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Es lo que hay...

Tres Lomas... Agosto 2009

Año... 1 N°... 4 ($7)

Entrevista...

• César Gómez: Sociología y Estudios Rurales

Raíces Treslomenses...

• Alberto Fernández San Juan

Mes del teatro • Ramón Davis

Columnas...

• PSICOANÁLISIS: Beatriz Morero • EDUCACIÓN: Guillermo Donari • MÚSICA: Orlando Moro • JÓVENES: PCB’s

INFORMES ESPECIALES • Transporte de pasajeros • Trabajo social

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SUMARIO Y STAFF...

...este mes 4... Transporte de pasajeros: Encuesta 9... Beatriz Morero - Psicoanálisis: ¿Hay derecho a ser feliz?

10... Mes del teatro: Ramón Davis 11... Informe Especial: Trabajo social 17... Orlando Moro - Música: Ahijuna trompetas 18... Raíces Treslomenses: Alberto Fernández San Juan 22... Movimiento de Jóvenes Independientes: PCB’s 24... Entrevista: César Gómez - Sociología y Estudios Rurales 3

31... Guillermo Donari - Educación: ...

33... Humor 34... Nota de cierre: Aire fresco

Staff...

Santiago Lucas

Cristian Morán

Para contactarnos: (Publicidad, Correo de Lectores, Sugerencias, etc...) mail: esloquehayrevista@gmail.com cel.: 02392 15515327 blog: esloquehayrevista.wordpress.com

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ENCUESTA ...TRANSPORTE DE PASAJEROS

Caros… pero no los mejores (aunque sí los únicos)

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Hace mucho que tenía ganas de hablar del transporte de pasajeros que comunica a Tres Lomas con el resto del país: panorama bastante acotado si hablamos de viajes directos, ya que mencionando grandes ciudades, sólo tenemos la chance de acceder a Buenos Aires (Capital Federal) y La Plata.

El tema es amplísimo: precios de los boletos demasiado elevados, teniendo en cuenta el servicio que se ofrece a cambio; imposibilidad de elegir otra empresa (salvo que nos vayamos hasta Trenque Lauquen); colectivos con deficiencias en la calefacción o el aire acondicionado; asientos demasiado pequeños, no acordes a los tiempos que corren (en otras empresas, la comodidad en el viaje te invita a continuar utilizando el servicio); colectivos que se rompen en el medio del camino, generando demoras; etc.

Personalmente, ya no utilizo tanto los servicios de transporte de pasajeros por haber finalizado hace una década mis estudios superiores, pero con cierta asiduidad me tengo que subir a un colectivo por cuestiones laborales. Y la sensación no es la mejor.

No por la atención en la terminal local, en la que sus empleados intentan solucionar problemas para conseguir pasajes, ubicaciones, ocupándose de sus clientes de la mejor manera.

General Belgrano, a Buenos Aires A Buenos Aires, uno puede llegar mediante el servicio de Pulmann General Belgrano, con dos viajes diarios a Capital: 8:20 de la mañana, y 23:30 horas, con un boleto que cuesta $95.

Sin descuento para todos: ni estudiantes, ni jubilados. Podría decirse que se tomaron muy en serio

esto que “no haya hijos ni entenados”, pero con un sentido comercial de dudosos resultados (en realidad, sería de dudosos resultados si existiese competencia, cosa que no sucede para Tres Lomas).

Las quejas de los encuestados en este sentido se orientan fundamentalmente hacia los precios y la ausencia de descuentos, ya que muchos coinciden en que en general los colectivos son buenos.

Pese a ello, no es poco común escuchar que personas recién llegadas de Buenos Aires manifiesten que bajaron prácticamente congeladas, debido a los problemas en la calefacción de los vehículos.

Plusmar, a La Plata La empresa Plusmar (multada hace algún tiempo según algunos de los testimonios que publicamos) tiene un servicio diario a la ciudad de La Plata, partiendo de Tres Lomas a las 21:45.

El boleto cuesta $99, teniendo en esta oportunidad los estudiantes el beneficio a un descuento de $14 (“si está todo en regla”, según nos comunicaron vía telefónica).

Aquí si hay grandes quejas de los usuarios respecto al estado de los coches: asientos incómodos, mojados a veces; frecuentes roturas (con las consiguientes demoras); olores en los baños (según dicen algunos, a veces es desagradable viajar abajo por esa razón); mal funcionamiento de la calefacción o el aire acondicionado (a veces, no funciona; otras, lo hace en exceso, invirtiendo las estaciones del año); entre otras cosas.

Trenes, viajes a otras ciudades, combis El panorama abierto por la encuesta fue

TRANSPORTE DE PASAJEROS... ENCUESTA amplísimo. Muchos recordaron la posibilidad de viajar barato que daban los trenes, y los inconvenientes que trajo su desmantelamiento (¿casual?, seguro que no).

Además de costos más bajos para viajar y de un número importante de desocupados, la inexistencia de servicio ferroviario de pasajeros aisló en muchos sentidos a Tres Lomas y a un importante número de pueblos pequeños, generando grandes perjuicios (en algunos casos, la desaparición de ciudades).

Otros hicieron referencia a la imposibilidad de viajar desde aquí a otras ciudades importantes y no tan lejanas, como Bahía Blanca o Santa Rosa, con importantes vínculos generados por los estudiantes y por cuestiones comerciales. En este sentido, no sin tristeza, muchos expresaban que tal vez sería difícil generar competencia en los destinos de La Plata y Buenos Aires, pero que sería importante también luchar para la generación de otros (como los anteriormente nombrados).

Las falencias o inexistencia de servicios a algunos lugares hizo que surgieran con mucha fuerza los servicios de combis, que llegaron para instalarse con mucha fuerza. Alguno de los encuestados se preguntaba por la seguridad que desde este tipo de servicios se brindaba, y de los controles que se les realizaban.

Viajar por estudio, por servicios de salud, por necesidades culturales Suele ser muy interesante escuchar a los demás. Lo que tienen para decir. Podemos estar de acuerdo o no, pero la visión de los demás suele

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enriquecer la nuestra, la propia. Hacerla más amplia, y no tan acotada como suele ser.

La de Diana Rechach es una de esas miradas enriquecedoras, que aportan aristas a los temas que se tratan. “El servicio de transporte de pasajeros se utiliza no sólo para posibilitar el sueño de “m´hijo el dotor” de gran parte de la clase media (digo esto porque lamentablemente son contados los casos de pibes de bajos recursos que estén estudiando en La Plata, en todo caso se trata de pibes que vienen a laburar a La Plata), sino que también es un medio para acceder a centros de salud de alta complejidad que no existen en una localidad como Tres Lomas. Se viaja para estudiar, se viaja para recibir tratamientos médicos o para determinadas intervenciones quirúrgicas que no son practicables en Tres Lomas. Otra cuestión que creo va de la mano de un servicio de transporte es la viabilidad para mucha gente de conocer su país. Eso se traduce en derecho a la cultura, derecho a la identidad para todos. ¿Cuántas personas de Tres Lomas no tienen acceso a conocer Capital Federal y La Plata? Puede que suene exagerado de mi parte caer en precisar estas cuestiones, pero en mi manera de ver el mundo, las oportunidades estructuran historias de vida y en ese sentido el servicio de transporte de pasajeros actual funciona como limitante también de un acceso a este tipo de experiencias”. ¿Puede el estado brindar un servicio de transporte accesible?

Nuevamente aparece el estado en el tapete.

Y la pregunta es si puede volverse a la época del

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ENCUESTA ...TRANSPORTE DE PASAJEROS

transporte de pasajeros manejado desde el estado. Tal vez sea demasiado para muchos que miran eso con malos ojos; que piensan que el estado es una gran máquina de succionar la virtud de los demás.

Pero tal vez una situación intermedia sería factible (aunque para mí la otra lo es: no creo que el estado deba estar ajeno a esas cuestiones, por el contrario creo que debe ser el que lleve los hilos de las mismas). Una en que pueda haber servicios accesibles para todos, y de calidad.

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Que ganen las empresas privadas, por qué no.

Pero que no se aprovechen de la gente cuando observan que están dadas las condiciones para hacerlo; que inviertan para mejorar la calidad; que piensen no tan sólo en si mismos, sino también en los usuarios.

Que hagan que la ilusión del transporte de pasajeros como servicio público no sea tan lejana como la vemos hoy.

TRANSPORTE DE PASAJEROS... ENCUESTA

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Por un Estado presente En tiempos en que tanto se habla del estado y su participación o no en la regulación de la actividad económica, decidimos colocar en la última de las preguntas una referencia a la cuestión (si el estado debía o no regular el servicio de transportes), consultando además el por qué de cada una de las respuestas.

Los resultados son muy interesantes, y dan por tierra con lo que se observa en los medios: una aparente y unánime idea sobre la no participación del estado en temas privados, sean servicios o no.

A continuación, algunas de esas ideas: -“El transporte es un servicio que lo tiene que garantizar el estado.

El tren cumplía (medianamente) con ese rol. Hoy en día las empresas privadas (que manejan el sistema de micros) prácticamente monopolizan el transporte debido a la ausencia del tren de pasajeros. El estado tiene que retomar ese servicio de la forma que sea”.

Matías San Juan -“Hay organismos gubernamentales que deberían hacerse cargo de ver y mejorar la situación del transporte de pasajeros, hay que tener en cuenta que a los pasajeros de Tres Lomas y Salliqueló se le cobra la entrada a 30 de Agosto, cosa que no necesitan para llegar a Retiro o La Plata”.

Stella Balbi “Lo ideal sería que las empresas sean del estado, garantizando el buen servicio y con ello, la llegada a cualquier parte del país. De otra forma, el estado tendría que controlar mejor a estas empresas privadas”.

Mateo Compagnucci -“El estado debe controlar las empresas de transporte automotor, para ello existe la C.N.R.T. a nivel nacional y la Dirección Provincial de Transporte la Provincia de Buenos Aires, si ambas reparticiones no cumplen sus funciones debemos ver por qué no lo realizan,- el H.C.D. de Tres Lomas dictó en su momento Resoluciones, las que se entregaron en ambas reparticiones y nunca hubo respuestas ciertas”.

Jorge García -“Sin dudas que un control del estado obligaría a las empresas a brindar un mejor servicio, la posibilidad de multas o la incorporación de otras opciones de transporte sería una buena opción.Así como también la posibilidad de ejercer un reclamo más fuerte ante organismo tales como la Comisión Reguladora del Transporte u otras. Mientras exista un estado ausente, es difícil que se pueda cambiar la situación”.

Mario Casado -“El servicio de transporte de pasajeros se utiliza no sólo para posibilitar el sueño de “m´hijo el dotor” de gran parte de la clase media (digo esto porque lamentablemente son contados los casos de pibes de bajos recursos que estén estudiando en La Plata, en todo caso se trata de pibes que vienen a laburar a La Plata), sino que también es un medio para acceder a centros de salud de alta complejidad que no existen en una localidad como Tres Lomas. Se viaja para estudiar, se viaja para recibir tratamientos médicos o para determinadas intervenciones quirúrgicas que no son practicables en Tres Lomas. El monopolio de empresa lo padecemos desde hace

años, primero con Liniers y ahora con Plusmar. Una participación del Estado que regule en pos de compensar los defasajes de la empresa privada es la única herramienta que tiene el usuario, el ciudadano, para no quedar atrapado ante la impotencia que le genera ser víctima una y otra vez del comportamiento impune con el cual se maneja la empresa”.

Diana Rechach -“En el Concejo Deliberante que me tocó presidir, presentamos el proyecto, me comuniqué personalmente con la empresa, me comuniqué con jóvenes que estaban haciendo presentaciones, las consejeras escolares también las hicieron, le pedimos ayuda al Consejo Escolar, investigamos el tema con la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte).

La empresa Plusmar fue multada…pero nada cambió y aunque estoy convencido que el esfuerzo hay que hacerlo… uno se da cuenta que un “estado” participa positivamente y otro “estado” protege cómplicemente”.

Mario Barrio -“Sería importante que la entidad que regula a las empresas de transporte de larga distancia responda a las denuncias, ya que intenté muchas veces (más de 5) hacer la denuncia por el mal funcionamiento (micros que se llueven, dos personas con el mismo número de asiento y sobreventa de la cantidad de pasajeros que puede llevar el micro, asientos mojados, viajar en la escalera sentada desde Tres Lomas a La Plata por dichos motivos, etc.”.

Celeste Luque -“Por supuesto que sí, la intervención del estado aseguraría (o debería asegurar) el buen trato al pasajero y el derecho a poder viajar humanamente con precios acordes y hasta más descuentos quizás. De todas formas creo que el principal problema está en el monopolio de estas empresas, ser la única no deja opción”.

Sara Donari -“Porque el transporte es un “servicio” a la comunidad, y como tal no debe perseguir un beneficio económico, que es lo que la empresa sí persigue. La comunidad, a través del estado, debe tomar injerencia en estas actividades y regularlas de manera que redunde en un beneficio para toda la comunidad”.

