y cannabis, estando ambos implicados en la vía mesolímbica del sistema de recompensa a través del sistema dopaminérgico, modulando los sistemas GABA y glutaminérgico. La nicotina puede actuar como un reforzador del sistema endocannabinoide. Además, se sospecha que pueden producirse interacciones funcionales en áreas con alta densidad de receptores cannabinoides CB1 donde también existen receptores nicotínicos. La nicotina tiene algunos efectos sobre el tetrahidrocannabinol (THC), principal principio psicoactivo del cannabis. Se ha visto que algunos efectos agudos de los cannabinoides son potenciados por la nicotina, como la hipotermia, antinocicepción e hipolocomoción. Además, la nicotina puede disminuir el efecto de tolerancia al THC y aumentar las manifestaciones del síndrome de abstinencia. Incluso en ratas a las que se administra de forma crónica nicotina, se ha observado un aumento de la densidad de receptores CB1.
que los no fumadores16, aunque en esta accesibilidad también parecen influir factores genéticos. De ahí la importancia de implantar medidas encaminadas a impedir la accesibilidad al tabaco en los jóvenes, que podrían tener, también, consecuencias en la reducción de descenso del consumo de cannabis. En cuanto a la relación entre el consumo y precio de dos drogas, nicotina y cannabis se comportan como sustancias complementarias17,18, es decir, que las repercusiones del cambio de precio sobre el consumo de una de ellas afecta en la misma dirección el consumo de la otra, en vez de hacerlo en sentido opuesto como ocurre con otras drogas. VÍA DE ADMINISTRACIÓN
La existencia de una vía de administración común para tabaco y cannabis tiene una especial importancia en la asociación de consumo de estas sustancias.
FACTORES AMBIENTALES
Los factores ambientales que influyen en el consumo de tabaco y cannabis, también pueden ser comunes para el consumo de otras drogas y para otras alteraciones del comportamiento. Este hecho se relaciona, posiblemente, con la presencia de factores genéticos comunes, tanto en el entorno familiar como incluso dentro de grupos de amigos (sujetos con trastornos del comportamiento y falta de control de impulsos que tienden a integrarse en un mismo grupo). En la primera adolescencia parecen tener mayor influencia las relaciones familiares (control parental y relaciones deficientes o conflictivas), mientras que el entorno de amigos y las denominadas “malas compañías” son un factor de mayor peso en la adolescencia más tardíamente y los factores ambientales que dependen de las experiencias vitales propias de cada sujeto tienen su mayor influencia en la edad adulta. Además de los factores ambientales presentes en el entorno individual de cada sujeto existen, también, factores sociales que influyen en el consumo de tabaco y cannabis, principalmente la legislación referente al consumo de drogas y el precio de las sustancias. Existe una fuerte asociación entre la accesibilidad a las drogas (principalmente la edad de acceso reconocida por un sujeto) y su consumo posterior, tanto con tabaco como con cannabis. Los fumadores de tabaco refieren una accesibilidad al cannabis más temprana
La adaptación a los efectos desagradables asociados al consumo inicial de una sustancia por vía inhalada facilita el consumo posterior de otras sustancias por la misma vía e, incluso, puede influir en la intensidad de consumo y el desarrollo de dependencia por el efecto de tolerancia. Esta hipótesis se refuerza por el hecho de que, en consumidores de tabaco sin humo, existe una menor asociación con el consumo de cannabis que entre los fumadores19. Además, el propio acto de fumar puede comportarse como un estímulo condicionado asociado al efecto farmacológico de las sustancias que perpetúa la conducta. De hecho, algunos sujetos refieren clara preferencia por el uso de la vía inhalada, independientemente de la sustancia utilizada. Esto puede relacionarse con una mayor sensibilidad a los efectos placenteros de una sustancia por vía inhalada respecto a otras vías y, también, a la ausencia de sensación de efectos desa gradables, lo que, posiblemente, esté en relación con aspectos genéticos20. Otro efecto derivado de compartir una misma vía de administración, es la administración simultánea de ambas sustancias. Existen diferentes formas de co-administración de tabaco y nicotina como porros (mezcla de tabaco y cannabis en un mismo cigarrillo) o blunts (marihuana envuelta en hoja de tabaco). Esto favorece la dependencia a la nicotina incluso utilizando cantidades pequeñas de tabaco mezclado con el cannabis y, en sentido inverso, produce mayor tolerancia a la
Prevención del
Tabaquismo
173