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Uso del cuero crudo a lo largo de la historia
Uso del cuero a lo largo de la historia
Por ser el cuero un material orgánico delicado y susceptible a la degradación en ambientes de humedad elevada, son escasos los restos arqueológicos que pueden contribuir a la reconstrucción de su historia. A partir del estudio de vestigios indirectos, los especialistas han elaborado numerosas hipótesis acerca de los posibles usos del cuero en tiempos prehistóricos. A continuación haremos un breve recorrido desde los primeros indicios de su uso hasta el siglo XV, detallando algunas cuestiones técnicas y brindando ejemplos que ilustren las diversas facetas de su uso.
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Antes de la aparición del hombre moderno, los primeros homínidos que parecen haber utilizado las pieles de los animales habitaron en África hace más de dos millones de años y pertenecieron al género Australopithecus. Poseían una dieta que incluía carne y desarrollaron las primeras herramientas cortantes a partir de piedras que les permitieron la manipulación de las pieles. En la medida que los homínidos fueron desarrollando diversas habilidades y herramientas, las pieles fueron tratadas para adaptarse a una innumerable cantidad de funciones dentro de la vida cotidiana, tales como la elaboración de vestimenta, la construcción de refugios o viviendas móviles y la confección de bolsas para guardar o proteger objetos.
Antes de la aparición de los textiles, las pieles proveían a los homínidos de grandes segmentos de material de fácil manipulación. La gama de tamaños y espesores disponibles en los cueros era muy amplia: los mamíferos grandes, adultos, brindaban cueros grandes y pesados, mientras que los mamíferos jóvenes o de menor tamaño proporcionaban cueros pequeños y livianos. A su vez, el corte en espiral permitía la extracción de largas tiras. Entre los primeros usos de la piel de animales se encuentra el de brindar abrigo y protección. Existen registros arqueológicos de más de 40 000 años de antigüedad que confirman la existencia de agujas de coser, y pinturas rupestres de más de 20 000 años que muestran figuras humanas con diversos tipos de prendas. La reconstrucción de la vestimenta de un enterratorio del Paleolítico Superior, con una datación aproximada de 25 000 años, da cuenta de técnicas avanzadas de elaboración de prendas realizadas en cuero que incluyen un elaborado trabajo con cuentas cosidas. La confección de vestimenta de cuero estaba determinada por la disponibilidad de la materia prima y las condiciones particulares de cada región. Así, se podía usar tanto el cuero pelado, sin tratamiento (por ejemplo, para la confección de calzado) como capas de cuero con pelo, obtenido a partir de diferentes procesos para volverlo impermeable y maleable.
La pieza de cuero crudo de mayor antigüedad, entera y en buen estado, fue hallada en un yacimiento arqueológico ubicado en una cueva de Armenia y se calcula que su edad es de entre 5.637 y 5.387 años. Se trata de un calzado realizado en una sola pieza de cuero de bovino o porcino, con ojales en la parte superior por donde eran ajustados al pie mediante un cordón. Zapato de cuero - Armenia - 3500 a. C. Otro de los testimonios más antiguos es Ötzi, una momia de más de 5.000 años, hallada en la frontera entre Austria e Italia. El análisis de sus pertenencias, además de brindar información sobre la vida y las costumbres durante la Edad de Bronce, da cuenta de la importancia del cuero en dicho período. Distintos

tipos de pieles animales fueron utilizadas en la confección de sus prendas, armas y utensilios: en la capa, el taparrabos y las polainas se usaron cueros de cabra y oveja curtidos con grasa y humo, cosidos con hilo de fibras de tendón; el sombrero es de piel de oso marrón; los zapatos, de fragmentos de piel de oso y ciervo, y el cinturón, de cuero de ternera. Este último tiene, en una de las mitades, costuras realizadas con una tira de cuero, que envuelven los bordes y sirven en parte para fijar un segundo cuero superpuesto sobre la base, a modo de bolsillo. La otra mitad del cinturón posee dos filas de perforaciones por donde pasan sendas tiras de cuero conformando una serie de ojales ajustables. El hacha de bronce se encuentra sujeta al mango con una tira de cuero crudo. En el cuchillo, la hoja de sílex está unida con tendón y el mango presenta una tira de cuero con ojal que permite sujetarlo al cinturón. Posee un carcaj de cuero de corzo con un bolsillo realizado con tiras de cuero. Dentro del carcaj se encontraron, entre otras cosas, dos tendones enteros, probablemente conservados para un uso posterior. Entre sus pertenencias había además un objeto, cuyo uso se desconoce, conformado por varias tiras de cuero crudo torzadas y un disco de
mármol perforado.

