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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro
L as
La Comunicación, hace la Comunión
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1 de noviembre de 2020
“tres Iglesias” juntas E
l símbolo de los apóstoles, el credo que rezamos cada ocho días en tiempos especiales y en lugar del credo Niceno Constantinopolitano, profesa la comunión de los santos. Esto se refiere a la comunión de las personas y las cosas santas o, también se entiende como la comunión de los bienes espirituales y la comunión entre la Iglesia del cielo y la de la tierra. Básicamente es que compartimos las cosas santas como la Eucaristía que es comunión y, con ella, la oración, las indulgencias y las obras entre las “Iglesias” militante o peregrina, purgante o de los fieles difuntos y triunfante o celestial. “¿Cómo te lo diría?” ¿Ves lo que son las transfusiones de sangre para el cuerpo? Pues así viene a ser la Comunión de los Santos para el alma” (San Josemaría en Camino, 544). Esto significa que los días 1 y 2 de noviembre los tres estadios de la Iglesia se encuentran más cerca que nunca puesto que, si bien, la comunión de los santos es permanente, la celebración litúrgica de todos los santos y de los fieles difuntos se convierte en un motivo de fiesta donde adornamos las tumbas en los panteones con flores y con nuestras súplicas al mismo tiempo que meditamos en la vocación que todos tenemos a la santidad y la intercesión con que los santos nos invitan a participar de la vida sin fin en la casa del Padre celestial. Este año tiene como característica propia una pandemia, pero con iniciativa podremos celebrar con alegría, con nuestros altares, con el ejemplo de los santos y, sobre todo, con mucha fe la unión de una sola Iglesia que se encuentra en tres momentos de su historia: la tierra, el purgatorio y, nuestro destino final, la eternidad en el cielo.
No. 1184 Año 23