Gaceta No4

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Gaceta Oficial Enero - Marzo de 2013.

Eduardo Aranda Delgado

Tala clandestina descarada en parques nacionales Pico de Orizaba y Cofre de Perote

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Los entes gubernamentales dicen saber del problema pero “aún no han hecho nada para solucionarlo” “En lugares como el parque del Pico de Orizaba, se está deforestando de una manera vergonzosa”. Fotos: Fundación Salvemos el Agua

LOS PARQUES NACIONALES PICO DE ORIZABA Y COFRE DE PEROTE, ESTÁN SIENDO TALADOS DE MANERA VERGONZOSA Los parques nacionales Pico de Orizaba y Cofre de Perote han sufrido tala clandestina durante muchos años, en la actualidad, esta problemática sigue muy arraigada. Hablando de la situación de los bosques de estas reservas, el biólogo Eduardo Aranda Delgado, Presidente del Comité Directivo de la Asociación de Vecinos del Pixquiac-Zoncuantla, platicó para Salvemos el Agua Radio la serie de irregularidades que se presentan en aquellas zonas. Al cortar la madera hay que transportarla, allá el único modo de hacerlo es con burros, ya que son animales fuertes que pueden cargar mucho más peso que los seres humanos. Aranda relata: “Bajando, en el camino se pueden ver las marcas que deja la madera al ser arrastrada…”. “Los caminos están deteriorados por el arrastre de los troncos, uno de cada lado del llamado burrero. El arrastre que tiene la madera les deja surcos que están destrozando el camino y ese destrozo, esa erosión, es el indicativo de que esto se está haciendo día con día”. La valoración que tiene que hacer la Comisión Forestal, debe ir encaminada a las necesidades de las personas que habitan en la montaña, redoblar esfuerzos no estaría mal, los problemas de los bosques, como la tala clandestina, son en definitiva indicativos de la falta de atención. “En lugares como el parque del Pico de Orizaba, se está deforestando de una manera vergonzosa, he estado en el parque y se puede ver diariamente a lo que le llaman los burreros entrando en la mañana a cortar los árboles, amontonarlos a la orilla, al límite del parque, después

Biólogo Eduardo Aranda Delgado, Presidente del Comité de Vecinos del Pixquiac-Zoncuantla. llega un gran camión y se lleva diariamente una carga”. Se trata de una forma de vida ilícita de algunas personas de la región, manipulados por alguien que interviene por ellos. El menoscabo que tienen hacia el medio ambiente es el indicador para tomar acciones ante una realidad que se vive en silencio. “No estamos hablando del burrero que necesita leña para su fogón, estamos hablando de una persona influyente, de algún señor con fuerza, no sabemos… pero es alguien con poder económico, lo suficiente para pagar a esos burreros para que carguen diariamente un camión. Desconozco quien sea, pero sé que las autoridades saben de éste problema y no lo resuelven”.

Catalogó como vergonzoso que en el propio parque nacional se puedan dar esta clase de anomalías, ya que mientras allí se extrae madera, los entes gubernamentales dicen saber del problema pero “aún no han hecho nada para solucionarlo”, agregó Aranda Delgado. “He hablando con las autoridades y dicen <sí, lo sabemos, pero no podemos hacer nada...> y en algún nivel de la comunicación de repente dicen hasta ahí. Y hasta ahí llegó la fuerza de la queja y ya no se soluciona. Es un asunto de autoridad que tiene que ser resuelto verdaderamente”. Atender este tema implica el compromiso de los entes sociales, privados, gubernamentales y de cualquier organización que participe

en el cuidado de los bosques en la montaña. Realizar acciones es tarea de todos, aunque al gobierno le toca una gran parte de la responsabilidad, la sociedad también debe ir cambiando hábitos y costumbres. “Por todos lados hay muchísimos temas que no sólo la autoridad, la Conafor, los organismos operadores del agua, el estado, o el municipio deben solucionar, también los ciudadanos tenemos que hacer algo ¿Qué es lo que debemos hacer todos para mejorar la situación?”. Hablando de las políticas públicas, comentó. “Son las que orientan los recursos para destinarlos a donde hacen falta, si estamos reconociendo que en una ciudad como Xalapa hay escasez de agua, pues quiere decir que algo esta mal”.

El oficio del “burrero” se encuentra arraigado en los sectores más pobres y vulnerables de la montaña. Para ellos, faltos de tierras fértiles, dejar esta actividad es dejar de lado el ingreso principal para mantener a sus familias.

Por los senderos se pueden ver las marcas de los troncos arrastrados por los burros.


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