poco menor y de color brillante. Ambas, durante su desarrollo, permanecen bajo el suelo, y en su estado adulto emergen a la superficie para alimentarse de las hojas tiernas. Atacan a los cultivos desde que nacen, y es durante las primeras cuatro semanas de edad de la planta cuando pueden causar un daño importante en el cultivo.

Pulgón (Aphis gossypii): Mide menos de 2.0 milímetros de longitud y es de cuerpo blando; un ataque agudo reduce el número de frutos por planta, y su calidad. Las plantas atacadas por pulgones presentan deformaciones en las hojas y en caso de daño intenso, muestran marchitez. Las plantas afectadas tienen el follaje cubierto de una mielecilla, que favorece la aparición de fumagina en el cultivo. Esta especie de pulgón ataca varios cultivos, como son algodonero, calabacita, melón y sandía.

Pulgón de la espiga (Macrosiphum avenae): Esta especie es la más abundante en la región; sin embargo, los niveles de infestación permanecen generalmente bajos, por lo que solamente en casos aislados se justifica la aplicación de insecticidas.

Pulgón del follaje (Rhopalosiphum maidis): Mide alrededor de 2.0 milímetros de longitud y presenta una coloración verde oscura, se localiza principalmente en las hojas del trigo y en el cogollo del sorgo de primavera. En el trigo las infestaciones no alcanzan niveles importantes en la región, por lo que no se justifica su combate químico. En el caso del sorgo, sólo ocasionalmente llega a generalizarse su daño en algún lote, en cuyo caso se requiere de una aplicación de insecticida.

Pulgón manchado (Therioaphis maculata): Esta especie es un pulgón verde claro con algunas manchas oscuras en el cuerpo. En la región se presenta sólo durante invierno. Cuando los niveles de infestación llegan a 10 individuos por tallo es necesario combatirla químicamente.

Pulga de la raíz (Rhopalosiphum rufiabdominalis): Mide menos de 2.0 milímetros de longitud y las ninfas de los primeros estadios son verde claro, mientras que las ninfas maduras y los adultos presentan una mancha en un tono rojizo en la mitad del cuerpo. Esta plaga se detectó por primera vez en la región en 1981. Es conveniente inspeccionar el cultivo, con el propósito de tomar medidas de control.

Pulgón verde (Acyrtosiphon pisum): El cuerpo de esta especie, las antenas y las patas son de coloración clara. Se presenta solamente durante el invierno y su ataque reduce significativamente el rendimiento de follaje cuando los índices de infestación llegan a 10 pulgones por tallo; por lo tanto, en estos casos es conveniente aplicar insecticidas para abatir las poblaciones de pulgones.

Pulgón verde (Myzus persicae): El adulto es verde pálido y mide 1.5 milímetros de longitud aproximadamente; su cuerpo es blando y en la parte posterior del abdomen tiene un par de tubos o cornículos. Los adultos alados son los responsables de la propagación de la plaga de un cultivo a otro, y procrean individuos sin alas, que son los encargados de formar las colonias de pulgones sin alas en el cultivo. Los adultos transmiten, en corto tiempo, algunos virus que causan enfermedades en las plantas; M. persicae ataca los cultivos de chile y tomate.

Pulgón verde del trigo (Schizaphis graminum): Tanto las ninfas como los adultos son verde claro, se desarrollan en colonias en el envés de las hojas de plantas pequeñas. Su ataque de causa manchas cafés en el follaje. En esta región esta plaga es poco frecuente, por lo que su combate químico no se justifica. Paralelamente al desarrollo de las poblaciones de pulgones, en los diferentes cultivos se originan poblaciones de fauna benéfica como avispitas momificadoras de pulgones, Aphidius sp.; moscas de la familia sírfidae; catarinas, Hippodamia convergens, Cicloneda sanguinea y Olla abdominalis; crisopas, Chrysopa californica; chinche pajiza, Nabis sp; y chinches asesinas, Zelus sp y Sinea sp; estos insectos benéficos juegan un papel determinante en el equilibrio biológico, ya que limitan las posibilidades de incremento en las poblaciones de pulgones.

Trips (Frankliniella sp y Thrips tabaci): Miden cerca de 2.0 milímetros de longitud y son de color amarillento; atacan al algodonero desde la emergencia de las plántulas hasta después del aclareo. Las infestaciones son mayores cuando hay periodos prolongados de frío y alta humedad relativa, de tal forma que las siembras más atacadas son las de febrero y marzo, principalmente. Los trips también atacan al maíz, en siembras de febrero y marzo. En este caso su ataque se caracteriza por las manchas foliares que provoca, las cuales hacen que las hojas aparenten estar secas; por esta razón en ocasiones se les confunde con daño causado por heladas. Las altas infestaciones de trips en el maíz en las primeras cuatro semanas de desarrollo pueden causar la muerte de las plántulas.

Trips (Caliotrips phaseoli): El adulto mide 1.0 milímetros de largo y es negro, mientras que las ninfas son amarillo-cafés. Tienen una alta capacidad de reproducción, por lo que en las zonas productoras de soya, esta plaga representa un verdadero problema. Las plantas atacadas muestran en las hojas unas mancheas “cenizas”, las cuales, después que el tejido muere, cambian a café-rojizo.

Jesús Navejas Jiménez

Enfermedades

Cenicilla: Los síntomas se presentan en la hoja como pequeñas manchas blancas cubiertas por un polvillo de aspecto harinoso. En ataques severos el “polvo” puede cubrir toda la hoja y el pecíolo. Se caracteriza por la formación de un polvillo color blanco sobre la superficie de las hojas y los peciolos; las hojas se decoloran y deforman, al igual que los tallos y las vainas. El organismo patógeno penetra por las heridas ocasionadas a la planta.

Jicamilla: El nombre de la enfermedad se origina por las nudosidades que se forman en la raíz de la planta a causa del ataque. De acuerdo con la población de estos parásitos en el suelo y la humedad suficiente del mismo, y con las temperaturas entre 22 y 30 ºC, las agallas crecen más de 5 veces el grosor original de la raíz. En cortes transversales de las agallas, se observan cavidades acuosas y brillantes. En plantas jóvenes, las hembras de los nemátodos se pueden observar fácilmente al microscopio, debido a las masas de huevecillos que producen en una base gelatinosa.

Mancha de la hoja: Esta enfermedad se presenta en forma de manchas redondas de color café, rodeadas por una aureola amarilla. Aparece primero en las hojas inferiores. Cuando el tiempo es húmedo, el patógeno se propaga fácilmente y sobre las manchas se forma una vellocidad de color gris cenizo debido a la presencia de las esporas. Un ataque intenso puede causar defoliación completa de la planta, lo que trae consigo retardo en su desarrollo y merma en el rendimiento. Para disminuir el daño

es necesario asperjar fungicidas a base de cobre o simplemente espolvorear azufre, aplicando 3 ó 4 veces cualesquiera de los productos durante el ciclo vegetativo de la planta; también las aplicaciones de Manzate D dan buenos resultados. No se debe sembrar cacahuate tras cacahuate que haya sido dañado por la enfermedad, en este caso deben quemarse los residuos.

Mancha foliar: Se desarrolla con humedad relativa y temperatura altas. Los síntomas se manifiestan como manchas de color café oscuro que al crecer tornan quebradizas las hojas.

Mancha gris de la hoja: Produce en las hojas manchas irregulares de color gris; este hongo se desarrolla bajo las mismas condiciones de humedad y temperatura donde prolifera Alternaria spp, pero su principal daño lo ocasiona en el capítulo, al provocar la pudrición de las flores.

Marchitez de la planta: Ataca las raíces taponando el floema y con esto se impide el paso de la savia hacia el follaje. En ataques severos las plantas llegan a morir. El patógeno penetra por las heridas en la raíz, que han sido causadas mecánicamente o por insectos; el debilitamiento de la planta por exceso de humedad, también favorece a la proliferación del hongo. Para evitar esta enfermedad es necesario hacer rotación de cultivos resistentes, combatir plagas del suelo, evitar que los implementos agrícolas dañen las raíces, dar riegos ligeros y sobre todo usar variedades resistentes.

Marchitez de la planta: La planta presenta un marchitamiento inicial en las yemas terminales de cada guía y según sea la severidad del daño, se puede secar toda la planta o parte de ella; al arrancar y hacer un corte transversal en la raíz se observa un anillo oscuro, que se va diluyendo a lo largo de las guías; ese anillo es la parte de la raíz dañada por el hongo, el cual destruye los tejidos de conducción de la savia y obstruye la circulación de la misma, lo que provoca la marchitez. Por otra parte, todo el follaje se torna amarillento y pronto toda la planta muere. La enfermedad es más notoria en épocas calurosas.

Mildiu: Se desarrolla rápidamente cuando la temperatura y la humedad relativa son muy altas. Los síntomas más frecuentes del

mildiu son manchas amarillas o cafés en el haz de la hoja. Crecimiento velloso de color crema oscuro en el envés de la misma, lo cual ocasiona que las hojas se sequen y baje considerablemente su rendimiento. Generalmente, cuando los cultivos de pepino u otra cucurbitácea se ven sumamente dañados, el fruto pierde su desarrollo normal.

Causa más daños en el segundo año de establecida la alfalfa; los síntomas característicos son inicialmente ligeras manchas irregulares verde claro en las hojas, las que después crecen cuando el hongo se establece e inicia su reproducción, a través de una vellocidad blanco grisácea que se produce en el envés de las hojas; las manchas se tornan necróticas y de color blanquecino.

Mildiu velloso: Los síntomas principales se inician con un amarillamiento en la parte terminal de la hoja que continua hacia el resto de ella, pudiendo llegar a secarla totalmente. En la parte del envés se observa una vellocidad grisácea que corresponde a las estructuras reproductivas del hongo o esporas. Al infestar las hojas, la planta se debilita tornándose amarilla, desecha flores y reduce el tamaño del grano.

Moho de la hoja: Empieza en las hojas de la parte inferior de la planta como manchas amarillentas en el haz y agrupaciones de color verde olivo en el envés. En ataque severo el plantío adquiere una coloración café clara y luego oscura, que va progresando de abajo hacia arriba.

Mosaico: Enfermedad causada por un virus; origina una anomalía en el desarrollo de la planta, principalmente en las hojas jóvenes y en las partes florales. Las hojas pueden mostrar desde un moteado suave hasta la pérdida del color, y las partes florales y frutos, pueden presentar deformaciones. Debido al ataque de este patógeno las plantas pueden mostrar enanismo.

Mosaico dorado: Enfermedad causada por un virus. Se manifiesta en las hojas como un moteado de tonos amarillos y verdes. Su transmisión es por medio del ataque de insectos chupadores en las primeras etapas de crecimiento de las plantas.

Peca de la hoja: Se desarrolla con humedad relativa y temperatura altas. Afecta principalmente a las hojas, causándoles manchas

circulares de color café oscuro de 2.0 centímetros de diámetro, semejantes a una peca; cuando la mancha se hace vieja, en la parte central y por el haz de la hoja se forma el cuerpo fructífero del hongo, el cual tiene forma de copa (apotecia). En los tallos, las lesiones son de forma elíptica y rara vez se observan cuerpos fructíferos. Las hojas con demasiadas manchas se tornan amarillas y caen prematuramente. El hongo sobrevive en los tejidos enfermos. Las apotecias se forman durante todo el ciclo de la alfalfa y las esporas que se producen son llevadas por el viento hasta las plantas sanas; el patógeno no se propaga a través de la semilla de alfalfa. Cuando la infección es sistémica, los tallos reducen su tamaño, se hinchan y el follaje se vuelve clorótico. El hongo sobrevive en residuos de cosecha o en las proximidades del cuello de la planta.