Agustín Méndez -“Creo que sería bueno que el municipio haga gestiones con algún organismo que regule estos servicios de transporte, o quizás con la Secretaria de Transporte, para que se implemente en el servicio a Bs.As. el descuento para estudiantes. Los micros en el servicio a Bs. As. son muy buenos, pero tengo entendido que no lo son en el servicio a La Plata. Seria bueno que se mejoren”.

Eloy Gutiérrez -“Sería muy importante la participación del estado para regular estas cuestiones, creo que podría llevarse a cabo un acuerdo, a través de gestiones, entre el gobierno y la empresa para que se realicen descuentos considerables en el costo del boleto para los estudiantes, ya que sólo realizan, en el caso de La Plata, el descuento de aproximadamente $14, pero tengamos en cuenta que en lo que va del año ya aumentó dos veces el pasaje”.

Federico González

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PSICOLOGÍA... BEATRIZ MORERO

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¿Hay derecho a ser feliz?

Con una estética particular que impresionaba, “arrasadora”, llega una mujer, de alrededor de 45 años.

Vestía jean ajustado al cuerpo, con varios cortes que dejaban entrever la piel de sus muslos; remera ceñida al torso; un par de botas de tacos altos, que le trepaban hasta sus rodillas. Brillante cabello rubio, llamativo por lo largo, al descuido despeinado. Piel bronceada en un gris invierno.

Impresión equívoca. Ema Villariño era una mujer-niña, ingenua.

Sin dilaciones relata ansiosa sus padecimientos actuales.

Se había separado hace un par de meses de su marido luego de una convivencia de muchos años.

Pérdida que decía preocuparla, haciendo la salvedad que lo que la traía a la consulta eran sensaciones angustiantes provocadas, según su entender, por una nueva relación amorosa.

Su novedoso “amor”, un muchacho unos cuántos años más joven que ella, había llegado a su vida a través del celular. Pantalla escrita que le generaba enorme fascinación. El muchacho le había mandado múltiples mensajes que contestaba con entusiasmo, tanto, que se había olvidado de pelear por los bienes y demás con su ex.

Los textos de los mismos la nombraban “mi reina, mi belleza, mi diosa” e iban subiendo de tono e intimidad acunando el encuentro. Comienzan a salir.

Su relato denota cuánto disfruta del cortejo inicial: “me mira, me pregunta cómo me siento, me cuida, me desea, ¡me hace sentir única!”.

A las pocas semanas las diferencias generacionales comienzan a aparecer. Las pasiones siguen ardiendo pero el muchacho pluraliza su mirada: quiere salir solo, con sus amigos, ir a la plaza, a bailar, se aleja, desaparece, llama y escribe menos.

La falta de esa mirada, de esas palabras, la hace desdichada, la pierde según su decir.

Ema enrojece, llora desilusionada, con un gesto casi caprichoso. Me interpela, ¿cuándo voy a ser feliz?

Imitando al filósofo pregunto ¿qué es la felicidad?

Sorprendida contesta. “¿Usted no es feliz?”. Respondo “¿qué le parece?”; enojada dice: “¡usted es un espejo para mi!”. “¿Qué suponen los espejos para usted?”. Se incorpora, se relaja, “me gustan los espejos para decorar”.

“Cuénteme sobre su casa”. Apaciguada ya, describe “es hermosa mi casa, elegí el rosado y el color 9 té para pintarla, por las rosas de la plaza…, ventanas amplias, mucho vidrio, pisos tan brillosos que podes mirarte en ellos”.

Continuo “¿por qué ha elegido esos materiales para que la rodeen? Despacio dice “nunca lo pensé” Silencio.

Comienzo a repetir el dicho de la mala del cuento de Blancanieves “¿espejito, espejito cuál es la más linda del mundo?”.

Asocia. “Es verdad, me gusta ver mi imagen reflejada en los pisos relucientes, en los vidrios, en los espejos que cuelgan de las paredes”. “¿Qué pasa en ese encuentro permanente con su propia imagen?”, profundizo. “Me veo deseable, joven, atractiva, sensual”. Se quiebra. “¿Por qué llora Ema?”. “La soledad me mata, si no me veo, si no me miro me siento sola, me desespero”. “¿Cuál es la ausencia desesperante?”. Se desnuda, “si alguien me ama me encuentro, me veo bien, completa…, me miro e imagino que es la persona que amo la que me está viendo”. “¿Y si no hay otro?“. “Si el otro me deja me veo mal, no puedo verme, me destruye, no soy nada” “¿Nada?”, repito, con un gesto de inquietud.

Dice. “Cuando mi mamá me miraba siempre decía que era única, encantadora, la mejor vestida”. “¿Y tu papá opinaba? “Si, igual que mi mamá, él nunca la contradice”. “¿Y ahora que sos una mujer adulta serás la hija que a él le gusta tener?”. “No sé bien, no sé qué piensa él de mi, no sé si me ve verdaderamente igual que ella, no dice nada, pero nunca opina distinto a mi mamá”.

Escuchate Ema: “no sé si me ve verdaderamente igual que ella…”. Reacciona rápidamente: “no quise decir que yo soy igual a mi madre”. “¿Qué pasa si sos diferente, si no ves la vida como tu madre? En voz baja dice. “Se ofende mal, no me llama, no me visita, me mira con odio, me abandona”. “¿Y una mujer de cuarenta y tantos años podría ver y soportar sus actos a solas?”. Vuelve a angustiarse, “todos mis novios me han dejado y el único que me eligió me abandonó, me engañó”.

Insisto. “¿Y vos te abandonaste, te engañaste?”. “Puede ser, porque yo amo sin condiciones”.

Digo afirmando con la cabeza. “El amor incondicional es para los niños…”. Me recrimina: “¿qué tiene que ver todo esto con la felicidad?”.

Con tono firme, pausado y sin mirarla, respondo. “Ver lo que no anda, para luego preguntarse y comprender cómo cada día uno disfruta, sufre, ama, ´se ama´, se cura, ¡eso da derecho a ser feliz!”.

Terminamos la sesión. Le sugiero escuche “Un vestido y un amor” de Fito Páez en la versión de Caetano Veloso.

No hubo próximo encuentro.

El romanticismo, el amor, la incondicionalidad, la felicidad como mandato personal, social, produce estrago en los sujetos humanos.

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“RAMON DAVIS” ...MES DEL TEATRO

¡Impresionaaaaaaante!

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El sábado 8 de agosto comenzó la 3º temporada del Mes del Teatro en Tres Lomas, el habitual “Julio Teatral” que por la gripe A este año se desarrollará durante el mes de agosto.

Dos obras se pusieron en escena en el escenario del Cine Teatro Español: la primera, “Afrodisíaco”, del grupo “Los Salidos de la Vaina” de Rivera; la segunda, “Ramón Davis”, del grupo de adultos treslomense “DeliberARTE”.

La propuesta cultural (no tan habitual en nuestra ciudad) fue muy interesante, con obras que paradas desde el humor dejaron entrever una serie de problemáticas que atraviesan a la sociedad continuamente.

Faltó a la primera cita el público que se esperaba, presentando el Cine Teatro Español un 75% de ocupación (un muy buen número de gente, pero no tanto teniendo en cuenta las últimas ediciones de este ciclo teatral).

“Ramón Davis” El humor trabajado desde el absurdo (imagino

que algo muy complicado, para evitar que los personajes caigan en estereotipos) hizo divertir y mucho a los presentes, apuntalados en actuaciones muy aceitadas de Leonardo García y Mariano Borges, representando a dos músicos frustrados pero no conscientes de sus limitaciones.

Fiel al estilo de “Pepo” Rossetti (director del grupo), poca escenografía y especial hincapié en las actuaciones personales. Mucho texto para los dos personajes principales (no tanto para los demás, Damián Bussmann, Cecilia Pascual y Viviana García), pero con el movimiento como eje central.

El movimiento, lo gestual, los cuerpos como actores principales. Hacer hablar al cuerpo, algo que tal vez es simple desde la vida cotidiana (uno lo hace sin darse cuenta) pero muy complicado de actuar.

Además de las risas y del muy buen momento, me fui de la sala con apuntes de “Ramón Davis”: esa sensación tan propia de la soberbia y la ceguera del ser humano (y por qué no decirlo, de la mayoría de los políticos) de pensar que lo que hace uno es grandioso, casi insuperable, necesitando la mirada externa para reconocer los errores y tratar de superarse.

“Afrodisíaco” Confieso que en un principio, no me enganchaba la interpretación de la obra. Sólo uno de los personas, Rigoberto, un tipo muy tímido que no había logrado una buena relación con las mujeres y que para solucionarlo concurría a una clínica de seducción.

Pero poco a poco, la obra fue tomando forma, los personajes se fueron amoldando y creciendo colectivamente. Y encontrando no en el humor sino en la profundidad de la reflexión sus puntos más altos.

La eterna lucha entre querer ser lo que uno no es y darse cuenta luego que aquellos a los que uno se quiere parecer no son tan felices. Y con los condimentos de la timidez, la soledad, y con la felicidad como objetivo.

“Es difícil ser alguien cuando no naciste para ello” enfrentado a “que me quieran como soy”. Dos frases que sobre el final pintaron un conflicto existencial al que nos enfrentamos todos en la vida, y que muchas veces no nos deja ser felices.

INFORME ESPECIAL... TRABAJO SOCIAL

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Trabajo social: ¿junto a otros o para los otros?

Un estado benefactor es aquel que se preocupa por que sus habitantes sean ciudadanos íntegros. Al decir íntegros, nos referimos a personas que gocen de todos sus derechos y a c c e d a n a posibilidades de c r e c e r socialmente.

Ta m b i é n , para no ir a lo ideal, el estado benefactor se ocupa de asistir a todos aquellos que por diferentes razones no han tenido acceso a la salud, la vivienda, el trabajo (por medio de una asignación universal de r e c u r s o s ) , intentando que las diferencias entre los que más y menos tienen se achiquen.

Convenga mos que es una definición muy simple, casi “primitiva” la que aquí hacemos.

Pero que sirve para entender desde el sentido común este tipo de cuestiones. ¿A que viene esta introducción?

Actualmen te, desde el estado suele hacerse asistencialismo y no trabajo social. Se ayuda a la gente (tomándosela a veces como clientes, y no como ciudadanos) pensando en lo inmediato. Se soluciona la coyuntura, y está bien.

Debe hacerse.

Pero no se planifica el futuro, no se piensa cómo hacer para que ese gran número de personas que

requieren ayuda hoy puedan más adelante satisfacer sus necesidades por cuenta propia.

Y la llave (que quede claro que no e s t a m o s descubriendo nada, que esta afirmación no es esclarecedora ni iluminada) pasa por la generación de fuentes de empleo.

El trabajo dignifica, es una realidad.

Permite a los hombres creer en sí mismos, y ganarse el respeto de los demás.

La pregunta sería cómo lograr que esos nuevos trabajos aparezcan.

Pensar, planificar, i n v e s t i g a r, c o l a b o r a r .

Organizarse y unificar criterios, debatir, sintetizar caminos. Hacer de la generación de empleos una política de estado.

Ye n d o d e l o general a lo particular, llegamos a Tres Lomas. Y elegimos dos instituciones que trabajan con la gente. Que ayudan.

Que piensan en los demás.

No son las únicas, por supuesto. Son dos ejemplos diferentes. La ONG C o n s t r u i r Alternativas, y la Iglesia Evangélica Menonita.

En las notas que leerán a continuación, trataremos de empezar a esbozar la respuesta acerca de si el trabajo social debe ser en conjunto con los que necesitan ayuda (requiriendo su activa participación), o sólo para solucionar las necesidades inmediatas de los demás (dejándolos en un rol absolutamente pasivo).

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TRABAJO SOCIAL ...ALTERNATIVAS

“No queremos el asistencialismo…, hace bien a la cabeza trabajar…”

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Son mujeres de Tres Lomas, que un 20 de diciembre de 2003 decidieron juntarse y pensar en soluciones alternativas para muchos que no las encontraban en el marco de la sociedad actual.

Formaron la ONG “Construir Alternativas”. Las caras más visibles son las de Beatriz Morero, Olga Acquaroli, María Rosa Marino, Marila Morero, Ana María Antonio, Mimí Salvá, Zulma Vicente, Angeles Iriart, Alicia “Titi” Rodríguez (y algunas otras, que no aparecen en esta nómina).

“No queremos el asistencialismo. Les decimos que no se cuelguen de la municipalidad o de un marido, eso para las chicas que no tienen muchas ganas de trabajar. Hace bien a la cabeza trabajar, ellos en general tienen una cosa de pasividad, que alguno los asista. Los adolescentes a veces no cumplen con sus mínimas responsabilidades”, manifiesta Beatriz Morero.

