Desigualdad en América Latina: mayor equidad, tareas pendientes / 11
debe ser preservado y profundizado en los años por venir. No obstante, las mismas herramientas que nos sirvieron en el pasado, ya no serán igual de efectivas. Lo que hicimos no es lo único que debemos seguir haciendo.
desafiado las primeras hipótesis (como la curva de Kuznet), y una comprensión más sofisticada de las distintas dimensiones de la desigualdad, así como de sus componentes no económicos.
Este artículo pretende ubicar la conversación sobre la desigualdad en América Latina en el contexto más amplio de la epistemología de la desigualdad, la evolución en nuestro entendimiento sobre sus dinámicas e implicaciones de política pública, y un análisis sobre las principales tendencias de la desigualdad en la región y el mundo, con el interés de informar el debate sobre los pasos a seguir en la ruta hacia sociedades más inclusivas, más sostenibles y más cohesionadas.
De esta forma, trabajos más recientes han abordado la desigualdad entre grupos, o desigualdad horizontal, basada en clivajes no económicos como la raza, el género, la ubicación en el territorio, o el estatus social, y no solo la desigualdad vertical, es decir, entre niveles de ingreso. Además se ha prestado especial atención a las desigualdades de oportunidades, recordando que los resultados a los que pueden aspirar los individuos no solo dependen de su esfuerzo, sino también de circunstancias que los anteceden y exceden, esto es, las estructuras en que operan y que pueden ser más o menos conducentes a la igualdad.
El estudio de la desigualdad: una disciplina en evolución La desigualdad se ha posicionado como un tema de importancia central en las ciencias sociales en las últimas décadas. A pesar de que el interés por entender y explicar la injusta distribución de beneficios en una sociedad se remonta por lo menos a la Ilustración, el estudio de la desigualdad económica ha adquirido creciente prominencia desde inicios de la década de los 80, frente a un agudo incremento de la desigualdad de ingresos en varias economías avanzadas; una mayor disponibilidad de datos para el estudio, que han
Se han investigado las diferencias entre desigualdades locales, nacionales y globales, y se han registrado importantes avances en áreas como la valoración subjetiva de la desigualdad, la desigualdad relativa versus la absoluta, la polarización, la movilidad social, las desigualdades dinámicas (a través del tiempo), y la transmisión intergeneracional de la desigualdad. El debate no solo incluye distintas formas de pobreza y desigualdad (por ejemplo, absoluta, relativa o multidimensional), sino también