“La declaración de Alma Ata fue histórica y emblemática. Inspiró cambios trascendentales en la salud a nivel global y en la región de las Américas motivó profundas reformas estructurales en los sistemas de salud y el rol de los gobiernos. La declaración fue innovadora, valiente y desafiante; llegó de manera decidida para romper los esquemas y viejos paradigmas de la salud”. Verónica Espinosa, Ministra de Salud Pública de Ecuador