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VIVIENDA SOCIAL SOSTENIBLE
Filandia - Colombia 2019
López
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La Vivienda Social Sostenible para Filandia (VSS) es la sumatoria de una serie de reflexiones construidas alrededor del hábitat rural contemporáneo inscrito en el paisaje cultural cafetero. Es una propuesta arquitectónica que por medio de su planteamiento urbano y formal busca contener las formas de vida que se están gestando en los contextos rurales actuales para ofrecer condiciones sostenibles y coherentes con una serie de necesidades exigidas.
Luego de que el proyecto “Bio-Casa” hubiera obtenido el primer lugar en la convocatoria profesional 2018, “Vivienda Social Sostenible para Sincelejo”, y teniendo en cuenta las diferentes circunstancias que aparecieron para concretar el proyecto, el equipo ganador tuvo la oportunidad de centrar sus esfuerzos y postulados para desarrollar un prototipo de vivienda social sostenible insertado en el paisaje cultural cafetero de Colombia, particularmente en el corregimiento de La India, municipio de Filandia, Quindío. Así mismo, los planteamientos en los cuales se apoya el proyecto se pueden entender en 2 grupos principales. Por un lado, los planteamientos básicos que debe tener toda vivienda social sostenible, muchos de ellos incluso que se importan del proyecto anterior; y, por otro lado, los planteamientos conceptuales que se adquieren en esta circunstancia y con los cuales se busca formular un proyecto respetuoso y consciente de su contexto topográfico, climático, social, y desde luego, cultural.
En ese sentido, las primeras condiciones de las cuales la propuesta se hace cargo tienen que ver con una adecuada correlación entre forma e implantación. Este escenario específico exigía la implantación del proyecto hacia la parte más plana del terreno para quedar contiguo a la vía de acceso. Entendiendo que una de las tipologías arquitectónicas más marcadas en el paisaje cultural cafetero es la vivienda en barra con un balcón desarrollado a lo largo de su eje principal y usado como circulación exterior general, el proyecto emplea este sistema espacial para aprovechar mejor las condiciones que se presentaban. Su forma, por lo tanto, se entenderá como un volumen sencillo de planta rectangular con una circulación perimetral; obteniendo una concatenación de espacios separados y distribuidos longitudinalmente y con la implementación de un sistema de cubiertas a dos aguas a distintas alturas. En ese sentido, el proyecto anexa los elementos que distinguen la arquitectura residencial rural cafetera para formular un proyecto coherente con su contexto.




Por otro lado, el equipo asume que toda vivienda social en contextos rurales debe ser digna y debe contener de manera armoniosa las formas de vida de sus habitantes. Dadas las circunstancias de un contexto cambiante e inestable, la vivienda debe incorporar sistemas de progresividad y productividad que apoyen los procesos de desarrollo y movilidad social de los usuarios. Se formula, en este caso, la construcción de un sistema aporticado en la primera planta que sea la base en la cual se apoyará una estructura liviana en guadua en la segunda. Se entiende la vivienda, en resumen, como un elemento arquitectónico estratificado por dos tipos de técnicas y materiales compatibles y complementarios dentro del paisaje cultural cafetero: Una primera vivienda que funciona como una un volumen blanco y limpio con diversas aperturas con color en los postigos, y una segunda que se entiende como un volumen tejido y modulado que expresa el detalle y las ventajas económicas, funcionales y espaciales de seguir implementando las técnicas artesanales vernáculas.


Por último, y no menos importante, es fundamental concebir sistemas arquitectónicos y de implantación que promuevan el sano y digno desarrollo de la vida colectiva y social para tejer comunidad. El proyecto, en un escenario futuro, plantea la replicación del mismo sistema del prototipo con tal de generar patios y espacios colectivos que sean configurados a partir de los frentes más largos de los volúmenes; apoyándose en los gestos de relación exterior como balcones y postigos.
Después de asumir la responsabilidad de formular 2 posibles respuestas arquitectónicas a una misma pregunta, el equipo de trabajo reconoce el valor de estas iniciativas, que construyen posibilidades reales a una problemática de carácter social-nacional. Reflexionar sobre el valor que puede generar una intervención de vivienda social en medio de un frágil contexto rural que está constantemente amenazado por prácticas frecuentemente insostenibles e inconscientes, con el principal propósito de dignificar y enriquecer las dinámicas humanas y colectivas de los distintos espacios y escalas, es sobre todo, la principal motivación que ha alimentado a este equipo de trabajo por continuar realizando esfuerzos cada vez más significativos para una arquitectura social sostenible colombiana.





