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Domingo 8 de febrero del año 2015
Semanario Católico Nacional
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO CON OCASIÓN DE LA XXIII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO 2015
Sapientia cordis «Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies» (Jb 29,15)
Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la XXIII Jornada Mundial de Enfermo, instituida por san Juan Pablo II, me dirijo a vosotros que lleváis el peso de la enfermedad y de diferentes modos estáis unidos a la carne de Cristo sufriente; así como también a vosotros, profesionales y voluntarios en el ámbito sanitario. El tema de este año nos invita a meditar una expresión del Libro de Job: «Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies» (29,15). Quisiera hacerlo en la perspectiva de la sapientia cordis, la sabiduría del corazón. 1. Esta sabiduría no es un conocimiento teórico, abstracto, fruto de razona-
mientos. Antes bien, como la describe Santiago en su Carta, es «pura, además pacífica, complaciente, dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía» (3,17). Por tanto, es una actitud infundida por el Espíritu Santo en la mente y en el corazón de quien sabe abrirse al sufrimiento de los hermanos y reconoce en ellos la imagen de Dios. De manera que, hagamos nuestra la invocación del Salmo: «¡A contar nuestros días enséñanos / para que entre la sabiduría en nuestro corazón!» (Sal 90,12). En esta sapientia cordis, que es don de Dios, podemos resumir los frutos de la Jornada Mundial del Enfermo. 2. Sabiduría del corazón es servir al hermano.
Papa Francisco.- Confío esta Jornada Mundial del Enfermo a la protección materna de María, que ha acogido en su seno y ha generado la Sabiduría encarnada, Jesucristo, nuestro Señor. En el discurso de Job que para vestirse, para alimen- para la misión de la Iglesia. contiene las palabras «Era tarse. Este servicio, espe3. Sabiduría del corayo los ojos del ciego y del cialmente cuando se pro- zón es estar con el hercojo los pies», se pone en longa en el tiempo, se mano. El tiempo que se evidencia la dimensión de puede volver fatigoso y pasa junto al enfermo es un servicio a los necesitados pesado. Es relativamente tiempo santo. Es alabanza de parte de este hombre fácil servir por algunos a Dios, que nos conforma a justo, que goza de la imagen de su a caridad tiene cierta autoridad y Hijo, el cual «no tiene un puesto de ha venido para ser necesidad de relieve entre los servido, sino para tiempo. Tiempo ancianos de la servir y a dar su ciudad. Su talla para curar a los enfermos vida como rescate moral se manifipor muchos» (Mt y tiempo para vi sitarles. 20, 28). Jesús esta en el servicio al pobre que pide Tiempo para estar junto a mismo ha dicho: ayuda, así como «Yo estoy en ellos, como hicieron los también en el ocumedio de vosotros amigos de Job... parse del huérfano como el que y de la viuda sirve» (Lc 22, 27). días, pero es difícil cuidar (vv.12-13). Pidamos con fe viva al Cuántos cristianos dan de una persona durante Espíritu Santo que nos testimonio también hoy, no meses o incluso durante otorgue la gracia de comcon las palabras, sino con años, incluso cuando ella prender el valor del acomsu vida radicada en una fe ya no es capaz de agrade- pañamiento, con frecuengenuina, y son «ojos del cer. Y, sin embargo, ¡qué cia silencioso, que nos ciego» y «del cojo los gran camino de santifi- lleva a dedicar tiempo a pies». Personas que están cación es éste! En esos estas hermanas y a estos junto a los enfermos que momentos se puede contar hermanos que, gracias a tienen necesidad de una de modo particular con la nuestra cercanía y a nuesasistencia continuada, de cercanía del Señor, y se es tro afecto, se sienten más una ayuda para lavarse, también un apoyo especial amados y consolados. En
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