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Gladys Tejeda

Del campo a los Juegos Olímpicos

Mirando hacia atrás, Gladys recuerda todas las dificultades que pasó para convertirse no solo en una deportista profesional sino en una campeona que hoy es considerada entre las 50 mujeres más poderosas del Perú, según la revista Forbes. Creció en un hogar rico en amor, pero con bajos recursos económicos que la ayudaron a formar su carácter.

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“Desde muy pequeña vine batallando. Mis padres no fueron personas de un estatus bueno para desarrollarnos en la familia hubo dificultades, pero eso nos sirvió para esforzarnos de la mejor forma. Esas debilidades y carencias hicieron que me desarrolle mentalmente y posea una psicología fuerte para afrontar dificultades. Recuerdo que mis padres me hicieron trajinar en el campo. Ellos fueron ganaderos y yo solía utilizar las botas de jebe para poder andar en los charcos y ríos, para mí era una alegría. Me sentía feliz junto a la naturaleza”, contó la deportista, quien al dedicarse profesionalmente a correr se dio cuenta de la importancia de tener adecuados implementos.

Su consejo para los jóvenes deportistas

Debido a su gran experiencia como maratonista, da algunas herramientas a los jóvenes que tienen como meta convertirse en atletas de alto rendimiento.

“Lo principal son las ganas, la actitud, la disciplina, el gusto y de repente tener pasión. Si no tenemos esos puntos importantes no lo vamos a hacer. En mi caso me aferré al atletismo, recuerdo que en alguna oportunidad mis padres dijeron: ‘tienes que dedicarte a estudiar’. A veces los padres piensan que hacer deporte es perder el tiempo o es no tener un futuro, pero pienso que para ser atleta de alto rendimiento los padres de familia tienen que estar informados. También juega un papel importante ellos profesores, ellos me involucraron al atletismo... Es un triángulo, tienen que ver los padres de familia, el alumno y los profesores para involucrarlos al deporte. Por falta de información, los padres no van cortas las alas”, explica la deportista.

La atleta olímpica pasó grandes dificultades para lograr el sueño de ser maratonista, hoy espera la creación del Ministerio del Deporte que forme atletas profesionales.

“Las excusas nos van a sobrar, vamos a decir: ‘no tengo las zapatillas’, ‘mi papá no trabaja’. Yo empecé con lo que tenía. No empecé con zapatillas de marca, empecé con botas de jebe y me sirvieron para poder fortalecerme físicamente y tener pies más fuertes. Cuando hacía lluvia solía correr sin zapatos, lo cual me gustaba mucho, me sentía libre de correr detrás del caballo y los animales para ayudar a mi papá en temporada de invierno. Eso es bueno, te ayuda a tener pies resistentes, las plantas más fuertes, tienes menos lesión”, agregó.

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