Uno de los aspectos más importante tras descubrimiento de América fue el proceso de conquista y ocupación del territorio que llevó a cabo la corona española. En este ámbito, el papel de las órdenes mendicantes (franciscanos, dominicos y agustinos) fue decisivo, ya que fueron las encargadas de llevar a cabo la empresa evangelizadora en el Nuevo Mundo.
Estas órdenes, con la ayuda de los indígenas, levantaron grandes conventos en el virreinato de Nueva España para expandir el cristianismo por este nuevo territorio y, partiendo de la misma tipología conventual occidental, desarrollaron una serie de nuevos conjuntos arquitectónicos que dejan de tener las características europeas. Se trata de una nueva arquitectura donde se fusiona la tradición occidental con la precolombina.
Se van generando así las primeras expresiones de arquitectura mestiza del siglo XVI, entendidas no como una mezcla de elementos de ambas culturas, sino como una nueva expresión donde se sintetizan las sensibilidades de