Es posible que el tratamiento con grasa y/o humo fuera una de las primeras técnicas usadas por los homínidos para evitar la putrefacción de las pieles. Por entonces se utilizó también el curtido vegetal y la ceniza, aunque sin comprender su funcionamiento. En el Neolítico, con el advenimiento de la agricultura, aparece el curtido con cereales y, posteriormente, en diferentes culturas, el curtido con minerales y otras sustancias. Los procesos de curtido están documentados desde el Antiguo Egipto, hace más de 5.000 años.
Al ser el cuero crudo seco un material liviano y fácil de transportar, fue usado por los pueblos nómades o seminómades de la prehistoria para fines domésticos y cotidianos. Hay testimonios de más de 100 000 años de antigüedad de su uso para cobertura de viviendas, además de otros ejemplos que datan de la Edad de Piedra. Las tiras de cuero crudo eran usadas para unir partes de la estructura y los cueros entre sí. El cuero crudo, en combinación con madera, hueso y otros materiales, se usó en la confección de muebles tales como asientos, camas y baúles; estos últimos podían ser solo de cuero. Odre de cabra - África Antes de la aparición de la alfarería, o en zonas donde esta no tuvo un desarrollo significativo, el cuero crudo, solo o en combinación con otros materiales, fue muy usado en la elaboración de utensilios domésticos. Para la fabricación de bolsas o contenedores, además de vejigas, estómagos, intestinos y ubres, se usaba el cuero completo, sacado “en bolsa”, de nonatos o animales jóvenes, o cueros de las extremidades, también sacados en bolsa. En combinación con madera o fibras vegetales encontramos cestos o canastos.
El cuero crudo fue ampliamente utilizado en la fabricación de instrumentos de percusión, en especial, los membranófonos; ya sea para confeccionar o tensar el parche o membrana, para unir las partes o como adorno. En el caso de los cordófonos, las tiras de cuero o intestino eran usadas para fabricar las cuerdas.
Uno de los usos más destacados del cuero fue la elaboración de ataduras o fijaciones. Podemos encontrar esta técnica aplicada a diversos elementos cortantes construidos con madera y sílex, tales como cuchillos, flechas y lanzas. Combinado con otros materiales –piedra, hueso o metales– se utilizó también en la fabricación de mazos, hachas,
raspadores, elementos de labranza y herramientas.


Las ataduras se realizaban sujetando los objetos con el material fresco (cuero crudo, tendón o intestino) y luego se las dejaba secar. Las formas y técnicas de atar variaban según el tipo de cuero y la cultura, siendo las más comunes aquellas realizadas mediante una sucesión de vueltas sobre los objetos. Entre las más complejas encontramos los amarres tramados, realizados en Egipto durante el período amarniense (1353 a 1336 a. C.).
Entre las armas primitivas elaboradas con cuero crudo encontramos la honda para lanzar piedras, cuya manufactura puede presentar desde una simple tira de cuero crudo sin pelar, hasta elaboradas combinaciones de trenzas y cuero. Entre las armas arrojadizas podemos mencionar aquellas construidas con una piedra y una tira o trenza de cuero, utilizadas por numerosas civilizaciones a lo largo de la historia. En ocasiones, estas contaban con un palo o una segunda piedra que facilitaba la sujeción. Las cuerdas de los arcos podían ser elaboradas con cuero crudo, hilo de tendón o intestinos; en una tira, torcido o trenzado.
Existió también una gran variedad de elementos de defensa elaborados con cuero crudo. Los escudos, de diferentes tamaños y formas, podían estar realizados totalmente de cuero o combinados con madera, y, generalmente, presentaban adornos o representaciones alusivas en el frente. Los modelos de armaduras o protectores más comunes contaban con uno o dos fragmentos de cuero que cubrían el pecho y la espalda; aquellos más elaborados estaban realizados con escamas de cuero crudo de diferentes tamaños, combinadas con tela o cuero más fino, que permitían mayor movilidad y resistencia.
Armadura de escamas de cuero crudo - Escita - 800 a 300 a. C.