Pierna negra o pudrición del pie: Se presenta en las plantas cuando el ambiente y el suelo tienen alta humedad. Se caracteriza por producir una mancha negra en la parte inferior del tallo, la cual crece hacia arriba del mismo. A medida que el hongo se desarrolla, causa una pudrición en la planta. El daño se manifiesta más drásticamente en plantas jóvenes, las cuales suspenden su desarrollo y mueren antes de su fructificación.

Pudrición radicular: En condiciones de humedad excesiva, se presenta en plantas de cualquier tamaño y se caracteriza porque la planta se marchita, debido a que la raíz ha sido dañada en su xilema, donde se observa una coloración oscura o café negruzca, paralela a la longitud de la raíz principal.

Rabia: Los síntomas que se presentan en la planta son cambio de color en las hojas de un verde grisáceo a un amarillento, lo cual origina la marchitez parcial o total de la planta.

Roya o chahuixtle: Puede estar presente en el suelo o bien transmitirse a través de la semilla, que es el principal vehículo de diseminación; en ambos casos se trata de una infección primaria. El patógeno se desarrolla favorablemente cuando las temperaturas del suelo se encuentran entre 15 y 25 ºC, se detiene con temperaturas de 30 a 35 ºC; el hongo sobrevive en el suelo de un año para otro, a través de las teliosporas. El incremento

de la humedad del suelo no estimula el aumento de la enfermedad en las plantas. Cuando las condiciones ambientales son impropias para la formación de esporas, el patógeno se desarrolla lentamente dentro de la planta sin causarle mucho daño, pero bajo condiciones ideales para la esporulación esta enfermedad se presenta desde las hojas cotiledonales de las plántulas, en donde se observan pequeños gránulos anaranjados formados por uresdosporas que causan infecciones secundarias en otras hojas. Al liberarse las uredosporas, se forma una llaga (pústula) por donde se deshidrata la planta en forma gradual a la esporulación. Cuando se dejan de producir uredosporas, el hongo inmediatamente forma teliosporas de color café.

Roya o chahuixtle: Se desarrolla cuando la temperatura y la humedad relativa son demasiado altas. Los síntomas aparecen en el envés de las hojas como puntos amarillos o rojizos de donde se desprende un polvillo, que no es otra cosa que las esporas del hongo. Este patógeno ataca las hojas, vainas y rara vez al tallo. Cuando la enfermedad es muy severa, las hojas se tornan amarillas y la planta muere.

Roya o chahixtle: Forma en el haz de las hojas pequeñas pústulas de color amarillo-café o café oscuro, rodeadas por un anillo amarillo. Cuando la infección es severa, la planta se defolia y el suelo adquiere un aspecto rojizo, debido a la presencia de uredosporas.

Roya o chahuixtle de la hoja: Es común que en las hojas, durante el mes de febrero, se presenten las primeras señales de la enfermedad en forma de pequeños puntos de color naranja (pústulas), los cuales llegan a cubrir toda la lamina foliar. Las variedades susceptibles que son atacadas durante el espigamiento, reducen su rendimiento hasta en un 50%.

Secadera, marchitamiento o damping off: Se presenta cuando las plantas están recién nacidas y tienen pocos días de emergidas; los primeros síntomas se manifiestan en la base del tallo, en forma de anillo de color café oscuro que interrumpe la circulación de la salvia y ocasiona la marchitez de la planta. A medida que la enfermedad avanza la raíz muestra necrosis interna de

un color rojo ladrillo, que es la causante de que las plantas mueran. La enfermedad es severa cuando se presentan temperaturas de 7 a 10 ºC. Rhizoctonia solani se desarrolla en suelos que contienen materia orgánica en descomposición y se dispersa a partir de las plantas infectadas. Penetra fácilmente por heridas causadas mecánicamente o por plagas.

Tizón tardío: Los daños severos de esta enfermedad se producen en condiciones de alta humedad relativa y bajas temperaturas. Los síntomas se presentan en las plantas como manchas grises en el follaje con una vellocidad blanquecina en el margen; también se manifiestan como pudriciones de frutos a partir del pedúnculo.

Tizón temprano: Los síntomas característicos de esta enfermedad son manchas oscuras con anillos concéntricos rodeadas por anillos amarillentos. El ataque en almácigos es severo y mata las plantas. Los tallos son afectados parcialmente. Las plantas pueden ser atacadas en hojas, tallos y frutos.

Jesús Navejas Jiménez

Nombre común

Malezas

Nombre científico

Alambre Polygonum sp.

Avena Avena fatua

Alpiste silvestre Phalaris minor.

Coquillo Cyperus rotundus

Coquillo Cyperus globulosus

Coquillo Cyperus strigosus

Campanita Ipomoea hederacea

Correhuela o gloria de la mañana Convolvulus arvensis

Chual cimarrón Chenopodium murale.

Chual cenizo Chenopodium album.

Chicalote cardo Argemone mexicana

Chilillo Polygonum aviculare

Diente de león Taraxacum officinale

Empanadita Commelina diffusa

Frijolillo Cracca janala

Golondrina Phyllantos niruri

Golondrina Roja Euphorbia serpens.

Golondrina Blanca Euphorbia serpyllijolia.

Guachapore o guizapol Xanthium epinosus

Hierba prieta Eclipia albr

Hierba amargosa, iztafiate

Parthenium hysterophorus

Jarilla Jusslaea grandiflora

Jaramao Eruca sativa

Lengua de vaca Rumex crispus

Lengua de vaca Rumex pulcher

Girasol Tilhonia lobaeformis

Morraja Sonchus oleraceus

Malva Malva moschata

Malva Anoda cristata

Morita, chinchiquelite Solanum nigrum

Mostaza Brassica campestris

Mostacilla Sisymbrium irio

Meloncillo Cucurbita foetidissima

Oreja de ratón Sida hederacea

Rabanillo Raphanus raphanistrum

Baiquillo Sesbania exaltada

Tomatillo Physalis angulata

Tomatillo Physalis longefolia.

Toloache Datura stramonium

Verdolaga Portulaca oleracea

Grama Cynodon dactylon

Fresadilla, frente de toro Digitaria sanguinalis

Zacate Johnson Sorghum halepense

Zacate carricillo Panicum reptans

Zacate liendrilla Leptochloa filiformis.

Zacate rayado Echinochloa crusgalli

Zacate pinto Echinochloa colonum

Zacate de ganzo Eleusine indica

Zacate barbado Leptochloa fascicularia

Zacate de agua Leptochloa chloridiforis

Jesús Navejas Jiménez

AGRICULTURA DE CONSERVACIÓN

Agricultura de conservación. Un sistema sustentable

¿Qué es la agricultura de conservación?

La agricultura de conservación (ac) es un sistema de producción agrícola que se basa en tres principios: a) remoción mínima del suelo (sin labranza); b) cobertura del suelo (mantillo) con los residuos del cultivo anterior, con plantas vivas, o ambos; y c) rotación de cultivos, para evitar plagas y enfermedades, y diseminación de malezas.

¿En qué tipo de suelo se puede practicar?

Los principios de la ac son muy adaptables. Los agricultores utilizan la ac en una amplia gama de suelos, bajo diferentes condiciones ambientales y en distintas realidades del agricultor (recursos económicos, tamaño de parcela, maquinaria, mano de obra, etcétera).

El maíz sembrado sin labranza, directamente en una buena capa de residuos, es un excelente punto de partida para la agricultura de conservación.

¿Qué cultivos se pueden sembrar?

La gran mayoría de los cultivos se produce bien con ac. A nivel mundial es utilizada en amplias superficies con maíz, trigo, soya, algodón, girasol, arroz, tabaco y muchos otros cultivos. Incluso en la producción de tubérculos, como la papa, aunque durante la cosecha se remueve mucho el suelo.

¿Qué beneficios se obtienen?

Beneficios inmediatos

• Aumenta la infiltración de agua debido a que la estructura del suelo queda protegida por los residuos y al no haber labranza los poros se conservan intactos. Además los residuos bajan la velocidad del escurrimiento, dando más tiempo al agua para infiltrarse.

• Se reduce el escurrimiento de agua y la erosión del suelo al aumentar la infiltración de agua.

• Se evapora menos humedad de la superficie del suelo al quedar protegida de los rayos solares por los residuos.

• El estrés hídrico de las plantas es menos frecuente e intenso, gracias a que, al aumentar la infiltración de agua y disminuir la evaporación del suelo, aumenta la humedad.

• Se necesitan menos pasadas de tractor y mano de obra para preparar el terreno y, por consiguiente, disminuyen los costos de combustible y mano de obra.

Beneficios a mediano y largo plazo

• Una mayor cantidad de materia orgánica (mos) que mejora la estructura del suelo, aumenta la capacidad de intercambio de cationes y la disponibilidad de nutrientes, y mejora la retención de agua.

• Los rendimientos aumentan y son más estables.

• Se reducen los costos de producción.

• Aumenta la actividad biológica tanto en el suelo como el ambiente aéreo; esto contribuye a mejorar la fertilidad biológica y permite establecer un mejor control de plagas.

¿Qué tipo de problemas encontraré?

Forma de pensar

A muchos agricultores, técnicos e investigadores les resulta difícil entender que es posible sembrar sin arar, y que es igual o más productivo que la siembra convencional. Cambiar de forma de pensar respecto al manejo agrícola es uno de los desafíos más grandes que hay que enfrentar. La ac no es una receta. Por eso, es necesario que quienes deseen adoptarla averigüen, entiendan y apliquen los principios de esta tecnología en sus condiciones particulares.

Retención de residuos

La ac no da buenos resultados sin la retención de residuos en la superficie del suelo. Sin embargo, la mayoría de los pequeños productores manejan sistemas agropecuarios mixtos y utilizan los residuos para alimentar a sus animales durante la temporada de sequía, para la venta u otros usos. Para aminorar este conflicto, se puede iniciar la ac en una pequeña parte de la parcela. Una vez que el agricultor haya adquirido experiencia con el sistema y sus rendimientos hayan aumentado, entonces, podrá destinar parte de los residuos de la cosecha para alimentar a sus animales, dejar suficiente para proteger la superficie del suelo y, en el siguiente ciclo, comenzar a practicar la ac en una superficie más extensa de la parcela.

Control de malezas

En los primeros ciclos de la ac es muy importante el control de malezas. Éste se puede efectuar de manera eficaz aplicando herbicidas, en forma manual, sembrando cultivos de cobertura, o combinando estos procedimientos, con lo cual se evitará que las malezas produzcan semilla. Si se logra un buen control, las poblaciones de malezas se reducen después de los primeros dos o tres ciclos de cultivo.

Aplicación de nitrógeno

Los residuos de la cosecha y la materia orgánica del suelo (mos) son descompuestos por organismos del suelo de manera que, con el tiempo, las plantas pueden aprovechar el nitrógeno contenido en estos

materiales orgánicos. Con la labranza, la descomposición es muy rápida, tanto que los niveles de mos bajan y el suelo se degrada. Sin labranza la mineralización y la descomposición de la mos se reducen y proporcionan nitrógeno y otros nutrientes a las plantas, en forma más lenta y uniforme. Sin embargo, en suelos muy degradados y con poca mos la disponibilidad de nutrientes puede ser pobre para las plantas, por lo cual es necesario aplicar más nitrógeno (estiércol, composta o fertilizante) durante los primeros años en los que se practica la ac.

¿Qué se necesita para iniciar?

Información

Es muy importante obtener información de agricultores y técnicos con experiencia en el sistema. Los agricultores deben iniciar la ac en una superficie pequeña (aproximadamente 10% de la propiedad), para aprender primero cómo manejar la técnica.

Preparación

• Se dispone el terreno con anticipación: romper la compactación, nivelar la superficie, eliminar las malezas y los problemas de acidez.

• Conseguir el equipo adecuado para la siembra y el control de malezas.

• Producir suficiente residuo o rastrojo.

