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LA MADREMONTE
Cuenta la leyenda que es una mujer corpulenta, elegante vestida de hojas frescas y musgo, mitad mujer y mitad monte con un sombrero cubierto de hojas y plumas verdes que no permiten ver su rostro. Algunos aseguran escuchar sus gritos en noches oscuras o tormentosas, suele vivir en lugares llenos de flora con vegetación frondosa, lejos de la civilización ya que no soporta el ruido de los pueblos. Le gustan los bosques cálidos y con animales peligrosos.
Se dice que cuando esta mujer toma un baño en los cabezales de los ríos estos pueden desbordarse causando calamidades como inundaciones con grandes daños en los lugares cercanos, castiga a quienes se atreven a invadir terrenos, a los traidores y adúlteros, y envía plagas al ganado de usurpadores o cortan los alambrados de tierras que no les pertenecen.
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Suele bloquear el camino de quienes andan en malos pasos haciéndolos ver una montaña enorme en su camino o arbustos imposibles de pasar, también les causa mareos y desmayos para luego despertarse y pensar que todo fue una alucinación.
Se dice que para librarse de ser su víctima es conveniente ir fumando tabaco, o llevar escapularios y medallas benditas, también rezar la oración a San Isidro Labrador, abogado de los montes y de los aserríos.