Es muy claro que su idea se relaciona no con el asistencialismo tradicional, sino con el trabajar en conjunto con los que necesitan, construyendo la imagen que se puede crecer dignamente como personas, desarrollarse autónomamente.

Todo surgió por un caso particular, según cuentan. “El objetivo inicial surgió a partir de una adolescente que no tenía familia, la madre enferma la había abandonado de niña, la había criado una tía, pero de adolescente nadie quería hacerse cargo. Eso nos abre una pregunta, por el abandono, y las potencialidades que tenía la chica. Nos juntamos con la idea de pensar en armar una institución, una casa de tránsito. Nos reunimos, citamos a gente del Ministerio de Desarrollo y vinieron, y nos dijeron que la idea no era hacer instituciones que albergaran chicos, desde la provincia la idea en minoridad era que los chicos se arreglaran en la familia, que no estén institucionalizados”.

Lo que comenzó tranquilamente, poco a poco empezó a tomar forma. “Enseguida empezamos a armar un espacio de encuentro, había asistentes

sociales. Empezamos con Angeles Iriart. Ella es la que conocía el caso. Todos conocíamos a alguien, a pibes que estaban necesitados, y empezamos a armar un taller”, afirma Beatriz.

Y cuenta las actividades iniciales. “Lo primero que hacemos, el primer año, hacernos conocer: talleres de prevención, charlas. El primero fue sobre límites y cuestiones de aprendizaje con padres; dos con el servicio de Reproducción Sexual de Trenque Lauquen, trabajando sobre prevención; charlas de orientación vocacional con Adriana Lozano. Ese primer año fue más de tramitar la legalidad, la personería jurídica, y hacernos conocer”.

Los proyectos Enseguida, se desarrollaron proyectos.

“Mandamos un proyecto a Telefónica por medio de un pariente de Zulma y nos dan dinero, eso abre otra cosa: ahí presentamos un proyecto, no te daban dinero sino cosas, y compramos una computadora y una impresora. Como a través de la informática se podían insertar en la sociedad. Tuvimos un éxito tremendo, vinieron un montón y no se fueron más. El segundo gran paso fue con el Ministerio de Desarrollo Humano y Social, a través de Mario Barrio, nos consigue que podamos presentar un proyecto a través de Proyecto Adolescente, que es el que tenemos hasta ahora. 20 becas durante doce meses”.

Todo, con el objetivo de juntarse y construir caminos diferentes. “Siempre apostamos a que el trabajo sea una excusa, pero en realidad juntarnos, ser una referencia, conversar, hacer conciencia sobre el trabajo, el esfuerzo, la responsabilidad, que no nos ha ido siempre tan bien con los adolescentes. Notamos eso como déficit quizás nuestro, hemos conseguido pasantías y a veces ellos no las cumplen”.

Artesanías, trenzas, llaveros, computación, manteles, repasadores, cortinas, manicuría, todos hacen de todo.

“Organizamos un taller de cerámica, charlas, invitamos a gente que no había tenido grandes oportunidades en

ALTERNATIVAS... TRABAJO SOCIAL la vida, pero que había podido igual llevar adelante una vida digna, habían encontrado oportunidades igual, sin haber ido a la universidad, o incluso algunos sin haber terminado el secundario. Que en Tres Lomas no era tan difícil, que se podía ser digno aún con pocas oportunidades desde lo familiar. Es un determinante, pero se puede”.

También se vinculan con lo educativo, como cuentan Marila y María Rosa. “Salimos a las escuelas rurales, con pintura y música. Un proyecto de arte, con Quinquela Martín. De Tres Lomas, Pellegrini: quién era, la técnica, las obras, que ellos pintaran como Quinquela. Nos encargamos de los materiales y de la música. Se crea un ambiente, música de la Boca, tango, italiano, cómo el arte les ha servido para vivir mejor, pacifica. Los chicos padres, instituciones, se engancharon, de jardines y primarias. Algunos llevaron instrumentos y tocaban, en Thompson invitaron a la comunidad, acompañando. Vamos a seguir con otros pintores”.

Referencia, lugar de encuentro No siempre es fácil el trabajo con adolescentes.

Hay idas y vueltas, éxitos y fracasos. “Algunos van por la beca ($76), otros por que les gusta. Tenemos los chicos de las becas, y otros que no tienen nada que ver, que lo hacen por que les gusta: gripe A, lluvia, como sea. Lo ven como referencia, lugar de encuentro, para conversar. Le preguntamos como están en la escuela, como van con sus únicas responsabilidades.

Empezamos con chicos de 12 a 21, pero ahora tenemos de 8 en adelante”.

Hay roles implícitos en Alternativas, no

Es lo que hay... definidos, pero están: Marila administra los bienes, compra y paga, María Rosa la ayuda en eso. “Se hace una rendición. La mitad es para las becas, y la otra para que funcionen los talleres, estamos haciendo repasadores, toallas, collares, llaveros, se compran los materiales y se piden boletas, luego se hace la rendición. Tuvimos algunos errores la primera vez, pero esta ha sido bárbaro: nos renovaron sin decirnos nada” cuenta Marila Morero.

Olga Acquaroli, por su parte, da su impresión.

“En el ministerio vi muchas cosas, algunas te hacen repensar. Había algunos grosos con las becas, de la política, nosotros no éramos nada al lado de ellos. Pero nos han dicho que se sienten satisfechos de ver que no es una farsa, que se trabaja con seriedad, que el dinero se invierte en becas, que tienen un objetivo claro. Nos pidieron fotografías, trabajos, querían exponer el laburo que se hace. Hemos mandado recortes de diarios, probando lo que hacemos”.

Olga, Titi y Beatriz analizan la realidad con la que trabajan. “Viene de mucho tiempo. Tiene que ver con la familia. Y con la cabeza de cada uno. Es verdad que algunos no han visto nunca a un padre trabajar formalmente; pero hay adolescentes que sí, que sus padres trabajan, y ellos no se responsabilizan. Contra eso, se lucha. Tratamos de ver, de evaluar, pero con algunos hemos fracasado. Ellos no nos abandonan “.

Y agregan. “Muchas veces sentimos que vamos contra los molinos de viento, porque muchos no quieren tomar a las chicas, pensando que no van a poder hacer nada, que no saben, hay un prejuicio.

Instalarlo, plantearlo, pensarlo, armar algo, me parece que es marcar otra cuestión, eso en sí mismo tiene validez”.

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TRABAJO SOCIAL ...IGLESIA EVANGÉLICA MENONITA

“Si alguien necesita un pescado, dale de comer.

Pero enseñale a pescar” 14

Dicen que las personas pasan y las instituciones quedan. Pero el paso de muchas personas no es neutro, todo lo contrario, sea para bien o para mal.

Y el paso de Jesús Rodríguez por la Iglesia Evangélica Menonita no lo es. Ha sido sumamente positivo. Está en la iglesia desde 1953, y ha hecho un camino en base a su respeto, seriedad, esfuerzo y honestidad.

En la iglesia se trabaja con toda la familia, desde los niños a los adultos, con talleres de enseñanza religiosa. Formando a las personas en los valores positivos.

Desde la institución religiosa se ayuda a la gente, se trata de colaborar para que no queden necesidades básicas insatisfechas. Por ejemplo, con la provisión de ropa. “Fue algo que surgió ya que algunas personas nos alcanzaron algo de ropa, y viendo las necesidades, se empezó casi sin querer. Esto no es un ropero oficial, que pueden venir a buscar todos los días, sino que cuando hay una cierta cantidad, una vez por mes, se entrega a la comunidad. La ropa se recibe en donación, no se paga para recibirla, ni se cobra nada cuando se da. Hay un grupo de mujeres que se dedican a eso, la reciclan, la planchan, la lavan. Mujeres que laburan en otras cosas, pero que dedican su tiempo a esto, muchas horas. Ponen su lavarropas, su jabón, su luz y su tiempo, lo hacen en su casa. Después lo traen acá. La gente no debe ser de la iglesia, el que quiere puede venir a buscar, casi ninguno es de la iglesia”.

Otra de las maneras se ve plasmada en los desayunos de los domingos, para los chicos. “No es que estamos alimentando a los chicos, es para compartir, convivir, porque no todos en sus hogares necesitan. La mitad o menos, el resto es como hacen los chicos, si es afuera mejor. Comparten chocolate y facturas todos los domingos. Algunos no toman porque vienen desayunados, otros si, lo disfrutan”.

Se piensa en los que menos tienen, y se logra con donaciones. “Un domingo por la fiebre porcina no nos reunimos, pero a los más cadenciados le llevamos la leche y las facturas a la casa. Hay donaciones, una persona dona las facturas hace mucho, otro la leche, si falta azúcar, cacao, chocolate, lo compramos del fondo de la iglesia. Pero la mayoría son donaciones voluntarias. Hay gente muy desinteresada, que está medianamente bien, y que tiene deseos de ayudar”.

Formar hombres completos Lo consultamos sobre el asistencialismo. Y acerca de la concientización para que la gente logre lo que necesita por sus propios medios. “No es sólo lo espiritual, queremos formar hombres completos, espíritu, cuerpo. Hay un dicho, si alguien necesita un pescado, dale de comer. Pero enseñale a pescar. Hay algunos casos de personas que vinieron con situaciones que no hacían nada, y pudieron crecer. No les falta nada, entendieron a través de la fe y de la ayuda, que se podía no pedir, sino mantenerse ellos y ayudar a otros. Una nueva visión de la vida, que no se logra siempre. Hay muchos que no lo logran, pero si pensamos en eso no haríamos nada”.

Da ejemplos acerca de los que entendieron el mensaje que ellos desean vehiculizar. “Muchos que lavan ropa, ayudan, atienden, es gente que necesitó antes. Muchos han aprendido eso”.

También hablamos con él sobre la necesidad de la centralización de la ayuda, que las diferentes instituciones estén organizadas para que la ayuda sea justa. “Es una de las quejas que yo recibo. Pero no es fácil, es complicado organizarlo. Algunas instituciones reciben dinero por las prendas, poco, pero nosotros decidimos no hacerlo. Para no complicarnos”.

Generalmente nos preguntamos por qué se despierta en algunos la necesidad de hacer cosas por los demás. Jesús lo explica en base a la fe. “La base de

IGLESIA EVANGÉLICA MENONITA... TRABAJO SOCIAL

Es lo que hay...

fundamento es la Biblia.

La iglesia presta el servicio a las personas, por la fe.

Otras instituciones no cristianas también ayudan, y lo hacen muy bien. Pero nosotros lo hacemos porque creemos en lo que leemos. Es hermoso ver cuando uno ayuda, que no sólo lo hace desde lo material, sino desde la fe en la que cree.

Es algo bueno”.

Referentes Es lógico que por su función, sean vistos como referentes ante muchas personas.

“Nosotros no confesamos, pero nos confiesan.

Somos referentes. Si reveláramos lo que nos dicen… No le pedimos a nadie que nos venga a contar, pero lo hacen. Tenés una responsabilidad tremenda”.

Responsabilidad que en muchas ocasiones puede generar tensiones internas, dolor. “Si los podés ayudar, eso no te carga. Hay que sacárselo después, intentar ayudar, dar consejos, en mi caso en base a la calle y experiencias, y después descargarse enseguida. De no ser así, te enfermás. Pero no es posible abstraerse totalmente, son demasiadas cosas.

Pero yo gracias a dios, me voy de acá después de

cosas duras, fuertes, las vivo intensamente en esto de la empatía, ponerme en el lugar de otro, pero después trato de salir”.

Pero que se cicatriza con las cosas buenas. “Y están las cosas buenas, un 80 o 90%, lindas cuando ves que la persona puede cambiar, encontrar el camino en la vida. Hablando por mí, me han dado más de lo que he dado, soy un bendecido, en todos los aspectos. Me han ayudado hasta en lo económico a mí, en la amistad. Lo que se siembra se cosecha. Hay recompensas lindas, reconocimientos”.

La imagen superior y ésta muestran dos de los lugares destinados a la enseñanza de los jóvenes.

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El balc贸n

Juan B. Alberdi y San Mart铆n

Es lo que hay...

MÚSICA... ORLANDO MORO

Ahijuna trompetas La historia de la trompeta se remonta a los orígenes de la historia de la humanidad. La Biblia ofrece el testimonio de su importancia en las ceremonias religiosas primitivas; Homero, el de su uso en la batalla. De una época anterior a la de Homero datan las trompetas que se encontraron en la tumba del faraón egipcio Tutankamón (reinó de 1358 a 1353 a. C.). Su buen estado de conservación permitió transmitir por radiotelefonía el sonido de esos instrumentos.

Casi tan antiguas como la flauta, que se reputa como el instrumento más antiguo y generalizado, debieron ser la trompeta y la corneta, derivadas del cuerno de buey que aún puede servir como trompa de caza. Por tanto, las primeras trompetas fueron fabricadas con cuernos de animales cocidos, cañas de bambú, tubos vegetales ahuecados o conchas de moluscos y eran empleadas por los hombres primitivos para diversas cuestiones como eran los entierros, rituales para ahuyentar a los malos espíritus, para la caza o transmitir señales.