Implementación

• Es importante lograr un buen control de malezas evitando que ellas produzcan semilla.

• Comenzar con una buena rotación de cultivos para proporcionar nutrientes, producir una mayor cantidad de residuos y controlar las malezas.

• Si los suelos son muy arenosos o se han degradado, aplicar más fertilizante nitrogenado, estiércol o composta.

1. El problema de la degradación del suelo

¿Qué es la degradación del suelo?

La erosión ocasiona una disminución de la materia orgánica y la fracción fina de partículas en el suelo, y la pérdida de la fertilidad es el resultado de la degradación del suelo. Un suelo degradado provoca la disminución progresiva de los rendimientos de los cultivos, el aumento de los costos de producción, el abandono de las tierras o al incremento de la desertificación. La labranza es la causa principal de la degradación de las tierras de cultivo, porque ocasiona una rápida desintegración de la materia orgánica y reduce la fertilidad del suelo.

¿Qué es un suelo fértil?

Un suelo fértil permite alcanzar un buen nivel de producción, que sólo es limitado por las condiciones ambientales (humedad y radiación) o un manejo agronómico inadecuado. La fertilidad es un conjunto de tres componentes: la fertilidad química, la fertilidad física

Degradación del suelo, después de una fuerte tormenta, causada por un manejo agronómico inapropiado (Foto: Moriya, 2005)

y la fertilidad biológica. Si alguno de estos componentes disminuye, esto normalmente conduce a la reducción de los rendimientos, como resultado de la reducción de la materia orgánica.

¿Qué es la fertilidad química del suelo y cómo se puede conservar y mejorar?

La fertilidad química es la capacidad del suelo de proporcionar todos los nutrientes que el cultivo necesita: si dichos nutrientes no están presentes en una forma accesible a las plantas o se encuentran a profundidades donde las raíces no llegan, no contribuirán al crecimiento del cultivo.

La disponibilidad de nutrientes es normalmente mayor cuando éstos se asocian con la materia orgánica y con la aplicación de estiércol, fertilizante, composta o cal.

¿Qué es la fertilidad física del suelo y cómo se puede conservar y mejorar?

La fertilidad física es la capacidad del suelo de facilitar el flujo y almacenamiento de agua y aire en su estructura, para que las plantas puedan crecer y se arraiguen firmemente a éste. Para que el suelo sea físicamente fértil, debe tener espacio poroso abundante e interconectado. Generalmente, existe ese tipo de espacio cuando se forman agregados, que son partículas de suelo unidas por materia orgánica.

La labranza deshace los terrones, descompone la materia orgánica, pulveriza el suelo, rompe la continuidad de los poros y forma grandes capas compactas que restringen el movimiento del agua, el aire, y el crecimiento de las raíces. Un suelo pulverizado es más propenso a la compactación, al encostramiento y la erosión. Para disminuir este problema, es necesario reducir la labranza al mínimo y aumentar la cantidad de materia orgánica.

¿Cómo se puede conservar y mejorar la fertilidad biológica del suelo?

La fertilidad biológica del suelo se refiere a la cantidad y diversidad de fauna en el suelo (lombrices, escarabajos, termitas, hongos, bacterias, nemátodos, etcétera). La actividad biológica consiste en romper las capas compactas, descomponer los residuos de los cultivos

Degradación física del suelo provocada por la labranza intensiva. La superficie está comprimida y encostrada (Foto: Govaerts, 2004).

(incluidas las raíces), integrarlos al suelo, convertirlos en humus, y aumentar la cantidad y continuidad de los poros. La labranza destruye los túneles y el hábitat de estos organismos. La mejor manera de incrementar la actividad biológica en los suelos de cultivo es crear un sistema lo más parecido a uno natural, suprimiendo la labranza y dejando los residuos en la superficie del suelo.

¿Cómo detectar la degradación?

Una forma sencilla de detectar la degradación física del suelo es tomar unos terrones pequeños de aproximadamente un centímetro de diámetro de un terreno arado y otro de una tierra virgen cercana. Observe ambas muestras de suelo. La primera diferencia se nota en el color más oscuro del suelo sin arar, debido a su mayor contenido de materia orgánica; la segunda, cuando al colocar los terrones en un recipiente con agua, el terrón de suelo arado se desintegra, en tanto que el otro permanece intacto. Para hacer una tercera prueba, se afloja la tierra de un campo que haya sido arado y de una superficie sin arar, y luego se observa la diferencia en el número y la diversidad

En la foto superior un terreno en que se aplicó AC y se dejó parte del rastrojo del cultivo anterior; abajo, un terreno sin rastrojo y con labranza convencional. Terrenos en Toluca, Estado de México, después de una lluvia intensa de 30 milímetros. (Foto: Delgado, 2005).

de especies animales. Por lo general, se observan más organismos en el terreno que no ha sido arado.

¿Cómo se puede evitar la degradación del suelo?

Los tres factores más importantes que causan degradación de los suelos agrícolas son: a) la labranza (eliminación de la fertilidad física); b) la remoción de residuos (principalmente para pastoreo o quema); y c) la extracción de nutrientes (no se aplican cantidades adecuadas de estiércol, composta o fertilizante). Por tanto, la clave para evitar la degradación es reducir al mínimo la labranza, dejar en la superficie tantos residuos como sea posible y reponer los nutrientes que son absorbidos por los cultivos.

2. Agricultura de conservación

Los agricultores mexicanos, como casi todos los agricultores en el mundo, se enfrentan hoy día principalmente a tres retos:

• Los acontecimientos recientes a nivel mundial, que han ocasionado incrementos en los costos, sobre todo de combustible, fertilizantes y otros insumos para la producción de cultivos agrícolas.

• La rápida degradación de la estructura del suelo, que afecta desfavorablemente su composición química, ya que produce considerables reducciones del carbono orgánico del suelo y reduce la abundancia biológica.