En el mundo antiguo el cuero se utilizó para proteger el exterior de las torres de asedio. Los laterales que enfrentaban al enemigo estaban construidos con pesadas maderas recubiertas con cuero crudo, generalmente mojados con agua o vinagre para evitar que fueran prendidos fuego. En Roma existían sistemas de protección para las tropas conformados por una estructura de madera en forma de galería, cuyos lados estaban recubiertos con cuero crudo.
Durante el Neolítico se produce, en distintas zonas y de manera relativamente simultánea, la domesticación de plantas y animales. En este período muchas comunidades dejan de ser exclusivamente recolectoras
y se vuelven productoras, lo que contribuye a una mayor disponibilidad de cueros. A fines del Neolítico comienzan a aparecer grupos de artesanos que se ocupan de tareas específicas. En las primeras etapas de la domesticación, los animales eran criados para la producción de alimentos y materias primas; posteriormente, se desarrolla el uso de la fuerza. Estos nuevos escenarios demandan nuevos útiles y herramientas, en especial, para la sujeción y el control de los animales.
Los primeros elementos usados en la domesticación de los antepasados del caballo, destinados antes para el tiro que para la monta, fueron: sogas ahorcadoras, anillas nasales con cuerdas y bocados de cuero (3.000 a. C.). Al mismo tiempo, se desarrollaron mejoras significativas en los arneses para optimizar la fuerza de tracción de los animales. Aparece el yugo de madera que permite atar, mediante sogas de cuero, dos animales en yunta para tirar de un mismo carro. Posteriormente se desarrollan elementos de control más complejos, como la muserola y la cabezada (1600 a. C.). La silla de montar con armazón de madera se difunde entre los siglos IV y III a. C. Para su confección, los artesanos empleaban diversas clases de cueros, entre los que se destacan el cuero crudo y el semicurtido, por su resistencia y poder de sujeción.

Miniatura de un carro tirado por bueyes - Asia Menor - 2700 a 2000 a. C. En el Antiguo Egipto, durante el período amarniense, el cuero crudo fue usado en la construcción de carruajes para unir diferentes partes de la estructura, atar los segmentos de la rueda o en la construcción del piso; contribuyendo a que estos sean más livianos y menos frágiles. También se usó en el proceso de fabricación de embarcaciones. Algunos de los modelos más comunes eran los construidos con una estructura de madera recubierta con el cuero entero, o los flotadores, realizados con las pieles enteras sacadas en bolsa, atadas y rellenas con aire. Estos generalmente iban unidos a una plataforma de madera.
Existen testimonios que dan cuenta del uso del cuero como soporte para la escritura desde el siglo III a. C. El término pergamino, usado para designar el cuero preparado para tal fin, hace referencia a la ciudad de Pérgamo, un importante centro de producción de este material. Para su elaboración se usaron diferentes especies animales, en especial, cabras y ovejas. El proceso, en su versión más simple –que, por otro lado, no ha presentado variantes significativas con el paso del tiempo– consistía en la remoción de carne, grasa y pelos con la ayuda de baños de cal y diversas herramientas, secado en bastidores y lijado de ambas caras hasta obtener un espesor homogéneo y una superficie apta para la escritura. Posteriormente se podía aplicar yeso u otras preparaciones, según la finalidad a la que estuviera destinado. Con el paso del tiempo, principalmente en las zonas más pobladas y desarrolladas, la utilización del cuero crudo queda relegada a casos específicos, donde es insustituible, tales como ataduras y fustes de sillas. Hacia fines de la Edad Media, diversas culturas, principalmente de América, África y Asia, utilizan de manera asidua el cuero crudo en su vida cotidiana. Entre ellas, se destaca la cultura Tuareg, cuya influencia en las actividades ecuestres peninsulares es notoria.