Cuatro siglos antes de la era cristiana, los griegos incluían certámenes de trompeteros en el programa de los Juegos Olímpicos. En la escultura romana se puede observar que las trompetas aparecían en todas las procesiones. En la Edad Media este instrumento presentaba dos formas bien diferenciadas, una de las cuales (claro) es el origen de la moderna familia de las trompetas, y la otra (bucina) de la familia de trombones; aunque puede considerársela también como un antecesor de la trompeta.

En un principio el "claro" tenía un tubo recto y largo, pero más tarde, para hacerlo más fácil de transportar, se redujo la longitud del instrumento doblando el tubo en forma de zig-zag; ya entonces su nombre corriente era clarión, denominación que, aunque variada, nunca se ha abandonado. La gran importancia de la trompeta en los conjuntos instrumentales antiguos se advierte en el hecho de que, de los cuarenta y dos instrumentistas adscritos a la corte de Enrique VIII, catorce eran trompetistas.

Hay quien dice que el éxito de la trompeta en estos experimentos orquestales no debe haber sido muy grande, por cuanto son muy pocos los testimonios que se tienen del uso de este instrumento hasta fines del siglo XVII. No hay duda, por otra parte, que hacia fines de ese siglo la trompeta era un instrumento muy usado.

Händel, poco tiempo después, escribió partes muy agudas y floridas para este instrumento, como su "Let the bright seraphim" (en Sansón) y "The trumpet shall sound" (El Mesías). Este autor indicaba en la partitura: "Clarino I, Clarino II y Prinzipale", lo que muestra que en sus días aún se mantenía para los instrumentistas la misma distribución que en la época de Monteverdi. También Bach escribió para la trompeta partes muy floridas, y en general, en un registro más agudo.

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Después de esta época la trompeta perdió su papel destacado para pasar a ocupar un puesto secundario. En Haydn y Mozart (autores con los que puede decirse que se inicia la orquesta moderna), la trompeta tiende a convertirse de instrumento melódico en instrumento de armonía; ya no usa sus sonidos agudos ordenados uno junto al otro en la escala armónica, y se contenta con emplear sus notas más graves y espaciadas, las que, por ser en su mayoría las notas del acorde de tónica, limitan las intervenciones de la trompeta a una modesta contribución al volumen general Se hicieron vanas tentativas para liberar a la trompeta de su función estrictamente armónica y para darle patente de instrumento melódico. A fines del siglo XVlll se ensayó una trompeta de llaves, pero fue pronto abandonada.

A principios del siglo XIX, dos alemanes, Blühmel y Stölzel (o Blümel y Stölzl), aplicaron a este instrumento el verdadero sistema de pistones; mejorado con posterioridad, ha sido perfeccionado por Adolphe Sax, por Périnet, y últimamente por el doctor J. P. Oates. Así nació la trompeta moderna, que ha sido y es objeto de continuas modificaciones de detalle que buscan su mayor perfección.

Reemplazó al cuerno de buey y acompaña al hombre desde entonces, interrumpió la modorra de reyes y príncipes, acompañó a los soldados en el caos de la batalla, coqueteó en los mas aristocráticos salones de baile del mundo, calmó el dolor de la esclavitud y clamó por la libertad, desde siempre está pegado a los labios de hombres y mujeres como continuidad de una boca que tiene aún mucho por decir.

Es lo que hay...

ALBERTO FERNANDEZ SAN JUAN ...RAÍCES TRESLOMENSES

“Triunfo y fracaso cotidianamente, pero siempre con revancha”

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¿Dónde y cuándo naciste? ¿Cómo estaba conformada tu familia?

Nací el 21 de Enero de 1963 en lo que todavía se llamaba José María Blanco. Suelo contar que nací en el cine del pueblo, que era de mi padre, pero por supuesto es mentira. Pero puede decirse que el cine parió mi interés por el arte en general y por la actuación y puesta en escena en particular. Me crié ahí, con su inmensa pantalla, sus recovecos, sus escondrijos subterráneos, el misterio de la cabina allá arriba y, por supuesto, vigorizando mis sueños, el escenario.

Mis padres se casaron muy jóvenes y nací días antes de cumplirse los nueve meses de la noche de bodas, según cuentas bien sacadas por conspicuas vecinas entrenadas en el tema. Soy el mayor de cuatro hermanos. Provengo de varias familias numerosas de la zona. Mi padre tuvo quince hermanos, ocho biológicos y siete de crianza. Mi familia materna también vino sobrecargada de miembros. Soy pariente de todos los Fernández, Lunardini, Sei, Barrio y San Juan que pisen este pueblo y sus alrededores, especialmente Garré y Casbas.

A su vez soy el nieto mayor de una leyenda. Mi abuelo San Juan, respetado en ferias y comités, amado y odiado, millonario y humilde, afectuoso pero parco, el personaje más rico y contradictorio de mi novela personal.

Viejo correligionario, fundador de la dinastía radical local San Juan (no todos seguimos el modelo). ¿Tuviste una infancia feliz? ¿Dónde la pasaste? ¿Con quiénes jugabas? ¿Eras apegado a tus abuelos? Contá cómo eran, y también tus viejos.

Tuve una infancia. Pero como no creo en la felicidad, no puedo calificarla con ese parámetro. La pasé en Tres lomas, claro. Yo conocí Buenos Aires a los quince años, en un viaje relámpago, acompañando a papá a programar películas en distribuidoras de la calle Lavalle y al mercado de Liniers. A las distribuidoras, sus códigos y olores, estaba acostumbrado, escoltando a papá a programar periódicamente en Pico y Bahía Blanca; pero a la gran ciudad y al olor nauseabundo del mercado de Liniers, no. Me la pasé vomitando.

De chico jugaba con mis hermanos, con Julio y Dante Calles, Maxi y Eli Cuesta, Mario Barrio, con muchos de mis doscientos mil primos y otros.

Todo ocurría, aclaremos en El Terreno. Papá lo compró cuando éramos muy chicos y se emplazaba, en parte, donde actualmente se localiza la veterinaria y la casa de mi hermano Daniel. Lindaba con el patio trasero de

nuestra casa, que no era grande. El terreno era la mitad de lo que antiguamente había sido el Prado de la Sociedad Italiana de Tres Lomas y poseía una topografía propia, en escala. Un pino gigante, un túnel excavado durante años, vastas extensiones de pasto puna, selvas de vigorosas quínoas y álamos contra el alambrado, sobre la actual casa de mi madre. En la otra punta, sobre Marconi, ruinas de muros y tapiales, ladrillos y vidrios dispersos. Un lujo de niñez.

Pero, fuera de casa y el terreno, tuve un amigo con el cual no corríamos ni saltábamos. Los L&M diarios de mi padre y las dos revistas semanales permitidas me conectaron con el Negrito Silva, el quiosquero del centro.

Nuestro tema fue siempre, paradójicamente, la literatura. El Negrito fue, aún después de quedar ciego, un incansable lector y un más atrapante narrador. Pasé años colgado del mostrador de ese quiosco prodigioso.

Otra parte importante de mi infancia e integración social fue el intercambio de revistas. Mis padres me permitían comprar dos por semana, pero podía leer cuantas quisiera si me las rebuscaba. En los setenta estaba de moda la permuta de revistas, con sus reglas y sus códigos. Pasaba horas cambiando revistas en la casa de Javier Mattio. En lo de mis abuelos las Tony, las D´artagnan y las Intervalo de mis tíos, estaban a la orden del día.

Es que el otro espacio mágico de mi niñez fue la casa de mis abuelos San Juan, que aún está ahí. Hemos disfrutado mucho de esa casa mis hermanos y yo. Hubo un período negro, sin embargo, coincidiendo con la bancarrota, como supe después. Mi abuelo había desaparecido misteriosamente y mi abuela lloraba todo el día, mucha gente pasaba diariamente a saludarla, actualizando día a día un largo, infinito velorio. Después mi abuelo apareció, ya no hubo estancias, ni hacienda, ni postulaciones políticas, ni popularidad para él. Con el derrumbe decreció la cantidad de amigos de la familia, se armó otra cosa y otra casa, más triste, más chica. Y en esa casita desangelada se fueron muriendo los dos. Mi abuela demasiado pronto, para mí. La he extrañado muchísimo.

También estaban las actividades recreativas en la iglesia. Fui criado en la religión católica, origen de mi actual agnosticismo. Lo único rescatable de esa época es la figura de Luis Diehl. Si bien no comparto hoy sus creencias y me hace ruido su postura a partir de la desaparición de Carlitos, creo que él entendía muy bien a los adolescentes, generaba una relación intergeneracional interesante y humana. Con él aprendí a pirograbar.

Pero también estuvo siempre el cine. Un lugar de juegos y de trabajo. También el segundo espacio familiar. Al

RAÍCES TRESLOMENSES... ALBERTO FERNANDEZ SAN JUAN cine se trasladaban nuestras peleas fraternales. A menudo papá tenía que resolver ahí disputas que habían empezado en casa, o llevarnos al hospital o al consultorio del doctor Palo, día por medio aproximadamente. Como la tarde que se me partió la aurorita en el medio de la plaza, perseguido a 125 kilómetros por hora por mi hermano, armado con hondas y piedras, con el claro objetivo de exterminarme.

Maldita miniroda.

El cine era, además, la limpieza de los lunes con papá, barrer y tratar de sacar el girasol que quedaba atrapado entre las junturas de las butacas y la pinotea del piso. El cine era eso, el profundo olor a toneladas de pinotea y maderas varias. Era barrer el escenario, en mi caso, demorando más de lo necesario, por razones obvias. Era llevarle una cerveza a la cabina a Etchepare en el verano.

Era ir a recibir con papá al micro las bolsas de lona, donde estaban los rollos de celuloide en sus cajas de chapa redondas. A veces esos rollos venían alterados, provocando famosas situaciones críticas. Había que tocarle el timbre al operador o salir corriendo a la cabina, mientras papá se ocupaba del orden en la sala. La película saltaba y producía un bache que prometía linchamientos.

El cine eran las películas de convoy (así decía papá) y las toneladas de golosinas que le afanamos a mi viejo con mis hermanos durante años, para devorarlas en algún rincón del cine, mientras mirábamos una de corsarios o la última de Sandro o de Trinity. Montañas de bloquecitos Suchard.

Una noche de invierno estuvo Sandrini cenando con nosotros. Después nos enteramos que era Felipe, el doble de Sandrini, que viajaba por los pueblos. Para nosotros tres, que lo tuvimos en casa, fue Sandrini, sin vueltas.

El cine era escuchar a papá recordando año tras año La Patota, de Tinayre. La película con la que más plata hice, decía. Y también oírlo recordar la estampida producida en los sesenta, cuando empezaron a caer ladrillos en el escenario. O cuando el cura Emilio le censuraba implacablemente las películas, según sus criterios medievales. Era salir con él en la camioneta, desde siempre, con el amplificador y las bocinas, a publicitar el pan nuestro de cada fin de semana. ¿Estudiante de primaria/secundaria responsable, vago, traga…? Alguna historia de la adolescencia (puede ser escolar, de salidas, etc.) ¿Quiénes eran tus amigos en esa época?

Siempre me creyeron responsable, estudioso y traga. Lamento desilusionarlos, pero nunca lo fui. Hasta hubo una profesora mía que se ocupo de difundir que yo, aunque pareciera inteligente, sólo era un chico muy leído. A esta arpía resentida le podría dar parcialmente la razón. He leído toda mi vida. Como dice Borges, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros.

Soy tímido, pero no modesto, Tengo una memoria casi fotográfica, soy muy intuitivo y me atrae el saber. Pero creo que nunca estudié más de una hora o dos por día. Por cierto, no me molestaba ser un buen alumno, pero la verdad es que no me costaba nada serlo. En aquella época se corrió el rumor por las escuelas (Yo pertenezco a la corporación de la proletaria, la 4) de que yo me había estudiado el diccionario. No lo hice, sépanlo quienes aún lo repiten.

Fui un adolescente retraído, salía poco en grupo, leer me ocupaba tiempo. Mis amigos fueron básicamente Mario Barrio, con quien crecí, y Piki Lucas, ambos parientes, los tres del mismo signo, del mismo año. Mis amigas más intensas, las tres hermanas que no tuve, hicieron el secundario conmigo (no la primaria, pertenecían a la corporación de élite, la 7), viven las tres en Buenos Aires, son profesionales, nos bancamos en todo y sostenemos un sólido vínculo.

Es lo que hay...

No fui un niño triste ni traumado, pero mi adolescencia no fue la mejor de todas y desde los quince años me dediqué a engordar, es decir a ocultarme. De los últimos años de la primaria sólo recuerdo una anécdota, relacionada con las famosas peleas callejeras a la salida de la escuela. Digamos que mi hándicap en esa actividad era más bien cero, ya que nunca en mi vida me había peleado públicamente con nadie (en casa, con mis hermanos, nos matábamos). En la calle yo era un claro perdedor sin carisma, sobre todo comparado con mi hermano, que en eso brillaba con luz propia.

