Asma y vía respiratoria superior: rinitis, rinosinusitis y pólipos nasales
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J.A. Castillo Vizuete, J. Mullol i Miret
INTRODUCCIÓN La inmensa mayoría de los pacientes con asma tienen síntomas nasales o rinitis asociada, que frecuentemente precede a la aparición de la inflamación bronquial. Sin embargo, este hecho tan evidente como conocido ha sido víctima de la evolución de la medicina hacia la fragmentación del conocimiento con el desarrollo necesario de las especialidades médicas. El aparato respiratorio y su elemento funcional esencial, la vía respiratoria desde la nariz a los alveolos, han sido ignorados como una unidad anatómica y funcional y para muchas personas, médicos incluidos, la vía respiratoria se inicia en la glotis. Como consecuencia, muchos textos de medicina respiratoria dedicados al asma carecen de capítulos dedicados a la rinitis o a la rinosinusitis. Con ello se han perdido muchas oportunidades para comprender la fisiopatología de la vía respiratoria en las enfermedades respiratorias y, en consecuencia, muchas oportunidades para ofrecer un tratamiento óptimo en estos pacientes. Afortunadamente esta deficiencia ha cambiado radicalmente en la última década, especialmente desde la aparición del informe Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma (ARIA)1, con el reconocimiento de la evidencia científica clínica, epidemiológica y funcional interrelacionada que nos señala a una misma enfermedad (una vía, una enfermedad). No debemos pensar
pues en dos enfermedades diferentes, rinitis y asma, sino en una única enfermedad que afecta la vía respiratoria en su conjunto tanto la superior (nariz) como la inferior (bronquios). EPIDEMIOLOGÍA Epidemiología del asma y la rinitis La epidemiología de la rinitis y del asma nos muestra la naturaleza de la interrelación entre estas dos entidades de una misma enfermedad. La primera observación importante es que la prevalencia de la rinitis es el triple que la del asma. En un estudio europeo2, la rinitis afecta a un 21,5% de la población española mientras el asma afecta a un 5-7%. El asma suele asociarse con mayor frecuencia con la rinitis alérgica perenne (RAP). Además, los casos más graves de asma se observan más frecuentemente en los pacientes con RAP que en los que sufren una rinitis alérgica estacional (RAE)3. Estudios epidemiológicos recientes indican que la prevalencia de asma en pacientes con rinitis alérgica es del 20,4%2 al 24%5, en comparación al 3,9% y el 2% en los controles, respectivamente. La segunda observación importante es que la inmensa mayoría de los pacientes con asma (70-90%) tienen rinitis (síntomas nasales). En España los estudios AIR muestran una prevalencia global de rinitis del 75% en pacientes con 35