DOS AÑOS DE VOLUNTARIADO TERAPÉUTICO FLORAL CON ANIMALES _______________________________________________________________________ Por Palmira Mercadal
En estos casi dos años como voluntaria mi labor se ha desarrollado con voluntarios animalistas independientes. Y gracias también a ellos, aunque no siempre fuera fácil tal colaboración. Algunos formaban pequeñas asociaciones. Sólo en un par de casos estas asociaciones, apenas recibiendo ayudas por parte de la Administración Pública, o ninguna, disponían de un terreno o recinto en el que poder alojar a los animales. Estos voluntarios, muchas veces en una situación económica difícil, incluso precaria, en gran parte debido a esa falta de subvenciones, recibiendo algún donativo privado en el caso de los asociados, tienen que autofinanciarse los traslados y recogidas de animales, la manutención de los mismos, los tratamientos y consultas a veterinarios y todos los gastos generados por cada
caso específico hasta la adopción del animal, normalmente perros y gatos. Trabajan en red comunicándose entre ellos los casos a abordar. El grupo con el que he colaborado concretamente se ramifica por toda la península aunque el núcleo grueso se concentra en el territorio de la Comunidad de Madrid. Cuando un perro abandonado venía encontrado o tenía que ser sacado de algún sitio en el que se encontraba en peligro o en malas condiciones (entiéndase muchas veces las mismas perreras municipales que se autolimitan a un numero cerrado de animales, superado el cual, vienen exterminados los sobrantes), automáticamente se daba la voz de alarma vía internet y se ponían en movimiento para su propósito.