El asunto es que varios de mis compañeritos de los buenitos habían estado trabajando largo tiempo para lograr que yo, totalmente inhábil con las manos y tácticas defensivas, me viera expuesto en una pelea a la salida con alguno de los bravos, de los que tenían experiencia. El candidato resultó ser Gerardo Cuadrado y, como él bien lo sabe, esa vez le tocó perder deshonrosamente. Lo cagué a trompadas, bah. Mi segunda pelea fue con el vasco Goicoechea, tiempo después y por suerte ya no tuve que rendir más pruebas de esa índole. ¿Te apoyaron tus viejos para irte a estudiar, esa era la herencia que pretendían dejarte? ¿Por qué elegiste hacer lo que hacés?

Mis padres me han apoyado siempre en todo, a pesar de profundas diferencias ideológicas. Aunque no comprendieran porqué o para qué, siempre respetaron y acompañaron mis decisiones cuando éstas fueron firmes y consecuentes.

No sé si una carrera era la herencia que querían dejarme. Será que yo no creo demasiado en ese tipo de intenciones. Sé que para ellos, para papá, era importante que yo tuviera un título universitario. Pero mis padres fueron muy piolas, más relajados de lo que aparentaban ser.

Aunque a mi viejo lo consideraran, muchos, una bestia temible. Ellos supieron, de a poco, aceptar la situación y acompañarme. Me bancaron en todo, mentiría si dijese lo contrario.

Hubo otros modelos familiares que me sostuvieron en aquellos tiempos. Mis abuelas, mi tía Loly, mi tía Nieves, mi prima Graciela, correctora de mi primera espantosa novela, escrita a los nueve años en recortes de afiches del cine.

Cómo elegí mi profesión, no lo sé. Sólo sé que estuvo ahí desde que pueda recordar. Cuenta la leyenda que a los cuatro años alcé el rostro y le dije a mi abuelita Delia: Abuelita, quiero ser actor. Mi abuelita quedó aturdida ante la profecía (aclaremos que decir ésto en 1967, en un pueblo sin teatro y sin televisión, desconcertaba a los adultos). Sólo atinó a repetir, macaneando, en voz muy alta: Dice el nene que quiere ser doctor. Cuenta mi madre que hice un gran berrinche. Creo que esa pulsión continúo durante toda mi adolescencia y juventud. Hasta que en lugar de berrinches, hice lo que tenía que hacer. Antes de eso, corrí el riesgo de ser abogado o psicólogo. Elegí otros males.

Yo llego a Buenos Aires aún en plena dictadura y eso tuvo una incidencia importante en mí y en mi entorno familiar. Carlitos había desaparecido hacía pocos años. De esto no se hablaba ni se habla, pero se filtraba. Creo que en mi familia el miedo sobrevolaba. Mi tía peleaba casi sola para saber y encontrar algo y yo era el primero de la familia que se iba a estudiar en ese contexto.

Y mi madre me conocía bien y sabía perfectamente que me iba dedicar al arte. En palabras de mi padre, yo siempre había sido muy contestador. Sumemos eso, arte y milicos, a ver que se sacaba por resultado en aquellos tiempos. Papá lo sabía y me llevaba a las afueras del pueblo para hablarme a solas durante mis últimos años del

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Es lo que hay...

ALBERTO FERNANDEZ SAN JUAN ...RAÍCES TRESLOMENSES

secundario (79 y 80).

Me aleccionaba, pobre viejo. ¿Cómo es tu laburo hoy? ¿Lo vivís como un trabajo, o es un placer personal hacerlo?

Sí, vivo mi trabajo como tal, porque eso es. Como todo trabajo, puede generar adicción y/o ganas de faltar o trabajar a media máquina. Lo que sucede es que el trabajo de la creación tiene, en general, sus propias reglas.

Puedo disfrutar de mi trabajo porque no es rutinario, al menos en los largos períodos de producción. Pero un período de funciones extenso puede ser tan satisfactorio como rompepelotas, como cualquier laburo. Lo mismo ocurre con la escritura.

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¿Has trabajado con actores o actrices de renombre? ¿Es una meta? ¿Tenés sueños a cumplir en lo profesional?

Si, trabajé con actores y actrices conocidos. También he trabajado con buenos y malos actores, conocidos o no. Y con excelentes actores, superconocidos pero mala gente y con buena gente, pero pésimos artistas. No, definitivamente trabajar con gente famosa no es una meta en mi vida.

Trabajar con gente superprofesional, sí. Es lo que hago. Sólo trabajo con profesionales. Es mi única regla. Lo demás lo negocio. Si no tuviese sueños dejaría la profesión ya. ¿Te analizás? ¿Por qué?

Si, me analizo desde hace más de veinte años, con interrupciones. He tenido tres analistas. Mi primera experiencia fue psicoterapéutica y desde hace unos doce años hago psicoanálisis. Lacaniano. Las razones son varias y a la vez ninguna. Uno no siempre debe tener una razón específica para el análisis. Ni siquiera es necesario ser un tipo con problemas puntuales o dramas familiares.

Pero sí he trabajado en todos mis análisis el tema de la culpa cristiana. He lidiado durante años con la culpa de la despótica religión católica y romana. Yo tuve la suerte de interactuar con un cura piola y muy conocedor de los vericuetos adolescentes, por quién guardo un afecto particular, pero ni siquiera eso pudo impedir en mi caso, el daño. Respeto esas prácticas, pero trato de mantenerme terapéuticamente lejos de las iglesias y muy cerca del diván.

Analizarme es como ir al gimnasio, cuidarme en la alimentación, mantenerme en peso, caminar y sostener una actividad intelectual diaria. Analizarme, como otras cosas importantes que me definen en la vida, sólo es algo más. ¿Hay tiempo hoy para los amigos? ¿Quiénes? ¿Y para las relaciones sentimentales?

Hay tiempo para todo lo que uno quiera ser o hacer.

Hay que saber priorizar. Todas mis relaciones, de toda índole, son relaciones estables y de larga data. ¿Te sentís exitoso en lo que hacés? ¿Y en la vida? ¿Sos feliz?

Insisto en un concepto que abordé al principio: Yo no creo en la felicidad.

Soy casi un nihilista.

Y la mala noticia es que tampoco creo en el éxito. Ni en la fama. Hago teatro, escribo, produzco y dirijo espectáculos dirigidos a un cierto público, no soy popular. Me va bien con lo que hago, gozo de determinado reconocimiento en determinados circuitos, tengo una casa y un pedazo de campo que heredé de mi viejo, vivo en pareja desde hace muchos años, tengo gatos que escuchan música y una perra loca pero adorable, como asados con amigos, hago lo que quiero hacer y vivo en una ciudad que amo. ¿Qué más puedo pedir? Triunfo y fracaso cotidianamente, pero siempre con revancha. ¿Se extraña el pueblo? ¿Quedaron raíces? ¿Pensaste en volver alguna vez definitivamente, o tu horizonte acá sería muy acotado?

Si no quedaran raíces, yo no sería yo.

En mi caso, el dato importante, a diferencia de otros que se han ido, es que toda mi familia vive o está enterrada aquí. Mi madre, mis tres hermanos, mis cuatro sobrinos, todos viven acá. No soy un fanático del pueblo, la verdad.

Pero uno siempre se alimenta de sus orígenes. Y los míos están en la Monteverde. Y está lo que quedó. Está el campo.

Y está el cine. Ya no es mi cine, donde me crié, pero ahí está.

Y esta la casa de mi abuela Porota y su gallinero y sus frutales y el árbol de granadas y el galponcito de las carneadas y, por sobre todo, sus tortillas inigualables, casi tan hermosas como lo era ella misma.

No, nunca se me ocurrió volver a vivir al pueblo.

Tampoco viví situaciones dilemáticas, ni reclamos de mi familia. Se asume que mi lugar está acá. ¿Cómo ves a Tres Lomas dentro de 50 años?

Fundamentar la respuesta.

Carezco de capacidad para responder esta pregunta. Si me preguntás cómo me veo yo dentro de tantos años, te voy a contestar lo mismo.

Sí puedo decir cómo me gustaría sentirlo a este pueblo, más que verlo.

Que la gente fuese más libre para defender sus derechos, que sus voces no sean susurros secretos contra un poder que todos critican, pero que pocos enfrentan. Que no espíen desde las ventanas. Que dejen de comunicarse con anónimos, seudónimos y eufemismos. Que le pongan los nombres de la gente del pueblo a los lugares del pueblo.

Que se reconozcan en la diversidad. Que se asuma que hay desaparecidos y crímenes por resolver. Y que se resuelvan.

Que se esperen a la salida, como antes, y se caguen a trompadas, si es necesario, pero que desaparezca la miseria de la vigilancia y la sospecha mutua y los enfrentamientos vanos. Pero éste es mi deseo, no mi visión. Como vidente me cagaría de hambre.

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Cumplimos 6 años eligiendo qué comprar para que le pongas a tus hijos... ...madres clásicas, madres modernas; colores claros, colores fuertes; calidad...

O a veces eligen los chicos y es más difícil aún.

Pero nos encanta hacerlo, y cuando vuelven nos damos cuenta que quizás lo estamos haciendo bien.

Gracias por seguir estando presentes.

Luna Azul

Es lo que hay...

MOVIMIENTO DE JÓVENES INDEPENDIENTES ...COLUMNA DE OPINION

PCB’s A fines del año 2008, frente a la problemática habitual del cierre de nuestra planta frigorífica, algunos jóvenes decidimos formar una comisión de apoyo a los trabajadores desamparados. Luego de habernos consolidado como grupo, decidimos seguir trabajando en diferentes temáticas sociales.

Hoy somos el Movimiento de Jóvenes Independientes; nos denominamos así porque, como colectivo, no respondemos a ningún partido político. Poseemos una gran heterogeneidad de ideologías y pensamientos, lo cual enriquece los debates que surgen y la puesta en práctica de los proyectos que decidimos encarar.

El director de Es lo que hay nos cedió gentilmente este espacio para que en cada edición podamos informar a la comunidad acerca de nuestro permanente trabajo. Aprovechamos esta ocasión para agradecerle profundamente el gesto que ha tenido con nosotros.

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El informe que desarrollaremos en el presente número tuvo como puntapié inicial la preocupación de un grupo de vecinos de Tres Lomas en el año 2002, que agitó la sospecha que traían desde hacía ya algunos años: la posible contaminación por Bifenilos Policlorados (PCB's) en los transformadores de la red eléctrica local. Estas sospechas comenzaron cuando algunos pobladores notaron que en sus barrios había un alto grado de enfermos y fallecidos de cáncer, quienes en su mayoría residían justamente en las inmediaciones de algún transformador.

El PCB's es una sustancia altamente cancerígena, capaz de provocar desórdenes hepáticos, deficiencias reproductivas, malformaciones y neoplasia. La Ley Nacional Nº 25670 estipula que si el aceite de un transformador contiene mas de 50 partes por millón (ppm) de bifenilos policlorados se lo considera “contaminado con PCB's”; si contiene menos, se lo reconoce “libre de PCB's”. Esa ley también dice que antes del año 2010 TODOS los transformadores que lo contengan deberán ser descontaminados por la empresa competente. Sin embargo, ese mismo año en la Provincia de Buenos Aires se sancionó la Resolución Provincial 1118/02, que fija límites menores aún, ya que establece que una sustancia es libre de PCB's cuando contiene 2 ppm. Este es valor el mínimo, dado a que el equipo cromatográfico no detecta valores inferiores.

Varios ciudadanos se manifestaron ante el Honorable Concejo Deliberante de Tres Lomas solicitando el tratamiento de la problemática que los inquietaba: se pedía que la empresa EDEN S.A. y el OCEBA (Organismo de Control de Energía de Buenos Aires) descontaminaran los trasformadores, acto que se llevaría a cabo al reemplazar el líquido refrigerante que estos contienen (PCB's) por un aceite vegetal no contaminante.

El HCD desde el año 2000 estuvo trabajando para que esto se solucionara, pero los resultados no fueron positivos puesto que aún actualmente el PCB's sigue siendo utilizado como refrigerante de los transformadores de Tres Lomas.

Hace algunos meses nosotros decidimos retomar este proyecto, con el objetivo de que se cumpla lo que determina la ley; por esto enviamos una carta en el mes junio al OCEBA solicitando el informe sobre la cantidad de PCB's que existía en todos los transformadores de Tres Lomas. Esta carta también fue respaldada por los directivos de diferentes instituciones de la localidad. Los informes llegaron ese mismo mes; con ellos pudimos confirmar que en nuestra localidad existen ocho transformadores que superan altamente los niveles de PCB's permitidos. Encontramos contradicciones con respecto a los informes que se obtuvieron en el año 2006, pues éstos indicaban que en la zona sólo había dos transformadores problemáticos: por ejemplo, el caso mas alarmante es el del transformador ubicado en la calle José Martí S/N que en la actualidad contiene 31,3 ppm, violando de esta manera la legislación provincial. Fue justamente acá donde comenzaron a surgirnos las siguientes preguntas: ¿Qué clase de controles se hacen sobre los transformadores? , ¿Cómo es posible que en 3 años se multiplique la cantidad de transformadores defectuosos si los controles son periódicos? , ¿Es casual que los transformadores defectuosos no tengan la fecha en la que fueron colocados?

