La patogenia de la infección depende de la interacción entre factores epidemiológicos dependientes del huésped (postoperatorio complicado, infecciones bacterianas de repetición, coinfección por CMV, edad avanzada, inmunosupresión alta) y dependientes del ambiente (estancia prolongada en UCI, derribos y obras en las proximidades, contaminación del agua o del aire acondicionado, necesidad de diálisis o de nutrición parenteral). Lo más frecuente es que el paciente adquiera el hongo por la vía aérea, ya sea en el hospital o en la comunidad, si bien puede proceder de hongos latentes en el pulmón remanente que se activan por la inmunosupresión tras el TP, en el caso del trasplante unipulmonar. La alta mortalidad de las infecciones fúngicas justifica la necesidad de establecer pautas de actuación diagnóstica y terapéutica precoces. Además de un alto índice de sospecha, los aislamientos fúngicos en los cultivos tienen una gran importancia, pues si bien los hongos pueden no ser patógenos, la colonización puede ser el paso previo a la infección. De hecho, los pacientes con un injerto pulmonar colonizado por Aspergillus en los seis primeros meses postrasplante tienen once veces más probabilidad de desarrollar enfermedad invasora que los no colonizados. La repetición de los aislamientos de hongos puede ser la primera evidencia de la infección y exigen una actitud diagnóstica agresiva de cara a descartar la enfermedad. La confirmación diagnóstica precisa de la demostración anatomopatológica del hongo en los tejidos, pero la obtención y procesamiento de las muestras, los cultivos y las técnicas de identificación llevan su tiempo, por lo que se hace necesario iniciar el tratamiento empírico ante la presencia de datos sugestivos de infección micótica. Infección por Candida spp La colonización por Candida spp se produce entre el 20 y el 85% de los pacientes sometidos a TP. Hasta el 40% de los colonizados pueden desarrollar candidiasis invasora. Tiene lugar hacia las semanas 3ª a 12ª tras el TP. La especie más frecuente es Candida albicans, pero pueden producir patología otras como C. krusei, C. glabrata, C. parapsilosis y C. tropicalis. La colonización respiratoria asintomática puede ser el inicio de una traqueobronquitis por Candida. Cursa con tos, sibilancias, disnea y a veces fiebre. La radiografía de tórax no revela alteraciones específicas. La broncoscopia muestra inflamación generalizada de las vías respiratorias, con hiperemia y edema que estrecha las luces bronquiales. Puede haber secreciones blanquecinas muy adherentes y lesiones ulceradas cubiertas de placas blanquecinas. La afectación de la anastomosis bronquial puede ocasionar la extensión del hongo al mediastino.
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