
El carisma de Schola Cordis Iesu
La Redacción de la revista Ecclesiam suam desea ofrecer al lector que quiera aproximarse al misterio divino de la Iglesia una exposición clarificadora y sublime de la Devoción al Sacratísimo Corazón de Jesús en sus formulaciones históricas, dogmáticas y litúrgicas a lo largo de las distintas épocas. El Concilio Vaticano II (1962-1965) supone, en la práctica, un paso decisivo en su comprensión porque busca extender la misma a todos los pueblos de la Tierra. Así, la Recreación del Apostolado de la Oración (Red Mundial de Oración del Papa) efectuada por el Papa Francisco es una auténtica novedad a la que no es posible permanecer indiferente o menospreciar su contenido. Es el Papa en cuanto Papa el que habla en nombre del mismo Jesucristo.
Una Devoción que, tal y como es presentada por el P. Orlandis, S.I. (1873-1958) en Pensamientos y ocurrencias (1934) -texto `fundacional´ de Schola Cordis Iesu-, requiere una atención atenta de las líneas programáticas enunciadas en el mencionado escrito:
- Las revelaciones de Paray-le-Monial (s. XVII) suponen, un antes y un después, en la comprensión de los misterios `encerrados´ en el Corazón Sacratísimo de Jesús: la divinización del ser humano y la profecía cierta de su Reinado pese a las afrentas y desprecios de que es objeto Dios mismo como manifestación visible del misterio de iniquidad.
Santa Margarita M.ª de Alacoque es, por designio divino, la transmisora fiel del mensaje del Sagrado Corazón de Jesús en favor de la Humanidad redimida: “Estando yo delante del Santísimo Sacramento me encontré toda penetrada por Su divina presencia. El Señor me hizo reposar por muy largo tiempo sobre su pecho divino, en el cual me descubrió todas las maravillas de su amor y los secretos inexplicables de su Corazón Sagrado. El me dijo: «Mi Divino Corazón, está tan apasionado de Amor a los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en él las llamas de su ardiente caridad, es menester que las derrame valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo los cuales contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de
indignidad y de ignorancia, a fin de que sea todo obra mía» (27 de Diciembre de 1673). Mensaje que la Compañía de Jesús hizo suyo; así, por ejemplo, en 1883 los jesuitas declaran: “que la Compañía de Jesús acepta y recibe con un espíritu desbordante de gozo y de gratitud, la suave carga (munus suavissimum) que le ha confiado nuestro Señor Jesucristo de practicar, promover y propagar la devoción a su divino Corazón.”
- En esta línea de obediencia filial a la Iglesia, los escritos y empresas del P. Enrique Ramière , S. I. (s. XIX), suponen una `divulgación´ y profundización de los misterios de la vida sobrenatural que ANUNCIA el mensaje de Paray-le-Monial a las sociedades íntimamente cristianas que se ven duramente probadas por el laicismo de todos los tiempos de raíz preternatural en las legislaciones y, previamente, en los campos de batalla donde el pueblo subrayó su íntima adhesión a la libertad en Cristo en defensa del orden cristiano anunciado por los Profetas y confirmado por la Sede Apostólica.
Los escritos -Apostolado de la Oración y El Corazón de Jesús y la Divinización del cristianoy las empresas de Consagración comunitaria y personal fueron, y siguen siendo, la petición al Padre `urgida´ por Cristo: “Jesús habló así. Y, alzando sus ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti; para que, pues le diste autoridad sobre toda carne, dé vida eterna a todos los que le has dado (y la vida eterna es ésta: ir conociéndote a ti, el único verdadero Dios, y al que enviaste, Jesucristo)»” (Jn 17, 1-3).


- La correlación existente en los dos santos precedentes, se ve `superada´ por la recién proclamada Doctora de la Iglesia Santa Teresa del Niño Jesús (San Juan Pablo II, Jornada Mundial de las Misiones, 1997) en su infancia espiritual y testimonio de vida religiosa a todas luces `insuficiente´ según la normativa vigente de `espiritualidades´ más dadas a la acción sin contemplación al igual que las de una vida contemplativa sin ardor apostólico fecundo por ensimismamiento lo que según el Papa Francisco, acorde con toda la Tradición de la Iglesia desde los tiempos Apostólicos, denomina Liberalismo y/o Progresismo al que San Ireneo -Doctor unitatis- denomina AGUA SECULAR.