• La escasez de agua, para producción tanto de riego como de temporal, es un factor limitante, ya que no permite generar ni mantener grandes volúmenes de productos que satisfagan las demandas de alimentos para consumo de los habitantes de numerosos países en desarrollo, entre ellos, México.

El maíz es el principal cultivo básico y estratégico para la alimentación en México; sin embargo, en años recientes, su costo de producción se ha elevado. Esta situación ha creado un entorno de baja competitividad para los productores de las diferentes zonas productoras de riego o de temporal en términos de costo-beneficio y, por ende, la rentabilidad del cultivo ha decrecido.

Siembra directa sin mover el suelo. Un disco cortador abre el suelo, se deposita la semilla y la llanta compactadora cierra la abertura.

Ante el panorama de inseguridad, la ac constituye una solución potencial. La ac se basa en tres principios: reducir al mínimo el movimiento del suelo; dejar el rastrojo del cultivo en la superficie del terreno para que forme una capa protectora; practicar la siembra de diferentes cultivos, uno después de otro, o sea, la rotación de cultivos.

Rastrojo

El rastrojo es una base importante de la ac, ya que si no hay residuos no puede existir este sistema. Por tanto, si usted piensa eliminar o quemar todos los residuos de su cosecha, no aplique ac, porque podría obtener resultados más negativos que si sembrara con labranza convencional. La importancia de dejar los residuos es lograr una buena cobertura y proteger al suelo del viento, así como retener la humedad, lo cual contribuirá a una buena germinación. Aunque esto no significa dejar todo el rastrojo, si los residuos son importantes para

usted porque debe alimentar a sus animales, se recomienda consultar con un técnico cuál es la cantidad adecuada para la zona.

La quema del rastrojo no es una práctica aconsejable en el uso de labranza de conservación.

El rastrojo de trigo forma una pantalla que ayuda contra las heladas.

Después o durante la cosecha, el rastrojo se distribuye de manera uniforme, para que forme un colchón que proteja el suelo.

La ac reduce los costos de producción y la mano de obra; aumenta la competitividad de los agricultores y los ingresos de éstos en los sistemas de producción de maíz; y representa una excelente opción para conservar los recursos naturales, dado que:

• Mejora la textura y la estructura del terreno.

• Favorece la infiltración del agua y la retención de la humedad.

• Retiene por más tiempo la humedad del suelo en zonas de temporal o de riego, promueve el uso eficiente del agua y genera ahorros en su consumo durante el riego.

• Mejora las propiedades químicas y biológicas del suelo.

• Aumenta el nivel de materia orgánica.

• Reduce la erosión.

• Disminuye la quema del rastrojo.

• Al reducirse el uso de maquinaria agrícola, se ahorra combustible; hay menos emisiones de contaminantes y menor compactación del suelo, que se asocia al exceso de pases de maquinaria. Los beneficios finales para los agricultores serán una agricultura sostenible y más rentable y la reducción de costos, que se traducen en mayores ingresos.

La agricultura de conservación tiene gran potencial en México. A continuación se ilustra la gran diferencia en el comportamiento de una variedad de maíz o de trigo, con la misma cantidad de fertilizante y el mismo control de herbicidas, pero bajo distintos sistemas de manejo.

3. Importancia de los residuos

Los residuos o rastrojos son las partes secas que quedan del cultivo anterior, incluidos los cultivos de cobertura, los abonos verdes u otros materiales vegetales traídos de otros sitios. Los rastrojos son un factor fundamental para la correcta aplicación de la agricultura de conservación (ac). En los sistemas agrícolas convencionales, los residuos normalmente se utilizan para alimentar a los animales, o bien se retiran del campo para otros usos, se incorporan o se queman. En muchos lugares, existen derechos de pastoreo comunales, situación que podría crear conflictos al querer proteger los residuos que quedan en la superficie del suelo de los animales que andan sueltos en busca de alimento. Sin embargo, como los agricultores que aplican la ac obtienen mayores beneficios con la retención de residuos, algunas comunidades han encontrado formas de resolver este problema.

¿Cuáles son los beneficios del rastrojo en la AC?

• Mayor infiltración de agua.

• Menor evaporación de agua.

• Mayor volumen de agua disponible para los cultivos.

• Menor erosión por agua y viento.

• Más actividad biológica.

• Mayor producción de materia orgánica y disponibilidad de nutrientes para las plantas.

• Temperaturas moderadas del suelo.

• Menos malezas.

La retención de residuos, ¿cómo aumenta la infiltración de agua?

La estructura de los suelos donde se elimina el rastrojo, o que se laborean, es generalmente débil como consecuencia de la labranza. A esto se suma la acción destructiva de las gotas de lluvia, que hace que las partículas del suelo se dispersen, se tapen los poros y se compacte la superficie, impidiendo la infiltración del agua. Por el contrario, en los sistemas de ac, con nulo movimiento de suelo, los residuos permanecen en la superficie y la protegen, con lo cual aumenta también la actividad biológica, hay una mayor cantidad de poros y, en consecuencia, mayor infiltración de agua.

¿Cómo reducen los residuos la evaporación?

Los residuos protegen el suelo no sólo del impacto de las gotas de lluvia, sino también de los rayos solares que evaporan el agua de la superficie del suelo y de la deshidratación a causa del viento. Por eso, normalmente se encuentra tierra húmeda debajo de los residuos.

¿Cómo aumentan los residuos la cantidad de agua?

Con los residuos hay menos pérdida de evaporación y aumenta la penetración del agua de lluvia en el suelo, es decir, se incrementa la infiltración; por eso hay más agua en el suelo para las plantas. Puede que una parte del agua adicional se pierda y no sea aprovechada por el cultivo, pero en la mayoría de los casos, sobre todo en zonas secas o de temporal, habrá más agua disponible para las plantas.

Los residuos, ¿cómo protegen el suelo de la erosión?

Los residuos, al aumentar la infiltración, estimulan una mayor penetración de agua en el subsuelo. Asimismo, hacen que sea más lento el escurrimiento de agua por el terreno. La combinación de estos dos factores reduce significativamente el efecto de la erosión hídrica. Los residuos también protegen el suelo del viento y cuando éste deja de ser removido por la labranza durante la aplicación de las prácticas de ac, hay una marcada disminución de la erosión eólica.