Todavía no tenemos respuestas, pero sabemos que existen soluciones, la Ley Nacional 25.670 lo indica claramente.

Como agrupación realizamos todo lo que estuvo a nuestro alcance, ahora es momento de que nuestros representantes, desde el Honorable Concejo Deliberante, exijan que el OCEBA y EDEN cumplan con lo sancionado y velen por la salud de todos los ciudadanos treslomenses.

A la comunidad le informamos que contamos con la documentación enviada por el OCEBA, en la que se basa este informe. Cualquier persona interesada en el tema puede contactarnos a la casilla de correo electrónico: colectivotreslomas@hotmail.com ¡Hasta la próxima edición!

de Humberto H. Caballero, Norberto A. Cavallero y Marcelo J. Caballero

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SOCIOLOGÍA Y ESTUDIOS RURALES ...CÉSAR GÓMEZ

“Existen innumerables perjuicios que permiten argumentar que el modelo sojero es socialmente inviable”

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En la edición anterior publicamos un informe que se titulaba Herbicidas y Salud, en el que se hablaba del tema desde diferentes ópticas.

Creímos adecuado continuar con el tema, pero analizándolo desde lo social, desde sus implicancias en la vida de gran cantidad de personas que (como nosotros) viven en una zona eminentemente rural.

Y para ello dialogamos con César Gómez, un sociólogo que entre otras cosas forma parte de un grupo de Estudios Rurales.

Es una entrevista extensa, en la que Gómez da un claro panorama de las modificaciones que ha sufrido la vida rural en las últimas décadas, tomando como punto central el modelo sojero. ¿Cómo se ha modificado la vida rural en los últimos 25 años (es un número caprichoso) y cuáles han sido los factores para ello?

Como decía antes, durante las últimas décadas hubo muchos cambios que han llevado a poner en duda la distinción tradicional entre lo rural y lo urbano. Se trata de profundas transformaciones económicas, culturales y sociales que están en la base de la tan mencionada “globalización”. Los cambios han afectado a toda la sociedad y por supuesto el mundo rural no estuvo ajeno. Las políticas neoliberales que se aplicaron en nuestro país durante el menemismo sirvieron para consolidar un modelo de desarrollo que ya se había comenzado a impulsar durante la última dictadura. La apertura irrestricta de la economía y la desregulación económica le imprimieron una nueva dinámica a la producción agraria. Cada vez se necesitaron mayores volúmenes de capital para poder sostenerse en la producción, por lo que muchos pequeños productores fueron desplazados de la estructura agraria al no poder alcanzar los parámetros de rentabilidad y eficiencia que se impusieron bajo las reglas del mercado.

La familia chacarera que vive en el campo ha pasado a ser solamente una imagen romántica, porque cada vez menos familias viven en el campo aunque sigan siendo chacareros. Cada vez menos familias viven exclusivamente del campo. Eso tiene que ver con que ha habido un proceso muy acentuado de expulsión

de población de las áreas rurales, pero también tiene que ver con cambos tecnológicos importantes que han modificado los estilos de vida. En líneas generales el cambio consistió en una pérdida de autonomía de “lo rural”, pues cada vez son mayores y más complejas las relaciones que se establecen con otros sectores o con la sociedad en su conjunto.

Los actores sociales del mundo rural no son los mismos de hace 25 ó 30 años. Un chacarero hoy no es lo mismo que entonces, pero además han aparecido otros actores en escena que tienen una importancia central. Gran parte de los trabajos vinculados con las actividades agrarias están a cargo de contratistas, porque son ellos los que disponen de un capital que está fuera del alcance de la mayor parte de los productores. Por otra parte, la concentración económica se ha expresado en la importancia que asumen en la actualidad los actores más poderosos de las cadenas agroindustriales, como son las empresas proveedoras de insumos, los supermercados, o las grandes industrias monopólicas, que imponen condiciones cada vez más rígidas al eslabón más débil que son los productores.

La vida rural no solo ha cambiado porque se acentuaron las desigualdades y la exclusión social, sino que en forma simultánea hubo cambios en las formas de pensar y de analizar lo rural. En los estudios rurales, por ejemplo, hubo una serie de “desplazamientos” temáticos que en la actualidad están casi absolutamente naturalizados. Hasta los años '70 la mayoría de los estudios consistía en caracterizaciones de la estructura social que hacían posible inferir comportamientos previsibles de los individuos a partir de establecer el lugar que ocupan en dicha estructura y su pertenencia a una clase o grupo social. Se trataba del reinado de los enfoques estructuralistas en las ciencias sociales. Sin embargo los años '70 fueron escenario de lo que se denominó “el giro interpretativo” y a partir de entonces los cientistas sociales han privilegiado mucho más aquellos enfoques que se orientan a captar el sentido que los individuos le dan a sus acciones. Es decir que surgió una mirada centrada en “el actor” que abrió la posibilidad de problematizar algunas cuestiones que

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Perfil

César Gómez es sociólogo, y becario de doctorado del Conicet bajo la dirección del Dr. Miguel Teubal. Trabaja en el Instituto de Investigaciones Gino Germani, que pertenece a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Allí forma parte del grupo de Estudios Rurales, coordinado por la profesora Norma Giarraca. Gómez es docente en las cátedras de Economía II y Sociología Rural en la carrera de Sociología.

Actualmente está haciendo el Doctorado en Ciencias Sociales de la UBA, siendo su tema de investigación los conflictos de tierras en la provincia del Chaco, principalmente los que involucran a comunidades indígenas.

Según su explicación, “la sociología rural se institucionalizó en nuestro país durante la década del '60, casi simultáneamente con la creación de la carrera de Sociología en la universidad de Buenos Aires. Desde un par de décadas atrás en los Estados Unidos la sociología rural había aparecido bajo la influencia de trabajos antropológicos que hablaban de las diferencias entre lo rural y lo urbano. De ese modo nacieron las especializaciones que dieron lugar a subdisciplinas como la sociología rural o la sociología urbana”. antes apenas podían ser pensadas.

Por ejemplo, uno de los cambios más importantes tiene que ver con la importancia que se le da a lo cultural en todos sus niveles. En ese sentido la cuestión de las identidades aparece como algo cada vez más importante. Ya no importa solamente el lugar que un individuo ocupa en la estructura social, sino también la forma en que los individuos generan identidades colectivas y crean un sentido de pertenencia. Quizá la forma en que esto se expresa más claramente en los estudios rurales es la importancia que ha adquirido en los últimos años el concepto de “territorio”. Antes se hablaba de “la tierra” como un factor de la producción y su apropiación por parte de los grupos humanos era pensada como el aprovechamiento de un recurso generador de renta, el vínculo por excelencia con la tierra consistía en la propiedad privada. Cuando ahora se habla del “territorio” lo que se quiere señalar es que existen formas muy diversas de vincularse con la tierra, que no se trata solamente de la apropiación productivista de una porción del suelo sino que en el vínculo con la tierra se expresan diversas formas de vida. El territorio comenzó a ser pensado como un medio de vida que va más allá de la tierra y que tiene características diferentes en función de las identidades y las particularidades culturales de grupos específicos. Por eso se habla tanto en la actualidad sobre las “territorialidades” o las “identidades territoriales”. Los proyectos de desarrollo rural han incorporado cada vez más estos conceptos y hasta el Banco Mundial utiliza la fórmula del Desarrollo Territorial Rural como una receta para aplicar en todos los países. Lo importante es que la gran difusión que tiene hoy en día la idea del territorio de alguna manera pone en evidencia los cambios operados en el ámbito rural y en la forma de pensar dichos cambios. El enfoque territorial se propone como una superación de la tradicional dicotomía entre lo rural y lo urbano porque pretende ser una mirada integradora, no sectorial.

Pero los cambios de enfoque no solo abarcan a los estudios rurales sino que también tiene que ver con cambios en las representaciones de la gente común en torno a lo rural. Hay que pensar por ejemplo que el campo estuvo tradicionalmente asociado al trabajo y al sacrificio, muchas veces como la lucha del hombre frente a las adversidades asociadas con los caprichos de la naturaleza. El campo era un lugar hostil que templaba el carácter, pero también era el reducto de lo tradicional, poco permeable a los cambios. Había en general una visión negativa sobe el campo vinculada con el atraso. En el mejor de los casos se trataba de visiones románticas sobre el campo al estilo de la familia Ingalls. Sin embargo en las últimas décadas hubo una especie de revalorización de “lo rural”, hasta el punto de que se ha convertido en un ámbito codiciado por muchas familias de clase media alta que se recluyen en barrios privados y en chacras “de descanso”. Hay pequeñas ciudades del interior del país que se han convertido en la “meca” de muchos citadinos que buscan seguridad, aire puro, y contacto con la naturaleza. Claro que el contacto con la naturaleza en este caso no es el mismo que se asociaba con el trabajo abnegado del chacarero. Pero bueno, el crecimiento del turismo rural también es una muestra de lo que estoy señalando acerca de una revalorización de lo rural en diferentes ámbitos. ¿Se ha vuelto a concentrar la propiedad de las tierras en pocas manos? Esta pregunta tiene que ver con que en distritos como el nuestro, el peronismo había hecho un pequeño reparto de tierras que había convertido en propietarios a los que habían sido arrendatarios. ¿Cuáles han sido sus causas?

La cuestión sobre la concentración de la tierra en la región pampeana ha sido objeto de debate durante décadas. Incluso cuando ha habido un consenso generalizado acerca de que durante el peronismo se avanzó en la democratización del acceso

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la tierra, hasta el día de hoy hay posiciones encontradas sobre cuál fue la magnitud de ese proceso. Durante los años '90 aparecieron investigaciones que intentaban demostrar que a pesar de los cambios de las décadas anteriores el denominado “poder terrateniente” seguía intacto. Es decir, se señalaba que la estructura agraria aún conservaba como rasgo fundamental la concentración en pocas manos de grandes extensiones de tierra y que las grandes propiedades aparecían “camufladas” bajo la figura de sociedades anónimas, por lo que se necesitaban nuevas herramientas metodológicas para poder hacerlas visibles. En ese momento los resultados presentados fueron discutidos por otros investigadores que relativizaban la idea de la concentración y hablaban más bien de que las grandes propiedades habían desaparecido como resultado de sucesivas divisiones.

Esa misma discusión hoy se mantiene vigente y es sostenida por algunos de los mismos protagonistas, pero lo más importante es que ahora asume una importancia distinta a partir del “conflicto del campo”.

Por eso es que algunos hablan de la persistencia de los terratenientes y de la oligarquía, mientras que de otro lado se argumenta que los terratenientes ya no son lo mismo que en el pasado y que hay que prestar atención a nuevos actores que han aparecido con mucho poder y que no necesariamente son grandes propietarios.

En mi opinión personal las dos partes en el debate tienen su cuota de razón. Por un lado no es difícil comprobar que todavía existe un grupo reducido de propietarios que controlan una proporción importante de las tierras más productivas de la región pampeana. Por otra parte, cuando se comparan los datos de los censos agropecuarios de 1988 y 2002 se hace evidente que en todo el país han desaparecido, en promedio, un 25 %, de las explotaciones consideradas pequeñas y la superficie media de las explotaciones ha aumentado de 469 ha a 588 ha. Es decir, hay menos explotaciones y las que hay son más grandes. Eso expresa un proceso de concentración de la tierra que no necesariamente está asociado con la emergencia de un sector terrateniente con las mismas características de los de principios del siglo XX. Las causas son más o menos conocidas; muchos chacareros se fundieron durante los años '90 porque no pudieron dar el “salto adelante” que significaba la modernización productiva. Se les prometió muchas cosas y se los convenció sobre la necesidad de capitalizarse hasta el punto de que la gran mayoría terminaron severamente endeudados y fueron a la quiebra. Allí surgió también un sector de productores exitosos que lograron hacer frente a la reconversión y en muchos casos terminaron absorbiendo las tierras de sus vecinos fundidos. Hoy no son los productores más grandes pero tampoco son pequeños y tienen un importante margen de maniobra para adaptarse a los cambios. Pienso en la imagen del productor modelo que trabaja mil hectáreas en la región pampeana y generalmente aparece algún ejemplo en las notas centrales de los suplementos rurales de los diarios, en las que se los presenta como ejemplos de gestión exitosa.

