CASO DE ÉXITO AQUAPHYTEX, DEL AMOR POR LO LOCAL A LA VISIÓN GLOBAL La pasión y el amor por la propia tierra fue, en este caso, el punto de partida para que Pedro Tomás, emprendedor sin saberlo, creara Aquaphytex, una empresa que, mediante una tecnología avanzada orientada inicialmente al tratamiento de aguas residuales, ha conseguido purificar el agua de forma sostenible y ecológica en regiones aquejadas por la sequía. Con 17 años, detectó el problema por su proximidad: el tratamiento de las aguas residuales de su región natal era deficiente. Y ese problema se convirtió en su obsesión. Con los ojos abiertos y un espíritu emprendedor, consiguió lanzar una solución ecológica que convertía el conflicto de las plantas de aguas residuales en parques naturales que, mediante su propio ecosistema, purificaban las aguas grises. Cualquiera daría por éxito este hallazgo y su implantación en distintos territorios de España, pero Pedro Tomás fue más allá. La tecnología de Aquaphytex podía aplicarse a la potabilización del agua en países en vías de desarrollo. Una misma tecnología podía hacer frente a los problemas relacionados con el agua en los dos hemisferios, beneficiando a la región local, al medioambiente y a la economía de aquellas regiones donde se implantara. Actualmente Aquaphytex transfiere esta tecnología a distintas regiones, creando una cadena de valor que garantiza el funcionamiento a largo plazo de las plantas purificadoras y potabilizadoras mediante la implicación de la sociedad local. Esta empresa, económica y medioambientalmente sostenible, ha conseguido cambiar la vida de miles de personas. La gestión de los recursos y la implantación de la tecnología, más barata que sus competidoras más contaminantes, auguran a Aquaphytex un futuro más que prometedor.
FUNDACIÓN FINDHORN, LA REEDICIÓN DEL KIBUTZ O UN SILICON VALLEY ECOSOSTENIBLE
LA ECO ALDEA, UN MODELO DE VIDA SOSTENIBLE ESCOCIA
50 > n 01 • 2012
Lo que empezó como una ecoiniciativa familiar ha llegado a ser, bajo el paraguas de la Fundación Findhorn, una comunidad ecosostenible y uno de los centros de educación más importantes de Europa. Ante el reto de crear un ecosistema económico que fomentase negocios sostenibles y responsables, la Fundación ha conseguido un ambiente de interdependencia y colaboración que la han llevado a autodenominarse como una escuela de vida. Basada en los principios de interconexión socio-ecosostenibles de vida y con una importante dosis de creatividad, la familia Caddy creó esta eco-aldea que ha servido de inspiración para la instauración de nuevas empresas y la expansión de negocios alrededor de la misma, pero con independencia de negocio y gestión, creando un ecosistema social que le ha valido el reconocimiento de las Naciones Unidas. En este caso el éxito ha radicado en la educación en los valores que defiende la comunidad y su transmisión no solo entre los locales, sino también entre las miles de visitas anuales que reciben. Cincuenta años después del inicio de este experimento, Findhorn está convencido de la viabilidad del proyecto y, al contrario respecto a buena parte de las sociedades desarrolladas si no todas, no teme a factores externos como la crisis. rsc.dkvseguros.com