Cabe recordar que la orden franciscana tuvo la salvaguarda del Santo Sepulcro en Jerusalén, como consecuencia, su símbolo es la cruz de Jerusalén, que acompañó a los peregrinos durante las Cruzadas. Esta cruz consta de cuatro cruces Tau y en algunos casos otras cuatro cruces en los cuadrantes, que representan a los cuatro evangelistas. Podemos ver que este símbolo persiste en la Capilla Abierta de la Catedral de Cuernavaca. También hay que decir que San Francisco de Asís fue el primero que tuvo la idea de representar el nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén. Llegó a la gruta de Greccio la víspera de la Navidad de 1223 y fue entonces que, con la ayuda de un amigo y hermano franciscano, construyó una cuna y agrupó a su alrededor las imágenes de María, José, el asno, el buey y los pastores que adoraron al salvador recién nacido. Esta costumbre, que se ha extendido por el mundo, se manifestó en México con una variación particular: en el siglo XVI se le comenzó a representar teatralmente con el nombre de pastorelas. Hay crónicas de algunos frailes francis-
canos que dicen que las primeras representaciones teatrales en náhuatl se realizaron en Santiago de Tlaltelolco, con la pieza El fin del mundo. En un documento antiguo sobre la fundación de Cuernavaca, don Toribio de Sandoval Martín Cortés y los pipiltin (nobles) asentaron cómo los indígenas se reunían alrededor de las nuevas edificaciones (la Capilla Abierta) para gozar y recrear en náhuatl el nacimiento del niño Jesús, hijo de María y José. De esto podemos desprender que en la Capilla Abierta de la Catedral de Cuernavaca se dan las primeras pastorelas de América, ya que estas narraciones se hacen entre 1533-1535; los franciscanos llegan a Cuauhnáhuac en el año de 1529. Tiempo después realizan la escenificación de la Cuaresma y la representación de la Pasión de Jesús, cumpliendo de esta manera el ciclo del principio y fin. Las pastorelas son una tradición que se ha venido realizando en este espacio desde aquellos tiempos. El grupo Mascarones, por ejemplo, la ha conservado con representaciones muy apegadas a los argumentos y textos originales. Gocemos de estas obras que enriquecen nuestra identidad, valoremos nuestras tradiciones.
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