¿Cómo aumentan los residuos la actividad biológica?

En la ac, si se dejan los residuos en la superficie del suelo se genera una fuente constante de alimento y un hábitat para los organismos del suelo, que propicia además un aumento en su población. Muchos de estos organismos crean poros en el suelo o destruyen plagas que atacan los cultivos. Cuando se practica la agricultura convencional únicamente el cultivo está presente: no hay fuentes de alimento para los organismos del suelo, ni hábitat para los insectos benéficos.

¿Cómo afecta la retención de residuos a la materia orgánica del suelo y los nutrientes de las plantas?

La actividad biológica fomentada por la retención de residuos y la ausencia de labranza (prácticas de ac), permite que la materia orgánica permanezca más tiempo en el suelo en forma de humus. Los nutrientes contenidos en el humus son más accesibles a las plantas que las formas inorgánicas (fertilizantes). Sin embargo, también es posible que los residuos inmovilicen el nitrógeno y, por ello, quizá sea necesario aplicar un poco más de estiércol o fertilizante nitrogenado en los primeros años que se aplique la ac.

Los residuos, ¿tienen algún efecto sobre las malezas?

En la ac, cuando se combinan la retención de residuos y la aplicación de herbicidas, disminuyen las poblaciones de malezas, porque los residuos funcionan como una barrera que restringe la germinación y el crecimiento de las malezas.

Los residuos, ¿tienen algún efecto en la temperatura del suelo?

Los residuos en la superficie protegen el suelo de la radiación solar y, por tanto, éste no se calienta mucho durante el día. En la noche, los residuos actúan como una cobija que conserva el calor del suelo.

En algunos climas fríos, el hecho de que el suelo esté helado puede obstaculizar la germinación de la semilla, pero esto es poco probable en zonas tropicales.

Relación entre la cubierta de residuos en la superficie y el porcentaje de agua infiltrado del total de agua de riego aplicado. (Verhulst, 2008).

4. La importancia de la rotación de cultivos

¿Qué es la rotación de cultivos?

La rotación de cultivos es la siembra sucesiva de diferentes cultivos en un mismo campo, siguiendo un orden definido (por ejemplo, maíz-frijol-girasol o maíz-avena).

En contraste, el monocultivo es la siembra repetida de una misma especie en el mismo campo, año tras año.

¿Qué problemas se presentan con el monocultivo?

En los sistemas de monocultivo, al paso del tiempo se observa un incremento de plagas y enfermedades específicas del cultivo. Asimismo, la cantidad de nutrientes disminuye, porque las plantas ocupan siempre la misma zona de raíces y en la temporada siguiente las raíces no se desarrollan bien.

¿Cuáles son las ventajas de la rotación de cultivos?

• Se reduce la incidencia de plagas y enfermedades, al interrumpir sus ciclos de vida.

• Se puede mantener un control de malezas, mediante el uso de especies de cultivo asfixiantes, cultivos de cobertura, que se utilizan como abono verde o cultivos de invierno cuando las condiciones de temperatura, humedad de suelo o riego lo permiten.

• Proporciona una distribución más adecuada de nutrientes en el perfil del suelo (los cultivos de raíces más profundas extraen nutrientes a mayor profundidad).

• Ayuda a disminuir los riesgos económicos, en caso de que llegue a presentarse alguna eventualidad que afecte alguno de los cultivos.

• Permite balancear la producción de residuos: se pueden alternar cultivos que producen escasos residuos con otros que generan gran cantidad de ellos.

Datos importantes acerca de las rotaciones de cultivos

• Los efectos del monocultivo son más notorios en la agricultura de conservación (ac) que en los sistemas convencionales. Cuando se utiliza ac, las rotaciones suelen dar mejores resultados que el monocultivo, incluso si no incluyen leguminosas.

• Muchos de los beneficios de las rotaciones no se entienden. Por tanto, es necesario ensayarlos y compararlos en el campo y en los terrenos del agricultor.

• Las rotaciones no son suficientes para mantener la productividad, por lo cual es necesario reponer los nutrientes extraídos con fertilizantes o abonos.

• Las rotaciones más seguras combinan cultivos con diferentes modos de crecimiento (enraizamiento profundo versus enraiza-

miento superficial; acumulación de nutrientes versus extracción de nutrientes; acumulación de agua versus consumo de agua, etcétera).

5. Control de malezas en la agricultura de conservación

Una de las razones principales por la que los agricultores laborean el suelo es porque pueden incorporar los residuos de la cosecha anterior y eliminar las malezas.

Para el control de malezas en la agricultura de conservación (ac) deben poseerse conocimientos especializados, a fin de resolver las dificultades relacionadas con algunas malezas que son más persistentes que otras en los primeros ciclos después de hacer el cambio, de agricultura convencional a la de conservación. De otra manera, esto puede ser un motivo para que los productores rechacen la tecnología.

¿Qué opciones existen para controlar las malezas en la AC?

Cuando se realizan prácticas de labranza convencional en un ciclo normal de cultivo, uno de sus principales objetivos es que las semillas de las malezas queden enterradas y no puedan desarrollarse. Sin embargo, al siguiente año las mismas semillas son devueltas a la superficie y, si el suelo sigue laboreándose continuamente, será difícil romper el ciclo (banco de semilla). Por el contrario, en la ac se logra un buen control de malezas en unos cuantos ciclos, evitando que vuelvan a producir semilla y reduciendo drásticamente la población. Hay varias medidas que se pueden tomar para controlar las malezas:

a) Control manual.

b) Evitar que las malezas produzcan semilla.

c) Practicar rotaciones de cultivos que reprimen las malezas.

d) Dejar los residuos en la superficie para ayudar a eliminar las malezas.

e) Aplicar herbicidas.

Si se combinan estas estrategias de control, en tres años se reducirán de manera notable las poblaciones de malezas.