Por otra parte, las nuevas modalidades de gestión de la producción agraria hacen que la cuestión de la propiedad de la tierra sea un asunto cada vez más relativo, porque en muchos casos la concentración no se ha dado por el lado de la propiedad sino de la producción. Es decir que si bien los datos de los censos nos pueden dar alguna idea del tamaño de las explotaciones, no nos permiten ver la concentración productiva que tiene como protagonistas a empresas como “Los Grobo” y otras, que no necesariamente controlan las tierras pero que arriendan grandes extensiones y actualmente son parte del “poder económico” en el campo. ¿Qué consecuencias tiene la soja en el campo actual? Al decir consecuencias, me refiero a cuestiones sociales (monocultivo, pérdida de otras producciones como la cárnica o maíz, trigo, girasol).

La soja tiene una serie de consecuencias negativas que por suerte se están discutiendo cada vez más públicamente. Es bueno que se puedan escuchar otras opiniones además de las apologías que se publican en el Clarín Rural cada sábado. Sin embargo, a pesar de que existen cada vez más voces críticas al modelo sojero, no parece haber tendencias visibles a un cambio de rumbo. Creo que es importante distinguir las consecuencias negativas que puede tener la soja en sí misma de las consecuencias que supone el modelo sojero. Son cosas bien diferentes que a menudo aparecen confundidas. La semilla de soja transgénica resistente al glifosato, que forma parte de la dieta de vacas y chanchos europeos, eventualmente puede tener consecuencias sobre la salud de las personas que la consumen. Digo “eventualmente” porque sé que aún eso es motivo de debate y que algunos dicen que no se ha comprobado ningún efecto negativo sobre la salud. Sería bueno que fueran los médicos y los especialistas en la materia quienes pudieran dedicarse con autonomía a investigar estas cuestiones. Los sociólogos no tenemos mucho que decir al respecto. Pero si no podemos hablar tanto de la semilla de soja en sí misma, sí nos interesa hablar del modelo sojero, que tiene consecuencias negativas que no son discutidas por sus apologistas.

El modelo sojero está basado efectivamente en el monocultivo de soja y ha desplazado a otras actividades tradicionales como la lechería, la ganadería, etcétera. Como todo esquema de monocultivo, el de la soja es perjudicial, del mismo modo que si el próximo año el girasol aumenta diez veces su precio internacional cabría esperar que una nueva tendencia se orientara a salir de un monocultivo sojero para meterse en un monocultivo de girasol. A principios del siglo XX el monocultivo en nuestro país era el trigo, y eso también trajo consecuencias negativas cuando se quiso impulsar la colonización del oeste con inmigrantes europeos cultivando trigo en el territorio de la pampa. A los pocos años los colonos veían volar por los aires los campos que aún no habían podido comprar. La soja tiene el agravante de que es un cultivo que absorbe muchos nutrientes del suelo y le devuelve muy poco (a diferencia del maíz que aporta

CÉSAR GÓMEZ... SOCIOLOGÍA Y ESTUDIOS RURALES materia orgánica), por lo que las consecuencias negativas de apostar a un monocultivo son mayores. El paquete tecnológico conformado por la siembra directa, el glifosato y la semilla transgénica permite aumentar considerablemente la rentabilidad del cultivo porque reduce costos. Si a eso se le suma la coyuntura de buenos precios internacionales y una gran demanda, es claro que las condiciones para la expansión exponencial de la soja son indiscutibles y el “oro verde” aparece como la opción más rentable frente a otras actividades.

Una vez que ese esquema está instalado y se orienta al mercado externo, el cálculo de rentabilidad se impone sobre otras consideraciones. La búsqueda de ganancias en el corto plazo lleva a descartar los sistemas tradicionales de rotación y el monocultivo se consolida porque los productores tratan de achicar los ciclos para poder sumar dos cosechas anuales, con el perjuicio que eso supone para los suelos. En la región pampeana los efectos no son visibles a corto plazo porque la fertilidad de los campos es asombrosa, pero después de cinco años de explotación intensiva los efectos de la erosión se empiezan a manifestar inevitablemente. A esta altura los dueños de los campos se han dado cuenta de eso y tratan de volver a los sistemas de rotación, pero en los casos en que se produce en campos alquilados esas consideraciones no entran en el cálculo de costos, por lo que los propietarios que ceden sus campos terminan por hipotecar su patrimonio ante la posibilidad de obtener en el presente un ingreso sustancial.

El monocultivo es malo porque degrada los suelos y aumenta la dependencia respecto de factores externos. Si mañana cae estrepitosamente el precio de la soja lo que hoy es una ventaja comparativa fenomenal se convertirá en una trampa. Tal como se señala actualmente, eso representa una pérdida de soberanía alimentaria. Se produce “commodities” en lugar de alimentos, lo que significa que nuestro país prioriza la dieta de los chanchos europeos por sobre la de sus propios ciudadanos. El monocultivo también es malo porque una vez que se abandonan otras actividades resulta muy difícil retomarlas, como es el ejemplo de la lechería y la ganadería. Un tambo que se cierra ya no se vuelve a abrir.

Por otra parte, el paquete tecnológico de la soja es un ejemplo paradigmático de un modelo que resulta sumamente excluyente. Por un lado porque la reducción de costos radica básicamente en la expulsión de mano de obra del campo, pero por otra parte porque se trata de un paquete que no está al alcance de todos los productores. Los más pequeños quedan excluidos porque se trata de un modelo que funciona a partir de una determinada escala de producción. En sintonía con las reglas del mercado capitalista, existe una relación inversa entre la disponibilidad de capital y los costos. Se necesita mucho capital para reducir costos. Los más pequeños son los que resultan desplazados porque no pueden afrontar los costos de una reconversión.

En ese sentido resulta claro que la expulsión de población rural es otra de las consecuencias negativas del modelo, es aquello que se ha denunciado como “una agricultura sin agricultores”. Sin embargo los

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desplazamientos de población no sólo se han impulsado a través del mecanismo aséptico del mercado. Hay que mencionar que uno de los componentes indisociables de ese modelo es el de la coacción, en todas sus formas posibles. Eso se pone en evidencia con la expulsión violenta de campesinos por parte de empresarios codiciosos. En algún momento eso parecía ser un fenómeno circunscripto a Santiago del Estero, cuando el movimiento campesino de esa provincia se hizo conocido por resistir los desalojos de familias que han vivido en el campo por generaciones. Más tarde el desalojo pasó a ser una modalidad difundida en otros puntos del país, hasta llegar a ser una problemática de dimensiones alarmantes. Pareciera ser que la expansión del modelo resulta indisociable con una cuota de violencia, del mismo modo en que a fines del siglo XIX el modelo agroexportador nació gracias al despojo perpetrado por las campañas militares contra los pueblos indígenas.

Desde tu grupo, ¿se analizan las consecuencias ecológicas de los transgénicos, y de los herbicidas que se utilizan para su cultivo, siembra directa incluída?

Las investigaciones que llevamos adelante en el equipo están concentradas fundamentalmente en las consecuencias sociales que trae aparejada la difusión masiva de los transgénicos. No obstante hoy en día es cada vez más importante tener una mirada interdisciplinaria porque se trata de procesos complejos que abarcan muchas dimensiones de análisis. La ecología es apenas una mirada parcial del fenómeno que nació hace varias décadas como consecuencia de preocupaciones por el impacto ambiental de la explotación de los recursos naturales.

Claro que ese es un componente fundamental para caracterizar las consecuencias del modelo sojero, no sólo por la degradación de los suelos sino por otros problemas muy serios como los que se derivan del uso de agrotóxicos. En estos días existe un debate en torno a los efectos que tiene el glifosato sobre la salud de las personas. Los apologistas del modelo acusan a sus detractores de “ecologistas fundamentalistas” porque dicen que no se ha comprobado que el glifosato tenga efectos perjudiciales sobre la salud. Sin embargo existen muchos casos de contaminación en zonas aledañas a los campos que se fumigan con ese herbicida, pero en general son casos que no tienen “buena prensa”. Mientras tanto las fumigaciones son otra forma de coacción que termina por expulsar población de los campos. Muchos pequeños productores y campesinos deben abandonar sus campos cuando tienen que presenciar cómo sus huertas y animales se mueren bajo los efectos de las fumigaciones. Se trata de una forma de expulsión silenciosa o de arrinconamiento. Este es un problema muy serio y es una de las principales consecuencias negativas que ha tenido la difusión de los transgénicos.

No obstante, aún cuando el paquete tecnológico de la soja fuera inocuo (lo cual, insisto, es falso), existen innumerables perjuicios que permiten argumentar que el modelo sojero es socialmente inviable.

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Retenciones: “Componente esencial del modelo de sojización”

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¿Qué opinión te merecen las retenciones como sistema de distribución de la riqueza? ¿Es distinta la opinión de propietarios grandes y pequeños? ¿Y de los empleados rurales?

El modelo agrario que se ha instalado en los últimos años necesita de las retenciones. Yo diría que las retenciones son un componente esencial del modelo de la sojización.

Cuando la producción agraria queda subordinada a los vaivenes del mercado internacional no es posible prescindir de toda regulación. Es necesario que exista algún mecanismo que evite que la propia dinámica del modelo termine por destruir sus bases. Las retenciones en ese sentido fueron pensadas como un mecanismo para contener el impacto de los precios internacionales de los commodities sobre la economía interna. Sin la mediación de las retenciones, el modelo económico del actual gobierno tendría los días contados. Sin embargo se equivocan los ruralistas cuando aspiran a eliminar las retenciones, porque no se dan cuenta de que sin ellas el modelo del cual hoy son socios no podría sostenerse.

Es importante señalar que, al igual que todos los impuestos vigentes, las retenciones tienen un carácter regresivo porque afectan más a los productores más chicos. Pero esto no deja de ser también una consecuencia misma de que el modelo agrario está pensado para favorecer la gran escala de producción. En eso podría decirse que resulta coherente. Ahora bien, una vez dicho esto hay que insistir en que las retenciones efectivamente tienen un carácter redistributivo, porque significa reasignar recursos en una forma que favorece a los sectores más vulnerables de la sociedad en su conjunto.

La producción agraria se distingue de la industria en que utiliza en el proceso productivo un recurso que es limitado, no reproducible, y que no es uniforme: la tierra. De esta forma se genera una masa de riqueza que tiene el carácter de renta del suelo, que está por fuera de la competencia capitalista y de la conformación de la tasa de ganancia media. La fertilidad de los suelos de la región pampeana determinó que históricamente la renta del suelo tuviera una importancia central en el desarrollo económico de nuestro país. Con la difusión de la soja y en determinadas condiciones coyunturales de demanda y precios, la proporción de la renta ha crecido en forma asombrosa (¿Cuánto vale hoy una hectárea de tierra en el oeste bonaerense?). Las retenciones afectan precisamente al componente del precio que corresponde a la renta, es decir, a la parte de la ganancia que constituye una ganancia extraordinaria

como consecuencia de que la tierra es un bien limitado, no reproducible, no uniforme, y apropiable en forma privada. Esto significa que la tasa de ganancia media no se ve modificada por ese impuesto. Ese es un aspecto que en general se discute muy poco a propósito de la polémica por las retenciones.

Es una potestad del estado argentino gravar con un impuesto el c r e c i m i e n t o desmesurado de la renta agraria, así como también disponer de esa masa de riqueza para reasignarla hacia otros sectores de la economía. Durante los años '90 la renta de la tierra también existía, pero la vigencia de la convertibilidad articulada con otros mecanismos hacía que esa masa de riqueza escapara de las m a n o s d e l o s productores. Después de la devaluación los productores pudieron llevar la porción de renta hacia sus bolsillos, por lo que las retenciones son percibidas como una injuria, como un robo.

La situación de los productores más chicos es la más compleja en relación con las retenciones. En muchos casos en los últimos años han decidido alquilar sus campos porque no pueden hacer frente a los requerimientos de escala. Para los que están manteniendo la producción con algún esfuerzo las retenciones impactan en forma diferencial y es claro que los pequeños son otra vez los más desfavorecidos.

No obstante, hay que tener en cuenta que el modelo sojero tal como está planteado actualmente se encamina en esa dirección. Para los chacareros chicos la solución de fondo no es evitar las retenciones sino cuestionar al modelo y buscar alternativas productivas, lo cual en este escenario es muy difícil.

En cuanto a los trabajadores rurales el tema es bastante complejo porque en muchas oportunidades se dijo que los piquetes rurales eran en defensa de sus intereses, afirmación que en lo personal no comparto.

En los últimos años se ha dicho que una de las bondades del modelo de los agronegocios consiste en la generación de empleo. Se han dado cifras que hablan de porcentajes bastante elevados de empleos que serían generados por la agroindustria y de esa forma se trata de argumentar sobre el importante aporte que eso significa por parte del agro. Sin embargo esas cifras son bastante cuestionables porque parten de un cálculo que tiende a sobreestimar los empleos agroindustriales. Por ejemplo se incluyen ahí muchas fuentes de empleo del sector servicios que tienen una vinculación indirecta con las actividades agrarias y de esa manera se dice que son empleos que dependen del campo. Con el mismo argumento podría decirse que el campo depende de muchas fuentes de

CÉSAR GÓMEZ... SOCIOLOGÍA Y ESTUDIOS RURALES empleo industriales o del sector de servicios. Así es como se termina por subestimar uno de los principales efectos que ha tenido la difusión de los paquetes biotecnológicos en el campo, que es la aguda expulsión de mano de obra rural. ¿Hay una política de estado en torno a la producción agropecuaria?

