¿Cómo se evalúan las enfermedades respiratorias? Tabla 2. Consejos para el paciente antes de realizar una espirometría
Deberá suspender, si los toma, los broncodilatadores 12 horas antes de la exploración Si es fumador, no deberá fumar durante las 2 horas previas al estudio En el caso de tomar algún otro medicamento oral, comuníquelo antes de realizar la exploración No es necesario estar en ayunas
pulmonar e insuficiencia cardíaca y permitía seleccionar eficazmente grupos de personas que iban a sufrir una muerte prematura.
¿Cómo se realiza una espirometría? Antes de realizar una espirometría deben considerarse las recomendaciones que se muestran en la tabla 2. El personal sanitario que realice la prueba le colocará unas pinzas nasales y le pedirá que haga lo siguiente: – Llenar el pecho de aire al máximo. – Después, soplar con toda su fuerza y seguido hasta sacar todo el aire. La cantidad de aire expulsado en el primer segundo (volumen espiratorio forzado o FEV1) nos indica el grado de obstrucción de las vías aéreas. A la cantidad total de aire espirado le llamamos capacidad vital forzada (FVC).
¿Para que sirve la espirometría? Es la prueba que mayor información aporta para evaluar la función pulmonar. La espirometría mide la cantidad y velocidad de la salida del aire. En algunas enfermedades obstructivas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma, el aire tarda más tiempo en salir que en las personas que no tienen obstrucción (es como expulsar el aire a través de un tubo estrecho puesto en la boca). Al igual que sucede con la presión arterial, la espirometría es la expresión simple de un proceso más complejo. Al realizar una inspiración máxima, los pulmones y la caja torácica se estiran al máximo. Después, durante la espiración forzada, los pulmones se vacían hasta alcanzar un volumen mínimo que evita su colapso. La espirometría refleja el esfuerzo muscular con el que se inicia el proceso, la retracción elástica del tórax y de los pulmones, la función de las vías aéreas y la interdependencia entre vías aéreas y alvéolos. Las aplicaciones clínicas de la espirometría son incuestionables y crecientes. Por definición, es un procedimiento esencial para el diagnóstico de EPOC y posee capacidad pronóstica en todos los estadios de dicha enfermedad. Además, la espirometría también resulta útil para identificar asma o trastornos respiratorios restrictivos subclínicos. En los últimos años, se han descrito diversas e importantes aplicaciones de la espirometría fuera del campo del sistema respiratorio. Se ha demostrado que puede predecir la muerte de origen cardíaco o cerebrovascular. Resulta conocido que una espirometría anormal supone un riesgo cuatro a seis veces mayor de padecer cáncer
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