La infancia espiritual descrita por ella misma bajo inspiración divina en obediencia a la Priora de su comunidad carmelitana de Lisieux (1897) y confirmada por la autoridad pontificia del Papa Pío XI (Homilía, 17 de Mayo de 1925), realiza, maravillosamente vivida en la existencia humana, la VOCACIÓN `primera´ narrada en el libro del Génesis: “Y los bendijo Dios con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves del cielo y en todo animal que repta sobre la tierra.»” La expresión `infancia espiritual´ no es un eufemismo estúpido de una mujer `consentida´ desde la infancia ò una invitación a una vida muelle llena de artificios literarios, apologéticos y/o ingeniosos que desdicen la verdadera Humanidad de Jesucristo quien, a la luz de la Revelación y Tradición de la Iglesia, pasó por esta vida: «Y marchó, predicando en sus sinagogas por toda Galilea y expulsando los demonios» (Mc 1, 39).
El carisma de Schola Cordis Iesu es, entonces, la manifestación concreta y visual de Jesucristo a todos los hombres en favor de la divinización de la persona como culminación de los misterios de la Vida de Jesucristo. Sólo así, se entiende el abajamiento de la Cruz. Si afirmamos las realidades últimas sólo desde una economía sacramental se desdice la Forma del cristiano que debe `incardinarse´ en las realidades terrenas históricas y aspira a que cada ser humano sea `revestido´ en Cristo.
Concepciones apriorísticas asumidas como defensa por parte de determinadas líneas ideológicas, que afirman cosas positivas pero niegan la fundamentación real de la Devoción, porque rehúyen compartir la vida con el común de los hombres -que es lo que San Pablo afirma constantemente en sus cartas- contradicen el orden salvífico anunciado por los Profetas. Roma es, así definida, como la `manifestación´ simbólica del espíritu mundano que, siempre y cuando se le niegue, `triunfa´ en todas las realidades donde no se RECONOCE la imagen de Cristo en todas las circunstancias visibles e invisibles de la Humanidad.
El eje de las conferencias semanales del P. Orlandis, S.I., -Director del Apostolado de la Oración (Diócesis de Barcelona) y Fundador de Schola Cordis Iesu- lo constituyó la Teología de la Historia, ciencia a la que dedicó su prodigiosa sabiduría en la esperanza cierta de lo que el Concilio Vaticano II afirma: La Iglesia, juntamente con los Profetas y el mismo Apóstol espera el día, que sólo Dios conoce, en que todos los pueblos invocarán al Señor con una sola voz y "le servirán como un solo hombre” (So 3,9). (Nostra aetate, 4)
La actualidad a la que aspiramos — una asociación de seglares que se identifica con el deseo de Santa Teresita del Niño Jesús: “¡Te suplico que escojas una legión de pequeñas víctimas dignas de tu AMOR…!” (Manuscrito B) — es un fruto fecundo de la labor apostólica de D. Francisco Canals Vidal (1922-2009), discípulo eminente del P. Orlandis, S.I. y ser una figura señalada del Amor de Dios hacia su Iglesia. Su
testimonio y enseñanza constante en la ciudad de Barcelona consistió en que la devoción al Corazón de Jesús no se desligase de la adoración a la persona divina de Jesucristo, luz de los pueblos (Lumen gentium, 1). Una labor magisterial que tuvo como referencia la figura de San José en su riquísima producción escrita y entrañable exposición oral que, con audacia y libertad de espíritu, transmitió fielmente durante décadas a todos aquellos que tuvieron la gracia de escuchar las riquezas de su pensamiento encaminado a sustentar la virtud de la ESPERANZA.
«Pues nos hemos salvado en la esperanza» (Rom 8, 24)