N.º 10 • D OMINGO III
DE
C UARESMA , C ICLO B
• 8 de Marzo de 2015 •
«No conviertan en mercado la casa de mi PADRE»
¿H
abremos corrido a Dios de nuestros templos? El pasaje leído del Evangelio lo hemos oído muchas veces pero tal vez no pensamos que lo diga por nosotros hoy. Hay un asombro inusitado: de repente el Señor, que es pura misericordia y que atiende y cura a todos los que se le acercan, tiene palabras que calan. Jesús hablando fuerte; hay razones de fondo que nos deben poner hoy también alertas. Hay conductas inexplicables dentro de la casa de oración; en el templo se hacían todo tipo de ventas, un continuo trajinar, ir y venir de gente con diversos quehaceres y ninguna de esas actividades era encontrar de alguna forma a Dios, ni rezando, ni cantando, tampoco había silencio para hablarle con el corazón. Ciertamente no lo hemos expulsado con violencia de nuestras casas ni templos, pero nuestra vida tiene otros objetivos "más importantes", tal vez comprar y vender. «Predicamos a un Cristo crucificado» Las enseñanzas de Pablo, en la Carta a los Corintios que hoy leemos, son cuestiones de fondo medulares en la vida de Jesús, y están en la raíz de la vida cristiana. Para llegar a la victoria final, Dios ha escogido una "sabiduría" desconcertante: el sufrimiento, elemento que, hoy en una cultura del confort pensamos que es lo más absurdo. Y, sin embargo, la Cuaresma tiene este sentido al probar
el sufrimiento, para poder llegar a la Resurrección, a otro tipo de vida. Lo necio de Dios es lo más sabio que los hombres. La Ley de Dios: clave para la vida La Primera Lectura del libro del Éxodo nos recuerda la promulgación de la Ley; normas que no han cambiado por más que queramos adaptarla al gusto de los tiempos nuevos. Al presente, las leyes de los potentados quieren domesticar a la humanidad de otras formas siempre en beneficio propio, el permisivismo es a gusto personal; no hay más ley que a la que a ti te agrade. Negar todo tipo de exigencias, para poder así darse a todos los desenfrenos posibles. Cuando Jesús arroja a los vendedores del templo, significa que ese tipo de religión no es válida. Ahora los tiempos nuevos con Jesús tienen otras medidas para cada uno. «Tienes Palabras de vida» No en valde el Salmo nos hace repetir una frase que da sentido a todo, al enojo de Jesús por la suciedad moral que habían metido en la religión, pero más allá de su ira, Dios quiere purificar a los que creen en Él. Y arrancará desde el fondo todas nuestras confusiones e interpretaciones falsas de la verdadera religión. Dios nos ama y tiene palabra segura para su Iglesia.
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