Controlar las malezas todo el año

La mayoría de los agricultores no controlan las malezas al final del ciclo ni durante el invierno, porque creen que no afectan los rendimientos del año. Sin embargo, pueden producir semilla y severas infestaciones en el siguiente ciclo. Así, desyerbar a final del ciclo de cultivo y en invierno resulta vital para lograr un eficaz control de malezas en la ac.

¿Son los residuos útiles para controlar las malezas?

Los residuos ahogan las malezas y reducen el número y viabilidad de éstas en el campo. A mayor cantidad de residuos, menor la cantidad de malezas que crecerán a través del mantillo.

¿Cómo ayudan la rotación de cultivos y los abonos verdes a controlar las malezas?

Algunos cultivos tienen un crecimiento más vigoroso, y por lo tanto cubren el suelo rápidamente y tienden a ahogar las malezas; esto reduce eficazmente las poblaciones, ya sea que los cultivos se siembren intercalados, solos o como parte de una rotación. Algunos cultivos que proporcionan un buen control son el frijol terciopelo (Mucuna pruriens), la judía o frijol de Egipto (Lablab purpureus) y el cáñamo de Bengala (Crotalaria juncea). Los dos primeros, si se intercalan, deben sembrarse de tres (cáñamo de Bengala) a seis semanas (frijol terciopelo) después del maíz, de manera que no compitan demasiado con éste y no reduzcan los rendimientos. Existe otro tipo de rotaciones (alfalfa, maíz, trigo, avena, triticale, girasol) con el cual es posible controlar de manera eficaz las malezas conforme avancen los ciclos de cultivo, hasta casi eliminarlas. La combinación con otros métodos de control reducirá las poblaciones de malezas y su control anual será más sencillo.

¿Cuáles son los beneficios y los problemas del control manual?

Los agricultores con pequeñas superficies pueden hacer el control manual de malezas (cortándolas con un azadón), porque es un procedimiento de poco riesgo que suele ser eficaz cuando las malezas son pequeñas (menos de 10 centímetros). La desventaja del control manual es que es muy laborioso y se invierte mucho tiempo.

¿Cuáles son los beneficios y los problemas del control químico?

El control de malezas con herbicidas es un procedimiento rápido y eficaz, pero es necesario y muy importante aplicarlo de manera correcta. La persona que aplique los químicos debe: a) saber qué tipo de malezas controla y los cultivos a los que se puede aplicar; b) conocer su grado de toxicidad y cómo manejarlos; c) saber las condiciones en las que causa mejor efecto y en cuáles no; d) tener conocimiento de los métodos y las dosis de aplicación; e) conocer los distintos tipos de equipo y cómo calibrarlos; f) conocer los diferentes tipos de boquillas; g) saber qué tipo de ropa protectora hay que usar y qué medidas o acciones deben tomarse después de que termine de aplicar el producto.

Además, para emplear los herbicidas, es necesario contar con el capital requerido al comienzo del ciclo de cultivo.

Algunos datos acerca de los herbicidas:

• Los herbicidas matan las plantas, y no hay que olvidar que los cultivos también son plantas. Por eso, es importante saber cómo controlar las malezas sin perjudicar el cultivo, a las personas y el medio ambiente; también es necesario utilizar herbicidas específicos y selectivos para el cultivo que quiere protegerse de las malezas y evitar dañar las plantas.

• Hay una gran variedad de herbicidas que tienen diferentes características, y por eso, el usuario tiene que aplicar el herbicida en la dosis y el momento correctos, siguiendo el método apropiado. Algunos herbicidas actúan en contra de todas las plantas (herbicidas no selectivos) y, por tanto, deben aplicarse antes de la emergencia. Otros actúan únicamente en algunas plantas (herbicidas selectivos) y se pueden aplicar durante el desarrollo del cultivo.

• Hay herbicidas que pueden usarse para controlar las malezas en un cultivo determinado, pero no en otros, porque los matan. Por ejemplo, es posible que uno que controla las malezas del maíz, mate la cebada.

• Algunos deben aplicarse antes de que germinen las malezas. A éstos se les denomina herbicidas preemergentes, porque inhiben el crecimiento de las malezas cuando éstas intentan salir a la super-

ficie del suelo; otros únicamente controlan las malezas que ya han germinado; a éstos se les llama herbicidas postemergentes porque actúan sobre las malezas que ya cubren la superficie del suelo y son selectivos.

Antes de usar un herbicida, asegúrese de leer y entender todas las instrucciones que vienen en la etiqueta.

El agricultor debe proponerse como meta, nunca permitir que las malezas produzcan semilla en su predio.

“La semilla de un año produce siete años de malezas.”

Viejo dicho de los agricultores.

Fuente: cimmyt.

Ubicación

Simbología

Distritos de Desarrollo Rural

Centros de Apoyo para el Desarrollo Rural

Vizcaíno

Mulegé Comondú

La Paz

Santiago

001 Comondu

002 Mulegé

003 La Paz

008 Los Cabos

009 Loreto

Población total

16,738

16,739 - 59,114

59,115 - 70,816

70,817 - 238,487

238,488 - 251,871

003 La Paz

008 Los Cabos

Simbología

Presas

Cuerpos de agua

Pastizal

Agricultura de riego

Agricultura de temporal

Cultivos
Alfalfa verde
Mango
Pasto (tapete) m2
Tomate rojo (Jitomate)

Simbología

Carretera cuota

Carretera libre

Vías férreas

Rango

precipitación media anual

Menor a 200 mm

200 a 400 mm

400 a 800 mm

800 a 1000 mm

Distribución de climas

Cálido

Semicálido

Templado

Comentarios y aportaciones del lector

Sus comentarios son valiosos para enriquecer los contenidos de esta Agenda Técnica Agrícola que la sagarpa ha pensado para poner en común el conocimiento relacionado con las actividades del sector. Todas las aportaciones son recibidas en el siguiente correo electrónico: agendastecnicas@senasica.gob.mx

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