Las formas, materiales y espacios condicionan la percepción de los usuarios no solo desde el ámbito visual, sino en su dimensión sensible y cognitiva por medio del sonido. Los lugares vibran y suenan comunicando mensajes que el cerebro interpreta y que fisiológicamente disponen al sujeto a estados físicos y mentales que modifican la construcción de la cognición y la percepción espacial.