La producción agropecuaria en nuestro país siempre responde a una política de estado, aunque casi nunca responde a una política de estado que esté al servicio de las mayorías. El estado actúa por acción o por omisión, por eso cuando se habla del “retiro del estado” durante el neoliberalismo se utiliza una imagen que puede malinterpretarse. Durante los años '90 el menemismo desmanteló casi todas las instituciones estatales que regulaban las actividades agropecuarias, porque se argumentaba que el mercado era el mejor asignador de recursos. Sin embargo el Estado, lejos de retirarse, siguió estando presente con funciones diferentes. En lugar de proteger a los grupos más débiles frente a los efectos negativos del mercado, se convirtió en cómplice y socio de los grupos más poderosos. Por eso es que las leyes de minería que hoy están vigentes y que favorecen el saqueo de los recursos naturales fueron impulsadas durante el menemismo. Eso también es una política de estado.

El modelo agrario que se consolidó a partir de los años '90 y que nosotros denominamos agronegocios hoy está vigente y el gobierno actual no ha dado señales de querer modificar el rumbo. No hay ninguna medida que permita inferir una intención de apartarse del monocultivo sojero. Las retenciones pueden eventualmente ponerle freno a la expansión, pero no redefinen los ejes sobre los que se apoya la política agropecuaria. Por otra parte, el conflicto con el campo que se agudizó desde al año pasado con las retenciones de ninguna manera supone un debate entre dos modelos de desarrollo agrario. En todo caso se trata de una manifestación dramática de las contradicciones internas que se han generado en el seno del modelo agrario vigente. Para encontrar voces alternativas hay que escuchar a los actores que han aparecido en un segundo plano en el conflicto, como los sectores campesinos que tradicionalmente han producido alimentos y bienes para el mercado interno y hoy resultan marginados, cuando no son sencillamente expulsados de sus tierras por los agentes de los agronegocios. ¿Cuál es el futuro del sector agropecuario en nuestro país, en caso de continuar con estos lineamientos?

Una distinción que siempre se asoció con la dicotomía rural-urbano fue la de agricultura e industria, que bien podría servir para relatar una parte importante de la historia de nuestro país. La diferencia que justificó por mucho tiempo la oposición entre ambos consistía en que la agricultura presentaba una serie de características propias que hacían difícil que penetraran las relaciones capitalistas en el campo.

Como en la producción agraria intervienen una serie de variables naturales que el hombre no puede modificar,

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como la calidad de los suelos, el clima, o en términos generales la naturaleza, el agro siempre corrió en desventaja con respecto a la industria. En todo caso, para contrarrestar los percances naturales y las dificultades del ambiente había que afrontar costos muy elevados. Se pueden fabricar muchos autos en forma simultánea, pero una vez que se siembra hay que esperar unos meses para cosechar, hay que esperar que llueva y que se den determinadas condiciones, etcétera.

Sin embargo los cambios tecnológicos que se han generado en las últimas décadas han logrado que las diferencias entre la agricultura y la industria sean cada vez menores. La tecnología ha permitido controlar muchas de las variables que antes escapaban al control del hombre. Se han creado variedades de semillas de ciclo corto, se han creado variedades resistentes, se han “inventado” nuevos seres vivos a través de los experimentos de la biotecnología. Todo eso ayuda a generar la idea de que la naturaleza ya no es un obstáculo o un freno para las ambiciones del hombre. Esto ha vuelo a generar una confianza desmesurada en el progreso a costa del dominio de la naturaleza.

Hay quienes sostienen enfáticamente que la principal causa de la expansión de la frontera agraria es el cambio climático. Si bien ese es un factor que puede influir significativamente, no está de más resaltar que la expansión de la frontera agraria es, antes que nada, un asunto de costos. Si hace años no se podía sembrar soja en el Chaco o en Salta seguramente no era una consecuencia de las condiciones climáticas, sino de que los costos de emprender tal actividad resultaban tan irracionales que ni siquiera permitían pensar en eso como una posibilidad. La frontera agraria se expande porque hay condiciones que ahora vuelven rentable producir en esas zonas. En parte eso explica los problemas de sequía que aquejan en algunos puntos del país. La sequía no es un dato nuevo, lo nuevo es que se estén impulsando actividades agropecuarias allí donde históricamente se sabe que las sequías son un fenómeno recurrente.

El modelo de los agronegocios de apoya en una confianza casi eufórica en los avances tecnológicos y en la comprobación de que la agricultura es cada vez más parecida a la industria. Cada vez más la producción agraria replica los modelos de la industria.

Uno de los ejemplos más elocuentes de estos últimos tiempos es la proliferación de los feed-lots para la producción de carne. Es uno de los casos paradigmáticos del agronegocio porque precisamente allí es donde se sintetizan las aspiraciones de igualar a las actividades agrarias con las industriales. Se puede prescindir de la tierra y con pocas hectáreas es posible sostener una empresa pujante. Allí ya no hay que preocuparse por las condiciones climáticas porque no se necesitan pasturas, siempre y cuando se disponga de un capital suficiente para adquirir todos los insumos.

Pienso que la vigencia del modelo de agronegocios permite inferir que hay una tendencia a reforzar cada vez más este perfil. Es decir, la agricultura será cada vez menos aquella actividad tradicional para asemejarse cada vez más con la industria.

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Dime que evalúas y te diré como enseñas La gripe A significó un desafío, no sólo sanitario, sino también pedagógico. Como docentes, también en Tres Lomas, tuvimos que preparar tareas para el período de receso obligatorio y cada uno en su área o materia lo hizo como pudo, y creo que constituyó una gran enseñanza.

Esta se produce en el proceso posterior, cuando comenzamos a recibir los trabajos encargados, las respuestas a los interrogantes formulados.

He tenido la oportunidad de ver varias de estas actividades para el Area de las Ciencias Sociales y las disciplinas que la componen: Historia, Geografía, Sociología, Derechos Humanos y Ciudadanía, etc. He mirado tareas de nivel primario y secundario, y por eso escribo sobre ello.

Al observarlas con una mirada crítica me he preguntado si lo que enviamos como tarea tuvo como objetivo hacer que los chicos construyan su conocimiento o simplemente mantenerlos ocupados. Sé que ambas cuestiones pueden caminar juntas, pero mi sensación fue que estuvimos más cerca de lo segundo que de lo primero: preguntas burocráticas, con escasa creatividad, demasiado “atadas” a la propuesta editorial, sin utilización de las nuevas tecnologías, muy cerradas en respuestas apretadas, sin traducción a lenguaje propio, repetitivas de los autores, sin hipótesis que refutar, sin relaciones que producir, sin comparaciones que realizar. ¿Nos sorprendió la situación? ¿O será que esas son las tareas que damos habitualmente? Creo que debemos problematizar más nuestra área de las Ciencias Sociales 31 y Humanísticas, enseñarlas a partir de formular problemas que superen lo obvio, o la tediosa búsqueda mecanizada en un material de lectura que funciona como única fuente posible.

La realidad social es muy compleja, lo es hoy de la misma manera que lo fue en el pasado, penetra en los hogares por los medios masivos y especialmente por la tele, como una catarata que hay que poder encauzar. ¿Por qué formulamos preguntas aburridas y obvias, repetitivas y simplificadas, cuando la realidad nos cachetea con su diversidad, sus actores sociales con intereses concretos y sus conflictos que pulsean? ¿Por qué nuestras tareas parecen muchas veces “pasadas por el koinor”, perdiendo su frescura y la conflictividad necesaria?

Es necesario hacer más efectivo el aprendizaje, teniendo como norte las capacidades múltiples de nuestros alumnos, sus contenidos previos, y trazar el puente inteligente, el andamiaje necesario, la argamasa fundamental para que esa construcción constituya una búsqueda que apasione y no que aburra. Y debemos empezar por nosotros, los docentes. ¿Se puede “apasionar” a los chicos, sin la pasión propia por lo que enseñamos? ¿Es posible un docente de Ciencias Sociales, desinformado del mundo en el que vive?

Generar autonomía en los chicos es una de nuestras banderas discursivas. ¿Pero cómo se hace? En realidad la autonomía se aprende y se enseña. Constituye la posibilidad de que el alumno tome decisiones convirtiéndolo en autor privilegiado de su propio aprendizaje.

Estas tareas que debieron ser pensadas para un momento “no presencial”, debieron colocarnos a los docentes en un lugar diferente, esforzándonos por encontrar herramientas que permitan nuestro “reemplazo”, sólo posible con una estrategia abierta, creativa y generadora de confianza. Esto sí es irremplazable.

Los elementos que mediatizan la acción docente son los que permiten ver el avance concreto y esta tarea seguramente nos dejará aprendizajes para cambiar no sólo las evaluaciones, sino nuestras propias prácticas, por aquello de “dime que evalúas y te diré como enseñas”.

Tareas más amplias, que depositen la confianza en el alumno, que generen autonomía real, que permitan el abordaje multicausal, que fomenten las múltiples perspectivas, que superen la didáctica de lo obvio, que no se aten a una única fuente documental, que no teman a Internet ni al DVD, que signifiquen búsqueda, selección, comparación, conclusión, relación, identificación e interpretación.

Esto es lo que sirve en cualquier otra instancia, es lo aplicable al trabajo o al estudio futuro, es la autonomía que se enseña en la práctica.

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HUMOR...

Es lo que hay...

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Es lo que hay...

...NOTA DE CIERRE

Aire fresco

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¿No les ha pasado que muchas veces sienten la imperiosa necesidad de respirar un poco de aire fresco, de recargarse las pilas, de modificar esa rutina de verdades absolutas y permitirse debatir con otros, escuchar a los demás, sin rótulos de buenos y malos?

A mí si. Especialmente en esta época, en la que parece haber una visión dominante que rige los destinos de la opinión pública: tierra y campo como sinónimos de patria. Y el resto, a la hoguera.

Y el aire fresco, como siempre, lo proporcionan los jóvenes. Para ello, voy a citar tres ejemplos: el del Movimiento Independiente de Jóvenes (más orgánico); los que participan del proyecto “Jóvenes y Memoria” (con el que viajaremos a Mar del Plata); y aquellos que escribieron una nota de opinión respecto a las sesiones del Concejo Deliberante local.

Los primeros organizaron un ciclo de cine, que comenzó con documentales que hacían referencia a la actuación de los medios de comunicación en determinados hechos (los asesinatos de Kosteki y Santillán durante el gobierno de Duhalde, el golpe frustrado a Chávez en Venezuela, la guerra de Malvinas) y que tiene como horizonte continuar durante la totalidad de 2009.

Allí, jóvenes y no tan jóvenes se juntaron y debatieron: estuvieron de acuerdo en algunas cosas, no lograron el consenso en otras. Pero se coincidió en los objetivos, en la necesidad de reformular este sistema para que la sociedad encuentre el equilibrio que evite las desigualdades existentes en la actualidad.

En el segundo de los casos, me toca formar parte de un grupo de docentes (junto a Carlos Lucas y Guillermo Donari) que trabaja con 12 alumnos que participan del proyecto “Jóvenes y Memoria”, analizando la e d u c a c i ó n e n Tr e s Lomas durante la última dictadura.

Con dos de esos alumnos y Carlos Lucas asistimos a Pehuajó a un encuentro regional, donde los chicos contaron su proyecto, escucharon a los demás, y vinieron encantados ya que pudieron dialogar sobre un montón de cuestiones (Honduras, desigualdades, Cuba, pobreza, etc.) que muchos nos quieren hacer creer que a los chicos no les interesan.

Respecto a la mención del último grupo, pude leer una nota de 4 jóvenes que escribieron en la página de FM Amanecer y que pedían ver sesiones del concejo deliberante diferentes (luego de asistir a una de ellas).

Diferentes en el sentido de poder discutir ideas y no caprichos, de reconocer al otro y no combatirlo. De debatir para conseguir el objetivo final: construir un Tres Lomas mejor.

Hay que estar preparado para escuchar a los jóvenes. Tienen muchas cosas que decir. Leen.

Se comprometen.

Hay que estar preparados para otorgarles un lugar de real participación. Donde puedan plasmar sus ideas.

No es fácil para los adultos (para nosotros) respirar tanto aire fresco, en medio de un ambiente demasiado contaminado. Sólo tenemos que animarnos.

Cristian Morán

Dimos vuelta la pรกgina.

Pensando en vos.

Para vos.

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Del Soldato y Deรกn Funes - 6409 - Tres Lomas