Los temas centrales de la formación cívica y ética giran hoy en torno a rubros como el cuidado y el conocimiento propios, el fortalecimiento de la formación ciudadana y la cultura democrática, la participación social, la convivencia pacífica, el desarrollo sustentable, la equidad, la pluralidad y la justicia.
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La formación cívica y ética en la educación básica mexicana tiene como objetivos que cada persona pueda conocerse y valorarse a sí misma, y que a partir de sus principios, sentimientos, intereses y necesidades mejore su juicio ético y aprenda a tomar decisiones de manera racional y autónoma con respecto a su vida personal. Al mismo tiempo se pretende que el estudiante se integre a la sociedad de que forma parte y se relacione con los demás con fundamento en los principios de la vida democrática: igualdad, equidad, tolerancia, respeto, libertad, justicia y solidaridad, entre los principales. Lo anterior implica reconocer y respetar la dignidad humana y la diversidad cultural, social y natural de nuestra nación y de la humanidad. Asimismo, la formación cívica y ética tiene como objetivo que cada persona reconozca la necesidad de construir la convivencia cotidiana con base en el respeto a las leyes que sustentan al Estado mexicano, basándose en formas de vida que promuevan un desarrollo sustentable y justo. La formación cívica y ética es un proceso permanente que no se circunscribe a una edad o periodo vital. Sin embargo, son principalmente la niñez y la adolescencia las etapas en las cuales se integran las bases éticas que norman la vida de las personas. En la escuela, es prioritario proporcionar a niños y adolescentes de manera sistemática y organizada, una serie de herramientas para el autoconocimiento, el análisis de situaciones, el fortalecimiento de la autoestima y la capacidad de expresión; de convivencia pacífica y solución de conflictos sin violencia; de participación que los haga conscientes de que tienen derechos y obligaciones, a la vez de facultarlos para enfrentar los constantes cambios que ocurren en la sociedad de que forman parte. Nuestra sociedad demanda a cada uno que se prepare para actuar de manera libre y responsable, de acuerdo con valores y actitudes que contribuyan a su desarrollo personal y al mejoramiento social en una convivencia acorde con los principios de la democracia. La escuela debe brindar oportunidades para que en su educación básica las niñas y los niños puedan expresarse, reflexionar, interesarse por diversas temáticas y participar de manera activa e informada en actividades que resulten formativas para experimentarse como personas valiosas, sujetas de derechos, dignas de cuidados y respeto, así como poseedoras de un potencial que deben desarrollar con ayuda de su educación en un clima de equidad de oportunidades, inclusión y aprendizaje. Esas oportunidades comienzan en el salón de clases, donde cada docente debe crear un ambiente de aprendizaje, respeto, equidad de oportunidades, aprecio y apoyo para el desarrollo libre y pleno de sus estudiantes. En este libro, más adelante, se hablará de las características de la didáctica y la gestión que favorecen tal ambiente.
Ética (Del latín ethĭcus, y éste del griego ethiké, -kos, costumbre.) Parte de la filosof ía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre.