N.º 16 • III D OMINGO
DE
P ASCUA , C ICLO B
• 19 de Abril de 2015 •
CRISTO muere no para la
venganza, sino para el arrepentimiento
L
as fechas, las celebraciones, debieran marcar una voluntad de existir de diferente manera. Nuestras comunidades parroquiales han sido testigos de muchos sufrimientos y desgracias de mucha gente inocente; o a veces tal vez culpable. En las cercanías de las explosiones del 22 de abril aquí en Guadalajara, la fuerza de la fe en la Resurrección debiera ayudarnos a sanar heridas y buscar nuevas actitudes para concientizarnos como ciudadanos responsables y creyentes. Buscar nuevas formas de convivencia. La Pascua siempre nos ha de llevar a transformar actitudes y modos de pensar, teniendo la convicción de que Jesús ha resucitado para nuestra liberación. ¿Tienen algo de comer?» «¿Tienen Al Señor Jesús le costó trabajo, y en serio, cambiar la mentalidad de sus discípulos después del gran escándalo de su Muerte. Ya había curado a los discípulos de Emaús que quedaron deshechos y desilusionados, lo fueron reconociendo cuando les hablaba y cuando les ofreció el Pan partido de una forma única. La muerte es duro golpe, y más cuando sucede en personas a quienes amamos. La tarea de Jesús, después de su MuerteResurrección, será consolar y hablar a sus discípulos del sentido de su muerte. Jesús les ofrece la paz y ellos se asustan. Poco a poco van entendiendo este misterio del sufrimiento y muerte de
alguien a quien amaban entrañablemente. Jesús quiere compartir con ellos la comida y poco a poco irles explicando el sentido de las Escrituras que hablaban de la Pasión y Muerte pero también de la Resurrección. Dios se hace sencillo para explicar cosas importantes. Si alguno peca, tiene un abogado Nuestra convicción es que Cristo murió para erradicar el mal; pero la tarea es enorme, por eso nos agrega a su tarea para que, teniendo confianza, aprendamos a luchar contra todo tipo de males. No creemos y amamos a Dios porque seamos buenos, sino porque Él ya nos ha perdonado. La Muerte de Jesús nos da la posibilidad a todos de recibir el perdón. El cristiano no debe vivir resentido ni con venganza, tenemos la invitación al arrepentimiento para alcanzar la misericordia del Padre. Descubrir el modo de enseñar de Jesús Lucas cuenta sobre la confusión y miedo de los discípulos y no es casualidad, algo nos quiere enseñar. Los discípulos lo confunden con un fantasma; su miedo es tanto, que Jesús les pregunta: «¿Por qué se turban... por qué suben esos pensamientos a sus corazones? corazones?». Les ayudará a pensar que hay otra manera de interpretar estos acontecimientos. Aclarar la imagen de Jesús es una tarea para el discípulo de todos los tiempos y para toda la misma Iglesia.
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